Laüra Bonsai y Felinna Vallejo conforman Las Ninyas del Corro, una de las formaciones más interesantes de la nueva escuela del rap español. Nuestro colaborador Santiago Cembrano las visitó en su barrio para hablar con ellas y contarnos la historia de su álbum, Bitches in Business. ***—Es como ver follar a tus padres.El sol se derrama con placidez sobre la Plaça de la Vila, en Sant Adrià de Besòs: la periferia de Barcelona. Son las 7 de la tarde de un viernes de abril. En las terrazas no cabe nadie y el saltarín infantil está lleno: las risas y los gritos de júbilo llenan el aire. Una mujer antigua esquiva el partido de fútbol improvisado que atraviesa la plaza y se sienta con su esposo, que la espera en un banco, bajo la sombra de un árbol robusto. Él pone su mano sobre la rodilla de ella y observan a los vecinos que pasan.Laüra Bonsai es de aquí, de Sant Adrià. La rapera de 28 años está en casa, pero, entre sorbos de Cola-Cola, narra una experiencia extraña:—Es como ver follar a tus padres. Así es conocer la industria musical por dentro: "¡Buah! ¿Qué estoy viendo? ¿Cómo funciona esto?" Por eso queríamos explicarles a los demás que estar donde estamos no es lo que parece.Felinna Vallejo tiene 25 años y es de Bon Pastor, un barrio aledaño que se conecta con Sant Adrià a través de un puente, uno como el que está en el logo de Las Ninyas del Corro, el grupo que ambas conforman. Se presentaron como guerreras de ceño fruncido con Onna Bugeisha en 2021 y así construyeron una habitación propia con los códigos noventeros. Giraron por conciertos y festivales de toda España y así conocieron de contratos y adelantos, horarios y rutinas, el negocio que se escondía tras el sueño de la música. Bitches in Business de Las Ninyas del CorroDe esa experiencia, Las Ninyas del Corro hicieron su segundo álbum, Bitches in Business, publicado en marzo de 2024. Tres años después de su debut, agrietan la solemnidad con la que entraron a la cancha. Ahora se ríen más, y cuando escucha a su compañera, Felinna ríe de nuevo:—Cuando empezamos éramos dos chavalillas, había que imponer respeto. Ahora lo tomamos de otra forma, nos hemos dado cuenta de que podemos vacilar. Nos hemos atrevido, sin miedo de explorar. Me he sentido mucho más libre para decir lo que me de la gana sin censurar nada.Y tan libre. A las baterías violentas que Esse Delgado, productor del grupo y del disco, dispone en 'Las Meninas' Felinna les añade un guiño burlón que rompe el corset estricto. Luego de celebrar que ya no la agobian los kilos de más ni algunos rastros de acné, hace lo que en el debut habría sido inimaginable: "Me suda todo el coño, ni la acabo", rapea de salida, con la misma seguridad que la de Sabrina Ionescu cuando asiste sin mirar. Es un gesto de chulería que sintetiza el cambio de atmósfera entre ambos discos.—Antes estábamos más enfadadas. Pero no estábamos enfadadas, sino que entrabas así o no había manera de entrar —me explica Laüra—. Ahora hemos soltado, le hemos quitado importancia a muchas cosas. Nos hemos relajado.Los primeros temas que hicieron con la intención de crear un nuevo álbum rondaron el drumless, pero pensaron que podía aburrir al público de sus conciertos.—Nosotros hacemos todo el tiempo lo que queremos, pero también hay que pensar en lo que funciona. Vivimos esa dualidad todo el rato —explica Felinna, y yo pienso que esas consideraciones son las que hacen parte de un negocio.Un camp para hacer música en Vallirana, en el bajo Llobregat, las desconectó de las distracciones de la ciudad y puso los cimientos de lo que venía. Les gustó tanto el formato que lo repitieron en Tarragona y, luego, en Castellón, en el verano de 2023. Esse Delgado también ama el drumless; Sunday Truce, su colaboración con el madrileño Franco Carter, se sintoniza con texturas góspel y soul que se repiten sin prisa. Sin embargo, Bitches in Business, además del boom bap con el que empezaron, es hogar del repiqueteo de hi-hats y la energía ágil del trap, trap&B y sonidos que conversan con referentes contemporáneos como Kendrick Lamar, Tyler, The Creator, Pusha T, Travis Scott y Beyoncé. También caben el canto y los coros pegadizos, como en “Nasty Girl”, una canción que les enseñó que podían expresar su mensaje sin dejar de divertirse, sin quitarle naturalidad al proceso y el resultado.—Que tu madre te diga que le mola un tema tuyo, como 'Punto de partida', muestra que con los temas más melódicos Bitches in Busines ha podido llegar a más gente. Nuestros amigos lo están escuchando porque les gusta, y no porque somos sus amigas, como en Onna Bugeisha: eso mola —sentencia Laüra—. Incluso a nosotras un disco entero de boom bap nos aburre.***Bitches in Business de giraLas bocas se abren hacia lo alto en la primera fila de la Sala Apolo, y Felinna las bendice con un chorro de ron para que la fiesta siga. Es el 11 de mayo: inicio de la gira de Bitches in Business. Cientos de personas saltan y saltan y saltan y saltan con 'The Wave', un corte electrónico, impetuoso, y las sílabas se deslizan con habilidad de la boca de Laüra al micrófono. Quizás como resultado de conocer la industria por dentro, Laüra juega a la defensiva en varios momentos de Bitches in Business, como si se anticipara al rechazo de una escena que les recriminaría el nuevo estilo, que eran mejores antes.—Pensábamos que la gente del rap nos iba a odiar. Con el primero nadie te conoce, eres nueva. Toda la gente siempre nos ha dicho que el segundo disco es el más difícil. Era como Buah, este disco puede pasar desapercibido. Eso lo primero. Y lo segundo es que siempre te van a decir que molabas más antes: me pasó con Natos y Waor, los escuchaba antes. Pero es verdad que predijimos eso y no ha sido así. A la gente le ha gustado más de lo que pensábamos —me explica Laüra en Sant Adrià.Las Ninyas del Corro avanzan por caminos que C. Tangana, Recycled J y demás artistas que oxigenaron el rap español ayudaron a pavimentar. Del primero Laüra dice que es como un héroe, al infiltrar el pop para luego diversificarlo más allá de Alejandro Sanz y compañía. Desde Rosalía hasta Dellafuente, insiste, en el espectro de lo urbano están las claves de lo más interesante de la música en España. Por otro lado, Recycled era tildado de “maricón”, recuerda ella, por sus melodías y sus sentimientos: era un blandito, y por eso fue decisivo para que el paradigma cambiara y se abriera.De reivindicar lo más puro que salió de una Nueva York gélida a finales del siglo XX, Las Ninyas del Corro pasaron a celebrar a los que retaron, expandieron y reinterpretaron esa herencia en España. Bitches in Business es un álbum que dialoga con todas las posibilidades que han surgido en la última década, así como con sus artífices. Pero. Hay un gran pero.—Por suerte, tú preguntas por raperas de España y nuestro nombre se va a decir. Eso para nosotras es mucho, pero sigue faltando mucho, también. El caso de las mujeres siempre es más exigente y difícil —me dice Laüra, con voz cansada—. Todavía no es suficiente.—Solo hay pibes, yo estoy hasta el coño —la secunda Felinna, y lo repite, esta vez con mayor énfasis en cada palabra, masticando cada una, para que quede claro—. Solo. Hay. Pibes. Madre mía.Las Ninyas del Corro en la sala ApoloLa sala Apolo está llena, agitada. Laüra propone que, como no las invitan a nada, que las lleven a dirigir una sesión de cardio. Sigue cayendo ron como agua bendita, y ya no sé si es sudor esa humedad en la cara de una mujer que canta cada tema como si la hubiera escrito ella. Casi la mitad somos hombres, casi todos con la mano arriba con cada barra. Las Ninyas se refieren al público como “vosotras” y celebran lo guapas que están todas hoy. El punto de vista cambia y las mujeres, que suelen corear versos de manes para manes, quedan en el centro. La diferencia se nota. En el escenario, Laüra y Felinna no solo rapean con precisión y temple, sino que despliegan coreografías, codo a codo con dos bailarinas, que elevan cada tema. El punto de vista cambia, insisto, y yo lo agradezco tanto. Una bebé se eleva en los hombros de su padre y toda la sala le canta el feliz cumpleaños a la mamá de Felinna. Barbas salpimentadas conviven con la juventud. No cabe nadie más acá. Y cuando llega el momento de “Bagaje”, un break amenazante, Laüra cambia de óptica. Pasa a las barreras generacionales: "La vieja escuela desconsidera a la nueva, la nueva desprestigia a la nueva, qué pena".