Aquí estamos con nuevos temitas, pero queremos recordarles que tenemos un especial con reseñas de discos colombianos (álbumes de estudio y EP) para que se empapen de la diversidad musical del país. También pueden echarle un ojo a los mejores del 2020 en este especial. En esta oportunidad les presentamos las novedades musicales de la semana.Ain't no love - CianEl nuevo sencillo bilingüe del músico colombo-estadounidense es una colaboración con el rapero Elevn. Una canción de desamor y balas perdidas para esas relaciones fallidas que dejaron heridas profundas.Esta ciudad - Flor de JamaicaEmociona mucho la nueva era musical de la agrupación que ahora está conformada por tres integrantes. Invitados a escuchar las canciones que son hermanas de este sencillo tituladas El planeta no se irá y Mañas, temas que dejan claro la evolución musical y visual del proyecto.3AM - EvEs una canción para una relación en espiral, que siempre se queda en nada, pero a la que se le gasta muchas neuronas y tiempo en las madrugadas. Hará parte del álbum debut de la cantante paisa.La Botella - Maluma, Justin QuilesLuego de grabar juntos 'Parce' para el álbum 'Papi Juancho', ahora los dos exponentes del reggaetón se reúnen, pero para el álbum 'La última promesa' de Quiles. Bienvenido el perreo.Huele a gol - MoratLa banda bogotana estrena una nueva canción en torno al fútbol, tema que será usado en un medio de comunicación mexicano para promocionar la liga y el torneo nacional de ese país.Perdón Margarita - Los MakenzyLos hermanos vuelven a conquistar nuestros oídos con su propuesta de rock. Una canción de menos de tres minutos para bailar y caminar en la calle.Maldita foto - Manuel Turizo, TINILa cantante argentina invita al monteriano a su nueva canción que inicia como una balada y evoluciona en un soft reggaetón. El video muestra la química gigante que hay entre los dos artistas.Diferente - Yogev, ManuvaLa guaracha está penetrando fuertemente en los listados internacionales. En esta oportunidad el DJ colombiano viene con una propuesta un poco más pulida del género, pero que mantiene la esencia fiestera de esta derivación del tribal house.En video | Manuel Medrano reacciona a lo que se dice de él en Twitter ¡La música nos une!
Los Makenzy están lanzando Monstruos y animales, su segundo álbum, en el que hacen un repaso magistral de todas las posibilidades de su música. Un disco ambicioso, diverso, que toma una distancia del “rock” para adentrarse en los misterios de hacer música en español. Lanzamiento altamente recomendado. Por: Juan Pablo Castiblanco Ricaurte // @KidCasti Son raros los senderos de la música en el siglo XXI. Un reportaje del New York Times analizó el pop hecho en el 2018 y concluyó que lo que el mundo había conocido a finales de los 80 y comienzos de los 90 en manos de artistas como Madonna o Michael Jackson, había cedido su espacio preponderante para convertirse en una porción más del Pop (así, en mayúsculas) que se había adueñado del mundo entero, y que ahora se manifestaba en forma de rap, el dance, y hasta lo que unos muchachos de peinados estilizados hacen en Corea. Ahora todo es pop, y todo está contagiado de sus dinámicas: las colaboraciones, reemplazar el disco por el sencillo, hacer música efímera. Lo cual no es malo ni bueno, sencillamente es. En medio de ese embate industrial, del replanteamiento de los géneros como estructuras inquebrantables, de que hacer un disco completo sea sinónimo de una utopía, sigue existiendo el deseo de muchos músicos de hacer canciones para contar historias, sublimar sentimientos, hablar del amor, o escribir cartas al futuro para inmortalizar el presente. Una especie de resistencia en medio del caos y las reglas de la industria. Y ahí, en medio de todo eso, están Los Makenzy. Hace tres años los hermanos Andrés (contrabajo) y Nicolás (guitarra y voz) Makenzy lanzaron su álbum debut homónimo. Fue un disco de once canciones, hecho de un solo tacazo, producido por David Cárdenas, con fuertes vínculos al rock-blues, al destilado furioso de guitarras y bajos, a un sonido inspirado en bandas como Queens of the Stone Age, Arctic Monkeys o Jack White. Tuvo un sencillo memorable, Aura, y lograron conquistar festivales como Rock al Parque, Estéreo Picnic o Breakfest. Pero sentían que el Los Makenzy (2016) no había sido escuchado en su totalidad. En el proceso de presentar este disco siguieron escribiendo canciones que se sumaban al repertorio de sus actos en vivo, que fueron colándose en la memoria de sus fanáticos y que inevitablemente tuvieron que grabar y lanzar como sencillos sueltos. Inicialmente el plan de Los Makenzy era sacar un EP de tres o cuatro cortes con lo que grabaron en Flux Studios en Nueva York bajo la producción de Daniel Sanint, pero el proyecto fue creciendo. Su coqueteo con el reggae, Wasting Time, se había vuelto un clásico cantado a todo pulmón en sus conciertos y decidieron grabarlo con un productor que, para ellos, manejaba el mensaje del reggae como ningún otro: Juan Pablo Vega. Y, por otra parte, conocieron al mítico tecladista y productor argentino Tweety González con quien trabajaron otros tres temas. El EP le dio paso entonces al álbum que la banda bogotana lanzó el pasado 26 de abril, bajo el nombre Monstruos y animales. La relación con Tweety González les reveló además ciertas expectativas que tenían sobre su trabajo y los liberó de otras tantas pretensiones para allanar y simplificar su camino. Se juntaron durante un fin de semana en el que, según explica Andrés, tocaron libremente sin que González interviniera: "Esa es la labor del productor: entender qué necesita cada artista. Los temas que él escogió son canciones de formas planas que jamás habríamos grabado, con las que uno se siente un poco incómodo porque uno está en esta vaina de ser experimental y súperartista, sacar cosas raras. Eso es otro reto, empezar a ser claro con su propia música y expresarse como a uno le gustaría que le hablaran, liberarse de todos estos pajazos artísticos de hacer acordes raros o decir cosas que no se entiendan. Eso fue chévere. Aprendimos un montón en el proceso.” Por el fraccionado modo de producción antes mencionado y porque sus canciones abarcan vivencias e ideas de un periodo de casi cuatro años, Monstruos y animales es un disco verdaderamente rico, profundo, multicolor y complejo. El “rock” cede su espacio a canciones más cercanas a la balada o la canción latinoamericana, sin perder fuerza y vigor. "Lo que pasa con nosotros es que nunca hemos sonado igual en ningún momento, ni porque le pongas el mismo estudio ni el mismo productor, porque todos los temas son de géneros diferentes. En el primer disco había baladas, country, death merengue, rock experimental, alternativo... sí tuvimos muchas ganas de ser así pero nunca se nos dio”, explica Nicolás. Andrés complementa: “al darse así también sale otro concepto, el del collage. Por eso la portada del disco. Son tres discos en uno". ¿Qué pasa entonces cuando una banda que se presentó en sociedad como una de las inyecciones vitales al rock nacional se reinventa en su segundo disco? No mucho, o más bien, pasan cosas buenas. El gesto de Los Makenzy en Monstruos y animales es una refrescante postura artística sobre la libertad creativa. Pensar en el dilema