Adriana Lucía tiene una carrera llena de canciones que homenajean los ritmos de Colombia, pero su voz también ha sido usada como plataforma para hablar de lo que le parece injusto y doloroso. De un tiempo para acá se ha convertido en una de las pocas figuras públicas que no teme decir o escribir lo que piensa con respecto a la situación política y social de Colombia. Originaria de Cordoba, uno de los departamentos que más ha sufrido la corrupción en el país, Adriana se ha desligado del imaginario de que "los famosos no opinan de política" y ha ayudado a visibilizar las problemáticas en el país. El tomar esa vocería también la ha llevado a recibir críticas pesadas que se convirtieron en ataques y amaenazas. Para escuchar | Adriana Lucía honra sus primeros recuerdos musicales con el disco 'Maestro Lucho'Alguna de las canciones que publicó en 2021 también son el resultado de mostrar por medio del arte lo que vive como Colombiana. En el sencillo Para hablar de amor compuso sobre la importancia de la voz para defender la vida, un mensaje de esperanza y perdón que caló fuerte en los seguidores de su música. Más adelante, en el punto más alto del llamado estallido social que inició con el Paro Nacional del Gobierno de Iván Duque, estrenó la canción No hay una vida que no nos duela donde canta sobre el dolor que deberían tener todos los colombianos cuando un compatriota fallece injustamente. Hablamos con Adriana Lucía sobre algunas reflexiones que le ha dejado el ser una voz activa en contra de las injusticias sociales.¿Por qué fue importante para usted lanzar No hay una vida que no nos duela justo en uno de los momentos más violentos y triste de Colombia?Nunca he podido cantar esta canción sin llorar. Siempre que la canto me duele y te contaré por qué. Esta canción nace de mi deseo de ser la mamá de todo el mundo. Este país es muy cruel con el hijo ajeno. Este es un país que pide misericordia para el hijo propio, pero la mano duro para el ajeno. Y muchos dicen "esa gente quién sabe qué andarían haciendo". Yo creo y estoy convencida de que la revolución que este país necesita es que le duela el hijo ajeno, que cuando maltratan a una mujer sintamos que tocan a todas las mujeres. Y eso es lo que plasmó en la canción No hay una vida que no nos duelaHay una parte de la canción que dice "no hay una vida que no nos duela, cada lamento lleva una pena y aunque la suerte las abandone no hay una madre que no las llore. Esto describe literalmente los cuerpos en los ríos. Quizá no todos vamos a ser papás, pero todos somos hijos. No puede ser que esto no nos duela, que los hijos de los otros sí los puedan tocar. Yo quedé en embarazo en plena protesta y no fue casualidad. Le escribí una canción a mis hijas y dice una frase: "hay un pueblo que llevo en el vientre" ese es para mí mi deseo de tener ese pueblo dentro mío. Para algunos la sobreinformación en el marco de las protestas fue muy pesado y afectó la salud mental de muchos, ¿cómo fue para usted que estuvo activa en lives y en Twitter?Fue peor de lo que se vio. Dia y noche estuvimos conectados con Santiago Alarcón y Julián Román y sentíamos una necesidad que no nos dejaba desconectarnos. Ahí pasó alguna de las cosas que más me afectaron y es que mataron a un muchacho en vivo, no podía creer lo que nos estaba pasando. Creo que los medios de comunicación hegemónicos de siempre informaban solo una parte y estos lives nos permitieron ver la otra cara de la moneda. Nos llegaba mucha información, la mostrabamos y mucha gente decía que nosotros no mostrabamos todo y nos frustrabamos. Me preguntaba "¿será que esto si sirve'" y por otro lado estaba la presión de los que nos decían que nos iban a cancelar de todo. ¿Qué es el llanto para Adriana Lucía?Es mi refugio porque yo me libero cuando lloro, Soy de lágrima fácil. Lloro cuando estoy muy feliz, lloro cuando estoy muy triste y lloro cuando no sé qué hacer. Para mí el llanto ha sido la posibilidad de descargarme tanto para las cosas buenas, como para las cosas no tan buenas.¿Colombia la hace llorar mucho?Hijuepucha este país le saca a uno lágrimas. Lo peor de Colombia es su gente y lo mejor de Colombia es su gente. Este país se sostiene siendo un país tan violento, siendo un país tan injusto, siendo un país que no conoce sus tragedias, siendo un país de gente tan mala y tan malvada, un país de gente tan buena y tan amorosa. Qué barbaridad este país para hacernos llorar.Fue un momento muy intenso, hubo muchos comentarios fuertes en redes sociales, ¿cómo la recibe ahora la gente en la calle?Para nadie es un secreto que tuve amenazas de vida y que en este país hay que pararle bolas a todo. Me encerré. Hubo un momento en que yo pensé que me iban a agredir en la calle, o sea, el miedo. Yo no volví a salir, yo me encerré, para mí la pandemia fue perfecta para encerrarme, para no volver a salir y no volví a salir. Yo sentía que me iban a agredir en la calle y como me escriben cosas tan horribles en las redes, que además me gustan las redes porque soy muy activa en Twitter, por ejemplo, que es una red social tan dura. entonces, allá no lo bajan a uno de nada. Como que uno se mete en esa burbuja y uno piensa que es así y eso es mentira, eso no es verdad; hay una parte de verdad, pero es un eco de la verdad. Después me di cuenta que cuando me encontraba a la gente en la calle era al contrario. Me daban muchos abrazos y muchos besos, como que para mí fue como ¿En serio no me quieres pegar?.¿Qué reflexión le dejó todo esa temporada de su vida?Ha sido un proceso que lo estoy viviendo todavía y, aunque aún hay mucho temor, no me arrepiento. Me dejó de hablar mucha gente, me dejó de seguir mucha gente. Amigos de mis entrañas me dejaron. Pasé de ser, para mucha gente, la de mostrar a la de ocultar, pero llegaron nuevas personas a mi vida. Muy poquitas se quedaron, me tocó hacer borrón y cuenta nueva y empezar de nuevo con mi familia. Estamos felices con los que se quedaron porque sé que va a ser por siempre.¡El lado S de la música!
