Altavoz 2023 será la celebración de sus 20 años y presentó su cartel para los próximos 6, 7 9 y 10 de diciembre. El festival se llevará cabo en Parque Biblioteca La Ladera, Comuna 4 y Estadio Cincuentenario. Testament, Los Cafres, 2 Minutos y ZPU encabezan el line-up. En el cartel de Altavoz también se destacan Delfina Dib, Velandia y la Tigra, Oh'laville, Loko Kuerdo, entre otros. “Altavoz recorriendo los barrios, las comunas, haciendo una reflexión de la industria de la música juvenil y sobre todo en qué puede pasar en los próximos años con Altavoz. Sin duda, este es el festival que representa a los jóvenes y a la música alternativa. Siete géneros de la música que hoy se van a encontrar esos cinco días”, indicó Álvaro Narváez Díaz, secretario de Cultura Ciudadana, citado por El Colombiano. Altavoz: historia del festival Rockeros, metaleros, punkeros, raperos y músicos rebeldes afinaron sus procesos como artistas gracias a una plataforma que pedía a gritos furiosos una ciudad como Medellín que nació en 2004. Esa primera edición exploratoria de 2004, que solo duró un día, incluía once bandas: diez locales (entre esas Aterciopelados, Coffee Markers, I.R.A, Nepentes, G-98) y una internacional, Kinky. Para la segunda edición, cuando se abrió la convocatoria, la lista se subió a 25.Luis Grisales, antiguo director del festival, fue jurado del primer Altavoz por convocatoria y, según cuenta, por esos días para nadie era una opción vivir de la música: “Me tocó recibir brochures con los integrantes de la banda escritos a mano en una hoja. Ahora eso no pasa. Lo que hizo Altavoz fue ayudar al ejercicio de profesionalizar. En los 80 o 90 la música era un valor agregado, una actividad extra. Ahora los artistas se dedican por completo a vivir de esto, así sea como roadies, managers o profesores de música. Todo el ecosistema musical creció”.
Medellín se prepara para vivir un Festival Altavoz con un formato renovado. La edición de 2023 tendrá un nuevo escenario en el Parque Norte, que se suma a su escenario transicional en la Cancha Cincuentenario, para albergar a más de 320 artistas en diferentes géneros musicales.Se destaca la participación de la leyenda viva del punk Marky Ramone junto a Pela en la voz, los españoles Vetusta Morla, los pioneros de thrash metal Exodus, Desorden Público de Venezuela, la vocalista Mon Laferte de Chile y Esteman de Colombia.Se estima que más de 70.000 personas asistirán a los espacios dispuestos para el encuentro de la música alternativa en Medellín, nuevos lugares para que los visitantes disfruten de la cita musical y compartan experiencias, zona de picnic, comidas y otras actividades para vivir un festival más completo.El evento tendrá una zona de testeo de muestras de sustancias psicoactivas con asesoría y acompañamiento profesional, con el fin de que los jóvenes accedan a información cualificada sobre sus consumos. Adicionalmente, la estrategia Mercado Joven llegará al festival con iniciativas de emprendimiento creadas e impulsadas por las juventudes locales.La diversidad de sonidos tendrá el mayor protagonismo. Durante los tres días, los asistentes disfrutarán de I.R.A., Crew Peligrosos, Yoky Barrios, Desorden Público, La Banda del Bisonte, Frente Cumbiero, Don Tetto, Pacífico Sur, DC Family, entre otras, que incluyen las 28 agrupaciones paisas participantes de la Convocatoria de Fomento Estímulos para el Arte y la Cultura, eje central de este encuentro.Adicionalmente, se rendirá un homenaje a los pioneros del rocanrol Los Yetis, banda de Medellín asociada al nadaísmo de Gonzalo Arango, precursora de la psicodelia hecha folk, rocanrol y gogó sesentero.Al fetival se suma un escenario de música electrónica, como parte de la diversidad de esta edición, con presentaciones de DJ's como Cleric, desde el Reino Unido, y actividades alrededor de esta temática. La tradición oral alternativa tendrá su espacio con “Trovadores vs. Raperos”, que mezclará versos, poesía, arte e improvisación de expresiones con profunda conexión como el rap y el hip hop con la tradicional trova.Altavoz Fest le apuesta este año a una cita experiencial, enmarcada en el Tiempo de las Diversidades, un espacio de encuentro con aura plural y acogedora para todos, que espera posicionarse como uno de los más grandes de Latinoamérica.El festival contará con entrada libre.¡La música nos une!
Altavoz, uno de los principales festivales de Latinoamérica, regresa en formato presencial para la celebración de sus 18 años. La cita será el 10, 11 y 12 de diciembre en dos escenarios: el Teatro al aire libre Carlos Vieco y, su tradicional espacio, la Cancha Cincuentenario en Medellín. Para el ingreso al evento, será indispensable presentar carnet de vacunación. El cartel de Altavoz este año se enfocó en propuestas nacionales. El line-up lo encabeza el punk hardcore de La Pestilencia, banda que regresa al escenario de Altavoz Fest después de 12 años, con un potente directo. También, estará La Etnnia, icono del rap que lleva más de dos décadas con un verbo que continúa más vigente que nunca; Masacre, referente del death metal latinoamericano; el reconocido rapero Nanpa Básico, y, La Derecha, banda icono del rock colombiano liderada por Mario Duarte que se reúne especialmente para presentar un show único para Medellín. A este cartel se suman artistas nacionales como Superlitio desde Cali, Mr. Bleat, Nicolás y los Fumadores, Briela Ojeda, Ghetto Kumbé, entre otros. En 2020, Altavoz sobrepasó lo musical y se planteó como un nuevo punto de partida desde lo visual para los artistas. El equipo de producción buscó hacer un tributo a la estética de la música y cómo esta se ha narrado en imágenes: el Teatro Matacandelas con un estilo visual de los programas de los 90, a lo MTV; el Teatro Ateneo Porfirio Barba Jacob con un carácter unplugged y un lenguaje visual más tranquilo y el Teatro Pablo Tobón Uribe con una apuesta visual cinematográfica, con el protagonismo centrado en la figura del artista.Altavoz se la caracterizado desde sus inicios por ser una ventana para los sonidos alternativos de la ciudad. Metal, punk, reggae, rap, ska, han sido protagonistas en un festival que se ha convertido en referente para Latinoamérica y uno de los más importantes del país.
