"Kamala is Brat" fue el mensaje que empezó todo. El 21 de julio se anunció que Joe Biden no iba a seguir en la contienda presidencial. El actual mandatario le dio su respaldo a Kamala Harris, su vicepresidenta. Ante esto, la cantante británica Charlie XCX , escribió el ya viral mensaje en X (Twitter). ¿Qué es Brat?Brat es el nombre del más reciente álbum de Charlie XCX que ha sido un éxito en redes sociales, gracias a su portada muy fácil de adaptar que se ha convertido en un meme (hay una plantilla) para que cualquier persona haga su versión con cualquier texto que quiera). ¿Qué es realmente ser Brat? La palabra traduce algo similar a "malcriado" o "mocoso", pero no es precisamente esta la definición. De acuerdo a la explicación de XCX en TikTok, brat es "Esa chica que es un poco desordenada y le gusta la fiesta, y tal vez a veces dice tonterías, que se siente ella misma pero luego tal vez también tiene una crisis nerviosa pero se divierte. Es muy honesto; Es muy contundente, un poco volátil, hace cosas tontas, pero es como un "brat". Eres un "brat". Eso es "brat".La vicepresidenta tomó nota y también se ha apropiado de la particular estética del álbum en algunas de sus publicaciones. ¿Qué tan Brat es Kamala? Ser "brat" no es un "checklist" de lo que se debe o no hacer, sino una actitud ante la vida. En palabras de Shirley Li en The Atlantic, "la escencia de Brat no es definir a las personas como tal: es ser provocador y vulnerable, una cualidad que Charlie XCX quizás vea en Harris y su campaña". "Si bien los rasgos de brat no necesariamente encajan con su personalidad pública, la tendencia aún podría ser efectiva para su campaña, ya que a muchos votantes les gusta imaginar las vidas privadas y las personalidades de los políticos al evaluar a un candidato al que apoyar", opina Caroline Leicht en The Conversation. “La inmediatez y la necesidad de exposición que nos han traído las redes sociales convierten a los memes en una herramienta perfecta para parecer –o ser– astutos en medio de la viralidad”, nos dice Isabel González, especialista en marketing político.“Compartir memes nos hace ver actualizados, enterados. Ponerlos en nuestras redes o grupos de Whatsapp nos hace sentir que estamos haciendo parte de algo importante y no nos estamos quedando cruzados de brazos”, opina Isabel. Y con los ‘likes’, obtenemos una recompensa social."Creo que Charlie XCX le hizo un gran favor a la campaña de Harris al hacer el meme del verano y el otoño cuando Harris fue anunciada como nominada, dijo a CBS News Abigail de Kosnik, profesora de la Universidad de Berkeley en el centro de nuevos medios. "Brat es un disco increíble, está es todo en TikTok, la gente joven la está usando como banda sonora para muchos memes y ahora es el meme de Kamala Harris. Ahora la campaña tiene el meme y es genial para ellos, porque millones de votantes jóvenes van a asociar a Kamala Harris con uno de los momentos culturales más electrizantes que está sucediendo hoy". Entre todo lo que se ha dicho sobre ser brat, tal vez una cosa en común es que se trata de divertirse y no tomarse a sí mismo muy en serio, algo que la vicepresidenta parece querer hacer, al menos en campaña. ¿Qué tiene que ver Kamala con palmeras y cocos?Además del meme de "Brat" hay otro que ha llamado la atención: el de la palma de coco. Los emojis de coco y palmera hacen referencia a un discurso que Harris pronunció en la Casa Blanca el año pasado en el que citó a su madre hablando sobre las generaciones más jóvenes. En el clip, se ve a Harris riendo mientras cuenta cómo su madre dijo: “¿Crees que te acabas de caer de un cocotero? Existes en el contexto de todo lo que vives y de lo que te precedió”.
Tenía 12 años cuando mis padres decidieron separar sus vidas. Mi papá resistió el trago de la derrota con amor propio y ansiolíticos, y mi mamá, quien quiso marcharse, alquiló un cuarto en una casa marchita cuyo dueño era un hombre alcohólico.Ella dormía en un colchón en el suelo. No tenía muebles ni electrodomésticos. Abandonó la finca con piscina y la ropa cara y la estabilidad económica que mi papá proveía para emanciparse y recuperar el goce existencial. Yo me quedé en la casa paterna. No recuerdo haber tenido voz en la decisión. Fue quizás lo más responsable.En la soledad de una casa de tres pisos, donde la amargura del duelo se había apoderado del ambiente, empecé a buscar formas de contener los pensamientos intrusivos. Por entonces no leía ni dibujaba ni veía series animadas, pero sí tenía un ritual al finalizar las tardes. Con la luz apagada, y el miedo entrando por las costuras de mi ropa, encendía el televisor para ver Reportaje al misterio, un programa del Canal Uno que reconstruye casos judiciales escabrosos casi siempre irresueltos.Mi casa empezó a poblarse de seres con energías siniestras. Bajaba las escaleras con la cabeza enmarañada por la sugestión y sentía que alguien o algo me iba a acechar en el último peldaño. Pero esa es otra historia. La historia que vine a contar es cómo me vinculé afectivamente con un álbum de una banda de punk rock que removió todo lo que era y todo en lo que creía. Haciendo zapping llegué a MTV, que en ese momento bombardeaba al público latinoamericano con pop punk y emo. Era 2004, el año en que vieron la luz hitos como Catalyst de New Found Glory, Three Cheers for Sweet Revenge de My Chemical Romance, Chuck de Sum 41, entre muchos otros.Aunque esta fue la banda sonora de la adolescencia de muchos allegados, y parecía imposible aislarse de su contagio emocional, nunca formaron parte de mi biblioteca sentimental. Algo de su escapismo adolescente, de su excesiva preocupación por las relaciones sexoafectivas, de su devoción por el amor romántico y de su rebeldía de baja intensidad no me cazaba. Esto no lo entendí en la época, sino muchos años después, cuando empecé a revisitar el origen de mis traumas. Aún la música no tenía el poder de afectarme. Todavía la música no llevaba luz a sitios de mi cuerpo a los que nada más llega. No solo se avecinaba un despertar afectivo, sino intelectual, espiritual y político. Mi formación musical fue moldeada por un pequeño local underground ubicado en una feria artesanal, a cinco cuadras de mi colegio, el Colegio Claretiano. Era un colegio pudiente, equipado con canchas de fútbol, piscina y coliseo, ubicado en Bosa, una de las localidades más pobres y violentas de Bogotá. Crecí habitando mundos paralelos. Por la ventana de mi ruta veía trochas consumidas por el abandono en las que robaban con frecuencia a mis compañeros. Caminando por sus calles y plazas conocí la informalidad laboral, la indiferencia humana con los animales, la furia que produce la carencia.Pero también pude percibir hambre de lucha, recursividad y gratitud por la vida. “Las imágenes de lo desconocido exigen nuevas formas”, escribió Rimbaud en mayo de 1871. Necesitaba nuevas herramientas para entender la realidad, para no ser engullido y vomitado por ella.No diré que el local se trataba de un santuario de la música alternativa, porque era en verdad un sitio modesto, sin mucho catálogo musical y con nulo esmero decorativo. Sin embargo, tenía todo lo que nunca vi en MTV. Empecé a perder el bus del colegio con sagrada disciplina para pasar horas revisando, sobre un mostrador de vidrio, estuches de discos clasificados según el género: punk, hardcore, metal, hip-hop. Ajeno a las rígidas divisiones que reinaban en tiempos de tribus urbanas, en los que era inmoral mezclar en la misma estantería álbumes de bandas anarquistas y bandas skate, el estuche de punk mezclaba sin sesgos toda clase de ramificaciones. Esto definiría para siempre mi consumo promiscuo del género.El primer álbum que compré fue The Greatest Songs Ever Written (By Us!) de NOFX, un bombazo enérgico de 61 minutos que me permitió conocer la época dorada de los californianos. Con este álbum descubrí que las vidas dañadas, en toda su capacidad autodestructiva, son capaces de ofrecer una extraña lucidez. Encontré en sus baterías veloces y sus letras satíricas una forma de canalizar mi herida familiar. Demoré algunos días en reponerme emocionalmente y volví al local por más droga. Me inquietó la portada de un disco. No tenía el nombre de la banda. Tampoco el nombre del álbum. Una figura masculina en alto contraste mostraba las manos juntas, en forma de rezo. El telón de fondo era una bandera gringa invertida bañada en colores rojo y negro. Luego sabría que por esos años el movimiento street art estaba en auge global y que esa imagen, una especie de cartel político de protesta, guardaba similitudes con las piezas del artista urbano estadounidense Shepard Fairey que cubrían los muros de Nueva York y denunciaban la vigilancia estatal ilegal a los ciudadanos. En la contraportada, en letras corridas por la impresión defectuosa, leí Bad Religion – The Empire Strikes First.En la soledad de la sala de mi casa puse el disco en el equipo de sonido. Contrario a los álbumes de punk que había escuchado hasta entonces, The Empire Strikes First abre con una pieza instrumental de atmósfera siniestra acompasada por coros gregorianos. ¿Coros celestiales en un disco de punk y, más aún, provenientes de una banda antirreligiosa?No sabía ante qué estaba. Un minuto y nueve segundos de aura misteriosa se quiebran abruptamente con un golpe de adrenalina llamado Sinister Rouge. Nunca había escuchado unas baterías tan rápidas en mi vida, y lo más inquietante: guiadas por la voz principal de Greg Graffin que exuda armonía y unas segundas voces que me elevaron y conectaron con mi espiritualidad dormida. Me dije: no es mío ese presagio de muerte que está alojado en mi cabeza. Proviene del ambiente. No sé dónde poner las cosas viejas, es cierto, pero ese presagio de muerte no me pertenece. Muchas veces he intentado revivir ese instante decisivo poniendo el arranque del álbum en mi sala. El resultado es invariable: las ganas de llorar me recorren el pecho, se emplazan en la garganta, y quedo abatido en el sofá por algunos minutos. El día que deje de sentirlo habrá fenecido una parte de mi juventud. Tal vez la más valiosa. La que mostró qué hay después del dolor."Sin Bad Religion, el punk rock sería otra cosa"Quienes solo alojan en su memoria un recuerdo lejano de Bad Religion, ya sea por la enorme difusión mediática que tuvo el himno American Jesus (1993) o la aparición de You (1989) en el videojuego Pro Skater 2 de Tony Hawk, tienen que saber esto: cuando los seguidores del punk a finales de los años ochenta comenzaron a aceptar que la fórmula se había agotado, la inesperada fusión de melodías, armonías y letras filosóficas de Bad Religion devolvió fuego al género.Sin su álbum Suffer (1988), Epitaph Records, el emblemático sello discográfico alternativo, nunca habría despegado. Sin Epitaph, Pennywise, NOFX, Rancid y The Offspring no habrían impactado con tal fuerza a la juventud global. Y sin esos grupos, el estallido punk del año 1994 no se habría producido. Por ende, no se habría celebrado el festival Vans Warped Tour en 1995 ni la cadena de tiendas Hot Topic se habría popularizado.Si el punk no hubiese hecho metamorfosis hacia lo comercial, todos los grupos que vendrían después, desde Jimmy Eat World hasta Fall Out Boy, desde Against Me! hasta Joyce Manor, habrían tenido unas trayectorias muy distintas. Dicho en otras palabras: sin Bad Religion, el panorama actual del punk rock sería otra cosa. Para entender el concepto de The Empire Strikes First, el decimotercer álbum de la agrupación nacida en Los Ángeles, California, debemos remontarnos al 20 de marzo de 2003, el día en que el gobierno de Estados Unidos atacó el palacio presidencial de Bagdad, Irak. George W. Bush, presidente del país y comandante en jefe de la operación, justificó la ofensiva declarando que