El compilado Corridos Prohibidos, uno de los más memorables de la música popular en Colombia, cumplió 25 años. Desde 1997 se han lanzado 21 volúmenes con alrededor de 600 canciones y miles de copias vendidas. Esta es su historia. Por Paula Ricciulli // @ricciupCreado por el productor y promotor Alirio Castillo, este compilado se ha preocupado por narrar historias desde los bordes. Ha contado lo que se vive en el país fuera de las principales ciudades y visibilizado lo que la música “mainstream” colombiana no suele hacer. Recientemente, lanzó su volumen número 22, con una mirada crítica al Paro Nacional de 2021.Corridos prohibidos nació en 1997. Castillo llevaba varios años trabajando en sellos discográficos internacionales que le decían que lo que daba plata eran los artistas anglo, así que decidió acercarse a todos esos artistas locales que rechazaban las grandes disqueras para ofrecerles planes de promoción.Castillo empezó a visitar varios pueblos de toda Colombia y se le ocurrió crear un álbum que los uniera a todos. En aquel momento bautizó Cantina abierta. Allí también incluyó 2 canciones que compró en los Estados Unidos del grupo Exterminador: La pista secreta y La cruz de marihuana. Esta última se volvió éxito rotundo en varias regiones del país, sobre todo entre raspachines y campesinos.Esto es música para chuparEn momentos en los que viajar en carretera por Colombia era arriesgado, Castillo visitó municipios a los que muchos temían llegar. “Llegaba uno en bus destartalado y lo paraba el ejército y le preguntaban: “¿Usted qué hace, no vio a nadie por ahí?”. Me sacaban todo lo que tenía y me decían “¿Esto es revolucionario? Y yo decía “No, esto es música para chupar”, recuerda Castillo.“Yo estaba en una crisis económica porque gasté mucho dinero haciendo promoción. Un día llamé un amigo y le dije 'hermano, tengo este álbum que ha vendido 5000 copias en 3 meses' y me dijo 'Es un éxito', y le dije, 'Hágale un comercial muy barato, este disco necesita televisión porque la radio no lo toca'. Y él me dijo '¿la radio no lo toca?' Pongámoslo como slogan, ¡En la radio no se puede escuchar!, y se disparó el disco por todo el país”.Una canción incluida en ese primer volumen de Corridos prohibidos fue Corrido del Cocalero, del artista Uriel Henao. El tema surgió a raíz de las marchas de los cocaleros en Caquetá y Putumayo en 1996, cuando miles de campesinos exigieron al gobierno nacional inversión social, la suspensión de las fumigaciones con glifosato y expresar su voluntad para sustituir los cultivos de coca a cambio de garantías para la producción agropecuaria. La prensa de la época registró el éxito de la canción y el disco en la zona de San Vicente del Caguán, que pocos meses después estaría en boca de todo el país por los diálogos fallidos entre gobierno y FARC. “Fue el único producto que se atrevió a cantarle a las situaciones que la gente quería escuchar”, opina Castillo."Me preguntaban: 'Don Alirio, ¿Cuánto vale que me haga usted un corrido', y yo le decía '¿Usted a cuántos ha matado?' 'No, a ninguno,' ¿Entonces qué? Un corrido si no tiene muerto, no pasa nada”.Algunas emisoras en los pueblos prohibieron difundir las canciones del disco, no porque el gobierno lo hubiera pedido, sino porque, según Castillo, los alcaldes decían que solo se podían tocar los corridos a partir de las 11 de la noche. "Todo funcionó a mi favor. En esa época se vendieron casi 200.000 copias. Ya los artistas eran famosos, en su momento nadie conocía, y después no andaban en moto sino en carros lujosísimos y cobraban millones por presentación". El Volumen 1 fue un éxito rotundo y gracias al eco de varios medios, el disco también llegó a conocerse en varias ciudades del país. Ya para el Volumen 3, Castillo quiso hacer énfasis en narrar más sobre lo que sucedía en Colombia. Secuestro y extradición“No podemos seguir cantándole al narcotráfico, haciendo lo mismo que hacen los mexicanos. Ese es su negocio, ellos venden muy bien y les cantan a los traquetos, pero Colombia tiene tantos problemas y tanta violencia que vale la pena cantarle a la tragedia del país y cambiarles el enfoque a las historias”.El secuestro o la extradición eran algunos de los temas que Castillo quería que se abordaran en Corridos prohibidos. “Eso en la práctica era prohibido, nadie se atrevía a escribir canciones sobre eso por miedo. Yo quise hacer ese trabajo y empezar a buscar historias para narrar lo que estaba pasando. Aunque las ventas cayeron, yo me sentía feliz porque estaba haciendo algo por mi país”.En el vol. 3 se incluyó la canción Son unas ratas, inspirada en una frase del senador Carlos Moreno de Caro. Otras como El secuestrado, Mañana me matan o El sapo, también abordaron la realidad nacional.“La promoción de pueblo en pueblo no la abandoné, me gustaba la cerveza y me gustaba sentarme con amigos de la radio, artistas, o gente del común que me contaba sus historias". A pesar de la piratería y los intentos (fallidos) por crear propuestas similares, Corridos prohibidos logró mantenerse hasta hoy. Corridos prohibidos en la era del streaming En casi 3 décadas, Corridos prohibidos logró sobrevivir a la piratería, la censura, la pandemia y los cambios de la industria musical. Aunque hoy las discotiendas están en vía de extinción y las ventas no son como antes, Castillo quiere seguir con el álbum y recientemente lanzó el volumen 22. Castillo cuenta que cada vez se le hace más difícil hacer corridos porque los artistas no quieren hacer historias "comprometedoras", así que prefiere escribir canciones para que otros las graben bajo un seudónimo. El volumen 22 de Corridos Prohibidos tiene una mirada crítica de lo que pasó en el Paro Nacional. “Vi a los de La Primera Línea acorralando a la Policía contra las paredes, la fuerza pública defendiéndose con sus escudos de las bombas, la piedra, gasolina, fuego y garrotes. Solo cubriéndose de una turba de delincuentes. Me documenté y encontré la historia de una joven mujer que desde niña quería ser policía, lo consiguió, hizo su sueño realidad, sin imaginar que después se iba a ver rodeada de gente desalmada queriéndola asesinar por llevar su uniforme, su escudo y un bolillo para defenderse”, asegura Castillo sobre Dolor de patria, una de las canciones de este nuevo volumen, que se alejó de la música norteña mexicana para apostarle a ritmos llaneros. Los corridos prohibidos son, sin duda, las canciones que representan ethos del conservadurismo o la derecha colombiana. Sobre todo, en zonas rurales. Para la muestra canciones de este volumen que llevan títulos como Teodora de Bolívar, No Voten por el Cacas, Soy Cabal, Murieron del Otro Lado o Lenguaje Inclusivo. Según cuenta Castillo, en el año 2002, todo el que tuviera que ver con Álvaro Uribe era amenazado por las FARC. Y por esos días llegó a sus manos una canción llamada La hora cero. "Ni la misma fábrica de discos quiso figurar en el crédito. El distribuidor tampoco quiso aparecer así que me eché los discos al hombro para venderlos de pueblo en pueblo. La canción fue un éxito". "Cuando el senador (Iván) Cepeda le complicó la vida a Álvaro Uribe saqué una canción en género llanero y la titulé Uribe soy yo. No sé si el Dr. Uribe la haya escuchado alguna vez: la hice con mucho gusto y la disfruto todos los días. Soy uribista". En el volumen 22 también hay una canción llamada Lenguaje inclusivo, que es una de las favoritas de Castillo de todo el disco. "Es una canción chistosísima. Cuando Francia Márquez salió con lo del lenguaje inclusivo, yo dije "hay que hacer una canción de esto" y el resultado me encantó". Castillo dice que alguna vez llamaron a Corridos prohibidos "la banda sonora del conflicto colombiano", un calificativo que a él le encanta y se toma muy a pecho. Él espera seguir narrando su visión del país a través de la música y, aunque es consciente de que no todo el mundo está de acuerdo, ratifica: "al que no le guste, ¡de malas!".
