Leyendas musicales, propuestas emergentes, beats electrónicos, rock, carranga y cumbia, una mezcla de sonidos y propuestas que hicieron del segundo día del Festival Centro uno de los más frenéticos y deliciosos. Fotos: Natalia Pedraza Bravo Nueve artistas que pusieron la vara muy alto con cada una de sus canciones, que reunieron a sus selectos combos de fanáticos y una buena parte de público casual que estaba en búsqueda de las nuevas expresiones de la música colombiana y latinoamericana. La tarde empezó con Durazno y la melodiosa voz de Laura Román que logró, como si fuera magia, que se disiparan las nubes que tapaban el cielo del centro de Bogotá, una hora de repertorio perfecta para dar oficialmente el inicio al día. Le siguió el rock poderoso de Oh’LaVille la banda bogotana que cuestionó la pasividad de los espectadores diciéndoles "Por qué carajos están sentados, vamos a levantarnos" y como si fuera orden de mamá todos se pararon de las sillas para literalmente rockear. Al otro lado de la Gilberto Alzate empezaban a sonar los acordes de Tequendama, los asistentes se agrupaban lentamente para saltar al rito de los sonidos del rock, mezclados con electrónica y música experimental a manos de Amós Piñeros, Jota García, Alejandro Duque y Camilo Zúñiga. Sí, los mismos músicos que han escrito la historia del rock colombiano con bandas como Catedral, Ultrágeno, Ciegossordomudos, Sonorama, Aterciopelados, Bajo Tierra, Burning Caravan y Zyderal. El frenesí estaba en los más alto. Ese fue el momento perfecto para dar inicio a la mezcla bonita de la carranga con el rock. Con sus ruanas perfectas, las guitarras listas y un baile particular aparecieron en tarima Los Rolling Ruanas: baile, chistes, coreografías y la voz poderosa de Juan Diego fueron el cierre perfecto para la jornada en la Gilberto Alzate. A unos cuantos metros, justo en el corazón del Bronx, se daba inicio a la segunda parte del festival, una más electrónica, más íntima y bajo la luz de la luna. Jhongo, Yurika MDC y The Faces fueron los encargados de soltar los primeros beats, electrónica, cumbia, sonidos autóctonos, violín y trompeta, pusieron a bailar a los asistentes que llegaban poco a poco al lugar y los dejaron a tono para recibir al gran Rubén Albarrán. Las luces se encendieron, bajo una corona de papel, un ritual ancestral y un beat de cumbia, el cantante de Café Tacvba nos presentó su proyecto en solitario No Dj Set, una recopilación de las mejores canciones de cumbia, salsa y chucuchuco que seleccionaba aleatoriamente para poner a bailar al público expectante y lo logró.
Nombres emergentes de la escena como Lika Nova, Moügli y Trending Tropics; y las leyendas 1280 Almas y La Etnnia fueron las bandas encargadas de inaugurar el Festival Centro 2019. La cita fue en el Teatro Jorge Eliécer Gaitán y fue una recarga de rock, hip hop, jungle beat, electrónica y sonidos electroafrocaribeños. El Festival Centro es el primer festival del año. Y es el que incita a los bogotanos a visitar este lugar emblemático de la ciudad. Acá nuestro registro de la primera jornada. Desde las 4 de la tarde, la banda de rock alternativo Lika Nova conformada por los mellizos Levy y Josué Bessolo (bajista y baterista), David Useche (teclados), Brian Coronado (guitarra) y Luis Rojas (voz) dieron inicio. A través de canciones como Gravedad, Cicatriz, Mi Suerte, que hacen parte de su primer álbum ‘Sangre de prófugo’, los asistentes pudieron disfrutar de un rock fresco, inteligente y que está sonando muy fuerte. ¡'Jungle beat' para el mundo! La segunda que subió al escenario fue la banda Moügli. Sus integrantes Juan Pablo Delgado y Samuel Lizarralde son los responsables de combinar a la perfección géneros folclóricos del caribe y del pacífico, latin alternative, que sumados con corrientes modernas electrónicas dan como resultado lo que ellos mismo denominaron 'jungle beat'. Un viaje sorprendente de sonidos para el público que disfrutó de un show impecable en el primer día de Festival Centro. La banda que hace parte de la historia musical del rock nacional: 1280 Almas. Su producción sonora, la calidad de sus temas, siempre resistentes a su discurso le imprimieron todo ese sonido callejero, cercano e irreverente que el primer día de Festival Centro necesitaba. Las Almas gracias a su identidad musical capaz de mezclar el rock, el ska y la cumbia interpretaron las canciones más importantes de su carrera musical que por más de 25 años ha puesto a cabecear a miles de seguidores. Los capos del Hip Hop nacional estuvieron en Festival Centro comandando la parada, La Etnnia llegó pisando fuerte en los tablones del escenario Teatro Jorge Eliécer Gaitán. Con sus líricas contestatarias y a punta de rap, se llevaron el respeto de un público que sabía a lo que iba: acompañar los beats de ellos, llenos de historia nacional. El proyecto Trending Tropics osado, idílico y muy selecto se encargó de cerrar el primer día de Festvial Centro. A través de sonidos de pop indie, electroafrocaribeños polimorfos, dos genios de la música Eduardo Cabra ‘Visitante’ y Vicente García trajeron su joya musical a Bogotá. Se trata de un robot que mezcla en vivo voces de invitados como: Ziggy Marley, Li Saumet, Pucho, e iLe, entre otros. El año pasado lanzaron su primer disco, una obra homónima en la que ellos mismos manejan la producción de sus canciones. A través de temas cotidianos como el amor, las redes sociales y su impacto en la vida, la vanidad y la obsesión con la muerte son protagonistas. El disco debut de Trending Tropics está compuesto por trece canciones que sirve para analizar y dibujar las angustias y miedos, la dependencia de la tecnología y las visiones contemplativas del comportamiento del ser humano, pero con ritmos inexplicables que seducen al público. Festival Centro 2019: este es el cartel oficial
