Bunbury nos entregó nuevas canciones en el 2020, en abril presentó Posible y en diciembre Curso de Levitación intensivo. El español se mantuvo durante mucho tiempo renuente a hacer shows virtuales, porque el público que asiste a sus conciertos siempre ha sido una extensión más del escenario y el combustible de su música. Pero ante la incertidumbre del panorama actual y siguiendo los deseos de sus seguidores tendrá un único show el 23 de enero de 2021.
Bunbury presentó el 11 de diciembre su onceavo disco, Curso de Levitación Intensivo, que incluye 10 temas inéditos. Este material sonoro lo realizó durante estos meses, en los que la pandemia no ha permitido que los músicos y artistas salgan de gira, pero la creatividad siempre se encuentra a flor de piel y para ello Enrique ha utilizado este tiempo para crear y seguir generando nueva música.
La gira programada con el disco Posiblefue aplazada y no han podido anunciar las fechas nuevas. “En los últimos años, fantaseaba con la idea de girar menos y grabar más. Empecé en esta profesión con dieciocho años y desde entonces habré realizado unos mil quinientos conciertos en más de treinta países, entre Europa, Latinoamérica, Estados Unidos, España y Japón. No es cuestión de alardear, lo juro, sino de señalar un interés decreciente por los shows en vivo. No porque no me gusten, (que ¡me encantan!), sino porque quizás me llegó la hora de pasar menos tiempo en la carretera y reorganizar mis prioridades” Afirma Bunbury.
Su nueva placa discográfica Curso de Levitación intensivo nació como un EP, pero el cantante zaragozano tenía canciones que escribió apenas terminó Posible, y el tiempo de confinamiento ayudó a terminarlas y a componer con fluidez el nuevo material.
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“Grabamos en La Casa Murada en la provincia de Tarragona, en España, cuando abrieron el país para el turismo y el veraneo. Mezclamos en “Honky Tonk Studios” en la Ciudad de México, porque en Estados Unidos no dejaban entrar a mi técnico de sonido y México siempre es como un oasis en medio del desierto. Junté a músicos de mi banda, Los Santos Inocentes, con otros provenientes del jazz joven y experimental. Quería grabar un disco orgánico, libre, que fluyera como los meandros de un río abriéndose paso entre la maleza. Con Tony Allen (batería de Fela Kuti) como referente rítmico y con los saxos de The Comet is Coming y su imaginería free jazz y psicodélica, con un pie en el presente y el otro anclado en el conocimiento de los discos grabados con sabiduría y técnica artesanal. Quería hacer un disco maduro, de músicos con tatuajes descoloridos y cicatrices de mil batallas, con sonido del siglo veintiuno o como se llame éste en el que estamos” –Bunbury.