Entre el 11 y el 13 de diciembre del año pandémico se realizó el tradicional festival paisa de música alternativa Altavoz. Gracias a la tecnología y desde una experiencia virtual, 43 artistas tocaron en vivo en tres teatros icónicos de Medellín logrando que la música triunfara.En esta edición, el festival sobrepasó lo musical y se planteó como un nuevo punto de partida desde lo visual para los artistas. El equipo de producción buscó hacer un tributo a la estética de la música y cómo esta se ha narrado en imágenes: el Teatro Matacandelas con un estilo visual de los programas de los 90, a lo MTV; el Teatro Ateneo Porfirio Barba Jacob con un carácter unplugged y un lenguaje visual más tranquilo y el Teatro Pablo Tobón Uribe con una apuesta visual cinematográfica, con el protagonismo centrado en la figura del artista.La programación incluyó, además de las bandas elegidas por convocatoria, artistas nacionales invitados como Flor del Fango, Systema Solar, Los Rolling Ruanas, Nanpa Básico, y el cierre, a cargo de Aterciopelados.*Deslicen a la derecha o la izquierda para ver todas las imágenes. Géneros como el punk tuvieron momentos de euforia y resistencia con Los Malkavian, y emotividad con bandas como Gaias Pendulum, Sörceress y Highway. El metal de la ciudad de Medellín fue homenajeado con el Tributo a Nuestro Metal, una puesta en escena con participación de la Orquesta Filarmónica de Medellín que interpretó clásicos del género con invitados de bandas de Tenebrarum, No Raza, Masacre, Reencarnación, Carbure, Kraken, Witchtrap, Ekhymosis y Atanathor.En esta edición se habló mucho del papel de las mujeres en la industria de la música. Fértil Miseria, Highway, Flor del Fango, La Tifa, Lucille Dupin y Andrea Echeverri de Aterciopelados participaron de esta edición como referentes del papel de cualquier mujer que quiera vivir del arte. “El feminismo es un lugar al que tenemos que ir hombres y mujeres, porque no es que nosotras vamos a ser un fuerte antihombres, no. Todos necesitamos hombres florecidos y mujeres berracas. Necesitamos que cada persona encuentre una razón y una manera de impactar su alrededor y buscar un lugar amable para vivir, menos injusto, menos violento”, agregó EcheverriNuestro Tiempo, Golpe de Estado, Desastre Capital, Odio, Cráneo y Goc fueron algunas de las propuestas que se destacaron en el Festival y que hicieron parte de la Convocatoria de Estímulos para el Arte y la Cultura 2020.Altavoz Fest Colombia, con 17 años, celebró una edición que permitió conocer nuevas propuestas y compartir con muchas almas desde lo digital. Ojalá en el futuro regresen los pogos y la histeria colectiva que genera la música en vivo.Recomendado | Festival Altavoz según Mabiland#LaMúsicaNosUne
Tulio Gómez, vocalista y miembro fundador de la banda Desastre Capital, surgida en 1997, nos cuenta cómo fue su época de fulgor y explica por qué perdieron protagonismo en el presente.Por William MartínezEn 2002 llegó a las tiendas un compilado definitivo para la difusión del punk colombiano. Reúne 15 bandas y 30 temas con lo mejor de las escenas de Bogotá y Medellín. Se llama La jornada del caos I. Así fue como muchos punkis conocieron a Desastre Capital, un cuarteto paisa de hardcore punk que, cuatro años más tarde, ganó un reconocimiento absoluto con el lanzamiento de su primer larga duración, de título homónimo. Aún recuerdo nítidamente su portada: una fotografía de una marcha estudiantil teñida de color fuego. Y también recuerdo el impacto de su sonido, caracterizado por baterías veloces y coros vigorosos y pegajosos.“En 2006, estábamos muy pelados. No teníamos familias que sostener y nos concentramos de lleno en la banda”, me dice Tulio Gómez, vocalista y miembro fundador. A partir del primer larga duración, Desastre Capital comenzó a tocar seguido y viajó por primera vez a Bogotá, donde el punk paisa siempre ha sido recibido con gran entusiasmo. ¿Cómo surgió ese álbum? Así lo rememora Gómez: “Como estábamos muy empeliculados con la movida, ensayábamos sagradamente cada ocho días. Nos fuimos a la finca de los abuelos del baterista y allá adecuamos una habitación para ajustar los temas y ensayar. Nunca tuvimos el tiempo medido. No había presión”.Todos los integrantes tenían gustos distintos. A Andrés, el baterista, le encantaba el punk rock estilo Misfits; a Miguel, el bajista, el grunge, y su banda favorita era Pearl Jam; a Nicolás, el guitarrista por entonces, el punk español; y para Tulio, el vocalista, los Ramones eran el gran referente. “A pesar de las evidentes influencias, nunca quisimos seguir la línea de una banda ni de un estilo. Armamos una propuesta punk rock y hardcore punk uniendo los gustos de todos”, cuenta. Tras años de espera, y luego de pedir un préstamo a un banco, por fin salió el álbum a las calles.¿Qué pasó con Desastre Capital luego de la popularidad que desató su primer larga duración? Participó en el compilado Punk para un amigo (2010), que reúne a 28 bandas colombianas. Grabó un demo en 2011, otro en 2014, llamado Tiempos difíciles, y en 2020 lanzó uno más, Víctima del sistema. Tocó en el Festival Altavoz, en el Manizales Grita Rock y en 2017 acompañó a Nadie en su regreso a las tarimas. Sin embargo, como reconoce Tulio Gómez, la banda se enfrió. “Ahora somos referentes, pero no protagonistas”. ¿Por qué?“Hermano, yo no sé qué nos pasó. Creo que nos descuidamos por el trabajo y la familia. No volvimos a hacer lanzamientos con todas las de la ley. Solo durante la pandemia montamos nuestra música a las plataformas digitales. A veces me digo: Ag, qué guevonada. Hubiéramos podido hacer mucho más para que Desastre no perdiera protagonismo”.Desastre Capital es ahora para sus integrantes una válvula de escape a la rutina laboral, una forma de inyectar adrenalina al cuerpo en días de estrés y desasosiego. Atrás quedaron los sueños de girar por Europa. Hoy les basta con tocar donde los llamen.
