Desde que Maluma lanzó Hawái, el primer sencillo de Papi Juancho, la canción se ha esparcido por todo el mundo, llegando a las primeras casillas de listados como Billboard y convirtiéndose en la tercera canción más escuchada en Spotify a nivel mundial. La canción es un himno al desamor. La historia que nos cuenta es la de un hombre cuya ex pareja está en una nueva relación y utiliza las redes sociales para publicar lo feliz que está. Sin embargo el cantante no le cree la felicidad que ve en sus fotos, le dice que él la conoce bien y que aunque su nueva pareja la trata como una reina y se ve feliz, sabe que lo extraña y que las publicaciones que hace tienen el propósito de darle celos. Lea también: Maluma cierra su instagram: ¿pelea con Neymar o jugada publicitaria? Una narrativa muy millennial. Y claro, como toda historia, lo que nos cuenta Maluma en Hawái puede tener dos versiones. Varias jóvenes artistas han respondido al hit de Maluma con una versión femenina y feminista de la misma canción. La primera en viralizarse la hizo Lilian Estévez, una cantante cubana que a mediados de septiembre publicó su reinterpretación de Hawái que al día de hoy suma más de 2 millones de reproducciones. Lilian ha hecho más versiones “femeninas” en respuesta a éxitos del reggaetón y el trap como Relación, de Sech, Rosalía, Daddy Yankee, J Balvin y Farruko u Otro trago, también de Sech. Escuchen aquí su versión del éxito de Maluma aquí. Una segunda versión femenina de Hawái se viralizó, esta de la cantante y actriz española Beatriz Luengo. En una entrevista con Los 40 Principales Luengo cuenta que desde hace años se ha dedicado a re-escribir éxitos del reggaetón en versión femenina, como lo ha hecho con El Amante, de Nicky Jam. Cuando en septiembre Estévez publicó su respuesta a Hawái, Luengo la escuchó y la replicó, siempre dando los créditos a la cantante cubana. Sin embargo, agrega en su entrevista con la emisora española, sintió que con Hawái podría explorar “algo más que una respuesta, me parecía que había una temática con el acoso cibernético y dije ‘voy a hacerme mi propia letra’”. Escúchenla a continuación. Esta versión de Beatriz Luengo se publicó el 25 de septiembre y hoy acumula más de 25 millones de reproducciones. Cuenta, además, con la bendición de Maluma. El pasado 12 de octubre durante el conteo de éxitos de Los 40 Principales España, Del 40 al 1, el presentador Tony Aguilar hizo una videollamada con “Papi Juancho” en la que le comunicaba que Hawái volvía a ser la canción #1 del conteo. Durante la videollamada hablaron de varios temas, entre ellos la versión de Hawái cantada por la española. "La versión de Beatriz es demasiado buena e interesante”, dijo Maluma. “Me gusta mucho cuando la gente le pone energía a los proyectos. Agradezco a Beatriz que haga su versión. Al final la música es para la gente. Mi música es de la gente. Que haga ese tipo de cosas, se lo agradezco. Tengo que decir que quedó mejor que la mía". Pueden verla entrevista completa a continuación.
Recientemente el colectivo chileno Las Tesis, creadoras del canto Un Violador En Tu Camino fueron nombradas por la Revista TIME como uno de los 100 personajes más influyentes del 2020. Ese performance, que fue replicado por mujeres de casi todas las capitales del mundo y traducido a más de 20 idiomas, logró mostrar cómo la música y el arte son elementos necesarios para lograr cambios en la sociedad y enviar mensajes poderosos que no solo sirvan para entretener. La Mona Soy Yo es una youtuber bogotana que desde hace unos años decidió darle un giro a su contenido y empezar a tocar temas de género enfocados en poner sobre la mesa temas de carácter feminista que ayuden a que su audiencia entienda el tema e ingrese al debate sobre prácticas desiguales que se han normalizado desde una sociedad machista. Ella, junto con Valentina Enciso, lideran el proyecto Agárrate la falda, un performance artístico que lleva un mensaje de valentía para decirle no al acoso callejero. Hablamos con Lucia Beltrán sobre este proyecto. ¿De qué trata Agárrate La Falda y cómo surgió la idea de usar esta expresión como línea principal de la canción? La canción habla de “agarrarse la falda” como una expresión parecida a “póngase los pantalones”. Pero en este caso es agarrarse la falda para luchar contra al acoso callejero, para romper roles de género establecidos. La falda es una prenda comúnmente asociada con la mujer, pero es una prenda de ropa que no debería tener género y mucho menos ser el camino para que alguien más determine tu valor como persona. Si está muy alta o muy larga, nadie debería hacer juicios de valor sobre ti como persona. ¿Cómo surgió la idea de hacer este performance artístico? Valentina Enciso y yo, Lucía Beltrán, ganamos el concurso de “Creadoras Camp”, un taller virtual para creadoras de contenido feminista en Latinoamérica, talleres dictados por una red de mentoras expertas en el tema en la región como lo son Catalina Ruiz Navarro, Ita María, Fat Pandora, Tamara de Anda, Andonella, María del Mar Ramón, entre otras. Fuimos escogidas 13 creadoras, y al final del campamento, ganábamos una beca de creación. Cada creadora ha llevado a cabo un proyecto digital feminista que va desde podcast hasta series de TikToks, sin embargo, Valentina y yo decidimos hacer una canción que hablara de temas relacionados con el empoderamiento femenino. ¿Qué elementos están presentes en el video de Agárrate la falda? Para el videoclip quisimos mezclar el twerk, el porrismo y el vogue, como bailes y deportes sin género, pero que requieren de mucha fuerza y disciplina. Algo muy importante es que todos los participantes del video usan una falda para romper con códigos culturales. ¿Cuál es el propósito del proyecto? La Posibilidad de llegar con un mensaje de valentia, de amor y de no más acoso a la mujer, uniendo experiencias femeninas y la perspectiva feminista con ritmos que nos atraviesan como el reggaeton, el pop y un poco de cumbia. De esta manera manifestar una incomodidad con la que muchas mujeres nos podemos sentir fácilmente identificadas. ¿De qué trata la idea de ‘Sin Perreo No Hay Revolución’ y quién fue el productor del tema? Sin perreo no hay revolución es una reivindicación para el reggaetón puesto que se cree que sus letras y ritmos son solo para el disfrute sexual, cuando muchas veces lo que busca es sacar la sexualidad y sensualidad de las personas para la apropiación de la autonomía y el autoconocimiento sin necesariamente llegar a la relación sexual. Se busca resignificar sus letras y demostrar que más que machistas, son letras que hablan de consentimiento. Fue producida por Will Munar, músico bogotano que ha trabajado en la creación de varias producciones musicales televisivas como Yo me llamo, La voz, Hermanitas Calle, entre otros. Para ver | Pelea como niña: Líricas del Caos, la escuela de rap feminista que llegó a escupir verdades WWW.SHOCK.CO
Como todos los años desde hace casi 20 años, la revista TIME publicó la lista de las 100 personas más influyentes en el mundo. Sin embargo, en 2020 la revelación de los seleccionados se transmitió, por primera vez, en la televisión estadounidense. Entre los seleccionados están el colombiano J Balvin y LASTESIS, colectivo chileno detrás de la canción que se viralizó y le dio la vuelta al mundo siendo traducida a todos los idiomas: El violador eres tú. La revista TIME suele acompañar los anuncios de sus seleccionados con un perfil escrito por colaboradores del medio que explican por qué los personajes son influyentes. El perfil de J Balvin fue escrito por Camila Cabello, quien dice que el paisa ha sido una influencia inspiradora en su vida. “Durante un periodo de intensa ansiedad vi sus publicaciones en Instagram hablando de su lucha con la ansiedad y la salud mental”, escribe Cabello, “y recuerdo que me puse a llorar porque ya no me sentía sola, y me sorprendió que una persona que está logrando cosas tan increíbles es igualmente vulnerable y lo suficientemente valiente para compartir eso con el mundo. Si hay algo que quisiera que todos supieran de él es esto: José siempre ha sido humilde, trabajador y cortés, y constantemente agradecido y amable. Lo he visto convertirse en uno de los artistas más escuchados en Spotify y Youtube a nivel global, ganarse el apodo del ‘príncipe del reggaetón’, sus canciones han sido reproducidas más de 42 billones de veces y siempre se ha mantenido fiel a sí mismo, ha apoyado a sus colegas y a sus amigos y ha soñado en grande. Le ha abierto la puerta a los artistas latinos en todas partes al hacer que el mundo escuche y se enamore de nuestra cultura, nuestros sonidos y nuestro espíritu”. Pueden leer el perfil completo escrito por Cabello aquí. El perfil de las chilenas de LASTESIS fue escrito por Nadia Tolokonnikova, miembro de Pussy Riot, quien dice que el colectivo feminista chileno demostró como el arte en la actualidad puede cambiar el mundo, no solo entretener. Lea también: ‘Un violador en tu camino’: la señal de la juntanza Tolokonnikova escribe: “LASTESIS crearon un hit internacional y un baile viral que, a diferencia de otros éxitos, no trata de una fiesta de viernes. Cinco días después de que el colectivo cantará por primera vez Un violador en tu camino, la volvieron a presentar en Santiago de Chile afuera de las instalaciones de la Suprema corte el 25 de noviembre de 2019, día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer, convirtiéndola rápidamente en un himno feminista al rededor del mundo. La coreografía incluye sentadillas porque cuando los policías nos arrestan, nos desnudan y nos obligan a hacer sentadillas frente a ellos (yo lo he hecho, no hay nada más desagradable). La canción ha sido interpretada por activistas en más de 52 países”. Pueden leer el perfil completo escrito por Tolokonnikova aquí. Si quieren revisar el listado completo de la Revista Time, pueden hacerlo en este enlace.
