Medellín se prepara para vivir un Festival Altavoz con un formato renovado. La edición de 2023 tendrá un nuevo escenario en el Parque Norte, que se suma a su escenario transicional en la Cancha Cincuentenario, para albergar a más de 320 artistas en diferentes géneros musicales.Se destaca la participación de la leyenda viva del punk Marky Ramone junto a Pela en la voz, los españoles Vetusta Morla, los pioneros de thrash metal Exodus, Desorden Público de Venezuela, la vocalista Mon Laferte de Chile y Esteman de Colombia.Se estima que más de 70.000 personas asistirán a los espacios dispuestos para el encuentro de la música alternativa en Medellín, nuevos lugares para que los visitantes disfruten de la cita musical y compartan experiencias, zona de picnic, comidas y otras actividades para vivir un festival más completo.El evento tendrá una zona de testeo de muestras de sustancias psicoactivas con asesoría y acompañamiento profesional, con el fin de que los jóvenes accedan a información cualificada sobre sus consumos. Adicionalmente, la estrategia Mercado Joven llegará al festival con iniciativas de emprendimiento creadas e impulsadas por las juventudes locales.La diversidad de sonidos tendrá el mayor protagonismo. Durante los tres días, los asistentes disfrutarán de I.R.A., Crew Peligrosos, Yoky Barrios, Desorden Público, La Banda del Bisonte, Frente Cumbiero, Don Tetto, Pacífico Sur, DC Family, entre otras, que incluyen las 28 agrupaciones paisas participantes de la Convocatoria de Fomento Estímulos para el Arte y la Cultura, eje central de este encuentro.Adicionalmente, se rendirá un homenaje a los pioneros del rocanrol Los Yetis, banda de Medellín asociada al nadaísmo de Gonzalo Arango, precursora de la psicodelia hecha folk, rocanrol y gogó sesentero.Al fetival se suma un escenario de música electrónica, como parte de la diversidad de esta edición, con presentaciones de DJ's como Cleric, desde el Reino Unido, y actividades alrededor de esta temática. La tradición oral alternativa tendrá su espacio con “Trovadores vs. Raperos”, que mezclará versos, poesía, arte e improvisación de expresiones con profunda conexión como el rap y el hip hop con la tradicional trova.Altavoz Fest le apuesta este año a una cita experiencial, enmarcada en el Tiempo de las Diversidades, un espacio de encuentro con aura plural y acogedora para todos, que espera posicionarse como uno de los más grandes de Latinoamérica.El festival contará con entrada libre.¡La música nos une!
Altavoz, uno de los principales festivales de Latinoamérica, regresa en formato presencial para la celebración de sus 18 años. La cita será el 10, 11 y 12 de diciembre en dos escenarios: el Teatro al aire libre Carlos Vieco y, su tradicional espacio, la Cancha Cincuentenario en Medellín. Para el ingreso al evento, será indispensable presentar carnet de vacunación. El cartel de Altavoz este año se enfocó en propuestas nacionales. El line-up lo encabeza el punk hardcore de La Pestilencia, banda que regresa al escenario de Altavoz Fest después de 12 años, con un potente directo. También, estará La Etnnia, icono del rap que lleva más de dos décadas con un verbo que continúa más vigente que nunca; Masacre, referente del death metal latinoamericano; el reconocido rapero Nanpa Básico, y, La Derecha, banda icono del rock colombiano liderada por Mario Duarte que se reúne especialmente para presentar un show único para Medellín. A este cartel se suman artistas nacionales como Superlitio desde Cali, Mr. Bleat, Nicolás y los Fumadores, Briela Ojeda, Ghetto Kumbé, entre otros. En 2020, Altavoz sobrepasó lo musical y se planteó como un nuevo punto de partida desde lo visual para los artistas. El equipo de producción buscó hacer un tributo a la estética de la música y cómo esta se ha narrado en imágenes: el Teatro Matacandelas con un estilo visual de los programas de los 90, a lo MTV; el Teatro Ateneo Porfirio Barba Jacob con un carácter unplugged y un lenguaje visual más tranquilo y el Teatro Pablo Tobón Uribe con una apuesta visual cinematográfica, con el protagonismo centrado en la figura del artista.Altavoz se la caracterizado desde sus inicios por ser una ventana para los sonidos alternativos de la ciudad. Metal, punk, reggae, rap, ska, han sido protagonistas en un festival que se ha convertido en referente para Latinoamérica y uno de los más importantes del país.
Entre el 11 y el 13 de diciembre del año pandémico se realizó el tradicional festival paisa de música alternativa Altavoz. Gracias a la tecnología y desde una experiencia virtual, 43 artistas tocaron en vivo en tres teatros icónicos de Medellín logrando que la música triunfara.En esta edición, el festival sobrepasó lo musical y se planteó como un nuevo punto de partida desde lo visual para los artistas. El equipo de producción buscó hacer un tributo a la estética de la música y cómo esta se ha narrado en imágenes: el Teatro Matacandelas con un estilo visual de los programas de los 90, a lo MTV; el Teatro Ateneo Porfirio Barba Jacob con un carácter unplugged y un lenguaje visual más tranquilo y el Teatro Pablo Tobón Uribe con una apuesta visual cinematográfica, con el protagonismo centrado en la figura del artista.La programación incluyó, además de las bandas elegidas por convocatoria, artistas nacionales invitados como Flor del Fango, Systema Solar, Los Rolling Ruanas, Nanpa Básico, y el cierre, a cargo de Aterciopelados.*Deslicen a la derecha o la izquierda para ver todas las imágenes. Géneros como el punk tuvieron momentos de euforia y resistencia con Los Malkavian, y emotividad con bandas como Gaias Pendulum, Sörceress y Highway. El metal de la ciudad de Medellín fue homenajeado con el Tributo a Nuestro Metal, una puesta en escena con participación de la Orquesta Filarmónica de Medellín que interpretó clásicos del género con invitados de bandas de Tenebrarum, No Raza, Masacre, Reencarnación, Carbure, Kraken, Witchtrap, Ekhymosis y Atanathor.En esta edición se habló mucho del papel de las mujeres en la industria de la música. Fértil Miseria, Highway, Flor del Fango, La Tifa, Lucille Dupin y Andrea Echeverri de Aterciopelados participaron de esta edición como referentes del papel de cualquier mujer que quiera vivir del arte. “El feminismo es un lugar al que tenemos que ir hombres y mujeres, porque no es que nosotras vamos a ser un fuerte antihombres, no. Todos necesitamos hombres florecidos y mujeres berracas. Necesitamos que cada persona encuentre una razón y una manera de impactar su alrededor y buscar un lugar amable para vivir, menos injusto, menos violento”, agregó EcheverriNuestro Tiempo, Golpe de Estado, Desastre Capital, Odio, Cráneo y Goc fueron algunas de las propuestas que se destacaron en el Festival y que hicieron parte de la Convocatoria de Estímulos para el Arte y la Cultura 2020.Altavoz Fest Colombia, con 17 años, celebró una edición que permitió conocer nuevas propuestas y compartir con muchas almas desde lo digital. Ojalá en el futuro regresen los pogos y la histeria colectiva que genera la música en vivo.Recomendado | Festival Altavoz según Mabiland#LaMúsicaNosUne