—Aprendimos mucho trabajando con LaBlackie. Ella vino, escribió y se tiró la letra de golpe. Envidio esa frescura —me había dicho Laüra esa vez en su barrio.Hay que ser exigente, pero también tener el coño de decir "Me gusta como queda y así lo tiro, porque me da igual". Eso es muy difícil que nos pase. Entonces sí, es una pena que los de antes no valoren a los nuevos, porque tienen mucho qué aprender de ellos.La canción se llama 'Deena, Snooki & Jwoww', un corrientazo que me estremece entero. Laüra y Felinna rapean juntas la estrofa de LaBlackie. El final, lo saben todas las presentes, va a estallar, y abren un círculo que se funde en una masa de carne y huesos: frenesí.—Rosalía no cantaría lo que canta si no hubiera estudiado el flamenco. Para transformarlo lo ha respetado. Se trata de respetar no solo a los que había antes que tú, sino a la música que estás haciendo —continúa el ensayo de Laüra—. Por eso también me apena que los nuevos no valoren a los que estaban. Estar informado es básico. No digo que el que está empezando tenga que saber todo, pero yo sí valoro que alguien investigue. Por eso me he sentido muy orgullosa y privilegiada cuando Elio Toffana nos invitó a su disco. La Laüra de hace diez años habría matado por una colabo con él, con Kase.O, con el Tote, con la Mala. Y ahora, cuando todo parece más fácil, sin importancia, agradezco que pase. Por respeto a mi historia y a mi trayectoria, ¿cómo no lo voy a hacer?—¡Y qué colabo! —tercia Felinna—. Yo lloré cuando el Elio nos la pasó, ya terminada. También es un tema de identidad, de sentirte dentro de la movida. Los que nos sentimos como parte del rap sentimos que es necesario entender de dónde viene.Otra forma de ver Bitches in Business: hay pesos muertos que no hay que cargar más en la mochila, y compromisos que estructuran lo que se ha hecho y lo que viene. El álbum se trata de identificar cuál es cuál.***Las Nunyas del Corro desde el barrio obreroLa pizzería, en una esquina de la Plaça de la Vila, se llama La Font. La mesera saluda a Laüra con confianza y la rapera le responde que quizás este verano deba pedir trabajo ahí, para ajustar las cuentas, llegar a fin de mes. La mesera, sonriente, le responde que qué va, que ella va a ser muy grande y me pregunta si estoy de acuerdo. Yo le digo que sí, que por eso estoy ahí. Laüra no está tan segura.—Joder, es que parece que es un momento guay para mí, pero a veces no me siento así —confiesa."Lo bueno de vivir en San Roque es que nadie roba en San Roque", rapea Laüra en 'Tridente dorado' sobre el barrio de Badalona en el que vive desde hace unos años, a un par de kilómetros de Sant Adría: uno de los más calientes de Cataluña, según titulares alarmistas de medios apocalípticos. Las Ninyas del Corro rapean desde el margen y muestran el revés de una Barcelona que opera como un parque temático de sí misma para los miles de turistas que llegan cada día. La conciencia de clase, una de las banderas que ondearon en Onna Bugeisha, sigue intacta. Se manifiesta, por ejemplo, cuando Laüra rapea, en 'Las Meninas', que en Barcelona o heredas o te las apañas. Ok, el turismo trae riqueza: ¿pero para quién?—No hemos crecido en Barcelona, sino en los barrios obreros que rodean a Barcelona —afirma Felinna.Este margen es tan geográfico como simbólico. En 'Las Meninas' Felinna se aleja tanto del lujo del barrio de Pedralbes como del centro de Barcelona donde solo hay guiris (turistas blancos) con axilas malolientes y pijos vestidos de Nude Project. Y una de las bombas llega cuando dice esto: La catalanidad de Las Ninyas del Corro es otro de los puntos de tensión: si a ella no la reconocen como catalana, me explica Felinna, pues que se jodan: ella tampoco lo llamará pan tumaca, sino pan con tomate. Laüra, por otra parte, reconoce reflejos de su caso en la historia reciente: cuando le dieron el premio Sant Jordi a Estopa, algunos catalanes protestaron porque cantaban en castellano.—Me da rabia ese elitismo, esa línea entre la burguesía y los catalanes de a pie —continúa Felinna—. Hacemos música en castellano, y por eso parece que no somos referentes en Cataluña. Pero somos raperas catalanas.—Se nota mucho el clasismo de la burguesía catalana —insiste Laüra—. Acá nosotras somos purria, escoria, como lo fueron hace tiempo los andaluces que venían aquí y supuestamente les quitaban el trabajo a los catalanes. Nuestras familias vienen de allí. Acá solo importa lo moderno, lo guay, lo fashion. Pero en este conflicto con la cultura, con la lengua, pueden existir distintas identidades además de la que se espera.El título de Bitches in Business salió en la recta final del proceso. Empezaron con una espíritu más tremendista, color azul oscuro, que plasmara su angustia. Al final eligieron un camino para sublimarla, hacerla divertida. El título es un guiño sarcástico a todo lo que han conseguido, a lo que aspiran, a todo lo que les falta y a cómo estas tres dimensiones se confunden. Un guiño que nos dice, ya lo decía Laüra, que las cosas no son lo que parecen.Felinna llegó a la entrevista luego de su primer día en un nuevo trabajo. Es temporal, me explica, para ajustar algunos números. Y Laüra, que rapea sobre cómo devuelve los trajes de diseñador que compra para un solo uso, me muestra sus manos. Sus dedos tienen marcas de pegante: esa mañana tuvo que pegar la etiqueta de un vestido para poder devolverlo.—Gitaneo, es lo que hay —admite.En ese banco de la otra esquina de la plaza todavía están él y ella, recostados en el amor silencioso y seguro que se sedimenta como la arena que cae al fondo del reloj de cristal. Antes de que nos levantemos y caminemos, yo hacia el metro —hacia el centro— y ellas hacia sus casas, acá cerca, Felinna reseña su propio álbum.—Eso es ser bitches in business —dice, entre risas—. Se trata de buscarse la vida.***¿Quieren leer más sobre rap en Español? En el camerino con Ill Pekeño y Ergo Pro
Después de un par de meses de presentarnos su canción Rojo Rubí, la artista dominicana Letón Pé regresa con un nuevo y revelador sencillo en preestreno para Shock: Good Enough.Good Enough es una carta de desamor, cargada de letras, matices y sonidos que los van a hacer pensar en un viaje relajante, es un R&B chill y evocador. La canción fue co-escrita y producida por el dúo colombiano Salt Cathedral, y es una apuesta diferente en la carrera de Leton Pé: explora una faceta más sensible y profunda de la artista. Está hecha como para escuchar solo y rodando sobre la carretera.Y acá pueden ver el video, que se abrirá para el público el 10 de mayo. En el BIME hablamos con Letón Pé:
