Comolo anota David Ehrlich en Indie Wire, desde hace un tiempo las películas de superhéroes son tan endémicas que ya dejaron de ser una categoría aparte, para permear otros estilos cinematográficos. Así lo vimos hace unos meses con The Batman, que se acercaba más al thriller de suspenso. Ahora se repite en Doctor Strange en el Multiverso de la Locura, que, con el sello de Sam Raimi, nos recuerda más a una película de terror que a todo lo que hemos visto del Universo Cinematográfico de Marvel.
Lo anterior no es una queja, al contrario, el resultado de un riesgo que dio sus frutos. Conocido por su trabajo en la primera trilogía de Spider-Man, Raimi también tiene amplia experiencia en el terror, con filmes como la saga de Evil Dead, Arrástrame al infierno, o El ejército de las tinieblas. El director logró incorporar varias de las fórmulas propias del terror de forma muy natural dentro del Universo Cinematográfico de Marvel (MCU) con un despliegue visual muy cercano a los cómics. Exceso de sangre, gritos, monstruos muy miedosos y hasta zombis nos hacen sentir como que no estamos en una película de Marvel, pero eso resulta sumamente intrigante.
“Pude tomar esas películas de terror que hice en mi juventud y lo que había aprendido de ellas construyendo secuencias de suspenso, emocionando a la audiencia, ¿Les voy a dar el susto ahora? No, todavía no. Eso es algo que pude aplicar en las secuencias espeluznantes en esta película. Entonces, fue muy útil”, declaró Raimi en rueda de prensa. El director logró apropiarse del filme sin dejar de lado todo lo que ha encantado a los fans de Marvel durante años.
Doctor Strange en el Multiverso de la Locura también explora cómo más que héroes y villanos,todos somos resultado de las decisiones correctas y equivocadas que tomamos según las circunstancias.
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Aunque en apariciones anteriores Dr. Strange era percibido como arrogante, aquí lo vemos explorar su vulnerabilidad y descubrir que, a pesar de su poder, también necesita la ayuda de otros. “Él es un outsider. No lo percibes inmediatamente como un líder, a pesar de su prominencia en el MCU en este-este momento. Eso es lo que lo hace realmente interesante y en conflicto como héroe”, opina Benedict Cumberbatch.
El actor muestra versatilidad en cada una de sus versiones, pero sin duda la actuación de Elizabeth Olsen es la más conmovedora. Aunque en muchas escenas logra ser genuinamente miedosa, no podemos dejar de sentir su dolor.
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En los últimos años, hemos visto cómo ha perdido a quienes más quiere, y recientemente en la serie WandaVision de Disney + se exploró el inmenso, y comprensible, dolor que siente y lo difícil que ha sido sobrellevarlo. Con la actuación de Olsen, la bruja escarlata logra ser intimidante y poderosa, sin embargo, sentimos lástima por ella y pensamos por momentos que su motivación es más que comprensible.
Como en otras entregas, Benedict Wong es impecable y es un contrapeso sumamente efectivo para la soberbia de Strange. Por su parte, Xochitl Gómez tuvo un gran debut en el MCU como América Chávez y nos dejó con ganas de conocer más a este personaje.
El filme triunfa en mantenernos al borde de la silla con escenas sorprendentes. Sin embargo, también queda la sensación de que momentos emotivos tanto de Strange como de Wanda podrían desarrollarse un poco más. Ambos personajes tienen un arco único y complejo que nos hubiera gustado explorar más y que puede llegar a sentirse apresurado.
Tras más de una década del MCU, es claro que Marvel busca expandir su fórmula como se expande el multiverso. Aunque el riesgo no fue tan bien recibido con Eternals, en Doctor Strange la apuesta fue un acierto. El multiverso fue el lienzo perfecto para un despliegue de terror divertido y emocionante.
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