era necesario eliminar las armas de destrucción masiva iraquíes, poniendo como antecedente los atentados del 11 de septiembre. Las bombas empezaron a llover sobre Bagdad, mientras hombres, mujeres, niños y animales conciliaban el sueño, a pesar de que Irak no había tenido nada que ver en el plan liderado por Osama Bin Laden. Escudado en esta ficción, el imperio penetró y construyó un reducto con petróleo en Oriente Medio.Los integrantes de Bad Religion eran parte de los ciudadanos indignados con la actuación de su gobierno. En ese momento, cuestionar las decisiones de la nación y manifestarlo públicamente era especialmente arduo: después del 11-S, todo acto de protesta se percibía como un gesto antipatriótico. A pesar de que las letras de la banda solían tener un carácter introspectivo, filosófico y sociológico, esta vez optaron por hacer un disco de actualidad, inspirado por la invasión brutal e innecesaria de Estados Unidos a Irak. En vísperas de las elecciones presidenciales de 2004, Bad Religion apostó todo para que Bush no fuera reelegido. Tras unos comicios recordados por las irregularidades en Ohio, el hombre incapaz de rememorar un libro que lo hubiera marcado fue reelegido.Este disco, por otro lado, representa un hito en la experimentación sonora de los californianos. En los años noventa, sus experimentos solían desembocar en temas más lentos y sutiles, amarrados a la sensibilidad del country, del folk y del rock alternativo. La primera vez que la banda jugó con un sonido más pesado y veloz fue en The Empire Strikes First. Allí su punk rock se adentra en las atmósferas góticas y espirituales para ensamblar un sonido agresivamente elegante y oscuramente dulce.Incluso en temas como Let Them Eat War incursionan inesperadamente en el rap. El artista Sage Francis, que formó parte del primer movimiento del backpack hip hop y la poesía slam, ironiza sobre el respaldo que recibió Bush por parte de la clase trabajadora.1984, la distopía de George Orwell, fue uno de los filtros utilizados por la banda para descifrar su momento histórico. Conectaron la hipervigilancia del Estado sobre los obreros presente en la novela con el poder del Gobierno norteamericano para convencer al grueso de los ciudadanos de que solo aplicando la fuerza bruta sobre sus enemigos el imperio sanaría su herida de confianza y recuperaría el pundonor. Los dos minutos de odio de 1984 son equivalentes a la descarga de odio que propiciaba Fox News, el canal de noticias de línea conservadora que respaldó la invasión a Irak. La habitación 101 del libro podría ser Guantánamo, una prisión para sospechosos de terrorismo ideada por el Gobierno de Estados Unidos que se convirtió en icono infame de torturas para presos políticos. Emmanuel Goldstein, el traidor de la patria, podrían ser los iraquíes, y la policía del pensamiento que aliena a los trabajadores la Ley Patriota.No me hice lector leyendo literatura, sino leyendo todo lo que encontraba en internet para destejer la trama Bad Religion.Pero no todas las canciones del álbum giran en torno a la coyuntura política, como lo evidencia la biografía oficial del grupo, Do What You Want (2020).Los Angeles is Burning, por ejemplo, utiliza la época de incendios que vive Los Ángeles anualmente como metáfora de todos aquellos que habían llegado a la ciudad seducidos por la fama y el privilegio y se habían percatado de cómo la vanidad y la superficialidad que cubrían las relaciones sociales les estaba destruyendo la vida. Por otro lado, Beyond Electric Dreams, uno de los pocos temas del grupo que supera los cuatro minutos, evoca las montañas de Sierra Nevada, el lugar al que Brett Gurewitz, el guitarrista fundador, se ha sentido conectado desde la adolescencia.Las montañas son su iglesia: el asidero donde escapa de las convenciones sociales y se recarga psíquicamente. Este álbum puede leerse también como un manifiesto espiritual. Por medio de las canciones Atheist peace y God’s love, empecé a entender cómo la noción de culpa judeocristiana y el modelo de desarrollo neoliberal fabricaban mentes torturadas, y cómo la elección de no creer puede convertirse en una fuente de paz. En un viaje reciente a Medellín conocí a una mujer punk rocker. Mientras escuchábamos completo The Empire Strikes First, ella me planteó una pregunta que hasta ahora nadie me había hecho: ¿por qué un adolescente se hizo devoto de un disco cero adolescente, con esa espesura política y espiritual? Regresé con la pregunta a Bogotá. Ahora no puedo articular una respuesta cabal, pero sí puedo decir esto: mi referente más cercano del amor había tenido un final turbio, decadente, pendenciero y ruinoso. Yo no sabía que podía construir otras formas de amar y de ser amado. Decidí protegerme y mirar hacia afuera. Empecé entonces a explorar los deseos y los padecimientos humanos en libros, películas, galerías de arte y espacios anarquistas. Saqué el cuerpo de la torre de marfil, lo llevé a conciertos de punk rock, lo lancé de terceros pisos, lo llené de cicatrices y lo volví a levantar. Confronté los ideales de progreso de mi familia. Los desactivé y los sepulté para inventarme un yo.Aunque se resistió, ese yo, que luego se hizo periodista, entró en la mecánica de deseo del sistema. Portadas de periódicos y revistas. Grandes investigaciones para Netflix. Escritura de libros institucionales. Elogios. Delirios de grandeza. Autoexplotación disfrazada de libertad creativa. Libertad creativa con el cuerpo enfermo y la mente insana. Libertad creativa para qué. En nombre de qué. Intestino inflamado. El caos del mundo recorriéndome el pecho. Perforando. Noches de mierda. Implorar que todo acabe.El 6 de diciembre de 2023, después de una difícil cirugía de rodilla, me embarqué en el proceso de demolición de mi vida actual. El rito fue ambientado con The Empire Strikes First.Dejé de pensar mecánicamente en el día siguiente, en el artículo que debía escribir, en el delirio de ser relevante. Mi autodestrucción elegida no tiene que ver con el ensimismamiento tenebroso y la pulsión suicida. Mi autodestrucción está emparentada con la de John Lydon, líder de los Sex Pistols, que no tuvo más remedio que demoler su personaje público de anarquista/anticristo para poder sobrevivir, para dejar de recibir golpizas de patriotas ingleses enfurecidos después de haber lanzado el sencillo God Save The Queen en mayo de 1977. Estoy dejando agonizar a mi hombre-máquina para poder buscarme otra vida. Escribo sobre lo que se me antoja porque estoy comprometido con mi sensibilidad y porque es lo que tengo que hacer para seguir vivo. Es mi acción sin mérito.***En 2016 Bad Religion desencadenó un pogo épico en el Festival Estéreo Picnic, aquí lo documentamos.
Bad Religion nació a finales de los 70 en San Fernando Valley, California. Entusiasmados por la resistencia lírica de bandas como The Adolescents, Black Flag o The Germs y empujados por el momento que les tocó vivir (la reaganomía) y la insurgencia hormonal de la adolescencia, sus integrantes se enlistaron para denunciar algunos de los problemas del mundo contemporáneo: el capitalismo, los valores neoconservadores, el poder de las corporaciones y la globalización en la versión del liberalismo avanzado.Greg Graffin (voz), Jay Bentley (bajo), Jay Ziskrout (batería) y Brett Gurewitz (guitarra), en su primer EP de 1981, Bad Religion, demostraron con vehemencia que la religión es una fábrica de creencias; la política un lugar dominado por idiotas que deciden el futuro de las sociedades; y que las personas, lo quieran o no, son esclavos a los que les hicieron creer que la libertad es la democracia y el mercado.El filósofo alemán Karl Marx dijo que la religión era el “opio del pueblo”. La frase es bien conocida y ha sido utilizada hasta el cansancio. Pero Marx no pensaba en criticar a la religión en sí misma, sino al hecho de que las abstracciones derivadas de las religiones fueran tomadas como la realidad en vez de fantasías construidas por los seres humanos, las sociedades o los Estados.Lean también | Shakira: ¿Qué nos quiere decir sobre Marx y las relaciones laborales?Es sobre esta crítica de la religión y el mundo plástico que construyen las religiones que Bad Religion elaboró su proyecto musical.Bad Religion vino a rescatar una actitud antisistema perdida en medio de los ojos delineados y los sonidos refinados de los sintetizadores que emergieron en los 80.Combinando metáforas y simbolismo (el logo de Bad Religion es uno de los más icónicos del punk) con mensajes directos en cada una de sus letras como recurso artístico y contestatario, al tiempo que ofrecían un sonido con agresividad y crudeza instrumental —yendo más allá de los acelerados tres acordes al infinito de las primeras bandas de Punk, hasta el límite de inmolarlos—, la banda trascendió de los insultos y la escandalosa y “maldad” del punk de mediados de los años 70.Hicieron que su atractivo consistiera tanto en sus canciones sucias, rápidas, distorsionadas y estridentes como en la proyección de una imagen que rompía con las grandes crestas, alfileres de gancho, botas punta de acero, chalecos repletos de parches, aretes y jeans ajustados y en mal estado.La banda, desde el primer momento, privilegió —por encima del sonido y la imagen— una actitud punk: estar alerta a los cambios del momento, las turbulencias políticas y sociales para conectarlas a la música e intentar desestabilizar el mundo.“El Punk es un movimiento que sirve para rebatir actitudes sociales que han sido perpetuadas a través de la deliberada ignorancia de la naturaleza humana”, dice Greg Graffin en su Manifiesto Punk.La música que hace Bad Religion no solo es interesante, sino acertada y revolucionaria en un momento en el que la precariedad del mundo es la regla, cuando la sensación de estar moviéndose a toda velocidad hacia el abismo de un futuro desconocido requiere que volvamos a tomarnos la música muy en serio.Dentro de esta lógica, su propuesta “contracultural”, aunque fragmentaria, encarna el espíritu y la urgencia de desafiar el poder, además de la necesidad inherente de los seres humanos (aunque extraviada) de cuestionar los modelos actuales para pensar e imaginar una mejor manera de hacer las cosas o proponer otros futuros posibles.Esto canta con voz enojada pero melódica y cargada de armonías Greg Graffin en Old Regime, del álbum Age of Unreason del 2019.Lo que define la música de Bad Religion es el imperativo del cambio constante sobre la base de un punk rock veloz que se desliza sobre ideas políticas claras y discursos que invitan a concretar la revolución inconclusa del punk de los 70, pero, de cierta forma, actualizándose a los problemas sociales y a las sonoridades de la época.La forma de tratar las melodías y las armonías, así como la filosofía detrás de sus letras hacen parte del éxito que ha tenido la banda, incluso, hasta en los sectores de derecha o entre quienes no entienden el inglés.No se trata simplemente de las letras desafiantes o de estar “en contra” de algo, se trata de lo que este tipo de música le hace sentir a las personas: las emociones que despiertan trascienden el discurso político para unificar cuerpos y sensibilidades.En este sentido, tanto el significado de sus letras como los afectos que genera la música son fundamentales para pensar una nación del punk.Hay algo especial en el proyecto musical de Bad Religion que se encuentra por debajo (o por encima) del pensamiento político de la banda: la renovada creencia en el poder de la música, junto con la responsabilidad que acompaña esta convicción.Es justamente eso lo que hace que valga la pena seguir haciéndose la pregunta ¿cómo puede la música seguir desafiando el status quo sin convertirse solo en discurso político?***