rock/ no rock termina siendo una pregunta ortodoxa y desatinada. Nicolás Makenzy lo tiene muy claro: “Aura fue nuestro primer tema en español y de hecho era una balada. Los idiomas tienen mucho que ver con el género en el que estás tocando y lo guían. Para nosotros también es un reto escribir y expresarnos en español. En este disco las letras son introspectivas, cuentan nuestras experiencias y por eso están en español. El ‘rock en español’ es una falacia desde que se pronuncia. No existe. Siempre han existido temas muy cerdos que generalmente son baladas o ritmos latinoamericanos llevados a banda de rock, al formato batería-bajo-guitarra eléctrica. Todo es una experimentación latinoamericana tocada desde el formato rock, pero eso es un formato, no rock”. Monstruos y animales es un disco que, como suele suceder en el panorama de la música actual, ya se había revelado parcialmente gracias a los sencillos que lo precedieron. Cinco de los nueve cortes ya habían aparecido en estos dos años como sencillos. Sin embargo, para este lanzamiento guardaron una última y letal bala: la preciosa Retrato, canción ambiciosa con un lujoso arreglo de cuerdas que los hace sonar gigantes y que no delata que son una banda joven. Por otra parte, oír Monstruos y animales de corrido da una lectura clara de las posibilidades de estos hermanos, complementados por el baterista Cristian Bolaños: es un larga duración que prueba que estamos ante una banda capaz de cualquier cosa y de hacerla bien. Nos sentamos junto a Andrés y Nicolás a repasar el disco canción por canción, y esto fue lo que nos explicaron: Retrato Nicolás: “Andrés está tocando cuatro llanero, contrabajo y él fue el que escribió los arreglos de cuerdas. Mezcló Vance Powell, que es el mismo que ha mezclado a Jack White, porque queríamos a alguien que tuviera ese oído, que sonara a cuerdas de jazz viejas. Al man le encantó el tema. La sección de cuerdas fue dirigida por Camilo Monterrosa. Muchos músicos participaron por el arreglo. La produjo Tweety hasta un punto, pero luego le agregamos la parte orquestal”. Wasting Time Nicolás: “Estábamos con un amigo en un jam de blues. El man tocó una melodía y a eso le sumamos otros acordes de reggae. Había tenido una cita esa misma noche pero a ella le gustó más el saxofonista de la banda y fue un fiasco para mí. Empecé a cantar ‘I've been wasting my time with girls all of my life’ y todo el bar terminó cantando la canción, hasta la chica y el saxofonista. Después fuimos a otro jam y lo mismo, volvió a pasar, hasta que nos dimos cuenta de que había que grabar el tema. Cuando lo hicimos yo ya estaba casado, y fue raro porque la canción me devolvió a cuando estaba cansado de vivir vainas etéreas, pero ahora estaba sintiendo un amor intenso. La letra la escribí pensando en las expectativas del amor, las cosas que uno pierde y quiere. Ahí tocaron Darwin Páez (baterista de Monsieur Periné y Juan Pablo Vega), Miguel Rico (teclista de Juan Pablo Vega), Juan Pablo Vega la produjo y además grabó unas guitarras rítmicas.” Delirio (con Pipe Bravo de Superlitio) Un día Nicolás estaba cantando esta canción imitando la voz de Pipe Bravo y a Andrés se le ocurrió la idea de hacer la colaboración con el caleño. Bravo aceptó, envió su parte pero solo se conocieron hasta el día del rodaje del videoclip donde hablaron de Charly García y los misteriosos caminos del rock colombiano. Andrés: “Los acordes salieron como las ideas que llegan milagrosamente y tienen cierta energía. Cuando vino Tweety ya habíamos escrito el tema y el man nos dijo algo que nunca se nos va a olvidar, ‘lo que está andando, no lo pares, déjalo andar’, porque le queríamos meter más acordes para aparentar ser más músicos. Lo difícil es hacer que algo ande, entonces el tema se fue como estaba inicialmente. Nicolás: “La letra es muy sexual, habla de la devoción que se comparte en el amor, de estar perdido por el cuerpo de alguien. Ese tema debería llamarse ‘ganas’”. Jaco Andrés: “Es una canción de hace rato. La tocamos en lanzamiento del primer disco. La grabamos con Daniel Sanint en Nueva York en el EP que íbamos a sacar. Se la escribí a un perro que se murió y habla de reconciliación con uno mismo luego de perder a alguien; es saber que uno pudo haber hecho algo mejor y empieza a darse látigo. Es sobre reconciliar y aceptar errores para seguir adelante.” N: “Fue un honor contar con los teclados del estudio de Flux que los hizo Dave Zerio, quien sabe tocar órgano de tubos, que es un instrumento diferente a cualquier teclado.” Juegos Un trío amoroso en el que Nicolás terminó envuelto sin darse cuenta fue lo que inspiró esta canción. Producida por Daniel Sanint, es un ejemplo perfecto de cómo Los Makenzy, además de tener una profunda versatilidad y complejidad sonora, que así como están cómodos en un rock de garaje también lo pueden estar en una balada íntima y reposada, también cuentan con un vocalista de primera. Monstruos y animales Nicolás: "Hubo una época e la que mi hijo no podía dormir. Era muy agotador. Una noche me senté a escribir lo que me gustaría que el man entendiera. A uno también le cuesta mucho dormir y es porque uno tiene mucha ansiedad y ganas de ser alguien, siempre estás atareado por la vida y no puedes dormir. Cansa mucho la pretensión de ser alguien. Eso genera demasiadas depresiones; las expectativas tan altas que no se cumplen, nadie está contento con lo que es y lo que tiene, sino que está en el futuro y no está acá. Me preguntaba qué era lo que mi hijo sentía que no lo dejaba dormir. Me lo imaginé ya grande, sin poder dormir, y lo que le podía decir para que se relajara." Nona Nicolás: "Se la escribimos a mi abuela que tiene alzheimer. Es muy loco que a los abuelos les dé eso pero en realidad los que se olvidan de los abuelos pareciera que fueran los que lo sufren. Y también pensaba si mi abuela quería olvidar algo. ¿Cuál es la cura para el olvido? El alzheimer. Mi abuela se relajó un resto con la enfermedad. Sus prejuicios se le olvidaron: sus problemas familiares, el esposo, pero lo único que le quedó fueron los poemas que escribió. Le quedó lo más bonito. Es un alma libre porque no recuerda tanta basura.” Muelle Nicolás: "Mi hijo estaba a punto de nacer y la canción era sobre toda esa espera para mí. Haces parte de un núcleo familiar donde la mamá es la que lleva al bebé en la panza, entonces a veces uno se siente como un perchero como papá porque no sabe qué hacer ni cuál es su lugar. Hay un mar de cosas hermosas a mi lado, pero qué soy, en qué puedo ayudar." Cruel Nicolás: “Parece eléctrica, pero es puro contrabajo y guitarra acústica. Era la canción que abría el primer disco y ahora cierra el segundo. Es un cierre, seguimos pateando canecas, siendo los mismos, solo que este sí es un disco muy sensible. Se empata con Retrato, la canción que abre. En vivo la banda ha tocado las cosas de muchas maneras por lo que tenemos muchos formatos, pero a veces también cambiamos los arreglos y acordes de las canciones. Esta versión nos la pidió un viejo amigo porque es muy roquero, y al comienzo tiene un rollo conceptual con vientos." … Para terminar de saborear este disco con alta dosis de reflexiones íntimas, Los Makenzy armaron un playlist perfecto para amar a la fuente de todo: la familia.
