Aunque Mujercitas no es una historia nueva, se siente más vigente que nunca. El libro, escrito por Louisa May Alcott en 1868, ha tenido múltiples adaptaciones (una de las más recordadas es la de 1994, protagonizada por Winona Ryder), pero esta versión dirigida por Greta Gerwig se siente familiar y al mismo tiempo, muy novedosa y actual.
La historia es la misma. Cuatro hermanas y su madre salen adelante mientras el padre se encuentra en la Guerra de Secesión. Pero en esta nueva versión, Gerwig hace un paralelo con la vida de la autora de la novela, Louisa May Alcott, comprometida con el abolicionismo y el sufragismo. Fue la primera mujer registrada para votar en Concord, Massachusetts, en 1870. Luego de que su editor le pidiera más historias para mujeres, escribió Mujercitas, basada en su vida, aunque con una diferencia crucial: mientras su protagonista Jo March termina casada (después de más de 150 años no es spoiler), no sucedió así con ella: Louisa nunca se casó. “Jo debió permanecer soltera, pero tantas señoritas entusiasmadas me escribieron para pedirme que se casara con Laurie o alguien más, y no me atreví a negárselos”, dice Louisa en una carta escrita a una de sus amigas.
No es fácil lograr un balance entre la libertad creativa y la fidelidad al material original. Gerwig logró ese equilibrio y por eso muchos consideran Mujercitas como una de las mejores adaptaciones literarias de los últimos años. Tampoco es fácil dar una nueva mirada a personajes como las hermanas March, que han estado en la imaginación de miles de lectores durante décadas, especialmente Jo, que ha sido modelo a seguir para varias generaciones. Saorise Ronan (quien ya había trabajado con Gerwig en la muy elogiada Ladybird), captura con ímpetu la esencia del personaje. Otro acierto fue Amy (interpretada por Florence Pugh) que ya no es presentada como irritable o malcriada.
En momentos en los que el mundo pide más historias femeninas, Mujercitas emerge nuevamente como un recordatorio de que muchas de las inquietudes de las mujeres del siglo XIX se mantienen vigentes. ¿El amor es la única preocupación de las mujeres? ¿Es posible equilibrar la vida familiar con la ambición profesional? ¿Es contradictorio querer la libertad para las mujeres mientras se elige ser ama de casa? Son preguntas que se hacen los personajes de Mujercitas que siguen relevantes para muchas mujeres hoy.
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La versión Greta Gerwig de Mujercitas es cálida y encantadora. Más que una adaptación literal, es la mirada apasionada de alguien interesado en visibilizar a esas mujeres con historias fascinantes. Es una muestra de admiración a una mujer que luchó por su sueño de ser escritora y rompió con lo que los prejuicios de la época decían que podía o no hacer. Como lo dijo la misma Gerwig “De niña, mi héroe era Jo March, pero como adulto, es Louisa May Alcott”.
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