La Chica Final es un personaje femenino, típicamente joven, que debe enfrentarse sola al antagonista al final del thriller. A pesar de haber comenzado relativamente acompañada, sea por una pareja, sus hijos o un grupo de amigos, la Chica Final lo pierde todo en el camino y debe darle cara al monstruo sola.
El fenómeno no es nuevo: de hecho, el término lo acuñó la profesora de cine americano Carol J. Clover en 1987, y en su análisis encontró que la mayoría de Chicas Finales estaban en el género de Ocultismo y el género Slasher. Viernes 13 tiene una Chica Final en cada una de sus películas, sin falta.
Su análisis feminista en el libro Hombres, Mujeres y Motosierras concluye que la Chica Final busca lograr que el espectador se ponga de parte de la mujer en su travesía de destruir a su opresor. Esto lo logra muy bien Anastasia, una película animada que nos muestra a una Chica Final, la última de los Romanov, derrotando al hombre que le arruinó la vida.
Feminista o no, la Chica Final tiene unas características arquetípicas que tienen la intención de alejarla de la mirada masculina: es una mujer “rara”, a veces descrita como “machorra”, y se la presenta asexual o abstemia, lejos de la sexualización a la que se somete a su mejor amiga, normalmente muy atractiva y que muere como consecuencia de haber tenido sexo (a este otro cliché se le conoce como Muerte por Sexo, típico en el terror).
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La primera Chica Final con todo lo que el cliché implica es Laurie Strode de Halloween. De hecho, fue ese papel el que mantuvo a Jaime Lee Curtis atascada en el rol de Chica Final por muchos años (como en Tren del Terror y Noche de Graduación). Por otro lado, una Chica Final más temprana podría ser Caperucita Roja: una chiquilla extraña, pero atenta, que logra derrotar a su enemigo. Al ser una niñita las reglas cambian un poco, pero la idea es la misma.
La película Perdidos en la Oscuridad le hace un guiño a las Chicas Finales clásicas con los nombres de sus protagonistas, cada una nombrada a partir de una Chica Final del horror: Marilyn, Heather, Jamie y Adrienne.
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Una de las razones por las que la Chica Final logra escapar es porque piensa con cabeza fría. A diferencia de los demás personajes, ella se mantiene sobria, curiosa, atenta, calmada y racional. A esto Clover llama la “Mirada Vigilante”: la Chica Final suele ser la primera en darse cuenta de que algo anda mal, y siempre es quien advierte al resto del peligro que les acecha. Es esa cualidad de liderazgo que la hace tan querida por el espectador, y tan fácil de escribir.
Desde Masacre en Texas hasta Scream, la Chica Final nos ha dado incontables películas clásicas del horror. Atenta, inteligente, heróica y fuerte; la Chica Final no abandonará la gran pantalla, pues no deja de ser material perfecto para una historia emocionante.