Esta banda paisa es la representante del ska core en el Festival Altavoz 2020. Conversamos con Boris Vásquez, su bajista, quien reseñó los tropiezos y los logros conseguidos en once años de trayectoria. Por William Martínez¿Qué detonó el surgimiento de Comandante Cobra?Todos los miembros de la banda nos conocimos en conciertos locales. La escena neo punk en Medellín se construyó por medio del voz a voz. Como venían a tocar muy pocas bandas internacionales, el parche de nosotros era ver bandas como I.R.A., Grito, Código Rojo, Nueve Once, entre otras. Somos el hijo bastardo de esa escena, porque no tocamos el género que ellos tocan, pero hacemos parte de ella.Yo hago parte de la segunda oleada de la banda, pero la historia que me contaron sobre la conformación del grupo es la siguiente. El vocalista Juan Pablo Lalinde y el baterista Esteban Rodríguez son primos y compartían un círculo de amigos, entre ellos integrantes de otras bandas. Nuestro baterista era muy amigo de nuestro anterior trompetista y querían hacer una banda diferente. Ellos querían tocar hardcore con melodía, pero que esa melodía no estuviera marcada por la voz ni por las guitarras. Así se los ocurrió la idea de integrar instrumentos de viento y nació Comandante Cobra.¿Por qué en una década de trayectoria solo han grabado un larga duración?La verdad es que, al principio, Comandante Cobra era un parche de amigos. Por eso, cuando algún integrante se ha tenido que ir por un viaje o por trabajo, lo hemos esperado para continuar. Antes de entrar a la banda yo fui a muchos conciertos donde ellos tocaban sin haber grabado, y así duraron varios años. Cuando yo entré, grabamos el primer EP (Que empiece la acción, 2012), que contó con la producción de Rogelio, vocalista de Tom Sawyer y guitarrista de Mojiganga. Gracias a ese EP tocamos muchísimo. Nos invitaron de varias ciudades y ganamos las eliminatorias del Festival Altavoz compitiendo con nuestros ídolos. Esa es una de las razones principales para demorarnos en grabar el primer larga duración. Somos parte del fenómeno clásico por el cual conocimos muchas bandas: a través del voz a voz. Yo conocí a Código Rojo, por ejemplo, porque me invitaron a un concierto de ellos, y tampoco habían grabado.Vos sabés que para tener una banda en Colombia hay que sacrificar muchísimas vainas. No siempre te pagan cuando viajás, no siempre te pagan cuando tocás. A pesar de tener miembros con cierto reconocimiento por diferentes proyectos, seguíamos siendo una banda emergente. Entonces nos dedicamos a tocar en la escena que nosotros ya conocíamos. No había dinero para sostener una grabación. También hemos tenido varios cambios de integrantes, lo que ha demorado el proceso. Hasta que no conseguimos la alineación ideal no nos lanzamos a grabar los temas que desde hace rato habíamos compuesto.¿Cómo era la escena punk rock paisa a principios del 2000 y cómo es ahora?Cuando yo empecé a ir a conciertos los aforos mínimos eran de 3.500 personas. Bandas que nunca habían grabado llenaban parqueaderos de discotecas. La verdad no sé qué se hizo tanta gente. Para muchos, esto era simplemente una fase. Recuerdo que la escena era muy unida. Había muy pocos espacios para tocar y debíamos unirnos para construirlos. Yo iba a un concierto y tocaban I.R.A., Grito, Código Rojo y Mojiganga: todas de géneros distintos y no importaba. El parche era más contracultural. Eso se ha perdido porque ahora solo hay parches de punk o de hardcore. Se produjo una división. Muchos definieron su gusto y optaron solo por un género. Más o menos en 2004, los líderes de la escena tuvieron que buscar un trabajo porque la música no les daba para vivir y paralelamente hubo un cambio cultural: lo urbano se popularizó más que el rock. En 2010, sin embargo, hubo una explosión de nuevas bandas que revivió la escena: Antised, Bankrrota, En Contra de Todo, entre otras.Comandante Cobra nació para cumplir sueños a través de la música. ¿Qué sueños han cumplido?Logramos tocar en la tarima internacional del Festival Altavoz siendo una banda emergente. Ese fue uno de los primeros sueños cumplidos. También conocimos y trabajamos con las personas que fueron nuestros ídolos. En nuestro primer EP, participó Rogelio de Tom Sawyer, y en nuestro larga duración colaboraron Manzano (Grito), Mónica y Viola (I.R.A.), Regino (Johnie All Stars), entre otros. También se han cumplido sueños individuales. En mi caso, viajar para tocar y las puertas que se han abierto. El año pasado, por ejemplo, fui el bajista de Nadie en su gira. En el caso del baterista, también toca con Johnie All Stars y con Tom Sawyer cuando vuelve a aparecer. Nuestra próxima meta es tocar en el extranjero.Para muchos músicos emergentes, es frustrante sacar de su propio bolsillo para pagar ensayos, comprar equipos y grabar sin que eso se vea reflejado en un avance en la carrera de la banda. ¿Qué opinan sobre este estado de cosas?Esa discusión ha salido a flote en momentos de rabia. Sin embargo, creo que lo que nos permite seguir es que la mayoría de los integrantes trabajamos en el campo musical. El guitarrista y el baterista tienen su estudio y su ensayadero, los vientistas trabajan como músicos de sesión, yo toco en otras bandas y así. Pero lo más importante es nosotros no hacemos música con el afán de que pase algo. Si hay plata, nos encanta. Si no hay plata, no nos importa. Hacemos esto por nosotros. Nos encanta tocar.Comandante Cobra ha tocado en Bogotá y en Armenia, pero sobre todo en lugares de Antioquia: Medellín, Rionegro, Envigado, Guatapé. ¿Por qué ha sido difícil trascender fronteras?Sobre todo por falta de plata y por el trabajo. Es complicado pedir permisos cada tanto. Pero también pasa que no nos llaman de ningún otro lado. Cuando hemos viajado, ha sido porque bandas hermanas nos ayudan a gestionar los toques.¿Podemos hablar hoy de una escena ska punk en Medellín?En Medellín, el ska mueve mucho, pero no tanto cuando se mezcla con otros géneros. La mayoría de bandas suelen hacer un ska más tradicional, de primera o segunda ola. Nosotros no hacemos parte de esa escena, sino de la escena punk rock. Creo que tenemos que volver a la idea de que no importa el género, importa la banda. Debemos dejar de ser tan puritanos con los géneros. Lo que nos debe unir es el mensaje.
