En varias oportunidades, la industria musical ha tomado acción contra formatos que, para ella, representaban una amenaza. Así fue con la piratería en internet, y ya sabemos cómo terminó eso. Pero hubo una ocasión en la que la música se fue contra los casetes en una campaña llamada Home Taping is Killing Music.
A comienzos de los 80, con el aumento en la popularidad del casete, la British Phonographic Industry (BPI) temía que la gente, al ser capaz de grabar música de la radio en casetes, no volviera a comprar discos.
El 28 de octubre de 1981, el presidente de la Industria Fonográfica Británica (BPI), Chris Wright, reveló un eslogan llamado "La grabación en casa está matando la música, y es ilegal". Billboard informa que este lanzamiento fue precedido por una campaña publicitaria contra las grabaciones en el Reino Unido ("Home Grabing is Wiping Out Music") respaldada por artistas como Debbie Harry, Gary Numan y Elton John.
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Wright también quería un impuesto sobre las cintas vírgenes para generar ingresos para que las discográficas pudieran recuperar las supuestas regalías perdidas,
El punk fue el principal enemigo de la campaña
El conocido musico y manager Malcolm McLaren lanzó el sencillo C-30 C-60 C-90 Go de Bow Wow Wow con una cara B en blanco que instaba a la gente a grabar su propia música. EMI rápidamente abandonó la banda, según
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The Dead Kennedys repitió la idea con In God We Trust, Inc. En el casete se leía: ""¡La grabación casera está acabando con las ganancias de la industria discográfica!. Dejamos este lado en blanco para que puedas ayudar".
A medida que avanzaron los años 80, la histeria de la infracción de derechos de autor finalmente se calmó y los CDs reemplazaron gradualmente a los casetes. Pero sin duda, la campaña Home Taping Is Killing Music pasó a la historia por ser uno de muchos intentos fallidos por controlar la creación musical.