¿Le ha ocurrido que está en una fiesta familiar o escuchando música en la radio y de pronto se da cuenta que hay canciones muy famosas de las que usted desconocía el mensaje? Por ejemplo, se había enterado de que en la canción Talento de Televisión interpretada por Willie Colón el artista se limita a reducir a una mujer en sus atributos físicos y que es admirada simplemente por su “trasero que causa sensación” o también se ha preguntado cómo es que Café Tacvba terminó contando la historia de un feminicidio en su canción Ingrata de 1994, tema que muchos saltamos y coreamos durante años, pero que la banda ya no interpreta en vivo porque su mensaje no va acorde con los nuevos ideales de los mexicanos. Ejemplos así hay un montón en los que se habla tranquilamente de relaciones amorosas y sexuales con menores de edad; en el vallenato, en el rock, en la salsa, el merengue, en las rancheras y en el reggaetón, demostrando que no es una falla de un género musical sino del machismo que ha existido desde siempre. Lea también: El Gran Varón de Willie Colón y la incomodidad que generaba entre algunos gais Pero hoy no solo hablaremos de canciones machistas, sino que resaltaremos temas musicales que romantizaron las relaciones amorosas y sexuales de hombres adultos con menores. Algunas de las composiciones también pueden ser consideradas pedófilas al incluir historias con colegialas o niñas de catorce años, que en su momento no fueron escandalosas porque eran historias comunes en zonas de nuestro continente, principalmente en las rurales. Para Beatriz Váldes, periodista de Colombia 2020 de El Espectador, muchas (MUCHAS) canciones de vallenato tocan el tema porque hace parte de las historias personales de los artistas que tienen un estatus importante en varios lugares de Colombia, “en la Costa los vallenateros son un hombre deseable, se sabe que son mujeriegos, pero eso no importa porque había una normalización de que las niñas ya estaban en edad de casarse y de merecer por eso es común ver en poblaciones rurales que hay mujeres de 13 y 14 años embarazadas, algunas veces por adultos, aunque ahora es más común que sea con personas de su misma edad”. Para la periodista feminista Mariángela Urbina de Las Igualadas es necesario resaltar que las décadas de los años 80, 90 y 2000 recibieron una herencia cultural en la que veían cómo sus bisabuelas, abuelas y hasta madres pudieron ser forzadas a tener hijos o casarse con hombres mayores, aún siendo menores de edad y no importaba si habitaban zonas rurales, sectores populares o privilegiados, para ella "nunca ha sido mal visto ver a un hombre mayor con una mujer menor, lo que se ha criticado más en la sociedad es cuando una mujer mayor se mete con un hombre menor". La música, sea del género que sea, es un reflejo de las historias que nos rodean y las canciones que serán mencionadas muestran un poco el panorama social que se vivía en el momento en que fueron estrenadas; años donde temas de igualdad o equidad no tenían espacio en los medios de comunicación. ¿Qué habrá motivado a compositores y artistas a hablar en sus canciones de estos temas? ¿Qué opinarán ellos de esas canciones en la actualidad? Párele bolas a estas canciones que han gozado durante años de gran popularidad, al punto de que aún suenan en radio Demasiado niña – Eddie Herrera Este tema hasta tiene video en el que el cantante se ve que es un señor, mientras que en la canción hace referencia a una niña de 13 años que él ve como una “fruta nueva que no se debe tumbar”. Básicamente sabe que está mal hecho coquetearle a una menor, pero no le importa y lo hace. La colegiala – Silvestre Dangond El guajiro que tenía 24 años en el momento en que se publicó esta canción canta sobre cómo suele pasar por el colegio de la mujer que no lo deja dormir donde la admira por lo linda que se ve en uniforme. En la canción resalta que los padres de ella no están de acuerdo con su relación, principalmente porque él es cantante. Ceniza Fría – Los Chiches En este tema los compositores hablan de cómo un hombre está dolido porque se enteró de que su ex novia prefirió perder la virginidad con otro tipo y no lo hizo con él. El profe – Miranda La canción de electropop habla descaradamente del gusto de un hombre mayor por una chica, de hecho, en una parte del tema dice “quisiera que me mientas cuando pregunte tu edad (…) voy a engañarte tonta, solo para tocar tu boca”. La composición de Ale Sergi es pegajosa, pero el mensaje es claro: engañar a una menor para poder saciar el deseo sexual del mayor. La Martina – Antonio Aguilar El mexicano ya era un señor cuando lanzó esta canción en la que inicia hablando de que su experiencia sexual con una mujer de quince años. La canción habla sobre cómo un señor se da cuenta de que su nueva mujer no es virgen y la devuelve a sus padres por ser una “mañosa”. Sorprendentemente la composición es de una mujer, Consuelo Castro. Celos de mi guitarra – Jose Luis Perales Esta canción relata la historia de un señor, que aclara que su adolescencia ya pasó, pero que cree que la mujer de quince años con la que ha compartido tiempo siente celos de cómo él toca a su guitarra. Claramente habla de una relación prohibida, pero en un punto él hace entender que la dejó “vivir sus quince años” mientras él “promete soñarlo”. Amor de colegio – Hector & Tito Cuando la canción salió en 2004, los artistas tenían entre 23 y 25 años, y en ella cuentan cómo van al colegio de una menor para recogerla y después “besuquearla toda”. En él video muestra cómo los tres hombres llegan en motos y carros a las afueras del colegio para demostrarle a otros hombres que “no está sola”. Recomendado: Canciones demasiado incómodas sobre embarazo y maternidad #LaMúsicaNosUne
El 8M es uno de los días en los que el feminismo trabaja con más fuerza y más duro levanta la voz. Pero detrás de esto hay trabajos colectivos permanentes que, a diario, reivindican sus papeles y aprendizajes desde la juntanza. Por Jennifer Daniela Chavarro // @SoyMiroslawa Contra las celebraciones hegemónicas del 8M, el día de la mujer, los movimientos feministas han presentado alternativas para la fecha. Marchas multitudinarias se llevan a cabo cada año a lo largo de todo el mundo como respuesta a la violencia sistemática que se ha vivido a lo largo de la historia de la humanidad. Asimismo, se desarrollan talleres, conversatorios, actividades al aire libre, los “Destapemos la Olla”, performances y mucho más. Ningún espacio guarda silencio, ninguna profesión, ninguna línea de trabajo. Desde las casas, pasando por las universidades, colegios, las calles y demás, se alzan para la huelga feminista y, si bien es uno de los días con los que más fuerza se trabaja y se levanta la voz, detrás de esto hay trabajos colectivos permanentes que a diario reivindican sus papeles y aprendizajes desde la juntanza. La música no es un espacio indiferente a todo lo anterior. Por eso hoy queremos presentarles algunos colectivos que trabajan incansablemente, desde la música, por cuestionar y transformar una industria a través de la línea de género. Todopoderosx Gestada desde la capital del país, Todopoderosx se identifica como un colectivo divergente, que a través de siete pilares propone una transformación de la industria musical colombiana. Siendo transversales, pretenden propiciar espacios de discusión a partir de todos los lugares posibles, por medio de conversatorios, de la muestra de cifras de participación, difundiendo semanalmente una agenda que potencie los eventos con participación femenina, siendo aliadas de festivales y eventos, y generando redes de apoyo que permitan hacer crecer el contacto entre todos los agentes de la música y las mujeres que se accionan dentro de la misma. Con dos años de vigencia, han logrado establecer preguntas y posibles respuestas que han permitido que cada participante de la industria, desde el público hasta los gestores, amplíen su visión del panorama actual del cual están rodeados, frente a la desigualdad incluso en los espacios de disfrute y que difícilmente, en la actualidad, puede ser ignorado. Pez alado Creado en el 2017, Pez Alado propone un enfoque diferencial y de género para observar no solo la escena electrónica nacional, desde lo musical, sino