Crudo, Puerto Candelaria, Pedrina, Karol G, Aterciopelados, y muchos más artistas nacionales, han aumentado el poder de sus canciones con las historias de sus videoclips, que no solo pueden ser fieles a las líricas, sino que proponen viajes visuales donde se involucra un gran talento que hay detrás de la realización de los videos. En Colombia no solo ha crecido la industria musical, de la mano de las grandes producciones las empresas audiovisuales están filmando muchos videos al año, y se han convertido en las favoritas de artista mundiales que están llegando a grabar sus videoclips en nuestro país. Escogimos 20 clips en lo que va del 2018, sin importar el género acá nuestra lista de poderosos viajes visuales. Kombilesa Mi – I Kelé El video de esta nueva canción de Kombilesa Mi registra la cotidianidad y la esencia del pueblo palenquero, el gran reto de la banda era lograr que las imágenes registraran de forma espontánea y natural la cotidianidad de los habitantes de Palenque. A esto se suma lograr una buena producción audiovisual con todos los recursos técnicos que se requieren para una producción. Fue clave la ayuda de Guillermo Camacho y Cristian Rivas, quienes dirigieron el video de la mano de su su productora Decibell. TSH Sucada ft. Hardem – Meca La historia protagonizada por Sudaca y N, Hardem muestra cómo se desvanece la imagen del rapero cantando frente a la cámara y entra en juego la actuación y una locación que simula otro planeta, retrata en su cinematografía de ficción la búsqueda del conocimiento. El video fue producido y dirigido por Giuliano Ferreira. Mecca es la primera producción de 777 Guerrilla con TSH Sudaca y hace parte de la convocatoria de la productora para la producción de nuevas ideas audiovisuales, largometrajes, cortos, videoclips y series. Karl G – Pineapple Pineapple, una canción mezclada por Mosty y producida por Sky, los monstruos detrás de Ginza de J Balvin. Un plus del video de Karol G es la participación de la influencer y comediante costarricense Carolar Acosta, conocida en redes como “Killadamente”, famosa por ser la creadora de la campaña #MeAmoYNoMeImporta, hashtag por el cual envía un mensaje de amor propio para mujeres y hombres de talla grande. El video tiene escenas en el Salto del Tequendama, una hermosa e imponente cascada natural ubicada en Soacha, Cundinamarca, y que sirvió de ambientación perfecta para este visual producido por los paisas de 36 grados (los mismos de Machika). Crudo Means Raw– Síntesis Crudo Means Raw, estreno a comienzos de este año el videoclip de Sintesis, una mezcla de trap, hip hop y rap. Óscar Vásquez estuvi detrás de la dirección del video. Crudo Means Raw es una de las mentes más intrépidas de la nueva ola del hip hop local. Es un explorador lírico de la urbe paisa, un Indiana Jones de los beats espaciales. Nació y conoció el rap en Nueva York, pero se crio como mc y productor en Medellín. Elsa y el mar - Culpa tengo El efecto Elsa y Elmar es instantáneo, no importa qué canción saque o qué vueltas le dé a la producción de sus tracks, es posible reconocerlo a kilómetros de distancia porque su sello es indeleble y auténtico. Eso nos pasa Culpa tengo, un sencillo que le da la bienvenida por la puerta grande a una nueva etapa de Elsa y a un nuevo disco, nuevamente con la compañía en la producción de Mateo Lewis. Los Petitfellas - Los verbos Es el tercer sencillo de su nuevo álbum Formas para Perderse o I.D.E.A.S, estrenado hace apenas unos meses. El video clip de Los verbos fue grabado bajo la dirección de Hugo Rubiano y es protagonizado por los actores Manuel José Chavez y Ana Davila. Una idea original de la banda, puesta a andar de noche en un taxi por la ciudad. La canción fue grabada en los estudios de Árbol Naranja, producida por Pedro Rovetto, mezclada por Joel Hamilton en Nueva York y masterizada por Camilo Silva. Pedrina ft. Martina la peligrosa – Hoy Hoy, una canción con sonidos electrónicos y vanguardistas lanzada recientemente, es una extensión de Pedrina y Río y el resultado del trabajo entre ambos. Esta canción es producida por Julián Salazar, se nota muchísimo porque es todo su estilo de Mitú, ex Bomba Estéreo, entonces se siente la electrónica, se siente la fiesta, se siente todo lo que es Julián. Por otro lado, está la parte de Martina que le aporta otra cosa distinta a lo que venía haciendo con Pedrina y Río, la temática de la letra es romántica, pero desde otra óptica. Entonces no me afana mucho el hecho de que suene diferente a lo que sonaba Pedrina y Río, porque el trabajo de Río también está ahí y de otros productores como Richard Blair, Oscar Alffort, que desde el principio era como el tercer integrante de Pedrina y Río, porque era el productor. Monsieur Periné - Bailar conmigo Bailar Contigo, fue escrita por Mauricio Rengifo y producida por Eduardo Cabra, fue hecha mucho antes de que la mitad de Cali y el Dandee produjera Despacito de Luis Fonsi. El sencillo es un viaje entre el bossa nova y el pop que queda en la mente desde que suena por primera vez. Suena a diversidad, a Latinoamérica y es una invitación abierta a bailar hasta el cansancio. El video cuenta con una estética muy sencilla pero muy interesante en el que se destaca mucho Catalina García, pero al que irónicamente le hizo falta un poco más de baile. Este trabajo visual fue dirigido por el cineasta caleño Jorge Navas y rodado en el municipio de Cachipay en Cundinamarca. Aterciopelados – Play Play fue compuesta por Andrea Echeverry y plasma varios pensamientos de ella sobre la industria musical. El sencillo suena muy futurista con un beat que nos hace mover los hombros y la cabeza, pero que no pierde el sello de los Atercio. El último álbum de estudio de la agrupación fue Rio lanzado en 2008, considerado por Rolling Stone como el sexto mejor álbum de Rock Latino de todos los tiempos. El trabajo discográfico completo se lanzará en mayo y cuenta con la producción del argentino Cachorro López, uno de los productores más importantes de música latina. Crew Peligrosos - Mede G Con Mede G los Crew destapan la otra cara de Medallo con lo que no se habla en los medios sobre su ciudad y de esa forma denuncian lo que se calla, generando una alterta que invita a la reflexión para construir entre todo el futuro de Colombia. La agrupación continúa llevando un mensaje real a personas de toda América Latina y le habla directo a los adolescentes sobre su experiencia en las comunas. Lugares donde descubrieron que se puede vivir del arte y de la pasión por lo que se hace. Estados Alterados - -Miedo Miedo, sacude desde el comienzo con una melodía de sonidos electrónicos que han caracterizado a la banda desde sus inicios, el sencillo habla un poco de la manipulación mediática en la que vive la humanidad. “Quien tiene la desinformación tiene el poder” reza el coro. Una canción que muestra el proceso de evolución de