La lógica del escorpión es el trigésimo álbum de estudio de Charly García en 52 años de carrera. Las 13 canciones que cocinó a fuego bajo por 7 años son un retrovisor y una declaración. Charly no entiende nada de este mundo ni del que viene ni del otro, pero le basta con entenderse a sí mismo.Para unos, el chuzón del último disco de la máxima figura viva del rock en español —y podría borrar lo de “viva” sin titubeos— genera de primerazo la frustración de quienes solo se permiten escuchar decadencia en los últimos veintiséis años de su discografía.A otros, el aguijón del fanatismo los hará delirar y decir que La lógica se encuentra entre los mejores discos de alguien que hizo, entre otros, Clics Modernos, Piano Bar, Pequeñas anécdotas sobre las instituciones, Películas o La Grasa de las Capitales.Pero si la sal no sala, el veneno no envenena.Este disco es la mejor versión de este Charly del que tantos se preguntan “¿cómo es que sigue vivo a estas alturas con la vida tan loca y excesiva que vivió?”. En especial porque, dentro de su catálogo, puede que La lógica del escorpión sea uno de sus discos más directos, vulnerables y triunfales.Burlándose de nuestra manera de apreciar los álbumes usualmente, Charly nos obliga a escuchar, primero, desde el aprecio por su obra en general; después, desde la despedida que nos hace al aceptarse como un hombre viejo y frágil parado ante la muerte. Hablemos de ambas cosas.Charly ya no reza por vosNi siquiera parece que Charly rece por alguien hoy en día. En cambio, maldice en oraciones como estas:Ni en las canciones sobre la dictadura o la guerra por las Malvinas escuché a un Charly tan existencial, tan asustado y, sobre todo, tan confundido.Siendo un hombre que ha visto a la muerte a los ojos tantas veces y por tanto tiempo, hace notar que, en esta ocasión, sí siente en la nuca su invitación a bailar.Ese contraste entre el Charly que le gritaba a sus detractores “Están muertos” en “No Toquen” y este, que sabe que pronto se unirá y no tocará más, es la peor picadura.“Te esperaré de pie / Cuando el frío te traiga aquí /Otra vez, como antes”, canta en “Te Recuerdo Invierno”Ahora que está viendo las puertas a ese otro mundo, el dios que antes trató con reverencia o escepticismo aparece como traidor. Lo ve en el mundo que no entiende, lo escuchamos en la vigencia de “Juan Represión” (que perfectamente podría ser un retrato de Iván Duque durante el estallido social).¿Cómo encontrarse con un dios así? ¿Se le rebelará allá también como lo ha hecho contra todo y todos? ¿O es esta su rebeldía?La desesperanza de Charly, la frustración por lo mundano y decadente de todo a su al rededor, siempre lo han dejado contra las cuerdas y solo con la música de su lado. Y ahora se admite incapaz de pelear más por hallarle sentido a un mundo que, sin juzgarlo, simplemente lo supera:La verdadera canción para mi muerteNadie culpa a los que no aguanten la disonancia cognitiva que genera que la voz dulce, filosa y veloz de Charly ahora sea tan oxidada, pesada, aparatosa. Pero esta es la versión de esa voz actual que más ha estado cuidada por coros de apoyo y fino cuidado de producción.Y para esos nostálgicos es para quienes más está pensado el disco. La lógica del escorpión honra al camino recorrido, incluso antes de que empezara su carrera como profesional.Eso se ve en tres gestos de profunda humildad que conmueven porque la figura de Charly es abordada con fervor maradoniano, que nos hace olvidar que él mismo tiene héroes:Uno es el cover de su inspiración desde pequeño, John Lennon, en “Watching the Wheels”.Otro es “El club de los veintisiete”, con sus referencias a artistas extranjeros que lo marcaron, que ya murieron y que él no puede esperar para abrazar en la otra vida.El tercero es el ominoso sample con el que los Beatles construyeron “Revolution°9”, y que aparece al final de “La Medicina N°9”.En ese ultimó tema suena la melodía que ya tocaba Charly en “El rap de las hormigas”. A lo largo del disco, suceden otras referencias, como en “Estrellas al caer”, que gira en torno a la melodía de la voz de Charly en “Chipi-chipi”. La más poderosa es “Juan Represión”, una reversión de la canción que hizo para el disco Pequeñas anécdotas sobre las instituciones de Sui Generis.Quizás sea demasiado fan service para algunos, pero el veneno del escorpión hace bien su trabajo y manda a cualquiera derecho a revisitar esos temas clásicos y otros.Pero lo más bonito de esa mirada de retrovisor es un gesto que aprendió del amigo y conspirador que fue el ying de su yang:Cuando Spinetta se iba a retirar de la música, realizó el mítico concierto “Spinetta y las Bandas Eternas”, en el cual convocó a casi todos sus colaboradores de toda su carrera para un show de más de tres horas.En La lógica, Charly enmienda parcialmente el literal incendio que causó y que dejó al mundo sin disco colaborativo entre ambos reviviendo su voz para “La pelícana y el androide”. También completa la vuelta olímpica con otros temas que canta de la mano de dos de sus compañeros de Serú Girán (David Lebón y Pedro Aznar) y de su discípulo, Fito Paez.Esa picadura sí llega al corazón. Esos personajes padecieron tanto la excentricidad de Charly que sería perfectamente comprensible que no le dirigieran la palabra. Pero en cambio están allí, de su mano, demostrándole a él y al mundo que si se es fiel a uno mismo nunca se estará solo.La lógica del escorpión se trata de Charly García compartiéndonos su veneno, como hizo el animal de la fábula cuando traicionó a la rana que lo ayudaba a cruzar el río. O es un disco para hacernos ver que todos traemos ese veneno adentro, que el mundo nos clava repetidamente su aguijón y que habrá que perderse en la profundidad del río. Solo hay que decidir con quienes y si hacerlo con una sonrisa.Charly García es como el mundo: teme y ríe mientras se hunde. En el 2000, cuando saltó por la ventana del noveno piso de su hotel, les dijo a los reporteros que simplemente se sintió “frío y después mojado”.Pero en la caída de Charly al final, en el precipicio, no hay piscina. Y donde parece que todos nos vamos a caer y morir, Charly emprenderá vuelo.Como los dinosaurios, su legado no va a desaparecer, y lo más potente es la confianza con la que su Lógica del escorpión expresa que él mismo ya lo sabe.***Lean también Charly García: 5 anécdotas inolvidables del músico argentino
A pesar de ser uno de los artistas más escuchados del planeta y de tener una legión de fans, Feid se mantiene humilde.Construir una reputación como el reggaetonero bacán y sensible significó subvertir los valores que se le atribuían al género: la megalomanía, el culto al consumismo, el hedonismo y la competitividad.Pero antes de convertirse en el fenómeno masivo y el referente estético que hoy conocemos, Feid atravesó varias fases en la construcción de su sonido e imagen.Faid: “Quería sonar como T-Pain”A esta primera fase de Feid, exploratoria en sonido, imagen y concepto, la podemos describir como el primer bautizo artístico, un error que trazó un camino: Faid.Salomón Villada, hijo de un artista plástico y una psicóloga, eligió ese primer nombre producto de una pronunciación deformada de Faith (fé en inglés). Con ese nombre presentó sus canciones y mixtapes hasta 2010. Pero Faid no se leía como la pronunciación de Faith en español. Por eso, un año después, se cambió el nombre a Feid. Ignoremos los matices fonéticos y concentrémonos en su elección por la fe. El significado bíblico de la fe es, antes que la creencia, la confianza en lo que no se ve. Y Feid repitió en cada una de las entrevistas que le hacían que escogió su nombre por su fe en Dios, pero también por la confianza en sí mismo y en el fruto de su trabajo.Dicho de otra forma, no solo se trataba de elegir un nombre, sino que revelaba su adhesión a una creencia mágica según la cual el trabajo y la visualización de las metas es parte del camino hacia ellas; su visión era una mezcla de los valores del calvinismo (la justificación de la gracia mediante la fe, el trabajo como glorificación a Dios y la predestinación) con el capitalismo de los sueños, mercantilizado en Instagram bajo la forma de la “manifestación”. El caso más ejemplar de esa visión temprana es el video de su versión en español de Billionaire de Bruno Mars y Travis McCoy. En ese entonces sonaba y se veía más como un tropipopero: se le ve con una manga sisa blanca apretada debajo de una camisa a cuadros, con el pelo largo y un gorro de lana negro. Sus sueños, dice en la canción, eran salir en revistas con Juanes y Shakira y comprar Medellín.El video se viralizó en 2023, 12 años después de ser publicado y, a pesar de que lo mostraba en una fase muy cruda de su carrera, Feid no lo intentó ocultar. Al contrario, su circulación resaltó su historia de ascenso y una personalidad consistente en el tiempo. Era también una evidencia de sus primeras influencias del pop y del rap.Faid trabajó (produciendo o componiendo) con raperos de Medellín como Mary Hellen, Maquinista, Ultrajala o Juanjo & Tes. En 2010, uno de sus cantantes de referencia era T-Pain, el rapero de Tallahassee, Florida, pionero en utilizar el autotune como instrumento central para crear melodías con su voz. Pero la foto que representaba el panorama musical de la Medellín en esa década no era la del rap, sino la del reggaetón, que se esparció de modo infeccioso hasta instalarse en la ciudad como si fuese una tradición de generaciones.LEAN TAMBIÉN: Del vocoder al autotune: ¿Cómo las voces artificiales cambiaron la música? En septiembre 2010 se publicó la edición 178 de la Revista Shock, en cuya portada aparecía por primera vez J Balvin. “El dueño del negocio tiene un único objetivo: tomarse el mundo por asalto y todo parece indicar que ya lo está logrando”, decía la tapa de la revista.El titular era premonitorio y quizá prematuro para la magnitud del fenómeno en el que se convertiría el reggaetón paisa. J Balvin, en efecto, fue el primero en cruzar la frontera, pero también el que emparentó la ética industrial paisa con el reggaetón. Faid se formó mientras ese movimiento hacía ebullición.En 2011, ya como Feid, grabó canciones de reggaetón con Alberto Style, Junior G y Nicki Jam. Y, aunque en la mayoría de publicaciones en Internet afirman que “la primera canción de Feid” como solista fue Morena, publicada en el álbum Así como suena de 2015, circulan todavía canciones suyas de 2012 como No te vayas y Cómo duele. Esos primeros sencillos hacían parte de un EP que Feid planeó lanzar, pero del cual hoy no hay registro, que se titularía Tacto.El trecho fue largo desde esas primeras canciones hasta su explosión comercial. En parte, porque alternaba su carrera solista con su carrera como compositor. En esa faceta, que continuó hasta 2018, escribió o metió líneas en Secretos de Reykon; Ginza y Sigo Extrañándote de J Balvin; Mamita de CNCO; Brujería de Christina Aguilera; Qué tiene de Ximena Sariñana y Valiente de Thalia.Impulsado por su reputación de hitmaker en la sombra fue que empezó a trabajar no solo en su música, sino en su personaje. Uno que, desde el principio, él se ha encargado de presentar como “auténtico” y “humilde”."Ese es Feid" A la segunda evolución en la carrera de Salomón la llamaremos la fase Feid y comprende el periodo en el que lanzó sus tres primeros álbumes. A pesar de que el sonido de Así como suena (2015 a 2017) mutó de forma drástica en 19 (2019) fue ese el momento en que encontró tanto el sonido y la personalidad distintivas para hacerse notar en un mercado saturado de reggaetón.Para conservarse como categoría reconocible ante el público, los géneros deben tener la cualidad de generar variaciones, regenerarse a sí mismos. El reggaetón hizo justamente esto último cuando aterrizó en Medellín.Lo que hacían los reggaetoneros de Puerto Rico era más crudo, explícito y beligerante. Su fraseo era más cercano al de los raperos, venía con referencias al barrio y destilaba fiesta y hedonismo. Además, compartía con el rap el espíritu competitivo, asociado al hiperconsumo, las referencias a carros, marcas de lujo y el alardeo de las copias vendidas.La regeneración de los artistas paisas, de quienes se dice te venden hasta el aire de Medellín, consistió en desenmarcarse de la ética barrial y sexualmente explícita de los boricuas y seguir el modelo del artista que mejor se adaptó a la ética negociante, a quien encarnó el sueño de ascenso social y tomó como lema “El negocio, socio”: J Balvin. Balvin hizo explícitos los valores de su ciudad. Su música era lujuriosa y ambiciosa en un doble sentido: sexual y económico. Pero era más explícita en lo económico, hecho que alentó a más músicos a unirse al movimiento. Fue la primera y la más exitosa empresa de un género que apuntó a incrustarse en la industria del pop. Luego vino Maluma, quien adoptó la personalidad del “Niño lindo”, el “Pretty Boy” bajo la misma lógica de la explotación del deseo sexual y material.Sorpresas, el intro del segundo álbum de Feid, Así como suena (2017), es la declaración de principios más evidente de la segunda fase de Feid.El Feid de 2017 está viviendo el sueño y lo agradece. La gente se sabe sus canciones, las canta y las perrea. Pero él no es la figura principal. A pesar de que su nombre se instaló en la industria y se rumora de su talento, sus canciones más exitosas han sido interpretadas por otros artistas; en especial, por J Balvin. Mientras tanto, las canciones de Feid como solista en Así como suena parecen sintéticas, sobreproducidas y no se diferencian mucho del reggaetón paisa de la época. Los beats eran robóticos y la voz de Feid parecía perderse detrás de las baterías. Estaban hechas pensando en reproducir lo que ocurría en la pista de baile. Además, en sus letras, Feid se presenta como un seductor (Matando, Peculiar, Morena, etc) y hasta habla de billetes que vuelan (Lluvia).