Artistas de todas las disciplinas nos mostraron que la protesta se puede vivir como una gran celebración del pueblo y que en los momentos difíciles podemos acudir al arte para expresarnos mejor. Cuando estalló el Paro Nacional en 2021, ante el apoyo masivo del gremio artístico, algunas de las celebridades criollas más populares despertaron la pregunta clave: ¿pueden los artistas ser neutrales y escapar a la política?Por Juan Camilo Ospina Deaza y María Daniela Mejía Buitrago @siete_de_noviembre_del9No todos los artistas son cortados con la misma tijera. Hay unos indiferentes, otros ambiguos, y hay quienes han dedicado sus carreras a ponernos a pensar y a llamar la atención sobre los problemas del país. Pero el reciente Paro Nacional sacó a flote, de nuevo, una discusión que trasciende los nombres: ¿hay artistas políticos y otros que no lo son? O mejor: ¿Hay personas políticas y apolíticas? Escuchar expresiones como “Yo no me meto en temas de política” o el hecho de que sea común escuchar que “de religión y política no se habla en la mesa” nos demuestra dos cosas. La primera: no tenemos la cultura política del disenso respetuoso. ¿Por qué es tan difícil hablar de puntos de vista opuestos sin querer silenciar al otro? En lo privado es la correa o la chancla del papá y la mamá lo que acaba la conversación. En las calles, son instrumentos letales los que se utilizan para cerrar el diálogo. Y la segunda: en Colombia se nos metió en la cabeza la idea de que criticar, estar en desacuerdo y sentirse incomodo son equivalentes a odiar. Ya otros personajes célebres como Martín de Francisco y Santiago Moure nos han mostrado el valor que tiene la crítica en nuestro contexto. Y no podemos caer en la trampa de creer que la “neutralidad”, por sí misma, es la respuesta a algo. Como diría el Nobel de paz de 1984 Desmound Tutu: "Si eres neutral en situaciones de injusticia, has elegido el lado del opresor".Como consumidores/audiencia cada vez es más común que nos preocupamos por calcular cómo nuestras decisiones cotidianas afectan a todos los eslabones, humanos o contextuales, del proceso de producción y distribución. El "consumo responsable" es, de hecho, una categoría comercial muy valorada en los últimos tiempos. Pensar en las formas en que se obtuvieron los materiales de nuestro celular, utilizar un cepillo de dientes biodegradable o una pañoleta verde o azul, ya nos posiciona en el mundo político, independientemente de su efecto real en la política o el medio ambiente. Hoy el consumo determina la identidad propia. Esto tiene un particular efecto en los artistas, que las audiencias consumen, también, como si fueran un producto contenedor de determinada ideología (porque cualquier producto, con o sin intención, es también ideológico). El vestuario que utilizan, los temas sobre los que escriben en sus redes sociales, las compañías con las que aceptan contratos y la explícita filiación política configuran el entramado simbólico que del artista. ¡No olvidemos que se reconoce como un género a la “música protesta”! O pensemos en cómo en el trap, los tatuajes y las uñas postizas, pueden ser interpretados como un statement involuntario basado en el rompimiento de la relación marxista entre trabajo manual y trabajo intelectual. O tomemos el ejemplo de Billie Eilish y su decisión por usar ropa holgada: una apuesta para que se hable de su música, no sexualizar su cuerpo y luchar contra el “body shaming”. La lista de ejemplos es interminable. Uno de los iconos pop de las últimas décadas, Lady Gaga, por ejemplo, a lo largo de su carrera, ha utilizado prendas para mostrar la importancia de transgredir los estereotipos de género y llamar la atención sobre la posibilidad de lo fluido que puede ser nuestro cuerpo.Todo en el performance del artista contiene mensaje. De un modo más explícito nos hablan también las canciones. Bella Ciao, canción que apareció recientemente en la serie La casa de papel, fue el himno de la resistencia italiana contra el fascismo de Benito Mussolini y las tropas nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Imagine, de John Lennon, ha sido una canción compuesta contra de las diferencias que existen en la sociedad y un llamado a la unidad y la paz. This is America, de Childish Gambino, pone sobre la mesa los crímenes que se reportan en Estados Unidos motivados por prejuicios contra la raza, etnia, religión, discapacidad, orientación sexual, género o identidad de género (los llamados crímenes de odio). O en Colombia, más recientemente, ¿Quién los mató? de Hendrix B, Nidia Góngora, Alexis Play & Junior Jein daba en el clavo de cómo la muerte y la impunidad se instaló en las comunidades más pobres de Colombia. Más allá de hacer una lista detallada de casos, queremos apuntar a que la música y la política son indisociables. ¿Qué es el pandering? Los artistas, por lo general, tienen ojos y oídos sobre ellos constantemente. Algunas personas los consideran modelos a seguir. Una posibilidad que los pone en una situación en la que pronunciarse o guardar silencio sobre algún tema es tomar una posición. Y cada vez es más difícil guardar silencio desde que decidieron mostrar su vida en redes sociales como técnica para generar afinidad entre su público. Pero curiosamente, para muchos, es más fácil mostrar lo que desayunan, la mugre de su casa y la intimidad de su relación en pareja que su visión sobre la política. Como nos muestra Taylor Swift en el documental Miss America, este poder es un arma de doble filo ya que mostrarse políticos puede significar disminuir sus ventas y alejar ciertos públicos o puede ayudarlos a fortalecer su carrera al apelar a públicos a los que antes no llegaban. Cierto es también que, muchas veces, la propia imagen de los artistas no les pertenece a ellos mismos. Así como son consumidos como un producto, por temas contractuales, pueden escuchar a su manager decir: “no haga esto o aquello porque perjudica la marca”. En muchas ocasiones acogen causas en las que no creen o callan sobre otras precisamente para no afectar las ganancias de su marca. Esta práctica se conoce en inglés como “pandering” y consiste en complacer a un grupo identificando tu producto con una idea. Un caso clásico es el de cómo BMW, durante su historia, ha identificado su marca con el régimen Nazi y con la lucha LGBTI+.Pero en el caso de las grandes compañías afiliarse a causas políticas responde a los resultados de cuidadosos estudios mercadotécnicos; en el caso de los artistas, por el contrario, vale la pena preguntarnos si tienen las herramientas de comprensión para poder pronunciarse sobre complejos temas económicos, sociales y políticos. De cualquier forma, no hay escapatoria al "ser político". Independientemente de si eligen ser ambiguos, tomar posiciones recias o si otras instancias lo hacen por ellos, hay signos asociados a la música que ya vienen cargados de significado político. En un contexto en el que las audiencias se interesan tanto en saber cómo se hizo un producto que cómo se formó el pensamiento de un artista, la demanda por posicionamiento parece una consecuencia natural y directa derivada del vacío del discurso de la "autenticidad" que tanto repiten las nuevas generaciones de músicos. Sígannos también en Instagram
Aquí estamos, como de costumbre, con nuevos temitas, pero queremos recordarles que tenemos un especial completo con reseñas de discos colombianos (álbumes de estudio y EP) para que conozcan y se empapen de la diversidad musical del país. También pueden echarle un ojo a los mejores temas y álbumes nacionales del 2020 en este especial. En esta oportunidad les presentamos Falsos Positivos de Ekymosis.Falsos Positivos - Ekymosis.¿Quién está detrás? Ekhymosis es más que una banda, es una institución de la música en Colombia. La banda de trash metal se fundó en la Medellín de finales de los años 80 y desde entonces han ido evolucionando su sonido y propuesta. En 1997 se separaron, pero en 2012 regresaron con nueva alineación. A finales de 2020 dan a conocer al cantante Dani Zapata como su nuevo vocalista.¿De qué trata? Ekhymosis ha estado muy activo este año en pro de las manifestaciones pacíficas que se han dado en medio del paro nacional de Colombia. La banda eligió hablar en este sencillo sobre una problemática que lamentablemente no ha tenido un fin en Colombia: la de los falsos positivos. En este tema toman postura y lamentan la falta de justicia para hallar los culpables.¿A qué suena? Haciéndole justicia a su historia, es una canción con guitarras potentes y una interpretación que viene de las visceras a cargo de la voz de Dani Zapata. Un sonido que invita a gritar y saltar con la ira que produce la injusticia en nuestro país.¿Sobre el video qué? El sencillo viene acompañado por un video lyric en el que se ve a la banda interpretando la canción, pero también contiene imágenes de las marchas en Colombia.¿Cuándo escucharla? Seguramente esta canción va a tener mucha aceptación en conciertos y festivales. Es un nuevo himno para estos tiempos de protesta e inconformidad social.En video | Paro Nacional en Colombia: Santiago Alarcón y el papel del arte en las manifestaciones pacíficas¡La música nos une!