la banda, que los ha convertido en una perfecta amalgama de tecnología, exploración y creatividad, liderada por Elvis, (voz y frotman) Ricky, (batería y voz) Natalia, (teclados y voz) y Pipe - Wonder B. (Bajo, guitarra y voz). Su nuevo álbum Lumisphera, se grabó a finales del año pasado en Los Ángeles (California) bajo la producción de Amir Derakh, actual miembro de Julien-K y ex- integrante, compositor y productor de la banda de rock industrial Orgy. Puerto Candelaria ft. Orquesta Filarmónica de Medellín - Humo La Orquesta Filarmónica de Medellín, Fabio Rubiano de Teatro Petra, el Teatro Matacandelas, la bailarina Adelaida Mejía y Pavoreal Colectivo Audiovisual Films, se unieron por la misma causa, protestar de manera visual y artística contra la crisis ambiental que todos vivimos., con un enfoque mordaz y un lenguaje artístico sin precedentes. Ese es el interrogante que se plantea Puerto Candelaria, junto a este talentoso colectivo de lujo. Por eso se usa el humo como recurso, nos gusta, es un vicio del que no podemos ni queremos salir, el placer es tanto que lo consumimos de manera desmedida y con frenetismo. Los Maricas - Ramen en Japón Los Maricas lanzan el tercer video de ese grandioso Escupiendo tulipanes. En esta ocasión, con Ramen en Japón, la banda de punk bogotana muestra su otra faceta más “baladosa” con un video entrañable para los bogotanos. Bajo la dirección de Augusto Castillo, la dirección de fotografía de Nicolás Martínez de Perrenque Media Lab, la edición de Jeffry Esquivel y Augusto Castillo, y la post-producción de Plot Studio, el video es una serie de postales fieles y muy naturales de una Bogotá joven, sin disfraces y que evidencia la vibra de sus calles. Por primera vez la banda, que acaba de llegar de una gira por México, aparece y da la cara. Un romance adolescente muy capitalino es la historia que aparece ilustrando una canción errante y medio abstracta. Puro punk poético. Juanes - Pa´dentro Juanes estrena el tema Pa’ Dentro escrito por Camilo Echeverry, Mau y Ricky Montaner. El trabajo visual fue dirigido por el dúo francés Greg y Lio en la ciudad de Medellín y se muestran lugares como el Museo de Arte Moderno, la Comuna 13, el Parqueadero de una antigua clínica y el edificio de Teleantioquia en la Plaza de la Libertad. En el video la gran protagonista es la mujer colombiana y latinoamericana, por eso, las participantes del video representan la diversidad femenina de la región: chicas de diferente raza, estatura y tamaños. ChocQuibTown – Somos los prietos Chocquibtown reúne en el videoclip de Somos los Prietos, un sincero homenaje a su esencia a su color y a su descendencia. Esta canción está incluida en su más reciente álbum Sin miedo. Una canción dedicada a la comunidad afrodescendiente. En Somos los Prietos Chocquibtown cuenta nuevamente con la colaboración de Alexis Play. En el sencillo, el hip hop se mezcla con la marimba. The Rudeboyz & Greeicy - No Te Equivoques No Te Equivoques, el nuevo éxito de los paisas junto a la cantante caleña, fue grabada en el estudio de The RudeBoyz, junto a ONErpm, y escita junto al reconocido compositor puertorriqueño Kenai. “Conocimos a Greeicy de una manera muy extraña, nos enteramos que tenía un proyecto musical, la conocimos en Medellín por un amigo en común y hubo clic de inmediato, le propusimos grabar esta canción y hubo magia en el estudio de inmediato, literalmente este es el primer trabajo que hacemos con ella” afirman The Rudeboyz. Providencia – Prende Prende, es un reggae rockers con alma, con sentimiento, que se alimenta de esa experiencia y de una letra que escarba en los sentimientos más poderosos que salen del amor. Fuego puro. Prende fue masterizado por Dave Kutch, quien ha trabajado para Damian Marley, Justin Timberlake y Outkast, Y cuenta con la producción del ganador del Grammy Juan Pablo Vega, mezcla de Mateo Lewis (Caloncho, Elsa y el Mar), y la grabación en Medellín en La Finca Estudios, por José Pablo Arbeláez. El videoclip fue filmado en Medellín, por un equipo joven; una idea original de Mateo Builes, Daniel Mejía y Daniela Carvajal, Prende, es un viaje en el tiempo, hacia otra época, entre partículas de luz hacia el infinito... evocando los programas de televisión sesenteros, un performance con look entre Motown y la Fania Records. Los Makenzy ft. Pipe Bravo – Delirio Delirio, es una canción adictiva, como nos tiene acostumbrados Los Makenzy, un sencillo con un gran plus la colaboración de Pipe Bravo de Superlitio y la magistral producción de Tweety Gonzalez. El director del video es Luis García Díaz. El videoclip de Delirio tiene una estética diferente a todo lo que hemos visto de Los Makenzy. Los protagonistas son Nicolas y Andrew junto a Pipe, y la gran protagonista es la actriz Angélica Blandón. Ventino – Si decides Ventino estrenó el videoclip de Si Decides (Baby), con una recepción favorable de sus seguidores, es una canción de pop puro y fresco que tiene todo para ser un éxito en América Latina. El video fue rodado en Medellín por la productora paisa 36 grados y dirigido por Paloma Valencia. En video es un reflejo de la evolución que las 5 colombianas han tenido a lo largo de su corta carrera en la música. Salth Cathedral - No Love El video de No love, de Salt Cathedral, fue rodado en Cartagena, en el barrio de La Paz, el video cuenta con residentes locales, invocando la vibra colorida del sencillo mientras carga un llamado importante. Buscando alzar la voz sobre las tendencias violentas del humano, el video para nos recuerda que todos compartimos el instinto natural de bailar - sin importar la clase social, raza, género o lugar de nacimiento.
Nuestro segundo Shock Presenta del año agotó boletería. El dúo bogotano Los Makenzy se encargó de que al Teatro Estudio del Julio Mario Santo Domingo no le quedara una sola silla vacía. Una hora y media de show fue más que suficiente para que la potencia y bravura musical de este proyecto, que se ha convertido en uno de los más relevantes de la escena bogotana, invadiera el espacio. Los Makenzy interpretaron, con la fuerza escénica que los caracteriza, varias de las canciones del que será su nuevo álbum. Pero no solo eso. También tenían preparada una sorpresa para los seguidores que escogieron acompañarlos en este show de teatro. Esa noche fue el estreno oficial del video de la canción Delirio, en la que PIpe Bravo de Superlitio participa. Fue protagonizado por los mismos Makenzy y por Pipe, pero contó también con una invitada que nadie se esperaba, la actriz Angélica Blandón. Nicolás y Andrés se encargaron de preparar un show para las 300 personas que tuvieron el privilegio de ser parte de este show íntimo que sirvio como antesala a lo que será el segundo álbum del dúo bogotano, del que tanto sus fanáticos como nosotros estámos a la expectativa. Aquí está, en imágenes, nuestro Shock Presenta con Los Makenzy.