“Me demoré mucho en encontrar una forma de hacer música, de sacar mi sonido, de que la gente me escuchara y dijera ‘ese es Feid’”, dijo en una entrevista para El Universal.Ese rasgo distintivo que buscaba lo empezó a encontrar en 19, el álbum con el que cambió su forma de hacer música. Si bien los ICON siguieron participando en la producción, también aparecieron nuevos nombres colaborando en la maquinaria. En el primer bloque de canciones de 19 Feid se presenta más como un baladista que como un reggaetonero. Experimenta con el reggae, el trap y tiene un tema hecho con solo piano y voz, Ven pa casa. Alizzz, productor detrás de los primeros éxitos de C. Tangana lo acompaña también en Buena Mala. El segundo bloque es puro perreo. Incluso, en ese bloque re-versiona Ven pa casa sobre un beat de reggaetón.Pero el estilo por el que lo conocemos lo refinó un año después, volcando sus letras de lleno a su mundo interior y aterrizando el lenguaje del coqueteo a las formas de la calle en Medellín. Si Balvin apeló a instalarse en el espíritu de las masas que bailan, Feid apuntó a la experiencia individual. Pero en esa fórmula hacía falta algo más que pronto se conocería gracias a TikTok y la pandemia (que nos mostró un reggaetón que no necesariamente era de fiesta).Bienvenidos al TikTok del Ferxxo, Mor¿Qué novedad podía aportar Feid a la sobreoferta de una masa uniforme de reggaetoneros? ¿Cómo podía hacerse notar en un género en el que los artistas llaman la atención utilizando sobrenombres que apelan a una supuesta superioridad?Nombres artísticos clasificatorios como El Cangri, El Rey, El líder, El negocio, El Father, El pretty boy y El dueño del sistema ya estaban ocupados, así que Feid reclamó su lugar como el Ferxxo. Contrario a la costumbre de presentarse como “el mejor” en algo, eligió el apodo que le había puesto su amigo y ocasional productor, Sky. Eligió que lo conociéramos como una persona cercana y empezó a hablar de sí mismo en tercera persona. Todos conocemos un Fercho: es el amigo buena onda que tira chistes y anima el parche, el que suelta dichos y habla con acento fuerte. Es el tipo al que invitan a una entrevista en uno de los programas más vistos de España, como La Resistencia, y lleva una torta que él mismo preparó al presentador, a pesar de que la torta va a la mitad porque sus amigos ya le metieron mano.Un comentario en el video de YouTube de esa entrevista describe mejor que nada lo que genera la actitud Ferxxo: "No sé quién es, pero deberían invitarlo todos los días": La fase Ferxxo, la tercera en la carrera Feid, no podría ocurrir sin un canal de comunicación directo con sus fans para exhibir su personalidad. “Qué hubo pues que vamos a estar haciendo el ridículo acá un rato”, dijo su primer video en TikTok, publicado en 2019 poco después del lanzamiento de su tercer álbum. Desde ese momento se convirtió en partícipe asiduo de los trends y los filtros de TikTok y muestra su cara al público permanentemente, con su cámara frontal, en un plano en el que fácilmente le puedes ver las fosas nasales. Y hace chistes malos, pero que dan risa.Su presencia virtual apuntaló su nueva personalidad pública. Si ven sus primeras entrevistas en YouTube, notarán que su tono era más formal, como el de los futbolistas que responden preguntas después de un partido y evitan mirar al entrevistador. Pero en la medida en que incrementó su fama empezó a soltar en público su acento paisa y su sentido del humor.Si el principio de su estrategia era mostrarse auténtico, paradójicamente, la demanda de “autenticidad” se hizo cada vez más intensa. Aumentó la cantidad de veces por minuto en las que dice “Mor” y “Qué chimba mor”. Entró de forma victoriosa en el juego de las plataformas sociales de Internet: sé tú mismo, pero más y preferiblemente ante las cámaras. La autenticidad, en palabras de Ernesto Castro, “es una propiedad reflexiva que poseen todos los entes por el mero hecho de ser ellos mismos, en el mismo sentido de existir y tener atributos que los definen”.Los valores que hicieron que FEID conectara con un público masivo no fueron tanto la “autenticidad”, palabra que en el mundo de los artistas dice poco y nada, como la consistencia en la forma de presentarse como un personaje: soñador, humilde y sensible.Ese manifiesto ocurrió de forma más notoria entre 2020 y 2022, cuando además se convirtió en una máquina imparable de lanzar música: publicó 5 álbumes y 1 EP que sumaban más de 95 canciones, sin contar las colaboraciones y sencillos sueltos. Una racha que comprende los álbumes Ferxxo Vol.1 M.O.R. (2020), BAHÍA DUCATI (2020), INTER SHIBUYA LA MAFIA (2021), FELIZ CUMPLEAÑOS FERXXO (2022) y el EP SIXDO (2022).Las portadas de esos trabajos, conceptualizados por Manuela Villada, hermana y directora creativa del proyecto Feid, muestran paisajes ilustrados con referencias a Medellín o alusiones crípticas a la promoción del álbum. En SIXDO, por ejemplo, Feid se presenta como la silueta de un personaje animado. FELIZ CUMPLEAÑOS FERXXO es una conversación de WhatsApp que está conectada con la campaña de lanzamiento del álbum: el aviso de una supuesta filtración del disco.Ferxxo Vol. 1 M.O.R, además, reforzó la sensación que tenían muchos de sus fans sobre sus canciones: que Feid siempre está entusado y triste, y que sus canciones dan ganas de destapar una botella de guaro para superar una tusa. El género de Feid es también el despecho. El álbum fue pensado como una serie de notas de voz que alguien enviaría borracho a una ex, de ahí también el M.O.R (Messages On Repeat). Y probablemente pensando en el modo que su audiencia se comunica al escucharlo (en WhatsApp y seguramente tomando alcohol) empezó a escribir los títulos de sus canciones como mensajes de texto escritos de afán en el celular, a veces encriptados y prescindiendo de la formalidad ortográfica, como ocurre en el trap (MORXX, PERREOXOXO, XQ Te pones así).Musicalmente, SIXDO, EP en el que rapea sobre un beat de la leyenda Dj Premier y acude al synth pop en la canción California, es una excepción creativa. La mayoría de su producción en esta fase es un tipo particular de perreo en el que las percusiones y las estructuras son homogéneas, dejando el protagonismo a las letras y las melodías que él guía con su voz. Las melodías para Feid parecen ser inagotables. Esa, musicalmente, es quizá su mayor virtud. Pero esa capacidad para re-versionarse a sí mismo no hubiera tenido ningún sentido sin la consistencia de su personaje.En su tercera fase, Ferxxo ya es una marca que incluye personalidad, estilo y paleta de colores. Las gafas de sol alargadas con marco de plástico, las pantalonetas de equipos de basket, las gorras beisboleras y el verde se convirtieron en una guía de estilo que adoptaron sus fans.El verde, su color distintivo, no apareció de la nada en su idea de marca, como si un día se hubiera convertido como Hulk. Dice Feid que lo eligió porque representa las montañas de Medellín, el dinero y la esperanza. Pero a fin de cuentas la interpretación puede variar. Es un color primario que tiene sentido solo cuando lo asociamos a una personalidad cuya imagen representa ciertos valores.Otra posible explicación es que Feid y su hermana tenían en la cabeza el mundo de los cómics.Sheldon Cooper y Leonard Hofstadter, protagonistas de la serie The Big Bang Theory, por ejemplo, llevan camisetas verdes cuando piden matrimonio a sus novias. Ambos son geeks, aficionados a los cómics y poco hábiles socialmente, así que la elección de vestuario de sus personajes para esas escenas fue hecha porque en los cómics el verde significa valentía.¿Puede ser el verde una elección asociada a la figura de Feid como un proveedor de valentía emocional? Probablemente sea una coincidencia, pero en 2024 Feid concretó su vinculación con el mundo de los superhéroes de cómics cuando anunció su colaboración con Marvel en su propia historieta: Feid, The Green Man.Esa paleta emocional Feid la ha sabido exprimir en sus letras para que tenga coherencia con su personalidad. Nunca entró en el juego del ego trip competitivo, ni impostó la calle que nunca tuvo, ni imitó el acento boricua (aunque parezca increíble, el fenómeno de la emulación de un acento de otra región todavía lo pueden encontrar en artistas que se siguen debatiendo entre el reggaetón, el tropipop o el trap). Tampoco quiso jugar con las fantasías libidinosas y consumistas de la primera época del reggaetón: Feid siempre tuvo sensibilidad de baladista.En sus canciones las mujeres no aparecen como exhibición. Él es una víctima que trata de superar el duelo. Las mujeres lo castigan, no lo perdonan, se buscaron a otro y él se muestra vulnerable, pide cacao y busca cómo sobreponerse así sea echando madrazos y acudiendo al autoconvencimiento de que todo puede mejorar.Mientras escribo esto las canciones más escuchadas de Feid en Spotify son Hey Mor (con Ozuna) y Feliz Cumpleaños Ferxxo. La primera es un anhelo por una mujer; y en la segunda está dolido con una ex, fantaseando con su recuerdo, y diciendo claramente: estoy solo. Lo mismo ocurre con otra de sus canciones más escuchadas en Spotify, Normal, en la que extraña y habla de cuánto le cuesta perdonar una infidelidad.Esa apertura a la sensibilidad del otro, desde luego, no podía haber calado tanto en una época en la que no tuviéramos TikTok, en la que los usuarios están presionados a contar cómo se sienten. Las canciones de Feid, de la mano de funciones como el lip sync sobre los audios de canciones, permiten sentir a través del otro. En una época en la que nos reconocemos como vulnerables Feid abrió sus penas amorosas al público y se sacrificó con nosotros. La estrategia no es nueva. Muchos artistas la usan, pero Feid la tradujo a un lenguaje y a un género más cercano.Ferxxo se mantiene humildeEntre 2023 y 2024 Feid publicó dos álbumes: Mor, No le temas a la oscuridad (2023) y FERXXOCALIPSIS (2024) y el EP MANIFESTING 20 -05 con Yandel. Si bien el sonido de los discos no cambia mucho, sí representan una nueva fase para Feid, en la que su objetivo es capitalizar a su audiencia en Colombia y expandirse su carrera internacionalmente, lo que curiosamente lo condujo al reggae y los afrobeats.En el primero colabora con Sean Paul (Jamaica), Rema (Nigeria) y Young Cister (Chile). En el segundo, colabora con Young Miko y también convoca a las nuevas generaciones de reggaetón como el caleño Pirlo; también invita al rapero paisa Mañas Ru-Fino a reconciliar el rap medallo más under con el perreo más comercial.Esta cuarta fase de Feid, más que una nueva faceta de su personalidad, es la ratificación de su personaje en una nueva condición: la fama absoluta.En 2022, en menos de seís meses, Feid llenó tres veces el Movistar Arena de Bogotá (con más de 40.000 personas) y el Estadio Pascual Guerrero en la Feria de Cali (30.000 personas). Dos años después, en 2024, agotó la boletería de tres fechas en el Coliseo MedPlus en Bogotá (60.000 personas) y dos en el estadio Atanasio Girardot en Medellín (80.000 personas).Como si fuera poco, fue uno de los headliners de Estéreo Picnic 2024. Una presentación que fueron a ver unas 40.000 personas. Feid, en tarima, corrió de un lado a otro como si estuviera en una clase de crossfit, iluminó el cielo con drones que decían Ferxxo y montó un truck tuneado (un camión modificado) de dos metros al que bautizó “sapo perreitor” y que es como su juguete. Hay tanto un exceso cómico como la materialización de un sueño infantil en el sapo perreitor que parece un guiño irónico a la obsesión del mundo del reggaetón con los carros de lujo. Pero más allá de ese exceso en números y puesta en escena, en Estéreo Picnic 2024 el Ferxxo le dedicó buena parte de su show a presentar a una nueva generación de artistas: Ryan Castro, Blessd, Esteban Rojas y los Brokix lo acompañaron en el escenario más icónico de los festivales privados en Colombia. Feid es la pareja de la artista más popular del país, Karol G, y tiene uno de los actos en vivo con más demanda del continente. Puede hacer lo que quiera con su carrera. Pero por lo pronto, el Ferxxo se mantiene humilde.***FEID lanzó recientemente las ediciones en vinilo del álbum '19’. Vamos a regalar algunos a quienes estén en Bogotá. Vayan a este post en nuestro Instagram y nos cuentan a ustedes cuál es la historia que los mantiene humildes. Tienen hasta el 12 de septiembre a las 12:00p.m. A la historia más creativa y divertida según Shock le escribiremos para que recoja el regalo en Caracol Televisión en Bogotá.
