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Bienvenidos a Tinder: introducción al mundo de las citas a ciegas 2.0

“Tinder es para el resto del mundo, los que no saben qué demonios quieren". Justin Mateen, cofundador de Tinder.

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Me fui en la tarea de descubrir el éxito de Tinder, conocer el tipo de hombres que frecuentan la aplicación, hablar con varios de los que encontraron el amor e investigar las cifras que hacen que los likes en la aplicación se muevan mil millones de veces al día.

Por: Johana Arroyave @JohanaArroyave Foto: Getty

Hace cuatro años dos californianos crearon la aplicación más famosa para conocer el amor o para hacer el amor. Todavía no está muy claro el uso que se le debe dar, así que dejémoslo en que es una manera fácil de conocer gente de manera virtual. Por lo menos así se definió la aplicación en su página web según su cofundador, Justin Mateen: “La diferencia entre Tinder y otros sitios es que varios de ellos son para las personas que están buscando una pareja seria y nuestra app es para el resto del mundo, los que no saben qué demonios quieren”.

Después de los mitos y leyendas que cuenta la gente alrededor de la aplicación, quise involucrarme un poco más en el mundo tinderiano y conocer el modus operandi de los manes que usan la aplicación. No fue difícil dividirlos por nombres y estereotipos, ni su manera tan predecible de empezar una conversación después de un match, así que estas son las categorías que encontré.

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El poeta

No sé de dónde se le ocurrió, pero creyó que la mejor manera de conquistar a una mujer era enviando poemas. No sé si alguna cae o todas saldrán corriendo.

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580013_Kill Your Darlings: En 1944, el poeta en ciernes Allen Ginsberg cae bajo el hechizo de su compañero de clase en Columbia, Lucien Carr, quien lo introduce en un emergente movimiento literario conocido como Beat. Esta película protagonizada por Daniel Radcliffe se estrena en Netflix el 1 de septiembre.
Kill Your Darlings: En 1944, el poeta en ciernes Allen Ginsberg cae bajo el hechizo de su compañero de clase en Columbia, Lucien Carr, quien lo introduce en un emergente movimiento literario conocido como Beat. Esta película protagonizada por Daniel Radcliffe se estrena en Netflix el 1 de septiembre.

El creativo

Si van a conquistar con frases mañé procuren no violar los derechos de autor y, mucho menos, usar frases de rancheras.

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¿El chistoso?

Si hay hombres básicos son este tipo de personajes. El humor como mecanismo de conquista tiene que ser un poco más fino.

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El stalker miedoso.

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¿Insta qué? ¿Salir? ¿A lo bien?

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El que va al grano.

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Este se merece un aplauso. Sin rodeos, al grano y quien tiene muy claro para qué fue creado Tinder.

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El intenso

Chicos, no dejen la dignidad en un mensaje, por favor.

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A veces no me queda claro si es un método de conquista oficial o les dieron un manual que cargan debajo del brazo desde que nacieron. Pero no creo que muchas mujeres en sus cinco sentidos caigan redonditas frente a palabras tan clichés. (Manual para Dummies: Cómo caerle a una vieja que acaba de conocer) Por otro lado, ¿en serio creen que pueden conquistar a una mujer poniendo como foto de perfil la imagen que tienen con la novia o una donde salen con guantes engrasados y comiendo pollo? O la mejor, ¿con una mascarilla de pepinos en la cara? Chicos, ayúdense un poquito.

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Hace varios días hablaba con amigos sobre la aplicación. Muchos se quejaban porque conseguían un match cada 15 días y otros porque varias mujeres con las que salieron eran unas vendehumo, otras que desaparecieron luego de verse y algunas que no llegaron a la cita. ¿Será que las mujeres nos estamos volviendo los niños de la relación?

En un mundo paralelo, en el que dejemos la morronguería y empecemos a ser más liberales y menos pragmáticas, la conquista dejará de ser una serie de conversaciones básicas en las que el hombre, como un pavo real, saca sus plumas de colores y empieza a mostrarlas; mientras que la mujer, como quien no quiere la cosa, se hace la difícil y responde con una risa cuasi nerviosa. En un mundo donde dejemos el qué dirán de lado, pasará públicamente lo que dejemos en las sábanas.

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Algo así como lo que pasa con Tinderella, esa princesa que se levantó del suelo, se quitó la corona, trabajó fuertemente para comprar vestidos y tacones, y dejó al príncipe azul acostadito en la cama después de un buen, o quizá, mal polvo.

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