Altavoz Fest se ha convertido en una cita imprescindible de la música nacional. Desde Medellín, llegará este encuentro musical del 11, al 13 de diciembre. Los escenarios serán tres espacios emblemáticos de la capital paisa, los teatros, Pablo Tobón Uribe, Ateneo Porfirio Barba Jacob y Matacandelas.Altavoz Fest Colombia busca impulsar el talento nacional bajo el lema #TodosSomosUno con invitados como Aterciopelados, Nanpa Básico, Systema Solar, Fértil Miseria y Rolling Ruanas, son más de 40 bandas que completan el cartel de este año. Esta edición combinará transmisiones desde los tres escenarios, con presentaciones de artistas de rock, metal, punk, sonidos afro y música clásica. Una diversidad que caracteriza el Festival, y que define el espíritu de este encuentro, que tiene el propósito de generar narrativas de esperanza a través de los ritmos y el ingenio nacional.Gracias a la Convocatoria de Estímulos para el Arte y la Cultura, 27 bandas de Medellín y el Valle de Aburrá fueron seleccionadas para hacer parte de Altavoz Colombia. Se otorgaron $249.999.988 millones a las propuestas y al proceso de escogencia como parte de las acciones de la Secretaría de Cultura Ciudadana por promover e incentivar la creación artística y cultural. Junto a ellos, el arte local tendrá presencia con artistas como Fértil Miseria (punk), La Tifa (reggae), entre otros.El metal ha sido base del desarrollo creativo, musical y social de la ciudad. Por ello, como novedad, Altavoz Fest y la Orquesta Filarmónica de Medellín rendirán un “Tributo a Nuestro Metal”, uno de los pilares del certamen y del desarrollo cultural. El homenaje será un repaso de aquellas piezas significativas, interpretadas por la Filarmónica y bandas de metal como Masacre, Tenebrarum, Kraken, Ekhymosis, entre otras.También, como parte de la programación, se llevará a cabo un foro que destaca la importancia de la mujer en la construcción de la industria cultural, de la música y su papel en los festivales de este tipo. Será un espacio de reflexión sobre las conquistas de las mujeres en el sector, su participación como agentes de paz, de desarrollo en el marco cultural y sobre los retos que tienen.
Recientemente fueron anunciadas las 70 bandas seleccionadas para hacer parte de Ciudad Altavoz, gracias a la Convocatoria de Estímulos para el Arte y la Cultura de Medellín. La selección estuvo a cargo de 21 jurados, una terna por categoría. Estos proyectos musicales se presentarán en los Conciertos Ciudad Altavoz y finalmente 28 agrupaciones estarán presentes en el cartel oficial de Altavoz Fest. Los evaluadores, seleccionados por convocatoria pública, calificaron 226 propuestas musicales que cumplieron con todos los requisitos técnicos y administrativos de la Convocatoria de Estímulos para el Arte y la Cultura 2020 para participar en el Programa Altavoz. La valoración de las agrupaciones se hizo a través del material enviado por los artistas participantes, es decir, tres canciones y el brochure o EPK. “Estamos muy contentos con el trabajo que realizaron los jurados. Recordemos que son 21, todos externos a la Secretaría de Cultura Ciudadana y con conocimientos como músicos, periodistas o productores musicales, todos conociendo muy bien cada género que evalúan, lo que es una garantía con estas 70 bandas que tenemos”, expresó el coordinador del Festival Altavoz, Felipe Grajales, quien recalcó que esta es una plataforma idónea para la internacionalización de los músicos y permite que reciban un apoyo económico de la Alcaldía en tiempos de pandemia. Las 70 bandas seleccionadas para Ciudad Altavoz 2020, agrupadas por género musical, son: Ska y reggae: Asuntos Pendientes, Gua-Ska, Comandante Cobra, La Suite, Sr. Moskato, Servicio Públiko, Pacífico Sur, Ciénaga, Buku Bembé y La Cordillera. Metal y sus ramificaciones: The Mythology, Cráneo Death Metal, Goc, Ravendark, Vorti-C, Instru-Mental, Atria, Athemesis, Gaias Pendulum y Sörceress. Punk y sus ramificaciones: Antised, O.D.I.O., Rosita y Los Nefastos, Detective Wadd, Desastre Capital, Los Malkavian, 19-89, Perros de Reserva, Wackyrace y Nueve Once. Core: En Contra de Todo, El Verdadero Guerrero, Pariah, Goliat, Nuestro Tiempo, Entre Niebla y Miedo, Neural, Golpe de Estado, No Redención y El Incendio más Largo del Mundo. Rap: amezz, Soul In Pill, School Mc, Malicia (Tairona), Backing Rap, KCK (Katherine Con K), Wil Vélez Elc, Sr Mulato, Mr. More y Almost Blue. Rock: La Lovo (Aullidos que Retumban en tus Oídos), Anatómico, Ferales, Metropolitan, Law Perdigand, Los Vidriosos, Phil Rocker, El Nuevo Coyote, Jaggman y Volqueta Espacial. Electrónica y alternativa: Sons of Hidden Live, Arvak, Ocupante, Radiosónica, Dr. M, Sonatina Para Ordenadores, Chelo la Cabra, Bajo el Árbol, La Badband y Chalupa Travel. Recomendado | 15 años del Festival Altavoz según Mabiland | Shock #LaMúsicaNosUne
Este año Medellín volverá a alzar la voz con orgullo, estridencia y virtuosismo. Como viene pasando sin falta desde 2004, se celebrará en la capital paisa una nueva edición del Festival Altavoz. El Parque Cincuentenario recibirá, durante el 9, 10 y 11 de noviembre a 58 bandas locales e internacionales de punk, reggae, ska, rap y electrónica en dos tarimas simultaneas cada día. Será la edición número 16 de un evento que viene creciendo orgánicamente de la mano de una ciudad que ha sabido construir un ecosistema prospero en público y propuestas para la música alternativa. Este año convocaron a una agrupación legendaria del reggae, a uno de los nombres con más historia en el rap en español, a los padrinos del thrash metal y a una serie de proyectos nacionales alternativos. La curaduria se ha mantenido ligada a los géneros bien definidos. Estos son nuestros recomendados y la programación completa. Acá les presentamos la programación completa y nuestros recomendados imperdibles. La historia no contada del Festival Altavoz Los internacionales Suicidal Tendencies Desde los ochenta Suicidal Tendencies viene forjando una buena cantidad de fieles adeptos