Tulio Gómez, vocalista y miembro fundador de la banda Desastre Capital, surgida en 1997, nos cuenta cómo fue su época de fulgor y explica por qué perdieron protagonismo en el presente.Por William MartínezEn 2002 llegó a las tiendas un compilado definitivo para la difusión del punk colombiano. Reúne 15 bandas y 30 temas con lo mejor de las escenas de Bogotá y Medellín. Se llama La jornada del caos I. Así fue como muchos punkis conocieron a Desastre Capital, un cuarteto paisa de hardcore punk que, cuatro años más tarde, ganó un reconocimiento absoluto con el lanzamiento de su primer larga duración, de título homónimo. Aún recuerdo nítidamente su portada: una fotografía de una marcha estudiantil teñida de color fuego. Y también recuerdo el impacto de su sonido, caracterizado por baterías veloces y coros vigorosos y pegajosos.“En 2006, estábamos muy pelados. No teníamos familias que sostener y nos concentramos de lleno en la banda”, me dice Tulio Gómez, vocalista y miembro fundador. A partir del primer larga duración, Desastre Capital comenzó a tocar seguido y viajó por primera vez a Bogotá, donde el punk paisa siempre ha sido recibido con gran entusiasmo. ¿Cómo surgió ese álbum? Así lo rememora Gómez: “Como estábamos muy empeliculados con la movida, ensayábamos sagradamente cada ocho días. Nos fuimos a la finca de los abuelos del baterista y allá adecuamos una habitación para ajustar los temas y ensayar. Nunca tuvimos el tiempo medido. No había presión”.Todos los integrantes tenían gustos distintos. A Andrés, el baterista, le encantaba el punk rock estilo Misfits; a Miguel, el bajista, el grunge, y su banda favorita era Pearl Jam; a Nicolás, el guitarrista por entonces, el punk español; y para Tulio, el vocalista, los Ramones eran el gran referente. “A pesar de las evidentes influencias, nunca quisimos seguir la línea de una banda ni de un estilo. Armamos una propuesta punk rock y hardcore punk uniendo los gustos de todos”, cuenta. Tras años de espera, y luego de pedir un préstamo a un banco, por fin salió el álbum a las calles.¿Qué pasó con Desastre Capital luego de la popularidad que desató su primer larga duración? Participó en el compilado Punk para un amigo (2010), que reúne a 28 bandas colombianas. Grabó un demo en 2011, otro en 2014, llamado Tiempos difíciles, y en 2020 lanzó uno más, Víctima del sistema. Tocó en el Festival Altavoz, en el Manizales Grita Rock y en 2017 acompañó a Nadie en su regreso a las tarimas. Sin embargo, como reconoce Tulio Gómez, la banda se enfrió. “Ahora somos referentes, pero no protagonistas”. ¿Por qué?“Hermano, yo no sé qué nos pasó. Creo que nos descuidamos por el trabajo y la familia. No volvimos a hacer lanzamientos con todas las de la ley. Solo durante la pandemia montamos nuestra música a las plataformas digitales. A veces me digo: Ag, qué guevonada. Hubiéramos podido hacer mucho más para que Desastre no perdiera protagonismo”.Desastre Capital es ahora para sus integrantes una válvula de escape a la rutina laboral, una forma de inyectar adrenalina al cuerpo en días de estrés y desasosiego. Atrás quedaron los sueños de girar por Europa. Hoy les basta con tocar donde los llamen.
Esta banda paisa es la representante del ska core en el Festival Altavoz 2020. Conversamos con Boris Vásquez, su bajista, quien reseñó los tropiezos y los logros conseguidos en once años de trayectoria. Por William Martínez¿Qué detonó el surgimiento de Comandante Cobra?Todos los miembros de la banda nos conocimos en conciertos locales. La escena neo punk en Medellín se construyó por medio del voz a voz. Como venían a tocar muy pocas bandas internacionales, el parche de nosotros era ver bandas como I.R.A., Grito, Código Rojo, Nueve Once, entre otras. Somos el hijo bastardo de esa escena, porque no tocamos el género que ellos tocan, pero hacemos parte de ella.Yo hago parte de la segunda oleada de la banda, pero la historia que me contaron sobre la conformación del grupo es la siguiente. El vocalista Juan Pablo Lalinde y el baterista Esteban Rodríguez son primos y compartían un círculo de amigos, entre ellos integrantes de otras bandas. Nuestro baterista era muy amigo de nuestro anterior trompetista y querían hacer una banda diferente. Ellos querían tocar hardcore con melodía, pero que esa melodía no estuviera marcada por la voz ni por las guitarras. Así se los ocurrió la idea de integrar instrumentos de viento y nació Comandante Cobra.¿Por qué en una década de trayectoria solo han grabado un larga duración?La verdad es que, al principio, Comandante Cobra era un parche de amigos. Por eso, cuando algún integrante se ha tenido que ir por un viaje o por trabajo, lo hemos esperado para continuar. Antes de entrar a la banda yo fui a muchos conciertos donde ellos tocaban sin haber grabado, y así duraron varios años. Cuando yo entré, grabamos el primer EP (Que empiece la acción, 2012), que contó con la producción de Rogelio, vocalista de Tom Sawyer y guitarrista de Mojiganga. Gracias a ese EP tocamos muchísimo. Nos invitaron de varias ciudades y ganamos las eliminatorias del Festival Altavoz compitiendo con nuestros ídolos. Esa es una de las razones principales para demorarnos en grabar el primer larga duración. Somos parte del fenómeno clásico por el cual conocimos muchas bandas: a través del voz a voz. Yo conocí a Código Rojo, por ejemplo, porque me invitaron a un concierto de ellos, y tampoco habían grabado.Vos sabés que para tener una banda en Colombia hay que sacrificar muchísimas vainas. No siempre te pagan cuando viajás, no siempre te pagan cuando tocás. A pesar de tener miembros con cierto reconocimiento por diferentes proyectos, seguíamos siendo una banda emergente. Entonces nos dedicamos a tocar en la escena que nosotros ya conocíamos. No había dinero para sostener una grabación. También hemos tenido varios cambios de integrantes, lo que ha demorado el proceso. Hasta que no conseguimos la alineación ideal no nos lanzamos a grabar los temas que desde hace rato habíamos compuesto.¿Cómo era la escena punk rock paisa a principios del 2000 y cómo es ahora?Cuando yo empecé a ir a conciertos los aforos mínimos eran de 3.500 personas. Bandas que nunca habían grabado llenaban parqueaderos de discotecas. La verdad no sé qué se hizo tanta gente. Para muchos, esto era simplemente una fase. Recuerdo que la escena era muy unida. Había muy pocos espacios para tocar y debíamos unirnos para construirlos. Yo iba a un concierto y tocaban I.R.A., Grito, Código Rojo y Mojiganga: todas de géneros distintos y no importaba. El parche era más contracultural. Eso se ha perdido porque ahora solo hay parches de punk o de hardcore. Se produjo una división. Muchos definieron su gusto y optaron solo por un género. Más o menos en 2004, los líderes de la escena tuvieron que buscar un trabajo porque la música no les daba para vivir y paralelamente hubo un cambio cultural: lo urbano se popularizó más que el rock. En 2010, sin embargo, hubo una explosión de nuevas bandas que revivió la escena: Antised, Bankrrota, En Contra de Todo, entre otras.Comandante Cobra nació para cumplir sueños a través de la música. ¿Qué sueños han cumplido?Logramos tocar en la tarima internacional del Festival Altavoz siendo una banda emergente. Ese fue uno de los primeros sueños cumplidos. También conocimos y trabajamos con las personas que fueron nuestros ídolos. En nuestro primer EP, participó Rogelio de Tom Sawyer, y en nuestro larga duración colaboraron Manzano (Grito), Mónica y Viola (I.R.A.), Regino (Johnie All Stars), entre otros. También se han cumplido sueños individuales. En mi caso, viajar para tocar y las puertas que se han abierto. El año pasado, por ejemplo, fui el bajista de Nadie en su gira. En el caso del baterista, también toca con Johnie All Stars y con Tom Sawyer cuando vuelve a aparecer. Nuestra próxima meta es tocar en el extranjero.Para muchos músicos emergentes, es frustrante sacar de su propio bolsillo para pagar ensayos, comprar equipos y grabar sin que eso se vea reflejado en un avance en la carrera de la banda. ¿Qué opinan sobre este estado de cosas?Esa discusión ha salido a flote en momentos de rabia. Sin embargo, creo que lo que nos permite seguir es que la mayoría de los integrantes trabajamos en el campo musical. El guitarrista y el baterista tienen su estudio y su ensayadero, los vientistas trabajan como músicos de sesión, yo toco en otras bandas y así. Pero lo más importante es nosotros no hacemos música con el afán de que pase algo. Si hay plata, nos encanta. Si no hay plata, no nos importa. Hacemos esto por nosotros. Nos encanta tocar.Comandante Cobra ha tocado en Bogotá y en Armenia, pero sobre todo en lugares de Antioquia: Medellín, Rionegro, Envigado, Guatapé. ¿Por qué ha sido difícil trascender fronteras?Sobre todo por falta de plata y por el trabajo. Es complicado pedir permisos cada tanto. Pero también pasa que no nos llaman de ningún otro lado. Cuando hemos viajado, ha sido porque bandas hermanas nos ayudan a gestionar los toques.¿Podemos hablar hoy de una escena ska punk en Medellín?En Medellín, el ska mueve mucho, pero no tanto cuando se mezcla con otros géneros. La mayoría de bandas suelen hacer un ska más tradicional, de primera o segunda ola. Nosotros no hacemos parte de esa escena, sino de la escena punk rock. Creo que tenemos que volver a la idea de que no importa el género, importa la banda. Debemos dejar de ser tan puritanos con los géneros. Lo que nos debe unir es el mensaje.
