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Cómo hicieron sonar la primera obra de arquitectura colombiana en Burning Man

Así fue el proceso de creación de la música de Aluna, la instalación colombiana inspirada en la cultura arhuaca que colonizó el Burning Man.

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Foto: Juan P Zapata

Un selecto combo de músicos e investigadores del sonido en Colombia se unieron para sonorizar Aluna, una obra exhibida en el Burning Man que suena a la Sierra Nevada, a Polen Records, a Pernett, a Bomba Estéreo.

Por Camilo Montilla

En el año 2012 fui invitado por el Museo del Oro a producir un inventario de grabaciones de los instrumentos prehispánicos que atesora el Museo en su colección de piezas arqueológicas. En el sótano del Museo, grabamos los sonidos que producían, uno a uno, los instrumentos musicales encontrados en guacas, excavaciones y colecciones arqueológicas. Eran trompetas muiscas, cascabeles, silvatos, ocarinas y varios más. Durante estos años he coleccionado ese banco de “samples” en la librería de sonidos de Sonica, esperando un proyecto cultural, artístico o documental que los merezca y aproveche su autenticidad y profundidad histórica. Cuando María Paula Martínez me invitó a ser parte del equipo de Aluna para la creación de su música, entendí que el proyecto que merecía los samples había llegado. Esa fue la inspiración inicial de la música de Aluna.

(Si quieren conocer Aluna, pásense por acá: Unos colombianos armaron una de las instalaciones más duras del Burning Man)

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En colaboración con Alma Maddr, un colectivo interdisciplinario radicado en Los Angeles que se dedica a proyectos artísticos, musicales y teatrales, utilizando esos samples, construimos una pieza de prueba que usamos como fondo musical en nuestro website. Así se empezó a generar el carácter sonoro de la instalación. Anabel Romero y Christina Ward, del colectivo, comenzaron a conceptuar el camino musical que pensábamos que debía acompañar la instalación. El primer proceso fue la generación de unos paisajes sonoros a partir de los samples. aLma.Maddr trabajó en eso hasta lograr unas texturas diseñadas usando los samples que generaran los climas que buscábamos para la obra. A partir de eso se compusieron los primeros tracks.

Luego empezamos a explorar fusiones con electrónica y otros instrumentos como gaitas, flautas y elementos de percusión, y generamos la idea de convocar a músicos colombianos a participar en nuestro proyecto.

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Grabamos a Jaime Ospina, amigo gaitero, luthier y productor, quien sobre una base electrónica tocó un primer track con gaitas. El resultado es la idea que bautizamos “first day morning”.

Teto Ocampo, hizo 3 composiciones in situ, en los estudios de Sonica, inspirándose en las melodías arhuacas que conoce por su extenso estudio de la música indígena y su experiencia en la Sierra Nevada.

Gilbert Martínez nos grabó una danza arhuaca sobre la cual basamos el track con el  mismo nombre

Julián Salazar propuso una idea que me cautivó: generar sonidos que evocaran la fauna de la selva, y de la sierra, emulando los sonidos de los animales con aparatos y síntesis.

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Paralelamente, invitamos al sello Polen Records a participar en la generación de la música. Polen nos autorizó utilizar, versionar y adaptar algunas canciones de sus artistas para Aluna, gracias a lo cual en la instalación suena música de Bomba Estéreo, Pernett, y Mucho Indio. Invitamos a músicos experimentales jóvenes a participar también, utilizando nuestros samples y texturas, y obtuvimos maravillosas propuestas de Julian Rhodes, Carlos Rizzi y Gregorio Hernández.

Vea también: Un paso a paso para ir al Burning Man

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Sumado a toda esa música, generamos grabaciones de textos alusivos a la instalación, a la cultura arhuaca, experimentos vocales diseñados por Anabel y Christina,  y un poema que Juan David consideró; inspirador para la concepción de Aluna.

Una vez terminamos el proceso de producción, empezamos la labor curatorial y la postproducción de la música y su incorporación tecnológica a la instalación, el orden y el momento del día en el que debía sonar cada track. Trabajando con Leo Vilar, de SonicDesign, decidimos utilizar un sistema cuadrafónico para reporudcir espacialmente la música al interior de Aluna, y otros sistemas octofónicos para rodear la instalación de música y sonidos, en coherencia con el sistema diseñado para la iluminación. Trabajé en el estudio 5.1 de Sonica, con el apoyo concepctual de aLma.Maddr, para generar mezlcas multicanal que lograran el efecto sensorial que pudieron apreciar los visitantes al Burning Man : Aluna era un oasis de calma, meditación, reflexión y serenidad. Así describieron a Aluna personas que se acercaron durante el festival a felicitarnos por la experiencia sensorial de la instalación.

Una selección de la música de Aluna será publicada en dos releases digitales bajo el sello Polen. Los donantes a nuestra campaña de Crowdfunding obtendrán acceso a una plataforma digital en la que podrán descargar toda la música que suena en la instalación.

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