Esta es la oportunidad para que los seguidores del festival, melómanos y amantes de la música alternativa e independiente, puedan adquirir desde el 7 de diciembre al 15 de enero de 2019, las entradas para los 5 días del festival con un descuento llamativo. El valor del abono es de $200.000 doscientos mil pesos (Mcte) que les dará acceso a todos los eventos pagos del festival e ingreso prioritario a los eventos gratuitos. El Festival Centro 2019 se llevará a cabo en cinco escenarios culturales (El auditorio y El Muelle de la FUGA, La Milla en Bronx Distrito Creativo, 2 auditorios en el Centro Cultural Gabriel García Márquez y el Teatro Jorge Eliecer Gaitán) que presentarán la oferta artística enmarcada en sus 6 franjas musicales Infantil, Nuevas Criaturas, Alternativo, Folclórica, Otras galaxias, Grandes Maestros y su acostumbrada, franja académica. Estos son los términos para redimir el abono ‘A la fija’ Puede realizar la compra por internet ingresando aquí o puntos autorizados de Ticket Shop o en la taquilla de la Fundación Gilberto Alzate Avendaño – FUGA. Se redime únicamente en la taquilla de la Fundación Gilberto Alzate Avendaño entre el 15 de enero y el 2 de febrero 2019 de 2 a 5 pm. Deberá presentar la factura y documento de identidad, a cambio recibirá una manilla de seguridad que le dará acceso a todos los eventos pagos del festival. La manilla es personal e intransferible. El abono es válido para una entrada por concierto y no es acumulable para otro evento. En caso de que no pueda redimir su abono, debe solicitar la devolución del dinero antes del 15 de enero. Tenga en cuenta que usted corre con los gastos de operación, por este motivo no se realiza la devolución del 100% de la compra. No se hacen devoluciones una vez pasada la fecha del concierto. Así fue el Festival Centro 2018
Casas coloniales, patrones de los pisos y baldosas del centro, avisos tallados en piedra que bautizan sus calles y restaurantes, tipografías e instrumentos musicales, fueron la fuente de inspiración que consolidó la imagen de esta nueva versión del Festival. Recomendado: Las fotos del día que el Festival Centro llenó de música el antiguo Bronx Del 30 de enero al 3 de febrero se realizará una edición más de este importante festival para Bogotá que conmemora una década de programación intercultural de sonidos, propuestas musicales y puestas en escena de diversos géneros de la escena independiente. La imagen de los 10 años del Festival Caminatas por el Centro Histórico, registro fotográfico y tipográfico del sector y elementos musicales, inspiraron el desarrollo de un afiche colorido y vibrante en papercraft que invita a los ciudadanos a reconectarse con el corazón de la capital. La propuesta del afiche evidencia una gráfica inspirada completamente por la música y por patrones y tipografías de nuestro tradicional centro, la cual presenta el número 10 como una abstracción formal de una guitarra con sus cuerdas y al observar letra por letra, encontramos sutiles detalles alusivos al universo de la música como pentagrama, ondas sonoras, micrófono, cuerdas y tocadiscos. “Festival Centro 2019 trae grandes sorpresas y una propuesta impactante para celebrar sus 10 años de diversidad musical. Es la excusa perfecta para volver al centro y arrancar el año con energía, alegría y diversión en un espacio en el que todos por igual, nos gozamos la música” afirma Mónica Ramírez Hartmann, Directora de la Fundación Gilberto Alzate Avendaño. Sobre el Festival Centro El Festival Centro es una iniciativa de la Fundación Gilberto Alzate Avendaño-FUGA que se realiza pensando en Bogotá y en la revitalización de su centro, y que ocurre cuando nadie lo espera. Es un espacio que oferta sonidos plurales y alternativos, enmarcados en los orígenes de la música, la música independiente y en aquella que se produce en las zonas marginadas del país. Desde 2010, el primer festival musical de año, ha recorrido entre 5 y 7 días territorios nacionales e internacionales a través sus géneros, días y franjas musicales y ha presentado su programación artística y académica en reconocidos escenarios como el auditorio y muelle de la Fundación Gilberto Alzate Avendaño, el Centro Cultural Gabriel García Márquez, la Biblioteca Luis Ángel Arango, el Teatro La Candelaria y en 2018, con una gran apuesta, en el Bronx Distrito Creativo, nuevo escenario cultural de la capital.