J Balvin empieza Rayo, su séptimo álbum, con una pregunta en la canción ‘Cosa de Locos’: “¿Cómo así que ahora te jode lo que te gustaba de mí?”.Se dirige a una mujer, como es usual en el reggaetón, pero este vistazo al retrovisor también puede leerse como un reclamo a su audiencia. “Parece que te olvidaste. Si nos conocimos perreando”, insiste.Balvin incluso apela a lemas como “El negocio, socio” —atado a memorias nostálgicas de minitecas y primeros besos, o de borracheras en primer semestre y atuendos que luego se revelaron como ridículos— para reconquistar al objeto de su deseo, sea la mujer con la que baila ‘Rakatá’ y otros clásicos, o tal vez ese público esquivo que se hace de rogar.Solo han pasado seis años desde Vibras. Fue el ícono perfecto del triunfo del reggaetón como artefacto cultural que abarcaba el globo entero. Más precisamente, fue la victoria del estilo de reggaetón cultivado en Medellín desde finales de la primera década de este siglo, más romántico y suave, allí donde el boricua todavía era hípersexual y agresivo.Balvin fue el líder de este movimiento, y su intuición no le falló: en su momento vi incluso a rockeros y alternos con las riñoneras de Vibras que sacó Gef. Era una ola colorida que lo cubría todo, no solo las discotecas sino también momentos cotidianos con canciones como ‘Brillo’, con Rosalía, que anticipó las posibilidades y exploraciones del pop urbano en español. ¿Se acuerdan del 2018? Entonces lo de “Latino Gang” que repetía Balvin sonaba genuino: él era, en efecto, la cara principal de la música latina ante el mundo.Incluso el ascenso de Bad Bunny se enmarcaba en la senda que Balvin había abierto; se pintaban las uñas y hablaban de salud mental, y nosotros repetimos, quizás incluso nos lo creímos, que las suyas eran nuevas masculinidades.Desde ese pico, el más alto de su carrera, el declive de Balvin ha sido progresivo, pero continuo, y por eso el ayer al que alude a lo largo de Rayo, con una pandemia de por medio, se siente tan distante.Fueron años oscuros: pospuso una gira mundial, fue el blanco de la verborrea llena de esdrújulas de Residente y recibió un aguacero de críticas por su colaboración con Tokischa: ‘Perra’. Llovió afuera y en Colombia no escampó: el Niño de Medellín, el que estaba orgulloso de ser latino, el que no dudaba a la hora de apoyar las protestas en Puerto Rico y Venezuela, guardó silencio cuando Colombia estalló en un paro en 2019. ¿Era J Balvin la banda sonora del gobierno de Iván Duque como lo había sido el tropipop para los ocho años de Uribe y no nos habíamos dado cuenta? No creo, pero antes de su presentación como cabeza de cartel en el Estéreo Picnic de 2022 —un hito significativo para el reggaetón, para el festival y para la música colombiana— hasta hubo propuestas de boicot. Fue una redención fallida. Sí, fueron años oscuros. Se lo dijo a Rolling Stone hace unos días: había tocado fondo. Rayo, su primer álbum desde el dolorosamente intrascendente JOSE (2021), es el rebote, en el que J Balvin sale del fondo, se pone de pie, lame sus heridas y sigue adelante.Nada de esto es textual, el reggaetón todavía no parece tener espacio para estas temáticas, pero en varias entrevistas ha insistido en que este es un nuevo capítulo.Lean también | ‘Colores’ de J Balvin: Así reaccionó la crítica musical en ColombiaDurante los Olímpicos, mientras veía a LeBron, Durant y Curry liderar a Estados Unidos a un nuevo oro en baloncesto, pensaba en lo poético de la estrella que reconoce su ocaso y adapta su juego a sus capacidades disminuidas. Lo que antes era velocidad ahora puede ser fuerza, y la sabiduría pulida por años de entrenamiento puede reemplazar el talento bruto. A lo que me refiero es que en este disco J Balvin se enfrenta al paso del tiempo. Quiere seguir elevando su sonido, y alcanzar diferentes públicos, le dijo a Rolling Stone. Para eso convoca a sangre fresca del género urbano como Dei V (‘La Noche’), Quevedo (‘En Ata’) o Ryan Castro (‘Origami’); este último, uno de los que cambió el sonido del reggaetón de Medellín en su era post-Balvin para hacerlo más crudo.Balvin, que supo ejercer su influencia cuando estaba sentado en el trono, ahora se deja influenciar, y no teme mostrarlo. Esa actitud puede ser la correcta, pero se manifiesta como un problema en ‘Doblexxó’ cuando intenta un registro agudo que la canción pide, pero que le suena raro, es como si llevara una chaqueta prestada que simplemente no le queda bien, que desdibuja su personalidad.Doblexxó es una de varias canciones en las que la fuerza de la canción depende del colaborador, en este caso Feid, que antes de llenar estadios en todo el mundo le escribió hits a Balvin como ‘Sigo esperándote’, hace casi diez años. Pasa lo mismo con el reggaetón pesado de ‘Gato’: la española Bad Gyal se luce y Balvin pronuncia estos versos que me sacaron risas por la referencia local inesperada: “La puse a cantar a cape’ / Estaba mojadita, Guatapé / Tenía un par de huecos y yo se los tapé”.Lo digo claro: Rayo no es un mal disco, en absoluto. ‘Polvo de tu Vida’ tiene potencial de banger, como todo lo que toca el chillido hermoso de Chencho Corleone; ‘Bajo y Batería’, por el contrario, propone un ejercicio minimalista para que Balvin juegue sobre el esqueleto de una pista de reggaetón, como quien recuerda los fundamentos de su oficio. Y algunos de los mejores momentos llegan cuando Balvin explora otros géneros, como el afrobeats: ‘3 Noches’ sintetiza su principal virtud, la de crear ambientes bailables sobre los que su voz, cada vez más pulida para las melodías, flota plácidamente; y ‘Stoker’, con el mexicano Carín León, sorprende al no ser el corte esperado de regional mexicano que todos los discos similares a este parecen tener hoy, como dicta el algoritmo. Cuando invita a SAIKO a ‘Gaga’, Balvin le sigue el ritmo sin problema al español sobre un Jersey club que me dejó intrigado: ¿Cómo sonaría el Honestly, Nevermind de Balvin?Desde cierto ángulo, Rayo ofrece motivos de optimismo para el futuro de Balvin: un veterano respetado que ya aseguró su legado y a medida que explora los nuevos giros de su campo, les pasa el testigo a los que vienen detrás de él y nos pide que no olvidemos todo lo que vivimos con él.Solo así tiene sentido un nuevo capítulo que mire hacia atrás: que sea para reafirmar los cimientos que sostienen toda la estructura.El título de Rayo le rinde homenaje a su primer carro, el que tuvo antes de su debut oficial con La Familia (2013). Es un vehículo para transportarse a otra época cuando todo era nuevo y emocionante, cuando cada logro era el primero."Se trata de la nostalgia que sentía cuando estuve en el estudio por primera vez. A veces te quedas tan atrapado en el negocio que empiezas a pensar solo en el negocio y no en la música en sí. Así que, en este caso, fue como volver a ser un niño”, le dijo a Rolling Stone.Aunque aferrarse al pasado es un camino directo al abismo, o peor aún, a quedar varado en tierra de nadie —y es la peor forma de conversación, si le creemos a Tony Soprano— la nostalgia también puede ser un combustible potente para avanzar algunos kilómetros hasta la próxima estación.***También recomendamos ver: Reggaetón: 10 años después de la portada en Shock que juntó a la movida paisa
Cuando una pareja rompe y la causa es una infidelidad, pasa algo parecido que cuando alguien muere repentina e inesperadamente: la gente alrededor empieza a murmurar, se empiezan a preguntar en voz baja “¿qué fue lo que pasó?”.Hay, en el fondo, un deseo por saber las causas del deceso —de la persona o de la relación —. Tal vez porque necesitamos saciar la curiosidad o para conocer todos los detalles y llegar a la conclusión de que “eso no me va a pasar a mi o al menos no lo voy a permitir”. En todo caso, las infidelidades, sobre todo las ajenas, obsesionan a una buena parte de la sociedad.Esther Perel, psicoterapeuta y escritora belga que se ha convertido en una especie de gurú gracias a su experticia sobre relaciones amorosas, escribió en su libro El dilema de la pareja que “El adulterio ha existido desde que el matrimonio fue inventado, así como el tabú en su contra. Ha sido legislado, debatido, politizado y satanizado a través de la historia. A pesar de su amplia denuncia, la infidelidad tiene una tenacidad que el matrimonio tan solo puede envidiar, tanto que es el único pecado que recibe dos mandamientos en la Biblia, uno por cometerlo y otro solo por pensarlo”.Es, dice ella, un tabú ancestral universalmente prohibido y, aún así, universalmente practicado. La mayoría de las personas tropiezan con la idea de infidelidad a muy temprana edad. Ya sea porque escuchan la llamada telefónica entre una madre herida y una tía consejera, porque la pequeña pero madura compañera de pupitre en el colegio les contó sobre la nueva novia de su padre o, simplemente, porque todas las tramas de las novelas que vieron en su infancia tenían que ver con la dramática ruptura de corazón a causa de una amante pérfida.Entonces entendemos, sin entender, que infidelidad es igual a tortura, a daño, a calvario. Luego, en la adultez, el monstruo se hace real y se mete en el cogollo de las relaciones románticas. Y, extrañamente, eso que tanto espanta, es también irresistible cuando se trata de los otros.Ese tabú ancestral ha originado guerras, muertes, desfalcos económicos y desestabilizaciones políticas; también ha alimentado infinitas reuniones sociales con conjeturas sobre quién es víctima y quién es victimario. Las infidelidades existen hace siglos pero persiste la incapacidad para lidiar con ese suceso de una manera menos radical.Quizá lo único que ha cambiado es el vehículo para fusilar a los “traidores”; las redes sociales transformaron los triángulos amorosos en polígonos deformes. Cualquiera detrás de una pantalla, con el anonimato como súper poder, puede sentirse parte de la historia. Es ahí donde se crean bandos, se juzga, se sentencia y se mete el dedo, virtualmente hablando, en la llaga de los implicados.Pocas cosas generan tanta efervescencia en redes sociales como una infidelidad entre personajes públicos. Comunicados oficiales, notas en medios de comunicación, hilos en X de gente comprometida con resumir los hechos, reels y Tiktoks. Y mientras estos personajes encuentran ahí un atajo para llamar la atención (es decir, para hacer dinero), hay una parte de los consumidores que sienten los agravios de sus ídolos como propios. En 2023 la decepción amorosa de Shakira cobró relevancia mundial. Ese episodio en el que el poco simpático Gerard Piqué le fue desleal a la barranquillera con Clara Chía, resultó en un disco de la artista en el que la consigna fue convertir sus diáfanas lágrimas en fajos gordos de billetes verdes.Desde entonces las redes sociales han transmitido un torbellino de dramas de parejas del mundo del entretenimiento, la desnutrida farándula criolla y la política, a causa de traiciones: Peso Pluma y Nicki Nicole; Cristian Nodal, Cazzu y Ángela Aguilar; Béele, Camila Rodríguez e Isabella Ladera; WestCol y Aida Merlano; Rosalía y Rauw Alejandro; Nataly Umaña, actriz colombiana, cuya infidelidad fue transmitida en vivo y en directo a través de un reality y la supuesta infidelidad del presidente Gustavo Francisco Petro en tierras panameñas.¿Por qué nos obsesionan las infidelidades ajenas?Ana María Constaín, psicóloga integrativa transpersonal y terapeuta individual y grupal, explica que antes las infidelidades atentaban contra la vida: “las personas podían morir si eran infieles porque estaban en juego muchas cosas en términos de alianzas políticas, de herencias y era muy peligroso para un clan que existiera alguien fuera del matrimonio. Esa información la tenemos todavía, la humanidad evolucionó muy rápido pero las creencias y memorias no, y se siguen transmitiendo de generación en generación. Cuando esas cosas pasan se ponen en juego unas memorias muy primarias y ancestrales de peligro, de ‘vas a perder matrimonio, te vas a quedar criando solo, vas a ser desheredado’. Una parte de nuestro sistema no ha entendido que eso no funciona así ya”.Alejandro Servin es antropólogo digital y con su empresa Antropomedia se dedica a estudiar fenómenos digitales.“La relación de Shakira me afecta en la medida en que siento que eso me lo están haciendo a mí porque yo me siento parte del mundo de ella y de su historia aunque ella no me conozca. Una explicación puede darse a través de la psicología y las neuronas espejo que permiten generar empatía. Estamos programados para sentir empatía con los demás y si yo tengo una afinidad hacia un personaje, puede que mis neuronas espejo respondan. La situación por la que puede estar pasando esa otra persona yo la siento casi propia”.Pero para Alejandro hay otros motivos que explican la conmoción que genera un acontecimiento de traición.Una se puede explicar desde la necesidad de saber de lo ajeno para protegerse. “Enajenarse es un concepto que significa estar en lo ajeno y lo hemos aprendido desde que emergimos como especie partiendo de cómo nos podemos defender y cuidarnos siendo seres sociales. Hay antropólogos que se han interesado mucho en el tema y han analizado especies, como los cuervos, que cuando ven que a un cuervo enfermo o moribundo lo rodean y lo empiezan a observar en vez de ayudarlo. Lo hacen para aprender de qué se tienen que cuidar o qué le pasó, para poder sobrevivir”.La otra tiene que ver con un deseo de entretenimiento. “Historias que conocemos, como la Ilíada por ejemplo, nos han enseñado a construir narrativas a partir del triángulo dramático. Las historias de infidelidad nos encantan por lo complejas que son: adivinar quién es la víctima y quién victimario nos engancha más todavía. Nos gusta entretenernos”, explica Alejandro.En el año 2023 la aplicación para encuentros extramatrimoniales Gleeden realizó una encuesta para sondear los niveles de infidelidad en el continente. Colombia fue, después de Brasil, el segundo país con mayor número de personas que aceptaron haber sido infieles. De las personas encuestadas el 75 % afirmó que la infidelidad de su pareja resultaría en el fin definitivo de la relación. A pesar de estar rodeados por infidelidades, cercanas y lejanas, el tema se sigue abordando con fusta en mano, con una mirada punitivista.Reducir las historias, las propias y las ajenas, a un relato de buenos y malos nos aleja de la posibilidad de comprender que el ser humano y las relaciones son complejas. Pensar que nuestras parejas, o nosotros mismos, podamos llegar a sentir deseos por otros como una posibilidad real es admitir que la incertidumbre es la única cosa segura en esta vida. Y eso da miedo.“El tono moralista de la conversación actual tiende a señalar el problema en parejas o individuos deficientes, evitando las grandes preguntas que podrían surgir de la observación del problema”, apunta Esther Perel.“En términos psicológicos ver la propia verdad es mucho más difícil. Preferimos engañarnos a enfrentar. Encarar el tema de la infidelidad significa desmantelar un montón de cosas que van mucho más allá del hecho en sí y la gente no está dispuesta a hacerlo. Es más cómodo lo que ya está establecido porque si yo quiero realmente romper con ese sistema de monogamia, tengo que enfrentar celos y darme cuenta de cuáles son mis codependencias, mirar de frente lo qué es el amor más allá de lo que me enseñaron y ver mis heridas de rechazo. Si prefiero no verlo no tengo que hacerme responsable de mí”, opina Ana María.“Si a Natalie Portman le pusieron los cachos, yo qué puedo esperar de mi relación”, son algunos de los comentarios que se leen en las redes tras la desventura amorosa de un famoso. Seguir pensando en personalidades como modelos de comportamiento cercanos a la perfección, es también el terreno fértil de decepción con respecto a las relaciones propias.Tanto Ana María, desde la psicología, como Alejandro, desde la antropología digital llegan a una misma conclusión: es mejor no distraerse tanto con lo que pasa afuera. No involucrarse tanto con las relaciones de personajes que están mediadas por el marketing y la economía de la atención.“Ve adentro y revisa qué es lo que te causa tanta indignación. Qué de eso que te duele tanto de esas personalidades tiene que ver contigo”, concluye Ana María.***