La ley de Canasta básica cultural fue aprobada en último debate. Este proyecto, presentado por el representante a la Cámara por Antioquia Daniel Carvalho busca formar públicos de consumo cultural y generar oportunidades de circulación para los artistas. ¿En qué consiste este proyecto? Hablamos con Carvalho sobre este proyecto y qué implicaciones tendría para la cultura en Colombia. ¿Qué es la Canasta básica cultural?Cuando vimos el programa de gobierno Gustavo Petro candidato vimos una expresión que hablaba de un "mínimo vital de cultura", o la idea de garantizar a todos los colombianos un mínimo de acceso a expresiones artísticas. Los que vivimos en ciudades grandes tal vez no entendemos la necesidad, porque tenemos secretarías de cultura multimillonarias. Pero más de 1000 municipios de Colombia no tienen un presupuesto para la cultura. Básicamente su único acceso es la televisión y, de pronto, a un concierto en Navidad. Buscamos justamente subsanar eso a través del concepto de canasta básica cultural, que busca, con el esfuerzo del Estado en sus diferentes niveles, fomentar que más expresiones culturales lleguen a los colombianos.Esto también favorece a los artistas, porque vamos a fortalecer su circulación en una cantidad de municipios de todo el país. Ese es el propósito del proyecto.¿Cómo se implementaría esta canasta básica?Hay diferentes posibilidades. Hay todo un capítulo que le brinda herramientas a los gobiernos departamentales y municipales para hacer esto. Subsanamos un problema de las cajas de compensación que no tenían claro si podían invertir en cultura. Con este proyecto les quitamos este miedo y podrán invertir decididamente en este rubro, con bibliotecas por ejemplo. Existe la posibilidad de generar un bono cultural juvenil. Está la idea de que cuando un muchacho colombiano cumpla 18 años el Estado le entregue un bono para tener acceso a su primer libro, teatro, concierto. En general buscamos incentivar que sucedan más iniciativas privadas similares. Cuando uno va a Cine Colombia, al principio muestran la Ruta 90 que lleva cine a los municipios. Gracias a esta ley, este tipo de iniciativas serían más posibles.¿Con qué recursos se implementaría?Más que exigir recursos nuevos al Estado, esta es una estrategia para que, con los recursos que tenemos podemos desarrollarla buscando darle acceso a las personas que menos han tenido.Cuando abrimos la posibilidad de que cajas de compensación y sector privado inviertan, no sabemos cuánto, sí abrimos una puerta para nuevos recursos. En Colombia hemos tenido muchísimas políticas culturales donde se financia la producción cultural o artística. Aquí lo que estamos buscando es financiar la demanda. Estamos buscando que el consumidor tenga más acceso y así vamos a crear mejores hábitos de consumo cultural.En Colombia es muy chistoso porque te dicen que una boleta de teatro vale 40.000 y te parece caro, pero una botella de aguardiente por 40.000 te parece muy barata. No tenemos un hábito o una conciencia de cuánto vale producir un contenido cultural. Esto busca generar esa conciencia a través del consumo de sus productos. En el sector se habla mucho de la "formación de públicos". ¿A esto apunta esta ley?Muchas veces creemos que formación de público es solo gratuidad en el acceso, pero eso no forma, eso es costumbre a la gratuidad. Por ejemplo con el bono y que tu primer tu primer gasto sea algo cultural estás generando una conciencia sobre el hecho de que las expresiones culturales o artísticas lleguen a municipios donde nunca habían llegado. Cuando hablamos de formación de público, no es solo que la gente esté dispuesta a pagar, sino de que entienda la importancia de lo que es ese producto cultural.El término "producto cultural" puede ser problemático...Es un debate difícil, porque hay quienes se rehúsan a usar este tipo de términos, como "industria creativa", "economía creativa" o "producto cultural", porque lo ve asociado a temas capitalistas. No quiero entrar en ese debate semántico, pero es un hecho que hay una profesión y una profesionalización en la creación cultural que tiene que ser reconocida como tal. Tanto los más puristas con el término como los que no, lo que queremos es que el artista y el creativo vivan de lo que hacen, y para eso hay que reconocer toda la dimensión económica de la creación cultural y artística.¿Cuál es su balance de la llamada "Economía naranja" del expresidente Duque?Nosotros hicimos un debate de control político sobre los resultados de la economía naranja de Duque y hay que decir que no son malos. Creo que hubo algunos errores en la comunicación y priorización de ciertos sectores que no se consideran propiamente culturales. Por ejemplo, el desarrollo de software. El principal error es que las industrias creativas del presidente Duque se las colgaron al Ministerio de Cultura cuando debió ser el Ministerio de Industria, si justamente lo entendemos así. Entonces al Ministerio de cultura de adjudicaron una obligación adicional.Yo pienso que Colombia tiene un potencial gigantesco en industrias creativas. Colombia se destaca en la producción musical, de novelas, incluso en tema menos "artísticos" como publicidad, diseño gráfico y arquitectura. No reconocer eso y no potenciarlo desde la nación sería un error gigantesco desde lo económico y de la identidad.Colombia empieza empieza a reconocerse como un país de creativos, ahí tenemos una oportunidad grandísima.¿Qué obstáculos han enfrentado para la aprobación de esta ley?En es caso de la canasta básica cultural, no hemos encontrado ninguna oposición dentro del congreso, pero sí en el público. Cuando uno le habla a la gente de una canasta básica cultural, muchos reaccionan como “con tantas cosas importantes y ustedes hablando de bobadas", porque para muchos la cultura y el arte siguen siendo cosas accesorias, de segundo nivel.El término "mínimo vital" es problemático, porque nadie se va a morir si no va a cine o un concierto, pero cuál es el impacto de la cultura en una sociedad como la nuestra para tejer lazos, procesos de memoria y perdón. Es mas un prejuicio de mucha gente que no comprende el valor de la cultura, que lo ve como algo suntuoso.¿Qué le falta a la Canasta básica para convertirse en ley?Viene la conciliación que es un proceso suave, no hay problema. Posteriormente está la sanción del presidente y a una implementación de gobernaciones y municipios, que las cajas de compensación de animen a invertir y sobre todo que todo el ecosistema cultural se apropia de ella para exigir y proponer.
Cruzamos la mitad de 2024 y aquí están, por ahora, los 20 mejores álbumes colombianos para el equipo de Shock, lanzados entre diciembre de 2023 (fecha en la que publicamos los mejores 50 discos de 2023) y junio de 2024. Esta lista en la que no discriminamos entre trabajos de corta o larga duración es también un recorrido que abarca tanto a la diáspora colombiana regada en el mundo, como a Bogotá, Cali, Medellín y la música más tradicional y visionaria del Chocó o San Andrés. Aquí están, sin ningún orden en particular, nuestros 20 álbumes favoritos de la primera mitad de 2024. Orquídeas - Kali Uchis Orquídeas es, con seguridad, el disco en el que Kali Uchis mejor explora y exhibe su versatilidad creativa. Kali lanzó el álbum en enero y acaparó la atención de todos en un momento en el que no había muchos lanzamientos (primer acierto). Fue elogiado merecidamente y nos permitió escucharlo al detalle; era un lanzamiento construído con finura y cuidado y merecía ser escuchado de la misma forma. Empieza con un bloque de canciones de synth pop. En una de esas canciones colabora Peso Pluma y, contra todo pronóstico, destapa su versión más indie alternativa. Kali Uchis lo dice y lo demuestra: es la favorita de Dios. Pero este es un disco con muchas capas: es multilingüe, multigénero y multigeneracional. Después del synth pop vienen bloques de canciones más influenciadas por la movida latinoamericana. Hay boleros desgarrados, merengue y dembow. Tiene fiesta y melancolía pero también echa mano de la refinación del amapiano o del house noventero. A veces, condensa varios géneros en la misma canción. ¿El mejor disco del año? Probablemente. De nuevo: Kali Uchis es la favorita de Dios. // Por Fabián Páez LópezAquí Pepa Lopera analiza las referencias en Orquídeas canción por canción El cantante del Ghetto - Ryan Castro Si hay una cosa que Ryan Castro ha demostrado es que puede experimentar con muchos géneros sin perder la candela que lo caracteriza. Siete años después de sacar su primer sencillo, el cantante paisa debuta con su primer trabajo de largo aliento con dieciocho canciones, catorce de ellas colaborativas. Este disco lo tiene todo: trap, sonidos de perreo de los dos mil, amor, desamor, rap, colaboración en inglés, referencias salseras y, además, una canción de salsa con la que abre. Una compilación de canciones de las cuales seguro saldrán varios hits para las fiestas. // Por Valentina Alfonso G.EL CANTANTE DEL GHETTO: track by track del álbum debut de Ryan CastroLos tres golpes LP - El Kalvo Los tres golpes es el disco con mayor número de colaboraciones en la carrera de El Kalvo. Un secuaz de confianza como Hi-Kymon se encarga de casi toda la producción, que desde el boom bap se extiende en todas las direcciones. En este disco El Kalvo vuelca las distintas inquietudes que caracterizan su rap. Ahí están su pasión por contar historias (“Jesucristo de Maracay” o “Radio Casa Grande”), su perspectiva heterodoxa del rap (“Marquillas”) y su gusto por la bareta (“Préndalo). Están las preguntas incómodas y punzantes que suele hacer, como la que le plantea a los raperos colombiano sobre el trato que le dan a los migrantes venezolanos. Y, finalmente, canciones como “Elías”, un homenaje a su abuelo que puede ser la mejor canción del disco; “He sido”, en la que traza sus memorias a través de todos los trabajos en los que se ha rebuscado el salario; o “El rapado”, como pararse frente al espejo y rapear lo que se ve, profundizan en su biografía. // Por Santiago CembranoAquí hablamos con El Kalvo: "En el rap hay mucha xenofobia". Valerie - Tei Shi Este álbum es especial para la colombo-canadiense Valerie Teicher Barbosa porque le significó sacudirse de su anterior grupo de trabajo y lanzarse al ruedo como artista independiente. Después de que no le contestaran el teléfono y ver su carrera estancada, Valerie conjura experiencias personales asociadas a la pérdida con calidez y ánimo experimental. Así que debería ser un álbum significativo para todos los que se han sentido traicionados, romántica o laboralmente. Empieza con una bachata de despecho dedicada a ese problema contractual. Pero más allá de eso, son 13 cortes en los que agarra la frustración, la mastica y experimenta con ella en español y en inglés, creando paisajes espectrales y cinematográficos fantasiosos. // Por Fabián Páez López Dulcinea - Kei Linch Dulcinea es el primer álbum de la rapera cundinamarquesa que, en sus palabras, explica a la perfección su esencia: ser dulce y nea. En 16 canciones Kei Linch abre su corazón y s u vida, mientras explora los diferentes colores que tiene su voz sobre bases de hip hop, R&B, RKT, popular y Neo Soul. Tan complejo como el sentir del día a día, este disco pasa por todas las emociones desde la gratitud, el despecho, el amor, la rabia y el orgullo de ser rapera en un género que no suele ser fácil para las mujeres. El disco pasa por cuatro estados emocionales, cada uno representado por un símbolo: el sol, el corazón roto, la daga y el retorno al sol. // Por Valentina Alfonso G.MAL DE ALTURA - N Hardem La pluma de N Hardem es una de las más prolíficas del rap latino y MAL DE ALTURA es una colección de versos ingeniosos en 12 canciones, uno tras otro. Una más en la carrera de Hardem, que completa con este su