La terapia existencial Sampha: una charla sobre el tiempo, la familia y la ciencia de volar

Sampha Lahai Sisay pertenece a la categoría de artistas que parecen abstraídos del tiempo, la presión de la industria y la economía de la atención.

Quizá por esa capacidad de abstracción es que cuando canta suena como una sesión de terapia emocional. Quizá por eso mismo es que, a pesar de su ingenio y profundidad, su nombre ha aparecido más como acompañante de otros proyectos que en primer plano.

La lista de personajes que lo buscan para colaborar podría ser la lista de headliners de un Coachella. Fácil. Probablemente, uno muy cargado e imposible de pagar. Kendrick Lamar, Drake, Frank Ocean, Travis Scott, Kanye West y Solange son algunos de ellos.

En solitario, Sampha publicó sus primeros dos EP entre 2010 y 2013 (Sundanza y Dual). Pero su primer pico de popularidad global lo alcanzó en 2011 como coequipero en el álbum debut del productor Aaron Jerome, mejor conocido como Sbtrkt.

2017, año en el que lanzó su primer álbum, Process, pudo ser el momento en el que Sampha, que nació y creció en el sur de Londres pero cuyos padres son de Sierra Leona, pusiera en el centro de todo su carrera como solista. La crítica lo encumbró, como era debido. Fue una joya.

Pero de nuevo: Sampha duda del tiempo. Sus preocupaciones son los detalles en la música o su vida como padre, por ejemplo.

Tardó 6 años en lanzar un su segundo álbum y acá está, entre nosotros, Lahai. No solo el disco, también él, atendiéndonos en una entrevista por zoom: hablando con una serenidad envidiable sobre el significado de Lahai (segundo nombre de Sampha y el nombre de su abuelo), sobre ser padre y cómo su hija le enseñó a ser paciente, sobre la conexión, sobre el tiempo y sobre la ciencia detrás de volar.

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–Bro, Sampha, bro, despierta.

Así empieza la primera canción del álbum, Stereo Color Cloud. Es una introducción que establece el universo de Lahai y las preguntas que aparecerán en los 14 cortes que lo componen.

“Surgió de una improvisación que comenzó conmigo enviando algunos instrumentos MIDI a un piano acústico. Esta canción se siente como un sueño.

De alguna manera, establece el álbum en este mundo onírico impresionista donde, por alguna razón, no puedo dejar de pensar en el tiempo y no puedo dejar de pensar en el amor, en las relaciones”, cuenta Sampha.

En la canción los pensamientos aparecen como disparos. Tiene la percusión gruesa y el ritmo del jungle, pero contrasta con la serenidad R&B en la voz de Sampha.

“Los árboles hablan”, “El tiempo vuela”, dice el tema. El espacio se desdibuja: “el bosque en las nubes”.

Sampha trata de desbaratar y descifrar el mundo que lo rodea a través de la música y nos avisa de entrada con una sobrecarga de información dispersa.

En Spirit 2.0, la canción más popular del disco y una de las primeras que escribió, explora en forma y texto su pasado. Es una forma de terapia para él y nos la transmite.

En esa misma línea también aparece la canción Jonathan L Seagull, inspirada en la novela del escritor norteamericano Richard Bach.

“Esta canción tiene una pregunta principal: ¿qué tan alto puede volar un pájaro? Y se trata de encontrar a Jonathan Livingston Seagull [Juan Salvador Gaviota], un pájaro obsesionado con volar y zambullirse y alcanzar nuevas alturas y obsesionado con la práctica y laidea de perfección.

Gran parte del álbum se trata de memoria de una manera abstracta.

Este fue un libro que mi hermano solía leerme a la hora de dormir. Y ahora yo leo cuentos antes de dormir, así que creo que por eso me acordé de este libro cuando estaba escribiendo.

Siento que también es sobre la conexión, sobre cómo dos personas pueden pasar por lo mismo, sentirse de manera diferente de muchas maneras diferentes. Supongo que también se trata de la sensación de volar”.

Puede que Sampha tenga las mismas obsesiones: volar, la perfección, la práctica.

Hasta este álbum no había trabajado mucho con otros artistas en su proyecto personal. Pero quizá por sus reflexiones sobre la conexión, en Lahai invitó a una larga lista de músicos.

Entre ellos, Morgan Simpson de Black Midi, Ibeyi y El Guincho, con quien escribió la canción Only.

“Él estaba en la batería y yo hice el piano e hicimos los arreglos de Only juntos. Esta canción trata de que a veces siento que puedo tener mi propio camino en la vida y otras veces puedo dejar que otras personas me guíen y puedo ser ingenuo sobre cómo me están guiando. Es solo una canción sobre ser seguro de ti mismo al mismo tiempo que es sobre la conexión siendo honesto y sintiéndote bien.

Y también fue un poco sobre el equilibrio, el hecho de que estamos constantemente en un estado persiguiendo llegar a lo alto, siempre queriendo lo mejor, siempre queriendo que las cosas se sientan…Como que la vida siempre tiene que estar en un punto alto, pero creo que hay un reconocimiento de que quiero tratar de encontrar un poco de equilibrio”.