también desde lo exógeno; es decir, aquello que no está netamente ligado a la música pero aun así afecta su recepción. La supervisión de los lugares de fiesta, generando espacios seguros para el disfrute de mujeres y personas de géneros diversos, a partir de la creación de protocolos que hacen partícipes a todos los agentes, desde los venue, los productores al público mismo, les ha permitido generar espacios de discusión distintos donde todos a viva voz, desde sus experiencias y vivencias han podido cuestionar y de a poco, transformar el cómo se desarrolla la escena, todo a partir del autocuidado, el cuidado del otro y el disfrute; y también, les ha dado pie para generar talleres formativos, como lo es RUIDOSXS para el aprendizaje de nuevas generaciones de djs ligados desde lo político a la industria. Los rulos vinyl club La admiración por el objeto dio pie a que en el 2017 el vinilo reuniera a un grupo de mujeres selectoras y coleccionistas. De la juntanza nace el proyecto Los Rulos Vinyl Club, una iniciativa que además de gestionar eventos que giran alrededor de este objeto, le ha dado una plataforma a mujeres para intercambiar saberes y gracias a esto visibilizar su trabajo y conocer también el trabajo de otras colegas. Son más de 20 mujeres que a lo largo de dos años han pasado por las tornamesas de este club, algunas con grandes bagajes musicales de años de descubrir y guardar tesoros y otras que gracias que recientemente han descubierto la pasión por los formatos físicos de música. Nott Desde hace 4 años, en Medellín, este colectivo liderado por las dj Julianna Cuervo, Andrea Arias y María Arango (A.K.A Marea) se ha cuestionado la participación de mujeres en la música electrónica, desde lo local, hasta lo internacional. Pero con un zoom más detallado en Latinoamérica. A partir de esto han accionado creando espacios, no solo seguros, sino también justos. Espacios que siempre fueron merecidos. Como colectivo de dj, sus ejes de acción se crearon a partir de talleres, gestión de eventos y charlas en las que se comparten saberes, junto con el label, encargado de difundir nuevas generaciones de artistas, como por ejemplo, la compilación realizada en el año 2019 titulada Austral. Asimismo, su trabajo las ha llevado incluso a apoyar la curaduría de festivales como el Baum festival. Líricas del caos Este colectivo comienza siendo una agrupación de mujeres que encontraron un refugio en el rap y el hip-hop, y además de eso, una forma para levantar la voz. A través de esta música han establecido como feministas sus necesidades, rabias, preguntas y mensajes, este género ha sido una plataforma para hablar y además de eso, para crear juntanza. Más allá de su trabajo como raperas, pretendiendo fortalecer uno de sus ejes de denuncia: la participación de mujeres en eventos y festivales, en la escena y en la industria, se han convertido en escuela, formando nuevas raperas a través del feminismo y construyendo un tejido social consciente y crítico. Sus pretensiones son poder salir de la capital del país y llevar sus conocimientos y también sus preguntas, a diferentes lugares del país, para hacerle entender a un género hegemónicamente masculino que su voz es igual de válida.
Aunque las elecciones por votación pierden cada día más credibilidad, por lo menos en nuestro país, no siempre fueron la discordia por un tema de corrupción, alguna vez fueron el referente de lucha de cientos de mujeres colombianas por ser reconocidas como ciudadanas y el comienzo de un camino largo de disputa por la igualdad, que en pleno 2020 sigue en pie, pero con otro nombre: “aborto”. Sin embargo, no nos desviemos por ahora… Aquí le vamos a explicar con algunas melodías pegajosas todo el proceso que hicieron nuestras antecesoras para que tengamos algunos derechos civiles hoy en día. Por: JohanaArroyave Diciembre de 1957 tuvo uno de los días más representativos en la historia de Colombia. El primer día de ese mes, bajo el Gobierno de Gustavo Rojas Pinilla, se aprobaron los acuerdos para crear el Frente Nacional (un pacto o acuerdo entre liberales y conservadores, los partidos políticos del momento) pero, además, por primera vez en la historia del país, las mujeres pudieron ir a las urnas a ejercer su derecho al voto. Pero ese fue el final feliz, el nudo de la historia y del que pocas personas saben es que para llegar ahí fue necesario un proceso de lucha de años y varias muertes. La sociedad del siglo XIX obligaba a las mujeres a no ir más allá de sus casas, de las escuelas de sus hijos o de cualquier lugar que sus esposos decidieran, la devoción era el común denominador del momento. Sí, eran días de gritar “quiero escapar” como esa vieja canción de Kudai. Por aquí empezó la revolución: Debido a la Guerra de los Mil Días (1899-1902) varias familias colombianas tuvieron que salir del campo y llegar a las grandes ciudades (muy parecido a la actualidad), como muchos de ellos no podían acceder a un trabajo formal debían ingresar al mundo laboral como empleados domésticos, de esta manera las mujeres empezaron a vincularse de forma no directa en el mundo laboral, pero los salarios eran bajos y las jornadas abusivas - no es que haya cambiado mucho la situación- y además el sueldo no les llegaba directamente a ellas, su dinero por trabajar lo tenía que recibir un represéntate legal, es decir el mancito que tuvieran al lado. El abuso era una constante… Le debemos mucho a las pioneras… varias mujeres empezaron a salir activamente a la calle y a conformar las primeras protestas del género, allí exigían mejores condiciones laborales y jornadas de ocho horas. Gracias a estas chicas en 1917 se conformaron organizaciones exclusivamente femeninas, como el Sindicato Nacional de Obreras de la Aguja, La Sociedad de Obreros y Artesanos de Montería y la Sociedad de Obreras Rendición de la Mujer. Desde estos lugares peleaban por resignificar el papel de la mujer social y políticamente… Era hora de gritar “independencia” como lo hizo Ana Tijoux. En 1922 gracias a los sindicatos de mujeres creados y a entidades internacionales como la Organización Internacional del Trabajo, se modificaron en el Congreso algunos puntos del código civil para las mujeres, el resultado, que las chicas pudieran administrar libremente sus bienes de uso personal, no todo tenía que ser a orden del marido. Poco a poco íbamos ganando libertad. En 1928 se crearon escuelas domésticas en todo el territorio nacional para enseñar a las mujeres oficios que eran ‘propios de su género’, entre ellos la cocina, los tejidos y algunas labores caseras. El Gobierno opresor que pensaba que no servíamos para nada, era momento de darle 'calavera' a esos pensamientos. Lo bueno, cada día se hacían más grandes los grupos de mujeres que se reunían para exigir mejores condiciones de vida en el mundo. ¿Qué el feminismo no sirve de nada? La historia nos lo ratificará, en 1929 se celebró en Bogotá el Congreso Internacional Femenino, en el cual participó como delegada colombiana Ofelia Uribe de Acosta. Los temas principales que se debatieron en este espacio fueron: el papel de la mujer en el sistema educativo, en el matrimonio, en la política y en la sociedad. El resultado de este encuentro fue la creación de una comisión de mujeres que presionaron insistentemente a la Cámara de Representantes y al Senado de la República para que aprobaran el proyecto de Régimen de Capitulaciones Matrimoniales, que había sido presentado por Ofelia Uribe, una ley que buscaba que la mujer pudiera decidir libremente en el matrimonio y que se reconocieran sus derechos civiles. ¿Cuándo iban a entender que nuestra vida solo nos pertenecía a nosotras? En 1930 se autorizó el ingreso de las mujeres a la universidad para que estudiaran, no sirvió de mucho pues por razones económicas el sexo femenino siguió excluido del ambiente escolar, así que la libertad educativa se limitó solo a unas pocas, muy pocas, y algunas de las mujeres que lograban terminar los estudios debían volver a sus casas porque nadie les daba trabajo por tener vagina. Había sido una traición. La lucha continuaba y cada vez era más intensa, los debates entre las representantes de los sindicatos y el Gobierno eran muy álgidos, el Congreso estaba dividido, algunos apoyaban a