séptimo álbum. La mayoría de temas están puestos sobre beats que evocan el cine de suspenso, pero también hay juegos en los que prescinde de los beats más comunes y desliza la melodía hacia la voz, como en Aweke. En el álbum colaboran HI-Kymon, El Arkeólogo, Luis7Lunes, L´Xuasma, Charles Haggard, a Funkylooper, SD Kong y SHANTÉH. // Por Fabián Páez LópezMalhablado - Diamante Eléctrico El octavo disco de estudio de Diamante Eléctrico se mueve entre el rock alternativo y el pop. Es un viaje de 11 canciones que explora un Diamante más nocturno en su sonido, presentando 40 minutos de sensualidad, rudeza y los infaltables temas del amor y desamor que son característicos de la composición de Juan Galeano y Álvarez Mejía. La banda sigue consolidando ese segundo aire que se ganó en 2021 cuando lanzaron Mira Lo Que Me Hiciste Hacer, apostando por una producción que se siente diferente a sus trabajos anteriores. Este LP demuestra que Diamante Eléctrico está en constante construcción, explorando nuevas facetas y letras que son muy pegajosas de cantar. // Por Nicolás Corredor M.Diamante Eléctrico regresa con su rudo, sensual y nocturno 'Malhablado'Los reyes del Mar (EP) - Hamilton Desde hace tiempo que en Shock decimos que los afrobeats han sido un género infravalorado por la industria. Por suerte, cada tanto cruzan fronteras y se escabullen en el mainstream los artífices reales de esta movida. Hamilton es uno de sus representantes más fieles en el caribe colombiano. El nacido en Cartagena lanzó este, su primer EP, con un sencillo encumbrado: Madrid, canción hecha en colaboración con The Prodigiez y Zaider. Son nueve canciones con varias etapas de un mismo e innegociable mood: un atardecer en la playa para soñar y sentirse libre. // Por Fabián Páez LópezAmbrustic Boy - MaikcelA Miguel Ángel Rojas le dicen Maikcel y su voz es bien conocida porque frentea grupos como Zalama Crew o el colectivo La Pacifican Power. En más de 10 años grabando y pisando tarimas la voz de Maikcel siempre sobresalió por su versatilidad y su flow, que rapea o canta con sabor Pacífico con facilidad. Con Maikcel, su proyecto solista que recién empezó hace un par de años, está estirando ese potencial. Ambrustic Boy es su primer álbum y tiene 13 cortes en los que se mueve con soltura por los afrobeats, el trap, el R&B y el rap; casi siempre guiado por la cadencia de la marimba de chonta, instrumento insigne del Pacífico colombiano. El título de este primer álbum está inspirado en una de las canciones del primer grupo de rap colombiano en publicar un álbum, Los generales R&R. Y también es una declaración de la personalidad y la forma de hacer música de Maikcel, desde la alegría. Ambrústico, dice, significa estar bien.// Por Fabián Páez López Cimarrón - RoccaEl ruido de fondo de este álbum fueron las revueltas sociales en Colombia y Europa alrededor de 2020, en la temporada previa a la pandemia. Así se siente su atmósfera: como caos, rap oscuro con barras combativas y llenas de rabia, una tras otra, sin atenuantes. Rocca depuró los versos innecesarios y afiló cada línea con mordacidad. Cimarrón, que fue lanzado como un álbum doble, en español y en francés, tiene 17 cortes en cada versión. El cimarronaje moderno del que habla Rocca hace referencia a la liberación de las cadenas mentales y al reconocimiento del ADN de los migrantes; a la esclavitud de esta era, el trabajoy la alienación digital. DJ Duke, miembro de la legendaria agrupación francesa Assassin produjo las canciones junto con Rocca. Desde 2011 Duke había propuesto a Rocca colaborar, pero hasta la temporada de aislamiento pudieron trabajar con fluidez y pulir el álbum. Duke alcanzó a pintar el paisaje rudo de este disco sin saber que sería su última obra, pues murió durante la grabación víctima de una enfermedad. Es un álbum emotivo por donde se le mire. Aquí Rocca echa mano de su espiritualidad, la religión Yoruba, e invoca a los dioses. Buscó en ellos la fuerza para lanzar este álbum, también, como un homenaje a Duke. // Por Fabián Páez LópezLa sociedad de la cumbia - Puerto Candelaria Por lo general, cuando hacemos listados, no tenemos en cuenta reversiones de obras o remixes. Tampoco discos grabados en vivo. Pero La Sociedad de la Cumbia de Puerto Candelaria merece que hagamos una excepción doble. El disco, grabado en vivo en formato Big Band en el Teatro El Tesoro en Medellín, es la banda sonora de la serie que lleva el mismo nombre. Pero no es una obra publicitaria, es un documento que interpreta clásicos de la cumbia orquestada de los maestros Lucho Bermúdez, Pacho Galán o José Barros junto con obras del prolífico Juancho Valencia, cabeza y líder de Puerto Candelaria. Son 19 piezas interpretadas con maestría que hacen inflar el pecho. // Por Fabián Páez López5 PA LAS 12 - Oblivion’s Mighty Trash, Adam Walsh e Isaac SAOblivion’s Mighty Trash, Adam Walsh e Isaac SA presentan su colectivo a través de un disco de rap ortodoxamente competitivo y refrescante producido por Barbatos Beats y Diavlitx. Escuchar el 5 pa las 12 es darse un paseo rápido por una nueva camada del rap de Medellín, que ya goza de un bello presente, pero que promete gloria como futuro, uno que actualiza la jerga y se acerca al hablado de la juventud actual, como hicieron esos antecesores antes. El disco demuestra esa intención de experimentar con las distintas combinaciones de sus integrantes. Estilísticamente, son todos muy similares, y quizás ahí reside una debilidad para quienes no son fans fervorosos del hip hop. Pero la estética que logran tiene cohesión. // Por Juan Diego Barrera Oblivion’s Mighty Trash, Adam Walsh e Isaac SA se filtran en el radar de Medellín con MIHAlgo así Pri (EP) - JL TopoEn una época en la que el reggaetón parece haber acaparado y homogeneizado los ritmos que suenan en las pistas de baile, lo que ocurre en el Archipiélago de San Andrés y Providencia parece una anomalía creativa, visionaria y orgullosa de la tradición propia. Después de la oleada del mode up, que despegó a principios de milenio y sigue sonando, JL Topo aparece como el pionero (o uno de los pioneros) de la rancha, un género nativo de San Andrés derivado del ranchanchán cartagenero y que bebe tanto de la champeta como del dancehall y los ritmos tradicionales de las islas, como el mento y el calipso. Es música estrictamente para bailar: canciones para retozar con letras que juegan con la comedia, el doble sentido y los diálogos de maestro de ceremonias. Este EP de 6 cortes no baja la intensidad en ningún momento y es una muestra de lo que están haciendo un grupo de artistas y productores que trasciende a la figura de JL Topo: Cheo el Genio, Ketlino, Sailord, Daner Dan Dan, DJ Wham, Minor P, Mr. Pomps o Kelsey Bone (la mayoría de ellos miembros del colectivo Los de la Piña) y muchos más. // Por Fabián Páez López Recomendado: San Andrés y Providencia: la música después del huracánEl milagro (EP) | Luis7Lunes, Sison Beats El de No Rules Clan y el de Afterclass —denominaciones de origen de alto calibre— fungen como antiprofetas, al difundir el verbo divino y difuminar el límite entre pecado y bendición en 8 temas exhuberantes. Las temáticas son competitivas y cotidianas, pero el giro novedoso viene en la imaginería religiosa que cifra sus ponches. ¿Cómo suena la bóveda de la Capilla Sixtina? Los beats de El milagro intentan responder esta pregunta sinestésica. Sison marcó el norte con pistas luminosas y livianas, sintonizadas con un color específico de ese underground que él denomina como la ola y que en otras ocasiones ha sido llamada drumless o el renacimiento; “angelical, no cursi, B”, aclara sobre el sonido de El milagro. Kid Sánchez, Eztone, Ignorancia Sofisticada y Vic Deal siguen este rumbo con beats celestiales, en un ejercicio de cohesión sonora que redondea el disco. // Por Santiago Cembrano El milagro de Luis7Lunes y Sison BeatsMal de amor (EP) - Mayra Sánchez La caleña Mayra Sánchez lanzó su primer EP, Mal de Amor. Esta es una tremenda recopilación de cinco canciones en la que la artista demuestra su talento como cantante y su habilidad para moverse por diferentes géneros como la balada, el rap, los afrobeats y el son cubano (con el que recuerda sus raíces). Después de cuatro años de lanzar su primer sencillo Inmune y uno después de su conocida canción Un Pulmón, Mal de Amor es un viaje para llorar, amar y desear, todo al mismo tiempo, donde Mayra Sanchéz demuestra hasta dónde puede llegar con su música. La artista caleña es apuesta Shock 2024. // María Camila DávilaBullerengue pal mundo - Pabla Flores La Maestra Pabla Flores carga el bullerengue en su sangre. Un legado de 'La Yaya', su madre, que la impulsó a crear la primera escuela de bullerengue de Colombia y su agrupación Pa’l lereo Pabla. La Maestra, una de las mujeres que sostiene el sonido del bullerengue en su región, nos entrega trece canciones que recorren la tradición del municipio de María la Baja y toda la costa caribe del país. ‘Bulletengue pal’ mundo’ es un canto de resistencia y de abrazo a la tradición palenquera que recuerda que la música es un acto colectivo. // Por Valentina Alfonso G.¡Pal' lereo, Pabla!: el legado del bullerengue en María La BajaBaile de chirimía - ChoibáEste álbum, el segundo de la agrupación del Pacífico norte Choibá, es una fiesta de principio a fin. En 10 canciones reparten alegría guiados por la melodía de la chirimía. El disco fue producido por Cristhian Salgado y en él participan algunos de los compositores más importantes del Chocó como Zully Murillo, Leonidas Valencia, Hansel Camacho, Dino Manuel, Alexis Murillo, Neivo J. Moreno y Jazmir Blandón. Aquí suenan ritmos como el levantapolvo, abozáo, tamborito, aguabajo y el son chocoano con letras costumbristas, emotivas y alegres. // Por Fabián Páez LópezCuando el negro canta, el eco resuena - Emilsen Pacheco El Maestro, oriundo de San Juan de Urabá, nos regala en ‘Cuando el negro canta, el eco resuena’, disco grabado en bloque, diferentes historias que cuentan la realidad de las regiones del caribe colombiano. Emilsen Pacheco es conocido como uno de los mejores tamboreros del país y su madre fue una de las cantadoras de bullerengue más importantes del departamento. En este álbum también podemos escuchar canciones al ritmo del fandango, sentao y chalupa. La tradición vive en la voz del maestro Emilsen Pacheco. // Por Valentina AlfonsoEstado popular del alma - Nicolai Fella El rapero, conocido por su proyecto con LosPetitFellas, fue construyendo durante años un homenaje a su amor más grande: el fútbol. Nicolai Fella soñaba con ser jugador profesional y, aunque la vida le mostró otro camino, encontró en la música y las tarimas un punto en común con el balón y las canchas. Un disco para su niño interior y su padre, el responsable de enseñarle el amor por el fútbol y abrirle la puerta a las letras.Es la búsqueda de la felicidad en tres minutos, como dice Fella, que la encontramos en la celebración de un gol o en la mejor de las canciones, un disco que emociona por las barras y por los samples de momentos históricos con la pecosa. // Por Valentina Alfonso Guarín.Tropicalia – Fonseca Casi una década después de lanzar su primer álbum, el cantautor bogotano recorre los géneros y artistas que marcaron e impulsaron su carrera en Tropicalia, un álbum que busca homenajear sus inicios. Con salsa, merengue, vallenato, bolero y ranchera encierra lo que el artista ha entendido como “tropical” a lo largo de su carrera y que la ha llevado a donde está. Los instrumentos que se escuchan son tocados “reales”, sin secuencias ni sampleos y hacen que Tropicalia suene tan auténtico que, además, sumó a la nómina nombres enormes como el Grupo Niche, Juan Luis Guerra y Gilberto Santa Rosa como colaboradores en sus canciones. // Por Valentina Alfonso G.