Aquí estamos, como de costumbre, con nuevos temitas, pero queremos recordarles que tenemos un especial completo con reseñas de discos colombianos (álbumes de estudio y EP) para que conozcan y se empapen de la diversidad musical del país. También pueden echarle un ojo a los mejores temas y álbumes nacionales del 2020 en este especial. En esta oportunidad les presentamos Parchesito de Anden de Métricas Frías, Deejohend y Kiño .Parchesito de Anden - Kiño, Métricas Frías y Deejohend¿Quién está detrás? Su carrera en la escena del hip hop no es nueva, Kiño lleva más de diez años hilando líricas certeras y poderosas, ha empuñado el micrófono en varios proyectos. entre ellos su primera banda RH KLANDESTINO. En el 2004 se abrió camino como solista y desde ahí su trabajo ha sido reconocido en la escena del hip hop paisa por un estilo propio. En este tema lo acompañan Métricas Frías y Deejohend.¿De qué trata? Es una canción que se basa en la cotidianidad, a lo largo de la canción se lanzan varias reflexiones sobre lo que es vivir (y sobrevivir) en un país como Colombia. Parchesito de Andén también es un recuerdo de esas conversaciones con los amigos de toda la vida.“Hay más muertes por feminicidios que por la pandemia”: Kiño en Parchesito de Andén¿A qué suena? Es una canción de rap bajo una pista que tiene como protagonista el bajo. El sonido invita a ponerle atención absoluta a cada una de las frases que escupen los músicos en casi tres minutos.¿Sobre el video qué? La canción viene con un clip dirigido por LibreStylo de Medellín. Se grabó, literalmente, en un andén de Medellín e incluye imágenes de las marchas pacíficas que tuvieron auge en mayo y junio de 2021 durante el paro nacional.¿Cuándo escucharla? El tema invita a la reflexión de una realidad que muchos quieren ocultar. Es de esas canciones para mostrarsela a los amigos que tienen pensamientos similares.En video | Paro Nacional en Colombia: La música como arma de protesta - Shock¡La música nos une!
Junior Jein, uno de los hijos célebres de Buenaventura, siempre se preocupó por ayudar en el desarrollo del puerto. Él sabía que el amor por la tierra no lo era todo, por eso, ayudó a que su plataforma como artista reconocido no lo beneficiara solo a su carrera sino también a la tierra que lo vio nacer.La horrible violencia acabó con la vida de Junior Jein, uno de los padres de la salsa choke y uno de los personajes que más llenaba de orgullo al pacífico colombiano.Para leer | Junior Jein: el artista y empresario musical que llenó de orgullo a BuenaventuraHoy recordamos esa conversación en la que nos habló sobre los problemas de Buenaventura y donde contaba lo que hizo para que su tierra fuera un foco de atención de los gobiernos nacionales y departamentales.Esta fue su declaración a principios de 2021Lo que está aconteciendo actualmente en Buenaventura es una vez más el resultado del abandono estatal que por décadas, desde que yo tengo uso de razón, nos ha sometido el Gobierno Nacional y todo el sector empresarial de este país. Realmente es triste ver como el porcentaje de desarrollo social frente al desarrollo portuario es decir comunidad versus puerto no equitativo.Yo vengo diciendo esto hace mucho rato en diferentes escenarios, en canciones, en conversatorios, en congresos, en charlas incluso con Ministro, en casa del Presidente Santos, en la Casa de Nariño de que Buenaventura realmente lo que necesita es inversión social. Buenaventura es una ciudad rica en creatividad, culturalmente, en el deporte.Es el momento que se abra ese abanico industrial para darle cabida a otras economías como la economía naranja. Aún los planes de desarrollo de Buenaventura y todo el tema de comercio gira en torno al puerto y no se dan otras oportunidades.En fin, son muchos los casos que tiene Buenaventura como problemática, que si me pongo a enumerarlos uno por uno creo que no terminaríamos nunca. Ahí tenemos contenido para todo un conversatorio sin ningún problema. Sin querer minimizar obviamente lo que está pasando actualmente con el recrudecimiento de la criminalidad en Buenaventura, no queremos minimizar un problema también delicado.Pero Buenaventura tiene problemas de raíz como los que les estoy acabando de mencionar y lastimosamente en la actualidad este boom mediático a través de ese gran gesto del hashtag #SOSBUENAVENTURA que llamó la atención de los medios y de toda la opinión pública nacional e internacional, se ha convertido también en un escenario político donde vemos al doctor Andrés Clavijo haciendo denuncias públicas sobre la corrupción que hay en la Secretaría de Gobierno de Buenaventura, allá con algunos actores al margen de la ley.Vemos la respuesta de Alexander López frente al Gobierno Nacional que ha descuidado Buenaventura, vemos al Gobierno Nacional contestando de que las inversiones que han hecho ha sido por más de un billón de pesos que de una u otra forma no se han podido aplicar por parte de los directivos del paro cívico y todo eso va desarrollando un escenario donde se aprovecha y se desvía la atención que realmente se le tiene que dar al problema de Buenaventura, pero a la final realmente yo me detengo y hago una reflexión muy particular.Estos días mi esposa me preguntaba ¿bueno y cuál es la solución a ese problema, qué se puede hacer? Y yo decía realmente, Buenaventura cambia desde nuestros hogares, nosotros como padres empecemos a reconstruir ese tejido social, a darles valores positivos a nuestros hijos, a inculcarles buenos hábitos, buenos actos, buenas costumbres.No es posible que nosotros erróneamente en nuestros hogares aplaudamos cuando llega a nuestro hijo con un bombón en la mano. “Ay, papi, mami, cogí este bombón del supermercado de la tienda y no lo pague y jajaja y la gente se ríe y le aplaude y ay, no este niño”. No, eso no se puede aplaudir, desde ahí empieza los correctivos. Hay que reprender al niño, hay que enseñarle que eso no se hace.Realmente Buenaventura cambia cuando nosotros pongamos la mano en el corazón y empecemos a cambiar.Que en paz descanse Junior Jein, el gran señor del pacífico.¡La música nos une!
El actor Santiago Alarcón ha sido una de las figuras públicas más comprometidas en apoyar las manifestaciones pacíficas en el marco del Paro Nacional que arrancó en 2019 y que ha tenido su punto más alto en el primer semestre de 2021. Para él estas marchas es resultado del mal trabajo del gobierno de Iván Duque, pero también de administraciones pasadas que no han cumplido con las promesas que le hacen al pueblo durante las campañas.Para leer | El teatro se reactiva en Colombia: Santiago Alarcón dirige la obra 'Radojka'El también director de teatro hace un balance y algunas reflexiones que le han dejado las protestas que empezaron el pasado 28 de abril, además, evalúa el papel que ha jugado el arte en sus diferentes disciplinas para expresar el descontento social que tiene una parte grande de la ciudadanía colombiana.Santiago, quien sin duda es un actor importante para la historia de la televisión colombiana, analiza la importancia de que los artistas de reconocimiento internacional se pronuncien sobre las injusticias del pueblo colombiano: "este es un momento particular, uno no tiene que manifestarse siempre o pelearlas todas, pero este momento sí necesita de esas voces que tienen tanto impacto y que han crecido gracias a la gente que hoy está sufriendo (...) lo que la gente pide es que los famosos se dejen conmover y se unten un poquito por lo que pasa en Colombia".Para escuchar | ‘No hay una vida que no nos duela’ de Adriana Lucía: un sentido canto de pazEn medio de las protestas pacíficas ha habido una explosión artística que de una forma profunda impacta a la sociedad. Sobre el papel del arte en las manifestaciones Santiago cuenta que "el movimiento artístico me emociona, me transforma y me enamora del colombiano y su necesidad de expresar lo que vive (...) el arte es memoria y es ese ejercicio de recordarte siempre la verdad a través de diferentes disciplinas.En video | Paro Nacional de 2021 en Colombia: Álvaro Herrera, las razones por las que protestaba el músico detenido arbitrariamente por la Policía¡La música y el arte nos unen!