El jueves 8 de febrero, por una de las calles que hace un par de años nadie podía pasar, el Festival Centro convocó unas mil personas, o más, alrededor de una tarima. Nombres sobresalientes de la escena local como Systema Solar, Ali Aka Mind, Nanook el último esquimal, Electric Mistakes, Inguna y corrientes se tomaron lo que fue conocido en un tiempo como la calle del Bronx, el lugar más sórdido en una ciudad con muchos focos de violencia drogas y pobreza en el centro y la periferia. Hace un año la Alcaldía de Bogotá intervino el sector y hoy tiene planes de convertirlo en un distrito cultural. El primer paso fue llevar a ese espacio una fiesta tremenda organizada por la Fundación Gilberto Álzate Avendaño. El Bronx, en otros tiempos vecindario del más grande expendio de drogas de la capital, era hoy el foco de la música. El concierto fue en la calle de La Milla (carrera 15 entre calles 9ª y 10ª), vía paralela, a una cuadra, de lo que antes fue conocido como La ele. Así registramos la resurrección artística de este espacio. (Fotos: Daniel Álvarez) La noche la remataron en la FUGA y en el Teatro la Candelaria Chimó Psicodélico, El último vecino, las malas amistades y el amo de la estridencia y la sordidez fiestera, el mexicano Silverio. (Fotos: Brayan Garnica)
Fotos: Brayan Garnica Cada fin de año los que se quedaban en Bogotá, tenían como premio vivir a fondo el Festival Centro en los primeros días de enero y este año aunque la fecha cambió, el furor festivalero no bajo y mucho menos las ganas de volver a vivir el centro de la ciudad como se debe. Esta vez el festival repite una fina selección que abarca desde ritmos emergentes latinoamericanos, pop local, rock de avanzada y agrupaciones legendarias de música tradicional . Una nómina que encabezan nombres como Leopardo, Chimó Psicodélico, Silverio, Latin Brothers, Ali Aka Mind o Systema Solar. La fiesta del primer día del festival Centro estuvo comandada por Araña Roja, Efilá, Tumbas, Zarysamba en el Teatro La Candelaria y El Leopardo y Óscar Acevedo en la FUGA. Estuvimos en la Fundación Gilberto Alzate, ahí El Leopardo, el nuevo proyecto del gran Dani Boom, creó en el auditorio un real exorcismo bailable, llevándonos por eso universo selvático, cósmico y enigmático; mientras que Oscar Acevedo confirmó y con creces porqué es uno de los grandes jazzistas que tiene nuestro país. Así lo vimos desde nuestro lente.
Unos días más tarde, pero infaltable como desde hace ocho años, vuelve el Festival que le abre las puertas a una nueva temporada de eventos musicales en Bogotá con sobredosis de ritmos para descubrir, bailar, gritar y gozar. Su novena versión será del 7 al 11 de febrero en la casa de siempre, la Fundación Gilberto Álzate Avendaño (FUGA). Serán cinco días cargados con electrónica, pop, rock, salsa y folclor. A los escenarios de la FUGA se sumarán otros espacios tradicionales del centro de la ciudad como el Centro Cultural Gabriel García Márquez, sede del Fondo de Cultura Económica y un debutante, el espacio de La Milla, en el antiguo Bronx, donde se realizará el concierto Radiónica y Radio Nacional. Este año la fiesta viene acompañada de una franja académica titulada “Hablemos de Música”, que presentará charlas con Julio Estrada; Fruko, de Fruko y sus Tesos; Ceferina Banquéz; Iñigo Pastor y otros expertos en música internacionales. Además de una franja de Sonidos Ancestrales de Colombia y, por supuesto, la Franja Central, que siempre trae ritmos para escoger. Ellos son los invitados DÍA 1: miércoles, 7 de febrero ZARYSAMBA ARAÑA ROJA EFILÁ. ESTEFANÍA LAMBULEY GRUPO YOUTUBE: TUMBAS ÓSCAR ACEVEDO EL LEOPARDO DÍA 2: jueves, 8 de febrero ELECTRIC MISTAKES (ARTISTA RADIÓNICA) ALÍ AKA MIND (ARTISTA RADIÓNICA) NANOOK EL ÚLTIMO ESQUIMAL (ARTISTA RADIÓNICA) INGUNA (ARTISTA RADIÓNICA) CORRIENTES (ARTISTA RADIÓNICA) NUKAK Y JIW LINAJE ORIGINARIOS HOMBRE DE BARRO CHIMÓ PSICODÉLICO SILVERIO EL ÚLTIMO VECINO LAS MALAS AMISTADES DÍA 3: viernes, 9 de febrero SONIDO GALLO NEGRO VELANDIA Y LA TIGRA BOLENA PRADA MORFONIA MONTAÑA ESTADOS ALTERADOS CUARTETO IMPERIAL DÍA 4: sábado, 10 de febrero CEFERINA BANQUEZ, LA REINA DEL BULLERENGUE SON PALENQUE LA ORQUESTA ÚNICA DE CARLOS AVILEZ MICHI SARMIENTO Y SU COMBO BRAVO TURBO SONIDERO DÍA 5: domingo, 11 de febrero KUEMENI ORQUESTA SONIDO 70 THE LATIN BROTHERS LA RURAL
El pasado 22 de enero, en el día de la música colombiana, uno de los invitados más esperados y venerados por los asistentes a la octava versión del Festival Centro era el maestro Luis Magín Díaz García. En medio de todos los reconocimientos que tiene actualmente lo buscamos para que nos contara cómo nació uno de los himnos folclóricos de su repertorio: Me amarás, una canción que le llegó hace más de 60 años cuando hacía parte del Sexteto Gamerano. Lo encontramos en un hotel del centro de la capital rodeado por su banda y acompañantes como la hija de Petrona, Joselina Llerena, “la Niña”, y el proclamado heredero de Magín. su nieto Leonardo. (Lea también: 'El Orisha de la Rosa', el disco del legendario Magín Díaz) Su retórica es corta, pero su memoria y los sonidos de los tambores lo refrescan y lo mueven como un corrientazo de vida. Tuvimos la fortuna de verlo ensayando antes de su show y comprobamos que disfruta cada son y cada coro de su música. Por Alfred Lord // @AlfredLord Realizador: Nicolás Rodriguez
Si les hablamos de Alfredo de Jesús Gutiérrez Vital, dueño de un repertorio de canciones fiesteras como El solitario, Dos mujeres o Festival en Guarare, tal vez no les suene conocido. Pero si hablamos del tres veces Rey Vallenato Alfredo Gutiérrez, el subconsciente carnavalero les recordará todo el cancionero de este artista que ha escrito buena parte de la música tropical, el porro y la cumbia colombiana. Lo buscamos antes del show de cierre del Festival Centro 2017 el pasado 22 de enero para que nos contara la historia de Los ojos indios, una de las canciones que el público siempre le pide en los conciertos y que llevamos en el ADN por generaciones. En sus palabras no solo conoceremos el origen de la canción sino lo que significa para él recordar esta historia. Por Alfred Lord // @AlfredLord Realizador: Nicolás Rodriguez.