Dos años después de su disco debut, Los Makenzy, uno de los actos nacionales más potentes, están convencidos de que el rock local hay que bajarlo de la nube a punta de trabajo. Charlamos con Nicolás Makenzy antes de su próximo show en el Julio Mario Santo Domingo. Por Fabián Páez López @Davidchaka Las fusiones. Lo que para los puristas del rock es el coco, para los hermanos Makenzy es la piedra angular de un proyecto que le está dando aire al rock criollo. Detrás de la pinta medio dark, medio punk de Nicolás y Andrés hay una proclividad experimental en un rango amplio, que va del merengue al funk, del country al reggae o de la balada al garage rock, y que hizo de Los Makenzy un nombre fulgurante en el radar de la música local. Luego de lanzar su homónimo álbum debut en 2016, de abrirle a Queens of the Stone Age en Bogotá, de pisar las tarimas de Rock al Parque y Estéreo Picnic, y de formarse muy jóvenes trabajando a doble y triple turno en la gigantesca, ruda y competitiva escena neoyorkina, el dúo bogotano está preparando un nuevo álbum y un concierto el próximo 26 de mayo en el Teatro estudio Julio Mario Santo Domingo. ¿Cómo llegar a ser un referente del rock teniendo fresco en la cabeza un reggae, un country o una champeta? “No nos ponemos a pensar en qué género tocar. Para mí eso sería muy aburrido, a mí me gusta tocar toda la música”, me dice por teléfono Nicolás Makenzy, “pasó que después del primer tema que lanzamos, que fue Sad, dijeron que tocábamos garaje-rock. Luego lanzamos Aura y la gente pensó: ‘estos manes tocan como garage con baladas. Y luego lanzamos un country. Ahí la pregunta fue: ‘estos manes qué hacen’. Y así ha sido toda la vida. Hemos lanzado cosas muy diferentes la una de la otra. A la gente que le gusta, le gusta y ya. Tampoco nosotros hemos encontrado el estilo. Cuando le abrimos a Queens of the Stone Age, por ejemplo, a la gente le gustó un resto y es un honor, porque generalmente el público no aguanta a la banda que abre”. Esa fluctuación entre ritmos se cruzó también con la maduración de Los Makenzy. Su repertorio, aunque no muy extenso, es variopinto en ritmo e intensidad. Darle play a la lista de las más sonadas de la banda en Spotify es como viajar en bus por las dispares carreteras nacionales: después de una melodía oscura y triste como Jaco o Nona viene la sacudida rocanrrolera de Las nubes del cine o el descenso hasta la playera Wasting Time. Ahora que están a punto de lanzar su segundo álbum, ¿qué se siente componer con más cancha en la música?: “En el primer disco éramos adolescentes que no habían vivido absolutamente nada. Todo lo que escribíamos era ficción. Las letras son situaciones inventadas. El primer disco fue un reencauche de lo mejor que teníamos: llevábamos 10 años haciendo canciones y al productor lo que más le gustó era lo que habíamos hecho cuando teníamos 15, y el disco nació cuando teníamos 23. En este disco, en cambio, todo ha sido muy real y muy aterrizado. Por ejemplo, en Nona yo estoy hablando de mi abuela, que tiene alzheimer; en Yako, Andrés habla de su perro, que murió. En Delirios yo estoy hablando de mi situación encarcelada sexualmente con mi esposa, en este momento tan difícil de encontrarse teniendo un bebé. En Waisting Time estoy hablando de que no quiero salir con gente que me haga perder el tiempo. También es dedicada a mi esposa y hay temas dedicados a mi hijo. Son experiencias propias de lo que hemos vivido. Ha sido muy difícil plasmar nuestras vidas en las canciones, pero en este disco creo que estamos empezando. Y es chévere porque la gente se siente identificada con tus historias”. Bajar al rock de la nube Además de continuar con su tránsito natural, de coronar tarimas y concretar nuevas producciones, Los Makenzy también están aleccionando esa figura amorfa polémica, debatida e incipiente a la que llamamos escena de rock colombiano. En un país que lleva años discutiendo y tratando de hablar de rock, y donde el grueso del público prefiere el vallenato o la música folclórica, abrir los oídos es más una clave para quejarse menos y aprender a leer la industria: ¿dónde estamos parados? ¿cabe en esta tierra un movimiento grande de rock nacional? “Colombia es muy chiquito y tiene mucha riqueza musical. En últimas, a Colombia el rock le importa un carajo, porque tiene muchos géneros para escuchar y mucha buena música. En otros lugares el folclor no es tan extendido. Hay una serie de eventos geográficos y posiciones sociales que influyen. Si hablamos de Colombia, la escena de vallenato está bien formada. Un vallenatero puede vivir de solo tocar en Colombia, para un rockero es muy difícil. A nosotros nos pasa algo muy extraño y es que cuando vemos las métricas en YouTube o en Spotify, resulta que después de haber ido un par de veces a México te escuchan más allá que en Bogotá. Eso tiene que ver con una cultura de culto a la música. En México la gente es superfan. Es mucha más la gente y van a ver música nueva todo el tiempo. Es un pueblo más rockero, ¡qué le vamos a hacer! Acá, si hay un concierto de Foo Fighters, se llena el estadio. Público sí hay, pero ¿qué pasa que nosotros como rockeros no le hemos tocado fibras a ese público o no le hemos llegado? No sé a qué se debe, pero sé que sí hay público”. “Es muy pretencioso todavía todo. Todo está como en las nubes. Cuando ACÁ anuncian a ‘La gran banda revelación’, luego nadie habla de esa gran banda. O ‘la gran banda revelación’, que se gana todos los premios, nadie la va a ver y no llenan 4000 personas. Todo está en el aire, demasiado inflado. Es demasiado pretencioso hablar de escena en un lugar donde hasta ahora se está viendo cómo sustentar un proyecto tocando covers. Ni siquiera hay tantos bares en la ciudad como para darle un espacio a todos los músicos que hay. Falta mucho de parte y parte. Tal vez a los músicos nos hace falta no creernos tan la verga y llegarle más a la gente, a tocarle más fibras: crecer artísticamente y que el público llegue y se enganche. De pronto el rock es muy creído y en esta cultura del bacán y del Sagrado Corazón y de que todo se debe hacer pidiendo disculpas, es muy difícil que el rock sobreviva. Las bandas de rock, los temas que pegan son los de pop. Y las bandas de rock son bandas de poperos que tocan rock, porque es mejor tocar rock. Y las bandas de rock que tocan rock, pues no las admite nadie. Todo me parece un mal chiste. Estamos en una etapa extraña. En el medio. Medio hay lugares, medio no hay tanta competencia. Uno se queja de cosas que no conoce. A pesar de que es un privilegio lo que estamos viviendo, falta mucho. Menos quejas, más trabajo. Los sitios no se preocupan porque todo sea más chévere y las bandas se quejan mucho, pero no se preocupan por llevar público. Nos estamos quejando de algo que nadie está haciendo. Es un poco sensacionalista y extraña la escena”. Vea también: Los Makenzy, la banda de rock que le hacía falta a Bogotá
A pocos días de que la banda californiana aterrice en nuestro país como parte de su extenso Villains World Tour nos ha llegado la gran noticia de que los hermanos Andrés y Nicolás, integrantes de Los Makenzy compartirán con ellos la tarima del Palacio Deportes el próximo sábado 10 de marzo. El anuncio oficial también lo hicieron los creadores de éxitos como No one knows y Go to the flow, quienes informaron a sus más de 264.000 seguidores en Twitter la adición de Los Makenzy a su gira por Sudamérica. Los hermanos Makenzy no pudieron ocultar su emoción en sus perfiles en redes sociales donde publicaron el nuevo cartel promocional en el que aparece su nombre. La gira de QOTSA finalizará el 14 de Julio de este año luego de 103 shows en 24 países de 3 continentes. Aún quedan algunas boletas para poder ser parte de este concierto en Bogotá en el que se disfrutarán varias canciones de “Villians” considerado por la Revista Rolling Stone como uno de los mejores 10 álbumes del 2017.