Este año se esperaba que el Festival Viva El Planeta en Bogotá tuviera un aforo limitado de público presencial, pero el tercer pico de contagios por el coronavirus no permitió que fuera así. Sin embargo, la música no se detiene y el evento celebró su décima edición en el escenario La Media Torta del centro de la capital colombiana.Para leer | ‘No hay una vida que no nos duela’ de Adriana Lucía: un sentido canto de pazEste evento surgió hace diez años con el objeto de promover la cultura como un motor para la solución de problemáticas medioambientales y sociales."El festival llega una vez más a Bogotá. Este es un canto unido por la vida, la Paz y el cuidado de nuestro planeta": Doctor KrápulaPara esta edición muchas de las agrupaciones invitadas se refirieron al Paro Nacional, el abuso de algunos integrantes de la fuerza pública en contra de la ciudadanía y la importancia de respetar la vida del prójimo.Contenido relacionado | ‘No Disparen’, la canción de Doctor Krápula sobre el abuso policialEl cartel de este año lo encabezan Doctor Krápula y César López, acompañados por Ginger y los Tóxicos, Caravanchela, El Punto Ska, Highway y los dos ganadores de la convocatoria local: Skywords y Jota Bermudez.La transmisión en vivo se podrá ver hoy 12 de junio a partir de las 2:00 de la tarde en las páginas de Facebook de las bandas y del festival.Estas son algunas de las fotografías que dejó el evento musical. Las imágenes fueron tomadas por la fotógrafa Lina Martínez-Moya @lainux_ph.En este video se puede revivir la edición digital del año pasado que se realizó desde diferentes puntos del país, debido a la cuarentena del coronavirus en 2020.En video | Flaco Flow, Melanina y Benny Bajo - La Jungla [La historia detrás de la canción Shock]¡La música nos une!
Aquí estamos, como de costumbre, con nuevos temitas, pero queremos recordarles que tenemos un especial completo con reseñas de discos colombianos (álbumes de estudio y EP) para que conozcan y se empapen de la diversidad musical del país. También pueden echarle un ojo a los mejores temas y álbumes nacionales del 2020 en este especial. En esta oportunidad les presentamos No hay una vida que no nos duela de Adriana Lucía.No hay una vida que no nos duela - Adriana Lucía¿Quién está detrás? Adriana Lucía es una cantante nacida en El Carito, Córdoba, que está activa en la música desde la década de los noventa. Su canto ha evolucionado y se encarga de resaltar las raíces de la música colombiana, de darle visibilidad a los sonidos autóctonos y de darle importancia a la letra. La cordobesa también hace activismo desde su música dándole voz a aquellos que suelen ser ignorados en un país como Colombia.¿De qué trata? No hay una vida que no no duela es un canto en busca de la reconciliación, el perdón, el respeto y la esperanza. Su título es, sin duda, un lamento por los fallecidos en el marco de las protestas del Paro Nacional de 2021. Durante poco menos de cuatro minutos Adriana hace reflexiones que le ha dejado las injusticias que se han vivido en el país a raíz de la violencia sin sentido.¿A qué suena? Fiel a su estilo musical, la canción es una fusión entre el pop-rock y elementos propios del folclor colombiano. Sin embargo, el mejor instrumento es la voz de la cordobesa y el sentimiento que se siente en cada segundo del tema. La canción también tiene un coro de cantoras que logra emocionar hasta las lágrimas.¿Sobre el video qué? El clip recopila imágenes de la gente en las calles durante las protestas pacíficas en Colombia. Adriana cuenta que “esta pieza de memoria colectiva, se construyó gracias a la mirada de artistas audiovisuales que están registrando lo que sucede en las calles de Colombia desde el 28 de abril de 2021.¿Cuándo escucharla? Indudablemente es una canción para pedir el cese de la violencia y de las injusticias en Colombia. Una canción que ofrece esperanza en jornadas llenas de dolor. ¡Resistencia!En video | Paro Nacional en Colombia: Santiago Alarcón y el papel del arte en las manifestaciones pacíficas¡La música nos une!
Mucho ha cambiado en Cali desde 1977, cuando Andrés Caicedo escribió ¡Que viva la música!: Ya no se llama “Puerto Rellena”, se llama Puerto Resistencia. Ya no se llama “La Loma de la Cruz”, se llama La loma de la Dignidad. Ya no es “Univalle”, es Unirresistencia. Pero hay algo nunca cambia: Cali sigue siendo música.Por Carolina Benitez MendozaEn medio del Paro Nacional, que empezó en abril de 2021, además de consultar los puntos de concentración en línea, los caleños consultan a diario la agenda del Paro Cultural, eventos artísticos que ocurren en toda la ciudad, desde agüelulos hasta talleres de pintura. La música se ha tomado las calles con naturalidad. El sur es de la ciudad es conocido, tradicionalmente, como una zona universitaria. Las últimas estaciones del MIO, en ese sur dividido entre barrios estrato 5 y residencias baratas para estudiantes, siempre fueron lugar de encuentro para los jóvenes de la universidad pública, que se bajaban en la estación Univalle, en la estación Buitrera o en la del barrio de los apartaestudios, el hogar de muchos univallunos, Meléndez. Esa estación, siempre concurrida con estudiantes apurados, era la estación de alistarse, porque cuando la anunciadora decía “Próxima Parada, Meléndez”, sabían que estaban cerca de casa. No era la más grande, pero siempre estaba limpia y ordenada. La estación es ahora un recuerdo, pues no tiene techo, ni vidrios, ni gran parte de sus paredes; sin embargo, los muchachos que están en lo que queda de la estación Meléndez son los mismos de siempre.Al pasar hoy por Meléndez, más allá de los palos y latas que mantienen el bloqueo a la calle quinta, la que alguna vez fue la estación del MIO es ahora un escenario, literalmente. Se presentan bandas a diario, con jóvenes de toda la ciudad concentrándose alrededor, como en cualquier tarima en la que retumba el ritmo de la batería. Eso pasa mientras se asoman escandalizadas por el ruido las familias de las unidades residenciales del sector Multicentro, un barrio estrato 5 ubicado justo en frente. La estación de Meléndez es una especie de frontera social, y el ruido del punk caleño un inmigrante ilegal.Desde el batallón Pichincha, que queda a un par de cuadras, se escuchan guitarras eléctricas. Uno podría jurar que está en una película, porque a varios de las decenas de soldados que están desplegados por la calle se les puede ver siguiendo el ritmo del bombo, con los dedos encima de sus fusiles.Aunque ha pasado más de un mes desde que inició la protesta no hay un día sin muertes, sin miedo o sin heridos. No hay día sin música tampoco.Les puede interesar | 13 canciones urgentes dedicadas al paro nacional de 2021El Cacerolazo sinfónico, un espacio en el que músicos clásicos de toda la ciudad se unen al menos una vez a la semana en alguno de los puntos de concentración a tocar desde Tchaikovsky hasta el Himno Nacional, sigue su programación. La Luna, en el centro de la ciudad, también sigue protestando, tocando rock debajo del puente. No hace mucho allí ardía en llamas uno de los hoteles más icónicos de Cali. La guitarra eléctrica sigue sonando aunque el gas haga llorar los ojos.Muchos dicen que el país está incendiándose y los caleños andan felices de rumba, pero como bien lo dijo Frederick Douglas “Los esclavos que cantan son los más tristes. Las canciones del esclavo representan las penas de su corazón, y le alivian, del mismo modo que sólo se alivia un corazón roto llorando. He cantado para ahogar mi pena, pero en muy contadas ocasiones mi alegría. El cantar de un hombre naufrago en una isla desolada podría ser inapropiadamente considerado como felicidad, como el canto del esclavo; las canciones del uno y del otro vienen de la misma emoción”. ¿Quién en serio interpretaría la música de una ciudad con 558.000 personas en la pobreza como celebración, en lugar de clamor? ¿Qué puede hacer la ciudad que más muertos ha puesto durante el paro, además de cantarles los alabaos?Sígannos también en Instagram | Nada que celebrar, músicos caleños explican el Paro Nacional
Este 12 de julio regresa al Estadio El Campin el Concierto de conciertos, un evento que se convirtió en emblema para Bogotá. En su edición 2024, el Concierto de conciertos contará con la participación de Elefante y Aleks Syntek de México, La Mosca y Enanitos Verdes de Argentina, Juan Fernando Velasco de Ecuador, GIPSY Kings, Rosario y Cómplices de España, Prisioneros de Chile, con Claudio Narea y Aterciopelados. Las entradas están disponibles en Tuticket.com. Los precios oscilan entre 125.000 y 16.700.000 en palco para 10 personas. En 2023, el concierto contó con la participación de Poligamia, Yordano, Comapñía ilimitada, Ekhymosis, Duncan Dhu, Toreros muertos, entre otros. La primera edición de este evento ocurrió en 1988 y marcó una era para la música en vivo en Bogotá. Alrededor de 70.000 personas estuvieron en el Estadio el Campín para ver a bandas como Los prisioneros, Miguel Mateos, Timbiriche, Toreros muertos, José Feliciano, Timbiriche, entre otros.¿Por qué fue tan importante el concierto de conciertos?Tras más de 3 décadas, el evento sigue celebrándose y llamando la atención de los fans. ¿Por qué fue tan importante? Para Elsa Riveros, de la banda Pasabordo, que estuvo en el concierto de 1988: "Nunca antes se había dado un concierto así. Se habían dado otras cosas, pero en Bogotá no pasaban muchas cosas de música.Había bandas que estaban haciendo música en sus casas y en los bares, pero cuando sucede esto fue como "wow en Colombia sí se puede hacer algo así. Hay bandas colombianas que pueden participar, no es solo para bandas internacionales".Eso inspiró a muchas personas a dedicarse a la musica y verla como una opción viable en sus vidas: "Alguna vez alguien me dijo: "yo le pude decir a mi mamá y a mi papá que me dejaran ser músico, gracias a ese concierto", agrega Elsa.El concierto de conciertos se ha convertido en una excusa para la nostalgia y para celebrar la música latinoamericana d elos 70 y 80.
