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La noche triunfal de Edna Martínez: una dj colombiana en Berghain

Edna Martínez, dj cartagenera, se presentaba por primera vez en el legendario Berghain/Panorama, el templo de la música electrónica en Berlín. Esta es la historia de una noche de felicidad Caribe desde el centro de la fiesta.

Edna Martinez
Edna Martínez, dj cartagenera
// Cortesía Edna Martínez

Dicen que el que gana cuenta la historia. Y cuando hablamos de la vida nocturna, también, los ganadores han sido los del norte del mundo. Por eso sus lugares emblemáticos se pasean en nuestras cabezas aun cuando hayan estado de moda décadas atrás. Electronic Circus, Studio 54, La Haçienda o Fabric hablan de ciudades y épocas de la fiesta. El lugar de peregrinaje para la fiesta de nuestros tiempos es, sin duda, Berghain, en Berlín.

Los latinos, y los caribeños en particular, que nos creemos reyes del mambo, dudamos de que alguien nos pueda poner la pata en la fiesta. En el mundo blanco que nos tocó muy pocos fiesteros tienen idea de cómo se vive la noche en estas latitudes. Lo mismo podemos decir de nuestros artistas, ritmos y fiestas locales. Ídolos con recorrido como Los Corraleros del Majagual, Alfredo Gutiérrez o Etelvina Maldonado solo se escuchan en pequeños círculos alternativos fuera de su tierra de nacimiento. Pero esta noche se juntaron ambos mundos.

Una diosa caribe en Berghain

Un amigo dj jordano, al ver las fechas de un viaje grupal a Berlín, saltó emocionado cuando se enteró de que coincidiríamos con la cartagenera Edna Martínez. Su nombre aparecía en el cartel de la segunda parte del CTM Festival, que se celebraría la medianoche del 27 de mayo en el Panorama Bar del Berghain, templo y ritual supremo para cualquiera que busque fiesta.

Era el 27 de mayo de 2022 y el lema del festival era algo así como “Volvernos a tocar después de dos años de pandemia”. Así que a eso llegamos. Para poder entrar había que enfilar quinientos metros hasta la entrada del club. Mientras esperábamos, necesitábamos de la charla típica de preparación para que nos dejaran entrar al templo.

El Berghain no solo es conocido por la fiesta, sino porque hay un código que nadie sabe para poder acceder a él. Elon Musk y Paris Hilton figuran entre la larga lista de famosos a los que no dejaron entrar.

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Íbamos cinco personas atraídas por el nombre de Edna. Con algo de maña y mucha suerte logramos entrar con dos de mis panas. Yo volvería por los dos restantes en unos cuarenta minutos a la entrada principal. Pagamos la entrada, nos pegaron sellos a las cámaras de los teléfonos y avanzamos por el amplio recibidor del club berlinés.

Subimos las escaleras hasta la sala principal. Juanca, un dj rolo que nos guiaba, nos hizo el respectivo recorrido por el enorme y laberíntico espacio. Nos encontramos con 18 metros de alto de puro acero y concreto con uno de los más grandes sistemas de sonido Funktion-One en su pista principal dedicada al techno. El libertinaje y el hedonismo de todo tipo de cuerpos y expresiones sexuales le pintaron de sorpresa la cara a nuestro invitado jordano.

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Atravesamos la sala principal por el extremo más alejado del DJ para llegar a unas últimas escaleras que nos llevaron al Panorama bar. Esta sala, con un sonido de Studt Akustik, es la más ecléctica. Edna ya estaba dándole. La percusión del bullerengue casi me hace llorar. A ella no se le veía, porque allí no hay tarima, pero buscamos aproximarnos lo más posible con el parche en medio de una felicidad imposible.

La felicidad de sentirse dentro de algo en lo que se ha estado hasta ahora como invitado era indescriptible. Mirar sin poder tocar.

A la música electrónica le entré más tarde que a otros ritmos anglo como el punk o el metal. En el techno me inicié por Depeche Mode. Cuando pequeño, en las fiestas caseras, quizás alguna canción disco se nos colaba; en mi adolescencia el house que conocía se reducía a las tres o cuatro canciones que la discoteca en Neiva solía poner de Technotronic, Black Box o Deee-Lite.