Usar las palabras "cartel" y "Cali", juntas, genera gestos de desagrado, miedo, rabia y tristeza en Colombia. Nos conducen a una temporada en la historia del país que estuvo plagada de violencia y que conllevó a la estigmatización de la ciudad. Hoy, un grupo de 10 artistas decidió tomar esas palabras como nombre para su colectivo. Quieren que, al escuchar esas dos palabras juntas, piensen en perreo y no en violencia.Su historia comienza en las calles de la Sucursal del Cielo, en barrios en los que el destino de los jóvenes suele ser incierto. Los parques se convirtieron en los espacios de encuentro en los que, inicialmente Esteban Rojas y Pirlo, comenzaron a hacer batallas de freestyle en 2018. Fue en una de esas batallas que el nombre comenzó a sonar, pero aún no se consolidaba. En esa época existía un evento conocido como La freestyle manía: una serie batallas entre equipos de diferentes partes del mundo. El equipo de Esteban Rojas y Pirlo, en un enfrentamiento contra unos raperos de Puerto Rico, usó como nombre Cali Cartel. Sin embargo, el primer seudónimo que utilizaron fue La Cartilla. Las batallas de freestyle fueron solo el punto de encuentro. Poco a poco el grupo fue creciendo y hoy son 10 artistas los que componen un movimiento musical que no solo improvisa, sino que tienen una carrera en la música y se proyectan como una de las nuevas camadas artísticas más escuchadas del país. Eso, antes, parecía imposible en Cali."Cali es una plaza muy difícil. El público exige demasiado, sobre todo a nosotros que somos de allá. Nadie es profeta en su tierra. Sí se puede, pero se demora un poco más", dice Esteban Rojas. La falta de recursos impedía que se creara una industria en la ciudad. Pero la unión de muchas manos está empujando el movimiento hasta festivales y escenarios en diferentes ciudades del mundo.La unión entre todas las piezas que componen el parche fue prueba y error durante muchos años. En 2022, los jóvenes que se reunían a improvisar se consolidaron como Cali Cartel: Rebol, Esteban Rojas, Pirlo, Mala Fama, Robin Rouse, DFZM, Maicol La M y los Rogelios, que son 3 conforman el colectivo. ¿Cuál es el sello de Cali Cartel?Todos ellos son conscientes del peso que carga el nombre del colectivo: es el recordatorio de una de las décadas más oscuras del país, pero también es la posibilidad de reescribir sobre su propia historia. Lo que significaba peligro ahora significa baile en una ciudad que continúa siendo atravesada por la violencia. Desde su miembro más antiguo hasta el más nuevo reconoce, porque la vivió, la historia de Cali mejor que nadie y por eso la cantan, no la niegan.Cada uno tiene su carrera artística independiente y cuando colaboran es algo orgánico. Crecieron en una ciudad en la que las opciones eran pocas y las ganas de llegar primero eran muchas; ahora están construyendo una sucursal donde todos puedan soñar con alcanzar el cielo.El chacaleo los representa y si no están enterados de qué va, aquí se los explicamos:Aunque por mucho tiempo fue confundido con el maleanteo, no es lo mismo. El chacaleo es una marca identitaria, es usar la forma en la que hablan, en la que se expresan, en la que visten y en la que viven para marcar su esencia. En palabras de Esteban Rojas es "meterle el 'vojabés' (vos sabes) hasta en una bachata".En un género en el que se volvió costumbre impostar un acento para sentirse más adecuado, un parche de caleños reivindica la cadencia y las palabras que la gente recriminó por mucho tiempo.En Cali (y en todo Colombia) la jerga y la estética de barrio causa escozor cuando no busca blanquearse o convertirse en moda para otros/as. Para Cali Cartel es un orgullo. La decisión de usar modismos caleños en todas sus canciones es más una decisión política que rítmica o artística. Es abrazar su casa para mostrarla a los demás.Cali se está moviendo con el arte y estos diez 'pelaos' están luchando para cambiar la cara de lo que históricamente ha representado su ciudad y nuestro país. Para que la próxima vez que alguien pronuncie las palabras "Cali Cartel" sea para hablar de perreo.**Hablamos con Esteban Rojas en La Prueba, nuestro formato de conversaciones sobre música:
La historia del merengue en República Dominicana es poco conocida. No muchos saben que fue un género que se apropió un dictador. Tampoco el mensaje de anhelo y esperanza que hay detrás de la música de Juan Luis Guerra. En este texto lo analizamos con detalle. ***El 14 de enero de 1855 escribía en el periódico dominicano El Oasis el mal poeta, pero buen letrista dominicano, Manuel de Jesús Galván, un texto titulado Quejas de la tumba contra el merengue:“La tumba, que hoy vive desterrada por el torpe merengue aborrecible; que en vil oscuridad yace olvidada, llorando su destino atroz, horrible, ya por fin, penetrada de furor expresa de este modo su dolor. Progenie impura del impuro averno hijo digno del diablo y de una furia, merengue […] te merengueó en sus brazos la lujuria, tú, villano, que insultas al pudor, dame mi cetro, infame usurpador”.Las palabras son el ejemplo de una campaña de aversión de un grupo de tradicionalistas de Santo Domingo que veían en el merengue una amenaza capaz de desterrar a la tumba como ritmo nacional.Algunos días después apareció nuevamente en El Oasis este aviso:“El merengue, gran corbeta, de escandalosa y velacho, ha sacado su despacho y parte para Ultramar”.Esto pasó ya hace bastante años, sin embargo, lo que demuestran estas historias es que el merengue nació como un imparable huracán dispuesto a dejar su tierra de origen para ir a la conquista del mundo.El merengue fue para muchos un verdadero anticristo, pero para otros representó el lugar de expresión de emociones y situaciones que van desde las penas, las alegrías, el amor (y el desamor) hasta pasar por la crítica social, las aspiraciones y las esperanzas de la clase baja dominicana.Es así como a finales del siglo XX, sin descuidar los detalles de la prehistoria del merengue, apareció en 1984 Juan Luis Guerra y 4.40.“El dominicano universal”, como lo llaman algunos medios, no solo llevó el merengue de su país al mundo del mainstream, sino que además ayudó a revitalizar las energías de un género que por más de 30 años estuvo secuestrado como medio de propaganda de la dictadura Rafael Leónidas Trujillo.Durante el tiempo que el merengue fue el símbolo del “trujillato” en la República Dominicana, se consideró que el género solo podía reproducirse dentro de los márgenes culturales de la dictadura.Usado como herramienta de propaganda política por el régimen de Trujillo, así como un mecanismo para conectar con pobres, negros, mulatos y campesinos, el control sobre el merengue desató la furia de los dioses africanos y liberó sobre la mitad de la isla caribeña el Fukú americanus, mejor conocido como fukú: una enorme maldición y una gran condena a la que tanto le temen los dominicanos.Pero de aquel demonio que secuestró el merengue e interrumpió la creación original de la clase trabajadora negra y campesina surgieron las fuerzas de emancipación para permitir la redención de carácter ascendente del género, uno en forma de bachata y el otro en la forma del merengue universal de Juan Luis Guerra.Por un tiempo, ambos encontraron sus caminos separados, el primero dominando sobre los asuntos relacionados con el amor y el sexo, mientras que el segundo se afirmaba mediante la existencia de una humanidad libre. La voz del cantante dominicano —y lo que transmite—, fue algo nuevo en el merengue, lo cual es lo mismo que decir que su voz fue algo nuevo en la cultura popular después de la época del trujillato: una voz y un sonido que invocaba un mundo posible de redención colectiva, a la vez sobrenatural y temporal; un universo sagrado que lo abarcaba todo, una comunidad de esperanza.Nada similar se había oído anteriormente, y nada similar se ha oído desde entonces.Permanece porque canciones como “Juana Mecho”, “Feliciana”, “Ella dice”, “Si tú te vas”, “Tú”, “Me enamoro de ella”, “Visa para un sueño” y “Ojalá que llueva café” lograron identificar y capturar el optimismo y la melancolía que circulaba por varios países latinoamericanos devastados por largos periodos de oscuridad a los que llevaron años enteros de dictaduras, guerras y múltiples formas de violencia.Esto canta Juan Luis Guerra en la canción “Acompáñeme civil” para develar la temible corrupción que se mueve en todos los niveles de los sistemas burocráticos latinoamericanos.Hoy en día esto suena tan conmovedor y temible como siempre porque, como si se tratara de un loop histórico, los mismos problemas permanecen suspendidos en el tiempo sin encontrar una verdadera solución.Pero no se confundan, Juan Luis Guerra y 4.40 siempre fue una propuesta comercial que contenía inmerso en su proyecto musical un tipo de conspiración cultural.Desde que salió del “Berklee College of Music” de Boston, y luego de grabar su primer álbum en 1984, Soplando, Guerra no habló únicamente los amargos momentos de su país (como lo hizo el merengue de Felix del Rosario).Por el contrario, lo que exploró (y explotó) su música fueron las constantes contradicciones latinoamericanas que suscitan, por ejemplo, el optimismo que se desata cuando se cree que las “cosas pueden llegar a mejorar si nos esforzamos” y la realidad que dice que “solo se puede mejorar” si se siguen los ritmos colectivos que predominan en el mundo.En “Ojalá que llueva café”, el cantante dominicano representa el grito de esperanza repleto de anhelos de un viejo campesino de ochenta años que sueña que algún día la tierra de la que vive le pueda brindar las mejores cosechas para no tener que sufrir tanto.Mientras que en “Visa para un sueño” nos muestra las pericias que deben hacer millones de migrantes que quieren conseguir la visa estadounidense, la tierra prometida, el lugar donde imaginan que el “progreso” y el “desarrollo” personal se puede conseguir mediante el trabajo y el consumo, ese mismo sueño que sus países de origen les ha negado.Juan Luis Guerra y 4.40 apareció para transformar el negocio musical y convertir el merengue en un sonido universal y, de esta forma, sacar dinero de esta transformación, pero, Juan Luis cantaba (y canta) no tanto para cambiar el mundo, sino para exponer las contradicciones de la sociedad dominicana y de Latinoamérica, en general.“La mejor música pop no refleja eventos, sino que los absorbe”, escribió un crítico musical.Exactamente esto fue lo que hizo Juan Luis Guerra y 4.40: relacionar ciertos hechos sociales (la necesidad de libertad, paz, amor y democracia) con un sonido para crear símbolos irresistibles.Su voz, entonces, lideró un nuevo tipo de libertad de expresión capaz de conmover a millones de personas y hacerlos bailar para imaginar nuevos y diferentes futuros.***Les recomendamos leer también El saludo vallenato no es lo que parece. Un encuentro entre música y crimen
Laüra Bonsai y Felinna Vallejo conforman Las Ninyas del Corro, una de las formaciones más interesantes de la nueva escuela del rap español. Nuestro colaborador Santiago Cembrano las visitó en su barrio para hablar con ellas y contarnos la historia de su álbum, Bitches in Business. ***—Es como ver follar a tus padres.El sol se derrama con placidez sobre la Plaça de la Vila, en Sant Adrià de Besòs: la periferia de Barcelona. Son las 7 de la tarde de un viernes de abril. En las terrazas no cabe nadie y el saltarín infantil está lleno: las risas y los gritos de júbilo llenan el aire. Una mujer antigua esquiva el partido de fútbol improvisado que atraviesa la plaza y se sienta con su esposo, que la espera en un banco, bajo la sombra de un árbol robusto. Él pone su mano sobre la rodilla de ella y observan a los vecinos que pasan.Laüra Bonsai es de aquí, de Sant Adrià. La rapera de 28 años está en casa, pero, entre sorbos de Cola-Cola, narra una experiencia extraña:—Es como ver follar a tus padres. Así es conocer la industria musical por dentro: "¡Buah! ¿Qué estoy viendo? ¿Cómo funciona esto?" Por eso queríamos explicarles a los demás que estar donde estamos no es lo que parece.Felinna Vallejo tiene 25 años y es de Bon Pastor, un barrio aledaño que se conecta con Sant Adrià a través de un puente, uno como el que está en el logo de Las Ninyas del Corro, el grupo que ambas conforman. Se presentaron como guerreras de ceño fruncido con Onna Bugeisha en 2021 y así construyeron una habitación propia con los códigos noventeros. Giraron por conciertos y festivales de toda España y así conocieron de contratos y adelantos, horarios y rutinas, el negocio que se escondía tras el sueño de la música. Bitches in Business de Las Ninyas del CorroDe esa experiencia, Las Ninyas del Corro hicieron su segundo álbum, Bitches in Business, publicado en marzo de 2024. Tres años después de su debut, agrietan la solemnidad con la que entraron a la cancha. Ahora se ríen más, y cuando escucha a su compañera, Felinna ríe de nuevo:—Cuando empezamos éramos dos chavalillas, había que imponer respeto. Ahora lo tomamos de otra forma, nos hemos dado cuenta de que podemos vacilar. Nos hemos atrevido, sin miedo de explorar. Me he sentido mucho más libre para decir lo que me de la gana sin censurar nada.Y tan libre. A las baterías violentas que Esse Delgado, productor del grupo y del disco, dispone en 'Las Meninas' Felinna les añade un guiño burlón que rompe el corset estricto. Luego de celebrar que ya no la agobian los kilos de más ni algunos rastros de acné, hace lo que en el debut habría sido inimaginable: "Me suda todo el coño, ni la acabo", rapea de salida, con la misma seguridad que la de Sabrina Ionescu cuando asiste sin mirar. Es un gesto de chulería que sintetiza el cambio de atmósfera entre ambos discos.—Antes estábamos más enfadadas. Pero no estábamos enfadadas, sino que entrabas así o no había manera de entrar —me explica Laüra—. Ahora hemos soltado, le hemos quitado importancia a muchas cosas. Nos hemos relajado.Los primeros temas que hicieron con la intención de crear un nuevo álbum rondaron el drumless, pero pensaron que podía aburrir al público de sus conciertos.