las mujeres y otros aseguraban que darles voz era “perder las buenas costumbres”, pasados los días se logró llegar a un acuerdo, aprobaron la Ley 83 de 1931, que autorizó que la mujer pudiera recibir directamente el pago de su trabajo y que ningún marido intercediera. Pero no era suficiente, en muchos hogares el hombre le quitaba a su esposa el salario, le impedía hacer libre uso de él e inclusive la maltrataba y le cobraba arriendo por darle “un techo”, era una verdadera tortura. Así que grupos de chicas de Bogotá, Neiva y Manizales crearon un pliego de peticiones y reunieron firmas a nivel nacional para pedir al Congreso que se modificara esta ley y ¡lo lograron! Nació la Ley 28 de 1933 en donde se le daba a la mujer la libertad de hacer lo que se le viniera en gana con sus bienes. Pero nos seguía faltando algo, hasta esa fecha las mujeres no teníamos ni voz, ni voto, muy literal, no éramos ciudadanas y por no serlo tampoco teníamos derecho a participar activamente en temas políticos o sociales. Entonces en 1944 organizaciones como la Unión Femenina de Colombia, fundada por Rosa María Moreno e Hilda Carriazo, y la Alianza Femenina de Colombia, dirigida por Lucila Rubio, solicitaron el reconocimiento de los derechos de las mujeres, pero los medios de comunicación no ayudaban… Nos subestimaron. El Gobierno cerró las puertas y bajó el argumento de que “reconocer a la mujer era traer al país la ruina moral”, nos dijeron “no” una vez más. Sin embargo, la lucha continuó, con cartas, firmas, protestas, programas de radio y una movilización intensa femenina lograron la reforma constitucional de 1945, con ella le concedieron la ciudadanía a la mujer, aun así, no les dieron acceso a votaciones políticas ni la posibilidad de ser elegidas en cargos públicos, estos estaban destinados solo para quienes tuvieran pene. Pero sus degradaciones no funcionaron, nos levantamos con más fuerza. No nos íbamos a cansar, las exigencias de los gremios femeninos eran más grandes que los “no” de la sociedad. Llegó 1953 y con ese año la dictadura de Gustavo Rojas Pinilla con quien se logró negociar la participación de las mujeres en la política y en los sectores administrativos de varias entidades públicas, Esmeralda Arboleda y Josefina Valencia fueron nombradas en la Asamblea Nacional Constituyente, y desde allí, junto con el apoyo y la participación de otras mujeres como Bertha Hernández de Ospina y María Currea de Aya, se logró la aprobación del Acto Legislativo N.° 3 de 1954, que le concedió a la mujer el derecho al voto y a ser elegida. Aunque desde 1957 las mujeres pudieron votar, sus posibilidades de representación eran escasas, ya que muy pocas eran incluidas en las listas para las corporaciones públicas o nombradas por el gobierno para instituciones del Estado, nos ha tomado 66 años llegar a donde estamos y aún hay gente que cuestiona el feminismo y la lucha femenina. Vea también: Mujeres que con sus letras ponen en lo alto el feminismo
Nacida en Santiago, Javiera Mena es, sin duda, una de las figuras más representativas de la escena alternativa chilena. Ella define su música como una mezcla de pop, indie y electrónica; como “pop de autor”. Esquemas juveniles (2006) fue su primera producción y desde entonces ha lanzado otros 3 discos. El espejo (2018) es su más reciente álbum. Desde el comienzo de su carrera, Javiera admitió que es lesbiana y se mantiene como icono LGBTI en su país y en Latinoamérica. Recientemente, ha sido una voz destacada a favor de las protestas en Chile y es una autoproclamada feminista. Tiene sentido que Javiera sea una de las invitadas al Estéreo Picnic 2020, el que mayor cantidad de mujeres ha tenido en toda la historia del evento. Podremos ver su show enérgico y “que no para”, como ella misma lo describe, el próximo 3 de abril en el Campo de Golf Briceño. Para su show en Estéreo Picnic nos cuenta que traerá “la espada”, en referencia a una canción que generó muchas teorías. ¿A qué se referías con ella? La espada para mí es la pasión, pero claro, entiendo la asociación con el objeto fálico. Las mujeres también tenemos lo masculino dentro de nosotras. No hay nada más poderoso que una mujer con un lado masculino desarrollado representado en la espada. Eso fue lo que quise mostrar, pero a mucha gente la descolocó un poco, “¿Por qué una lesbiana quiere que la atraviese una espada?”, se iban por el lado más básico y asociaron la espada con un pene, lo mío era más poético, pero me encantó la discusión alrededor de eso. Este es el año en el que Estéreo Picnic ha tenido más mujeres en toda su historia. ¿Qué opina de la presencia femenina en los festivales? No sabía y me pone muy contenta saber que estaré en esta edición con más mujeres que nunca. Estamos viviendo un cambio de paradigma y tiene que ver con que las mujeres están ganando más espacios y “se lo están creyendo”. Sobre todo en Latinoamérica, en los festivales ves a puro hombre y no solo arriba del escenario: sonidistas, roadies, estudios… son como El club de Toby. Esto tiene que cambiar y está pasando, qué bueno que el Picnic lo esté haciendo. ¿Cree que se deberían establecer cuotas de participación femenina en los festivales? Las cuotas pueden ser un buen comienzo. Venimos de una historia en la que la mujer no salía de la casa y se quedaba cuidando a los hijos. Se necesita una ayuda extra para que en algún momento no se necesiten y la igualdad se dé por sí sola. Me parecen buena idea en principio, para darle una ayuda, pero después no deberían seguir. ¿Cómo fue su acercamiento al feminismo? Bueno, yo casi que nací casi siendo feminista. Cuando niña me ponían vestidos y yo no quería ponerme vestidos ni cumplir el rol de mujer que se me había asignado. Me dejaban vestirme como quisiera, era una niña sin género y siempre fui lesbiana. Por eso, al conocer este movimiento, se me dio natural, no es que esté actuando un personaje. Soy feminista de nacimiento. Historias de resistencia: Pascuala Ilabaca, el estallido de la unión en Chile El feminismo nos ha hecho replantear muchos discursos en la música, el cine y la televisión. ¿Qué piensa de eso? Yo cuando escucho canciones de los 80 y veo que son machistas hago el ejercicio de pensar “estábamos en los 80 y era otra época”, pero uno también tiene contradicciones. Por ejemplo, Friends es una serie que veía y me hacía reír. Pero creo que está bueno tener conciencia de eso, se me hace interesante que se haga el análisis y demos la discusión. Se ha convertido en un ícono LGBTI en Latinoamérica. ¿Cómo llegó a eso? Siempre he admitido que soy lesbiana y eso me empezó a convertir en activista sin quererlo. Me fui dando cuenta de que más allá de asumirlo, la gente necesitaba más voces que lo dijeran. Ahora siento que soy 100% activista, especialmente para la comunidad de lesbianas que es algo invisible aún en Latinoamérica, en comparación con los hombres gays. En ese sentido me siento super activista. La escena musical chilena ha sido muy prolífica en la última década, ¿A qué cree que se debe? Tenemos muchos buenos artistas, al igual que en toda Latinoamérica, pero Chile estaba desconectado. A finales de los 90 nos conectamos más y empezó a aparecer ese nuevo color que era Chile, y es diferente porque tiene otras influencias, no somos tan caribeños, somos más fríos y eso es lo que marca el sabor chileno. Espejo fue su último álbum. ¿Cómo se enmarca en su carrera? Yo considero Espejo como un disco de cantautora electrónico donde hablo de temas como la sombra de uno mismo y la soledad. Me alejé de la pasión y del enamoramiento del que hablé en mis discos anteriores y me metí en temas más espirituales y me fui por ese lado. Un disco más “tranqui”, así lo definiría. Su país fue noticia a final de 2020 por las protestas en varias ciudades. ¿Cuál fue su papel en ellas? Participé en la protesta desde afuera y cuando llegué a Chile estuve en algunas de ellas. También estuve ligada al feminismo que estuvo muy presente con la canción de La Tesis, El violador eres tú. Hay una falta de dignidad en Chile y en toda Latinoamérica y eso salió a la luz, porque decían “Chile es la mejor economía”, pero eso era para algunos no más. Me siento identificada con el movimiento feminista que está más potente que nunca en Chile.