a los sonidos extremos. Después de combinar una fuerte dosis de letras filosas, la agresividad del thrash, la potencia y energía del hardcore-punk, y aliarse con el mundo skater se convirtieron en los abanderados del crossover thrash. Hace unos años vinieron a Rock al Parque y hablamos con su vocalista, Mike Muir: acá pueden leer la entrevista. Inner Circle Inner Circle es uno de los iconos de la trascendencia del reggae en el mundo. Sus canciones hacen parte del repertorio de la cultura pop. Sweat (A La La La Long), Bad Boys o Da Bomb son temas que han marcado generaciones, pero su repertorio es amplio y longevo. Al día de hoy Inner Circle es como una marca por la que han pasado muchos de los más virtuosos músicos de Jamaica. Nach Es uno de los más grandes liricistas del rap en español. Nach es de esos nombres que han hecho de las letras un ejercicio más complejo y profundo. Su carrera empezó a finales de los noventa y hoy es reconocido no solo como rapero, sino como poeta, sociólogo y actor. El año pasado estrenó un nuevo álbum y lo viene a presentar. Se titula Almanauta. Mike Huckaby Detroit y electrónica son dos palabras que, de entrada, ya resuenan por su prominente historia. Huckaby es uno de los productores que mantienen vigente el buen nombre del estado norteño no solo por estar detrás de la legendaria tienda Record Time, sino porque es un tremendo productor de deep house. Elis Paprika Detrás de la voz tenue de la mexicana Elis Paprika hay rabia, decepción y esperanza. Con más de 15 años de carrera es hoy por hoy una de las voces femeninas con más trayectoria dentro del rock en español. Trampa Una de las escenas más prosperas de la inmensa Brasil es la del rock. Trampa, provenientes de Brasilia, son una propuesta enérgica que combina el grunge, el post-grunge, el punk y el Stoner Rock. Club Calaca Este dúo mexicano, conformado por Erwin Cartes y Manuel Basualto, es nostalgia pura por las formas del rock melódico. Pero por sus poros brota mucho mexicanismo. Calaveras, acordeones y nostalgia rodean esta propuesta con aire indie latinoamericano. Los locales Pink Floyd Sinfónico El 10 de noviembre a las 5:20 de la tarde en el Escenario Fest, la Orquesta Filarmónica de Medellín y la banda Tributo Ensamble homenajearán a una de las bandas más grandes de la historia del rock. Imperdible. Bajo Tierra Una de las bandas icónicas del rock noventero paisa. El año pasado regresaron a los escenarios después de un receso de una década, pero vienen a reafirmar la historia en su casa. Control Hardcore Otra de las bandas vieja guardia que habían guardado su proyecto durante un tiempo. En 2018 materializaron lo que tenían guardado desde hace años, con un disco dedicado a las vidas silenciadas. Una contundente visión de la humanidad. (Lea acá: Control Hardcore, un homenaje a las Vidas silenciadas) El Sagrado Una de las bandas insignes del hardcore colombiano. Muchos años de resistencia, persistencia y pasión reunidos en un acto que siempre asegura mosh gigantes. (Vea aquí: De la Bogotá inhumana a la Bogotá hardcorera) Providencia Providencia ha batallado con artillería pesada en el luchado panorama del reggae colombiano. Llevan más de 15 años esparciendo su mensaje con beligerancia y experimentación. En este Altavoz serán una de las propuestas paisas de más recorrido. Felisa Una combinación de indie pop, hip hop, R&B, dub y ritmos afrolatinos hacen de Felisa una de las propuestas más frescas de la capital paisa. Este año debutó con su primer disco, Real. Manicomio Punk Después de la muerte de su vocalista en 2017, Manicomio Punk se rearmó para continuar con el caos. Sus integrantes son ex miembros de otras agrupaciones de punk paisa y en tarima forman una contundente y sucia representación de la realidad. Furruska Formada en el 2005, esta banda de ska manizalita pisará la tarima del Altavoz por cuarta vez. Ahora le están dando forma a su nuevo álbum, titulado Sonido del sur. Vean aquí la programación completa del Festival Altavoz 2019
Altavoz, el festival musical público y gratuito que tiene Medellín, no tiene mucho que envidiarle a sus vecinos privados latinoamericanos: Vive Latino, Lollapalooza o Rock in Rio. Tampoco a su vecino gratuito más cercano, el Rock al Parque bogotano. En Medellín, Altavoz se ha consolidado como un evento de alta factura para una ciudad con una peculiar y complicada relación con la música. Hace unos meses fuimos a celebrar el cumpleaños número 15 del festival, sion duda alguna uno de los más grandes y relevantes para el circuito alternativo en Colombia. Nacido y criado a punta de pogos con puños y patadas en la capital de la montaña, Medellín, el evento ha demostrado ser la cuna de movidas musicales portentosas y una plataforma certera para la formación de público. A esta edición, que convocó a más de 80.000 personas al Estadio Cincuentenario, y que tuvo como protagonistas a bandas como Hepcat, The Adicts, Papa Roach, Él mató a un policía moorizado o Bad Manners, invitamos como guía a una de las voces jóvenes de la ciudad, Mabiland, cantante de R&B, hip hop y artífice de nuestro disco favorito del año. (Los 35 mejores discos colombianos de 2018)