—Nosotros hacemos todo el tiempo lo que queremos, pero también hay que pensar en lo que funciona. Vivimos esa dualidad todo el rato —explica Felinna, y yo pienso que esas consideraciones son las que hacen parte de un negocio.Un camp para hacer música en Vallirana, en el bajo Llobregat, las desconectó de las distracciones de la ciudad y puso los cimientos de lo que venía. Les gustó tanto el formato que lo repitieron en Tarragona y, luego, en Castellón, en el verano de 2023. Esse Delgado también ama el drumless; Sunday Truce, su colaboración con el madrileño Franco Carter, se sintoniza con texturas góspel y soul que se repiten sin prisa. Sin embargo, Bitches in Business, además del boom bap con el que empezaron, es hogar del repiqueteo de hi-hats y la energía ágil del trap, trap&B y sonidos que conversan con referentes contemporáneos como Kendrick Lamar, Tyler, The Creator, Pusha T, Travis Scott y Beyoncé. También caben el canto y los coros pegadizos, como en “Nasty Girl”, una canción que les enseñó que podían expresar su mensaje sin dejar de divertirse, sin quitarle naturalidad al proceso y el resultado.—Que tu madre te diga que le mola un tema tuyo, como 'Punto de partida', muestra que con los temas más melódicos Bitches in Busines ha podido llegar a más gente. Nuestros amigos lo están escuchando porque les gusta, y no porque somos sus amigas, como en Onna Bugeisha: eso mola —sentencia Laüra—. Incluso a nosotras un disco entero de boom bap nos aburre.***Bitches in Business de giraLas bocas se abren hacia lo alto en la primera fila de la Sala Apolo, y Felinna las bendice con un chorro de ron para que la fiesta siga. Es el 11 de mayo: inicio de la gira de Bitches in Business. Cientos de personas saltan y saltan y saltan y saltan con 'The Wave', un corte electrónico, impetuoso, y las sílabas se deslizan con habilidad de la boca de Laüra al micrófono. Quizás como resultado de conocer la industria por dentro, Laüra juega a la defensiva en varios momentos de Bitches in Business, como si se anticipara al rechazo de una escena que les recriminaría el nuevo estilo, que eran mejores antes.—Pensábamos que la gente del rap nos iba a odiar. Con el primero nadie te conoce, eres nueva. Toda la gente siempre nos ha dicho que el segundo disco es el más difícil. Era como Buah, este disco puede pasar desapercibido. Eso lo primero. Y lo segundo es que siempre te van a decir que molabas más antes: me pasó con Natos y Waor, los escuchaba antes. Pero es verdad que predijimos eso y no ha sido así. A la gente le ha gustado más de lo que pensábamos —me explica Laüra en Sant Adrià.Las Ninyas del Corro avanzan por caminos que C. Tangana, Recycled J y demás artistas que oxigenaron el rap español ayudaron a pavimentar. Del primero Laüra dice que es como un héroe, al infiltrar el pop para luego diversificarlo más allá de Alejandro Sanz y compañía. Desde Rosalía hasta Dellafuente, insiste, en el espectro de lo urbano están las claves de lo más interesante de la música en España. Por otro lado, Recycled era tildado de “maricón”, recuerda ella, por sus melodías y sus sentimientos: era un blandito, y por eso fue decisivo para que el paradigma cambiara y se abriera.De reivindicar lo más puro que salió de una Nueva York gélida a finales del siglo XX, Las Ninyas del Corro pasaron a celebrar a los que retaron, expandieron y reinterpretaron esa herencia en España. Bitches in Business es un álbum que dialoga con todas las posibilidades que han surgido en la última década, así como con sus artífices. Pero. Hay un gran pero.—Por suerte, tú preguntas por raperas de España y nuestro nombre se va a decir. Eso para nosotras es mucho, pero sigue faltando mucho, también. El caso de las mujeres siempre es más exigente y difícil —me dice Laüra, con voz cansada—. Todavía no es suficiente.—Solo hay pibes, yo estoy hasta el coño —la secunda Felinna, y lo repite, esta vez con mayor énfasis en cada palabra, masticando cada una, para que quede claro—. Solo. Hay. Pibes. Madre mía.Las Ninyas del Corro en la sala ApoloLa sala Apolo está llena, agitada. Laüra propone que, como no las invitan a nada, que las lleven a dirigir una sesión de cardio. Sigue cayendo ron como agua bendita, y ya no sé si es sudor esa humedad en la cara de una mujer que canta cada tema como si la hubiera escrito ella. Casi la mitad somos hombres, casi todos con la mano arriba con cada barra. Las Ninyas se refieren al público como “vosotras” y celebran lo guapas que están todas hoy. El punto de vista cambia y las mujeres, que suelen corear versos de manes para manes, quedan en el centro. La diferencia se nota. En el escenario, Laüra y Felinna no solo rapean con precisión y temple, sino que despliegan coreografías, codo a codo con dos bailarinas, que elevan cada tema. El punto de vista cambia, insisto, y yo lo agradezco tanto. Una bebé se eleva en los hombros de su padre y toda la sala le canta el feliz cumpleaños a la mamá de Felinna. Barbas salpimentadas conviven con la juventud. No cabe nadie más acá. Y cuando llega el momento de “Bagaje”, un break amenazante, Laüra cambia de óptica. Pasa a las barreras generacionales: "La vieja escuela desconsidera a la nueva, la nueva desprestigia a la nueva, qué pena".—Aprendimos mucho trabajando con LaBlackie. Ella vino, escribió y se tiró la letra de golpe. Envidio esa frescura —me había dicho Laüra esa vez en su barrio.Hay que ser exigente, pero también tener el coño de decir "Me gusta como queda y así lo tiro, porque me da igual". Eso es muy difícil que nos pase. Entonces sí, es una pena que los de antes no valoren a los nuevos, porque tienen mucho qué aprender de ellos.La canción se llama 'Deena, Snooki & Jwoww', un corrientazo que me estremece entero. Laüra y Felinna rapean juntas la estrofa de LaBlackie. El final, lo saben todas las presentes, va a estallar, y abren un círculo que se funde en una masa de carne y huesos: frenesí.—Rosalía no cantaría lo que canta si no hubiera estudiado el flamenco. Para transformarlo lo ha respetado. Se trata de respetar no solo a los que había antes que tú, sino a la música que estás haciendo —continúa el ensayo de Laüra—. Por eso también me apena que los nuevos no valoren a los que estaban. Estar informado es básico. No digo que el que está empezando tenga que saber todo, pero yo sí valoro que alguien investigue. Por eso me he sentido muy orgullosa y privilegiada cuando Elio Toffana nos invitó a su disco. La Laüra de hace diez años habría matado por una colabo con él, con Kase.O, con el Tote, con la Mala. Y ahora, cuando todo parece más fácil, sin importancia, agradezco que pase. Por respeto a mi historia y a mi trayectoria, ¿cómo no lo voy a hacer?—¡Y qué colabo! —tercia Felinna—. Yo lloré cuando el Elio nos la pasó, ya terminada. También es un tema de identidad, de sentirte dentro de la movida. Los que nos sentimos como parte del rap sentimos que es necesario entender de dónde viene.Otra forma de ver Bitches in Business: hay pesos muertos que no hay que cargar más en la mochila, y compromisos que estructuran lo que se ha hecho y lo que viene. El álbum se trata de identificar cuál es cuál.***Las Nunyas del Corro desde el barrio obreroLa pizzería, en una esquina de la Plaça de la Vila, se llama La Font. La mesera saluda a Laüra con confianza y la rapera le responde que quizás este verano deba pedir trabajo ahí, para ajustar las cuentas, llegar a fin de mes. La mesera, sonriente, le responde que qué va, que ella va a ser muy grande y me pregunta si estoy de acuerdo. Yo le digo que sí, que por eso estoy ahí. Laüra no está tan segura.—Joder, es que parece que es un momento guay para mí, pero a veces no me siento así —confiesa."Lo bueno de vivir en San Roque es que nadie roba en San Roque", rapea Laüra en 'Tridente dorado' sobre el barrio de Badalona en el que vive desde hace unos años, a un par de kilómetros de Sant Adría: uno de los más calientes de Cataluña, según titulares alarmistas de medios apocalípticos. Las Ninyas del Corro rapean desde el margen y muestran el revés de una Barcelona que opera como un parque temático de sí misma para los miles de turistas que llegan cada día. La conciencia de clase, una de las banderas que ondearon en Onna Bugeisha, sigue intacta. Se manifiesta, por ejemplo, cuando Laüra rapea, en 'Las Meninas', que en Barcelona o heredas o te las apañas. Ok, el turismo trae riqueza: ¿pero para quién?—No hemos crecido en Barcelona, sino en los barrios obreros que rodean a Barcelona —afirma Felinna.Este margen es tan geográfico como simbólico. En 'Las Meninas' Felinna se aleja tanto del lujo del barrio de Pedralbes como del centro de Barcelona donde solo hay guiris (turistas blancos) con axilas malolientes y pijos vestidos de Nude Project. Y una de las bombas llega cuando dice esto: La catalanidad de Las Ninyas del Corro es otro de los puntos de tensión: si a ella no la reconocen como catalana, me explica Felinna, pues que se jodan: ella tampoco lo llamará pan tumaca, sino pan con tomate. Laüra, por otra parte, reconoce reflejos de su caso en la historia reciente: cuando le dieron el premio Sant Jordi a Estopa, algunos catalanes protestaron porque cantaban en castellano.—Me da rabia ese elitismo, esa línea entre la burguesía y los catalanes de a pie —continúa Felinna—. Hacemos música en castellano, y por eso parece que no somos referentes en Cataluña. Pero somos raperas catalanas.—Se nota mucho el clasismo de la burguesía catalana —insiste Laüra—. Acá nosotras somos purria, escoria, como lo fueron hace tiempo los andaluces que venían aquí y supuestamente les quitaban el trabajo a los catalanes. Nuestras familias vienen de allí. Acá solo importa lo moderno, lo guay, lo fashion. Pero en este conflicto con la cultura, con la lengua, pueden existir distintas identidades además de la que se espera.El título de Bitches in Business salió en la recta final del proceso. Empezaron con una espíritu más tremendista, color azul oscuro, que plasmara su angustia. Al final eligieron un camino para sublimarla, hacerla divertida. El título es un guiño sarcástico a todo lo que han conseguido, a lo que aspiran, a todo lo que les falta y a cómo estas tres dimensiones se confunden. Un guiño que nos dice, ya lo decía Laüra, que las cosas no son lo que parecen.Felinna llegó a la entrevista luego de su primer día en un nuevo trabajo. Es temporal, me explica, para ajustar algunos números. Y Laüra, que rapea sobre cómo devuelve los trajes de diseñador que compra para un solo uso, me muestra sus manos. Sus dedos tienen marcas de pegante: esa mañana tuvo que pegar la etiqueta de un vestido para poder devolverlo.—Gitaneo, es lo que hay —admite.En ese banco de la otra esquina de la plaza todavía están él y ella, recostados en el amor silencioso y seguro que se sedimenta como la arena que cae al fondo del reloj de cristal. Antes de que nos levantemos y caminemos, yo hacia el metro —hacia el centro— y ellas hacia sus casas, acá cerca, Felinna reseña su propio álbum.—Eso es ser bitches in business —dice, entre risas—. Se trata de buscarse la vida.***¿Quieren leer más sobre rap en Español? En el camerino con Ill Pekeño y Ergo Pro
Después de un par de meses de presentarnos su canción Rojo Rubí, la artista dominicana Letón Pé regresa con un nuevo y revelador sencillo en preestreno para Shock: Good Enough.Good Enough es una carta de desamor, cargada de letras, matices y sonidos que los van a hacer pensar en un viaje relajante, es un R&B chill y evocador. La canción fue co-escrita y producida por el dúo colombiano Salt Cathedral, y es una apuesta diferente en la carrera de Leton Pé: explora una faceta más sensible y profunda de la artista. Está hecha como para escuchar solo y rodando sobre la carretera.Y acá pueden ver el video, que se abrirá para el público el 10 de mayo. En el BIME hablamos con Letón Pé:
“Cuando tu respuesta a una batalla de rap es una disculpa confusa en la app de notas que dice algo como ‘En realidad no soy un pedófilo porque me habrían arrestado si lo fuera’, has sido tan humillado que tu única esperanza es unirte a un monasterio canadiense y dedicar tu vida a Dios y a salvar el búho moteado”, tuiteó Jeff Weiss sobre 'The Heart Part 6'. Es un resumen preciso de la última canción —hasta ahora, espero que no salgan dos más mientras escribo— del enfrentamiento entre Drake y Kendrick Lamar, en la que el canadiense ondea tristemente una bandera blanca. A pesar de todo lo que dice en 'The Heart Part 6', su tono de voz, lánguido, derrotado, es una toalla volando hacia el centro del ring: la victoria es para el padre de familia de Compton, así como para todos los manes bajitos.Si, como dijo alguien en Twitter, el verso de Kendrick en 'Like That' de Future y Metro Boomin fue como el asesinato de Francisco Fernando de Austria que detonó la Primera Guerra Mundial —y si menciono tanto a Twitter es porque las redes sociales fueron el escenario principal de este combate, en un momento volvemos a eso.Para comprender la historia entera habría que volver al 2013 y pasar por el verso de Kendrick en 'Control'. Pero no estamos reunidos para detallar el toma y dame que se extiende por más de una década, sino para analizar un partido agotador y denso, un beef que el líder de música urbana de Spotify Carl Chery calificó como la batalla más grande de la historia del rap. Así que acá van cinco tesis sobre el beef en el que Kendrick Lamar derrotó a Drake. Y J Cole que siga relajado, montando bici y doblando ropa: se salió de esto a buena hora.1. Jaque mate: 'meet the grahams', Family matters' y 'Not like us'Drake pensó que 'Family matters' iba a ser un gran movimiento que, además de darles lo suyo a Rick Ross y A$AP Rocky, iba a quitarle el momentum a Kendrick: lo sabemos porque hasta le hizo un video que incluyó la destrucción de una van como la de la portada de good kid, m.A.A.d city. Y es un muy buen dis track, pero Kendrick contraatacó casi de inmediato con 'meet the grahams' y ahogó cualquier impulso posible para el de Toronto. 