“Cuando tu respuesta a una batalla de rap es una disculpa confusa en la app de notas que dice algo como ‘En realidad no soy un pedófilo porque me habrían arrestado si lo fuera’, has sido tan humillado que tu única esperanza es unirte a un monasterio canadiense y dedicar tu vida a Dios y a salvar el búho moteado”, tuiteó Jeff Weiss sobre 'The Heart Part 6'. Es un resumen preciso de la última canción —hasta ahora, espero que no salgan dos más mientras escribo— del enfrentamiento entre Drake y Kendrick Lamar, en la que el canadiense ondea tristemente una bandera blanca. A pesar de todo lo que dice en 'The Heart Part 6', su tono de voz, lánguido, derrotado, es una toalla volando hacia el centro del ring: la victoria es para el padre de familia de Compton, así como para todos los manes bajitos.Si, como dijo alguien en Twitter, el verso de Kendrick en 'Like That' de Future y Metro Boomin fue como el asesinato de Francisco Fernando de Austria que detonó la Primera Guerra Mundial —y si menciono tanto a Twitter es porque las redes sociales fueron el escenario principal de este combate, en un momento volvemos a eso.Para comprender la historia entera habría que volver al 2013 y pasar por el verso de Kendrick en 'Control'. Pero no estamos reunidos para detallar el toma y dame que se extiende por más de una década, sino para analizar un partido agotador y denso, un beef que el líder de música urbana de Spotify Carl Chery calificó como la batalla más grande de la historia del rap. Así que acá van cinco tesis sobre el beef en el que Kendrick Lamar derrotó a Drake. Y J Cole que siga relajado, montando bici y doblando ropa: se salió de esto a buena hora.1. Jaque mate: 'meet the grahams', Family matters' y 'Not like us'Drake pensó que 'Family matters' iba a ser un gran movimiento que, además de darles lo suyo a Rick Ross y A$AP Rocky, iba a quitarle el momentum a Kendrick: lo sabemos porque hasta le hizo un video que incluyó la destrucción de una van como la de la portada de good kid, m.A.A.d city. Y es un muy buen dis track, pero Kendrick contraatacó casi de inmediato con 'meet the grahams' y ahogó cualquier impulso posible para el de Toronto. 'meet the grahams' claramente estaba grabada con antelación, una trampa lista para cerrarse sobre Drake cuando mordiera el anzuelo. Esta fue la primera gran jugada maestra de Kendrick, digna de un emperador francés también famoso por su estatura baja, porque además de apagarle la luz a Drake reforzó la idea de que el único Premio Pulitzer del hip-hop tenía espías infiltrados en OVO que le anticipaban las acciones de su oponente. Y en los beefs no solo hay que ganar sino que parezca que estás ganando, que tienes el control.'meet the grahams' fue el jaque y 'Not like us' fue el mate: una canción que representa a la Costa Oeste —ya varios han señalado que Kendrick empieza con el flow nervioso de Drakeo The Ruler, innovador angelino asesinado en 2021— y que mete este beef a las discotecas, y no solo las de California: por ahí hay un video de un club neoyorquino en el que la gente está farréandose 'Not like us' apenas salió. Sabes que ganaste si tienes a la gente sacudiendo el culo a ritmo de acusaciones de pederastia. Pero es la segunda jugada maestra de Kendrick porque le ganó a Drake en su propio juego, se le metió al rancho, y a los conjuntos de al lado: es Drake el que debería ambientar antros y clubes, no Kendrick. De hecho, en 'Push Ups' y 'Taylor Made Freestyle' Drake se burlaba de lo supuestamente profunda e intelectual que era la música de Kendrick, y el autor de To Pimp A Butterfly lo noqueó asistido por DJ Mustard con un banger que seguro va a ser la banda sonora de este verano. La táctica de Kendrick, que nunca se había visto envuelto en un enfrentamiento así y logró salir revigorizado, fue digna del tablero de Erick Spoelstra. Y la de Drake me recordó a un entrenador que tuve en la universidad que quería decidir quién entraba a la selección con una prueba de uno contra uno.2. Crítica culturalMigos era una agrupación en ascenso cuando, en 2013, Drake se interesó por su canción 'Versace', producida por Zaytoven, y se montó al remix con el mismo flow atresillado patentado por Quavo, Takeoff y Offset. “Versace (Remix)” impulsó a Migos y le dio a Drake una entrada a un fenómeno, y un estilo, del que quería ser parte. Esta es solo una de varias interacciones complejas que Drake ha tenido con la escena de Atlanta, capital del rap durante la última década, y una de las que Kendrick menciona en 'Not Like Us' (el título lo dice todo) para llamarlo colonizador. Drake, como un Kirby que chupa los poderes del que tiene en frente, usó a Future, Lil Baby, 21 Savage, Young Thug y 2 Chainz para extraer impacto en las discotecas, respeto en las calles, jerga y, en general, aprobación, propone Kendrick. También nos la sabemos con Jamaica, con Londres, etcétera. Ya hizo reggaetón con Bad Bunny y pronto viene la colabo con Peso Pluma. Como dice Paul Thompson, Kendrick apunta a que todo el estilo de Drake se sostiene sobre fagocitar el estilo que esté de moda. “Es una buena crítica de rap”, concluye Thompson.Me gusta este ángulo porque se articula con una crítica más amplia que hace Kendrick: a pesar de Drake haya dominado comercialmente el rap por quince años, algo inaudito, sigue siendo un actor muy exitoso, un otro que nunca hará parte del “nosotros” desde el que Kendrick habla. Y esto no es porque no sea lo suficientemente negro, sino por usar la experiencia negra como máscara y a conveniencia, como ya había señalado Pusha T y también lo hizo ahora Rick Ross. Drake sale de este beef retratado como un culture vulture. Kendrick es persuasivo, pero no me interesa tanto eso, sino notar que la pregunta por el adentro y el afuera del hip-hop sigue siendo un punto de conversación, incluso en 2024. Por más que las barreras entre el rap y el pop parezcan totalmente diluidas por momentos, que Kendrick y los demás esgriman estas posturas muestra que ciertos valores todavía guardan un peso significativo. Se puede leer este enfrentamiento como la guerra entre dos paradigmas del rap, uno mainstream y otro underground, uno que apunta a las cifras y otro a la aprobación de la crítica, uno famoso por sus sencillos y otro por sus álbumes, pero Kendrick propone, simplemente, que una es hip-hop y la otra no. No es un punto menor teniendo en cuenta todas las reflexiones que hubo el año pasado por las cincuenta velitas que sopló la cultura, y las recientes declaraciones de Yasiin Bey aka Mos Def sobre Drake como música agresiva para ir de shopping a Target. Espero no ser prisionero del presente, pero no recuerdo otro beef de este tamaño que hubiera activado a este nivel discusiones sobre raza, identidad y cultura: victoria para los antropólogos del rap.3. ¿Y las mujeres?Hablar de ética en la mitad de un beef es complicado, porque es un territorio en el que todas las consideraciones morales vuelan por la ventana: acá todo vale. Pero mientras que Kendrick acusa a Drake de pederasta y hacer parte de una red de trata y explotación sexual y Drake acusa a Kendrick de pegarle a su esposa, al final son las mujeres las que salen perdiendo en todo el beef. Una vez más. Primero, todas las acusaciones que se hicieron en este flanco son escalofriantes, y superan el terreno de lo que puedo soportar en un beef. Y, segundo, me queda la sensación incómoda de que a ambos protagonistas solo les importa el bienestar de las mujeres en cuanto pueden convertirlo en un arma que empuñar hacia su rival, no en sí mismo. Es decir, que no les importaba tanto el bienestar de las mujeres como el malestar del otro. Y aunque el rap es el campo en el que el dolor se vuelve entretenimiento, no se trata de que esos versos sean parte de un coro pegadizo. Quizás soy muy suave, pero en este aspecto ambos son rotundos perdedores.Desde acá, shout out especialmente a Megan Thee Stallion. Tory Lanez le disparó en el pie y Drake fue uno de los que se burlaron de ella cuando relató lo que había pasado. Pero digo shout out porque con 'BBL' inició antes que 'Like that' la cruzada contra Drizzy, y con mucha mayor gracia que varias de las canciones que nos dio este beef. No puedo creer, por cierto, que la veracidad de los abdominales de Drake hayan sido un punto de contención durante toda la pelea. Me imagino a Drake eligiendo abdominales con el cirujano plástico, a ver cuál six pack le quedaba mejor. El punto es que la deuda del hip-hop con las mujeres, enorme por casos de abuso como el de Russell Simmons, como el de Diddy, como el Dr. Dre, solo se agiganta. Y es 2024. Si hablamos de la evolución del rap, este tema es esencial.4. IA y compañíaAsí como Drake apostó que 'Family matters' le iba a salir bien, también dijo “Uy, qué chimba utilizar una inteligencia artificial para personificar a 2Pac y Snoop Dogg para burlarme de Kendrick” y sacó 'Taylor Made Freestyle'. Fue ridículo. Y no por irrespetuoso, sino por forzado, como que lo pensó demasiado, se le ven las costuras. De nuevo, parte de su derrota es que él, experto jugador de internet, jugó mal casi todas sus cartas. Este fue el beef en el que la IA entró definitivamente al rap. No solo