El Pingüino, serie del villano de Batman, se estrena en Max este 19 de septiembre. Esta historia nos lleva al universo que el director Matt Reeves llevó a la gran pantalla en 2022 con The Batman. Allí conocimos al Oswald Cobb de Colin Farrell, que es a quien veremos en este spin-off.Mientras Marvel lleva varios años haciendo series y spin-off de sus personajes, DC ha hecho algunas cuantas, como Peacemaker (secuela - spin off de Suicide Squad), y todas han estado en sus universos independientes. Pero esto estaría a punto de cambiar con el relanzamiento de James Gunn y Peter Safran de los DC Studios, así que es probable que veamos más de éste y otros personajes de la icónica casa editorial.¿De qué trata la serie de El Pingüino?La serie arranca justo después de los eventos de la película: Ciudad Gótica se ha visto afectada por una serie de bombardeos que causaron daños y pérdidas de vidas. La muerte del líder criminal Carmine Falcone deja un vacío que Oswald quiere aprovechar.Si Cobb logra enfrentarse con éxito a las dos familias criminales rivales de la ciudad, podría alcanzar una posición clave. Su obsesión con el poder va a resultar determinante en la serie. ¿Vale la pena ver la serie de El Pinguino?The Batman más que una película convencional de superhéroes mostró un thriller criminal. Aquí ocurre algo similar: no se siente como nada dentro de un universo de super héroes, sino un drama mafioso clásico. Como lo hemos visto en varias producciones alrededor de Batman, la corrupción e impunidad de Ciudad Gótica, y el cinismo de las autoridades, son elementos clave para el desarrollo de la historia y los personajes. Así como en The Batman, Colin Farrell luce irreconocible y su actuación es impecable. El nominado al Óscar nos muestra algo distinto a lo que hemos visto anteriormente de este personaje y explora su complejidad y crueldad.Si hablamos de actuaciones, no podemos dejar por fuera la de Cristin Milioti (sí, la mamá en How I Met Your Mother), quien interpreta a Sofia Falcone, una mujer en la mafia y presunta asesina en serie que nos deja boquiabiertos con su interpretación.Las escenas de ambos son algunas de las mejores de la serie. Su capacidad para comprenderse a un nivel tan íntimo los hace vulnerables a la destrucción mutua. ¿El pinguino es Tony Soprano?Desde que Farrell hizo su aparición de The Batman, hubo comparaciones con Tony Soprano, y ahora que hay mucho más para ver de este personaje inmerso en una lucha de poder de líderes criminales, la similitud con The Sopranos es evidente. Así como The Sopranos explora la lucha por el dominio, El Pingüino profundiza en los motivos detrás del deseo de poder y sus consecuencias. La fijación de Oswald por el poder termina siendo incontrolable. Aunque la idea de un jefe de la mafia con una relación compleja con su mamá no nos suene tan novedosa, Oswald tiene un viaje distinto al de Tony y la crudeza de esta nueva serie la distancia del drama de finales de los 90, pues aquí Oswald busca ganarse el respeto que cree que merece. Por supuesto, los 8 episodios de El pingüino jamás llegan a explorar toda la complejidad que vimos de Tony a lo largo de 6 temporadas. Pero es un buen intento: Cobb podría parecer un mafioso común, pero a medida que la trama avanza, se sale del arquetipo y descubrimos sus profundas motivaciones y resentimientos.El Pingüino de Colin Farrell es una visión más compleja y realista de un personaje que hemos visto durante décadas. Tal vez, como dice Collider, veamos una segunda temporada en la que Oswald, al igual que Tony Soprano, va a terapia. Seguro encontrará muchas respuestas.
¿Los han llamado a cualquier hora del día e insistentemente para ofrecerles algún tipo de producto, servicio o crédito? ¿Reciben mensajes de texto diciendo que su cuenta bancaria ha sido suspendida o que su servicio de Netflix se encuentra cancelado y que deben volver a ingresar los datos bancarios?¡A todos nos pasa! Y esta serie cuenta lo que está detrás de ese martirio al que nos someten.¿De qué se trata Telemarketers?Una sinopsis rápida de Telemarketers: la estafa detrás de la llamada (2023), la serie documental de tres partes de HBO (disponible en Max), diría que es “un documental de investigación sobre cómo dos empleados del Civic Development Group (CDG), una compañía de telemarketing con sede en el centro de New Jersey, descubren una de las mayores estafas de la historia del telemercadeo en una supuesta recaudación de fondos en nombre de acciones caritativas”.También se puede decir que el documental rastrea el origen y la evolución de las estafas perpetradas por estos medios, pasando de las llamadas hechas por personas,con líneas de guiones quirúrgicamente elaborados, hasta la aplicación de Inteligencia Artificial en usos distópicos y escalofriantes.Otra forma de entender esta pieza audiovisual, dirigida por uno de los exempleados del CDG y el documentalista Adam Bhala Lough, y cuyas imágenes inestables recuerdan las grabaciones familiares íntimas, es que la posibilidad de acumulación de riqueza del capitalismo se puede desarrollar incluso en un escenario que parece apocalíptico: un centro de llamadas donde los empleados son en su gran mayoría exconvictos, drogadictos, alcohólicos.La historia comienza en el 2001 cuando Sam Lipman-Stern, un adolescente que después de abandonar la escuela, a falta de opciones que agarrar, consigue un puesto de trabajo en la empresa de telemarketing del CDG.Allí, y luego de que un amigo le regalara una cámara de vídeo, Sam, que apenas tenía 16 años, decide inocentemente documentar todo lo que pasaba en su lugar de trabajo; quizá como una forma de romper ese loop de comportamiento que hace que todo lo que se vive en los call centers del siglo XXI sea demasiado repetitivo.Por supuesto, uno de los requerimientos —no declarados— para trabajar como telemarketer en el CDG (como en todos los call centers del mundo) consistía en adoptar un cuasiautomatismo, una rendición de la subjetividad para focalizar la energía en la repetición de frases que simulan cualquier cosa que se parezca a una conversación para hacer que los interlocutores de los telemarketers aceptaran sonriendo donar una cantidad determinada de dinero a cambio de calcomanías.No obstante, en este espacio de trabajo, muchas veces los condicionamientos quedaban suspendidos debido al tipo de personas que trabajaban allí: “exconvictos”, alcohólicos, drogadictos, adolescentes sin posibilidad de ingresar a la educación superior y todo tipo de personas consideradas por los estándares corporativos no aptas para el trabajo “normal”.Sam, junto con otros compañeros de trabajo como Patrick J. Pespas, un adicto a la heroína, y quien posteriormente se convertiría en el mejor amigo y socio de Sam en la epopeya de develar el entramado de corrupción en su lugar de trabajo, pasan sus días laborales realizando