En Europa un hombre pidió a su mujer el teléfono prestado para pedir un Uber. Luego de confirmado el servicio cerró su sesión y devolvió el aparato a su esposa, sin embargo, por un error en la app de la empresa, a partir de ese momento empezaron a llegar mensajes y notificaciones de la aplicación al celular de la mujer.
Los viajes que hacía en las noches y los recorridos llegaron como notificación al celular de la esposa, lo que hizo que esta sospechara del hombre y empezara a indagar sobre sus viajes nocturnos y luego de comprobar que estos viajes eran para visitar a una amante le pidió el divorcio.
Tras el estrago que causó la aplicación, el hombre decidió demandar a la compañía excusándose en que Uber es el responsable de que su matrimonio se haya acabado, y pidió que lo indemnicen por 45 millones de euros para compensarle la pérdida de su matrimonio. El Tribunal de Grasse, en la Costa Azul, tendrá la primera audiencia sobre este caso el próximo mes.
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