El retrato es un tipo de fotografía en donde buscamos destacar un aspecto de alguien, ya sea algún rasg ode su rostro, su personalidad, sus intereses, entre mucho más. Para lograr una foto de esas "para poner hasta en la cédula", aquí les damos algunos consejos, con el celular. Lente Limpio Un detalle sencillo, pero que puede alterar el resultado de la foto. Varios intentos Tomen varias fotografías de la misma escena y luego elijan la mejor. El modo ráfaga del teléfono es muy bueno para eso. Para los retratos sirven muy bien, ya que cuando el sujeto no es consciente de que es fotografiado se obtiene un resultado más espontáneo. Elijan una buena fuente de luz Una fuente de luz desde arriba, abajo o detrás crea sombras que pueden resultar poco favorecedoras. Una fuente de luz difusa que utiliza luz reflejada en una superficie blanca o a través de una ventana con cortinas ligeras crea una luz sutil. Siempre aprovechen la luz natural. Eliminen las distracciones Tomen nota del entorno y de posibles distractores que puedan quitar atención del protagonista de la foto. Traten de que en la compisición no existan otros detalles que quiten protagonismo al fotografiado. Intenten capturar algo del personaje ¿El personaje es divertido, serio, tímido, extrovertido? No importa, busquemos destacar esos aspectos qur lo hacen único. Válido dirigirlo para que haga alguna pose representativa. Hay que tomarnos el tiempo para lograr una buena imagen ¿Cuál es un buen teléfono para esto?OPPO anunció que ya está globalmente disponible su nuevo smartphone: OPPO Reno11 5G. Este equipo tiene un sistema de cámara para retratos ultranítidos, con una cámara principal de 50 MP con estabilización óptica de imágenes (OIS). Este es un celular El Reno11 5G captura retratos de calidad de estudio con la cámara de retratos con teleobjetivo de 32 MP que posee un zoom 2X equivalente a 47 mm, para capturar retratos de forma parecida a la perspectiva del ojo humano. El sensor Sony IMX709 detrás de esta experiencia 2X no solo captura fotos nítidas y detalladas, también cuenta con una disposición de píxeles RGBW para una fotosensibilidad 60% mayor y ruido 35% menor que los sensores tradicionales.Con unacámara principal ultranítida de 50 MP con OIS, un rápido objetivo f/1.8 y el nuevo sensor LYT600 de Sony, la cámara es versátil. Y para paisajes amplios, la cámara ultra gran angular de 8 MP del Reno11 5G cubre un campo de visión de 112º.Este es un equipo perfecto para retratos, así que si eso es lo que buscan, el OPPO Reno11 5 G es una gran opción.
Nuestra reina del amor, del despecho y de las canciones que algún día soñamos con dedicar, saca álbum después de siete años. Shakira, la misma que escribió Día de Enero, Antología e Inevitable, tituló ese álbum ‘Las mujeres ya no lloran’.Aquí somos creyentes de que cada una vive la tusa como quiere, pero decir que las figuras pop no influyen en cómo musicalizamos al menos los días en los que tenemos el corazón roto sería mentirnos.Shakira le escribió este álbum a Piqué y cogió la fórmula que le funcionó en el BZRP Session y la convirtió en disco. Bien, si queremos escribirle 100 canciones a nuestros ex pues lo hacemos.¿Cuál es el problema entonces?Que la tristeza y la productividad se consideren excluyentes.Yo crecí como la adolescente que fingía que nada le importaba cuando en el bus lloraba escuchando ‘Pienso en ti’ recordando al peladito o peladita que no me paraba bolas. También crecí siendo la única mujer en una familia de hombres. Toda emoción era limitada por frases como “por eso no me caen bien las niñas, lloran mucho”.Recuerdo escuchar los primeros discos de Shakira y pensar “yo nunca podría ser así de vulnerable”, alimentando la idea de que la sensibilidad, la ternura, la emoción eran sinónimos de fragilidad.Las diferentes corrientes del feminismo llevan peleando por años por esclarecer que el movimiento no busca que las mujeres seamos iguales a los hombres, que no se trata de llegar a ser como ellos porque los hombres no son una meta que añoremos alcanzar.Durante años, la sociedad se ha esforzado en fiscalizar nuestros sentires y las formas de expresarlos. El patriarcado y el capitalismo, que al final tienen como consecuencia la alienación de nuestras emociones, han reproducido la idea de que la emoción nos hace débiles.Sarah Amed, teórica feminista australiana, explica en su texto ‘La política cultural de las emociones’ (2004) que estas se utilizan por diferentes estructuras dentro de la sociedad para regular los cuerpos y las relaciones sociales. Las emociones son a menudo usadas para legitimar o deslegitimar ciertas formas de comportamiento.El punto acá es que la forma en la que expresamos nuestras emociones no sólo influye sobre los estados internos.Las figuras pop marcan el ritmo de consumo, pero también van marcando el ritmo de cómo se gestan las emociones. Estemos de acuerdo o no, así parezca una afirmación exagerada, es un hecho.Actuamos por imitación y nuestras emociones no están exentas de eso. Uno de los ejemplos más claros de eso es el hippismo de la década de los 60 y 70: figuras como Jimi Hendrix, John Lennon y Joni Mitchell personificaron el deseo del amor libre, la revolución sexual y el rechazo al materialismo que se vivió en la época.Artistas como Taylor Swift y Olivia Rodrigo priorizan la tristeza y la rabia en sus canciones. Son emociones que, además de ser completamente naturales, han sido históricamente motores de creación de obras artísticas de todo tipo.Negarnos la capacidad de sentir tristeza bajo el discurso del empoderamiento, como el de Shakira, sólo sirve para meternos, nosotras mismas, nuevamente en esa cajita en la que nos metieron los hombres cuando intentaron convencernos que la emoción y la razón son conceptos excluyentes.La filósofa mexicana Rocío Castillo explica que la razón patriarcal ha construido una dicotomía que separa la razón de las emociones, asociando la primera a lo masculino y la segunda a lo femenino. Una dicotomía que ha sido utilizada para subordinar a las mujeres y negar su capacidad intelectual.Uno de los (muchos) problemas del “empoderamiento”, además de ser una palabra maluquísima, está en que lo que se considera empoderante es imitar el modelo masculino; es decir, desprendernos de lo que se ha considerado algo exclusivamente de mujeres: la sensibilidad y la emoción, entendida como algo irracional y carente de razón.Poner en extremos opuestos monetizar la tusa y llorar es caer en el modelo masculino que niega a la emoción por “absurda” e “improductiva”. Ganar plata cuando se tiene el corazón roto no le cae mal a nadie, pero la emoción (incluída la tristeza) hace parte de la experiencia de vivir.Como una mujer que intentó por años ocultar su sensibilidad por crecer bajo el ideal masculino, extraño las letras desgarradoras de Shakira, las que me hacen sentir entusada sin estarlo.A los hombres que llegaron hasta acá: a ustedes también les han negado por mucho tiempo la capacidad de abrazar su sensibilidad. Lloren con sus amigos, canten abrazados, que en este mundo, que cada vez pierde más el sentido, la ternura es lo único que nos queda.A Shak: ojalá vuelvas a escribir canciones con el corazón, o con el bolsillo, pero mientras te permites llorar.Igual te amo.
