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Metro Boomin y el universo del rap en Spider-Man: Across the Spider-Verse

El afamado productor de trap, Metro Boomin, fue el responsable de la banda sonora de ‘Spider-Man: Across the Spider-Verse’, que predice nuevas posibilidades de colaboración entre música y cine.

Metro Boomin Spider Man version
METRO BOOMIN PRESENTS SPIDER‐MAN: ACROSS THE SPIDER‐VERSE: SOUNDTRACK FROM AND INSPIRED BY THE MOTION PICTURE
// Universal Music

El rap es un estudio sobre el poder. De un lado están tus aliados, que te ayudarán a llegar a la cima; del otro, enemigos por derrotar para lograrlo. En este género prima la hipérbole, con metáforas tan zafadas —tanto como el que salta de un edificio a otro sin siquiera sudar— que las imaginas y ríes. Y aún así, en contraste con ese ángulo de excesos, el rap también es un territorio en el que los que tienen que mostrarse invencibles en las calles se desahogan para lamer sus heridas y aliviarse de la presión que los asfixia.

Por eso el rap es idóneo para ambientar películas de superhéroes: los raperos —a veces del bando de los buenos; otras, villanos carismáticos— se narran a sí mismos como figuras inalcanzables, que sólo tienen por encima a Dios; y por eso, alguno te dirá sin sonrojarse que él habría creado el mundo en solo un día y le habría sobrado tiempo. O también lo miran a los ojos y le piden una oportunidad.

Quién es Metro Boomin

El productor misuriano Metro Boomin, uno de los principales responsables del color del trap contemporáneo y su dominio, ha esbozado un universo mitológico con álbumes como NOT ALL HEROES WEAR CAPES (2018) y HEROES & VILLAINS (2022).

En sus discos colaborativos con 21 Savage ha investigado cómo suena la vida de un villano. Esa fue una de las razones por las que Marvel lo eligió como el director de la banda sonora de Spider-Man: Across the Spider-Verse, dirigida por Joaquim Dos Santos, Justin K. Thompson y Kemp Powers.

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Lil Uzi Vert en Spider-Man
Lil Uzi Vert en Spider-Man a través del Spiderverso
// Universal Music

METRO BOOMIN PRESENTS SPIDER‐MAN: ACROSS THE SPIDER‐VERSE


Con un plantel estelar incluye a productores como MIKE DEAN y Boumidjal y raperos como A$AP Rocky, Lil Uzi Vert y 2 Chainz, Metro —cuya falta de confianza en ti puede acarrear un disparo de Future, como advierte su icónico tag— juega de técnico. Presenta ambientes melódicos que pasan de lo contemplativo a lo magnífico para realzar los motivos de la película, logran también un buen disco que se sostiene solo, aparte de las aventuras de Miles Morales.

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Así presenta una nueva cara de su estilo, abre sus alas como autor y prueba lo amplio de su alcance más allá del trap escalofriante que es su marca registrada.

La vara estaba alta: ‘Sunflower’, el corte de Swae Lee y Post Malone que hizo parte de la banda sonora de la película anterior de Spider Man, es una de las canciones más exitosas de la historia. En vez de intentar alcanzar esa estratósfera, Metro Boomin dirige un viaje compacto y consistente: el éxito está en el todo y no en una pieza aislada.

‘Annihilate’ —en la que Swae Lee, Lil Wayne y Offset consideran el vértigo heróico tras la máscara de Spider Man— abre la obra con una atmósfera en la que los bombos típicos del drill le abren paso en el coro a sintetizadores que evocan grandeza. ‘Calling’ se adentra en en el trap&B: Nav, Swae Lee y A Boogie wit da Hoodie exhiben con destreza distintos rapeos melódicos; el coro, sutilmente, aborda la idea de salvar a quien se ama, se conecta con la película. ‘Home’ ilumina las inseguridades que hasta los más poderosos pueden sentir, mientras que ‘Givin’ Up (Not The One)’ encuentra la fuerza suficiente para no rendirse. Coi Leray brilla en ‘Self Love’ con su canto sosegado, casi íntimo, sobre la instrumental minimalista que le abre el espacio que necesita. con el trap&b. Sin groserías ni la n-word, estas canciones mojan los pies en océanos emocionales, sin perder la ligereza que necesita un proyecto así.

Future
Future en Spider-Man
// Universal Music

La mejor canción de METRO BOOMIN PRESENTS SPIDER‐MAN: ACROSS THE SPIDER‐VERSE: SOUNDTRACK FROM AND INSPIRED BY THE MOTION PICTURE es ‘Danger’, producida por el micheguense Honorable C.N.O.T.E.. La percusión de trap, aunque suave —una constante a lo largo del álbum: casi no hay cajas que te rompan con su fuerza— impulsa las cuerdas misteriosas para crear una instrumental de humo denso que Offset y JID recorren sin problema. El de Migos trota entre líneas paranoicas que cobran más peso tras el asesinato de Takeoff (“Need my thеrapist, I wasn't prepared for this / I protect thе area, life can get a little scarier”) y manifestaciones de voluntad de acero ante la adversidad. Por su parte, el de Dreamville se desliza con su flujo aceitoso entre versos que contemplan la ciudad desde lo alto y la consideración de que todo va a empeorar: por eso la ciudad necesita un héroe.

