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Neil Young Vs. Spotify o la lucha por la legitimidad

La pelea entre Neil Young y Spotify nos recordó, de nuevo, un fenómeno mayor que involucra a la política y el espectáculo en una lucha por la legitimidad de la información: ¿cuáles son los posibles dilemas que trae consigo la libertad de expresión?

Neil Young
East Troy, Wisconsin, septiembre 21 de 2019, Neil Young en la edición 34 de Farm Aid
// Foto Gary Miller / Getty Images

La última contienda que involucra al mundo de la música tiene que ver con la retirada del catálogo de la leyenda Neil Young de Spotify. Young, quien ya se había manifestado en varias ocasiones en contra de las plataformas de streaming, tomó la decisión luego de que Spotify eligiera hacer caso omiso a su advertencia de llevarse su música a otro lado si esta no retiraba el podcast del comediante Joe Rogan.

Por Juan Sebastián Corcione @fatsugardaddy

El malestar del cantante con Rogan radica en que este último, en el podcast “The Joe Rogan Experience”, exclusivo de Spotify y uno de los más escuchados en la plataforma, abrió en varias ocasiones el micrófono a reconocidos voceros anti vacunas.

Sin embargo, esta discusión es solo una pequeña muestra de un fenómeno aún mayor y que, de la mano de los cambios socioculturales que estamos atravesando producto de la pandemia, involucra a la política y el espectáculo en una lucha por la legitimidad de la información.

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Así, los cambios que llegaron con la transformación digital abrieron, para bien o para mal, la puerta a un mundo en donde la realidad es construida a partir de la convicción. Lo que algunos conocen como la posverdad no es más que la hipersubjetividad de la creencia por encima de los hechos que ha puesto en jaque a la ciencia.

Neil Young
Londres, julio 12 de 2019, Neil Young en concierto en el Hyde Park
// Foto Matthew Baker / Getty Images

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Y es que la narrativa que se opone a los hechos científicos tiene mucho de donde nutrirse y esto no ha sido ajeno al mundo de la música. Artistas como Eric Clapton, Miguel Bosé y M.I.A, entre otros, se han manifestado en varias ocasiones en contra de las vacunas. Las razones que exponen van desde las más descabelladas fantasías conspiranóicas hasta el acostumbrado reclamo en contra de las élites.

El hecho es que la desinformación cuesta vidas, y en ese sentido la protesta de Young es válida. No obstante, también hay que preguntarse hasta dónde van los límites de la opinión con respecto a la información objetiva y cuáles son los posibles dilemas que trae consigo la libertad de expresión.

Por supuesto, ese dilema no es fácil de resolver, sobre todo porque sus fronteras son cada vez más borrosas, ya que la narrativa oficial la diferencia (es decir, oponerse a lo establecido), que fue la prioridad de los rockeros de otra época, se mezcla con peligrosos escenarios de legitimidad discursiva que pueden resultar peligrosos, como el caso de los discursos de odio.

Neil Young
Londres, julio 12 de 2019 , Neil Young en concierto en Hyde Park
// Foto Matthew Baker / Getty Images

En su defensa, Spotify argumentó que su papel no es censurar ni entrometerse en las decisiones editoriales de sus creadores. No obstante, al ser un podcast exclusivo de la plataforma sí existe una responsabilidad editorial que les corresponde.

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Por su parte, Rogan publicó un video en donde manifiesta que su intención no es promover la desinformación ni crear controversia, sino invitar diferentes voces que puedan ayudar a comprender el fenómeno. Y se comprometió a equiparar las voces en un intento por parecer objetivo, aunque a menudo sus declaraciones demuestren lo contrario.

Para algunos, lo del cantante es una pataleta más de las muchas que suele hacer, para otros es una declaración necesaria de principios que han decidido seguir otros artistas como Joni Mitchell y James Blunt. Entonces, si en el siglo XX la información fue la herramienta más poderosa de la ideología, en el siglo XXI la información ES la ideología. Amanecerá y veremos, pero por ahora Spotify no seguirá rockeando en un mundo libre.

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