por 'Taylor Made Freestyle', sino porque en la etapa temprana del beef —podemos proponer tres: la temprana, que empezó con 'Like That'; la intermedia, con 'euphoria'; y la tardía, con 'Not like us'— tuvimos que preguntarnos si lo que se filtraba en internet era IA o no. Qué mierda de juego. Y la excusa de la IA le dio la oportunidad a Drake de softlaunchear 'Push Ups' por Twitter a ver si funcionaba, y ahí sí firmarlo. Resultó que una respuesta de Kendrick que se filtró no era de Kendrick, esa sí era IA. No me entusiasma para nada lo que viene en este aspecto.Acá explicamos en video lo que pasó con la IA, Drake y los dueños de los derechos de TupacTwitter, twitter, twitter: no he dejado de repetirlo. Fue el escenario de memes buenísimos (¿cómo habría sido Twitter cuando salió 'Hit ‘Em Up'?) y una plataforma de aceleración. No había que esperar días sino horas, o minutos, para el siguiente capítulo. Quedé mareado. Y hablando de cambios, qué triste la preponderancia de gente como DJ Akademiks en todo este lío: tomo como una derrota personal que sea una figura relevante para el rap, pero estas últimas semanas solo elevaron su perfil. Y si nos preguntamos por su stream desde Mar-A-Lago, una de las casas de Donald Trump, volvemos al segundo punto: este beef detona discusiones vitales sobre la cultura y sus límites.5. Bonus track: Los mejores temas de la pelea entre Kendrick Lamar y DrakePara terminar, evaluemos cada canción del beef, en orden ascendente, o sea desde la peor hasta la mejor.Kendrick Lamar - 'Not like us' (04/05): Then step this way, step that way / Then step this way, step that way. Creo que una de las claves de la victoria de Kendrick es que supo que tomárselo en serio también era meterle fiesta y risa. Y otra es que cuando las papas quemaron tuvo toda una tradición que lo respaldaba (la Costa Oeste, que incluso se liga con su mención de la Bahía y la defensa de 2Pac) y Drake quedó re isla. Lo de que OVO quiere decir “Other Vaginal Option” es estúpido, pero supongo que le da al beef ese matiz de pelea de colegio que a veces necesita. Drake - 'Family matters (03/05)': Trae el balance adecuado entre rap y melodía, entre la actitud despreocupada que pretende demostrar que no estás molesto, en la primera parte, y la concentración y el temple para diseccionar a tu oponente, en la segunda y tercera. Y qué risa cuando dice lo de “Kendrick just opened his mouth, someone go hand him a Grammy right now”. Me tramó, respect: rapeó duro, mero tema. Pero paila, perdió. Kendrick - 'euphoria' (30/04): Hay tantas partes de esta canción que no he dejado de cantar en voz baja, mientras monto bici, mientras lavo platos, mientras trabajo. “What is it, the BRAIDS?”. La forma en que dice Pusha T. Como canta “We don’t wanna hear you say ni**a no more”. Mi único pero es que los beats estuvieron flojos, pero me hizo saber que Kendrick de verdad odiaba a Drake. Triunfo para los haters. Kendrick - “meet the grahams” (03/05): Me dio mucha risa leer que, como Tony Soprano, este tema muestra que hay gente a la que ir a terapia le enseña cómo hacer más y mejor daño. Este fue el punto de inflexión en el que el beef se puso re oscuro e incómodo. Aún así no pude alejarme de la pantalla. A lo bien que dedicarle una sesión de terapia a cada miembro de la familia de tu opp es lo más psycho que he pillado, reforzado por ese beat de Alchemist. Y cuando le desea la muerte a Drake suena demasiado sincero como para no ser aterrador. Entonces como dis track es devastador y perfecto, pero a la vez no quiero escucharlo más. Espero que eso tenga sentido. Rick Ross - 'Champagne moments' (13/04): El outro hablado es glorioso. Pero, sobre todo, la incluí para celebrar sus historias de Instagram. Fueron mis momentos favoritos del beef, sobre todo cuando se burló de Drake porque su avión era muy viejo. Qué riqueza tan asquerosa. Drake - 'Push Ups' (13/04): En este punto consideré que Drake le podía ganar a Kendrick y su seriedad llevando esto al territorio de la burla y lo viral. Me dieron risa todos los versos que se burlaban de la altura de Kendrick. Buen tema. Al final lo de los malos contratos fue lo menos importante, y tampoco era un ángulo prometedor. Future & Metro Boomin, ft. Kendrick Lamar - “Like that” (22/03): No sabía dónde meter esta, porque no fue un dis, tiene una lógica distinta. Pero es increíble que Kendrick pueda reiniciar el juego con un verso con una década de distancia como hizo hace años con 'Control'. Me encanta el desprecio con el que dice “Bum!”. Y chimba que Metro también diseó a Drake con el beat. Kendrick Lamar - “6:16 in LA” (03/05): Bello sample. Lo demás dejó de importar a medida que el día avanzó y salieron dos temas más. ¿Tres dis tracks en un día? Historia del rap. Qué jodido cómo ahora la portada del guante es como un aviso enorme que le grita a Drake: no lo hagas, huye mientras puedas. Drake - 'The Heart Part 6' (05/05): La peor línea de todo este beef fue “I’m way too famous for the shit you just suggested”. No puede ser. Y me dio hasta pesar de Drake escucharlo tan alicaído en este comunicado de prensa hecho tema. No sé si tendrá una hija oculta o no, pero no compro para nada el argumento de que fue todo una trampa que le pusieron a Kendrick. No, Drake, tú fuiste el que pisó todas las trampas esta vez.Drake - 'Taylor Made Freestyle' (19/04): Entre las camisetas de Inditex, el holograma de Coachella y ahora esta mierda, van a hacer que 2Pac vuelva de Cuba a exigir que lo dejen sano.Más contexto: ¿Qué pasó con Kendrick Lamar, R. Kelly y Spotify? La frase de Drake que recordó un momento clave
En esta nueva entrega del Panorama musical de marzo de 2024, curado por los medios que integran la Alianza Faro, hay jazz, synth pop, amapiano, afrobeats, pop-rock y psicodelia alucinógena. Les presentamos a 8 agrupaciones con lanzamientos recientes y, además, como cada mes, una playlist con nuestras canciones favoritas. Acá pueden escuchar la playlist actualizada del Panorama de marzo en Faro. ArgentinaMaquillada en la cama – Juliana GattasPor Juampa Barbero de Indie HoyMaquillada en la cama, el primer álbum solista de Juliana Gattas, nos adentra en un universo de glamour y excentricidad.La cantante de Miranda! recorre una amplia gama de géneros, desde el electrodance, el synth pop y algunos guiños al jazz, para develar su versatilidad y carisma camaleónico.A través de cada canción, Gattas da vida a diversos personajes y estados de ánimo, canalizando sus experiencias personales con un toque de humor e ironía, combinando la euforia del baile con la melancolía del corazón roto.La argentina se luce en tracks como "Borracha en un baño ajeno" y "Maquillada en la cama" -los primeros adelantos del disco-, donde su habilidad interpretativa brilla al encarnar a una diva que vive en el filo entre lo absurdo y lo sublime. La producción en manos del chileno Alex Anwandter evoca una estética retro y moderna a la vez en un puñado de canciones llenas de elegantes arreglos de cuerdas, sintetizadores vibrantes y emociones a flor de piel.BrasilJUÇARA MARÇAL – DEBRMXPor Scream&YellSi para los ciudadanos de a pie las situaciones extremas son casi una cuestión de vida o muerte, para los artistas suele ser el momento de dar un salto al vacío. El aislamiento impuesto por la pandemia llevó a la cantautora Juçara Marçal y a su socio productor Kiko Dinucci a buscar la manera de crear un álbum en un periodo en el que la gente no podía reunirse. El resultado fue un clásico: Delta Estácio Blues, el álbum de brío electrónico anclado en la experimentación y los collages publicado en 2021, fue votado disco del año por varias publicaciones, entre ellas Scream & Yell, obtuvo un EP (también imperdible) de sobras en 2022 (EPDEB) y, ahora en marzo, un bombástico disco de remezclas, DEBRMX (2024), que amplifica radicalmente el sonido del proyecto original. Son 15 temas remezclados por 19 destacados artistas de la música electrónica, que van del funk al techno, del amapiano al industrial, ampliando la idea original del álbum de reunir músicas negras de