Un canto que a la vez es baile y también un señalamiento se propagó por el mundo al sintetizar el sentir global de las mujeres. En medio de las manifestaciones masivas iniciadas en 2019, el performance Un violador en tu camino emergió y empujó una nueva ola de juntanza quizá más poderosa que el #MeToo, porque busca restaurar la distorsión de la culpa generada por la impunidad y la violencia sexual, al tiempo que mezcla el cuerpo y el canto con el escrache, una forma de justicia alternativa feminista. Por Nathalia Guerrero @nxthxchxs El tañido de un par de cacerolas marcan el compás sencillo del cántico. “El violador eres tú. El violador eres tú. Son los paracos...” Un grupo de más de 30 mujeres en pantalonetas y pantalones señalan al tiempo hacia su izquierda con sus dedos. Las caras pintadas de rojo, se paran al lado de un río en San José de Guaviare, una de las poblaciones que han sido históricamente más afectadas por la violencia de guerrillas y grupos paramilitares en el marco de nuestro conflicto armado. Asimismo, Guaviare fue una de las poblaciones que presentó un aumento en cifras de violencia de género. Durante una época del año, en menos de 70 días, seis mujeres fueron asesinadas. Una escena parecida se repite a miles de kilómetros de distancia, en Turquía. Cientos de mujeres se tomaron las calles de Estambul, su capital, para replicar el mismo performance en su ciudad. Más de siete son detenidas, por orden del cuestionado gobierno de Recep Tayyip Erdoğan. En respuesta, las mujeres pertenecientes a los partidos de oposición replican el performance en el parlamento, haciendo uso de su inmunidad política para protestar en contra del gobierno y de su ministro del interior. Ambas escenas, en diferentes latitudes, tienen como hilo común uno de los acontecimientos más importantes de este año: el performance Un violador en tu camino, creado por el colectivo chileno LasTesis, el cual, mezclando coreografía y letra, logró sintetizar un sentir global entre nosotras las mujeres: que nunca va a ser culpa nuestra que nos violen, sino culpa del violador y de la problemática estructural de la violencia sexual en el mundo. Esta intervención fue creada por este colectivo de cuatro mujeres en Valparaíso, Chile, para ser presentado en el marco del pasado #25N, el Día Internacional de la Eliminación de las Violencias contra las Mujeres. Esta fue una de las creaciones que LasTesis llevan haciendo desde hace más de un año, en una labor por presentar teorías feministas a través de otros lenguajes. En este caso específico, Un violador en tu camino fue resultado de una investigación que realizó el colectivo, donde encontraron que solo el 8% de los juicios por violación sexual terminan en condena en Chile. Aparte de incluir en la letra y en la coreografía señalamientos directos contra los carabineros de su país, los famosos ‘pacos’, la intervención habla no solo de las instituciones como instrumentos de opresión para las mujeres y su evidente complicidad con la violencia sexual en el caso de muchos países. También revierte de una manera muy clara la culpa que muchas mujeres han sentido al ser abusadas, una culpa que nos ha imprimido la sociedad a partir de reclamos como la ropa que usamos, si habíamos consumido alcohol o el lugar en el que estábamos y de quién estábamos acompañadas. Así, con estos argumentos, muchos casos alrededor del mundo han fallado en instancias judiciales contra las mujeres, luego de haber sido violadas y violentadas de muchas maneras. En una frase pegajosa, LasTesis rechaza este discurso de culpabilidad: “Y la culpa no era mía ni dónde estaba ni cómo vestía”. Aparte de esparcirse entre mujeres a nivel global con una ráfaga de intervenciones que no paran de replicarse, la intervención ha generado mucho ruido sobre todo en sectores de hombres, debido al pedazo que señala hacia el frente, cuando las mujeres apuntamos con nuestros dedos y decimos “el violador eres tú”. Este señalamiento, como bien lo explica la teórica feminista Rita Segato, es quizá de lo más importante de la intervención, pues logra ‘explicar al violador como sujeto moral’, como un sujeto normal que está entre nosotras, en nuestros círculos de amigos y permanece impune. “No son locos, ni personas inclinadas al crimen, ni lo hacen porque necesitan sexo, sino para decir algo al mundo”, dice Segato. El performance, a través del baile y el canto colectivo logra sintetizar algo que Segato lleva diciendo durante años a través de sus publicaciones: que la violación es un acto político producto del patriarcado. Estos son los mensajes que lograron el éxito global de esta intervención, unos mensajes que, de manera interseccional, llegaron a mujeres de diferentes sociedades en el mundo, no solo la occidental. Así, junto con la ejecución del performance, empezó a levantarse una nueva ola, quizá más poderosa que el #MeToo, porque mezclaba el cuerpo y el canto con el escrache, una forma de justicia alternativa feminista que hemos empezado a usar para delatar a nuestros agresores entre nosotras y nuestros círculos, a modo de reparación y en vista de la evidente negligencia del sistema judicial en tantos casos. En Colombia, Según ONU Mujeres, en este momento solo el 13 por ciento de los feminicidios en este país está llegando a una condena; la impunidad es la regla. A casi un mes de que la intervención le empezara a dar la vuelta al mundo, sus réplicas y adaptaciones no cesan. La hay realizada por comunidades mapuche, en francés en frente de la torre Eiffel, en italiano, en India rechazando adicionalmente el sistema de castas, en México llenando la plaza de El Zócalo y acá, en territorios donde el silencio impera a la fuerza cuando se trata de violencia y de violencia sexual, como San José del Guaviare y Quibdó. Quizá uno de los aspectos más interesantes de la intervención es su colectividad y la toma espontánea de los espacios públicos en los distintos territorios donde se ha replicado. La juntanza de mujeres se genera de manera espontánea, generalmente a partir de una convocatoria que se hace viral y a la que responden a veces decenas, a veces cientas y a veces miles. Y luego nos coordinamos, voces y cuerpos, mientras otras graban la intervención a medida que la vamos ensayando. Paramos vías, nos tomamos parques, plazas. Nos apropiamos del espacio público, el mismo que nos ha sido prohibido históricamente a las mujeres, mucho más como espacio político. Eventos como este deben ser considerados como momentos memorables del año, porque es la evidencia de que la historia está cambiando, y que es el tiempo de las mujeres. Ojalá 2020 sea un año feminista y sigamos cambiando la historia a punta de viva voz, baile y trabajo colectivo.