A la mitad de la entrevista, El Kalvo detiene por un momento sus reflexiones sobre la xenofobia que persiste al interior del hip-hop colombiano y el valor de hablarle a los trabajadores para buscar alitas de pollo a domicilio. Los ensayos para su presentación en el Festival Estéreo Picnic copan su tiempo, por eso llega tarde la entrevista, anda de afán y el tiempo para almorzar se escapa. Pero si hablamos del Kalvo no solo hablamos de un man que lleva veinte años en el rap, un joven veterano que a codazos y paciencia se ha abierto un espacio como un MC único en el país; hablamos también de alguien conocido por su apetito generoso, capaz de hazañas culinarias y connoisseur de la gastronomía callejera bogotana.Así que cuando es hora de comer, todo puede esperar.Después de Algarabías (2022), El Kalvo se dedicó a encontrar territorios comunes con otros artistas. De esta búsqueda colaborativa resultaron temas como “Agencia de viajes”, con La Radio Bembé Orquesta, y la enternecedora “Lero lero”, con La Muchacha. Cuando empezó el 2023, El Kalvo entró en modo álbum y tomó esas canciones para agruparlas y darles un sentido. Así nació Los tres golpes, el disco con mayor número de colaboraciones en su carrera: Kiño, Penyair, Jam Block Jr, Turek Hem y Horus conforman la polifonía. Un secuaz de confianza como Hi-Kymon se encarga de casi toda la producción, que desde el boom bap se extiende en todas las direcciones.Al principio, El Kalvo pensaba llamar a este nuevo trabajo Kalvokalez, para marcarlo como un proyecto más personal, que reflejaba quién era. Sin embargo, Saga Uno —su aliado para crear el extravagante kit de ocio para el trabajador contemporáneo que acompaña al disco e incluye un recipiente para la comida, un cancionero al estilo de los almanaques Bristol, un rascador, un parqués y una riñonera— lo convenció de que Los tres golpes, el nombre de un tema en el que describe al detalle y con apetito jugoso qué se puede degustar en la capital en distintos momentos del día, era un título mucho mejor. Luego de debatirlo, El Kalvo le dio la razón. En todas las canciones del disco hablaba, aunque fuera por un momento, de comida: “Ordinaria elegancia” no solo define bien su encanto, sino que muestra su ojo meticuloso para describir un buen guiso que, a la vez, es una buena letra de rap.A pesar de que no le puso su nombre, El Kalvo sí vuelca en este disco las distintas inquietudes que caracterizan su rap. Ahí están su pasión por contar historias (“Jesucristo de Maracay” o “Radio Casa Grande”), su perspectiva heterodoxa del rap (“Marquillas”) y su gusto por la bareta (“Préndalo). Están las preguntas incómodas y punzantes que suele hacer, como la que le plantea a los raperos colombiano sobre el trato que le dan a los migrantes venezolanos. Y, finalmente, canciones como “Elías”, un homenaje a su abuelo que puede ser la mejor canción del disco; “He sido”, en la que traza sus memorias a través de todos los trabajos en los que se ha rebuscado el salario; o “El rapado”, como pararse frente al espejo y rapear lo que se ve, profundizan en su biografía.Sobre esto y más hablamos con El Kalvo.***¿Cómo llegó al concepto de Los tres golpes?Yo lo quería llamar Kalvokalez, así como los artistas les ponen sus nombres a sus discos más personales, los que los definen. Pero a Saga le pareció que ese título era muy suave, que Los tres golpes tenía una carga conceptual mucho mayor. Luego de reuniones y llamadas que duraban horas y horas, me convenció, porque además de lo del desayuno, almuerzo y comida, en todas las canciones hablo de comida en algún punto, más inconsciente que conscientemente, güevón. Pero al final es más amplio que eso, tiene muchas historias. Ya he hablado mucho de lo social, de lo político, ese tema me había saturado, entonces me pregunté de qué quería hablar. Los tres golpes es mi manera de definirme como MC, cuál es mi tipo de rap. Y es el comienzo de una búsqueda, de otras temáticas a las que me quise como acercar, otras maneras de decir las cosas. Pero no sé si logré definirme completamente, creo que no, todavía le falta. Menos mal no le puse Kalvokalez.Usted ha explorado llevar los álbumes más allá de las plataformas digitales y más allá del CD, ¿cómo ha sido ese aprendizaje? A mí me gusta insistir en formatos físicos porque me permite innovar, entregar la música de manera distinta. Hoy es más fácil escuchar un vinilo que un CD, güevón. Mucha gente compra un CD para tenerlo, pero no lo puede escuchar. Entonces qué lindo tener otra cosa que sí sirva pa’ algo: qué güevonada comprar algo que uno no va a usar. Tenía que ser algo útil. Ya había hecho un libro, que es útil, pero si lo leíste ya queda ahí, ya fue. Pero al final nos dimos garra con Saga, fue un proceso pesado con muchos problemas técnicos. Le dimos rienda suelta a la imaginación y nos montamos en la película de hacer algo absolutamente novedoso. Y Saga sí me dijo que él lo diseñaba, pero yo me ocupaba de hacerlo. Hágale, le dije. ¿Un cancionero? ¡Hágale! ¿Un diorama? ¡Hágale! ¿Un parqués? ¡Hágale! Fue demasiado.Ahora me decía que está un poco cansado de hablar de temáticas sociales, ¿cómo ha sido para usted existir como rapero en el gobierno de Petro?Cuando quedó Petro yo sí sentí alivio: habíamos ganado algo. Por eso me relajé y dije como bueno, ya, me voy a dedicar a hablar de otras cosas y voy a darle la oportunidad a este man para que haga lo suyo, ¿sí me entiende? La inflación va bajando, el desempleo va bajando, el dólar se mantiene bajito. Esas cosas demuestran que se está haciendo bien la vuelta, mejor de lo que estaríamos con Rodolfo Hernández o Federico Gutiérrez, presunto paramilitar. Pero los medios han vendido la idea de que el cambio no es el cambio porque las transformaciones no han sido instantáneas. Y los de siempre, con mucho cinismo, han dicho que todo sigue igual, pero ellos son los responsables de que las cosas estuvieran así. Igual hay muchas cosas que están mal. Hay mucha gente que se coló, como Agmeth Escaf, Benedetti o la vieja esa que tienen paseando por todos los cargos importantes, quién sabe qué sabe de Petro, güevón. La esposa del man tiene una actitud como toda corrupta y se ha gastado un poco de plata viajando y tiene gente ahí enchufada. Feo, feo, güevón. Son cosas que no deberían pasar.Igual ahora que acabé este proyecto sí estoy sintiendo que otra vez necesito hablar de esos temas. Hace falta análisis. No quiero decir que yo soy el único que pueda analizar la mierda, pero sí siento que como hip-hoppers tomamos la misma actitud al tiempo, como listo, ganó Petro, chao, hablemos de otra mierda, a mí no me jodan. Incluso hay unos que se desconectaron tanto que están diciendo que la mala pa’ Petro, repiten el discurso que les dan las noticias. Es el juego de manipulación. Por eso otra vez siento un impulso muy fuerte por analizar y comentar.Vamos ahora sí con los temas más serios: una encuesta rápida sobre comida colombiana. ¿Mejor frito?Yo diría que la arepaehuevo con carne mechada. Es una obra maestra de la comida sumergida en aceite.