"Kamala is Brat" fue el mensaje que empezó todo. El 21 de julio se anunció que Joe Biden no iba a seguir en la contienda presidencial. El actual mandatario le dio su respaldo a Kamala Harris, su vicepresidenta. Ante esto, la cantante británica Charlie XCX , escribió el ya viral mensaje en X (Twitter). ¿Qué es Brat?Brat es el nombre del más reciente álbum de Charlie XCX que ha sido un éxito en redes sociales, gracias a su portada muy fácil de adaptar que se ha convertido en un meme (hay una plantilla) para que cualquier persona haga su versión con cualquier texto que quiera). ¿Qué es realmente ser Brat? La palabra traduce algo similar a "malcriado" o "mocoso", pero no es precisamente esta la definición. De acuerdo a la explicación de XCX en TikTok, brat es "Esa chica que es un poco desordenada y le gusta la fiesta, y tal vez a veces dice tonterías, que se siente ella misma pero luego tal vez también tiene una crisis nerviosa pero se divierte. Es muy honesto; Es muy contundente, un poco volátil, hace cosas tontas, pero es como un "brat". Eres un "brat". Eso es "brat".La vicepresidenta tomó nota y también se ha apropiado de la particular estética del álbum en algunas de sus publicaciones. ¿Qué tan Brat es Kamala? Ser "brat" no es un "checklist" de lo que se debe o no hacer, sino una actitud ante la vida. En palabras de Shirley Li en The Atlantic, "la escencia de Brat no es definir a las personas como tal: es ser provocador y vulnerable, una cualidad que Charlie XCX quizás vea en Harris y su campaña". "Si bien los rasgos de brat no necesariamente encajan con su personalidad pública, la tendencia aún podría ser efectiva para su campaña, ya que a muchos votantes les gusta imaginar las vidas privadas y las personalidades de los políticos al evaluar a un candidato al que apoyar", opina Caroline Leicht en The Conversation. “La inmediatez y la necesidad de exposición que nos han traído las redes sociales convierten a los memes en una herramienta perfecta para parecer –o ser– astutos en medio de la viralidad”, nos dice Isabel González, especialista en marketing político.“Compartir memes nos hace ver actualizados, enterados. Ponerlos en nuestras redes o grupos de Whatsapp nos hace sentir que estamos haciendo parte de algo importante y no nos estamos quedando cruzados de brazos”, opina Isabel. Y con los ‘likes’, obtenemos una recompensa social."Creo que Charlie XCX le hizo un gran favor a la campaña de Harris al hacer el meme del verano y el otoño cuando Harris fue anunciada como nominada, dijo a CBS News Abigail de Kosnik, profesora de la Universidad de Berkeley en el centro de nuevos medios. "Brat es un disco increíble, está es todo en TikTok, la gente joven la está usando como banda sonora para muchos memes y ahora es el meme de Kamala Harris. Ahora la campaña tiene el meme y es genial para ellos, porque millones de votantes jóvenes van a asociar a Kamala Harris con uno de los momentos culturales más electrizantes que está sucediendo hoy". Entre todo lo que se ha dicho sobre ser brat, tal vez una cosa en común es que se trata de divertirse y no tomarse a sí mismo muy en serio, algo que la vicepresidenta parece querer hacer, al menos en campaña. ¿Qué tiene que ver Kamala con palmeras y cocos?Además del meme de "Brat" hay otro que ha llamado la atención: el de la palma de coco. Los emojis de coco y palmera hacen referencia a un discurso que Harris pronunció en la Casa Blanca el año pasado en el que citó a su madre hablando sobre las generaciones más jóvenes. En el clip, se ve a Harris riendo mientras cuenta cómo su madre dijo: “¿Crees que te acabas de caer de un cocotero? Existes en el contexto de todo lo que vives y de lo que te precedió”.
Tenía 12 años cuando mis padres decidieron separar sus vidas. Mi papá resistió el trago de la derrota con amor propio y ansiolíticos, y mi mamá, quien quiso marcharse, alquiló un cuarto en una casa marchita cuyo dueño era un hombre alcohólico.Ella dormía en un colchón en el suelo. No tenía muebles ni electrodomésticos. Abandonó la finca con piscina y la ropa cara y la estabilidad económica que mi papá proveía para emanciparse y recuperar el goce existencial. Yo me quedé en la casa paterna. No recuerdo haber tenido voz en la decisión. Fue quizás lo más responsable.En la soledad de una casa de tres pisos, donde la amargura del duelo se había apoderado del ambiente, empecé a buscar formas de contener los pensamientos intrusivos. Por entonces no leía ni dibujaba ni veía series animadas, pero sí tenía un ritual al finalizar las tardes. Con la luz apagada, y el miedo entrando por las costuras de mi ropa, encendía el televisor para ver Reportaje al misterio, un programa del Canal Uno que reconstruye casos judiciales escabrosos casi siempre irresueltos.Mi casa empezó a poblarse de seres con energías siniestras. Bajaba las escaleras con la cabeza enmarañada por la sugestión y sentía que alguien o algo me iba a acechar en el último peldaño. Pero esa es otra historia. La historia que vine a contar es cómo me vinculé afectivamente con un álbum de una banda de punk rock que removió todo lo que era y todo en lo que creía. Haciendo zapping llegué a MTV, que en ese momento bombardeaba al público latinoamericano con pop punk y emo. Era 2004, el año en que vieron la luz hitos como Catalyst de New Found Glory, Three Cheers for Sweet Revenge de My Chemical Romance, Chuck de Sum 41, entre muchos otros.Aunque esta fue la banda sonora de la adolescencia de muchos allegados, y parecía imposible aislarse de su contagio emocional, nunca formaron parte de mi biblioteca sentimental. Algo de su escapismo adolescente, de su excesiva preocupación por las relaciones sexoafectivas, de su devoción por el amor romántico y de su rebeldía de baja intensidad no me cazaba. Esto no lo entendí en la época, sino muchos años después, cuando empecé a revisitar el origen de mis traumas. Aún la música no tenía el poder de afectarme. Todavía la música no llevaba luz a sitios de mi cuerpo a los que nada más llega. No solo se avecinaba un despertar afectivo, sino intelectual, espiritual y político. Mi formación musical fue moldeada por un pequeño local underground ubicado en una feria artesanal, a cinco cuadras de mi colegio, el Colegio Claretiano. Era un colegio pudiente, equipado con canchas de fútbol, piscina y coliseo, ubicado en Bosa, una de las localidades más pobres y violentas de Bogotá. Crecí habitando mundos paralelos. Por la ventana de mi ruta veía trochas consumidas por el abandono en las que robaban con frecuencia a mis compañeros. Caminando por sus calles y plazas conocí la informalidad laboral, la indiferencia humana con los animales, la furia que produce la carencia.Pero también pude percibir hambre de lucha, recursividad y gratitud por la vida. “Las imágenes de lo desconocido exigen nuevas formas”, escribió Rimbaud en mayo de 1871. Necesitaba nuevas herramientas para entender la realidad, para no ser engullido y vomitado por ella.No diré que el local se trataba de un santuario de la música alternativa, porque era en verdad un sitio modesto, sin mucho catálogo musical y con nulo esmero decorativo. Sin embargo, tenía todo lo que nunca vi en MTV. Empecé a perder el bus del colegio con sagrada disciplina para pasar horas revisando, sobre un mostrador de vidrio, estuches de discos clasificados según el género: punk, hardcore, metal, hip-hop. Ajeno a las rígidas divisiones que reinaban en tiempos de tribus urbanas, en los que era inmoral mezclar en la misma estantería álbumes de bandas anarquistas y bandas skate, el estuche de punk mezclaba sin sesgos toda clase de ramificaciones. Esto definiría para siempre mi consumo promiscuo del género.El primer álbum que compré fue The Greatest Songs Ever Written (By Us!) de NOFX, un bombazo enérgico de 61 minutos que me permitió conocer la época dorada de los californianos. Con este álbum descubrí que las vidas dañadas, en toda su capacidad autodestructiva, son capaces de ofrecer una extraña lucidez. Encontré en sus baterías veloces y sus letras satíricas una forma de canalizar mi herida familiar. Demoré algunos días en reponerme emocionalmente y volví al local por más droga. Me inquietó la portada de un disco. No tenía el nombre de la banda. Tampoco el nombre del álbum. Una figura masculina en alto contraste mostraba las manos juntas, en forma de rezo. El telón de fondo era una bandera gringa invertida bañada en colores rojo y negro. Luego sabría que por esos años el movimiento street art estaba en auge global y que esa imagen, una especie de cartel político de protesta, guardaba similitudes con las piezas del artista urbano estadounidense Shepard Fairey que cubrían los muros de Nueva York y denunciaban la vigilancia estatal ilegal a los ciudadanos. En la contraportada, en letras corridas por la impresión defectuosa, leí Bad Religion – The Empire Strikes First.En la soledad de la sala de mi casa puse el disco en el equipo de sonido. Contrario a los álbumes de punk que había escuchado hasta entonces, The Empire Strikes First abre con una pieza instrumental de atmósfera siniestra acompasada por coros gregorianos. ¿Coros celestiales en un disco de punk y, más aún, provenientes de una banda antirreligiosa?No sabía ante qué estaba. Un minuto y nueve segundos de aura misteriosa se quiebran abruptamente con un golpe de adrenalina llamado Sinister Rouge. Nunca había escuchado unas baterías tan rápidas en mi vida, y lo más inquietante: guiadas por la voz principal de Greg Graffin que exuda armonía y unas segundas voces que me elevaron y conectaron con mi espiritualidad dormida. Me dije: no es mío ese presagio de muerte que está alojado en mi cabeza. Proviene del ambiente. No sé dónde poner las cosas viejas, es cierto, pero ese presagio de muerte no me pertenece. Muchas veces he intentado revivir ese instante decisivo poniendo el arranque del álbum en mi sala. El resultado es invariable: las ganas de llorar me recorren el pecho, se emplazan en la garganta, y quedo abatido en el sofá por algunos minutos. El día que deje de sentirlo habrá fenecido una parte de mi juventud. Tal vez la más valiosa. La que mostró qué hay después del dolor."Sin Bad Religion, el punk rock sería otra cosa"Quienes solo alojan en su memoria un recuerdo lejano de Bad Religion, ya sea por la enorme difusión mediática que tuvo el himno American Jesus (1993) o la aparición de You (1989) en el videojuego Pro Skater 2 de Tony Hawk, tienen que saber esto: cuando los seguidores del punk a finales de los años ochenta comenzaron a aceptar que la fórmula se había agotado, la inesperada fusión de melodías, armonías y letras filosóficas de Bad Religion devolvió fuego al género.Sin su álbum Suffer (1988), Epitaph Records, el emblemático sello discográfico alternativo, nunca habría despegado. Sin Epitaph, Pennywise, NOFX, Rancid y The Offspring no habrían impactado con tal fuerza a la juventud global. Y sin esos grupos, el estallido punk del año 1994 no se habría producido. Por ende, no se habría celebrado el festival Vans Warped Tour en 1995 ni la cadena de tiendas Hot Topic se habría popularizado.Si el punk no hubiese hecho metamorfosis hacia lo comercial, todos los grupos que vendrían después, desde Jimmy Eat World hasta Fall Out Boy, desde Against Me! hasta Joyce Manor, habrían tenido unas trayectorias muy distintas. Dicho en otras palabras: sin Bad Religion, el panorama actual del punk rock sería otra cosa. Para entender el concepto de The Empire Strikes First, el decimotercer álbum de la agrupación nacida en Los Ángeles, California, debemos remontarnos al 20 de marzo de 2003, el día en que el gobierno de Estados Unidos atacó el palacio presidencial de Bagdad, Irak. George W. Bush, presidente del país y comandante en jefe de la operación, justificó la ofensiva declarando que era necesario eliminar las armas de destrucción masiva iraquíes, poniendo como antecedente los atentados del 11 de septiembre. Las bombas empezaron a llover sobre Bagdad, mientras hombres, mujeres, niños y animales conciliaban el sueño, a pesar de que Irak no había tenido nada que ver en el plan liderado por Osama Bin Laden. Escudado en esta ficción, el imperio penetró y construyó un reducto con petróleo en Oriente Medio.Los integrantes de Bad Religion eran parte de los ciudadanos indignados con la actuación de su gobierno. En ese momento, cuestionar las decisiones de la nación y manifestarlo públicamente era especialmente arduo: después del 11-S, todo acto de protesta se percibía como un gesto antipatriótico. A pesar de que las letras de la banda solían tener un carácter introspectivo, filosófico y sociológico, esta vez optaron por hacer un disco de actualidad, inspirado por la invasión brutal e innecesaria de Estados Unidos a Irak. En vísperas de las elecciones presidenciales de 2004, Bad Religion apostó todo para que Bush no fuera reelegido. Tras unos comicios recordados por las irregularidades en Ohio, el hombre incapaz de rememorar un libro que lo hubiera marcado fue reelegido.Este disco, por otro lado, representa un hito en la experimentación sonora de los californianos. En los años noventa, sus experimentos solían desembocar en temas más lentos y sutiles, amarrados a la sensibilidad del country, del folk y del rock alternativo. La primera vez que la banda jugó con un sonido más pesado y veloz fue en The Empire Strikes First. Allí su punk rock se adentra en las atmósferas góticas y espirituales para ensamblar un sonido agresivamente elegante y oscuramente dulce.Incluso en temas como Let Them Eat War incursionan inesperadamente en el rap. El artista Sage Francis, que formó parte del primer movimiento del backpack hip hop y la poesía slam, ironiza sobre el respaldo que recibió Bush por parte de la clase trabajadora.1984, la distopía de George Orwell, fue uno de los filtros utilizados por la banda para descifrar su momento histórico. Conectaron la hipervigilancia del Estado sobre los obreros presente en la novela con el poder del Gobierno norteamericano para convencer al grueso de los ciudadanos de que solo aplicando la fuerza bruta sobre sus enemigos el imperio sanaría su herida de confianza y recuperaría el pundonor. Los dos minutos de odio de 1984 son equivalentes a la descarga de odio que propiciaba Fox News, el canal de noticias de línea conservadora que respaldó la invasión a Irak. La habitación 101 del libro podría ser Guantánamo, una prisión para sospechosos de terrorismo ideada por el Gobierno de Estados Unidos que se convirtió en icono infame de torturas para presos políticos. Emmanuel Goldstein, el traidor de la patria, podrían ser los iraquíes, y la policía del pensamiento