fiestas, competiciones absurdas, tatuajes improvisados y cualquier tipo de estupidez que les permitiera liberarse de la insoportable monotonía (tal vez por eso muchos call centers en la actualidad utilizan tácticas de reclutamiento prometiendo paraísos divertidos con entornos laborales cool pero nunca hablando de mejorar los salarios y las condiciones laborales de sus autómatas).Esto se le ve y se le escucha decir a Pespas durante una llamada a un cliente mientras sus compañeros realizan a su alrededor una serie de bromas.Para los gerentes, directores y cabezas del lugar ninguna de las conductas y comportamientos que Sam registraba abiertamente con su cámara en el lugar de trabajo tenían importancia. No había, en términos generales, normas o patrones de comportamiento.Lo único que se le exigía a cada uno de los trabajadores era que cumplieran con las cuotas de recaudo al final del día. “Era un lugar divertido para estar”, recuerda un ex gerente de la oficina de CDG. “Era como si fueras a un gran picnic todos los putos días” (esto es un factor común en el posfordismo: la construcción de entornos laborales flexibles, cuyos espacios son producidos para simular parques de diversiones donde lo que importa es la productividad de los empleados, no tanto lo que hacen y lo que consumen para hacerlo).La lección del documental TelemarketersLa escena clave del documental sucede cuando Sam y Pespas están en un auto en lo que pareciera ser un parqueadero de un centro comercial.Ambos hablan sobre el trabajo y, justo ahí, Pat Pespas, el más implacable y el mejor trabajador del CDG, “la leyenda del telemarketing”, dice: “lo que hacemos es llamar a la gente y les quitamos el dinero”.En ese momento ocurre un despertar. Sobre todo para Sam, cuya inocencia juvenil la necesidad de dinero lo llevan a vivir una fantasía incapaz de ver el entramado siniestro que existe detrás de cada llamada hecha para pedir donaciones en nombre de otras instituciones. Por otro lado, Pespas, el más veterano, intuía desde hace tiempo lo que sucedía. Sin embargo, no podía reaccionar producto de una parálisis causada tanto por el temor a perder el ingreso que daba sustento a su hogar, como al distanciamiento de la realidad generado por el consumo prolongado de alcohol y heroína.Ambas situaciones mantenían la barrera invisible que le impedía pensar y actuar más allá de lo que el sistema le planteó: ¿quién más va a contratar a un pobre yonqui sin educación?Los dos amigos emprenden un viaje para develar los oscuros secretos detrás de la supuesta caridad y descubrir quiénes eran los beneficiarios reales de estos millonarios recaudos y a dónde iban a parar las increíbles sumas de dinero recolectadas mediante esas juguetonas llamadas.Así, Sam y Pespas, “idean un plan para derribar a su empleador desde adentro de la compañía” (inside job) y comienzan a registrar no solo las jornadas laborales, sino también las interacciones con colegas y líderes de la oficina para encontrar pistas que les permitan determinar cómo funciona el área gris legal de la recaudación de fondos del centro de llamadas.Esos videos que muestran un lugar de trabajo anárquico se convirtieron en el material que daría vida a Telemarketers.Veinte años después, y luego de abandonar tanto su trabajo como el objetivo de exponer el funcionamiento de la industria, Sam y Pespas se reúnen nuevamente para retomar la investigación y deciden ir tras los rastros de sus excompañeros, pero esta vez van un poco más allá: hablando con periodistas, investigadores y políticos que tienen el mismo objetivo que ellos.Las revelaciones son escandalosas. Más allá de todas las mentiras, el mal comportamiento y la manipulación despiadada del modelo de recaudación de fondos supuestamente sin fines de lucro, donde el CDG se quedaba con el 90% del dinero recaudado, la serie documental nos abre la ventana para pensar cómo un modelo de negocio se alimenta, por un lado, de la “bondad” de los donantes, y por otro, de la falta de esperanza de una gran porción de la sociedad que solo tiene como única opción laboral posible los centros de llamadas.En un sistema social que reduce las oportunidades dignas para las personas que viven en los márgenes de la precariedad (si vivir en el corazón de la precariedad ya es complicado, imaginen entonces lo que sería vivir en su margen, la frontera, aceptando lo que queda, sus residuos).Telemarketers es la evidencia de que existe más bien en un lugar tan siniestro y demoníaco como el call center donde trabajaban Sam y Pespas, un espacio repleto de “seres vulgares”, que en espacios laborales donde se supone que las personas que trabajan allí están para hacer el bien y servir a la comunidad (¿La policía? ¿El senado? ¿Las ONG 's? ¿La empresa privada?).Para muchos la visión del mal se encuentra siempre afuera de “nosotros”, en el “otro”. Pero la malévola ominosidad, el verdadero diablo, está más cerca de lo que se piensa: siendo impecablemente amable, cuidadosamente bien vestido, empalagosamente agradable y mojigatamente religioso (como uno de los hermanos dueños del CDG, que estaba en una horrible banda de rock cristiano o su hermano, quien se movía en la alta sociedad de la mano de políticos y empresarios).Como diría Patrick J. Pespas (extrabajor del CDG, “drogadicto”, “alcohólico” y, a los ojos de muchos, un yonqui perezoso) de manera irónica: “pensé que el disfuncional era yo, pero ahora me doy cuenta que no”.***