todos los rincones del mundo. Para escuchar con auriculares y volverse loco.CHILEdoblesanto - Joven (Aún)Por POTQMientras vivimos el fin del mundo aún es posible bailar suavecito y acompasado. Esto, gracias al disco debut de doblesanto, Joven (Aún). En una época de estandarización apabullante y el algoritmo nos juega malas pasadas mostrando las mismas caras de siempre, estas doce canciones son un tesoro —esperamos que cada vez menos escondido— dentro de la música chilena. Aquí aparecen los sonidos latinos que son parte de una memoria viva del continente, pasando por el bolero o la cumbia más cadenciosa, por ejemplo, pero desde la perspectiva de los que crecieron en democracia, con internet, maquinitas y una guitarra clásica en su cuarto. El quinteto se aleja de cualquier ejercicio de estilo, por el contrario, las texturas y los juegos vocales que ofrecen cada uno de los temas de este disco, lo que más muestran es curiosidad y libertad pero con los pies bien puestos en su tierra. Excelente debut.ColombiaBochinche - DawerxDamperPor ShockA finales de 2019 en Shock presentamos a los hermanos Dawer y Damper, nacidos en Cali, Colombia, como una colorida promesa del afrofuturismo. Recién habían ganado un torneo de bandas local que organizamos y apenas se construía su proyecto. Antes, conformaron un quinteto de funk llamado Alto Volumen. Hoy, cinco años después, los DawerXDamper son la punta de lanza de un movimiento próspero en nombres, colores y Flow. Un movimiento de jóvenes negros, de la ciudad de Cali, comprometidos con explorar sus barrios, su identidad y la música afrodiásporica fuera de cualquier cliché atribuible a la etiqueta de lo “urbano”. Ya fueron nominados a un premio Grammy latino por su álbum ‘Donde Machi’ y ahora lanzaron este EP, ‘Bochinche’, con colaboraciones en las que se divierten con el ritmo y con el lenguaje. Bochinche, en Colombia, significa fiesta, alboroto, escándalo. Pues, bien: lo de DawerxDamper es un bochinche elegante, formado en el barrio a punta de color y afrobeats.CUBA Los Palos Gozadores • Michael OliveraPor Magazine AM:PMDejando claro el disfrute que hay detrás de estos diez temas, Michael Olivera saca a la luz su tercer álbum, acompañado de los reconocidos músicos Alex Conde y Gastón Joya. En un viaje entre nostálgico y de reafirmación por varios clásicos de la música cubana e internacional como Could you be loved o La Comparsa, el percusionista cubano quiere proponer un nuevo punto de vista. Con un formato de trío aparentemente sencillo, reinterpreta los motivos melódicos y los traduce al lenguaje del jazz —que ya ha hecho suyo—. Juegos armónicos ingeniosos, improvisaciones bien integradas al flujo del fonograma, y la selección íntima y equilibrada de las piezas hacen de la más reciente entrega de Olivera una propuesta sólida, que evidencia la madurez del artista no solo como compositor e instrumentista, sino también como productor. Sin dejar a un lado la influencia de las raíces afrocubanas —que han caracterizado siempre su estilo— Los palos gozadores es un álbum que trasciende estas fronteras para deleitar a cualquier amante del género.EspañaShinova - “El presente”Por Mondo Sonoro“El presente” supone el quinto trabajo de la banda vizcaina Shinova y una muestra más de que siguen en el camino de la exploración que, desde sus inicios, ha marcado su trayectoria. Junto a Manuel Colmenero –con quien repiten en la producción– parecen haber dado con la tecla adecuada para seguir escribiendo una trayectoria que parece no tener techo. Y es que la historia de Shinova es digna de estudio. En “El presente”, la banda continúa dando pasos de gigante no solamente echando mano de una cuidadísima producción, sino también desmenuzando un amplio catálogo de lo que pueden aportar todavía a su pop-rock marca de la casa. Lo evidencian temas como “Alas” o “Gloria”, medios tiempos ideales para tomar aire como la luminosa “Nuestra postal”, “No cambiaría nada” o la melódicamente delicada “Los días que vendrán”. Por el caminointroducen sonidos electrónicos con un los que enriquecen canciones como “Diciembre” o “Antes de que todo acabe”. Shinova se reafirman con este “El presente” como una de las grandes bandas de su generación. SergioIglesias. México Niño Baca – ‘Días fueron’Por Ana Li Rodríguez de Indie Rocks!El cuarteto mexicano conformado por Niño, Bruno, Keks y Blati finalmente lanza su primer material discográfico. Nueve canciones conforman Días Fueron, este LP que consigue ver la luz gracias a HEP Records! y a la magia e intensidad cósmica de Sebastián Garrido quien apoyó en todo momento la producción, mezcla y masterización del debut de Niño Baca. Además, en este viaje de kraut y psicodelia le acompaña Angélica Victoria (angelicodiablo) en una colaboración burbujeante en el track “D5”. El joven proyecto compila lo mejor de la amistad y el hangueo en un disco ameno, divertido con el que pasarás varios minutos desconectado de la realidad.URUGUAYALUCINACIONES EN FAMILIA - ALUCINACIONES EN FAMILIA IIIPor PiiilaDesde su primer disco editado en 2015, Alucinaciones en Familia –con Pau O’Bianchi a la cabeza– continuó el camino que venían transitando sus miembros en la esfera independiente de la música montevideana, llegando a nuevas alturas. Eso es: salir de los sótanos y agotar entradas en algunos de los escenarios más importantes de la ciudad.Ahora, con su tercer volumen alucinógeno la banda pulió este sonido amorfo que ya los caracteriza (experimentos desprejuiciados que combinan pop, psicodelia y rock), poniendo más al frente la voz. Y tal vez sin planearlo hicieron que sus evocativas letras capturen aún más la curiosidad, sea desde la metáfora y el juego de imágenes, pero más a menudo desde la descripción cruda y directa de lo real.Así es que este disco, más que los anteriores, lanza al escucha en una montaña rusa de emociones y dinámicas. A veces se va cayendo desde altos eufóricos y coreables, pero tras alguna vuelta afable la cuesta arriba se hace más difícil, cargando con dolor y duelo. Esta es una celebración de la vida mientras se convive con la muerte; la transformación del dolor en algo deforme pero hermoso.Vean aquí el Panorama de febrero
Una de las primeras veces que Kool & the Gang y Village People estuvieron juntos —sin compartir escenario o ser cercanos musicalmente— fue en la discoteca The Empire, uno de los focos infecciosos de la cultura disco en New York en la década de los 70. Ubicada en Crown Heights, Manhattan, The Empire se convirtió en el escenario más preeminentemente oscuro de la escena disco de los neoyorquinos debido a su DJ Peter Brown.La pericia de Brown para combinar clásicos disco (como Girl You Need a Change of Mind de Eddie Kendricks, San Francisco [You’ve Got Me] de los Village People) y standards del funk (como Hollywood Swinging de Kool & the Gang) hizo que dos ritmos totalmente opuestos se unieran por primera vez para hacer explotar —sin parar— la energía de sus visitantes los viernes y los sábados en la noche.Las mezclas y las transiciones suaves que elaboraba Peter Brown en sus bandejas no solo fueron emblemáticas, sino que rompieron las cadenas que contenían nuevas formas de placer y nuevos tipos de identidad.Hoy nos parece natural, pero en un principio juntar a Kool & the Gang (funk) y a los Village People (disco) no fue tarea fácil, sobre todo porque para los cultores de la música funk como George Clinton de Funkadelic y Sylvester Stewart de Sly & the Family Stones, el disco (entre esos Village People) no era más que un “síndrome placebo”, una imitación pálida del funk, cuyos ritmos maquínicos eran un sustituto falso del principio del placer. Es decir, la música disco representaba la pasión descafeinada, la cerveza sin alcohol y el ritmo sin sexo.El funk era concebido como el punto final, el orgasmo, la eyaculación, el sexo despojado de cualquier tipo de mediación. Por ejemplo, la animalidad y la explosión de canciones como Jungle Boogie, Funky Stuff y This Is You, This Is Me de Kool & the Gang demostraban que el funk era una especie de elevador de