Si dieron clic y decidieron leer este artículo, lo más probable es que, como yo, amen la película de 2004, Mean Girls (o Chicas pesadas, como la nombraron en español). Cuando la vi por primera vez, a los 13 años, me obsesioné tanto que me aprendí los diálogos en un inglés que apenas aprendía, recorté de las revistas todas las fotos de Lindsay Lohan que pudiera encontrar. Además, crecí creyendo que todas las mujeres éramos malas entre nosotras. Por: Silvia Suárez // @silviajulianaa Yo amo mucho Mean Girls, no me odien por lo que sigue. Es probable que hayan visto cómo algunos fanáticos de la película insisten en que ésta es la primera escuela de feminismo que recibimos los que estamos entre los 23 y 35 años, solo porque al final las protagonistas hacen las paces gracias a que Ms. Norbury (Tina Fey) reúne a todas las chicas del colegio y dice: “todas deberían dejar de llamarse perras y zorras entre ustedes. Eso solo hace que esté bien que los chicos también lo hagan”. Esa frase justamente se nos vendió como un conjuro mágico y feminista que tiene más implicaciones problemáticas que positivas, y es de lo que quiero hablar acá. Seré clara: el problema principal de Mean Girls es que pone toda la responsabilidad de las discusiones y peleas en las estudiantes mujeres. La película vende la idea trasnochada de que “el mayor enemigo de una mujer es otra mujer”, así que apunta a solucionar los problemas “de las mujeres”. ¿En realidad, somos las mujeres quienes “permitimos” que los hombres nos llamen de ciertas formas? No, es el patriarcado el que permite a hombres (y a mujeres como las de Mean Girls) llamarnos como quieran. Por ejemplo, después de que se enteran del libro en el que Las Plásticas habían escrito comentarios negativos acerca de sus compañeras, solo reúnen a las estudiantes mujeres para hablar del asunto. Obviamente un hombre no estaría involucrado en chismes de mujeres, ¿cómo se me ocurre? Así, pasan por debajo de cuerda actitudes violentas de los compañeros hombres de la escuela, quienes, por decir menos, han sexualizado a todas sus compañeras y son excusados con que los chicos siempre serán chicos. Ni hablar de que, según el libro de chismes, un profesor hombre mayor de edad tiene relaciones sexuales con estudiantes menores de edad. Eso pasa como un chiste y el profesor nunca es llamado a responsabilizarse por sus acciones. De nuevo, las que están mal son las estudiantes que estuvieron con él. Otro de los problemas de Mean Girls en relación con el feminismo es su exposición del amor romántico como el fin de toda chica. El centro de la película es la pelea entre Regina y Cady por tener el amor de Aaron Samuels, el lindo y popular del colegio. El primer error de la que llamaré “la rama del amor romántico” de la película se ve cuando Cady les dice a sus amigas de Las Plásticas que le gusta Aaron, sin saber que él había sido novio de Regina (la abeja reina del grupo). Gretchen, la seguidora más fiel de Regina, se apresura a decirle que no puede salir con los ex novios de sus amigos porque “son las reglas del feminismo”. Me declaro culpable de haberme creído esta regla y de haber propagado esta idea. En realidad, el feminismo no tiene esta regla (¿o ninguna regla?). Si algo quisiera el feminismo es que no se entendieran las relaciones sentimentales como un ejercicio de poseer a otro, que es más una idea capitalista que otra cosa, por lo que en realidad cualquier mujer podría cuadrarse con cualquier persona así hubiera sido la pareja de su amigx en el pasado. El punto aquí es tener en cuenta la responsabilidad afectiva: ¿le afecta a tu amigx que salgas con su ex pareja? ¿aún tiene sentimientos por su ex pareja? ¿es incómodo para alguna de las partes? Si las respuestas son no, pues adelante. El segundo error de esta rama puede verse en cada jugada que hacen las chicas contra ellas mismas por tener a un chico. Sí, todos quisimos hacer la broma de “Planned Parenthood” en algún momento, pero en realidad está muy mal jugar así con la vida sexual y reproductiva de una compañera de clase. Tampoco está bien manipular el cuerpo de otra con barras que la hacían subir de peso o cremas no aptas para la cara. Pero no solo está mal porque afecta la vida de otra mujer, sino porque en la película se muestra, de nuevo, que el centro de la vida las mujeres son los hombres; que las acciones que una mujer toma para conseguir algo son motivadas por hombres. Nada menos feminista que esto. Por último, hay una constante burla hacia Damien, el personaje gay de la película, no solo de los compañeros hombres (de quienes, seamos sinceros, se esperaría), sino también de sus propias amigas. ¿No les alcanzo el “empoderamiento” femenino para darse cuenta de que la estaban embarrando ahí? Yo sé que esta es una película del 2004, que mirarla con los lentes feministas actuales es anacrónico. Rescato también la posibilidad de que la guionista, que es Tina Fey o sea Ms. Norbury, haya querido hacer una exposición de hora y media de lo que estaba mal en cuanto a las relaciones entre mujeres adolescentes en ese año, que lo haya hecho para evidenciar un problema y no para avalarlo. Sin embargo, es más anacrónico aún decir a estas alturas, en pleno 2019, que esta película es feminista. Sí, cuenta con reflexiones importantes, como cuando Cady está en el debate de matemáticas y tiene que competir contra otra chica que no está bien maquillada, entonces se da cuenta de que “criticar a otra mujer no me va a hacer mejor”. Pero no por eso es feminista.
El feminismo y la equidad de género cada vez van ganando más espacio en la discusión sobre muchos temas, y por supuesto, la música no ha sido la excepción. Por eso la participación de mujeres en festivales y, en general, la cantidad de propuestas femeninas en la música cada vez nos llama más la atención. ¿Será que los festivales tienen un sesgo contra las mujeres? ¿Por qué cuando pensamos en actos de pop se nos ocurren las mujeres casi que inmediatamente, mientras que cuando hablamos de rock son mucho más los nombres masculinos los que llegan a nuestra cabeza? Por: Paula Ricciulli // @ricciup Tomemos, por ejemplo a Rock al Parque. Una mirada rápida a los carteles del festival en sus 25 años de historia nos muestra muy pocas mujeres solistas o en bandas frente a una cantidad abrumadora de proyectos masculinos. Y si una mirada rápida nos permite concluir la poca participación femenina en Rock al Parque, un estudio más detallado arroja la misma conclusión. El colectivo y festival Ruidosa, liderado por la cantante chilena Francisca Valenzuela, analizó la paridad de género en 66 festivales en la región realizados en 2016, 2017 y comienzos de 2018. Rock al Parque es uno de los festivales con menor participación de mujeres en el continente (3.6%). En su edición 2019, se jactó de ser un evento incluyente que rechaza el machismo por incluir a 22 grupos con mujeres en su cartel. Sin embargo, con 73 actos en total en el festival, aún no es una cifra para enorgullecerse. Mujeres y Rock al Parque: ¿por qué es una relación agridulce? El equipo de Ruidosa analizó los carteles de 66 festivales de Argentina, Colombia, Chile y México. En los últimos tres años, siete de cada diez actos en festivales de música han sido de hombres solistas o bandas de hombres. Además de Rock al Parque, Cosquín Rock (Argentina, 2.2% de participación de mujeres), Pal norte (México, 5.8%), Vive Latino (México, 5.9%), y Estéreo Picnic (Colombia, 7%) son otros de los festivales latinos que se rajan en equidad de género. ¿Cómo están los festivales latinos en participación femenina? Esto no es solamente en Latinoamérica, sino en festivales de todo el mundo. En Coachella, en los cerca de 20 años de historia del festival solo han cerrado cuatro mujeres o bandas con integrantes femeninas: Björk (dos veces), Portishead (con Beth Gibbons), Beyoncé y Ariana Grande. Lollapalooza en 2018 llamó la atención por incluir a solo 38 mujeres en un cartel de 183 actos. ¿Será que las mujeres son discriminadas en los festivales? Analizamos a 202 bandas que se inscribieron a la convocatoria distrital de Rock al Parque 2019 de todos los géneros musicales. De ellas, solo 24 (alrededor del 11%) tienen al menos una mujer entre sus integrantes. El problema entonces no parece ser que en Rock al Parque tenga un sesgo contra los proyectos de mujeres, sino que no hay tantos para elegir. ¿Por qué hay menos bandas de rock femeninas? Una teoría es que el origen de buena parte de los grandes festivales en el mundo ha sido tradicionalmente masculino. Estos eventos fueron símbolo en su momento del rock alternativo que se oponía a lo corporativo y frívolo (algo que representa muy bien el pop, un género históricamente dominado por mujeres), según opina Forrest Wickman en el portal Slate. La mujer se volvió sinónimo/instrumento de lo plástico, banal y corporativo, mientras que el hombre encarnaba el espíritu contestatario y rebelde. Culturalmente, le hemos atribuido al rock características “masculinas”, como rudeza, fortaleza, atrevimiento y agresividad, todo lo contrario al pop, mucho más “femenino”, sensible y emotivo. Por eso, no es de extrañar que (todavía) a muchos hombres heterosexuales les dé pena admitir públicamente que les gusta una canción de pop. Por eso, cuando pensamos en bandas de rock, solemos recordar principalmente en bandas de hombres. Por supuesto, ambos son estereotipos obsoletos, pero siguen teniendo vigencia. Buena parte de los subgéneros del rock (metal, punk, hardcore, entre otros) han sido hechos por hombres, así que suele haber más oferta de bandas masculinas en estos estilos. Shirley Manson, vocalista de Garbage, declaró alguna vez en Loudersound.com que “todo el juego del ‘rock’ fue diseñado y mantenido por el patriarcado. Así que, si las reglas son escritas por hombres, es difícil para las mujeres infiltrarse, porque las mujeres juegan un juego de hombres y no el propio. Aún sigue siendo difícil para las mujeres ser tenidas en cuenta como pensadoras y creadoras de la misma manera que los hombres”. Ella recuerda que, en ocasiones, cuando buscaba al abogado de la banda, se negaba a seguir sus instrucciones antes de confirmar con otro miembro (hombre) del grupo, aun cuando ella era la líder. ¿Dónde