El Festival Centro abrió el telón festivalero del 2017 en Bogotá. Los encargados de musicalizar el evento que inaugura el año en la capital fueron nombres gordos en la historia de la música colombiana, además de joyas ocultas del universo alternativo y del Hip Hop, la música experimental y el pop como Mula, La Banda Bastón y Follakzoid. (Fotos de Daniel Álvarez, Fox Ph. y Alejandro Gómez) Maestros como Fruko, liderando a Wganda Kenya; Alfredo Linares; Carmelo Torres; Magín Díaz; Abelardo Carbonó; Violines Negros; Martha Toledo; Juaneco y su Combo y Alfredo Gutiérrez fueron los personajes que empezaron pisando duro en este nuevo calendario de fiestas. (Vea acá nuestro especial del Festival Centro) Fue un encuentro entre las raíces de la música en un escenario clave de la capital bogotana. Por ser las primeras caras en poner a bailar a la ciudad les dedicamos esta serie de retratos. Juaneco y su Combo La Banda Bastón Alfredo Linares Abelardo Carbonó Martha Toledo Alfredo Gutiérrez Magín Díaz y su nieto Leonardo Torres Díaz Violines Negros- Palmeras Domingo García de Follakzoid Carmelo Torres
Juancho López: no soy rockero, soy rocanrolero es el documental que narra la vida de esta figura emblemática del rock colombiano, conocido por ser “el rockero más viejo de Colombia”. (Documental compelto más abajo)El equipo de Radiónica Medellín hizo una investigación de las rutinas, conciertos y sueños de Juancho, así como en la historia de la emblemática banda Los Yetis, clave en los inicios del rock colombiano. Después de años de trabajo, han logrado concretar una visión clara para plasmar esta crónica visual.El documental ofrece una mirada íntima a la vida cotidiana, la soledad y la nostalgia que rodea la vida de Juancho López, reconocido como el "Abuelo del rock colombiano" por su contribución fundamental al inicio del género en el país.“Ningún rockero colombiano debería perderse este documental, básicamente porque es la semilla, nuestra raíz, el inicio de nuestro rock, la forma en la que nosotros nos concebimos como rockeros colombianos", opina Diego Londoño, director del documental. "Pero no solo los rockeros, ninguna persona debería perderse las experiencias, la visión y la vida de este hombre que por supuesto ha transversalizado la cultura musical rockera de Colombia”, agrega. Los Yetis: banda pionera del rock colombiano Los Yetis nacen como trío vocal en 1965, fundadores son: el cantante y guitarrista Juan Nicolas Estela y los hermanos Juancho e Iván Darío López. En febrero del 66, invitados por la compañía discográfica Discos Fuentes, Los Yetis participan en la grabación de un long play: 14 impactos juveniles!, que tuvo gran éxito. Por eso el sello les pide grabar su primer LP, simplemente llamado Los Yetis. Tras su disco debut, llegaron Los Yetis Vol. 2, en 1967 y Olvídate, de 1968. El grupo se disolvió a finales de los 60, y en 2003se reúne de nuevo hasta 2005 con la participación de Darío Marín, Pedro Pablo Arias,Victor Hugo Acevedo, Jhon Cano, Juan Nicolás Estela y Juancho López, estos últimos, miembros fundadores del grupo.