las emociones cuyo sonido tenía el poder de alterar el ambiente. La historia de Kool & the GangKool & the Gang fue uno de los principales representantes del funk grasiento y sucio; un tipo de funk suelto, libre y fluido que invitaba a sus oyentes a viajar por el infierno y retornar nuevamente a la tierra despojados de cualquier culpa.La banda se formó en 1964 bajo el nombre de The Jazziacs en Nueva Jersey, pero solo hasta 1969 se convirtieron en Kool & the Gang cuando publicaron su primer álbum homónimo. La agrupación estaba conformada principalmente por Robert “Kool” Bell, su hermano Ronald y sus amigos Clifford Adams, Charles Smith, Woody Sparrow, Robert “Spike” Mickens, Dennis “D.T.” Thomas, Ricky West y Funky George Brown. Su éxito comercial llegó con Wild and Peaceful de 1973, álbum que obtuvo un disco de oro y logró posicionar dos canciones en el top 10 del pop.Sin embargo, el estomago de carburo del auge de la música disco de mediados de los 70 metabolizó el sonido funk de la banda, llevándolos a adoptar un sonido más “moderno”, en el que los tacos altos y los labiales insinuantes eran la regla, así como los jeans ajustados y los pectorales trabajados. Para esta nueva etapa Kool & the Gang contrató al cantante James “J.T.” Taylor, quien le permitió a la banda cosechar éxitos masivos como Ladies Night, Too Hot, Cherish y Celebration. Esta última, como salida de un dibujo animado, invitaba a celebrar los supuestos buenos tiempos que se vivían en los Estados Unidos a principios de los 80 con la llegada de la reaganomanía.La conversión de Kool & the Gang hacia el lado disco de la luna y el abandono del lado funk de la tierra, demostraba que la música disco también tenía el poder de agitar las aguas y activar las pulsaciones infinitas que encendían a muchas personas hasta llevarlas al tan anhelado orgasmo.Lo interesante de combinar el funk (Kool & the Gang) y el disco (Village People) en un mismo espacio es que permitió no únicamente que dos ritmos musicales o dos bandas totalmente opuestas se acercaran, sino que abrió la posibilidad de articular diferentes tipos de sexualidad, así como la oportunidad de explorar nuevas formas de identidad sexual.La historia de Village PeopleEl experimento en las bandejas de Brown —como de otros DJ de la época— creó un tipo diferente de música y generó un ambiente en el que la corporalidad dejó de estar prohibida; empujó a los cuerpos más allá de la vergüenza. En otras palabras, el logró de Brown fue mostrarle al mundo que los revolcones con extraños (funk y disco) y las orgías musicales (Kool & the Gang y Village People) podían desatar la lascivia que posibilitó explorar y trascender la posición del misionero.Y eso fue lo que caracterizó a Village People. Una estética provocativa de tipos vestidos con un penacho de plumas de cacique norteamericano y un taparrabos, el uniforme de un trabajador de la construcción y el equipo de cuero de un motociclista, así como letras vulgares —carentes de sutiliza— que fantaseaban con aventuras capaces de incendiar y liberar el mundo a través del sexo. La banda se formó luego de que los productores musicales franceses Jacques Morali y Henri Belolo se mudaran a New York. Su primer e innovador proyecto camp, llamado The Ritchie Family, basado en el sonido de Filadelfia Internacional, se desvaneció tan rápido como un single promocional.Pero lo que vendría después sería histórico. Village People nació de un modo bastante particular: un día que Belolo y Morali caminando por el West Village de New York vieron a alguien vestido con un traje de indio norteamericano. Ambos quedaron absolutamente impresionados por el personaje hasta el punto de seguirlo a una discoteca donde se dieron cuenta que trabajaba como bailarín. Una vez en el lugar, el Anvil (uno de los lugares más emblemáticos e “infames” de la escena disco gay), Belolo y Morali se encontraron con un mundo asombrosamente inédito: clientes vestidos con sombreros de cowboys (vaqueros), pantalones y chaquetas de cuero, overoles de trabajadores, tangas ajustadas y musas emplumadas.La escena era tan surreal que detonó en ellos la idea de retratar el “increíble mosaico” del hombre americano y a todos esos personajes fantásticos que habían visto en el West 14th Street de Greenwich Village. Con esto en mente la banda se transformó en los Village People (La Gente del Village) y dieron origen al mito del macho/drag.Los Village People se crearon en torno a una banda de estudio, así como al cantante Victor Willis, un extra de Broadway (el policía y atleta), Felipe Rose (el nativo americano), Alex Briley, ex corista de Bobbi Humphrey (el marinero), David Hodo, actor desempleado de Broadway (el obrero de la construcción), Randy Jones (el vaquero) y Glenn Hughes (el motociclista vestido de cuero).La banda alcanzó por primera vez la lista Billboard Hot 100 de singles en 1978 con Macho Man, canción que daba título a su segundo álbum: una oda burlona y pegadiza que exponía la expresión musculosa que estaba empezando a dominar la escena disco gay. Su crítica a la hipermasculidad se hizo más fuerte en su tercer álbum, Cruisin’, de 1978, un éxito rotundo que alcanzó el número 3 en las listas gracias a canciones como Y.M.C.A. y el éxito In the Navy, un himno que representaba el fetiche militar homoerótico.A pesar de todos estos éxitos que “celebraban” formas alternativas de masculinidad y “cuestionaban” al clásico “Macho Man”, los Village People fueron declarados “personas no gratas” en los clubes gay de Estados Unidos.Para muchos críticos la banda representó lo peor de la música disco: “beats trillados compuestos por perezosos escritores de estudio; letras simplonas y tipos vestidos de forma caricaturesca”. Por otra parte, para la comunidad gay y drag, la banda no era más que un producto del mercado que despojó de sus “propiedades malignas” a lo gay y lo drag para comercializarse de manera tal que liberales y conservadores pudieran hacer coreografías formando letras con los brazos con “Y.M.C.A”.No obstante, el verdadero logro de la banda fue expresar mediante su estética camp el distanciamiento que existía entre la sexualidad de los primos extrovertidos (gays y drags) y el resto de la sociedad que hipócritamente seguía escondiendo sus pasiones. El acto subversivo de Village People fue acercar una serie de valores y tabúes sociales de las comunidades gay y drag, fuertemente rechazados y caracterizados como inferiores, mediante estilos de seducción que ayudaron a bloquear la desconfianza por esas formas culturales vistas como inferiores.La estética gay y drag que impulsaron (y comercializaron) los Village People implicaron un compromiso excesivo con lo marginal solo porque en estos estilos encontraron un “valor” artístico reconocido (y aceptado) por diversos grupos sociales de manera superficial. Es decir, la forma característicamente gay y drag de tratar los valores, las imágenes y los productos de la cultura dominante mediante el uso de la ironía, la exageración, la teatralización y la burla ambivalente de lo serio y respetable fue lo que le permitió a Village People convertirse en una de las agrupaciones más subversivas de la historia de la música popular.Claramente, nada de esto fue abiertamente político, sin embargo, hoy en día no deja de sorprender que muchos medios, ya bien sean especializados en música o no, reconozcan a la banda como “iconos de la era de la música disco y del movimiento por los derechos LGBTQ”. Para ellos, el estilo camp de los Village People aludió a una especie de construcción ideológica del comportamiento que era supuestamente natural y correcta. Y a través de la suplantación y la parodia la banda simulaba el respeto por las normas interpretando ciertos papeles de la sociedad (el macho, lo indio, el trabajador, el obrero, el atleta), al tiempo que los socava “accidentalmente”, manteniendo la pose durante un instante y exagerando algún detalle estilístico o cliché hasta el absurdo.***A propósito de los cruces entre música y género, les recomendamos leer ¿Importan los géneros?