que aliena a los trabajadores la Ley Patriota.No me hice lector leyendo literatura, sino leyendo todo lo que encontraba en internet para destejer la trama Bad Religion.Pero no todas las canciones del álbum giran en torno a la coyuntura política, como lo evidencia la biografía oficial del grupo, Do What You Want (2020).Los Angeles is Burning, por ejemplo, utiliza la época de incendios que vive Los Ángeles anualmente como metáfora de todos aquellos que habían llegado a la ciudad seducidos por la fama y el privilegio y se habían percatado de cómo la vanidad y la superficialidad que cubrían las relaciones sociales les estaba destruyendo la vida. Por otro lado, Beyond Electric Dreams, uno de los pocos temas del grupo que supera los cuatro minutos, evoca las montañas de Sierra Nevada, el lugar al que Brett Gurewitz, el guitarrista fundador, se ha sentido conectado desde la adolescencia.Las montañas son su iglesia: el asidero donde escapa de las convenciones sociales y se recarga psíquicamente. Este álbum puede leerse también como un manifiesto espiritual. Por medio de las canciones Atheist peace y God’s love, empecé a entender cómo la noción de culpa judeocristiana y el modelo de desarrollo neoliberal fabricaban mentes torturadas, y cómo la elección de no creer puede convertirse en una fuente de paz. En un viaje reciente a Medellín conocí a una mujer punk rocker. Mientras escuchábamos completo The Empire Strikes First, ella me planteó una pregunta que hasta ahora nadie me había hecho: ¿por qué un adolescente se hizo devoto de un disco cero adolescente, con esa espesura política y espiritual? Regresé con la pregunta a Bogotá. Ahora no puedo articular una respuesta cabal, pero sí puedo decir esto: mi referente más cercano del amor había tenido un final turbio, decadente, pendenciero y ruinoso. Yo no sabía que podía construir otras formas de amar y de ser amado. Decidí protegerme y mirar hacia afuera. Empecé entonces a explorar los deseos y los padecimientos humanos en libros, películas, galerías de arte y espacios anarquistas. Saqué el cuerpo de la torre de marfil, lo llevé a conciertos de punk rock, lo lancé de terceros pisos, lo llené de cicatrices y lo volví a levantar. Confronté los ideales de progreso de mi familia. Los desactivé y los sepulté para inventarme un yo.Aunque se resistió, ese yo, que luego se hizo periodista, entró en la mecánica de deseo del sistema. Portadas de periódicos y revistas. Grandes investigaciones para Netflix. Escritura de libros institucionales. Elogios. Delirios de grandeza. Autoexplotación disfrazada de libertad creativa. Libertad creativa con el cuerpo enfermo y la mente insana. Libertad creativa para qué. En nombre de qué. Intestino inflamado. El caos del mundo recorriéndome el pecho. Perforando. Noches de mierda. Implorar que todo acabe.El 6 de diciembre de 2023, después de una difícil cirugía de rodilla, me embarqué en el proceso de demolición de mi vida actual. El rito fue ambientado con The Empire Strikes First.Dejé de pensar mecánicamente en el día siguiente, en el artículo que debía escribir, en el delirio de ser relevante. Mi autodestrucción elegida no tiene que ver con el ensimismamiento tenebroso y la pulsión suicida. Mi autodestrucción está emparentada con la de John Lydon, líder de los Sex Pistols, que no tuvo más remedio que demoler su personaje público de anarquista/anticristo para poder sobrevivir, para dejar de recibir golpizas de patriotas ingleses enfurecidos después de haber lanzado el sencillo God Save The Queen en mayo de 1977. Estoy dejando agonizar a mi hombre-máquina para poder buscarme otra vida. Escribo sobre lo que se me antoja porque estoy comprometido con mi sensibilidad y porque es lo que tengo que hacer para seguir vivo. Es mi acción sin mérito.***En 2016 Bad Religion desencadenó un pogo épico en el Festival Estéreo Picnic, aquí lo documentamos.
Bad Religion nació a finales de los 70 en San Fernando Valley, California. Entusiasmados por la resistencia lírica de bandas como The Adolescents, Black Flag o The Germs y empujados por el momento que les tocó vivir (la reaganomía) y la insurgencia hormonal de la adolescencia, sus integrantes se enlistaron para denunciar algunos de los problemas del mundo contemporáneo: el capitalismo, los valores neoconservadores, el poder de las corporaciones y la globalización en la versión del liberalismo avanzado.Greg Graffin (voz), Jay Bentley (bajo), Jay Ziskrout (batería) y Brett Gurewitz (guitarra), en su primer EP de 1981, Bad Religion, demostraron con vehemencia que la religión es una fábrica de creencias; la política un lugar dominado por idiotas que deciden el futuro de las sociedades; y que las personas, lo quieran o no, son esclavos a los que les hicieron creer que la libertad es la democracia y el mercado.El filósofo alemán Karl Marx dijo que la religión era el “opio del pueblo”. La frase es bien conocida y ha sido utilizada hasta el cansancio. Pero Marx no pensaba en criticar a la religión en sí misma, sino al hecho de que las abstracciones derivadas de las religiones fueran tomadas como la realidad en vez de fantasías construidas por los seres humanos, las sociedades o los Estados.Lean también | Shakira: ¿Qué nos quiere decir sobre Marx y las relaciones laborales?Es sobre esta crítica de la religión y el mundo plástico que construyen las religiones que Bad Religion elaboró su proyecto musical.Bad Religion vino a rescatar una actitud antisistema perdida en medio de los ojos delineados y los sonidos refinados de los sintetizadores que emergieron en los 80.Combinando metáforas y simbolismo (el logo de Bad Religion es uno de los más icónicos del punk) con mensajes directos en cada una de sus letras como recurso artístico y contestatario, al tiempo que ofrecían un sonido con agresividad y crudeza instrumental —yendo más allá de los acelerados tres acordes al infinito de las primeras bandas de Punk, hasta el límite de inmolarlos—, la banda trascendió de los insultos y la escandalosa y “maldad” del punk de mediados de los años 70.Hicieron que su atractivo consistiera tanto en sus canciones sucias, rápidas, distorsionadas y estridentes como en la proyección de una imagen que rompía con las grandes crestas, alfileres de gancho, botas punta de acero, chalecos repletos de parches, aretes y jeans ajustados y en mal estado.La banda, desde el primer momento, privilegió —por encima del sonido y la imagen— una actitud punk: estar alerta a los cambios del momento, las turbulencias políticas y sociales para conectarlas a la música e intentar desestabilizar el mundo.“El Punk es un movimiento que sirve para rebatir actitudes sociales que han sido perpetuadas a través de la deliberada ignorancia de la naturaleza humana”, dice Greg Graffin en su Manifiesto Punk.La música que hace Bad Religion no solo es interesante, sino acertada y revolucionaria en un momento en el que la precariedad del mundo es la regla, cuando la sensación de estar moviéndose a toda velocidad hacia el abismo de un futuro desconocido requiere que volvamos a tomarnos la música muy en serio.Dentro de esta lógica, su propuesta “contracultural”, aunque fragmentaria, encarna el espíritu y la urgencia de desafiar el poder, además de la necesidad inherente de los seres humanos (aunque extraviada) de cuestionar los modelos actuales para pensar e imaginar una mejor manera de hacer las cosas o proponer otros futuros posibles.Esto canta con voz enojada pero melódica y cargada de armonías Greg Graffin en Old Regime, del álbum Age of Unreason del 2019.Lo que define la música de Bad Religion es el imperativo del cambio constante sobre la base de un punk rock veloz que se desliza sobre ideas políticas claras y discursos que invitan a concretar la revolución inconclusa del punk de los 70, pero, de cierta forma, actualizándose a los problemas sociales y a las sonoridades de la época.La forma de tratar las melodías y las armonías, así como la filosofía detrás de sus letras hacen parte del éxito que ha tenido la banda, incluso, hasta en los sectores de derecha o entre quienes no entienden el inglés.No se trata simplemente de las letras desafiantes o de estar “en contra” de algo, se trata de lo que este tipo de música le hace sentir a las personas: las emociones que despiertan trascienden el discurso político para unificar cuerpos y sensibilidades.En este sentido, tanto el significado de sus letras como los afectos que genera la música son fundamentales para pensar una nación del punk.Hay algo especial en el proyecto musical de Bad Religion que se encuentra por debajo (o por encima) del pensamiento político de la banda: la renovada creencia en el poder de la música, junto con la responsabilidad que acompaña esta convicción.Es justamente eso lo que hace que valga la pena seguir haciéndose la pregunta ¿cómo puede la música seguir desafiando el status quo sin convertirse solo en discurso político?***
La ley de Canasta básica cultural fue aprobada en último debate. Este proyecto, presentado por el representante a la Cámara por Antioquia Daniel Carvalho busca formar públicos de consumo cultural y generar oportunidades de circulación para los artistas. ¿En qué consiste este proyecto? Hablamos con Carvalho sobre este proyecto y qué implicaciones tendría para la cultura en Colombia. ¿Qué es la Canasta básica cultural?Cuando vimos el programa de gobierno Gustavo Petro candidato vimos una expresión que hablaba de un "mínimo vital de cultura", o la idea de garantizar a todos los colombianos un mínimo de acceso a expresiones artísticas. Los que vivimos en ciudades grandes tal vez no entendemos la necesidad, porque tenemos secretarías de cultura multimillonarias. Pero más de 1000 municipios de Colombia no tienen un presupuesto para la cultura. Básicamente su único acceso es la televisión y, de pronto, a un concierto en Navidad. Buscamos justamente subsanar eso a través del concepto de canasta básica cultural, que busca, con el esfuerzo del Estado en sus diferentes niveles, fomentar que más expresiones culturales lleguen a los colombianos.Esto también favorece a los artistas, porque vamos a fortalecer su circulación en una cantidad de municipios de todo el país. Ese es el propósito del proyecto.¿Cómo se implementaría esta canasta básica?Hay diferentes posibilidades. Hay todo un capítulo que le brinda herramientas a los gobiernos departamentales y municipales para hacer esto. Subsanamos un problema de las cajas de compensación que no tenían claro si podían invertir en cultura. Con este proyecto les quitamos este miedo y podrán invertir decididamente en este rubro, con bibliotecas por ejemplo. Existe la posibilidad de generar un bono cultural juvenil. Está la idea de que cuando un muchacho colombiano cumpla 18 años el Estado le entregue un bono para tener acceso a su primer libro, teatro, concierto. En general buscamos incentivar que sucedan más iniciativas privadas similares. Cuando uno va a Cine Colombia, al principio muestran la Ruta 90 que lleva cine a los municipios. Gracias a esta ley, este tipo de iniciativas serían más posibles.¿Con qué recursos se implementaría?Más que exigir recursos nuevos al Estado, esta es una estrategia para que, con los recursos que tenemos podemos desarrollarla buscando darle acceso a las personas que menos han tenido.Cuando abrimos la posibilidad de que cajas de compensación y sector privado inviertan, no sabemos cuánto, sí abrimos una puerta para nuevos recursos. En Colombia hemos tenido muchísimas políticas culturales donde se financia la producción cultural o artística. Aquí lo que estamos buscando es financiar la demanda. Estamos buscando que el consumidor tenga más acceso y así vamos a crear mejores hábitos de consumo cultural.En Colombia es muy chistoso porque te dicen que una boleta de teatro vale 40.000 y te parece caro, pero una botella de aguardiente por 40.000 te parece muy barata. No tenemos un hábito o una conciencia de cuánto vale producir un contenido cultural. Esto busca generar esa conciencia a través del consumo de sus productos. En el sector se habla mucho de la "formación de públicos". ¿A esto apunta esta ley?Muchas veces creemos que formación de público es solo gratuidad en el acceso, pero eso no forma, eso es costumbre a la gratuidad. Por ejemplo con el bono y que tu primer tu primer gasto sea algo cultural estás generando una conciencia sobre el hecho de que las expresiones culturales o artísticas lleguen a municipios donde nunca habían llegado. Cuando hablamos de formación de público, no es solo que la gente esté dispuesta a pagar, sino de que entienda la importancia de lo que es ese producto cultural.El término "producto cultural" puede ser problemático...Es un debate difícil, porque hay quienes se rehúsan a usar este tipo de términos, como "industria creativa", "economía creativa" o "producto cultural", porque lo ve asociado a temas capitalistas. No quiero entrar en ese debate semántico, pero es un hecho que hay una profesión y una profesionalización en la creación cultural que tiene que ser reconocida como tal. Tanto los más puristas con el término como los que no, lo que queremos es que el artista y el creativo vivan de lo que hacen, y para eso hay que reconocer toda la dimensión económica de la creación cultural y artística.¿Cuál es su balance de la llamada "Economía naranja" del expresidente Duque?Nosotros hicimos un debate de control político sobre los resultados de la economía naranja de Duque y hay que decir que no son malos. Creo que hubo algunos errores en la comunicación y priorización de ciertos sectores que no se consideran propiamente culturales. Por ejemplo, el desarrollo de software. El principal error es que las industrias creativas del presidente Duque se las colgaron al Ministerio de Cultura cuando debió ser el Ministerio de Industria, si justamente lo entendemos así. Entonces al Ministerio de cultura de adjudicaron una obligación adicional.Yo pienso que Colombia tiene un potencial gigantesco en industrias creativas. Colombia se destaca en la producción musical, de novelas, incluso en tema menos "artísticos" como publicidad, diseño gráfico y arquitectura. No reconocer eso y no potenciarlo desde la nación sería un error gigantesco desde lo económico y de la identidad.Colombia empieza empieza a reconocerse como un país de creativos, ahí tenemos una oportunidad grandísima.¿Qué obstáculos han enfrentado para la aprobación de esta ley?En es caso de la canasta básica cultural, no hemos encontrado ninguna oposición dentro del congreso, pero sí en el público. Cuando uno le habla a la gente de una canasta básica cultural, muchos reaccionan como “con tantas cosas importantes y ustedes hablando de bobadas", porque para muchos la cultura y el arte siguen siendo cosas accesorias, de segundo nivel.El término "mínimo vital" es problemático, porque nadie se va a morir si no va a cine o un concierto, pero cuál es el impacto de la cultura en una sociedad como la nuestra para tejer lazos, procesos de memoria y perdón. Es mas un prejuicio de mucha gente que no comprende el valor de la cultura, que lo ve como algo suntuoso.¿Qué le falta a la Canasta básica para convertirse en ley?Viene la conciliación que es un proceso suave, no hay problema. Posteriormente está la sanción del presidente y a una implementación de gobernaciones y municipios, que las cajas de compensación de animen a invertir y sobre todo que todo el ecosistema cultural se apropia de ella para exigir y proponer.