La pelea Kendrick Lamar vs. Drake empezó hace casi una década. Se dijeron muchas cosas el uno al otro, pero en esa correspondencia de canciones entre los dos raperos salieron dos “argumentos” acusatorios que me generaron más ruido que los demás. Drake dijo que Kendrick era un abusador físico con su esposa, Whitney, en la canción ‘Family Matters’:"When you put your hands on your girlIs it self-defense 'cause she bigger than you?"Kendrick acusó a Drake (una noticia ya vieja) por buscar, cortejar y “amigarse” con menores de edad."Say, Drake, I hear you like 'em youngYou better not ever go to cell block one"No vamos a discutir cuál acusación puede ser más cierta que la otra o cuál aproximación fue peor. Ambas fueron desastrosas.No he visto a la industria, ni a los manes de mis redes sociales, tan preocupados por la violencia de género tanto como cuando dos hombres decidieron usarla para punzarse el uno al otro.Tampoco conocía ese afán por castigar la paternidad ausente. En Colombia se estima que el 40% de hogares se sostienen solo por una mujer, según cifras del DANE del 2022. Y ese número no causa tanto revuelo en línea.Traigo a Colombia y a los hombres a mi alrededor a colación, porque fue ese cinismo el que inspiró y le dio forma a este texto.Santiago Cembrano lo dice muy bien en su artículo: “aunque el rap es el campo en el que el dolor se vuelve entretenimiento, no se trata de que esos versos sean parte de un coro pegadizo.”Y si bien fue el beef de Kendrick y Drake el que agitó esto lo suficiente para empezar a cuestionarnos las formas de algo tan “tradicional” del hip hop como las tiraderas, el cuento va mucho más allá.La deuda la tiene toda la industria. Me parece interesante, por mantenerlo en términos amables, que las personas que estamos en la industria, o los que consumimos música sistemáticamente, le asignemos una cualidad transformadora a la música. Algunos, dicen, que la música les cambia la vida o la forma de ver el mundo.Pero esa responsabilidad que ponemos en la música, y en quienes la hacen, es una camiseta que se puede quitar o poner a nuestro antojo.¿Cuáles son los límites de la corrección política en el arte? Quién sabe, quizá no existen o deberían existir. Entendemos a la música como algo que puede transformarnos y, por eso, a veces, se le pide corrección política.Pero esto va más allá de lo que se le puede pedir o lo que no.No hay que confundir este reclamo con una “necesidad” de corrección política en el arte. Eso es otra conversación mucho más grande.Pero a mí, como mujer y como víctima, me hace ruido la atención fervorosa que recibieron las palabras de Kendrick y Drake: más que mostrar indignación por la(s) posible(s) mujer(es) violentada(s), la audiencia sintió emoción por los egos masculinos que fueron lastimados en el proceso.A los hombres les parece más urgente prestar atención a la violencia cuando se entrega en una cajita de entretenimiento entre estrellas del pop, no cuando le pasa a las mujeres que tienen al lado. O cuando las víctimas son las mujeres cuya música consumen.Hay streamers que reaccionan a gritos porque le “sacaron los trapitos” al otro, no porque detrás de esas barras, que los hacen alucinar de la emoción, puedan haber mujeres abusadas o violentadas; hay medios investigando a fondo lo que puede ser uno de los mejores diss de la historia del hip hop, pero no las acusaciones que, de ser ciertas, deberían tener consecuencias legales.Y ahí está la deuda: acusaciones de pedofilia y violencia intrafamiliar que se quedan en versos de canciones de rap, artistas con denuncias que siguen llenando estadios y mientras tanto mujeres artistas, como Megan Thee Stallion, que tienen que convencer al mundo que lo que pasó fue verdad.La violencia contra las mujeres indigna, o llama la atención, siempre y cuando entretenga. La espectacularización, más que gestionar esa violencia de cara a la reparación, la instrumentaliza para la monetización.Entonces, mientras la mayoría de casos quedan archivados porque se vencen los términos, mientras a las mujeres se les pide ser “la víctima perfecta” y tener todo tipo de pruebas, Twitter se enciende por un par de barras y nos condiciona, nuevamente, a ser únicamente cifras en aumento.
Alicia en el País de las Pesadillas se estrena en los cines del país este 16 de mayo. Esta es una versión tenebrosa y retorcida de las aventuras de Alicia en el País de las Maravillas que lleva al público por un viaje inolvidable hacia lo más profundo de la oscuridad.Después de la trágica pérdida de sus padres, Alicia se ve obligada a mudarse con su tía Beth Crimisy a Wonderland, la imponente mansión familiar. Sin embargo, lo que comienza como una aparente escapatoria se convierte rápidamente en una pesadilla surrealista, cuando Alicia comienza a presenciar eventos cada vez más perturbadores y a encontrarse con figuras misteriosas que la arrastran hacia un mundo habitado por criaturas terroríficas y pesadillas insondables.Alicia en el País de las Pesadillas es una apuesta del director británico Richard John Taylor, conocido por trabajos previos que exploran los rincones más oscuros de la psique humana. En esta ocasión, Taylor se sumerge en el clásico de Lewis Carroll para ofrecer una experiencia que desafía los límites de la imaginación y sumerge al espectador en un mundo paralelo lleno de pesadillas y criaturas terroríficas.Esta adaptación cinematográfica no solo rinde homenaje al legado literario de Carroll, sino que también se une a una creciente tendencia de reinterpretaciones oscuras de cuentos clásicos.En un mundo donde las fronteras entre la realidad y la fantasía se desdibujan, Alicia en el País de las Pesadillas ofrece una visión perturbadora y visceral de un clásico atemporal.Alicia en el país de las maravillas: inspiración para terror Esta no es la primera adaptación de Alicia en tono de terror. En 2010 se estrenó Alice in Murderland. En esta historia, Alice Lewis, de veinte años, cumple 21 y está molesta por ello. Sus hermanas quieren animarla y deciden celebrar una fiesta de cumpleaños con temática de Alicia en el país de las maravillas en casa de Charlene Glass. Alice sabe que en el sótano de esa casa, su madre, Ann Lewis, fue brutalmente asesinada a machetazos por un asesino enmascarado 20 años antes. Las niñas establecieron la regla de que no se permitirán teléfonos celulares ni niños.Alice or the Last Escapade se estrenó en 1977 y está vagamente inspirada en la novela.
