Rosalía: estrella del nuevo flamenco y futuro icono del pop mundial

Con apenas 25 años, los medios y la crítica española la declaran como la cantaora catalana que está revolucionando el flamenco, la Patti Smith de los tablaos o la responsable de que los millennials estén escuchando flamenco. Su última colaboración con J Balvin hizo que el mundo entero posara su ojo sobre ella y lo que se viene es igual o más estremecedor.

Nos falta mucho kilometraje para entender el flamenco y si bien podemos saber datos técnicos como que se originó en España - sobre todo en Andalucía - o que se compone del cante, el toque y el baile, nos declaramos totalmente ajenos a él como para decir que entendemos el génesis de su magia, el empuje de las bulerías o el vigor del fandango. Sin embargo, hay un puente que se está creando entre la cultura flamenca y una generación más joven y ávida de nueva música.

Ese puente tiene nombre propio: Rosalía Vila, una española nacida en Sant Esteve Sesrovires, un pueblo muy pueblo como lo define ella en las múltiples entrevistas que ahora tiene que dar debido a su efervescencia.  Con apenas 25 años, los medios y la crítica española la declaran como la cantaora catalana que está revolucionando el flamenco, la Patti Smith de los tablaos o la responsable de que los millennials estén escuchando flamenco.

Los Ángeles, el disco que lanzó en el 2016 y que le valió una nominación al Grammy Latino por Mejor Nueva Artista, es impactante. Su voz, en las 12 canciones que lo componen, es como un ventarrón que a su paso deja la piel alterada y mientras canta sobre la muerte casi que en la mayoría de la placa discográfica, también se encarga de ser cada vez más sofisticada en sus videos. Además de la música, de la voz, del temple, se ha ganado el premio de ser un ícono de la moda en su país.

Sus videos no se quedan atrás y lejos de ser las piezas visuales tradicionales que acompañan a una cantaora, son clips artísticos, donde el misterio se perpetúa y su identidad confunde a los creyentes de la pureza del género.

Su colaboración con C Tangana, el rapero que saltó al universo trap para coronarse como el otro gran fenómeno en España, fue clave para enviar un mensaje directo: Rosalía no estaba para miedos, para estigmas, para quedarse quieta, lo suyo era la experimentación, la observación y el reflejo de toda la música con la que ha escuchado. En su familia nunca se escuchó música tradicional, sino rock y ella defiende los grandes nombres del flamenco sin dejar de lado su deleite por Kendrick Lamar, Rihanna o Beyoncé.

Y ese featuring fue precisamente la llave para que el portón del universo urbano se abriera de par en par. No solo colgó en su Instagram una foto con Pharrell Williams, en el mítico los Conway Recording Studios de Los Ángeles, sino que Brillo, la canción feat J Balvin que aparece en Vibras, el último trabajo del paisa, se ha posicionado como uno de los mejores tracks de esa placa discográfica.

Y con eso y todo Rosalía no pone el pie en el freno. Pocos días después del revuelo que dejó Brillo, lanzó Malamente - el primer sencillo de su próximo y esperado disco El mal querer- con un video lleno de simbologías sobre la religión y los toros y con todo el don de producir estremecimiento.