Con el paso de los años todos olvidamos. Unos más que otros. Algunos por decisión o por omisión. Pero olvidamos. Tal vez es la manera que encontramos de quedarnos con aquello que siempre nos sacó una sonrisa, que nos conecta con la mejor versión de nosotros mismos. De aquel olvido que seremos. de nosotros mismos. De aquel olvido que seremos. Así resumen Los Makenzy Nona, su nuevo sencillo. El homenaje que ellos hacen a su abuela y a todos los nuestros, los que nos cuidaron como sus propios hijos con toda la dulzura y sabiduría. Producida por Daniel Sanint y compuesta por Nicolas y Andrés Makenzy esta canción cierra el 2017 y continúa, después de Jaco, la serie de abrebocas de lo que será el disco que Los Makenzy tienen preparado para presentar en el primer semestre del 2018. El videoclip es un día de Andrés y Nicolás con su abuela, un clip en blanco y negro que nos llega a lo más profundo del corazón y las imágenes cotidianas se convierten en detonadores de nostalgía absoluta. *Producida por Daniel Sanint y compuesta por Nicolas y Andrés Makenzy Grabada en Audiovision estudios Video: Producción, rodaje y postproducción: Cristian Bolaños Idea original de Simona Sánchez con la participación de Los Makenzy y su abuela.
Después del lanzamiento del disco homónimo de Los Makenzy hablábamos de la importancia de esta emergente banda para el rock nacional (Lea aquí: Los Makenzy, la banda que le hacía falta a Bogotá); un año después,cuando están a unos días de pararse en la tarima de Rock al Parque, lo seguimos afirmando. Será el momento de poner a temblar el suelo con todo lo aprendido en estos meses de conciertos grandes, pequeños, de festivales y lanzamientos. Y qué mejor manera de calentar los motores de lo que se viene que estrenando material, Los Makenzy están presentando el video de Jaco, sencillo que presentaron hace unos meses y mostró esa faceta acústica. El clip fue dirigido por Alejo Ardila (quien también dirigió “What a beautiful day”) y protagonizado por los reconocidos actores Majida Issa, Juan Fernando Sánchez y Mario Jurado. Una historia de amor, de desamor, de nostalgia y de vida.
El 15 de febrero el dúo bogotano Los Makenzy lanzó en vivo su nuevo sencillo Jaco (Yaco), una canción con la que la banda entró en una faceta nueva, con música acústica y de vanguardia. Es el resultado póstumo del recorrido que hicieron en su segunda gira por México y Estados Unidos. Jaco es una dedicatoria a todos aquellos que nos dejaron para estar mejor, sin importar dónde. Un epitafio donde honramos nuestros errores y nos reconciliamos con la idea de seguir adelante. El track fue coproducido por Daniel Sanint y Los Makenzy (Nicolás y Andrés), y grabado en los míticos Flux Studios (The Rolling Stones, Concha Buika, The Black Crows, entre otros) en la ciudad de Nueva York. Hoy presentamos la canción que ya se encuentra disponible en Youtube y el 28 de abril aterrizará en las tiendas digitales:
Con la presentación de Los Makenzy este 15 de febrero. se abre la nueva franja de conciertos de Casa E, un espacio en el que tendrán cabida propuestas y artistas que pasan por su mejor momento y se han mantenido fieles a su estilo. La idea de este nuevo espacio es que las bandas invitadas traigan sonidos al natural y versiones nunca antes escuchadas, además de compartir sus nuevos materiales con sus seguidores. La cantante y productora Natalia Bedoya será la curadora del New Big Bang, que desde ya anuncia nombres como los de Ilona, Tribu Baharú, Pantoja y Nawal. Primera estación: Los Makenzy. Fecha: 15 de febrero Hora: 8:00 pm Lugar: Salón Central. Casa E: Av Cra 24 N° 41 – 69 Parkway, La Soledad.
Ya sospechábamos que la tercera fecha del Festival Estéreo Picnic 2023 tenía el potencial para ser una de las mayores fiestas de la historia del evento. ¿La razón? Buena parte de los shows prometidos compartían una característica: eran artistas definitivamente revolucionarios.La idea de lograr verlos —a Chemical Brothers, a la Wu-Tang Clan, a Moderat, a Bizarrap y a tantos más— traía la épica de un recuerdo indeleble implícita.Pero nada es certeza para nosotros, el público del Picnic: después de todo, por el festival hemos visto hasta sueños de infancia desmoronarse ante decenas de cancelaciones esporádicas, pandemias e incluso la muerte súbita a horas de que lo anhelado se realice. Quizás esa incertidumbre fue potenciadora de la emoción eléctrica que se apoderó del día.En todo caso, incrédulos o confiados, indudablemente nos equivocamos. Aunque se respiraba emoción por la fecha, solo un puñado de los asistentes puede decir que se esperaba algo del porte de lo ocurrido en Briceño el sábado 25 de marzo. Probablemente es aún más ínfimo el grupo de personas que se atrevería a decir que ha presenciado una seguidilla de shows tan impresionante en los 13 años que han transcurrido del festival pago más grande de Colombia,El día inició nublado. A la amenaza de lluvia se sumó el anuncio de cancelación del show de Kali Uchis del domingo. Luego, su retractación, el inicio de las primeras bandas y la llegada de los amigos alejaron el susto de que algo pudiera salir mal en el día.Miles se decidían a no dejar esa posibilidad al azar educándose y testeando sustancias en Échele Cabeza, o comprando trayectos de bus, agua, comida, zapatones o capas al ritmo de enormes artistas locales como Flor de Jamaica, Felipe Orjuela y la nueva estudiantina electrónica, Junior Zamora o Santiago Navas.Mientras algunos ya cabeceaban con el latin club de la fiesta del TraTraTrax Sound Sistema, líderado por Verraco, Dawer x Damper corrían el telón de su presentación llena de dramatismo escénico y Alci Acosta caminaba lentamente, como en pasillo de honor, a tomarse el escenario Adidas entre vitoreos y aplausos.Los primeros rones se abrieron para pedir un trago en la copa rota con celular en mano para grabarle un video a mamá que está en casa. En el recuerdo quedará también la invitación a Catalina García de Monsieur Periné al escenario, o cuando “Checo” Acosta, hijo de Alci, tomó la vocería por un momento y le cantó a las canas de su mítico padre mientras este tocaba el piano.Y aunque renunciamos pronto al sol, eso significó entregarnos de lleno a la noche. L’Imperatrice nos hizo bailar con su nu-disco y, ya en un punto avanzado de su set, la cantante Flore Benguigui advirtió que lo que estábamos próximos a escuchar música que nos haría mover indudablemente, invitándonos a la entrega al baile. En otro lugar, “NRS in Da Area” hacía recordar los hits de la No Rules Clan cabecear a un público sediento de boom bap que calentaba para otros shows de la noche.En adelante, no tengo idea de dónde estuvimos, pero no fue propiamente este mundo. Desde la irrupción enérgica de Trueno vivimos shows decididamente entregados a su público, con sonidos originales y una audiencia que en respuesta bailaba y gritaba con pasión, confiados en que estábamos en buenas manos. Cada hora que pasaba, cada movimiento entre escenarios, se sentía como la elección de una atracción de un parque de diversiones, y reunirnos en tierra firme con nuestros parches para tomar agua antes del ritual era como ponerse el cinturón antes de una montaña rusa.Justamente fue el argentino quien puso sobre la mesa cuanta confianza tuvo en que su público iba a tener esas ganas y compromiso de acompañarlo incluso cuando fuera más allá del freestyle que lo hizo famoso. La sinergia entre artista y público permite la apertura a una propuesta estética que rompa paradigmas, y los shows que vinieron son muestra de lo que un artista