La 'Bichota' terminó su gira por Sudamérica con un último show en Brasil, sin embargo, la cantante paisa no llenó en São Paulo. Karol G estuvo en el país carioca el pasado diez de mayo y tras lo ocurrido compartió un mensaje en sus redes sociales.Aunque Karol G se ha convertido en una de las artistas más importantes a nivel mundial, y un referente en su género, no logró cerrar esta fase del tour con la asistencia que esperaba. Luego de su concierto en Brasil la artista detrás de canciones como 'Amargura' y 'TQG' hizo una reflexión en su cuenta de Instagram.“Es increíble como un día podemos tener un show de 60 mil personas y al otro uno de 13 mil y sentirse igual de lindo, igual de grande, igual de especial. La vida me sigue enseñando que nunca estamos en la cima de nada … por eso es mejor recordar de dónde vienes que creerte mucho en donde estas y así poder empezar de cero en cada lugar que sea necesario. Siempre hay un nuevo reto, nuevos desafíos, nuevos sueños por cumplir", se puede leer en su post.Así mismo habló del recorrido que ha hecho desde hace varios años para lograr que su música suene en otros países: "Hace 5 años estuve haciendo promoción de mi música en este pais y entendí que tenía que ir por partes , paso a paso, enfocarme primero en unos países, después en otros y así poder llevar mi mensaje a mi ritmo, sin afán, con mi música, en mi esencia y en los tiempos de Dios.", agregó.Finalmente, agradeció a las personas que fueron a verla en Sao Pablo y al país que, en sus palabras, la recibió y la hizo sentir especial. Este show fue el primer concierto oficial de Karol G en Brasil y el último de la gira por Latinoamérica de 'Mañana Será Bonito Tour'.La cantante regresará a tierras cariocas en septiembre para presentarse en Rock in Rio, un de los festivales más importantes del país.**Si son fanáticos de la bichoca les recomendamos leer: Karol G y las referencias en 'MAÑANA SERÁ BONITO' (Bichota Season), su último álbum.
Laüra Bonsai y Felinna Vallejo conforman Las Ninyas del Corro, una de las formaciones más interesantes de la nueva escuela del rap español. Nuestro colaborador Santiago Cembrano las visitó en su barrio para hablar con ellas y contarnos la historia de su álbum, Bitches in Business. ***—Es como ver follar a tus padres.El sol se derrama con placidez sobre la Plaça de la Vila, en Sant Adrià de Besòs: la periferia de Barcelona. Son las 7 de la tarde de un viernes de abril. En las terrazas no cabe nadie y el saltarín infantil está lleno: las risas y los gritos de júbilo llenan el aire. Una mujer antigua esquiva el partido de fútbol improvisado que atraviesa la plaza y se sienta con su esposo, que la espera en un banco, bajo la sombra de un árbol robusto. Él pone su mano sobre la rodilla de ella y observan a los vecinos que pasan.Laüra Bonsai es de aquí, de Sant Adrià. La rapera de 28 años está en casa, pero, entre sorbos de Cola-Cola, narra una experiencia extraña:—Es como ver follar a tus padres. Así es conocer la industria musical por dentro: "¡Buah! ¿Qué estoy viendo? ¿Cómo funciona esto?" Por eso queríamos explicarles a los demás que estar donde estamos no es lo que parece.Felinna Vallejo tiene 25 años y es de Bon Pastor, un barrio aledaño que se conecta con Sant Adrià a través de un puente, uno como el que está en el logo de Las Ninyas del Corro, el grupo que ambas conforman. Se presentaron como guerreras de ceño fruncido con Onna Bugeisha en 2021 y así construyeron una habitación propia con los códigos noventeros. Giraron por conciertos y festivales de toda España y así conocieron de contratos y adelantos, horarios y rutinas, el negocio que se escondía tras el sueño de la música. Bitches in Business de Las Ninyas del CorroDe esa experiencia, Las Ninyas del Corro hicieron su segundo álbum, Bitches in Business, publicado en marzo de 2024. Tres años después de su debut, agrietan la solemnidad con la que entraron a la cancha. Ahora se ríen más, y cuando escucha a su compañera, Felinna ríe de nuevo:—Cuando empezamos éramos dos chavalillas, había que imponer respeto. Ahora lo tomamos de otra forma, nos hemos dado cuenta de que podemos vacilar. Nos hemos atrevido, sin miedo de explorar. Me he sentido mucho más libre para decir lo que me de la gana sin censurar nada.Y tan libre. A las baterías violentas que Esse Delgado, productor del grupo y del disco, dispone en 'Las Meninas' Felinna les añade un guiño burlón que rompe el corset estricto. Luego de celebrar que ya no la agobian los kilos de más ni algunos rastros de acné, hace lo que en el debut habría sido inimaginable: "Me suda todo el coño, ni la acabo", rapea de salida, con la misma seguridad que la de Sabrina Ionescu cuando asiste sin mirar. Es un gesto de chulería que sintetiza el cambio de atmósfera entre ambos discos.—Antes estábamos más enfadadas. Pero no estábamos enfadadas, sino que entrabas así o no había manera de entrar —me explica Laüra—. Ahora hemos soltado, le hemos quitado importancia a muchas cosas. Nos hemos relajado.Los primeros temas que hicieron con la intención de crear un nuevo álbum rondaron el drumless, pero pensaron que podía aburrir al público de sus conciertos.