Cruzamos la mitad de 2024 y aquí están, por ahora, los 20 mejores álbumes colombianos para el equipo de Shock, lanzados entre diciembre de 2023 (fecha en la que publicamos los mejores 50 discos de 2023) y junio de 2024. Esta lista en la que no discriminamos entre trabajos de corta o larga duración es también un recorrido que abarca tanto a la diáspora colombiana regada en el mundo, como a Bogotá, Cali, Medellín y la música más tradicional y visionaria del Chocó o San Andrés. Aquí están, sin ningún orden en particular, nuestros 20 álbumes favoritos de la primera mitad de 2024. Orquídeas - Kali Uchis Orquídeas es, con seguridad, el disco en el que Kali Uchis mejor explora y exhibe su versatilidad creativa. Kali lanzó el álbum en enero y acaparó la atención de todos en un momento en el que no había muchos lanzamientos (primer acierto). Fue elogiado merecidamente y nos permitió escucharlo al detalle; era un lanzamiento construído con finura y cuidado y merecía ser escuchado de la misma forma. Empieza con un bloque de canciones de synth pop. En una de esas canciones colabora Peso Pluma y, contra todo pronóstico, destapa su versión más indie alternativa. Kali Uchis lo dice y lo demuestra: es la favorita de Dios. Pero este es un disco con muchas capas: es multilingüe, multigénero y multigeneracional. Después del synth pop vienen bloques de canciones más influenciadas por la movida latinoamericana. Hay boleros desgarrados, merengue y dembow. Tiene fiesta y melancolía pero también echa mano de la refinación del amapiano o del house noventero. A veces, condensa varios géneros en la misma canción. ¿El mejor disco del año? Probablemente. De nuevo: Kali Uchis es la favorita de Dios. // Por Fabián Páez LópezAquí Pepa Lopera analiza las referencias en Orquídeas canción por canción El cantante del Ghetto - Ryan Castro Si hay una cosa que Ryan Castro ha demostrado es que puede experimentar con muchos géneros sin perder la candela que lo caracteriza. Siete años después de sacar su primer sencillo, el cantante paisa debuta con su primer trabajo de largo aliento con dieciocho canciones, catorce de ellas colaborativas. Este disco lo tiene todo: trap, sonidos de perreo de los dos mil, amor, desamor, rap, colaboración en inglés, referencias salseras y, además, una canción de salsa con la que abre. Una compilación de canciones de las cuales seguro saldrán varios hits para las fiestas. // Por Valentina Alfonso G.EL CANTANTE DEL GHETTO: track by track del álbum debut de Ryan CastroLos tres golpes LP - El Kalvo Los tres golpes es el disco con mayor número de colaboraciones en la carrera de El Kalvo. Un secuaz de confianza como Hi-Kymon se encarga de casi toda la producción, que desde el boom bap se extiende en todas las direcciones. En este disco El Kalvo vuelca las distintas inquietudes que caracterizan su rap. Ahí están su pasión por contar historias (“Jesucristo de Maracay” o “Radio Casa Grande”), su perspectiva heterodoxa del rap (“Marquillas”) y su gusto por la bareta (“Préndalo). Están las preguntas incómodas y punzantes que suele hacer, como la que le plantea a los raperos colombiano sobre el trato que le dan a los migrantes venezolanos. Y, finalmente, canciones como “Elías”, un homenaje a su abuelo que puede ser la mejor canción del disco; “He sido”, en la que traza sus memorias a través de todos los trabajos en los que se ha rebuscado el salario; o “El rapado”, como pararse frente al espejo y rapear lo que se ve, profundizan en su biografía. // Por Santiago CembranoAquí hablamos con El Kalvo: "En el rap hay mucha xenofobia". Valerie - Tei Shi Este álbum es especial para la colombo-canadiense Valerie Teicher Barbosa porque le significó sacudirse de su anterior grupo de trabajo y lanzarse al ruedo como artista independiente. Después de que no le contestaran el teléfono y ver su carrera estancada, Valerie conjura experiencias personales asociadas a la pérdida con calidez y ánimo experimental. Así que debería ser un álbum significativo para todos los que se han sentido traicionados, romántica o laboralmente. Empieza con una bachata de despecho dedicada a ese problema contractual. Pero más allá de eso, son 13 cortes en los que agarra la frustración, la mastica y experimenta con ella en español y en inglés, creando paisajes espectrales y cinematográficos fantasiosos. // Por Fabián Páez López Dulcinea - Kei Linch Dulcinea es el primer álbum de la rapera cundinamarquesa que, en sus palabras, explica a la perfección su esencia: ser dulce y nea. En 16 canciones Kei Linch abre su corazón y s u vida, mientras explora los diferentes colores que tiene su voz sobre bases de hip hop, R&B, RKT, popular y Neo Soul. Tan complejo como el sentir del día a día, este disco pasa por todas las emociones desde la gratitud, el despecho, el amor, la rabia y el orgullo de ser rapera en un género que no suele ser fácil para las mujeres. El disco pasa por cuatro estados emocionales, cada uno representado por un símbolo: el sol, el corazón roto, la daga y el retorno al sol. // Por Valentina Alfonso G.MAL DE ALTURA - N Hardem La pluma de N Hardem es una de las más prolíficas del rap latino y MAL DE ALTURA es una colección de versos ingeniosos en 12 canciones, uno tras otro. Una más en la carrera de Hardem, que completa con este su séptimo álbum. La mayoría de temas están puestos sobre beats que evocan el cine de suspenso, pero también hay juegos en los que prescinde de los beats más comunes y desliza la melodía hacia la voz, como en Aweke. En el álbum colaboran HI-Kymon, El Arkeólogo, Luis7Lunes, L´Xuasma, Charles Haggard, a Funkylooper, SD Kong y SHANTÉH. // Por Fabián Páez LópezMalhablado - Diamante Eléctrico El octavo disco de estudio de Diamante Eléctrico se mueve entre el rock alternativo y el pop. Es un viaje de 11 canciones que explora un Diamante más nocturno en su sonido, presentando 40 minutos de sensualidad, rudeza y los infaltables temas del amor y desamor que son característicos de la composición de Juan Galeano y Álvarez Mejía. La banda sigue consolidando ese segundo aire que se ganó en 2021 cuando lanzaron Mira Lo Que Me Hiciste Hacer, apostando por una producción que se siente diferente a sus trabajos anteriores. Este LP demuestra que Diamante Eléctrico está en constante construcción, explorando nuevas facetas y letras que son muy pegajosas de cantar. // Por Nicolás Corredor M.Diamante Eléctrico regresa con su rudo, sensual y nocturno 'Malhablado'Los reyes del Mar (EP) - Hamilton Desde hace tiempo que en Shock decimos que los afrobeats han sido un género infravalorado por la industria. Por suerte, cada tanto cruzan fronteras y se escabullen en el mainstream los artífices reales de esta movida. Hamilton es uno de sus representantes más fieles en el caribe colombiano. El nacido en Cartagena lanzó este, su primer EP, con un sencillo encumbrado: Madrid, canción hecha en colaboración con The Prodigiez y Zaider. Son nueve canciones con varias etapas de un mismo e innegociable mood: un atardecer en la playa para soñar y sentirse libre. // Por Fabián Páez LópezAmbrustic Boy - MaikcelA Miguel Ángel Rojas le dicen Maikcel y su voz es bien conocida porque frentea grupos como Zalama Crew o el colectivo La Pacifican Power. En más de 10 años grabando y pisando tarimas la voz de Maikcel siempre sobresalió por su versatilidad y su flow, que rapea o canta con sabor Pacífico con facilidad. Con Maikcel, su proyecto solista que recién empezó hace un par de años, está estirando ese potencial. Ambrustic Boy es su primer álbum y tiene 13 cortes en los que se mueve con soltura por los afrobeats, el trap, el R&B y el rap; casi siempre guiado por la cadencia de la marimba de chonta, instrumento insigne del Pacífico colombiano. El título de este primer álbum está inspirado en una de las canciones del primer grupo de rap colombiano en publicar un álbum, Los generales R&R. Y también es una declaración de la personalidad y la forma de hacer música de Maikcel, desde la alegría. Ambrústico, dice, significa estar bien.// Por Fabián Páez López Cimarrón - RoccaEl ruido de fondo de este álbum fueron las revueltas sociales en Colombia y Europa alrededor de 2020, en la temporada previa a la pandemia. Así se siente su atmósfera: como caos, rap oscuro con barras combativas y llenas de rabia, una tras otra, sin atenuantes. Rocca depuró los versos innecesarios y afiló cada línea con mordacidad. Cimarrón, que fue lanzado como un álbum doble, en español y en francés, tiene 17 cortes en cada versión. El cimarronaje moderno del que habla Rocca hace referencia a la liberación de las cadenas mentales y al reconocimiento del ADN de los migrantes; a la esclavitud de esta era, el trabajoy la alienación digital. DJ Duke, miembro de la legendaria agrupación francesa Assassin produjo las canciones junto con Rocca. Desde 2011 Duke había propuesto a Rocca colaborar, pero hasta la temporada de aislamiento pudieron trabajar con fluidez y pulir el álbum. Duke alcanzó a pintar el paisaje rudo de este disco sin saber que sería su última obra, pues murió durante la grabación víctima de una enfermedad. Es un álbum emotivo por donde se le mire. Aquí Rocca echa mano de su espiritualidad, la religión Yoruba, e invoca a los dioses. Buscó en ellos la fuerza para lanzar este álbum, también, como un homenaje a Duke. // Por Fabián Páez LópezLa sociedad de la cumbia - Puerto Candelaria Por lo general, cuando hacemos listados, no tenemos en cuenta reversiones de obras o remixes. Tampoco discos grabados en vivo. Pero La Sociedad de la Cumbia de Puerto Candelaria merece que hagamos una excepción doble. El disco, grabado en vivo en formato Big Band en el Teatro El Tesoro en Medellín, es la banda sonora de la serie que lleva el mismo nombre. Pero no es una obra publicitaria, es un documento que interpreta clásicos de la cumbia orquestada de los maestros Lucho Bermúdez, Pacho Galán o José Barros junto con obras del prolífico Juancho Valencia, cabeza y líder de Puerto Candelaria. Son 19 piezas interpretadas con maestría que hacen inflar el pecho. // Por Fabián Páez López5 PA LAS 12 - Oblivion’s Mighty Trash, Adam Walsh e Isaac SAOblivion’s Mighty Trash, Adam Walsh e Isaac SA presentan su colectivo a través de un disco de rap ortodoxamente competitivo y refrescante producido por Barbatos Beats y Diavlitx. Escuchar el 5 pa las 12 es darse un paseo rápido por una nueva camada del rap de Medellín, que ya goza de un bello presente, pero que promete gloria como futuro, uno que actualiza la jerga y se acerca al hablado de la juventud actual, como hicieron esos antecesores antes. El disco demuestra esa intención de experimentar con las distintas combinaciones de sus integrantes. Estilísticamente, son todos muy similares, y quizás ahí reside una debilidad para quienes no son fans fervorosos del hip hop. Pero la estética que logran tiene cohesión. // Por Juan Diego Barrera Oblivion’s Mighty Trash, Adam Walsh e Isaac SA se filtran en el radar de Medellín con MIHAlgo así Pri (EP) - JL TopoEn una época en la que el reggaetón parece haber acaparado y homogeneizado los ritmos que suenan en las pistas de baile, lo que ocurre en el Archipiélago de San Andrés y Providencia parece una anomalía creativa, visionaria y orgullosa de la tradición propia. Después de la oleada del mode up, que despegó a principios de milenio y sigue sonando, JL Topo aparece como el pionero (o uno de los pioneros) de la rancha, un género nativo de San Andrés derivado del ranchanchán cartagenero y que bebe tanto de la champeta como del dancehall y los ritmos tradicionales de las islas, como el mento y el calipso. Es música estrictamente para bailar: canciones para retozar con letras que juegan con la comedia, el doble sentido y los diálogos de maestro de ceremonias. Este EP de 6 cortes no baja la intensidad en ningún momento y es una muestra de lo que están haciendo un grupo de artistas y productores que trasciende a la figura de JL Topo: Cheo el Genio, Ketlino, Sailord, Daner Dan Dan, DJ Wham, Minor P, Mr. Pomps o Kelsey Bone (la mayoría de ellos miembros del colectivo Los de la Piña) y muchos más. // Por Fabián Páez López Recomendado: San Andrés y Providencia: la música después del huracánEl milagro (EP) | Luis7Lunes, Sison Beats El de No Rules Clan y el de Afterclass —denominaciones de origen de alto calibre— fungen como antiprofetas, al difundir el verbo divino y difuminar el límite entre pecado y bendición en 8 temas exhuberantes. Las