Altavoz Fest se ha convertido en una cita imprescindible de la música nacional. Desde Medellín, llegará este encuentro musical del 11, al 13 de diciembre. Los escenarios serán tres espacios emblemáticos de la capital paisa, los teatros, Pablo Tobón Uribe, Ateneo Porfirio Barba Jacob y Matacandelas.Altavoz Fest Colombia busca impulsar el talento nacional bajo el lema #TodosSomosUno con invitados como Aterciopelados, Nanpa Básico, Systema Solar, Fértil Miseria y Rolling Ruanas, son más de 40 bandas que completan el cartel de este año. Esta edición combinará transmisiones desde los tres escenarios, con presentaciones de artistas de rock, metal, punk, sonidos afro y música clásica. Una diversidad que caracteriza el Festival, y que define el espíritu de este encuentro, que tiene el propósito de generar narrativas de esperanza a través de los ritmos y el ingenio nacional.Gracias a la Convocatoria de Estímulos para el Arte y la Cultura, 27 bandas de Medellín y el Valle de Aburrá fueron seleccionadas para hacer parte de Altavoz Colombia. Se otorgaron $249.999.988 millones a las propuestas y al proceso de escogencia como parte de las acciones de la Secretaría de Cultura Ciudadana por promover e incentivar la creación artística y cultural. Junto a ellos, el arte local tendrá presencia con artistas como Fértil Miseria (punk), La Tifa (reggae), entre otros.El metal ha sido base del desarrollo creativo, musical y social de la ciudad. Por ello, como novedad, Altavoz Fest y la Orquesta Filarmónica de Medellín rendirán un “Tributo a Nuestro Metal”, uno de los pilares del certamen y del desarrollo cultural. El homenaje será un repaso de aquellas piezas significativas, interpretadas por la Filarmónica y bandas de metal como Masacre, Tenebrarum, Kraken, Ekhymosis, entre otras.También, como parte de la programación, se llevará a cabo un foro que destaca la importancia de la mujer en la construcción de la industria cultural, de la música y su papel en los festivales de este tipo. Será un espacio de reflexión sobre las conquistas de las mujeres en el sector, su participación como agentes de paz, de desarrollo en el marco cultural y sobre los retos que tienen.
Recientemente fueron anunciadas las 70 bandas seleccionadas para hacer parte de Ciudad Altavoz, gracias a la Convocatoria de Estímulos para el Arte y la Cultura de Medellín. La selección estuvo a cargo de 21 jurados, una terna por categoría. Estos proyectos musicales se presentarán en los Conciertos Ciudad Altavoz y finalmente 28 agrupaciones estarán presentes en el cartel oficial de Altavoz Fest. Los evaluadores, seleccionados por convocatoria pública, calificaron 226 propuestas musicales que cumplieron con todos los requisitos técnicos y administrativos de la Convocatoria de Estímulos para el Arte y la Cultura 2020 para participar en el Programa Altavoz. La valoración de las agrupaciones se hizo a través del material enviado por los artistas participantes, es decir, tres canciones y el brochure o EPK. “Estamos muy contentos con el trabajo que realizaron los jurados. Recordemos que son 21, todos externos a la Secretaría de Cultura Ciudadana y con conocimientos como músicos, periodistas o productores musicales, todos conociendo muy bien cada género que evalúan, lo que es una garantía con estas 70 bandas que tenemos”, expresó el coordinador del Festival Altavoz, Felipe Grajales, quien recalcó que esta es una plataforma idónea para la internacionalización de los músicos y permite que reciban un apoyo económico de la Alcaldía en tiempos de pandemia. Las 70 bandas seleccionadas para Ciudad Altavoz 2020, agrupadas por género musical, son: Ska y reggae: Asuntos Pendientes, Gua-Ska, Comandante Cobra, La Suite, Sr. Moskato, Servicio Públiko, Pacífico Sur, Ciénaga, Buku Bembé y La Cordillera. Metal y sus ramificaciones: The Mythology, Cráneo Death Metal, Goc, Ravendark, Vorti-C, Instru-Mental, Atria, Athemesis, Gaias Pendulum y Sörceress. Punk y sus ramificaciones: Antised, O.D.I.O., Rosita y Los Nefastos, Detective Wadd, Desastre Capital, Los Malkavian, 19-89, Perros de Reserva, Wackyrace y Nueve Once. Core: En Contra de Todo, El Verdadero Guerrero, Pariah, Goliat, Nuestro Tiempo, Entre Niebla y Miedo, Neural, Golpe de Estado, No Redención y El Incendio más Largo del Mundo. Rap: amezz, Soul In Pill, School Mc, Malicia (Tairona), Backing Rap, KCK (Katherine Con K), Wil Vélez Elc, Sr Mulato, Mr. More y Almost Blue. Rock: La Lovo (Aullidos que Retumban en tus Oídos), Anatómico, Ferales, Metropolitan, Law Perdigand, Los Vidriosos, Phil Rocker, El Nuevo Coyote, Jaggman y Volqueta Espacial. Electrónica y alternativa: Sons of Hidden Live, Arvak, Ocupante, Radiosónica, Dr. M, Sonatina Para Ordenadores, Chelo la Cabra, Bajo el Árbol, La Badband y Chalupa Travel. Recomendado | 15 años del Festival Altavoz según Mabiland | Shock #LaMúsicaNosUne
Este año Medellín volverá a alzar la voz con orgullo, estridencia y virtuosismo. Como viene pasando sin falta desde 2004, se celebrará en la capital paisa una nueva edición del Festival Altavoz. El Parque Cincuentenario recibirá, durante el 9, 10 y 11 de noviembre a 58 bandas locales e internacionales de punk, reggae, ska, rap y electrónica en dos tarimas simultaneas cada día. Será la edición número 16 de un evento que viene creciendo orgánicamente de la mano de una ciudad que ha sabido construir un ecosistema prospero en público y propuestas para la música alternativa. Este año convocaron a una agrupación legendaria del reggae, a uno de los nombres con más historia en el rap en español, a los padrinos del thrash metal y a una serie de proyectos nacionales alternativos. La curaduria se ha mantenido ligada a los géneros bien definidos. Estos son nuestros recomendados y la programación completa. Acá les presentamos la programación completa y nuestros recomendados imperdibles. La historia no contada del Festival Altavoz Los internacionales Suicidal Tendencies Desde los ochenta Suicidal Tendencies viene forjando una buena cantidad de fieles adeptos a los sonidos extremos. Después de combinar una fuerte dosis de letras filosas, la agresividad del thrash, la potencia y energía del hardcore-punk, y aliarse con el mundo skater se convirtieron en los abanderados del crossover thrash. Hace unos años vinieron a Rock al Parque y hablamos con su vocalista, Mike Muir: acá pueden leer la entrevista. Inner Circle Inner Circle es uno de los iconos de la trascendencia del reggae en el mundo. Sus canciones hacen parte del repertorio de la cultura pop. Sweat (A La La La Long), Bad Boys o Da Bomb son temas que han marcado generaciones, pero su repertorio es amplio y longevo. Al día de hoy Inner Circle es como una marca por la que han pasado muchos de los más virtuosos músicos de Jamaica. Nach Es uno de los más grandes liricistas del rap en español. Nach es de esos nombres que han hecho de las letras un ejercicio más complejo y profundo. Su carrera empezó a finales de los noventa y hoy es reconocido no solo como rapero, sino como poeta, sociólogo y actor. El año pasado estrenó un nuevo álbum y lo viene a presentar. Se titula Almanauta. Mike Huckaby Detroit y electrónica son dos palabras que, de entrada, ya resuenan por su prominente historia. Huckaby es uno de los productores que mantienen vigente el buen nombre del estado norteño no solo por estar detrás de la legendaria tienda Record Time, sino porque es un tremendo productor de deep house. Elis Paprika Detrás de la voz tenue de la mexicana Elis Paprika hay rabia, decepción y esperanza. Con más de 15 años de carrera es hoy por hoy una de las voces femeninas con más trayectoria dentro del rock en español. Trampa Una de las escenas más prosperas de la inmensa Brasil es la del rock. Trampa, provenientes de Brasilia, son una propuesta enérgica que combina el grunge, el post-grunge, el punk y el Stoner Rock. Club Calaca Este dúo mexicano, conformado por Erwin Cartes y Manuel Basualto, es nostalgia pura por las formas del rock melódico. Pero por sus poros brota mucho mexicanismo. Calaveras, acordeones y nostalgia rodean esta propuesta con aire indie latinoamericano. Los locales Pink Floyd Sinfónico El 10 de noviembre a las 5:20 de la tarde en el Escenario Fest, la Orquesta Filarmónica de Medellín y la banda Tributo Ensamble homenajearán a una de las bandas más grandes de la historia del rock. Imperdible. Bajo Tierra Una de las