puede lograr si confía en su visión y en que el amor que pone de su parte, de ser honesto, será reconocido.Bizarrap lo sabe, y se agrega un componente adicional a la comprensión sobre lo que se necesita para realizar una visión propia y exitosa si se tiene en cuenta que su llegada puestos altos de festivales del mundo tiene todo que ver con su perseverancia e insistencia en el potencial de las sesiones de estudio que lo catapultaron al estrellato mundial.Como público uno agradece su show por diferente a una recopilación de hits, pues está mucho más cercano al EDM que lo enamoró de la producción musical que al rap o al reggaeton.En medio de la sorpresa y el baile suscitado por los drops agresivos y los samples chopeados, surge la pregunta por lo que podría ser para la música del portador de las ya icónicas gorra y gafas si se dedicara de lleno en su música de estudio, y no solo para las secciones enérgicas de sus sesiones, a explorar la producción electrónica, con rapeos encima y pensada para bailar al estilo baltimore club, superando las mallas de seguridad que le suponen el perreo y las apariciones de los artistas más grandes de la región en su música. Su voz trémula de lágrimas al cierre muestran, al fin y al cabo, que es ese sonido que tocó el que más lo inspira.Es que la renuncia a la comodidad es lo que construye a las leyendas y las separa de los hits temporales. La música decidida a ser una expresión del alma es una sustancia radioactiva que genera reacciones en cadena y ha creado mundo enteros. Uno de ellos es Shaolin: el mismo lugar donde RZA sentó a sus secuaces secuaces hace décadas para pedirles un año de sus vidas dedicado no al hustlin’ de Staten Island, sino a su objetivo de crear a los Avengers del rap.Sus miembros escribieron leyendas que, puestas en situación de concierto, son reforzadas por una bandota, samples de películas de kung-fu, rap chatarrero clásico y la siempre extraña contraposición de que las máximas autoridades de un lugar inviten a prender un bareto en vez de ser quienes persiguen su uso. Desde el día, los miles de camisetas alusivas a la Wu-Tang anunciaban el viaje, y finalmente estuvimos en esa Nueva York de los noventas, Ol’ Dirty Bastard vivió entre nosotros y la ausencia de Method Man fue suplida por un público que si bien no cantó todo, se entregó a la misa de hits como C.R.E.A.M., Bring Da Ruckus, Tearz y hasta covers de Nirvana.Aunque sin tanta calle y épica, pasamos luego al que para muchos ha sido el mejor show de sus vidas. Ed Simmons y Tom Rowlands asumieron sus puestos a la luz de una silueta facial azul que hablaba y se aceleraba, y desde que liberaron la furia de sus block rockinin’ beats abordamos un paseo por el inconsciente sin poder resistirnos a bailar.Durante Chemical Brothers, todas las líneas divisorias se difuminan: cuesta trabajo entender si los robots de 5 metros que cuelgan sobre el escenario realmente lo hacen, si la pantalla es 3D, si hay cientos de pelotas gigantes que brincan sobre el público o si los ogros y representaciones de Vishnú gritando van a salir de la pantalla, como sus rayos laser, a comernos.Su carrera es eso, al fin y al cabo: difuminar. Fueron ellos quienes se decidieron a tomar el garage, drum n bass, jungle y demás armas del underground inglés de los noventas y ponerla sen manos de los grandes del sonido rock de Manchester y Londrés para crear la electrónica de arena. Su show nos permitió también recorrer esa historia a galope de caballos de madera e hipnotizantes manos de robot.Un ensueño de los sintetizadores tranquilos de Wide Open y Escape Velocity es de golpe Eve of Destruction, un juego de luces es de golpe una pesadilla y después un bajo sin piedad alguna. Miles de personas gritando “Got A Keep on Getting Me High” no pueden estar equivocadas, y hay que hacer caso y bailar.Los que salimos de allí a Ryan Castro, pasmados como estábamos y cuestionándonos si alguna vez viviríamos sensaciones tan intensas, nos encontramos con un cantante del ghetto que también está decidido a probar guaracha o merengue, de ser necesario, para cumplir su propósito de hacer perrear. Gritar con miles más Wasa Wasa y Jordan con el frontman que no hace tanto luchaba por la atención de los pasajeros de un bus tiene que ser de las pocas capaces de elevar más la farra después de eso.Y aunque algunos creímos que otra de ellas sería Fumaratto, muchos nos encontramos lastimosamente con la antítesis, con la anticipación decepcionada. Luego de una larga fila para entrar al Club Budweiser, empezaron las trompetas y una voz femenina seductora como las que transformaron la guaracha por siempre anunció “esto es Fumaratto Ferroso”, pero nos encontramos ante un set principalmente techno, con descansos para una salsa, un vallenato, David Guetta y hasta Seven Nation Army, que antecedieron los escasos minutos de zapateo anticipado.Quisiera preguntarle a Daniel por qué esa decisión. ¿Venía en la línea del anuncio del Club Budweiser de inspirar cada día de su sonido en lo que está sonando en algunas de las discotecas clave de Bogotá y Medellín? ¿Fue quizás, como con Bizarrap, la decisión consciente de volver a sus raíces en el techno, pero solo por una noche? ¿No confió en que aguantáramos que se fuera hasta las últimas consecuencias con el trasfondo de su nombre, con su sonido?Del otro lado, Moderat, el super grupo que unió a Apparat y Modeselektor, rugía. Nos recordaba, como la Wu, lo que puede surgir de apostar por lo propio y por la admiración a la obra de nuestros iguales y nos elevaba por última vez en la noche.Mientras se apagaban las luces y logística empujaba al cuello de botella de la tortuosa y embarrada salida, dimos los últimos pasos de baile. Algunos, bajo el efecto de ver a la Wu Tang y Chemical Brothers la misma noche, seguían esperando a sus amigos en los arcos de “Un Mundo Distinto”, haciendo el chiste de que se sentían como Drake y Josh al bajar del demonizador. Y por unos instantes, afuera del enigmático Club Budweiser escucharon y bailaron ya cansados con el retumbar de “Me provocas” mientras la noche se disipaba.Es una lástima que los pocos que consumen irresponsablemente, la colapsada logística para la salida y las malas condiciones de seguridad, generaran un aterrizaje forzoso para muchos. Pero la tercera fecha del Estéreo Picnic alteró mi química, así como sus artistas se decidieron a alterar el mundo por completo y a crear nuevos de ser necesario.
El consumo de sustancias en festivales como Estéreo Picnic 2023 es una realidad y aunque no esté permitido su ingreso, hay un espacio donde pueden ser testeadas y quien se acerque puede recibir información sobre la dosificación y los efectos que producen.Échele Cabeza es un proyecto que busca generar y difundir información sobre Sustancias Psicoactivas para la reducción de riesgos y daños. La iniciativa busca fortalecer la capacidad de decisión y respuesta de la población joven vulnerable y no vulnerable frente al consumo, así como la generación de prácticas de autocuidado. En lugar de buscar la prohibición, busca brindar información para un consumo seguro y responsable. ¿Es una contradicción prohibir la droga dentro y testearla?Sobre esto, Julián Quintero, director de Échele cabeza, afirmó: "Es una muestra de hay un cambio de paradigma. Antes solamente había requisas, ni siquiera estábamos nosotros. Hoy en día hay segurdades, requisas y salud pública. Yo creo que también la gente tiene que tener muy claros sus derechos. Nadie, ni siqueira la policía, puede quitarle a una persona la dosis mínima".