temáticas son competitivas y cotidianas, pero el giro novedoso viene en la imaginería religiosa que cifra sus ponches. ¿Cómo suena la bóveda de la Capilla Sixtina? Los beats de El milagro intentan responder esta pregunta sinestésica. Sison marcó el norte con pistas luminosas y livianas, sintonizadas con un color específico de ese underground que él denomina como la ola y que en otras ocasiones ha sido llamada drumless o el renacimiento; “angelical, no cursi, B”, aclara sobre el sonido de El milagro. Kid Sánchez, Eztone, Ignorancia Sofisticada y Vic Deal siguen este rumbo con beats celestiales, en un ejercicio de cohesión sonora que redondea el disco. // Por Santiago Cembrano El milagro de Luis7Lunes y Sison BeatsMal de amor (EP) - Mayra Sánchez La caleña Mayra Sánchez lanzó su primer EP, Mal de Amor. Esta es una tremenda recopilación de cinco canciones en la que la artista demuestra su talento como cantante y su habilidad para moverse por diferentes géneros como la balada, el rap, los afrobeats y el son cubano (con el que recuerda sus raíces). Después de cuatro años de lanzar su primer sencillo Inmune y uno después de su conocida canción Un Pulmón, Mal de Amor es un viaje para llorar, amar y desear, todo al mismo tiempo, donde Mayra Sanchéz demuestra hasta dónde puede llegar con su música. La artista caleña es apuesta Shock 2024. // María Camila DávilaBullerengue pal mundo - Pabla Flores La Maestra Pabla Flores carga el bullerengue en su sangre. Un legado de 'La Yaya', su madre, que la impulsó a crear la primera escuela de bullerengue de Colombia y su agrupación Pa’l lereo Pabla. La Maestra, una de las mujeres que sostiene el sonido del bullerengue en su región, nos entrega trece canciones que recorren la tradición del municipio de María la Baja y toda la costa caribe del país. ‘Bulletengue pal’ mundo’ es un canto de resistencia y de abrazo a la tradición palenquera que recuerda que la música es un acto colectivo. // Por Valentina Alfonso G.¡Pal' lereo, Pabla!: el legado del bullerengue en María La BajaBaile de chirimía - ChoibáEste álbum, el segundo de la agrupación del Pacífico norte Choibá, es una fiesta de principio a fin. En 10 canciones reparten alegría guiados por la melodía de la chirimía. El disco fue producido por Cristhian Salgado y en él participan algunos de los compositores más importantes del Chocó como Zully Murillo, Leonidas Valencia, Hansel Camacho, Dino Manuel, Alexis Murillo, Neivo J. Moreno y Jazmir Blandón. Aquí suenan ritmos como el levantapolvo, abozáo, tamborito, aguabajo y el son chocoano con letras costumbristas, emotivas y alegres. // Por Fabián Páez LópezCuando el negro canta, el eco resuena - Emilsen Pacheco El Maestro, oriundo de San Juan de Urabá, nos regala en ‘Cuando el negro canta, el eco resuena’, disco grabado en bloque, diferentes historias que cuentan la realidad de las regiones del caribe colombiano. Emilsen Pacheco es conocido como uno de los mejores tamboreros del país y su madre fue una de las cantadoras de bullerengue más importantes del departamento. En este álbum también podemos escuchar canciones al ritmo del fandango, sentao y chalupa. La tradición vive en la voz del maestro Emilsen Pacheco. // Por Valentina AlfonsoEstado popular del alma - Nicolai Fella El rapero, conocido por su proyecto con LosPetitFellas, fue construyendo durante años un homenaje a su amor más grande: el fútbol. Nicolai Fella soñaba con ser jugador profesional y, aunque la vida le mostró otro camino, encontró en la música y las tarimas un punto en común con el balón y las canchas. Un disco para su niño interior y su padre, el responsable de enseñarle el amor por el fútbol y abrirle la puerta a las letras.Es la búsqueda de la felicidad en tres minutos, como dice Fella, que la encontramos en la celebración de un gol o en la mejor de las canciones, un disco que emociona por las barras y por los samples de momentos históricos con la pecosa. // Por Valentina Alfonso Guarín.Tropicalia – Fonseca Casi una década después de lanzar su primer álbum, el cantautor bogotano recorre los géneros y artistas que marcaron e impulsaron su carrera en Tropicalia, un álbum que busca homenajear sus inicios. Con salsa, merengue, vallenato, bolero y ranchera encierra lo que el artista ha entendido como “tropical” a lo largo de su carrera y que la ha llevado a donde está. Los instrumentos que se escuchan son tocados “reales”, sin secuencias ni sampleos y hacen que Tropicalia suene tan auténtico que, además, sumó a la nómina nombres enormes como el Grupo Niche, Juan Luis Guerra y Gilberto Santa Rosa como colaboradores en sus canciones. // Por Valentina Alfonso G.
Usar las palabras "cartel" y "Cali", juntas, genera gestos de desagrado, miedo, rabia y tristeza en Colombia. Nos conducen a una temporada en la historia del país que estuvo plagada de violencia y que conllevó a la estigmatización de la ciudad. Hoy, un grupo de 10 artistas decidió tomar esas palabras como nombre para su colectivo. Quieren que, al escuchar esas dos palabras juntas, piensen en perreo y no en violencia.Su historia comienza en las calles de la Sucursal del Cielo, en barrios en los que el destino de los jóvenes suele ser incierto. Los parques se convirtieron en los espacios de encuentro en los que, inicialmente Esteban Rojas y Pirlo, comenzaron a hacer batallas de freestyle en 2018. Fue en una de esas batallas que el nombre comenzó a sonar, pero aún no se consolidaba. En esa época existía un evento conocido como La freestyle manía: una serie batallas entre equipos de diferentes partes del mundo. El equipo de Esteban Rojas y Pirlo, en un enfrentamiento contra unos raperos de Puerto Rico, usó como nombre Cali Cartel. Sin embargo, el primer seudónimo que utilizaron fue La Cartilla. Las batallas de freestyle fueron solo el punto de encuentro. Poco a poco el grupo fue creciendo y hoy son 10 artistas los que componen un movimiento musical que no solo improvisa, sino que tienen una carrera en la música y se proyectan como una de las nuevas camadas artísticas más escuchadas del país. Eso, antes, parecía imposible en Cali."Cali es una plaza muy difícil. El público exige demasiado, sobre todo a nosotros que somos de allá. Nadie es profeta en su tierra. Sí se puede, pero se demora un poco más", dice Esteban Rojas. La falta de recursos impedía que se creara una industria en la ciudad. Pero la unión de muchas manos está empujando el movimiento hasta festivales y escenarios en diferentes ciudades del mundo.La unión entre todas las piezas que componen el parche fue prueba y error durante muchos años. En 2022, los jóvenes que se reunían a improvisar se consolidaron como Cali Cartel: Rebol, Esteban Rojas, Pirlo, Mala Fama, Robin Rouse, DFZM, Maicol La M y los Rogelios, que son 3 conforman el colectivo. ¿Cuál es el sello de Cali Cartel?Todos ellos son conscientes del peso que carga el nombre del colectivo: es el recordatorio de una de las décadas más oscuras del país, pero también es la posibilidad de reescribir sobre su propia historia. Lo que significaba peligro ahora significa baile en una ciudad que continúa siendo atravesada por la violencia. Desde su miembro más antiguo hasta el más nuevo reconoce, porque la vivió, la historia de Cali mejor que nadie y por eso la cantan, no la niegan.Cada uno tiene su carrera artística independiente y cuando colaboran es algo orgánico. Crecieron en una ciudad en la que las opciones eran pocas y las ganas de llegar primero eran muchas; ahora están construyendo una sucursal donde todos puedan soñar con alcanzar el cielo.El chacaleo los representa y si no están enterados de qué va, aquí se los explicamos:Aunque por mucho tiempo fue confundido con el maleanteo, no es lo mismo. El chacaleo es una marca identitaria, es usar la forma en la que hablan, en la que se expresan, en la que visten y en la que viven para marcar su esencia. En palabras de Esteban Rojas es "meterle el 'vojabés' (vos sabes) hasta en una bachata".En un género en el que se volvió costumbre impostar un acento para sentirse más adecuado, un parche de caleños reivindica la cadencia y las palabras que la gente recriminó por mucho tiempo.En Cali (y en todo Colombia) la jerga y la estética de barrio causa escozor cuando no busca blanquearse o convertirse en moda para otros/as. Para Cali Cartel es un orgullo. La decisión de usar modismos caleños en todas sus canciones es más una decisión política que rítmica o artística. Es abrazar su casa para mostrarla a los demás.Cali se está moviendo con el arte y estos diez 'pelaos' están luchando para cambiar la cara de lo que históricamente ha representado su ciudad y nuestro país. Para que la próxima vez que alguien pronuncie las palabras "Cali Cartel" sea para hablar de perreo.**Hablamos con Esteban Rojas en La Prueba, nuestro formato de conversaciones sobre música:
El Pingüino, serie del villano de Batman, se estrena en Max este 19 de septiembre. Esta historia nos lleva al universo que el director Matt Reeves llevó a la gran pantalla en 2022 con The Batman. Allí conocimos al Oswald Cobb de Colin Farrell, que es a quien veremos en este spin-off.Mientras Marvel lleva varios años haciendo series y spin-off de sus personajes, DC ha hecho algunas cuantas, como Peacemaker (secuela - spin off de Suicide Squad), y todas han estado en sus universos independientes. Pero esto estaría a punto de cambiar con el relanzamiento de James Gunn y Peter Safran de los DC Studios, así que es probable que veamos más de éste y otros personajes de la icónica casa editorial.¿De qué trata la serie de El Pingüino?La serie arranca justo después de los eventos de la película: Ciudad Gótica se ha visto afectada por una serie de bombardeos que causaron daños y pérdidas de vidas. La muerte del líder criminal Carmine Falcone deja un vacío que Oswald quiere aprovechar.Si Cobb logra enfrentarse con éxito a las dos familias criminales rivales de la ciudad, podría alcanzar una posición clave. Su obsesión con el poder va a resultar determinante en la serie. ¿Vale la pena ver la serie de El Pinguino?The Batman más que una película convencional de superhéroes mostró un thriller criminal. Aquí ocurre algo similar: no se siente como nada dentro de un universo de super héroes, sino un drama mafioso clásico. Como lo hemos visto en varias producciones alrededor de Batman, la corrupción e impunidad de Ciudad Gótica, y el cinismo de las autoridades, son elementos clave para el desarrollo de la historia y los personajes. Así como en The Batman, Colin Farrell luce irreconocible y su actuación es impecable. El nominado al Óscar nos muestra algo distinto a lo que hemos visto anteriormente de este personaje y explora su complejidad y crueldad.Si hablamos de actuaciones, no podemos dejar por fuera la de Cristin Milioti (sí, la mamá en How I Met Your Mother), quien interpreta a Sofia Falcone, una mujer en la mafia y presunta asesina en serie que nos deja boquiabiertos con su interpretación.Las escenas de ambos son algunas de las mejores de la serie. Su capacidad para comprenderse a un nivel tan íntimo los hace vulnerables a la destrucción mutua. ¿El pinguino es Tony Soprano?Desde que Farrell hizo su aparición de The Batman, hubo comparaciones con Tony Soprano, y ahora que hay mucho más para ver de este personaje inmerso en una lucha de poder de líderes criminales, la similitud con The Sopranos es evidente. Así como The Sopranos explora la lucha por el dominio, El Pingüino profundiza en los motivos detrás del deseo de poder y sus consecuencias. La fijación de Oswald por el poder termina siendo incontrolable. Aunque la idea de un jefe de la mafia con una relación compleja con su mamá no nos suene tan novedosa, Oswald tiene un viaje distinto al de Tony y la crudeza de esta nueva serie la distancia del drama de finales de los 90, pues aquí Oswald busca ganarse el respeto que cree que merece. Por supuesto, los 8 episodios de El pingüino jamás llegan a explorar toda la complejidad que vimos de Tony a lo largo de 6 temporadas. Pero es un buen intento: Cobb podría parecer un mafioso común, pero a medida que la trama avanza, se sale del arquetipo y descubrimos sus profundas motivaciones y resentimientos.El Pingüino de Colin Farrell es una visión más compleja y realista de un personaje que hemos visto durante décadas. Tal vez, como dice Collider, veamos una segunda temporada en la que Oswald, al igual que Tony Soprano, va a terapia. Seguro encontrará muchas respuestas.
