La orquesta en Medellín que protestó con música en el Paro Nacional

En varios momentos del paro nacionalhemos visto cómo el arte puede ser un medio de resistencia y un modo de protestar. Un ejemplo fue el voguing en Bogotá, que es símbolo para la comunidad LGBTI de sus varias décadas de lucha.

Esta semana, el turno fue para Medellín y el Parque de los deseos, donde el pasado 5 de mayo, un grupo de músicos se tomó las calles para hacer un concierto y hacerse escuchar, a su manera, sobre lo que está sucediendo en el país. Cientos de personas se unieron a una acción que buscaba mostrar el poder de la música y el arte para sensibilizar. Clarinetes, flautas y violines acompañaron los cantos de le gente: "el pueblo unido jamás será vencido".

“La idea se le hubiera podido ocurrir a cualquiera porque ya se había hecho aquí en Medellín en 2019. Pensé en repetirla, pues el 28 de abril yo salí a marchar y vi muy poquitos músicos y pensé, “¿Por qué tan poquitos músicos? Hay que hacer algo, nos tenemos que manifestar”. La pandemia nos quitó el privilegio de escuchar música en vivo, entonces como la gente está extrañando eso, me pareció la oportunidad perfecta para decir que la música es importante para la sociedad, nos hace más humanos”, nos explica Juan Ernesto Arias, trompetista y uno de los músicos que participó del concierto.

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“La música es super importante porque les permite a las personas poner en notas, pinturas, películas, series todo lo que no pueden expresar con palabras”, nos cuenta Susana Boreal, directora de la orquesta. “Somos muy afortunados al poder prestar nuestra vida y nuestra alma para que otras personas sientan a través de nosotros y al poder llevar un mensaje contundente sin usar las palabras y así tocar el corazón de quienes nos ven”, nos dice Susana Boreal, directora de la orquesta, quien agrega que todos los músicos estuvieron muy contentos por participar y llegaron con mucha disposición y puntualidad a la actividad. "Todos podemos unirnos a la protesta desde nuestros frentes: músicos, periodistas, quienes prestan asesoría psicológica, en fin".

“Cuando vi la cantidad de gente que se nos unió me sentí muy emocionada, no lo podía creer. Fue una energía impresionante, de verdad fue increíble que tanta gente nos estuviera apoyado. La sorpresa vino después al ver que se había viralizado y convertido en un símbolo importante para muchos”, añade Susana.

Para Ana María Zapata, clarinetista quien también contribuyó a la logística del concierto, “esta es una generación distinta y el hecho de que nos permea la globalización nos ha hecho más conscientes de lo que sucede a nuestro alrededor. Fui representante estudiantil, y siento que esta es una generación más sensible a lo que pasa y se pregunta cómo puede aportar positivamente. ”. Ana agrega que el concierto fue una oportunidad para visibilizar todo por lo que se está protestando. “Hay que seguir mostrando lo que pasa y esto es apenas el principio”.