Cuando viajé a Medellín y Bogotá estuve en los raves y fiestas de dj locales y fui a ver “el mejor DJ del mundo” que cada ocho días pasaban por la capital. Pero oír música del caribe colombiano en mezclas electrónicas no lo puedo explicar más allá de la palabra felicidad. Y un bacán me dice, mientras bailábamos, “tu papá acá ahora mismo sería el rey”.

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Y cómo no. Si Neiva, la tierra en la que nací, era un pueblo con tres emisoras en FM y dos eran de música tropical. Sentir la música de las fiestas de mi pueblo, de mi mamá y papá en un sitio como estos fue como ver a Egan ganar el Tour de Francia en París. Todo gracias a Martínez.

Edna Martinez
Dj cartagenera Edna Martínez
// Cortesía Edna Martínez

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El asunto va más allá del origen de nuestra DJ y se planta en la resistencia musical de su selección afro caribe colombiana. Los currulaos y la cumbia, San Jacinto y San Basilio de Palenque, Petrona, Etelvina y Rafael Cassiani estaban ahí junto a tantísimos otros y una nostalgia vivida.

Las lágrimas de alegría llegaron al reconocerme en los sonidos que Martínez seleccionó para celebrar su raíz, su origen y el mío. En medio del éxtasis se me olvidaron los otros dos colegas por un rato. Bajé y ellos en la puerta tan puntuales como suizos. Subimos rápido para el remate de Edna. Me acerqué a darle las gracias, pero ella estaba emocionada con su gente.

Después le pedí una entrevista. Tenía muchas preguntas, pero el tiempo fue escaso y todo se resolvió con algo más frío de lo esperado. Quedamos en un intercambio de correos electrónicos. Acá sus respuestas.

***

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¿Cómo te iniciaste en la música?

Nací y crecí en la costa caribe, un lugar musical de por sí, creo que no hay un espacio allí que no logre relacionar con algún sonido o canción particular. Ya sea que provenga de un radio pequeño, de alguno cantando, o de un picó, el sonido está presente en todo lugar, en la casa, donde el vecino, en las calles.

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En mi casa hubo equipo con tornamesas, había discos y casetes de música popular. Estando muy pequeña fui la integrante menor del coro de la iglesia, un coro que dirigía una monja italiana. Con este coro tuvimos presentaciones en diferentes pueblos, fue divertido.

Siendo colombiana y caribe, ¿cuáles fueron tus influencias en esos ritmos de caribes? ¿Cómo era el parche para esos sonidos? ¿En qué ciudad? ¿En qué época?

Creo que va desde la lírica del vallenato, el espíritu de la soca, el jazz afrocubano, la intensidad del jibaro y el bullerengue, la fuerza de la champeta, e incluso de melodías árabes. El espectro es muy amplio pero la búsqueda creo que es personal, entonces no podría ligarlo como a un parche o boro en específico. En general cuando se vive en Cartagena, se está en contacto con la cultura picotera tradicional que ha promocionado músicas de diferentes partes del mundo y eso es una dicha.

¿Cuándo y cómo pasaste de escuchar y bailar a poner los discos para hacer la fiesta?

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Me gusta mucho el baile y la música. Estando en Europa he aprovechado la escena que es bastante diversa para ampliar el horizonte. Ya de adolescente coleccionaba música y hacia compilaciones en CD que vendía, aquí empecé quedando a cargo en las fiestas y reuniones con amigos. Luego, estando más cerca, me pidieron que seleccionara la música en un bar donde la dj no había llegado esa noche y así comencé, sin buscarlo realmente.

¿Cuál fue tu primera vez en Berghain/Panorama como público y luego como dj?

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Fui a la fiesta de Addison Groove cuando tocaba bajo el nombre de Head-hunter, un dj de Bristol de Juke y fue impresionante el sonido, como dj ahora el pasado 27 de mayo. ¿Qué significa para vos ese sitio?

Bueno, es un sitio con una energía única y con un halo de exclusividad porque se concentra en la experiencia sensorial y sonora.

No vive de stories en Instagram o de social media sino de ofrecer un espacio único en el mundo a quienes vienen a este lugar por la música como sinónimo de libertad en un ambiente particular.

La música electrónica y la afrocaribeña comparten una base, siento yo. ¿Estás de acuerdo vos? ¿Cómo se te ocurrió llevar lo caribe hasta el punto de llegar a Panorama?

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La música electrónica de Cartagena es la champeta en cuanto tiene componentes como sintetizadores, drum machines etc. A mí me interesa el sonido de los 90, la champeta criolla y sus búsquedas.

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