¿Los han llamado a cualquier hora del día e insistentemente para ofrecerles algún tipo de producto, servicio o crédito? ¿Reciben mensajes de texto diciendo que su cuenta bancaria ha sido suspendida o que su servicio de Netflix se encuentra cancelado y que deben volver a ingresar los datos bancarios?¡A todos nos pasa! Y esta serie cuenta lo que está detrás de ese martirio al que nos someten.¿De qué se trata Telemarketers?Una sinopsis rápida de Telemarketers: la estafa detrás de la llamada (2023), la serie documental de tres partes de HBO (disponible en Max), diría que es “un documental de investigación sobre cómo dos empleados del Civic Development Group (CDG), una compañía de telemarketing con sede en el centro de New Jersey, descubren una de las mayores estafas de la historia del telemercadeo en una supuesta recaudación de fondos en nombre de acciones caritativas”.También se puede decir que el documental rastrea el origen y la evolución de las estafas perpetradas por estos medios, pasando de las llamadas hechas por personas,con líneas de guiones quirúrgicamente elaborados, hasta la aplicación de Inteligencia Artificial en usos distópicos y escalofriantes.Otra forma de entender esta pieza audiovisual, dirigida por uno de los exempleados del CDG y el documentalista Adam Bhala Lough, y cuyas imágenes inestables recuerdan las grabaciones familiares íntimas, es que la posibilidad de acumulación de riqueza del capitalismo se puede desarrollar incluso en un escenario que parece apocalíptico: un centro de llamadas donde los empleados son en su gran mayoría exconvictos, drogadictos, alcohólicos.La historia comienza en el 2001 cuando Sam Lipman-Stern, un adolescente que después de abandonar la escuela, a falta de opciones que agarrar, consigue un puesto de trabajo en la empresa de telemarketing del CDG.Allí, y luego de que un amigo le regalara una cámara de vídeo, Sam, que apenas tenía 16 años, decide inocentemente documentar todo lo que pasaba en su lugar de trabajo; quizá como una forma de romper ese loop de comportamiento que hace que todo lo que se vive en los call centers del siglo XXI sea demasiado repetitivo.Por supuesto, uno de los requerimientos —no declarados— para trabajar como telemarketer en el CDG (como en todos los call centers del mundo) consistía en adoptar un cuasiautomatismo, una rendición de la subjetividad para focalizar la energía en la repetición de frases que simulan cualquier cosa que se parezca a una conversación para hacer que los interlocutores de los telemarketers aceptaran sonriendo donar una cantidad determinada de dinero a cambio de calcomanías.No obstante, en este espacio de trabajo, muchas veces los condicionamientos quedaban suspendidos debido al tipo de personas que trabajaban allí: “exconvictos”, alcohólicos, drogadictos, adolescentes sin posibilidad de ingresar a la educación superior y todo tipo de personas consideradas por los estándares corporativos no aptas para el trabajo “normal”.Sam, junto con otros compañeros de trabajo como Patrick J. Pespas, un adicto a la heroína, y quien posteriormente se convertiría en el mejor amigo y socio de Sam en la epopeya de develar el entramado de corrupción en su lugar de trabajo, pasan sus días laborales realizando fiestas, competiciones absurdas, tatuajes improvisados y cualquier tipo de estupidez que les permitiera liberarse de la insoportable monotonía (tal vez por eso muchos call centers en la actualidad utilizan tácticas de reclutamiento prometiendo paraísos divertidos con entornos laborales cool pero nunca hablando de mejorar los salarios y las condiciones laborales de sus autómatas).Esto se le ve y se le escucha decir a Pespas durante una llamada a un cliente mientras sus compañeros realizan a su alrededor una serie de bromas.Para los gerentes, directores y cabezas del lugar ninguna de las conductas y comportamientos que Sam registraba abiertamente con su cámara en el lugar de trabajo tenían importancia. No había, en términos generales, normas o patrones de comportamiento.Lo único que se le exigía a cada uno de los trabajadores era que cumplieran con las cuotas de recaudo al final del día. “Era un lugar divertido para estar”, recuerda un ex gerente de la oficina de CDG. “Era como si fueras a un gran picnic todos los putos días” (esto es un factor común en el posfordismo: la construcción de entornos laborales flexibles, cuyos espacios son producidos para simular parques de diversiones donde lo que importa es la productividad de los empleados, no tanto lo que hacen y lo que consumen para hacerlo).La lección del documental TelemarketersLa escena clave del documental sucede cuando Sam y Pespas están en un auto en lo que pareciera ser un parqueadero de un centro comercial.Ambos hablan sobre el trabajo y, justo ahí, Pat Pespas, el más implacable y el mejor trabajador del CDG, “la leyenda del telemarketing”, dice: “lo que hacemos es llamar a la gente y les quitamos el dinero”.En ese momento ocurre un despertar. Sobre todo para Sam, cuya inocencia juvenil la necesidad de dinero lo llevan a vivir una fantasía incapaz de ver el entramado siniestro que existe detrás de cada llamada hecha para pedir donaciones en nombre de otras instituciones. Por otro lado, Pespas, el más veterano, intuía desde hace tiempo lo que sucedía. Sin embargo, no podía reaccionar producto de una parálisis causada tanto por el temor a perder el ingreso que daba sustento a su hogar, como al distanciamiento de la realidad generado por el consumo prolongado de alcohol y heroína.Ambas situaciones mantenían la barrera invisible que le impedía pensar y actuar más allá de lo que el sistema le planteó: ¿quién más va a contratar a un pobre yonqui sin educación?Los dos amigos emprenden un viaje para develar los oscuros secretos detrás de la supuesta caridad y descubrir quiénes eran los beneficiarios reales de estos millonarios recaudos y a dónde iban a parar las increíbles sumas de dinero recolectadas mediante esas juguetonas llamadas.Así, Sam y Pespas, “idean un plan para derribar a su empleador desde adentro de la compañía” (inside job) y comienzan a registrar no solo las jornadas laborales, sino también las interacciones con colegas y líderes de la oficina para encontrar pistas que les permitan determinar cómo funciona el área gris legal de la recaudación de fondos del centro de llamadas.Esos videos que muestran un lugar de trabajo anárquico se convirtieron en el material que daría vida a Telemarketers.Veinte años después, y luego de abandonar tanto su trabajo como el objetivo de exponer el funcionamiento de la industria, Sam y Pespas se reúnen nuevamente para retomar la investigación y deciden ir tras los rastros de sus excompañeros, pero esta vez van un poco más allá: hablando con periodistas, investigadores y políticos que tienen el mismo objetivo que ellos.Las revelaciones son escandalosas. Más allá de todas las mentiras, el mal comportamiento y la manipulación despiadada del modelo de recaudación de fondos supuestamente sin fines de lucro, donde el CDG se quedaba con el 90% del dinero recaudado, la serie documental nos abre la ventana para pensar cómo un modelo de negocio se alimenta, por un lado, de la “bondad” de los donantes, y por otro, de la falta de esperanza de una gran porción de la sociedad que solo tiene como única opción laboral posible los centros de llamadas.En un sistema social que reduce las oportunidades dignas para las personas que viven en los márgenes de la precariedad (si vivir en el corazón de la precariedad ya es complicado, imaginen entonces lo que sería vivir en su margen, la frontera, aceptando lo que queda, sus residuos).Telemarketers es la evidencia de que existe más bien en un lugar tan siniestro y demoníaco como el call center donde trabajaban Sam y Pespas, un espacio repleto de “seres vulgares”, que en espacios laborales donde se supone que las personas que trabajan allí están para hacer el bien y servir a la comunidad (¿La policía? ¿El senado? ¿Las ONG 's? ¿La empresa privada?).Para muchos la visión del mal se encuentra siempre afuera de “nosotros”, en el “otro”. Pero la malévola ominosidad, el verdadero diablo, está más cerca de lo que se piensa: siendo impecablemente amable, cuidadosamente bien vestido, empalagosamente agradable y mojigatamente religioso (como uno de los hermanos dueños del CDG, que estaba en una horrible banda de rock cristiano o su hermano, quien se movía en la alta sociedad de la mano de políticos y empresarios).Como diría Patrick J. Pespas (extrabajor del CDG, “drogadicto”, “alcohólico” y, a los ojos de muchos, un yonqui perezoso) de manera irónica: “pensé que el disfuncional era yo, pero ahora me doy cuenta que no”.***
Murió Juan Brujo, el vocalista del grupo Brujería. La banda dio a conocer el fallecimiento en sus redes sociales. El músico fue víctima de un ataque al corazón la madrugada del pasado lunes 16 de septiembre. Tenía 61 años. "Ha partido hacia el Panteón, el mero mero, el más chingón, ¡Juan Brujo! Y ahora, ¿Quién nos va a ayudar?", decía la publicación. "Es con profundo dolor que debemos anunciar la partida de nuestro líder Juan Brujo en el día de hoy. Juan sufrió un ataque al corazón en la madrugada de este lunes, después de un día libre de la actual gira Mexorcista en Saint Clairsville, Ohio. Rápidamente fue llevado al hospital más cercano en Wheeling, West Virginia por los servicios de emergencia, pero, a pesar de los grandes esfuerzos del equipo médico, falleció esta mañana. Su familia, amigos y compañeros de banda están devastados y desean llevar su luto en privado, agradeciendo el cariño y apoyo de los fans. El Brujo ha muerto, ¡que viva el Brujo!"Alrededor de Juan Brujo se cuentan muchísimas leyendas urbanas que él mismo fomenta, de acuerdo con La Izquierda Diario. Una de ellas sería sobre una visita que realizó a su casa el FBI debido al asesinato simbólico de Trump que Brujería llevó a cabo en una presentación cuando el político republicano aún era presidente.Sobre ello, Brujo mencionó en una entrevista que, discutiendo con los Federales gringos en esa ocasión; él les preguntó si Trump había escuchado sus canciones y visto el video del show, a lo que los oficiales respondieron que sí: “Qué bueno que las escuchó ─Trump- para que aprenda que hay odio contra el hijo de puta”.¿Quiénes son Brujería?Brujería se formó en Los Ángeles en 1989. Sus miembros han pertenecido a otras bandas como Faith No More, Fear Factory, Napalm Death, Sadistic Intent, Nile, Acheron, Dimmu Borgir, Carcass, Witchery, The Haunted, Cradle of Filth y At the Gates, y han sido parte de Brujería como un proyecto alterno a sus bandas originales. Fue polémica la portada de su primer disco, Matando Güeros (1993), en la que se veía una cabeza medio quemada y una mano sosteniéndola del pelo. La imagen de esta cabeza se convertiría en un emblema de la banda, transfigurándola en su mascota conocida como Coco Loco, al estilo de Eddie, de Iron Maiden. El concepto principal de la banda fue inspirado por una historia que horrorizó a México y al mundo el 11 de abril de 1989 en el Rancho Santa Elena, en Matamoros, donde narcotraficantes realizaban ritos relacionados con la religión Palo Mayombe para que su actividad ilícita pasara inadvertida por las autoridades, con sacrificios humanos en ritos y misas negras,de acuerdo con Milenio.
We Live in Time es la más reciente película de A24. Protagonizada por Florence Pugh y Andrew Garfield, la película está programada para estrenarse en Colombia el 7 de noviembre del 2024. Desde que se estrenó el trailer de esta historia, el 10 de julio, esta historia ha dado mucho de qué hablar. No solo porque se viralizó una de las fotos de la película en la que sale un caballo muy gracioso (seguramente ya lo han visto), sino porque es un drama romántico que promete dejar a toda la audiencia en lágrimas. We Live in Time, dirigida por John Crowley (Brooklyn) y escrita por Nick Payne (Wanderlust), se estrenó en el Festival de Cine Internacional de Toronto el 6 de septiembre del 2024. En una entrevista con British Vogue, Pugh dijo: "Ver esta película me hace querer ser activo en mis decisiones y realmente vivir (...) Estuve pasando por muchas cosas raras con las relaciones el año pasado y creo que parte de esta historia es no ser pasivo, no dejar que las cosas te invadan". Trailer oficial de 'We Live in Time'¿De qué trata 'We Live in Time'?Almut (Pugh) y Tobias (Garfield) se conocen de la manera más inesperada de todas. Empiezan una relación, se enamoran y construyen una familia. En algún momento de sus vidas, ambos se enteran de una muy mala noticia que empieza a jugar en contra a la estabilidad como pareja y familiar que han creado. "Mientras se embarcan en un camino desafiado por los límites del tiempo, aprenden a apreciar cada momento del camino poco convencional que ha tomado su historia de amor", se lee en la sinopsis oficial de A24. La película se estrenará para todo público en Estados Unidos el 11 de octubre de este año. Sin embargo, con las primeras votaciones, We Live in Time tiene una calificación de IMDb de 7,8 y en Rotten Tomatoes un 85%. ***Les recomendamos leer: We Live In Time: ¿De dónde nació el meme del caballo en la película?
Durante el proceso del juicio de Sean "Diddy" Combs por conspiración para extorsionar, tráfico sexual por fuerza, fraude o coerción y transporte para ejercer la prostitución, se dio a conocer la noticia de que una docuserie sobre el rapero está en proceso. Detrás del proyecto está el canal de Warner Bros., Investigation Discovery, y la productora de Quiet on Set, Maxine Productions. La docuserie, que todavía no tiene nombre, explorará “las acusaciones de comportamiento violento y actividad ilegal que han perseguido al magnate de la música", asegura el comunicado de prensa. "A medida que surgen relatos de agresión sexual, comportamientos abusivos y otras afirmaciones inquietantes, el documental rastrea la historia de este autoproclamado chico malo, desentrañando acusaciones de un patrón de depravación”, agrega. El proyecto incluirá entrevistas con las presuntas víctimas, informes a profundidad de la revista Rolling Stone y material de archivo. ¿En qué va el juicio de Sean "Diddy" Combs? Después de que fuera detenido por las autoridades, Sean "Diddy" Combs se presentó a su audiencia el 17 de septiembre del 2024. El rapero, que tiene varias denuncias a nombre de diferentes mujeres, se declaró "no culpable" frente a estas acusaciones. Aunque el abogado de Diddy pidió que el artista pudiera salir bajo fianza durante el proceso del juicio, tanto los fiscales como la jueza a cargo estuvieron de acuerdo en que Sean Combs siguiera detenido. Sin embargo, la mañana siguiente al juicio, el rapero apeló la decisión de la jueza. En el documento se asegura que Diddy "no representa un riesgo de fuga ni de peligro para nadie en la comunidad". Además, se compromete a una larga lista de cosas: restringir las visitas de mujeres en su residencia, someterse a pruebas semanales, entregar su pasaporte, no salir de viaje y pagar una suma de $50 millones de dólares por la fianza. Debido a esto, hay una audiencia de apelación el 18 de septiembre en horas de la tarde. ***Les recomendamos leer: Sean "Diddy" Combs: ¿cuáles son los tres delitos por los que fue acusado el rapero?