'meet the grahams' claramente estaba grabada con antelación, una trampa lista para cerrarse sobre Drake cuando mordiera el anzuelo. Esta fue la primera gran jugada maestra de Kendrick, digna de un emperador francés también famoso por su estatura baja, porque además de apagarle la luz a Drake reforzó la idea de que el único Premio Pulitzer del hip-hop tenía espías infiltrados en OVO que le anticipaban las acciones de su oponente. Y en los beefs no solo hay que ganar sino que parezca que estás ganando, que tienes el control.'meet the grahams' fue el jaque y 'Not like us' fue el mate: una canción que representa a la Costa Oeste —ya varios han señalado que Kendrick empieza con el flow nervioso de Drakeo The Ruler, innovador angelino asesinado en 2021— y que mete este beef a las discotecas, y no solo las de California: por ahí hay un video de un club neoyorquino en el que la gente está farréandose 'Not like us' apenas salió. Sabes que ganaste si tienes a la gente sacudiendo el culo a ritmo de acusaciones de pederastia. Pero es la segunda jugada maestra de Kendrick porque le ganó a Drake en su propio juego, se le metió al rancho, y a los conjuntos de al lado: es Drake el que debería ambientar antros y clubes, no Kendrick. De hecho, en 'Push Ups' y 'Taylor Made Freestyle' Drake se burlaba de lo supuestamente profunda e intelectual que era la música de Kendrick, y el autor de To Pimp A Butterfly lo noqueó asistido por DJ Mustard con un banger que seguro va a ser la banda sonora de este verano. La táctica de Kendrick, que nunca se había visto envuelto en un enfrentamiento así y logró salir revigorizado, fue digna del tablero de Erick Spoelstra. Y la de Drake me recordó a un entrenador que tuve en la universidad que quería decidir quién entraba a la selección con una prueba de uno contra uno.2. Crítica culturalMigos era una agrupación en ascenso cuando, en 2013, Drake se interesó por su canción 'Versace', producida por Zaytoven, y se montó al remix con el mismo flow atresillado patentado por Quavo, Takeoff y Offset. “Versace (Remix)” impulsó a Migos y le dio a Drake una entrada a un fenómeno, y un estilo, del que quería ser parte. Esta es solo una de varias interacciones complejas que Drake ha tenido con la escena de Atlanta, capital del rap durante la última década, y una de las que Kendrick menciona en 'Not Like Us' (el título lo dice todo) para llamarlo colonizador. Drake, como un Kirby que chupa los poderes del que tiene en frente, usó a Future, Lil Baby, 21 Savage, Young Thug y 2 Chainz para extraer impacto en las discotecas, respeto en las calles, jerga y, en general, aprobación, propone Kendrick. También nos la sabemos con Jamaica, con Londres, etcétera. Ya hizo reggaetón con Bad Bunny y pronto viene la colabo con Peso Pluma. Como dice Paul Thompson, Kendrick apunta a que todo el estilo de Drake se sostiene sobre fagocitar el estilo que esté de moda. “Es una buena crítica de rap”, concluye Thompson.Me gusta este ángulo porque se articula con una crítica más amplia que hace Kendrick: a pesar de Drake haya dominado comercialmente el rap por quince años, algo inaudito, sigue siendo un actor muy exitoso, un otro que nunca hará parte del “nosotros” desde el que Kendrick habla. Y esto no es porque no sea lo suficientemente negro, sino por usar la experiencia negra como máscara y a conveniencia, como ya había señalado Pusha T y también lo hizo ahora Rick Ross. Drake sale de este beef retratado como un culture vulture. Kendrick es persuasivo, pero no me interesa tanto eso, sino notar que la pregunta por el adentro y el afuera del hip-hop sigue siendo un punto de conversación, incluso en 2024. Por más que las barreras entre el rap y el pop parezcan totalmente diluidas por momentos, que Kendrick y los demás esgriman estas posturas muestra que ciertos valores todavía guardan un peso significativo. Se puede leer este enfrentamiento como la guerra entre dos paradigmas del rap, uno mainstream y otro underground, uno que apunta a las cifras y otro a la aprobación de la crítica, uno famoso por sus sencillos y otro por sus álbumes, pero Kendrick propone, simplemente, que una es hip-hop y la otra no. No es un punto menor teniendo en cuenta todas las reflexiones que hubo el año pasado por las cincuenta velitas que sopló la cultura, y las recientes declaraciones de Yasiin Bey aka Mos Def sobre Drake como música agresiva para ir de shopping a Target. Espero no ser prisionero del presente, pero no recuerdo otro beef de este tamaño que hubiera activado a este nivel discusiones sobre raza, identidad y cultura: victoria para los antropólogos del rap.3. ¿Y las mujeres?Hablar de ética en la mitad de un beef es complicado, porque es un territorio en el que todas las consideraciones morales vuelan por la ventana: acá todo vale. Pero mientras que Kendrick acusa a Drake de pederasta y hacer parte de una red de trata y explotación sexual y Drake acusa a Kendrick de pegarle a su esposa, al final son las mujeres las que salen perdiendo en todo el beef. Una vez más. Primero, todas las acusaciones que se hicieron en este flanco son escalofriantes, y superan el terreno de lo que puedo soportar en un beef. Y, segundo, me queda la sensación incómoda de que a ambos protagonistas solo les importa el bienestar de las mujeres en cuanto pueden convertirlo en un arma que empuñar hacia su rival, no en sí mismo. Es decir, que no les importaba tanto el bienestar de las mujeres como el malestar del otro. Y aunque el rap es el campo en el que el dolor se vuelve entretenimiento, no se trata de que esos versos sean parte de un coro pegadizo. Quizás soy muy suave, pero en este aspecto ambos son rotundos perdedores.Desde acá, shout out especialmente a Megan Thee Stallion. Tory Lanez le disparó en el pie y Drake fue uno de los que se burlaron de ella cuando relató lo que había pasado. Pero digo shout out porque con 'BBL' inició antes que 'Like that' la cruzada contra Drizzy, y con mucha mayor gracia que varias de las canciones que nos dio este beef. No puedo creer, por cierto, que la veracidad de los abdominales de Drake hayan sido un punto de contención durante toda la pelea. Me imagino a Drake eligiendo abdominales con el cirujano plástico, a ver cuál six pack le quedaba mejor. El punto es que la deuda del hip-hop con las mujeres, enorme por casos de abuso como el de Russell Simmons, como el de Diddy, como el Dr. Dre, solo se agiganta. Y es 2024. Si hablamos de la evolución del rap, este tema es esencial.4. IA y compañíaAsí como Drake apostó que 'Family matters' le iba a salir bien, también dijo “Uy, qué chimba utilizar una inteligencia artificial para personificar a 2Pac y Snoop Dogg para burlarme de Kendrick” y sacó 'Taylor Made Freestyle'. Fue ridículo. Y no por irrespetuoso, sino por forzado, como que lo pensó demasiado, se le ven las costuras. De nuevo, parte de su derrota es que él, experto jugador de internet, jugó mal casi todas sus cartas. Este fue el beef en el que la IA entró definitivamente al rap. No solo por 'Taylor Made Freestyle', sino porque en la etapa temprana del beef —podemos proponer tres: la temprana, que empezó con 'Like That'; la intermedia, con 'euphoria'; y la tardía, con 'Not like us'— tuvimos que preguntarnos si lo que se filtraba en internet era IA o no. Qué mierda de juego. Y la excusa de la IA le dio la oportunidad a Drake de softlaunchear 'Push Ups' por Twitter a ver si funcionaba, y ahí sí firmarlo. Resultó que una respuesta de Kendrick que se filtró no era de Kendrick, esa sí era IA. No me entusiasma para nada lo que viene en este aspecto.Acá explicamos en video lo que pasó con la IA, Drake y los dueños de los derechos de TupacTwitter, twitter, twitter: no he dejado de repetirlo. Fue el escenario de memes buenísimos (¿cómo habría sido Twitter cuando salió 'Hit ‘Em Up'?) y una plataforma de aceleración. No había que esperar días sino horas, o minutos, para el siguiente capítulo. Quedé mareado. Y hablando de cambios, qué triste la preponderancia de gente como DJ Akademiks en todo este lío: tomo como una derrota personal que sea una figura relevante para el rap, pero estas últimas semanas solo elevaron su perfil. Y si nos preguntamos por su stream desde Mar-A-Lago, una de las casas de Donald Trump, volvemos al segundo punto: este beef detona discusiones vitales sobre la cultura y sus límites.5. Bonus track: Los mejores temas de la pelea entre Kendrick Lamar y DrakePara terminar, evaluemos cada canción del beef, en orden ascendente, o sea desde la peor hasta la mejor.Kendrick Lamar - 'Not like us' (04/05): Then step this way, step that way / Then step this way, step that way. Creo que una de las claves de la victoria de Kendrick es que supo que tomárselo en serio también era meterle fiesta y risa. Y otra es que cuando las papas quemaron tuvo toda una tradición que lo respaldaba (la Costa Oeste, que incluso se liga con su mención de la Bahía y la defensa de 2Pac) y Drake quedó re isla. Lo de que OVO quiere decir “Other Vaginal Option” es estúpido, pero supongo que le da al beef ese matiz de pelea de colegio que a veces necesita. Drake - 'Family matters (03/05)': Trae el balance adecuado entre rap y melodía, entre la actitud despreocupada que pretende demostrar que no estás molesto, en la primera parte, y la concentración y el temple para diseccionar a tu oponente, en la segunda y tercera. Y qué risa cuando dice lo de “Kendrick just opened his mouth, someone go hand him a Grammy right now”. Me tramó, respect: rapeó duro, mero tema. Pero paila, perdió. Kendrick - 'euphoria' (30/04): Hay tantas partes de esta canción que no he dejado de cantar en voz baja, mientras monto bici, mientras lavo platos, mientras trabajo. “What is it, the BRAIDS?”. La forma en que dice Pusha T. Como canta “We don’t wanna hear you say ni**a no more”. Mi único pero es que los beats estuvieron flojos, pero me hizo saber que Kendrick de verdad odiaba a Drake. Triunfo para los haters. Kendrick - “meet the grahams” (03/05): Me dio mucha risa leer que, como Tony Soprano, este tema muestra que hay gente a la que ir a terapia le enseña cómo hacer más y mejor daño. Este fue el punto de inflexión en el que el beef se puso re oscuro e incómodo. Aún así no pude alejarme de la pantalla. A lo bien que dedicarle una sesión de terapia a cada miembro de la familia de tu opp es lo más psycho que he pillado, reforzado por ese beat de Alchemist. Y cuando le desea la muerte a Drake suena demasiado sincero como para no ser aterrador. Entonces como dis track es devastador y perfecto, pero a la vez no quiero escucharlo más. Espero que eso tenga sentido. Rick Ross - 'Champagne moments' (13/04): El outro hablado es glorioso. Pero, sobre todo, la incluí para celebrar sus historias de Instagram. Fueron mis momentos favoritos del beef, sobre todo cuando se burló de Drake porque su avión era muy viejo. Qué riqueza tan asquerosa. Drake - 'Push Ups' (13/04): En este punto consideré que Drake le podía ganar a Kendrick y su seriedad llevando esto al territorio de la burla y lo viral. Me dieron risa todos los versos que se burlaban de la altura de Kendrick. Buen tema. Al final lo de los malos contratos fue lo menos importante, y tampoco era un ángulo prometedor. Future & Metro Boomin, ft. Kendrick Lamar - “Like that” (22/03): No sabía dónde meter esta, porque no fue un dis, tiene una lógica distinta. Pero es increíble que Kendrick pueda reiniciar el juego con un verso con una década de distancia como hizo hace años con 'Control'. Me encanta el desprecio con el que dice “Bum!”. Y chimba que Metro también diseó a Drake con el beat. Kendrick Lamar - “6:16 in LA” (03/05): Bello sample. Lo demás dejó de importar a medida que el día avanzó y salieron dos temas más. ¿Tres dis tracks en un día? Historia del rap. Qué jodido cómo ahora la portada del guante es como un aviso enorme que le grita a Drake: no lo hagas, huye mientras puedas. Drake - 'The Heart Part 6' (05/05): La peor línea de todo este beef fue “I’m way too famous for the shit you just suggested”. No puede ser. Y me dio hasta pesar de Drake escucharlo tan alicaído en este comunicado de prensa hecho tema. No sé si tendrá una hija oculta o no, pero no compro para nada el argumento de que fue todo una trampa que le pusieron a Kendrick. No, Drake, tú fuiste el que pisó todas las trampas esta vez.Drake - 'Taylor Made Freestyle' (19/04): Entre las camisetas de Inditex, el holograma de Coachella y ahora esta mierda, van a hacer que 2Pac vuelva de Cuba a exigir que lo dejen sano.Más contexto: ¿Qué pasó con Kendrick Lamar, R. Kelly y Spotify? La frase de Drake que recordó un momento clave
Ale Sergi es el vocalista de Miranda una de las agrupaciones más esperadas del Festival Cordillera 2024, y una propuesta clave en el electropop latinoamericano. En 2022, el integrante de la banda argentina dio una entrevista que se hizo viral, sobre la piratería en la música. "A mí nunca me tocó ganar plata con la venta de CDs", dijo Sergi, en entrevista con Terapia picante. "De hecho nosotros atravesamos, yo creo el peor momento de la industria discográfica. Cuando nosotros tuvimos el disco de más éxito que fue el de "Don" y "Yo te diré", me la pasaba firmando discos piratas", comentó.En eso Sergi tenía razón. Según Forrester Research citado por CNN, los ingresos totales por ventas y licencias de música en Estados Unidos cayeron a 6.300 millones de dólares en 2009. En 1999, esa cifra de ingresos era de 14.600 millones de dólares.Sergi desarrolló: "La gente no tiene la culpa. A mí me molestaba cuando la compañía nos venía a decir que hagamos un video para decirle a la gente que compre original. Me parece que la gente lo que quiere es escuchar la música. Y la va a escuchar, y la va a conseguir como sea", puntualizó.Al tiempo que manifestó: "Y yo no me puedo ofender porque un pibe fue a la casa de un amigo y se copió el CD, o porque fue al mantero y se lo compró a un cuarto de precio de lo que lo venden en las disquerías. Él lo que quiere, no es hacerme daño a mí. Quiere escuchar mi música ¿Cómo me voy a enojar yo con esa persona?", cuestionó.El músico agregó: "El problema lo tiene que solucionar el que se encarga de venderlo. Se enfocó mal el tema de la piratería. Muy mal, se enfocó en que el usuario era el culpable. Yo me acuerdo que los VHS que vos alquilabas que venían con un anuncio de `piratería es screamer y venía la policía y vos estaban mirando una película y te metían preso`. Era una locura ¿qué les pasaba?", comentó sobre las campañas antipiratería de finales de los 90 y comienzos de los 2000 en las que se criminalizaba al usuario.