bandas icónicas del rock noventero paisa. El año pasado regresaron a los escenarios después de un receso de una década, pero vienen a reafirmar la historia en su casa. Control Hardcore Otra de las bandas vieja guardia que habían guardado su proyecto durante un tiempo. En 2018 materializaron lo que tenían guardado desde hace años, con un disco dedicado a las vidas silenciadas. Una contundente visión de la humanidad. (Lea acá: Control Hardcore, un homenaje a las Vidas silenciadas) El Sagrado Una de las bandas insignes del hardcore colombiano. Muchos años de resistencia, persistencia y pasión reunidos en un acto que siempre asegura mosh gigantes. (Vea aquí: De la Bogotá inhumana a la Bogotá hardcorera) Providencia Providencia ha batallado con artillería pesada en el luchado panorama del reggae colombiano. Llevan más de 15 años esparciendo su mensaje con beligerancia y experimentación. En este Altavoz serán una de las propuestas paisas de más recorrido. Felisa Una combinación de indie pop, hip hop, R&B, dub y ritmos afrolatinos hacen de Felisa una de las propuestas más frescas de la capital paisa. Este año debutó con su primer disco, Real. Manicomio Punk Después de la muerte de su vocalista en 2017, Manicomio Punk se rearmó para continuar con el caos. Sus integrantes son ex miembros de otras agrupaciones de punk paisa y en tarima forman una contundente y sucia representación de la realidad. Furruska Formada en el 2005, esta banda de ska manizalita pisará la tarima del Altavoz por cuarta vez. Ahora le están dando forma a su nuevo álbum, titulado Sonido del sur. Vean aquí la programación completa del Festival Altavoz 2019
Altavoz, el festival musical público y gratuito que tiene Medellín, no tiene mucho que envidiarle a sus vecinos privados latinoamericanos: Vive Latino, Lollapalooza o Rock in Rio. Tampoco a su vecino gratuito más cercano, el Rock al Parque bogotano. En Medellín, Altavoz se ha consolidado como un evento de alta factura para una ciudad con una peculiar y complicada relación con la música. Hace unos meses fuimos a celebrar el cumpleaños número 15 del festival, sion duda alguna uno de los más grandes y relevantes para el circuito alternativo en Colombia. Nacido y criado a punta de pogos con puños y patadas en la capital de la montaña, Medellín, el evento ha demostrado ser la cuna de movidas musicales portentosas y una plataforma certera para la formación de público. A esta edición, que convocó a más de 80.000 personas al Estadio Cincuentenario, y que tuvo como protagonistas a bandas como Hepcat, The Adicts, Papa Roach, Él mató a un policía moorizado o Bad Manners, invitamos como guía a una de las voces jóvenes de la ciudad, Mabiland, cantante de R&B, hip hop y artífice de nuestro disco favorito del año. (Los 35 mejores discos colombianos de 2018)
Mientras muchas ciudades de Latinoamérica chicanean con festivales privados como el Vive Latino, Lollapalooza o Rock in Rio, Colombia no solo tiene uno sino dos festivales monumentales públicos y gratuitos que han disparado la música en sus ciudades. Al lado del conocido Rock al Parque bogotano, el Altavoz en Medellín se ha consolidado como un evento de lujo para una ciudad que ha tenido una peculiar y complicada relación con la música. Historia de una resistencia sonora. Por: Fabián Páez López @Davidchaka Desde su creación en 2004, Altavoz se convirtió en algo así como el lugar al que se van a graduar los que recogieron por ventanilla el cartón del colegio. Rockeros, metaleros, punkeros, raperos y músicos rebeldes afinaron sus procesos como artistas gracias a una plataforma que pedía a gritos furiosos una ciudad como Medellín. Cuenta Felipe Grajales, hoy director del festival, que él fue uno de los que hizo la carrera desde la primera edición con su banda de ska: “Yo había ido al festival en 2004. Era un pelado que tenía una banda y cuando me hablaron de Altavoz pensé que había que conocer gente para que a uno lo pusieran a tocar allá. El segundo año abrieron la convocatoria pública: en ese entonces los que nos presentábamos éramos Nepentes, Providencia o De Bruces a Mí. Bandas que hasta ahora estábamos surgiendo. No sabíamos en realidad cómo era la cosa, pero nos presentamos sin siquiera tener idea de cómo hacer un brochure. De hecho, el primer brochure de nosotros iba en una carpeta Kimberly, como si fuera una hoja de vida. Ese año entre todas las bandas nos llamábamos a ver cómo era que se hacía eso. Al final, la primera vez que me dieron transporte y un camerino con comida fue en el Altavoz”. Esa primera edición exploratoria de 2004, que solo duró un día, incluía once bandas: diez locales (entre esas Aterciopelados, Coffee Markers, I.R.A, Nepentes, G-98) y una internacional, Kinky. Para la segunda edición, cuando se abrió la convocatoria, la lista se subió a 25. Y ahora, para la celebración de los 15 años, hablamos de un evento con casi 60 bandas distribuidas en tres días para un público que se calcula, por bajito, sea de unas 80.000 personas. Papa Roach, The Adicts, Hepcat y los Ángeles del Infierno encabezan un cartel apto para enmarcar. Pero más que un ejercicio matemático con cifras que se inflan con el paso del tiempo, lo que ha hecho Altavoz tiene un sentido particular por el hecho de haber crecido en donde creció. ¿Qué significa formar una escena alternativa en una ciudad como Medellín? ¿Cómo meter en el mismo relato a un tierra que al mismo tiempo es la del punk medallo y la meca del reggaetón? ¿Dónde se encuentran las montañas del metal más agreste y del hip hop de avanzada? ¿Cómo contar la historia de uno de los lugares más conservadores y violentos de Colombia a través de su interminable y crítica producción cultural? Breve historia de la música en Medellín Para comprender lo que rodea a todos esos nombres que componen el paisaje sonoro de la capital antioqueña hay que buscar entre las sombras. Dicen que en los 80 Medellín era la capital de la industria discográfica. Casi todas las casas disqueras importantes del país tenían sus sedes en tierras paisas. Sonolux, Discos Fuentes, Codiscos, Discos FM, Discos Victoria, etc. convirtieron a la ciudad en un vigoroso centro de distribución y producción musical. Y poco a poco, esos recintos sagrados para la música popular se fueron abriendo a un nuevo fenómeno: el rock en español. Si bien en Bogotá la “beatlemanía” había formado desde hacía no muchos años a los primeros hijos del rock, fue también a finales de los 80 en Medellín donde el país empezó a cogerle cariño a nombres como los Toreros Muertos, Alcohol Etílico, Soda Stereo, Enanitos Verdes o Caifanes. Pero esa movida musical rockera traducida al español que se estaba cocinando tenía como telón de fondo la oscura complejidad de la violencia y la política colombiana. Eduardo Pizano, exministro de desarrollo, describía a la Colombia de finales de los 80 como un país cerrado: “Alfonso López Michelsen llegó a señalarla como el Tíbet suramericano, por su aislamiento con el mundo. Los colombianos solo consumíamos lo que producíamos localmente”. Después de esa etapa, vino la desmovilización del M19 y la apertura económica que impulsó la presidencia de Cesar Gaviria con la Constitución del 91, tan amable con la Colombia multicultural y pluriétnica, debajo el brazo. En ese mismo 1991, Medellín fue la ciudad más violenta del mundo. Para los músicos colombianos la apertura económica significó nuevos equipos, instrumentos más baratos y conocer sintetizadores de gama alta, por ejemplo. Pero a la música de Medellín la rondaban otros fantasmas. Cuenta Carlos Alberto Acosta en las páginas del periódico paisa Universo Centro, que al bar New York New York en Envigado, uno de los primeros en poner a sonar rock en español, llegaba cada tanto la policía y el ejército a quitar la música y hacer requisas hasta que lo terminaron cerrando por completo. “Cerraban el lugar si alguno no portaba su cédula, si a alguien le encontraban marihuana o simplemente porque la música estaba muy alta. O solo porque sí. Una vez le preguntamos a un soldado por qué nos la tenían tan velada y nos dijo, ‘es por orden del patrón, el patrón no quiere sitios de vicio en su ciudad’”. El “patrón” era, desde luego, Pablo Escobar. Me cuenta Lina Botero, Secretaria de Cultura Ciudadana de Medellín, que desde la época de Pablo los jóvenes eran los más estigmatizados pero que, desde antes, por la