Su madre se lo decía: ¿qué iba a hacer en Colombia? Allá tan lejos no había nada para ella, después de todo en Buenos Aires no faltaban los estudios de grabación. Delfina Dib la escuchó y consideró su consejo, pero, de todas formas, aterrizó en Bogotá a inicios de 2014 con la misión de elevar su carrera musical. Diez años después no queda duda de que tomó la decisión correcta.Tras su llegada, la argentina se convirtió rápidamente en una voz reconocida del circuito independiente de Bogotá, primero con Zyderal y luego como solista, gracias a proyectos como Lotto (2018), Todo (2019) y su primer álbum, Directo al cora (2023), en los que su intensidad, que raya en lo violento, atraviesa distintos colores instrumentales cercanos al rap. Cada verso, un gancho contundente; cada tema, un himno en el que ella, y quien la escucha, se celebra; cada paso, concentrado en la meta.Esa es la versión corta. La larga viene con el próximo álbum de Delfina, 01, que celebra sus diez años en Bogotá. Y para hacerlo subvierte las expectativas que vienen con el 10: frente a la excelencia y lo absoluto, Delfina presenta fragmentos: un paso a la vez, y luego otro, a veces en una dirección inesperada. Es el retrato de una década en la que toda su convicción ha compartido la cama con la soledad que no ha dejado de sentir en una tierra ajena, con la esperanza de que su proyecto llegue hasta donde ella sueña, y con la frustración inevitable que ataca cuando eso se tarda más de lo esperado.El 18 de mayo, en un concierto en el Teatro Mayor, Delfina Dib presentará esta transición entre Directo al cora, que le da la vuelta al desamor, y 01, el diario abierto de su paso por Bogotá. Será un concierto en el que Delfina, reconocida por el fuego con el que incendia cada tarima, podrá compartir toda su vida. Si canta con nombre y apellido es porque no oculta nada, no es ninguna máscara ni persona paralela: es ella entera. Tanto así que al final no habrá otra salida: morirá en el escenario, como imaginó desde que veía a grandes divas en la televisión cuando tenía cinco años y le decía a su mamá que quería ser como ellas.Sobre el concierto del Teatro Mayor, 01 y más, hablamos con Delfina Dib.¿Cómo fue la transición de Directo al cora a este nuevo álbum en el que estás trabajando? ¿Qué preguntas te guiaron?Me he vuelto adicta a este ejercicio creativo de hacer discos. Como siempre quiero llegar a nuevos resultados, éste me parece un buen lugar para crecer y evolucionar. Y luego del espasmo de Directo al cora, me pregunté qué quería decir ahora. El año pasado organicé camps de producción en Canarias, Miami y Medellín, y empecé a componer. Así entendí la personalidad del disco.Este año se cumplen diez años desde que llegué a Colombia. Es un punto de inflexión, ¿no? Y empecé a pensar en el número 10, y en que qué paja tener que ser 10 en todo. Por eso jugué con los números y los volteé para formar el 01: el 0 es la nada y el 1 es el paso que damos para estar más cerca de donde queremos estar, a donde queremos llegar. Entonces este nuevo disco, 01, lo utilicé como un diario abierto para contarle a la gente quién era cuando llegué, quién soy hoy, y lo que me ha pasado, lo que he sentido.Supongo que también tiene que ver con una ética de lo cotidiano más que de lo extraordinario: no hay forma de llegar al 10 sin una suma constante de 01s. Una suerte de redefinición de la excelencia. Sí, y es una forma de ver las cosas desde otro lado, cruzar la vereda. También es un juego de palabras: ser uno. Y es encontrar el centro, que es el 0. Y el 1 es un número maestro y guía, y es la unidad del ser, es uno, sos vos, que estás solo en el mundo. Pero a la vez somos parte de todos, y ese ser es el cero. No tuve que hacer un brainstorming de ni chimba, todo se construyó en estos diez años.Claro, es otro punto de vista, que es lo que has hecho más de una vez en tu vida y en tu carrera. Te viniste a Bogotá contra lo que te aconsejaba tu mamá, por ejemplo. Y así con otras cosas. Yo siempre busco incomodarme para sacar el fua. Es como mi cuota de rebeldía, para llevarme a mi máximo potencial. Me guía esta necesidad de esperar más, de hacer más, de no conformarme con lo obvio. Todo eso es necesario verlo desde otro ángulo para poder evolucionar y que no duela tanto. Siempre me he sentido muy sola acá en Bogotá, por más que tenga amigos. Dedicarse a la música no es para cualquiera y migrar tampoco. Ahora que estuve en Buenos Aires me lo preguntaba: ¿cómo hago boludo para ser tan fuerte? Qué difícil, vivo re lejos. Por eso veo necesario ese ejercicio de poder cuestionar las decisiones que tomo. He sido ninja y he aprendido a pedir perdón, he pagado mis errores. 01 es un manifiesto de todo eso. Me salgo del amor romántico, de lo sexoafectivo, y hablo desde mí. Al final el arte es un punto de vista, somos filtros e interpretamos la realidad desde nuestra perspectiva.Frente a Directo al cora, 01 tiene un sonido mucho más sintético y vertiginoso, ¿cómo llegaste a él?A diferencia de Directo al cora, trabajé con muchos productores, de México, Colombia, Canarias y Ecuador, que me aportan desde un lugar distinto. Y 01 tiene un sonido más puro, más grande. Representa la fuerza, y para mí eso es el rap y el trap. En el trap puedo rapear, cantar y me identifico con la energía, y no solo por ser argentina, aunque sí escucho mucho trap argentino y gringo. Para mí el trap es presencia, potencia, fraseo. Y además me gusta experimentar con el color del autotune. En vivo no siempre lo uso, no es un recurso para llegar a la nota sino una decisión estética: me gusta como suena.¿Cómo fue para ti la recepción de tu público de Directo al cora?Una de las más escuchadas es “Yory no”, que la metí al último momento. Estuvo bien interesante eso, a la gente le encanta y yo no la iba a meter. Y le creía mucho a “Red flag”, es de mis preferidas, y la gente no la escucha tanto. Pero el gran himno del álbum es “Me oyes”, esa sí sabía que a la gente le iba a gustar. ¡No sabes cómo la cantan! Es sincera, cruda, como una balada. Y al final el estalle de las guitarras es como un llanto.Cuando estaba haciendo Directo al cora dije, por joder, que si no me pegaba con ese disco me retiraba. Y no pasó. Y no lo decía por pegarme, sino para evolucionar con la música, que lo que hago se expanda. Sé que soy buena y que estoy a una canción de distancia de que todo estalle. Acá en Colombia siempre me he sentido bien recibida, pero me da la sensación de que la gente no termina de entender mi proyecto. A veces me pregunto qué debo hacer para que la gente conozca mi proyecto, y creo que la respuesta es lo que estoy haciendo: seguir. Directo al cora es muy bueno, pero esto es un proceso. Entiendo que el momento de que mi música se expanda al nivel que sueño no ha llegado. El otro día Luis7Lunes me dijo que lo bueno de hacer discos es que con los años se ponen mejor, se maceran, como el vino. Quedan inmortalizados.Desde que te vi hace años supe que eras una bestia en el escenario, pero con el tiempo has ido puliendo ese fuego innato. ¿Qué has aprendido sobre tu presentación en vivo en esta etapa de tu carrera y qué traes para el concierto del 18 de mayo en el Teatro Mayor?Si lo venía puliendo, para este concierto que viene sí es la pulimentación total. A toda esta fuerza innata que traigo hay que darle un orden y una estructura. En la tarima siempre hay mucha improvisación, pero he aprendido a combinar esa fuerza libre que transmite mi proyecto con que también soy frágil y vulnerable, pero no débil. Así he ido entendiendo qué energía quiero proyectar en los shows. Empecé a entrenar y mi coach me preguntó qué representaba mi proyecto. Le dije que fuerza, y él me preguntó si me sentía fuerte. Le dije que no, que tenía una buena genética, pero me faltaba. Eso fue hace un año. Ahora me siento power. En el Festival Centro una de las organizadoras me dijo que se notaba el cambio, un nivel de resistencia muy zarpado. Me identifico con Doja Cat y Nathy Peluso, que no solo cantan y bailan, sino que la dan. Es ese lado ninja.El show del 18 tiene un lado A, con piano, y un lado B, con banda: son dos energías distintas. La gente se va a ir con una sensación: che, siento que la conozco, sé quién es Delfina. Va a tener canciones de Directo al cora y de 01. Voy a morir en el escenario.