The Chemical Brothers y Wu-Tang Clan eran algunos de los actos más esperados en el día 3 de Estéreo Picnic 2023 y cumplieron las expectativas de las cerca de 45.000 personas llevaron la energía a tope, un sábado con electrónica, rap, cumbia, entre otros géneros, gracias a artistas como Alci Acosta, Bizarrap o Trueno. Durante Chemical Brothers, todas las líneas divisorias se difuminan: cuesta trabajo entender si los robots de 5 metros que cuelgan sobre el escenario realmente lo hacen, si la pantalla es 3D, si hay cientos de pelotas gigantes que brincan sobre el público o si los ogros y representaciones de Vishnú gritando van a salir de la pantalla, como sus rayos laser, a comernos.Sus miembros escribieron leyendas que, puestas en situación de concierto, son reforzadas por una bandota, samples de películas de kung-fu, rap chatarrero clásico y la siempre extraña contraposición de que las máximas autoridades de un lugar inviten a prender un bareto en vez de ser quienes persiguen su uso. Desde el día, los miles de camisetas alusivas a la Wu-Tang anunciaban el viaje, y finalmente estuvimos en esa Nueva York de los noventas, Ol’ Dirty Bastard vivió entre nosotros y la ausencia de Method Man fue suplida por un público que si bien no cantó todo, se entregó a la misa de hits como C.R.E.A.M., Bring Da Ruckus, Tearz y hasta covers de Nirvana. Para cerrar la celebración del día 3, cientos de personas cayeron rendidas ante Armin Van Buuren, leyenda de la electrónica que bien sabe cómo se hace una fiesta. Otro especialista en el tema es Ryan Castro, que cerró el escenario Flamin Hot con la energía de una de las estrellas en ascenso del reggaetón nacional. Moderat fue la recompensa para los que se quedaron hasta el final y pudieron presenciar a uno de los actos más reverenciados de la escena electrónica berlinesa a las afueras de Bogotá.En todo caso, incrédulos o confiados, indudablemente nos equivocamos. Aunque se respiraba emoción por la fecha, solo un puñado de los asistentes puede decir que se esperaba algo del porte de lo ocurrido en Briceño el sábado 25 de marzo. Probablemente es aún más ínfimo el grupo de personas que se atrevería a decir que ha presenciado una seguidilla de shows tan impresionante en los 13 años que han transcurrido del festival pago más grande de Colombia,
Drake era uno de los artistas más esperados en el día 2 de Estéreo Picnic 2023 y su presentación dividió. Si bien para algunos fue satisfactorio escuchar algunos de sus mayores hits, que no son pocos, otros consideraron que el tiempo no fue suficiente, una crítica que también hicieron de su participación en Lollapalooza Chile y Argentina. “What am I doing? What am I doing?”, se preguntó Drake en “Over”, de su primer álbum Thank Me Later, publicado en 2010, el mismo año que debutó el Festival Estéreo Picnic en Colombia.Hace trece años, el rapero y el festival soñaban con llegar a donde están hoy. Y cuando el canadiense cantó estas líneas al inicio de su presentación como el acto principal del segundo día del Picnic en Briceño, se sintió como la satisfacción de una promesa cumplida.Sin embargo, esa misma pregunta fue la que me hice durante toda su presentación, que incluyó ese y otros momentos que definieron el rap y el pop de los tiempos recientes: ¿Qué estaba haciendo Drake?A Estéreo Picnic no le han faltado estrellas de todos los géneros y todas las generaciones durante sus trece ediciones. Pero, si le hacemos caso a Billboard, Drake fue EL artista de la década pasada, una máquina bien aceitada de himnos, lamentos y captions de Instagram que todavía surfea una de las olas de éxito más largas de la historia del rap.Por eso su presentación ante miles de personas que lo recibieron con pequeños saltos y tarareos al ritmo de “SICKO MODE” tuvo ese peso simbólico, el de ser la estrella pop definitiva de la misma época en la que el festival nació, creció y se consolidó como uno de los más importantes de América Latina.Aun así, ni en los rapeos —por momentos ahogados, luego incompletos— ni en el espectáculo —el fuego no bastó para suplir su media marcha— demostró su poder total.Desde la tarima, Drake hiló un popurrí de sus principales canciones. La energía triunfal de “Started From The Bottom” y “Energy” le dio paso a “God’s Plan”, con esas línea/meme sobre su amor por su cama que el público cantó de vuelta, e “In My Feelings”. “Hold On, We’re Going Home” demostró su talento en el R&B y con “MIA”, “Controlla” y “One Dance” amplió su rango hacia el reggaetón y otros ritmos caribeños. Iba rápido, como si desde Bogotá le hubiera llegado el espíritu de afán: cortaba las canciones a la mitad y pasaba a la siguiente, sin dejarnos conectar con ninguna imagen.La mejor fue “Knife Talk”, su despliegue de talento más claro de la noche, que no alcanzó a compensar un concierto lánguido, más parecido a un entrenamiento que a un partido oficial. Supongo que por más que sea una estrella global y hecha a partir de lo global, sigue viendo a América Latina como una segunda división del circuito musical, como lo supieron días antes en Chile y Argentina. Ni la bandera, ni su brindis pudieron compensarlo.Con discos como Views (2016), More Life (2017) y Honestly, Nevermind (2022), Drake ha redefinido el diálogo entre el rap y el pop a partir de préstamos —sus detractores tal vez lo acusarían de apropiación cultural— de otras culturas, reflejando así el crisol de Toronto, su ciudad, la raíz que representó la noche del viernes.En distintas ocasiones ha mirado hacia Atlanta y Londres, por ejemplo, para adaptar esas tendencias (¡y hasta los acentos!) a su mundo; así se ha mantenido en la cima, siempre capaz de tirarte un trap, un dembow, un afrobeats o lo que necesites sin sudar mucho.Más sobre el día 2 de Estéreo Picnic aquí.
Todo está carísimo y los conciertos y festivales no son la excepción. Además de la entrada, el transporte, la comida y las bebidas pueden hacer que la cantidad de dinero que gastamos en un evento como Estéreo Picnic 2023 se muchísimo más de lo que quisiéramos. ¿Cuánta plata llevan diaria los asistentes al festival? Esto nos dijeron algunos de ellos. Si bien no hay una cantidad exacta para gastar, la mayoría de los asistentes coincidió en que comida y bebidas son en lo que más solemos gastar en este tipo de eventos, así que la recomendación si no hay mucha plata es, como dijo uno de los entrevistados "llegar comido de la casa". Dentro del festival, las comidas tienen un precio promedio de 40.000, valor que, por supuesto, se puede incrementar, según el restaurante y la especialidad de la comida. En cuanto a los precios de las bebidas, el de la cerveza arranca desde 14.000, así como el de los cocteles sin alcohol. Bebidas como whisky o ron pueden llegar a los 35.000. La botella de agua tiene un costo de 10.000, aunque se pueden traer termos para llenarse dentro del festival. El transporte público tiene un costo de alrededor de 10.000 y el transporte del festival cuesta unos $30.000 con la posibilidad de quedarse en algúuno de los putnos dispuestos en la ciudad.