han quedado las mujeres artistas en los conciertos en Colombia? “Es innegable que hay estigmas que han marcado en el pasado el papel cultural de las mujeres o los hombres en la música y esto se ve reflejado en que no tengamos la misma proporción de propuestas femeninas y masculinas en el rock”, afirma Catalina Villegas, integrante de la banda de Medellín de rock alternativo Lilith. “Creo que se nos ha inculcado que es más normal tener una banda de rock de hombres”, cuenta la mexicana Daniela Villarreal, líder de The Warning, una de las bandas femeninas invitadas a Rock al Parque 2019. Ella agrega que ha sentido que no la toman en serio por ser mujer en algunas de sus presentaciones. Para Marcela Morales, del grupo de metal Ataque de Pánico, “hay una tendencia a subestimar a las bandas de mujeres porque precisamente ha sido un proceso largo para una mujer ganar espacio en una escena de hombres”. Sin embargo, estas mujeres reconocen que cada vez hay más propuestas femeninas. “La participación se está incrementando y veo que cada vez hay más mujeres en bandas, no solo como voces líderes, sino también como instrumentistas. De forma natural, los hombres han liderado en muchas propuestas, pero cada vez hay más chicas y la tendencia va a girar a un balance mayor”, opina la cantante e instrumentista Ana Jimena González (Brina Quoya). Para José Gandour, periodista y crítico musical director de Zona Girante, “la creación de bandas femeninas, en un número importante, ha sido un fenómeno reciente”. Sin embargo, José añade que, aun cuando existen cada vez más propuestas femeninas, “el panorama musical colombiano no ha tomado en serio el papel de la mujer en el medio. Gran parte de las propuestas colombianas que van a sonar internacionalmente en los próximos años van a ser hechas por mujeres. Nos estamos perdiendo una participación importante y renovadora en la música colombiana", opina José quien menciona Brina Quoya, Mabiland o Lianna, como algunos ejemplos de propuestas femeninas que se han destacado. ¿Qué hacer? En 2017 Rock al Parque puso en marcha una tarima dedicada solo a propuestas femeninas y actos como Nervosa, Mon Laferte, Salt Cathedral, Catfish, Lucrecia Dalt y la Santa Cecilia brillaron en el escenario. En ese año, la participación de mujeres se incrementó frente al 2016 (pasó de 15 a 32). Aunque la idea fue bien recibida por el público (la tarima se llenó), no tuvo efectos en el incremento de la participación femenina en el festival a largo plazo. Tras el positivo incremento de participación femenina en 2017, en 2018 se vino al piso con solo 14 mujeres dentro del cartel. A la tarima femenina, aunque fue una idea bienintencionada, tal vez le faltó mantenerse y consolidarse para lograr mejores resultados. A veces ese tipo de medidas resulta insuficiente si no hay un verdadero cambio estructural. En su momento, Cynthia Montaño, participante en Rock al Parque 2017, resaltó la importancia de esta iniciativa en una entrevista para Shock: “Primero, que incluyan sonoridades diferentes, porque eso indica que nuestra Colombia se reconoce como pluriétnica, multicultural y diversa. Lo segundo, me parece que para las mujeres es una ganancia muy grande, porque esto apoya a las mujeres en su trabajo y además genera equidad de género. Sin embargo, es importante que tanto mujeres y hombres compartamos un mismo gran escenario, comiéndonos el mismo público positivamente y ganándonos ese espacio”. (Andrea Echeverri de Aterciopelados, una de las mujeres destacadas en el rock nacional). En mayo en Argentina se presentó el proyecto de ley Mercedes Sosa, que exige al menos un 30 por ciento de participación femenina en festivales, ciclos y programaciones anuales de música en vivo y fue aprobado por el Senado. La discriminación positiva es como se conoce a las acciones encaminadas a favorecer a un grupo que históricamente ha sido menospreciado. Aunque a muchos les parece una buena idea para combatir desigualdades, a las mujeres entrevistadas por Shock les preocupa dar prioridad al género frente a la calidad de las propuestas. “Aunque creo que una medida así pueda ser pedagógica, me parece problemático que se privilegie el género de un proyecto por encima del talento”, opina Ana. “Siento que una cuota es como pedir permiso para participar, cuando estamos en un momento histórico en el que la atención se centra en nosotras”, agrega. Catalina, de Lilith, está de acuerdo. “Eso puede terminar llevando un mensaje equivocado a la audiencia de que estas agrupaciones solo tienen la posibilidad de estar en esos festivales por las cuotas mínimas y no porque su trabajo sea bueno”. Rita Indiana, una de las artistas femeninas de Rock al Parque 2019 opina: “Depende de nosotras. Tenemos que salir a buscárnosla con el machete en la boca y darle pa’ ya a los proyectos sin miedo. Siempre va a haber algún estúpido que te va a decir alguna estupidez o te va a tronchar el camino. Hay que aprender a lidiar con esa oposición y con la presión de que el mundo lo hicieron los varones y ellos están al mando todavía. Estamos en la lucha, pero eso está cambiando ya”. Tradicionalmente ha sido difícil para las mujeres abrirse paso en géneros más asociados a los hombres. Sin embargo, pese a la que la participación femenina ha sido baja, hemos roto estereotipos negativos y hoy las propuestas femeninas han logrado consolidarse y demostrar todo su talento. La invitación es también para nosotros: para revisar cuántas mujeres hay en nuestras playlists y conocerlas más. Aunque nos hace falta ver más proyectos de mujeres, ellas no quieren que su música se conozca solo por una cuota, sino porque de verdad es buena, sin importar el género.
Muchos tenían puesta la esperanza de que sus eventos, conciertos y festivales favoritos retomaran a la normalidad con la llegada del 2021, pero la realidad golpeó la ilusión con el anuncio de la cancelación del Festival Glastonbury por segundo año consecutivo.Aunque gran parte del planeta empezó jornadas de vacunación masiva, parece ser que el esfuerzo no hará que el virus desaparezca con facilidad de nuestras vidas, haciendo que el fin de la pandemia se incierto.El 12 de marzo de 2020, en el primer mes complejo del coronavirus, se anunció la cancelación del festival que tenía cabezas de cartel como Taylor Swift, Paul McCartney, Diana Ross y Kendrick Lamar. Otras bandas invitadas eran Cage The Elephant, Charli XCX, Camila Cabello, Caribou, FKA Twigs, Goldfrapp, Kacey Musgraves, Kelis, Pet Shop Boys, Noel Gallagher's High Flying Birds, Lana del Rey, Primal Scream, entre muchas otras.Meses después se informó que se estaba trabajando en la edición post-pandemia para 2021, pero en la mañana del 21 de enero se emitió un comunicado confirmando una nueva cancelación.Comunicado Glastonbury Festival en español:"Con gran pesar, debemos anunciar que el Glastonbury Festival de este año no se llevará a cabo, y que este será otro año sabático obligatoria para nosotros. A pesar de nuestros esfuerzos por mover el cielo y la tierra, es claro que simplemente no podremos hacer realidad el Festival este año. Lamentamos mucho decepcionarlos a todos. Al igual que el año pasado, nos gustaría ofrecer a todos aquellos que obtuvieron un boleto en octubre de 2019 la oportunidad de transferir su depósito de £ 50 hasta el próximo año, y garantice la oportunidad de comprar un boleto para Glastonbury 2022. Estamos muy agradecidos por la fe y la confianza puesta en nosotros por aquellos de ustedes con depósitos, y estamos muy seguros de que podremos entregar algo realmente especial para todos nosotros en 2022! Le agradecemos su increíble apoyo continuo y esperamos que vengan mejores tiempos por delante.Con amor. Michael y Emily"Con este anuncio, se espera que otros festivales de música en Europa anuncien su cancelación o aplazamiento.Para ver | Aterciopelados en casa de la vecina - Videogalerías Shock¡La música nos une
Para cerrar el día de inauguración de Joe Biden como presidente y Kamala Harris como vicepresidente de los Estados Unidos, se realizó un concierto especial titulado Celebrating America, presentado por el actor y productor de cine Tom Hanks. El evento tuvo presentaciones en vivo y pre-grabadas desde diferentes lugares del país.Recordemos que, en la mañana, durante la posesión oficial, Lady Gaga interpretó el Himno Nacional de E.E.U.U, mientras que Jennifer López cantó America, The Beautiful.Para ver | Lady Gaga y Jennifer López, la cuota musical en posesión presidencial de E.E.U.UCon Bruce Springsteen desde el monumento de Abraham Lincoln en Washington DC inició la transmisión. La canción elegida por el músico fue Land of Hope and DreamsDesde Miami, Florida, la banda Jon Bon Jovi se conectó con el concierto especial para cantar la canción Here Comes The Sun.El presidente número 46 de los Estados Unidos Joe Biden dio un nuevo discurso en su día de inauguración. Lo hizo en frente de la estatua de Abraham Lincoln.Recomendado | Donald Trump: las 13 redes sociales que lo han vetado hasta el momentoEn una bodega de Memphis, Tennese, Justin Timberlake cantó en compañía de Ant Clemons la canción Better Days. Este tema fue lanzado en 2020. Al final de la interpretación para Celebrating América, se unieron a un coro juvenil que cantó en las calles de Memphis.Acá pueden escuchar la canción en un performance especial.Black Pumas celebró la victoria de Joe Biden y Kamala Harris desde Austin, Texas. Para este evento televisivo especial eligieron interpretar el sencillo Colors, tema nominado a algunas categorías de los Grammy Awards 2021 y que hace parte del álbum homónimo de la banda.Dave Grohl, cabeza de Foo Fighters, homenajeó a los profesores de todo Estados Unidos por su esfuerzo por educar al país. En vivo desde Seatle, Washington, la banda interpretó la canción Times Like This.La cuota latina de la noche estuvo a cargo de Ozuna cantando desde su casa Taki Taki y de Luis Fonsi, recordándole a los estadounidenses el hit (mega hit) Despacito.El evento lo clausuraron Demi Lovato desde Los Ángeles y Katy Perry cantando Fireworks desde Washington.Revivan el concierto completo en el canal Biden Inaugural CommitteePara ver | 'Imagine' de John Lennon & Yoko Ono cumple 50 Años – Shock¡La música nos une!