—Nosotros hacemos todo el tiempo lo que queremos, pero también hay que pensar en lo que funciona. Vivimos esa dualidad todo el rato —explica Felinna, y yo pienso que esas consideraciones son las que hacen parte de un negocio.Un camp para hacer música en Vallirana, en el bajo Llobregat, las desconectó de las distracciones de la ciudad y puso los cimientos de lo que venía. Les gustó tanto el formato que lo repitieron en Tarragona y, luego, en Castellón, en el verano de 2023. Esse Delgado también ama el drumless; Sunday Truce, su colaboración con el madrileño Franco Carter, se sintoniza con texturas góspel y soul que se repiten sin prisa. Sin embargo, Bitches in Business, además del boom bap con el que empezaron, es hogar del repiqueteo de hi-hats y la energía ágil del trap, trap&B y sonidos que conversan con referentes contemporáneos como Kendrick Lamar, Tyler, The Creator, Pusha T, Travis Scott y Beyoncé. También caben el canto y los coros pegadizos, como en “Nasty Girl”, una canción que les enseñó que podían expresar su mensaje sin dejar de divertirse, sin quitarle naturalidad al proceso y el resultado.—Que tu madre te diga que le mola un tema tuyo, como 'Punto de partida', muestra que con los temas más melódicos Bitches in Busines ha podido llegar a más gente. Nuestros amigos lo están escuchando porque les gusta, y no porque somos sus amigas, como en Onna Bugeisha: eso mola —sentencia Laüra—. Incluso a nosotras un disco entero de boom bap nos aburre.***Bitches in Business de giraLas bocas se abren hacia lo alto en la primera fila de la Sala Apolo, y Felinna las bendice con un chorro de ron para que la fiesta siga. Es el 11 de mayo: inicio de la gira de Bitches in Business. Cientos de personas saltan y saltan y saltan y saltan con 'The Wave', un corte electrónico, impetuoso, y las sílabas se deslizan con habilidad de la boca de Laüra al micrófono. Quizás como resultado de conocer la industria por dentro, Laüra juega a la defensiva en varios momentos de Bitches in Business, como si se anticipara al rechazo de una escena que les recriminaría el nuevo estilo, que eran mejores antes.—Pensábamos que la gente del rap nos iba a odiar. Con el primero nadie te conoce, eres nueva. Toda la gente siempre nos ha dicho que el segundo disco es el más difícil. Era como Buah, este disco puede pasar desapercibido. Eso lo primero. Y lo segundo es que siempre te van a decir que molabas más antes: me pasó con Natos y Waor, los escuchaba antes. Pero es verdad que predijimos eso y no ha sido así. A la gente le ha gustado más de lo que pensábamos —me explica Laüra en Sant Adrià.Las Ninyas del Corro avanzan por caminos que C. Tangana, Recycled J y demás artistas que oxigenaron el rap español ayudaron a pavimentar. Del primero Laüra dice que es como un héroe, al infiltrar el pop para luego diversificarlo más allá de Alejandro Sanz y compañía. Desde Rosalía hasta Dellafuente, insiste, en el espectro de lo urbano están las claves de lo más interesante de la música en España. Por otro lado, Recycled era tildado de “maricón”, recuerda ella, por sus melodías y sus sentimientos: era un blandito, y por eso fue decisivo para que el paradigma cambiara y se abriera.De reivindicar lo más puro que salió de una Nueva York gélida a finales del siglo XX, Las Ninyas del Corro pasaron a celebrar a los que retaron, expandieron y reinterpretaron esa herencia en España. Bitches in Business es un álbum que dialoga con todas las posibilidades que han surgido en la última década, así como con sus artífices. Pero. Hay un gran pero.—Por suerte, tú preguntas por raperas de España y nuestro nombre se va a decir. Eso para nosotras es mucho, pero sigue faltando mucho, también. El caso de las mujeres siempre es más exigente y difícil —me dice Laüra, con voz cansada—. Todavía no es suficiente.—Solo hay pibes, yo estoy hasta el coño —la secunda Felinna, y lo repite, esta vez con mayor énfasis en cada palabra, masticando cada una, para que quede claro—. Solo. Hay. Pibes. Madre mía.Las Ninyas del Corro en la sala ApoloLa sala Apolo está llena, agitada. Laüra propone que, como no las invitan a nada, que las lleven a dirigir una sesión de cardio. Sigue cayendo ron como agua bendita, y ya no sé si es sudor esa humedad en la cara de una mujer que canta cada tema como si la hubiera escrito ella. Casi la mitad somos hombres, casi todos con la mano arriba con cada barra. Las Ninyas se refieren al público como “vosotras” y celebran lo guapas que están todas hoy. El punto de vista cambia y las mujeres, que suelen corear versos de manes para manes, quedan en el centro. La diferencia se nota. En el escenario, Laüra y Felinna no solo rapean con precisión y temple, sino que despliegan coreografías, codo a codo con dos bailarinas, que elevan cada tema. El punto de vista cambia, insisto, y yo lo agradezco tanto. Una bebé se eleva en los hombros de su padre y toda la sala le canta el feliz cumpleaños a la mamá de Felinna. Barbas salpimentadas conviven con la juventud. No cabe nadie más acá. Y cuando llega el momento de “Bagaje”, un break amenazante, Laüra cambia de óptica. Pasa a las barreras generacionales: "La vieja escuela desconsidera a la nueva, la nueva desprestigia a la nueva, qué pena".—Aprendimos mucho trabajando con LaBlackie. Ella vino, escribió y se tiró la letra de golpe. Envidio esa frescura —me había dicho Laüra esa vez en su barrio.Hay que ser exigente, pero también tener el coño de decir "Me gusta como queda y así lo tiro, porque me da igual". Eso es muy difícil que nos pase. Entonces sí, es una pena que los de antes no valoren a los nuevos, porque tienen mucho qué aprender de ellos.La canción se llama 'Deena, Snooki & Jwoww', un corrientazo que me estremece entero. Laüra y Felinna rapean juntas la estrofa de LaBlackie. El final, lo saben todas las presentes, va a estallar, y abren un círculo que se funde en una masa de carne y huesos: frenesí.