Celine Dion hizo su gran regreso a los escenarios durante la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de 2024 en París, interpretando una versión de L’Hymne à l’amour, original de Edith Piaf, quizá la cantante frances amás importante de toda la historia.La actuación, que tuvo lugar después del encendido de la antorcha olímpica, marcó un gran hito para Dion, que había prometido volver a los escenarios en medio de su continua batalla contra el síndrome de la persona rígida. El ícono del pop lanzó recientemente un documental sobre el tema, titulado I Am: Celine Dion.¿De qué trata L’Hymne à l’amour?Esta canción fue escrita para el amante y el amor de la vida, el boxeador francés Marcel Cerdan. El 28 de octubre de 1949, Cerdan murió en el accidente del vuelo 009 de Air France cuando viajaba de París a Nueva York para verla. Piaf grabó la canción el 2 de mayo de 1950. La letra describe la profundidad del amor y la devoción que la cantante siente por su pareja, incluso ante un posible desastre o pérdida. Ella dice que incluso si el cielo se cae o la tierra se derrumba, no importa mientras ella sea amada.¿Qué enfermedad tiene Celine Dion? El síndrome de persona rígida es una enfermedad neurológica muy rara que, según datos del Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares de EE.UU.citado por CNN, afecta a más mujeres que a hombres.Entre los síntomas se encuentran rigidez muscular, hipersensibilidad a ruidos, estrés emocional, posibles espasmos. Hasta el momento, la causa de la enfermedad no ha sido descubierta. Si bien los síntomas pueden tratarse, no tiene cura."Las posturas anormales, a menudo encorvadas y rígidas, son características del trastorno. Las personas con este síndrome pueden estar demasiado discapacitadas para caminar o moverse, o tienen miedo de salir de casa porque los ruidos de la calle, como el sonido de una bocina, pueden desencadenar espasmos y caídas", dice el Instituto, citado por NPR.Celine Dion es la cantante canadiense más exitosa de la historia. Durante los noventa vendió más de 100 millones de discos en un periodo de diez años.
Canciones para decir no más. Himnos para liberarse y quererse a sí mismo. Colaboraciones inesperadas. Fuerza Regida, Amantina, Kei Linch, Israel B, Irepelusa, ARIA VEGA y más en la playlist Recarga LatinX de la semana del 26 de julio de 2024. Estas son las canciones favoritas del equipo de Shock ordenadas aleatoriamente.1. MAMBRÚ! – AmantinaEl colombo ecuatoriano Amantina cogió el dolor y la pena y los hizo fiesta como un hechicero.2. Ké Mal - Elsa y ElmarEl dolor estaba ahí y no lo vimos. Pero esta canción conmovedora es para sacudirse, liberarse y no darse palo.3. Estoy mejor sin ti – Israel B, Kei Linch, LOWLIGHTMándenle esta colaboración colombo-española a el/la ex al que no le quieren volver a ver la jeta. Rap de combate para dedicarse a sí mismo.4. Hablas – Jesse BaezUn R&B dramático del guatemalteco Jesse Báez para los tergiversadores y chantajistas emocionales. Ahora hay un término para eso. Es la canción del gaslighting.5. Un porrito – ARIA VEGA, IrepelusaNunca había sonado tan tierna e inspiradora una combinación de estimulantes: hongos, café y porrito.6. Mosaico Pirata – Duplat, Juan Pablo VegaSentirse viejo. Contar bolardos. Viajar a tierra caliente y poner música. Costumbrimo colombiano hecho pop. Esto podría ser la banda sonora de un roadtrip como El Paseo.7. Me provoca - El clooy, COQEDesde Medellín, Perreo estricto para descontrolarse.8. Luna - Lee EyeCanción para acalorarse en una noche fría. Lee Eye reflexiona, hipnotiza y agradece “aunque a veces se le olvida” que está.9. Jardín del paraíso- Monsieur Periné, BejucoUna canción que suena a Latinoamérica libre, un canto contemplativo de la naturaleza y un clamor de paz. El jardín del paraíso suena a la marimba de Bejuco.10. Matiné - La banda del bisonteDistorsión, planetas en el cielo e imaginación en una celebración con guitarras del mejor plan del mundo, el matiné en las cobijas.11. Modo animal - Mesita, CazzuDel EP del uruguayo Mesita, Tsunami, una colaboración salvaje y pegajosa con la mamá de la movida del trap en el sur.12. ALV – Ximena SariñanaSe puede decir ya no más, pero el lenguaje universal, después del reconocimiento, nos lo traduce Ximena Sariñana: ALV.13. Nada para siempre - Peces RarosSencillo del nuevo álbum de la banda argentina Peces Raros, titulado Artificial. Un viaje ochentero por las máquinas y una reflexión sobre la intrascendencia.14. 2K – Saygi, Oblivion´s Mighty TrashSaygi, el paisa detrás de los beats de Oblivion´s Mighty Trash, montó su propio paisaje en un álbum propio. Acá colabora con su secuaz de siempre en una canción en dos actos.15. SOFIA – Fuerza Regida, Major Lazer, AlokFuerza Regida estrenó álbum, PERO NO TE ENAMORES. Una de las cabezas del corrido mexicano colabora con uno de los nombres más importantes del EDM de la década pasada, Major Lazer.Estas son las canciones de la Recarga LatinX del 19 de julio. ¡La música nos une!
En 1992, se estrenó el capítulo de Los Simpson La primera palabra de Maggie (temporada 4 capítulo 10). Mientras intentan que Maggie hable, Marge cuenta la historia sobre cómo llego la familia a la casa cuando Bart era pequeño y Marge estaba embarazada de Lisa, en el marco de los Olímpicos de 1984, que ocurrieron en Los Ángeles. Como subtrama de ese capítulo, vemos a Krusty ofreciendo una promoción de Hamburguesas Krusty: recibe una tarjeta raspa y gana con tu pedido y, si Estados Unidos gana una medalla en el evento de tu tarjeta, ganas una hamburguesa. Luego Krusty se sorprende cuando los países comunistas boicotean los Juegos Olímpicos, lo que le da a Estados Unidos victorias fáciles y lo obliga a ofrecer mucha comida gratis. La promoción real de hamburguesa en la que se inspiró Los SimpsonLo que sucedió en el capítulo, sucedió también en la vida real, en Mc Donald's. La promoción funcionó la forma muy similar a como se describe en el capítulo: al comprar una hamburguesa en Mc Donald's, el cliente recibía una tarjeta para raspar con un evento olímpico. Si el equipo estadounidense ganaba el oro en ese evento, el cliente recibía una Big Mac. Si el equipo ganaba la plata, el cliente recibía papas fritas. El bronce significaba una gaseosa gratis. El lema era "Estados Unidos gana, tú ganas".Hubo un factor que la marca no tuvo en cuenta: la Unión Soviética no se uniría a los Juegos. Estados Unidos había boicoteado los Juegos Olímpicos de 1980, celebrados en Moscú, debido a la invasión soviética en Afganistán. A su vez, los soviéticos (así como Alemania del Este y varias otras naciones comunistas) rechazaron la invitación para ir a Los Ángeles en los de 1984 La ausencia de los comunistas también significó la ausencia de los gimnastas soviéticos, los nadadores de Alemania del Este y los fenómenos del tenis de mesa de Corea del Norte. Esto significó que Estados Unidos continuaría arrastrando a la oposición por el barro. Si bien los estadounidenses habían obtenido 94 medallas en los Juegos Olímpicos de 1976 (34 de ellas de oro), terminarían sumando 174 medallas en 1984, con 83 de ellas en primer lugar.Mucha gente recibió comida gratis. Un artículo del New York Times de 1984 señaló que "algunos de los 6.600 locales de McDonald's en Estados Unidos se habían quedado sin Big Macs". Los representantes de McDonald's se negaron a dar una estimación de cuánto desembolsarían por la promoción (probablemente para evitar la vergüenza de la prensa), pero el Times había asumido que la suma era "alucinante".LAist publicó el testimonio de un hombre al quien la promoción le ayudó a mantener a su familia por semanas. Sin duda una estrategia de marketing costosa, pero dejó huella.
Roger Waters, miembro fundador de la icónica banda de rock Pink Floyd, manifestó su apoyo a Nicolás Maduro antes de las elecciones presidenciales en Venezuela del 28 de julio.Waters publicó un video en sus cuentas oficiales de redes sociales instando a los venezolanos a votar por Maduro. En el video, enfatizó que Venezuela pertenece a su gente, no a las corporaciones extranjeras, y elogió la Revolución Bolivariana en curso a pesar de sus desafíos.En su publicación, Waters criticó a Juan Guaidó, recordando la agitación de años pasados, y expresó sus esperanzas de una victoria de Maduro. La elección ha atraído una atención regional significativa, con las calles de Caracas repletas de partidarios de ambos bandos, según reporta Ámbito. Maduro busca un tercer mandato consecutivo, mientras que González tiene el respaldo de la líder de la oposición María Corina Machado.El músico es conocido ampliamente por su activismo político. En 2022, pidió a los colombianos apoyar a Gustavo Petro en las elecciones, y en 2023, durante su visita a Bogotá instó al mandatario a lazar su voz contra el genocido al pueblo palestino¿Cuándo son las elecciones en Venezuela?Las elecciones presidenciales en Venezuela serán el domingo 28 de julio de 2024, con el fin de elegir al presidente para un mandato constitucional de seis años. Los venezolanos votarán este domingo 28 de julio por el presidente de la República para el período 2025-2031, en un proceso que, según Voice of America, llevará a una “consolidación autoritaria” o a un proceso de “transición democrática” en el país.En estos comicios son 10 candidatos, pero de ellos son dos los candidatos principales: el aspirante a la reelección, Nicolás Maduro y el candidato opositor, Edmundo González Urrutia. Los otros candidatos son: Enrique Márquez, Antonio Ecarri, Daniel Ceballos, Luis Eduardo Martínez, Javier Bertucci, Benjamin Rausseo, Claudio Fermín y José Brito.La toma de posesión del mandatario electo ocurrirá el 10 de enero de 2025, como establece la Constitución venezolana.