Desde 2017, la italiana Marta Arpini trasladó su formación en pop, jazz y piano a los Países Bajos. Dejó el municipio italiano de Crema y se radicó en Ámsterdam para continuar sus estudios en el conservatorio y obtener un máster en canto.
El ambiente internacional y a las amistades que conoció en la capital neerlandesa la llevaron a emprender un viaje profesional y artístico: el reconocimiento que recibió en su tierra natal no tardó en llegarle de nuevo. Recibió el primer premio en el certamen holandés Keep an Eye - The Records con el álbum Forest Light (2020) y fundó un grupo de dream pop llamado Tiigre.
Su nuevo álbum en solitario, I Am a Gem, salió a la venta el 28 de enero con el sello Dox Records. El trabajo de Marta Arpini contiene una excelente intuición, una sofisticada experimentación, melodías alocadas y narraciones psicodélicas. En primer plano está, sin duda, su formación jazzística, pero Marta quiere superar las restricciones y los límites estrechos para atreverse en la dirección de una reelaboración personal de todo lo que en los últimos años ha contribuido a aumentar y enriquecer su escucha.
En el tema que da título al disco nos encontramos con una vibrante sesión de vientos y trucos que nos hacen pensar en el músico y poeta Moondog. En Overthinking y The same way parece sobresalir el circo alucinógeno de una secta como la del álbum homónimo de The United States of America, con sus inquietantes carrillones y su envolvente voz femenina sobre el arpegio de las guitarras.
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La sección más grande del álbum es la del medio, en la que aparece una verdadera suite. En Frogs part.I: Joy Pond el virtuosismo vocal de Marta se catapulta progresivamente en un ritmo frenético que recrea atmósferas de banda sonora, donde el clarinete, las trompetas y el piano son los protagonistas absolutos.
En la segunda parte (Frogs, pt.II. Hearthquake) el canto se vuelve aún más apremiante y los numerosos instrumentos participan en un juego de entrelazamiento armónico que podría tener la influencia de Robert Wyatt.
La tercera y última pieza parece centrarse de nuevo en las habilidades vocales de Marta y en una fascinante investigación instrumental que recrea imágenes naturales y espacios al aire libre en la mente, enmarcada por un coro a varias voces en el estribillo
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Escúchen I Am a Gem completo aquí
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