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Ben Carrillo: la historia del músico guatemalteco que llegó a pie a Estados Unidos

A los 15 años Ben Carrillo decidió irse de Guatemala, caminar miles de kilómetros y llegar a Estados Unidos para establecerse a pesar de llegar indocumentado. Esta es su historia.

El guatemalteco Ben Carrillo dice que su camino musical empezó tarde porque lo hizo mucho después de cumplir los 20 años en una era en que se ven jóvenes publicando música desde los 15. Pero él no lanzó música antes porque no quisiera sino porque para ser el artista y productor de ahora tuvo que tomar varias decisiones radicales como, por ejemplo, dejar su país natal y establecerse en Estados Unidos en búsqueda de oportunidades.

Para cumplir el sueño americano Carrillo tuvo que aventurarse a hacer un recorrido de casi un mes y llegar al país norteamericano a pie. Una vez llegó a Estados Unidos empezó una nueva vida enfocada en poder ayudar a su familia a la distancia. No fue fácil, pero lo logró. Su historia será parte de un futuro libro con el que Ben quiere inspirar a muchas personas en América Latina que, a veces, sienten que no tienen oportunidades.

Ben estudió y trabajó fuertemente en Estados Unidos, compró sus equipos para crear música, se preparó con tutoriales de Youtube y ahorró dinero para poder viajar a Colombia y trabajar con productores que lo guiaron en su camino musical.

En el último año Ben fue seleccionado para cantar con Thalia en su nuevo mixtape, fue incluido en varios festivales musicales y tuvo la oportunidad de abrir el concierto de Bad Bunny en su natal Guatemala.

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Esta es su historia en sus propias palabras.

"Sé que tengo ángeles cuidándome. Sé que tengo un deber, y es contar mi historia y demostrarle a mi pueblo latino que no importa de dónde vienes, lo importante es a dónde vas. Todo lo que nos sucede en esta vida tiene un propósito. Todo trauma puede convertirse en amor propio y amor hacia los demás. Y con trabajo duro, disciplina y constancia, TODO es posible (...) Esto es algo que digo de corazón, para todas aquellas personas que están cruzando o ya cruzaron, para decirles que SÍ se puede, que el camino no es fácil, pero la recompensa es dulce. No somos “EXTRANJEROS ILEGALES”, SOMOS SOÑADORES".

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¡La música nos une!

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