Hay muchas otras piezas en esa ráfaga de preguntas que atraviesa Sampha en su búsqueda por el equilibrio.
Cuando canta parece que las atravesara flotando.

Acá nos cuenta también sobre sus inquietudes sobre volar, las conexión familiar y el universo visual que lo llevó, además, a dirigir por primera vez el cortometraje que acompañó el disco, LAHAI: Time Travels Memories.

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Pintar una imagen con la música

Para mí la música y las imágenes siempre han estado vinculadas. Cuando hago música tengo una película o algún tipo de visual o alguna proyección o libros de fotografía en segundo plano.

Cuando estoy escribiendo siempre trato de pintar una imagen o, de alguna manera, crear un ambiente visual. 

Es muy natural para mí.

Y dirigir ha sido un aprendizaje. Aprendí mucho sobre lo que se necesita para plasmar tus ideas y cuánto tienes que resolver para ser la motivación y asegurarte de obtener lo que quieres.

Afortunadamente, co-dirigí con un gran director llamado Caleb Femi, que realmente me ayudó en este proceso de convertir esa especie de abstracción que tenía. Creo que definitivamente hay una poesía en el cine y poesía en la música, y es genial poder casar las dos.

Las referencias visuales

Está Liz Johnson Artur, una fotógrafa que amo. Definitivamente, la película Roma. Y luego está una película llamada Touki Bouki.

He visto mucho también el trabajo de Kahlil Joseph, que es definitivamente una influencia. Y Solange como directora. Hay muchas influencias y muchas referencias, como Odisea del espacio o mucho de Sun Ra.

En términos de estilo, Lahai suena, especialmente, como Sun Ra. Pero trato de crear música que tenga un mundo sónico muy cohesionado.

Eso hace que, sin imaginar la música en mi cabeza, vea algunas de estas imágenes: veo una textura similar.

Viendo una película como Roma, definitivamente, hay algunas escenas que siento que encajarían perfectamente con mi música.

La música con la que crecí

La principal influencia mientras crecía era la música que sonaba en mi casa. Tenía 4 hermanos más. Era punk, soul, house. Mis padres escuchaban música africana, pero mi papá escuchaba todo tipo de música; música clásica y música pop.

Y, en segundo lugar, estaba la música que sonaba en la televisión, como MTV.

Mis primeros recuerdos eran de Nirvana, Prodigy, Wu Tang Clan, Jay Z y Biggie. Tenía mucha música en mi casa.

A medida que crecí encontré muchos géneros, como el grime cuando era adolescente, que es un género basado en Londres, y estaba escuchando jungle y drum and bass.

Luego descubrí muchos artistas, entré ellos la escena de Los Ángeles; a Flying Lotus, Hudson Mohawk y Aphex Twin. Básicamente, había mucha música a mi alrededor. Probablemente lo escuches en la música que hago también.

La producción de Lahai

Probé algunas cosas nuevas en este disco y también hice cosas similares a Process. Compré sintetizadores y cajas de ritmos, nuevos equipos de tecnología musical. Estaba experimentando con instrumentos controlados acústicamente: instrumentos acústicos que pueden ser controlados a través de controladores MIDI.

Así que tenía un tipo de batería robótica programando secuencias MIDI para golpear un tambor, pero lo estaba controlando a través de mi computadora o una caja de ritmos, creando algunas secuencias y enviándolas a un piano acústico. Fue interesante. Probé nuevas técnicas de producción en este disco para darle una sensación interesante de electrónica acústica.

Y en este disco, definitivamente, colaboré mucho más con músicos también. Arreglé cuerdas con Owen Pallett, por ejemplo, lo cual no hice en Process.

Ser padre

Creo que tener una hija me ayudó cuando estaba en el estudio.

A veces veía problemas que, al convertirme en padre, de repente, pude ser un poco más paciente y resolverlos. Te enseña a no preocuparte tanto por los resultados. Mi paciencia tuvo que crecer mucho al ser padre, al tratar de entender a una niña que su razonamiento es completamente diferente al mío.

Está ese lado de las cosas y a veces es una inspiración.

Pero es difícil realmente poder decirte exactamente porque ahora es tan natural para mí. Es difícil recordar cómo era no tener una hija.

La herencia familiar

Estaba pensando mucho en la conexión en este álbum.

Las raíces de este trabajo provienen del hecho de que puedes tener miedo existencial debido a tu propia finitud. Así que sientes que estás solo: una vez que mueras, eso es todo.

Era todo acerca de mí y ya se ha ido. Pero creo que tener una hija me ayudó a sentir que soy parte de una cadena.

No sé a dónde lleva esta cadena, pero me ayudó a reconocer lo importante que es mantener esa conexión con otras personas. Y cada vez es más difícil hacerlo en el mundo en el que nos encontramos.

Simplemente por la tecnología: la gente vive más lejos entre sí, pero también está más involucrada en el mundo digital.

Así que creo que la música fue un lugar para mí para expresar y para descubrir qué significa la familia y la conexión y por qué es importante.

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Hace un tiempo cubrimos un evento de Sampha en vivo en Afropunk Brooklyn. Acá hablamos de eso.