forma en que están conformando las ciudades del país, se venía preparando un caldo de cultivo para la guerra. “En la época de la violencia, hubo una extensa migración del campo a las ciudades de Colombia. Y las ciudades no estaban preparadas para recibir toda esa cantidad de gente. Si bien el país había vivido guerras, Medellín entró en una que nunca antes había conocido ninguna ciudad del país. Hubo guerras civiles, pero esta era una guerra del narcotráfico contra el Estado. Nos tomamos muchos años en entender lo que estaba pasando. El narcotráfico y las mafias aprovecharon a los jóvenes de los barrios vulnerables y los metieron a la guerra. Por su edad, fueron como kamikazes. Fueron un arma muy potente para el narcotráfico y por eso se estigmatizaron. Los metieron y los insertaron en la guerra urbana. Los estigmatizaron y por eso la ciudad tuvo que reaccionar y buscar alternativas: alternativas que le daba el arte y la cultura y el deporte. En la época más dura, la violencia nos encerró a todos. Literalmente, Pablo nos encerró. Un día sacó un comunicado que decía: nadie puede estar en las calles, ni en aglomeraciones de más de cuatro personas, después de las 7 de la noche. La violencia encierra y lo que hace el arte es que saca a la gente otra vez”. Una relación conflictiva Años atrás, Antioquia fue también un escenario pionero en el mercado de los festivales. En 1971, un hippie amigo de varios miembros del movimiento nadaista, Gonzalo Caro, “Carolo”, visionó en un viaje en ácidos lo que sería el primer festival de rock de Colombia: el festival de Ancón. Una marea de hippies fumadores de marihuana, de pelo largo y pintas que inquietaron a la iglesia conservadora de la época (hasta el punto de que terminaron destituyendo al alcalde que permitió el evento) se movilizó al municipio de La Estrella para celebrar al que luego llamarían el Woodstock criollo. En casi 30 años, fue el único festival grande que hubo en Colombia. Ya para finales de los 90, los jóvenes en Medellín habían quedado con el estigma de haber sido la primera línea de la guerra del narcotráfico. Al mismo tiempo, les llovió una sobredosis de nuevas músicas. El rock paisa había empezado a sonar con fuerza por bandas como Estados Alterados, Ekhymosis o Bajo Tierra. No obstante, cuenta Santiago Arango, director y jurado del Altavoz entre 2008 y 2010, “las disqueras hicieron una mala lectura del rock local y creyeron que iba a pegar más de lo que esperaban; cuando en realidad, la radio comercial solo ponía del 5% de la música de la ciudad. En esa época también fue el proceso 8000, se desaceleró la economía y el negocio a las disqueras no les funcionó. Lo que hizo que, por ejemplo, Elkin de Kraken se desencantara y se mudara a Bogotá”. Medellín no soportó el movimiento musical que se había cocinado desde los 80 y se agotó. Los bares empezaron a cerrar. El miedo y la reticencia política y económica paralizó por varios años a la ciudad como plaza para la música. Pero por la montaña no solo venteaba violencia y desconfianza. Por debajo de las sombras una red de escuelas de música fundada en el 98 estaba formando artistas al tiempo que los barrios se organizaron y autogestionaron movidas artísticas. “Bandas como I.R.A., Fértil Miseria, Frankie ha Muerto o Reencarnación se mantuvieron firmes en la ciudad. Además, a finales de los 90 también cogió fuerza el rap”, cuenta Santiago. Lo que se venía cocinando antes del nuevo milenio era una robusta camada de proyectos alternativos. Luis Grisales, otro de los encargados de dirigir el festival Altavoz en años recientes, dice que “Medellín siempre ha sido una ciudad muy goda en la que se hace fuerte enfrentarse a un cambio. Lo curioso es que una ciudad tan de ‘buenas costumbres’ haya sido pionera por un festival como Ancón. Pero lo que sucedió después de la época de los narcos fue que, para las bandas, la posibilidad de contar lo cotidiano se volvió una contracultura”. El nacimiento de Altavoz A principios de milenio los conciertos internacionales en Medellín se contaban con los dedos. Mientras que en Bogotá estaban firmes los festivales distritales gratuitos Rock al Parque (1994) y Hip Hop al Parque (1996), en la capital antioqueña se hacían intentos aislados. Pero fue solo hasta 2004, durante la alcaldía de Sergio Fajardo, que pasó todo y nació Altavoz como un proyecto con muchas patas, pero en el que el festival musical era protagonista. Se reunieron varios sectores del ecosistema musical: melómanos, bandas y productores; se nutrió con proyectos previos como Rock a lo paisa o Mederock y se le sumó a eso el poderoso brazo económico del Estado, que buscaba abrir espacios de convivencia para una juventud que creció golpeada. Luis Grisales fue jurado del primer Altavoz por convocatoria y, según cuenta, por esos días para nadie era una opción vivir de la música: “Me tocó recibir brochures con los integrantes de la banda escritos a mano en una hoja. Ahora eso no pasa. Lo que hizo Altavoz fue ayudar al ejercicio de profesionalizar. En los 80 o 90 la música era un valor agregado, una actividad extra. Ahora los artistas se dedican por completo a vivir de esto, así sea como roadies, managers o profesores de música. Todo el ecosistema musical creció”. Desde sus primeros años, Altavoz cumplió con hacer un ejercicio que parecía arriesgado, pero que en últimas resultó formativo no solo para las bandas, sino para el público. Juntar a una marea de metaleros, punkeros, raperos y skateros de las vertientes más radicales en un mismo espacio cohesionó la escena alternativa. "Hubo un año que programamos a Anvil de heavy metal en el mismo día que Misfits, de punk. A mucha gente le preocupaba que los juntáramos, pero fue maravilloso. Tuvimos a Das FX, uno de los grandes del rap, con The Exploited, uno de los grandes del punk. Y fue muy tranquilo. Fue un trabajo de encontrarnos. En Altavoz nadie permite que la gente se pelee. El mismo público y los artistas se encargan de que eso no pase”, cuenta Felipe Grajales. Si bien la música no tapa todo lo que pasa en Medellín, no se puede negar que después de Altavoz la ciudad recuperó su lugar como plaza musical. El radar de eventos se amplió. Uno se encuentra festivales privados y públicos que abarcan todo el espectro sonoro. Por mencionar algunos, así por encima, están el Breakfest o La Verbena; grandes fiestas de la electrónica como el Life Park o el Freedom; festivales estatales como Festiafro o el Festival Internacional de Tango y hasta un circuito alternativo y experimental para nuevas bandas como El Suiche. Al mismo tiempo que crecieron los escenarios, Medellín se hizo también epicentro de producción de un movimiento global al que hoy le dicen género urbano, pero que detonó en el mundo en 2004, el mismo año que nació Altavoz, cuando salió un disco definitivo: Barrio fino, del puertorriqueño Daddy Yankee. La placa traía incluido el sencillo La gasolina, el inspirador de la próspera industria del reggaetón paisa, que también surgió al filo de las ciudades con una estética barriobajera, pero que se incorporó al paisaje global. Dice Luis Grisales que Altavoz “promovió que los músicos se acostumbraran a pensar en grande, a no resignarse. Y eso lo tienen claro desde los artistas que van al Altavoz hasta un reggaetonero que es diferente a todos, como J Balvin, que se prepara profesionalmente y tiene muy claro su objetivo. Que hoy haya tantos músicos de tantos géneros, viejos y nuevos, se debe a muchas cosas. Una de ellas, que en la música explotó ese espíritu de negociante que tiene la gente de Medellín”. La decimoquinta edición de Altavoz, un festival ya madurado y con una propuesta robusta, la recibe una Colombia en la que se rumora que cualquier producto o servicio tendrá un 19% de iva y en la que los jóvenes protestan preocupados por el futuro de la educación pública; una Antioquia que meses atrás, en la elección presidencial, puso el 71% de sus votos para elegir al presidente que representa el ala más conservadora de la política colombiana, el que traía entre sus filas a un tipo que quemó libros y a la autora de la célebre frase “estudien vagos”, lanzada a unos jóvenes que protestaban; y una Medellín que, además de ser la meca del reggaetón, tiene un festival al que más de 80.000 personas van durante tres días a romperse la cara en un pogo o cabecear con las rimas de un hip hoppero.
