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El político Kim Jong-un le declara la guerra al K-pop y los K-dramas

El líder supremo de Corea del Norte no quiere que los fenómenos culturales de Corea del Sur impacten a sus habitantes por “promover ideologías del capitalismo”.

The 29th Seoul Music Awards
La agrupación de K-pop Super Junior en los Seoul Music Awards
// Chung Sung-Jun/Getty Images

Uno de los movimientos más impactantes de la cultura pop del siglo XXI es, sin ningún asomo de duda, el K-pop, la música interpretada por cantantes y agrupaciones de Corea del Sur. BTS, Black Pink o Super Junior son algunos de los proyectos más destacados de ese fenómeno cultural.

Corea del Sur y Corea del Norte aún son naciones en conflicto, pero han estado en negociaciones para restablecer comunicación y de cierta forma llevar “la fiesta en paz”. Sin embargo, el dictador y líder supremo Kim Jong-un ve con preocupación que la cultura de su país vecino impacte en los habitantes que gobierna.

Inma Bonet del periódico El País de Españarevela que para Jong-un la música k-pop, las películas surcoreanas y los k-dramas son un “tumor maligno”, razón por la que le ha declarado la batalla a estos productos. En pocas palabras ve esos fenómenos como resultado del capitalismo que muestran una ideología diferente a la que implanta como líder supremo de Corea del Norte y por ello los censura.

En Corea del Norte, quienes escuchen o estén en posesión de música extranjera, principalmente K-pop, se enfrentarán hasta 15 años de reclusión en campos de trabajo. Cantar "en estilo surcoreano" puede castigarse con dos años de trabajo forzado. Además, según informa el diario The Daily NK, hay todo un plan para evitar que las personas se tiñen el cabello de colores, usen piercings o lleven prendas de ropa como jeans.

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El nivel de censura en Corea del Norte es tal que cualquier persona que no registre ante un televisor, radio, computadores o celulares ante la república popular será castigado. En algunos casos la sanción puede llegar a la pena de muerte.

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¡El lado S de la cultura popular!

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