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Y de las más inesperadas es ‘Nas Morales’, en la que Metro Boomin, MIKE DEAN y Prince 85 pintan una pista amplia, que muta varias veces y se siente como volar por cielo despejado. La leyenda de Queensbridge empatiza con Miles Morales y el peso de las expectativas: “I'm just flexin' my ability / Sick and tired of humility / Can't believe that they would hate on me / For being me, I face a penalty”. Nas lo sabe bien, alguna vez también fue el encargado de salvar a Nueva York siendo apenas un adolescente.

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Además de los 808s y samples fantasmagóricos que han caracterizado los beats de Metro Boomin, en esta banda sonora añade un enfoque orquestal: hay arreglos de cuerdas y grandes secuencias de vientos que hacen que se sienta, en efecto, como una banda sonora. Tampoco vamos a decir que ya es Ennio Morricone, pero no necesita serlo; esa es la labor de Daniel Pemberton, que musicalizó la película. Con los fragmentos de diálogo de la película que cierran y abren algunas canciones, cada temática (ya de por sí bastante obvia desde el título, no es que les interese mucho la ambigüedad; hablamos de Marvel, después de todo) tiene un eco que la realza. Son temas que simbolizan las historias de la película, alegorías musicales.

La banda sonora de Brooklyn

Miles Morales es un adolescente negro en Brooklyn, no es Peter Parker. Esta banda sonora es también la suya, así como cada rapeo puede proyectarse como uno de sus pensamientos.

“Queríamos que el disco reflejara lo que Miles escucha. Esas canciones te dan la oportunidad de experimentar el mundo interior de los personajes. Te meten en la cabeza de estas personas, en especial de un niño”, le dijo Phil Lord, productor de la película, a la revista Variety. Y aunque hacen falta representantes en ascenso de la ola de drill de Brooklyn o apuestas más arriesgadas que los grandes nombres que aseguran el éxito del álbum, Spider-Man entiende no solo que el hip-hop es un crisol multicultural y que, como música negra, dialoga con otros géneros, sino también el territorio que escenifica. Un gran acierto de Metro Boomin es incluir dancehall (‘Silk & Cologne’, con Ei8ht y Offset) y afrobeats (‘Link Up’ con Don Toliver y Wizkid), así como a Myke Towers (que no aporta mucho, para mi dolor), Mora y Becky G en la versión de lujo.

Las diásporas y flujos que se intersecan en Brooklyn se filtran así hasta estas canciones. Hay hasta pop alternativo, con James Blake y ‘Hummingbird’: la voz del cantante inglés flota y se eleva sobre un sample infantil y el repiqueteo de los 808, el adjetivo no puede ser otro que sublime; pagaría una suma considerable por un disco suyo de R&B.

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Rap y cine

La relación del rap y el cine es larguísima: debe ser el género en el que los artistas más se identifican con personajes, desde Tony Montana o hasta Foxy Brown. Ya Kendrick Lamar había estado al mando de la banda sonora de Black Panther (2018) y Beyoncé había hecho lo propio con la de El Rey León (2019), ejemplos de astros al mando. Y ya en los 90 algunos de los cortes más cautivadores nacieron de bandas sonoras, como la unión de UGK con Lord Jamar y Keith Murray para Don't Be a Menace to South Central While Drinking Your Juice in the Hood (1996) o la colaboración de DMX, Method Man, Nas y Ja Rule para Belly (1998). Cintas de tinte autobiográfico como 8 Mile y Get Rich or Die Tryin’ les dieron la oportunidad a Eminem y 50 Cent de hacer lo propio.

Incluso con todos estos precedentes, creo que estamos ante una obra sin precedentes. No por la calidad musical, que es correcta —solo por momentos evidentemente aguada para cumplir su función comercial, lo que cuenta como victoria: pero nada tampoco para sorprenderse—, sino porque esta banda sonora abre nuevos horizontes para las colaboraciones entre música y cine, tanto dentro como fuera de la película misma

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La clave es que Spider-Man es una película rizomática, que varía entre alternativas y oportunidades como concepto central.

Esto permite que Metro Boomin aparezca rápidamente en la película o que presente en su Instagram las personas arácnidas de Coi Leray, Future, Offset, James Blake y A$AP Rocky. Este nivel de integración es nuevo, y todavía hay terreno por explorar. Aunque hace bien una pequeña dosis de cinismo: esto no es necesariamente bueno, si alguien puede estropear una idea con potencial es Marvel. Sin embargo, sí tiene un lado emocionante ser espectadores de cómo estas líneas de colaboración, cada vez más simbióticas, continúan avanzando. 

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