Si después de ver Succession quedaron con ganas de más conflictos corporativos-familiares, Royal Crackers, también en HBO Max, es una gran opción. Estrenada en abril pasado, este serie animada nos muestra la puja por lograr el control total de la empresa familiar. En este caso, sin embargo, lo que está en juego es mínimo: el negocio familiar es una empresa de galletas medianas y ni siquiera una particularmente destacada. Con el patriarca de la familia en estado de coma y al borde de la muerte (flotando allí, perpetuamente justo al borde), la compañía están en manos de dos hermanos que están haciendo lo mejor que pueden. Royal Crackers nos recuerda las premisas de series como Succession y Arrested Development, con familias disfuncionales y ya tiene una segunda temporada confirmada. Hablamos con Jason Ruiz y y Seth Cohen, sus creadores, sobre la génesis de la serie. Cuéntennos sobre el origen de la serie, algunos la han comparado con Succession, ¿Tiene que ver?Jason Ruiz: En el momento en el que estaba ideando la serie, yo estaba viendo Succession. Me gustaba mucho y pensé que sería chistoso hacer una serie que tuviera mucho para arriesgar en una mala compañía de galletas. Quería que los personajes sintieran que estaban tras una pieza de oro, pero que para el espectador fuera como "¿Por qué quieres esta empresa de galletas que está agonizando?", y yuxtaponerlo con algo como lo que me llamaba la atención de Succession.¿Qué opinan del buen momento que está teniendo la animación para adultos?Seth Cohen: Es increíble que la animación para adultos esté teniendo un momento en nuestro país. Creo que la gente que creció con ella está acostumbrada verla en Internet, y hoy es el mejor momento para cualquier otra generación, ves más de ella. Hay algo sobre la animación que logra tocar a la gente porque alteras mucho la realidad. Otras veces porque los reflejos de quienes son más palpables cuando los ven animados.No me sorprendería si la gente se siente profundamente conectada a estos personajes, y por más absurdo que suene, verse a sí mismos en ellos, porque se sienten muy genuinos. Así que me emociona que la animación para adultos siga creciendo y creo que nuestra serie es muy distinta a las demás series de animación para adultos, Usualmente lo familiar es para ver con tu propia familia, pero probablemente nuestra serie no deberías verla con tu familia.¿Cuál fue el mayor reto para la creación de esta serie?Jason: Fue una cuestión de pensar: “bueno, cuando tienes esta familia millonaria viviendo en esta mansión, ¿Cómo podemos ponerlos al mismo nivel de todo el mundo?" Y finalmente encontramos, yo diría que en la mitad de la primera temporada, que sus ambiciones y aspiraciones fueron lo que se metió en su camino. Querían mucho más de lo que tenían y creo que eso es algo que cualquiera puede entender y es una lucha por la que muchos atraviesan, de alguna manera u otra. Encontrar eso fue muy complicado. Saber como hacerlos “queribles” y ser los débiles en un mundo en donde se ven muy privilegiados. ¿Cómo los haces luchar de una manera en la que la audiencia quera apoyarlos?¿Hay alguna razón específica por la que sean galletas?Jason: En realidad no, el nombre tenía algo que me sonaba. Estaba pensando en algo que fuera super aburrido, eso. Pensé: "¿Qué es lo de más bajo riesgo que una familia puede tener"? Creo que las galletas estarían en el primer lugar de las cosas más tontas que puedes hacer. Para estos personajes es muy significativo, pero también muy estúpido.
La actriz cucuteña Endry Cardeño soñó desde pequeña con ser famosa, interpretar mujeres como las que veía en las telenovelas mexicanas, en ser admirada en la calle y en meterse en la piel de personajes diferentes a ella. Luego de tener un reconocimiento amplio como activista de la comunidad LGBTIQ+, fue llamada a hacer casting para un personaje estelar de una telenovela colombiana. En ese momento vivía en Italia y envió por video su prueba actoral. Sin tener experiencia en televisión, Endry se ganó el casting y regresó a Colombia para interpretar a la Tía Laisa en la comedia Los Reyes, una de las telenovelas más vistas de los 2000. Aunque muchos tienen en su mente a Endry como Laisa Reyes, su carrera actoral ha navegado entre el cine y televisión con diferentes personajes que van desde la comedia hasta el drama. Estos son los personajes que han marcado su carrera actoral. Laisa Reyes en Los ReyesEl debut de Endry Cardeño en la televisión fue por todo lo alto. El personaje de Laisa es el de una mujer transgénero de clase popular que empieza a tener una especie de romance con el villano de la historia. La cucuteña se convirtió en la primera actriz trans en tener un personaje relevante en un proyecto en horario estelar. Su actuación ayudó a visibilizar el talento de las transexuales, transgénero y travestis. Amparo en Muertos de SustoEn la película producida por Dago Garcia y dirigida por Harold Trompetero, Endry interpreta a una mujer glamourosa que está involucrada en un crimen. La película de comedia vendió más de un millón de tiquetes en cines de Colombia.Cheila en Cheila, una casa pa' maitaLa actriz cucuteña protagonizó la película venezolana y obtuvo reconocimientos a Mejor Actriz en diferentes festivales de cine. En esta película se narra la historia de una mujer transgénero que regresa a su pueblo en Venezuela con el sueño de cambiar de sexo, pero se da cuenta que su familia en situación de pobreza tiene grandes conflictos por resolver.Tania en La PromesaLa serie que narra el flagelo de la trata de blancas contó con Endry Cardeño en el personaje de una mujer alojada en Panamá que 'enseña' a que las secuestradas, que serán explotadas sexualmente, aprendan a ser amables con los clientes. Vladimir Mendoza 'Cicatriz' / Irina Mendoza en FugitivosEn la serie de drama y suspenso, Endry interpretó a 'Cicatriz' un asesino que es pieza clave en el desarrollo de la historia. Por este personaje, que pasa de ser Vladimir a Irina, Endry recibió el Premio Tv & Novelas a Mejor Villana de Televisión.Dentro de la comunidad LGBTIQ+, Endry Cardeño es destacada por haber puesto sobre la mesa de tantos hogares colombianos la importancia de respetar y creer en las actrices trans. La cucuteña ha hecho telenovelas, series, películas, obras de teatro y stand up comedy.¡La diversidad nos une!
