Carlos "Cuco" Rojas, director y arpista de la orquesta Cimarrón falleció en Bogotá el pasado 10 de enero a causa de una afección cardíaca, según un comunicado emitido por el grupo.
Carlos Rojas Hernández deja una huella imborrable en la historia de la música colombiana, con su nombre en decenas de producciones discográficas como intérprete, productor, arreglista y compositor. Bajo su dirección, el joropo llegó por primera vez a los Grammy Anglo en la categoría Mejor Álbum de Músicas del Mundo. Frente a Cimarrón, el Maestro llevó el joropo a los más grandes festivales de música del planeta y las salas más reconocidas de Asia, África, Europa y Norteamérica, cómo el Festival Mawazine de Marruecos, el Rainforest World Music Festival de Malasia, el Gran Teatro Nacional de China, la sala Musashino Concert Hall de Japón, el Rajasthan World Music Festival de la India, el Newport Folk Festival, American Folk Festival, Lowell Folk Festival, San Francisco International World Music Festival, Kennedy Center de Washington.
Nació en San Martín, Meta, y su infancia transcurrió entre la interpretación de la música de su pueblo y las manifestaciones culturales sanmartineras que forjaron en él una visión única de sus propias raíces hasta llevarlas a los rincones más lejanos del planeta. En su último año de vida, recibió en nombre de Cimarrón el premio Independent Music Awards de Nueva York al Mejor Instrumental por la pieza de su autoría, Zumbajam.
En 1982, tocó para el escritor Gabriel García Márquez y ante la Reina de Suecia durante la entrega del Premio Nobel de Literatura. Sus aportes académicos se han convertido en referencia en el estudio del joropo y la música llanera en Colombia y Venezuela. Su característico estilo musical en el arpa marcó un hito en el género e influyó en las nuevas técnicas de los intérpretes de cuerdas tradicionales a nivel mundial.
Cimarrón es una de esas agrupaciones que ha pisado más tarimas internacionales que en su propio país. Y no es porque así lo haya planeado, sino porque su sonido ha cautivado al público extranjero, que encuentra en su música una propuesta sonora que seduce y en la que no solo la música es la protagonista sino las historias que hay detrás de nuestra herencia cultural. Su base está en los sonidos de los llanos orientales colombianos pero mezclados con muchos ritmos en una constante investigación que les ha permite crear una propuesta propia.
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Cimarrón propone una travesía ancestral en su álbum ‘Orinoco’
Orinoco es el nombre del más reciente álbum del grupo. El disco es la maduración de un periodo acústico y estético de Cimarrón, en el que le dan vía libre a la improvisación del jazz sin descuidar su objetivo principal: presentar los elementos de la cultura del Orinoco. Desde lo más crudo de la música llanera, a punta de bandola, cuatro, contrabajo y maracas hasta una sutil experimentación electrónica. Son melodías raizales con una profunda conexión con los cantos indígenas y que reafirman con orgullo cuatro siglos de tradición ganadera. Fue uno de los mejores discos de 2019 según Shock.