Murió Juan Brujo, el vocalista del grupo Brujería. La banda dio a conocer el fallecimiento en sus redes sociales. El músico fue víctima de un ataque al corazón la madrugada del pasado lunes 16 de septiembre. Tenía 61 años. "Ha partido hacia el Panteón, el mero mero, el más chingón, ¡Juan Brujo! Y ahora, ¿Quién nos va a ayudar?", decía la publicación. "Es con profundo dolor que debemos anunciar la partida de nuestro líder Juan Brujo en el día de hoy. Juan sufrió un ataque al corazón en la madrugada de este lunes, después de un día libre de la actual gira Mexorcista en Saint Clairsville, Ohio. Rápidamente fue llevado al hospital más cercano en Wheeling, West Virginia por los servicios de emergencia, pero, a pesar de los grandes esfuerzos del equipo médico, falleció esta mañana. Su familia, amigos y compañeros de banda están devastados y desean llevar su luto en privado, agradeciendo el cariño y apoyo de los fans. El Brujo ha muerto, ¡que viva el Brujo!"Alrededor de Juan Brujo se cuentan muchísimas leyendas urbanas que él mismo fomenta, de acuerdo con La Izquierda Diario. Una de ellas sería sobre una visita que realizó a su casa el FBI debido al asesinato simbólico de Trump que Brujería llevó a cabo en una presentación cuando el político republicano aún era presidente.Sobre ello, Brujo mencionó en una entrevista que, discutiendo con los Federales gringos en esa ocasión; él les preguntó si Trump había escuchado sus canciones y visto el video del show, a lo que los oficiales respondieron que sí: “Qué bueno que las escuchó ─Trump- para que aprenda que hay odio contra el hijo de puta”.¿Quiénes son Brujería?Brujería se formó en Los Ángeles en 1989. Sus miembros han pertenecido a otras bandas como Faith No More, Fear Factory, Napalm Death, Sadistic Intent, Nile, Acheron, Dimmu Borgir, Carcass, Witchery, The Haunted, Cradle of Filth y At the Gates, y han sido parte de Brujería como un proyecto alterno a sus bandas originales. Fue polémica la portada de su primer disco, Matando Güeros (1993), en la que se veía una cabeza medio quemada y una mano sosteniéndola del pelo. La imagen de esta cabeza se convertiría en un emblema de la banda, transfigurándola en su mascota conocida como Coco Loco, al estilo de Eddie, de Iron Maiden. El concepto principal de la banda fue inspirado por una historia que horrorizó a México y al mundo el 11 de abril de 1989 en el Rancho Santa Elena, en Matamoros, donde narcotraficantes realizaban ritos relacionados con la religión Palo Mayombe para que su actividad ilícita pasara inadvertida por las autoridades, con sacrificios humanos en ritos y misas negras,de acuerdo con Milenio.
We Live in Time es la más reciente película de A24. Protagonizada por Florence Pugh y Andrew Garfield, la película está programada para estrenarse en Colombia el 7 de noviembre del 2024. Desde que se estrenó el trailer de esta historia, el 10 de julio, esta historia ha dado mucho de qué hablar. No solo porque se viralizó una de las fotos de la película en la que sale un caballo muy gracioso (seguramente ya lo han visto), sino porque es un drama romántico que promete dejar a toda la audiencia en lágrimas. We Live in Time, dirigida por John Crowley (Brooklyn) y escrita por Nick Payne (Wanderlust), se estrenó en el Festival de Cine Internacional de Toronto el 6 de septiembre del 2024. En una entrevista con British Vogue, Pugh dijo: "Ver esta película me hace querer ser activo en mis decisiones y realmente vivir (...) Estuve pasando por muchas cosas raras con las relaciones el año pasado y creo que parte de esta historia es no ser pasivo, no dejar que las cosas te invadan". Trailer oficial de 'We Live in Time'¿De qué trata 'We Live in Time'?Almut (Pugh) y Tobias (Garfield) se conocen de la manera más inesperada de todas. Empiezan una relación, se enamoran y construyen una familia. En algún momento de sus vidas, ambos se enteran de una muy mala noticia que empieza a jugar en contra a la estabilidad como pareja y familiar que han creado. "Mientras se embarcan en un camino desafiado por los límites del tiempo, aprenden a apreciar cada momento del camino poco convencional que ha tomado su historia de amor", se lee en la sinopsis oficial de A24. La película se estrenará para todo público en Estados Unidos el 11 de octubre de este año. Sin embargo, con las primeras votaciones, We Live in Time tiene una calificación de IMDb de 7,8 y en Rotten Tomatoes un 85%. ***Les recomendamos leer: We Live In Time: ¿De dónde nació el meme del caballo en la película?
Durante el proceso del juicio de Sean "Diddy" Combs por conspiración para extorsionar, tráfico sexual por fuerza, fraude o coerción y transporte para ejercer la prostitución, se dio a conocer la noticia de que una docuserie sobre el rapero está en proceso. Detrás del proyecto está el canal de Warner Bros., Investigation Discovery, y la productora de Quiet on Set, Maxine Productions. La docuserie, que todavía no tiene nombre, explorará “las acusaciones de comportamiento violento y actividad ilegal que han perseguido al magnate de la música", asegura el comunicado de prensa. "A medida que surgen relatos de agresión sexual, comportamientos abusivos y otras afirmaciones inquietantes, el documental rastrea la historia de este autoproclamado chico malo, desentrañando acusaciones de un patrón de depravación”, agrega. El proyecto incluirá entrevistas con las presuntas víctimas, informes a profundidad de la revista Rolling Stone y material de archivo. ¿En qué va el juicio de Sean "Diddy" Combs? Después de que fuera detenido por las autoridades, Sean "Diddy" Combs se presentó a su audiencia el 17 de septiembre del 2024. El rapero, que tiene varias denuncias a nombre de diferentes mujeres, se declaró "no culpable" frente a estas acusaciones. Aunque el abogado de Diddy pidió que el artista pudiera salir bajo fianza durante el proceso del juicio, tanto los fiscales como la jueza a cargo estuvieron de acuerdo en que Sean Combs siguiera detenido. Sin embargo, la mañana siguiente al juicio, el rapero apeló la decisión de la jueza. En el documento se asegura que Diddy "no representa un riesgo de fuga ni de peligro para nadie en la comunidad". Además, se compromete a una larga lista de cosas: restringir las visitas de mujeres en su residencia, someterse a pruebas semanales, entregar su pasaporte, no salir de viaje y pagar una suma de $50 millones de dólares por la fianza. Debido a esto, hay una audiencia de apelación el 18 de septiembre en horas de la tarde. ***Les recomendamos leer: Sean "Diddy" Combs: ¿cuáles son los tres delitos por los que fue acusado el rapero?