De enero a mayo de 2023 hubo cientos de conciertos y festivales en Colombia que le hicieron justicia a nuestro infinito amor por la música en vivo. Por suerte, de junio a diciembre de 2023 hay confirmada una robusta agenda de eventos pagos y gratuitos para ver a nuestros artistas favoritos en tarima y conocer nueva música.¿Cuál es su favorito? ¿Qué nuevo anuncio esperan para el resto del año?‘2000 Tour’ De Manuel Turizo2 De Junio: La Macarena De Medellín | Desde 150.0003 De Junio: Coliseo Live De Bogotá | Desde 176.000Festival Salsa Al Parque3 Y 4 de JunioCon Wilfrido Vargas, Gran Combo De Puerto Rico, Fruko y másGratis En Parque Simón Bolívar De BogotáSin Bandera: XX Años7 De Junio: City Hall Rodeo De Medellín | Palcos Disponibles8 De Junio: Movistar Arena De Bogotá | Desde 250.000 Sin ServicioFestival DisonarteCon Vicente García, Lee Eye, La Reforma. Matilda Nox Y Más10 Y 11 de JunioPanóptico De IbaguéManilla Por Día 10.000$ Y 15.000$'Cosas De Los Vivientes' De El Kanka22 De Junio En Teatro Universidad De Medellín23 De Junio Teatro Jorge IsaacsDe Cali 24 De Junio En Royal Center De BogotáSaoco Tour De LosPetitfellas2 de Junio En Paradise, Pereira16 de Junio En Cenfer, Bucaramanga24 de Junio En Jfw 15.37, Pasto30 de Junio En Loop Club, Tunja1 de Julio En Sky Center, Medellín7 de Julio En Moys Bar, Barranquilla8 de Julio En Viajero, Santa MartaShock Presenta Pavlo30 De JunioTeatro Mayor Julio Mario Santo DomingoDesde 30.000$Sunset FestivalPlaya Kona Vía Santa Marta/CiénagaCon Capital Cities, Duke Dumont, Rawayana Y MásAgotadoAlcolirykoz SinfónicoMovistar Arena De Bogotá15 de JulioAgotadoHip Hop Al Parque 202322 Y 23 de JulioSimón Bolívar De BogotáEntrada LibrePaulina RubioMovistar Arena28 de JulioDesde 160.000 Sin ServicioChristian NodalColiseo Live28 De JulioDesde 176.000$ Sin ServicioPa’ MedalloCon Farruko, Ivy Queen, Luis Alfonso y másEstadio Atanasio Girardot de Medellín29 de Julio5 Seconds Of SummerMovistar Arena De Bogotá30 De JulioDesde 209.000$ Sin ServicioConcierto De ConciertosEstadio El Campín De BogotáCon Miguel Mateos, La Unión, Ekhymosis, La Mosca, Poligamia y más28 De JulioDesde 145.000$Tour Viva La SalsaCon Rubén Blades, Grupo Niche, Oscar D' León Y MásJulio 28: Polideportivo Sur De EnvigadoJulio 29 Estadio El Campín De BogotáAgosto 4: Estadio Pascual Guerrero De Cali Agosto 5: Estadio Romelio Martínez De BarranquillaDe Todas Las Flores: Natalia LafourcadeMovistar Arena De Bogotá24 de AgostoDesde 179.000$ Sin ServicioPacifican Power & La FilarmónicaTeatro Mayor Julio Mario Santo Domingo de Bogotá6 De AgostoPróximamente Boletería‘Florecer’ De Juliana VelásquezRoyal Center De Bogotá12 De AgostoDesde 91.000$Salsa All StarsCon Andy Montañez, Wilson Manyoma, Charlie Aponte Y MásMovistar Arena De Bogotá26 De AgostoDesde 80.500$ Sin ServicioManowar: Crushing The Enemies Of MetalMovistar Arena de BogotáSeptiembre 20Desde 159.000 Sin ServicioEl Chojin: Disfruten Del ChoBoro Room BogotáSeptiembre 17Desde 85.000$ Sin ServicioFestival Petronio ÁlvarezSantiago De Cali16 al 21 de AgostoEntrada LibreLos Muchachos de Piso 2122 De Septiembre En El Movistar Arena De Bogotá23 De Septiembre En La Macarena De MedellínDiferentes Precios $The Sauce: Eladio CarriónMovistar Arena de Bogotá30 de SeptiembreDesde 116.000$ Sin ServicioAfter Hours Til Dawn De The WeekndEstadio El Campín De Bogotá4 de OctubreDisponible Cancha Platino 606.000$Nicolás Y Los FumadoresTeatro Mayor Julio Mario Santo Domingo De Bogotá6 Y 7 De Octubre30.000$Mora: Estela Tour19 de Octubre En Movistar Arena De Bogotá20 de Octubre En Rompe Desde Parque Norte MedellínRush Tour De ManeskinMovistar Arena De Bogotá24 de OctubreDesde 229.000$ sin servicioSwedish House MafiaColiseo Live de Bogotá27 de OctubreDesde 179.000$ sin servicioRitvalesParque Norte De Medellín4 al 5 de NoviembrePrecios por anunciarSoy Rebelde De RBDEstadio Atanasio Girardot De Medellín3, 4, 5 Y 6 de NoviembreAgotadoFestival Rock Al ParqueParque Simón Bolívar de Bogotá11, 12 Y 13 de noviembreEntrada LibreBlurMovistar Arena de Bogotá21 de NoviembreDesde 209.000 Sin ServicioGojira Y MastodonMovistar Arena de Bogotá23 de NoviembreDesde 140.000$ Sin ServicioAlpha De AitanaMovistar Arena de Bogotá26 de NoviembreDesde 150.000$Festival Primavera SoundParque Simón Bolivar De Bogotá9 Y 10 de DiciembrePrecios y Cartel Por Anunciar‘This Is Not A Drill’ De Roger WatersColiseo Live de Bogotá5 de DiciembreDesde 250.000$ sin servicioCarlos Vives Y La ProvinciaEstadio El Campin de Bogotá15 de DiciembreDesde 175.000$ Sin Servicio¡La música en vivo nos une!