Los VMAS de 1999 nos trajeron un momento inolvidable en la cultura pop: el enterizo lila de Lil Kim en el que uno de sus senos quedaba al descubierto, a excepción de una pequeña flor cubriendo el pezón. El vestido se mantiene como un clásico de las entregas de premios y famosas como Miley Cyrus lo han replicado.En una reciente entrevista con People, Lil Kim, una de las raperas femeninas más importantes de las últimas décadas, reveló la inspiración detrás del look, uno de los más comentados del momento. “Mis pezones siempre lograban destacarse mucho. Missy (Elliot) me dijo “amiga, tus pezones se destacan mucho. Un día deberías salir solo con un pezón por fuera”. Missy lo dijo en broma, pero Misa Hylton, estilista de Lil Kim, se lo tomó muy en serio y el comentario de Missy se hizo realidad. El chiste de Missy Elliot inspiró el atuendo. Pero otro elemento fue fundamental para que el conjunto generara impacto: la peluca color lavanda. Inicialmente iba a ser rubia, pero la colorista se equivocó y resultó más cercana a morado. Pero cuando Hylton escuchó de qué color era, dijo “el traje de Kim es lavanda, está perfecto”. Lo que parecía un accidente terminó complementando a la perfección el look.A sus 46 años, Lil Kim se mantiene como una de las raperas femeninas más importantes dentro de hip hop y fuera de él. Artistas como Salt-N-Pepa, The Lady of Rage, MC Lyte y Da Brat fueron algunas de sus principales influencias. Hard Core (1996) fue su disco debut y 9 de 2019 fue su última producción. En 2005 pasó un año en la cárcel, luego de mentirle a un juez sobre la participación de un amigo en un tiroteo. Kim ha vendido más de 30 millones de discos a lo largo de toda su carrera.
En su salida de la Casa Blanca en el avión presidencial, Donald Trump hizo sonar una canción sumamente significativa: My Way, de Frank Sinatra, lanzada en el disco homónimo de 1969. Es una canción que se ha convertido en himno de quienes creen que no deben rendir cuentas a nadie, pues después de todo, “lo hicieron a su manera”.Trump también la eligió para su primer baile como presidente con su esposa Melania. La canción es original del cantante francés Claude François, uno de los artistas más reconocidos de mediados de los años sesenta en ese país. En unas vacaciones la escuchó el cantautor Paul Anka, y aunque la letra no le convenció mucho, la melodía no podía sacársela de la cabeza. François se la vendió a un bajo precio, pues la canción no logró ser un éxito en Francia.A Anka le pareció que la canción podía funcionarle a Sinatra y así fue: se convirtió en uno de sus mayores éxitos. Mientras la letra de la canción original hablaba de una pareja atascada en la rutina, la versión de Sinatra era sobre un hombre que mira el final de su vida sin arrepentimientos.Artistas como Elvis Presley, Nina Simone, Robbie Williams, hasta Sid Vicious, Andrés Calamaro o Vicente Fernández han hecho su versión. Durante décadas, My Way ha sido sinónimo de nostalgia y retrospectiva de los momentos importantes de la vida. Con Trump, mucho lo interpretaron como algo más cínico que nostálgico. La maldición de My Way Además de su significado nostálgico, My Way tiene otras connotaciones. En Filipinas se extendió una maldición asociada con la canción, pues se han registrado múltiples asesinatos entre personas que cantan precisamente esta canción en los bares de karaoke de diferentes ciudades del país. Entre 2002 y 2012 se registraron cerca de 10 asesinatos asociados a My Way. Aunque expertos atribuyen los asesinatos a la violencia en ciertos sectores del país, lo cierto es que muchos filipinos eligen no cantarla en público y sigue generando atención por eso.En 2007, un guardia de seguridad le disparó a un hombre que estaba cantando la canción, pues estaba desafinado. En 2018, un hombre de 60 años fue apuñaleado por vecino, cuando el primero le arrebató el micrófono para cantar My Way. En ese país, el karaoke es un pasatiempo muy común entre la gente y es frecuente que se presenten peleas. Incluso se presentó una ley para limitar los horarios de los karaokes. Pero el hecho de que sea precisamente esa canción es lo que lleva años causando curiosidad.
Este 20 de enero en redes sociales hubo mucha confusión alrededor del indulto del expresidente Donald Trump a los raperos Lil Wayne y Kodak Black. A propósito, aclaramos dudas sobre esta figura y quiénes fueron los indultados.¿Qué pasó con Donald Trump y varios raperos?Lil Wayne, uno de los raperos más reconocidos de la última década, recibió un indulto (es decir, se le perdonaron los crímenes) por parte de Donald Trump en el último día de su mandato. El rapero fue detenido por posesión ilegal de armas y drogas a finales de 2019. En 2009 ya había sido declarado culpable por el mismo delito y condenado a un año de prisión. Igualmente, el rapero Kodak Black recibió una reducción de su pena por posesión de armas.“El presidente Trump y su Administración han sido defensores incansables de la comunidad afroamericana. Estos indultos son un ejemplo perfecto de que esta Administración sigue sus reformas y compromisos”, declaró a la revista Rolling Stone Bradfod Cohen, abogado de ambos raperos.¿Por qué a ellos?Al ser figuras mediáticas, los indultos de Lil Wayne y Kodak Black recibieron mucha atención. Pero ellos fueron solo 2 de las 143 personas que indultó Trump en su último día como presidente, con liberación o rebaja de pena. Uno de los que también se conoció fue el de Steve Bannon exasesor de Trump acusado de fraude. Lil Wayne apoyó a Trump en su más reciente campaña presiencial. ¿El presidente puede hacer eso?Es frecuente que los presidentes de Estados Unidos hagan indultos en sus últimos días de gobierno. La posibilidad está en el artículo 2 de la constitución. El presidente solo puede indultar crímenes federales (cuando un sospechoso viola una ley aprobada por el Congreso de los Estados Unidos) y no crímenes estatales (violar una ley de un estado específico). Trump fue uno de los presidentes con menos indultos, cerca del 1% de las solicitudes de indulto, fueran aprobadas, uno de los números más bajos en la historia de Estados Unidos, según cifras del Departamento de Justicia.¿Y qué tiene que ver Snoop Dogg?Snoop Dogg trabajó en conjunto con Weldon Angelos, ex productor musical y prisionero indultado, quien se acercó a la activista Alice Johnson, a quien Trump le perdonó una condena de por vida. Snoop hizo una campaña con ambos activistas para lograr el indulto de Michael "Harry-O" Harris, quien contribuyó a formar la disquera Death Row Records, que durante los 90 tuvo a actos como el propio Snoop, Dr. Dre, Nate Dogg o Tupac. El sello se desintegró en 1997. ¿Quién es Michael "Harry-O" Harris?Harris se encontraba desde 1988 cumpliendo 6 condenas por intento de homicidio, secuestro y tráfico de drogas en el Lompoc Federal Correctional Institution de California. Los defensores de Harris argumentaron que el hombre se ha reformado en la cárcel y ha sido creador de varias campañas de reinserción en la cárcel. “Hace 30 años, yo era parte del problema. Sin embargo, a través de los años he demostrado en repetidas ocasiones que soy parte de la solución. Se trata de dar a la sociedad con mi nueva visión, talentos y descubrimientos y ayudar a las comunidades que tanto me necesitan”, declaró Harris al Daily Mail en 2019.El abogado de Harris declaró que su condena fue excesivamente larga: "Ocurrió durante los 80, cuando los presidentes Reagan y Bush impusieron penas excesivamente severas para delitos por drogas, lo que afectó negativamente a jóvenes afroamericanos viviendo en las ciudades".