—Rosalía no cantaría lo que canta si no hubiera estudiado el flamenco. Para transformarlo lo ha respetado. Se trata de respetar no solo a los que había antes que tú, sino a la música que estás haciendo —continúa el ensayo de Laüra—. Por eso también me apena que los nuevos no valoren a los que estaban. Estar informado es básico. No digo que el que está empezando tenga que saber todo, pero yo sí valoro que alguien investigue. Por eso me he sentido muy orgullosa y privilegiada cuando Elio Toffana nos invitó a su disco. La Laüra de hace diez años habría matado por una colabo con él, con Kase.O, con el Tote, con la Mala. Y ahora, cuando todo parece más fácil, sin importancia, agradezco que pase. Por respeto a mi historia y a mi trayectoria, ¿cómo no lo voy a hacer?—¡Y qué colabo! —tercia Felinna—. Yo lloré cuando el Elio nos la pasó, ya terminada. También es un tema de identidad, de sentirte dentro de la movida. Los que nos sentimos como parte del rap sentimos que es necesario entender de dónde viene.Otra forma de ver Bitches in Business: hay pesos muertos que no hay que cargar más en la mochila, y compromisos que estructuran lo que se ha hecho y lo que viene. El álbum se trata de identificar cuál es cuál.***Las Nunyas del Corro desde el barrio obreroLa pizzería, en una esquina de la Plaça de la Vila, se llama La Font. La mesera saluda a Laüra con confianza y la rapera le responde que quizás este verano deba pedir trabajo ahí, para ajustar las cuentas, llegar a fin de mes. La mesera, sonriente, le responde que qué va, que ella va a ser muy grande y me pregunta si estoy de acuerdo. Yo le digo que sí, que por eso estoy ahí. Laüra no está tan segura.—Joder, es que parece que es un momento guay para mí, pero a veces no me siento así —confiesa."Lo bueno de vivir en San Roque es que nadie roba en San Roque", rapea Laüra en 'Tridente dorado' sobre el barrio de Badalona en el que vive desde hace unos años, a un par de kilómetros de Sant Adría: uno de los más calientes de Cataluña, según titulares alarmistas de medios apocalípticos. Las Ninyas del Corro rapean desde el margen y muestran el revés de una Barcelona que opera como un parque temático de sí misma para los miles de turistas que llegan cada día. La conciencia de clase, una de las banderas que ondearon en Onna Bugeisha, sigue intacta. Se manifiesta, por ejemplo, cuando Laüra rapea, en 'Las Meninas', que en Barcelona o heredas o te las apañas. Ok, el turismo trae riqueza: ¿pero para quién?—No hemos crecido en Barcelona, sino en los barrios obreros que rodean a Barcelona —afirma Felinna.Este margen es tan geográfico como simbólico. En 'Las Meninas' Felinna se aleja tanto del lujo del barrio de Pedralbes como del centro de Barcelona donde solo hay guiris (turistas blancos) con axilas malolientes y pijos vestidos de Nude Project. Y una de las bombas llega cuando dice esto: La catalanidad de Las Ninyas del Corro es otro de los puntos de tensión: si a ella no la reconocen como catalana, me explica Felinna, pues que se jodan: ella tampoco lo llamará pan tumaca, sino pan con tomate. Laüra, por otra parte, reconoce reflejos de su caso en la historia reciente: cuando le dieron el premio Sant Jordi a Estopa, algunos catalanes protestaron porque cantaban en castellano.—Me da rabia ese elitismo, esa línea entre la burguesía y los catalanes de a pie —continúa Felinna—. Hacemos música en castellano, y por eso parece que no somos referentes en Cataluña. Pero somos raperas catalanas.—Se nota mucho el clasismo de la burguesía catalana —insiste Laüra—. Acá nosotras somos purria, escoria, como lo fueron hace tiempo los andaluces que venían aquí y supuestamente les quitaban el trabajo a los catalanes. Nuestras familias vienen de allí. Acá solo importa lo moderno, lo guay, lo fashion. Pero en este conflicto con la cultura, con la lengua, pueden existir distintas identidades además de la que se espera.El título de Bitches in Business salió en la recta final del proceso. Empezaron con una espíritu más tremendista, color azul oscuro, que plasmara su angustia. Al final eligieron un camino para sublimarla, hacerla divertida. El título es un guiño sarcástico a todo lo que han conseguido, a lo que aspiran, a todo lo que les falta y a cómo estas tres dimensiones se confunden. Un guiño que nos dice, ya lo decía Laüra, que las cosas no son lo que parecen.Felinna llegó a la entrevista luego de su primer día en un nuevo trabajo. Es temporal, me explica, para ajustar algunos números. Y Laüra, que rapea sobre cómo devuelve los trajes de diseñador que compra para un solo uso, me muestra sus manos. Sus dedos tienen marcas de pegante: esa mañana tuvo que pegar la etiqueta de un vestido para poder devolverlo.—Gitaneo, es lo que hay —admite.En ese banco de la otra esquina de la plaza todavía están él y ella, recostados en el amor silencioso y seguro que se sedimenta como la arena que cae al fondo del reloj de cristal. Antes de que nos levantemos y caminemos, yo hacia el metro —hacia el centro— y ellas hacia sus casas, acá cerca, Felinna reseña su propio álbum.—Eso es ser bitches in business —dice, entre risas—. Se trata de buscarse la vida.***¿Quieren leer más sobre rap en Español? En el camerino con Ill Pekeño y Ergo Pro