El director estadounidense, ganador de un Óscar por la película The Departed en 2007, volvió al Festival de Cannes luego de 37 años de ausencia. La última vez que Martin Scorsese hizo parte de la selección oficial del festival cinematográfico más importante del mundo fue en 1986 con After Hours, una película de comedia negra protagonizada por Griffin Dunne y Rosanna Arquette.En 1976 ganó la Palma de Oro por Taxi Driver y en 2023 volvió a la alfombra roja de Cannes también junto a Robert De Niro y ahora, además, con Leonardo DiCaprio. Scorsese regresó a sus 80 años con Killers of The Flower Moon, una película que está inspirada en el libro de investigación homónimo del periodista David Grann acerca del genocidio de la comunidad indígena Osage en el estado de Oklahoma. Lean acá: Killers of the Flower Moon: la historia real que inspiró la próxima película de Martin ScorseseCon 27 largometrajes, 19 documentales y 8 cortometrajes en su carta de presentación, Martin Scorsese es uno de los directores con la filmografía más grande en la historia del cine. Es versátil, nunca sabemos que esperar de sus entregas, no repite la misma fórmula pero cada película tiene su sello, con el que uno dice: "¡ahhh, Scrosese!". Cada decisión creativa parece curada con el mayor de los cuidados y la música no es la excepción.Su amor por los Rolling Stones lo llevó a gastarse un porcentaje considerable del presupuesto de Mean Streets (1973). El total para la película eran tan sólo 750.000 dólares pero Martin Scorsese sabía que era necesario, consiguió los derechos de 'Jumpin' Jack Flash' y 'Tell me', sin embargo, no le alcanzó para 'The Last Time', afirma en una entrevista con The Guardian. Claro que más adelante pudo comprar los derechos de otras canciones para películas como Goodfellas (1990), Casino (1995) y The Departed (2006), pero de eso hablaremos en un rato.Las guías tradicionales para quienes no conocen sus películas, o para quienes quieren hacer un maratón del director, suelen estar organizadas en orden cronológico o por la recepción de la crítica. Acá vamos a desglosar cinco de los soundtracks más icónicos de Scorsese para que le pongan más cuidado al detalle de la música que acompaña a algunos clásicos del cine.Guía musical para ver las películas de Martin Scorsese1) Raging Bull (1980)Es una película biográfica basada en el libro y la vida del boxeador italoamericano Jake LaMotta, protagonizado por uno de sus favoritos de siempre: Robert De Niro, quien ganó más de 27 kilos para el personaje. Scorsese no escatimó en estrellas de jazz de la época. Ella Fitzgerald, Tony Bennet, Benny Goodman, Frank Sinatra y hasta Marilyn Monroe hace una aparición en el soundtrack de la película con la que De Niro ganó un Oscar y un Globo de Oro a 'Mejor Actor'.Canciones:Come Fly With Me- Frank SinatraJersey Bounce- Benny Goodman feat. Peggy leeCow Cow Boogie- Ella FitzgeraldAll or Nothing At All- Frank Sinatra, Harry JamesBlue Velvet- Tony BennettStone Cold Dead in the Market- Louis Jordan, Ella FitzgeraldBye Bye Baby- Marilyn Monroe.2) The Departed (2006)El crimen y suspenso protagonizada por algunos grandes de Hollywood. Leonardo DiCaprio, Matt Damon, Jack Nicholson y Mark Wahlberg se juntaron en un drama entre la policía y la mafia irlandesa, una nueva versión de Infernal Affairs, film hongkónes de 2002.La película fue aclamada por la crítica y fue un éxito comercial. Ganó cuatro Premios Oscar en la gala de 2006 a la 'Mejor Película, 'Mejor Director, 'Mejor Guión Adaptado' y 'Mejor Montaje'. La banda sonora de la única estatuilla de Scorsese está encabezada por un clásico de la banda de rock británica Pink Floyd interpretada por Roger Waters, Van Morrison & The Band, por otro lado tenemos a The Beach Boys y, por supuesto, los Rolling Stones.Canciones:Comfortably Numb- Roger Waters, Van Morrison, The BandSail On, Sailor- The Beach BoysLet it Loose- Rolling Stones3) Goodfellas (1990)Esta película es, quizá, por la que muchos conocimos el trabajo de Scorsese. Está basada en el libro de hechos reales de Nicholas Pileggi, quien coescribió el guión con él, y sigue por tres décadas la vida de tres delincuentes. Está protagonizada por Ray Liotta, Robert De Niro, Lorraine Bracco, Paul Sorvino y, otro de sus favoritos, Joe Pesci quien ganó el Oscar a 'Mejor Actor de Reparto' en los premios de ese año.Fue nominada a siete premios BAFTA de los cuales ganó cinco y su banda sonora estuvo encabezada por The Moonglows, una de las bandas pioneras del R&B estadounidense; The Chantels, The Cadillacs y The Harptones, agrupaciones de doo-wop, un género que nació de la unión del rythm, el blues y el gospel; Tony Bennet y la reina del soul, Aretha Franklin.Canciones:Rags to Riches- Tony BennetSincerely- The MoonglowsSpeedo- The CadillacsLook in My Eyes- The ChantelsLife Is bit a Dream- The HarptonesBaby, I Love You- Aretha Franklin4) Bringing Out the Dead (1999)Otra película de Scorsese que se desarrolla en una Nueva York oscura. Protagonizada por Nicolas Cage y Patricia Arquette, cuenta la historia de un paramédico nocturno que ha dedicado su vida a salvar a otros, sin embargo, los fantasmas de quienes no ha podido salvar lo persiguen.A pesar de que no tiene nominaciones, ni galardones, el soundtrack es increíble. El punk de The Clash, el rock británico de The Who y el estadounidense de R.E.M acompañan la película junto a canciones de The Marvelettes y Martha Reeves & The Vandellas, dos agrupaciones femeninas de soul.Canciones: Janie Jones- The ClashWhat's The Frequency, Kenneth?- R.E.MI'm So Bored with the U.S.A- The ClashNowhere To Run- Martha Reeves & The VandellaBell Boy- The WhoToo Many Fish in The Sea- The Marvelettes5) Mean Streets (1973)Esta película de crimen y drama fue considerada en 1997 como "cultural, histórica y estéticamente significativa" por la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos y seleccionada para ser preservada en el National Film Registry. Cuenta la historia de un mafioso italiano en Nueva York que intenta ayudar a pagar las deudas de uno de sus amigos más cercanos.Ya hablamos de los Rolling Stones pero la banda sonora de este largometraje tiene otros nombres importantes como óperas cantadas por Giuseppe Di Stefano, uno de los tenores líricos más importantes de Italia y Eric Clapton con Bobby Withlock. Canciones:Jumpin' Jack Flash- Los Rolling StonesTell Me- Los Rolling StonesAddio Sogni di Gloria- Giuseppe Di StefanoCanta Per' Me- Giuseppe Di StefanoMunasterio di Santa Chiara- Giuseppe Di StefanoI Looked Away- Eric Clapton y Bobby WithlockMartin Scorsese confirmó, luego de reunirse con el Papa Francisco, que su próximo largometraje retratará la vida de Jesús. El encuentro se dio en el marco del evento “La Estética Global de la Imaginación Católica”. Este no sería el primer proyecto de Scorsese centrado en la religión. En 1988 estrenó ‘La última tentación de Cristo’, una película controvertida dentro de la Iglesia Católica, prohibida en Filipinas y Singapur; y ‘Silencio’, en 2016, sobre la persecución de los sacerdotes cristianos en Japón durante el siglo XVII.
La artista italiana Laura Pausini, ganadora del Globo de Oro, el Grammy Award, el Latin Grammy y múltiples reconocimientos globales, será honrada a finales de este 2023 en una ceremonia en Sevilla, España, como la Persona del Año. La decisión la informó la Academia Latina de la Grabación..Tradicionalmente la gala a la Persona Del Año cuenta con la participación de varios músicos interpretando las canciones del artista homenajeado u homenajeada. Además, el domingo 10 de marzo de 2024, Laura Pausini se presentará en el Movistar Arena de Bogotá.Laura publicó un video diciendo que "recibí la noticia de que me han elegido como la Persona del año 2023 y eso me llena de ilusión, recibirlo en mis 30 años de carrera le da un valor muy grande y significativo en mi vida y en la de cada una de las personas que me han acompañado en mi recorrido. Esta industria es muy hermosa, pero recorre de mucha fuerza, sacrificio, amor y coraje, soy afortunada de que mi familia no ha soltado mi mano en ningún momento y que el público me ha abrazado desde el minuto uno".Para Manuel Abud, CEO de la Academia Latina de la Grabación, indicó que “Laura Pausini es una de las artistas más talentosas y queridas de su generación cuyo compromiso con grandes causas es ejemplar (...) a lo largo de sus más de tres décadas de carrera su extraordinaria voz continúa rompiendo barreras a través de idiomas y géneros, cautivando audiencias en todo el mundo”.Pausini será reconocida por su carrera como artista multifacética y multilingüe, así como por su compromiso continuo de apoyar las causas de justicia social que están cerca de su corazón, incluidas la igualdad para las mujeres y las personas LGBTQ+ y el hambre en el mundo.La Persona del Año de la Academia Latina de la Grabación reconoce a los músicos y sus logros artísticos en la industria de la música latina, así como sus esfuerzos humanitarios. Los artistas previamente homenajeados son Marco Antonio Solís (2022), Rubén Blades (2021), Juanes (2019), Maná (2018), Alejandro Sanz (2017), Marc Anthony (2016), Roberto Carlos (2015), Joan Manuel Serrat (2014), Miguel Bosé (2013), Caetano Veloso (2012), Shakira (2011), Plácido Domingo (2010), Juan Gabriel (2009), Gloria Estefan (2008), Juan Luis Guerra (2007), Ricky Martin (2006), José José (2005), Carlos Santana (2004), Gilberto Gil (2003), Vicente Fernández (2002), Julio Iglesias (2001) y Emilio Estefan (2000).¡El lado S de la música, el cine y la televisión!