¿Postre favorito?Quizás el de tres leches o el de natas. O, no sé si es tan colombiano, pero las islas flotantes de Endulza tu Paseo, gonorrea: esa es la misión.¿Sopa favorita?El ajiaco.¿Algo que le guste que nadie espere que le guste?La comida vegana.¿Cómo surgió la idea de “Jesucristo de Maracay”? ¿Tiene que ver con plantear una postura clara frente a la migración desde la comunidad del rap?Hay mucha xenofobia en el rap. He tenido que ver a parceros raperos que hablan despectivamente de los venezolanos como ratas o chirosos. La mala pa’ las ratas, sí, que nadie robe, pero la estigmatización que vive la población migrante venezolana es muy injusta, porque los que hacen cosas malas es una fracción muy pequeña. Es más fácil ver la paja en el ojo ajeno, pero el problema no son los migrantes, sino la pobreza, la falta de oportunidades, la ignorancia, la mala educación, la corrupción que se roba la plata que debería ser para el bienestar de la gente. Por eso cuando canto “Bacatá” el mensaje es que Bogotá es para el que esté en Bogotá, esta ciudad es pa’ muchos tipos de gentes y hay espacio pa’ todo el mundo. Entonces construí esta historia para cagarme en la xenofobia, pero también en la moral católica de los que son xenófobos y aporofóbicos. ¡Mientras tanto en Palestina están bombardeando el pueblo de Cristo! La gente que está sufriendo en todos lados representa eso. Cristo era un desplazado de la violencia. Y pues es de Maracay y no de Barquisimeto porque me rimaba, y me quedaba re bien para homenajear a los raperos de allá, que son de los más ásperos del hip-hop venezolano. De hecho las historias que me inspiraron fueron las del Topo y Vampi, de Piso Ocho, que nos contaron lo duro que les tocó, pero ellos son de Puerto La Cruz, y así quedaba raro.¿Por qué le dedica este kit de ocio al trabajador contemporáneo? A veces me parece que el rap está montado en una burbuja rara, no se tiene en cuenta el diario vivir, como si todos viviéramos en un videoclip de rap, güevón, y solo hubiera ocio y placer. Quería que el álbum fuera para el descanso, está pensado para disfrutarse después de una larga jornada de trabajo. Para una persona normal la música es un escape de la realidad, una anestesia que escucha en el Transmilenio, caminando, lavando loza o haciendo ejercicio. Por eso tampoco quería hablar de temas pesados, sino más bien como toma, disfrútate esta historia de cosas asquerosas que nos inventamos con Penyair, o esta otra de Jesucristo como un migrante venezolano. Pensaba que qué chimba que el rap que yo haga sea óptimo para el que está saliendo de su camello y se quiera relajar. El disco es para dignificar el esfuerzo, como dice el intro, un tributo al esfuerzo.A propósito de “Protagonista estelar”, ¿cómo ha sido para usted rapear sobre el amor? ¿Y cómo ha cambiado con los años?No es mi temática fuerte, pero en cada trabajo discográfico trato de incluir al menos una canción que hable del tema. Siempre es difícil hacer algo tan personal, ¿no? No puedo hablar del amor como hablo de otras cosas, con esa forma arquetípica de tomar los temas, porque el amor es el amor, ¿sí me entiendes? Yo a mi novia no le puedo cantar cualquier cosa, es cuando más real tengo que ser. Me siento vulnerable. Hay gente que puede estar re parchada y escribe una canción re tusa cortavenas, y la novia está al lado, cagada de la risa. Para mí debe ser algo muy personal, y como con mi novia compartimos las artes audiovisuales, “Protagonista estelar” fue una oda a lo que hacemos juntos. Ella me ayuda a hacer los videos, yo edito cosas para ella. Disfrutamos y creamos juntos. De ahí salió lo de “Hagamos ficción y documental”, porque de verdad lo hemos hecho. Es chimba. Cuando más sincero he sido es en las canciones de amorcito.¿Cuál es su tema favorito de rap romántico?“Querer querernos” de Canserbero. La escuché antes de que saliera, porque el man la tocó una vez que vino a Bogotá como en 2011, re caleto. A toda la banda de pirobos se le salió el aire con el último ponche. Fue como mucho malparido, qué gonorrea.***Hace un tiempo invitamos al Kalvo a parodiar una elección rapeando junto a Neck Talese y El mismoperro, este fue el resultado:
Uno de los headliners del Estéreo Picnic 2024 es una de las figuras más destacadas del reggaetón mundial: Feid. Pero no es la primera vez que hay un reggaetonero en el line-up. En 2022, J Balvin fue el primer artista de este género en el festival. Aunque su presentación fue sumamente comentada (por las razones equivocadas) sin duda hizo historia al abrir espacio a un género que durante mucho tiempo fue inesperado en el Picnic. Aunque hoy sean muy normales los actos de reggaetón en Estéreo Picnic, la cosa no siempre fue así. En sus inicios, el festival tenía la fama de ser un evento solo para "hipsters" y efectivamente, estaba dirigido a un público alternativo. El festival tuvo un arranque exitoso con Matisyahuy 2 Many DJS en 2010 y con Calle 13, Bag Raiders y The Presets en 2011, en 2012, con Caifantes, MGMT y TV on the Radio los resultados no fueron los esperados. Reggaetón: el último recurso para salvar en Estéreo Picnic "El tercer Estéreo Picnic, el del 2012, en el que tocaron Caifanes y MGMT. Esa mierda fue básicamente “apague y vámonos", dijo Sergio Pabón, empresario de Páramo Presenta (en ese entonces T310), en entrevista con Vice en 2024. Pabón continúa: "de verdad no habían señales que indicaran que esto podía llegar a funcionar. Todo era paupérrimo. El apoyo del sector privado era pésimo. El de la gente, peor, no vendíamos nada de boletas. En un punto hicimos una votación y se acordó unánimemente, aunque sin mí, porque yo era el único que estaba en contra de la decisión, de nunca volver a hacer Estéreo Picnic. Ya no resistíamos más. Pero lo volvimos a hacer al año siguiente con The Killers como headliner". "Fue justo en ese momento en el que no le encontrábamos la vuelta, incluso con Balvin se habló y teníamos hasta un negocio acordado. Ahí dijimos como “Armemos una tarima con Balvin, Fonseca, Carlos Vives y toda esa gente para ver si vendemos boletas”, porque es que no podíamos desaparecer por seguir obstinados en una movida musical que no nos estaba devolviendo. Pero al final nos echamos pa’ atrás y dijimos “No, seamos fieles a lo que hemos construido”.Al final Balvin sí llegaría a presentarse en el festival, aunque en circunstancias muy diferentes. En ese momento, era difícil predecir cómo el reggaetón iba a irrumpir en la industria musical mundial, al punto de convertirse en protagonista en los festivales de Colombia y todo el mundo.