A finales de los noventa en Cali se bailaba salsa y rock. La popularidad de Superlitio, de Kraken y de Masacre; la aparición de Rock al Parque en Bogotá y la expansión de la emisora Radioacktiva tuvieron eco en la ciudad, impulsando la creación de grupos locales y bares dedicados al género.Paralelamente, empezaba a tejerse una red subterránea de intercambio musical con personajes como ‘Ursus’, quien vivía en California cuando llegó la oleada hardcore punk y regresó a la sucursal del cielo cargado de discos, que repartió en su parche.Les puede interesar: Cali vs. Cali: notas sobre la industria musical caleñaSin embargo, a partir del 2010, la pequeña escena rockera que se había consolidado decayó, debido al ascenso vigoroso del reguetón, a los programas institucionales que posicionaron la salsa como pilar de la cultura caleña y a la desaparición de festivales emblemáticos como Cali Underground.De vez en cuando tenemos noticias de bandas caleñas de rock por sus nuevos lanzamientos.Están Desnudos en Coma, con un rock alternativo de buena factura; MICO, con un ensamble caótico que remite a la banda de mathcore de Boston Converge; y Escara, con un screamo que se desdobla hacia el hardcore y el black metal.También pueden escuchar: La banda caleña Red Sun Cult presenta ‘Tu cuerpo, la lluvia’En este contexto, aparece “Drop the Bomb” (2024), el nuevo álbum de Nucleonics, una banda de rock electrónico en inglés que toma texturas de agrupaciones como The Prodigy, Nine Inch Nails y Depeche Mode para articular una propuesta inédita en la ciudad.Esta banda tiene ya varios kilómetros encima, aunque muchos la desconocen en Colombia.El proyecto fue creado por el cantante Luis Gómez, antiguo miembro de Diva Gash y Sexy Death, que hoy está acompañado por JaGo Tabares en el bajo, Dey Álvarez en el sintetizador y Carlos González en la batería.En 2007, publicaron “Scary”, un álbum que marca la primera etapa del grupo en Londres, y en 2020, “Eleven”, un disco más experimental que se sumerge en los ambientes del darkwave y el industrial.Más rock de Cali: Los Hotpants tienen nueva música para mostrarnosEn su nueva entrega, con una vibra a mitad de camino entre Korn y Gary Numan, Nucleonics presenta un viaje de media hora cuyo origen es Marte, el planeta que llevamos intentando entender desde 1960 con misiones espaciales.El rock ya ha visitado el planeta rojo en varias ocasiones (David Bowie, Coldplay y Misfits son algunas de las agrupaciones que lo han mencionado en sus canciones), pero la banda caleña fue más allá: montó una narrativa futurista ilustrada con imágenes y videos de corte distópico, que pueden pillar en sus redes sociales.Este álbum cuenta que Marte ha sido arrasado. Sus recursos naturales han sido exprimidos por los pobladores, como ocurre en la Tierra.Ante el estado de precariedad y desolación, muchos habitantes deciden buscar nuevos horizontes.Los pocos que se quedan están en pie de lucha, entregando todos sus esfuerzos para recuperar el equilibrio de su planeta. Así que Nucleonics ha decidido viajar a la Tierra, confiando en que tienen un mensaje de esperanza para darle a la humanidad.El armamento que utilizan para inspirar a la gente a tomar acción y apersonarse de los problemas colectivos se llama “Drop the Bomb”, un disco que, por lo demás, nos está entregando nuevas noticias de la movida rockera caleña de hoy.
Escuchar el 5 pa las 12 del colectivo MIH (Oblivion’s Mighty Trash, Adam Walsh e Isaac SA) es darse un paseo rápido por una nueva camada del rap de Medellín, que ya goza de un bello presente, pero que promete gloria como futuro.Así son todas las buenas vísperas de año nuevo.Esos últimos 300 segundos de cada calendario tienen su particularidad. Los presentes sirven un trago, agarran sus uvas, se meten lentejas en los bolsillos, salen a dar vueltas a la manzana con maleta a cuestas y ponen a sonar duro la primera estación de radio que encuentren.Todo esto tiene una razón de ser: sembrar las semillas de una buena fortuna para el futuro.Desde el nombre de la agrupación, Make it Happen (MIH) muestra estar decidida a no quedarse en la manifestación.¿Qué es Make it Happen?La primera aparición de Make It Happen fue en el tema Combo (MIH), de No me acuerdo, el disco de Oblivion’s Mighty Trash que estuvo entre los mejores del 2023 para Shock.Isaac SA nació el 12 de octubre de 1999, creció en Sabaneta y lleva desde 2016 publicando música en solitario o con su colectivo, La Sucia Alianza, que está situado salvo por Isaac en Envigado.La geografía explica su cercanía y colaboración constante con La Ciudad Maldita, colectivo encabezado por el productor y rapero Zábaz. Dentro del trabajo de Isaac destaca el EP Esquirlas, con Inko Beats.“A mí lo que me gustan son los skills, las métricas, el wordplay”. En 5 pa las 12 es quizás el de las barras más ingeniosas: cuando Isaac rapea “¿Qué será de mí mañana / es lo que pienso desde ayer” replantea las únicas dos preguntas centrales a toda la vida, y recuerda la música decembrina: “¿Cómo me compongo yo en el día de hoy? / ¿Cómo me compongo yo el día de mañana?”.Salomé Ochoa (Adam Walsh) nació el 2 de marzo del 2000 en el municipio de Guarne, a 25 minutos de la capital de Antioquia.Allí creció y estudió música y producción musical, en el Tecnológico de Artes Débora Arango, en el corazón de Envigado.Aunque lleva desde 2019 rapeando, de entrada dice: En el Débora Arango estudian también Oblivion’s Mighty Trash y muchos de sus amigos más cercanos, que conforman su equipo de trabajo.Juan Sebastián Álvarez (Oblivion´s Mighty Trash) nació el 27 de enero de 2003 en Bello, y ya hace un año, en nuestra sección de Apuestas Shock, exploramos su perfil.Es poco lo nuevo que puede decirse de él: es a la vez joven promesa y presente brillante del hip-hop colombiano.“El Obli tiene una habilidad narrativa muy propia. Él sabe cómo botar las cosas de manera que la gente lo digiera muy chimba y eso es muy duro”, dice Isaac. “Que usted pueda transmitir las vueltas así de efectivamente y que tenga tantas barras y skills es brutal”.Hablando de este disco, le reconocen a Barbatos beats (Sebastián Montoya) el mérito de meterlos de lleno en este proyecto común. El hoy productor acompaña a Oblivion en vivo como DJ y ha sido productor de varios de sus temas. Antes, hizo parte del grupo Underhood como rapero.Diavlitx (Mateo Mateus) fue igualmente crucial para que todo cuajara.En un primer momento, porque puso techo pa las polas, pues hace poco más de un año se mudó al lado del parque de Envigado y eso permitió que empezara a parchar más con Barbatos. “Nosotros no empezamos diciendo hagamos un disco”, dice Isaac. “Hay algo muy chimba de todo esto y es que nos hicimos amigos por la música misma y ya más adelante, de tanto estar en el estudio parchando, nos montamos en hacer algo con ellos dos como productores”.En 2021, Diavlitx se conoció con Adam Walsh, Atenea y Blacksad, y juntos formaron el colectivo No Fun, que de entrada contrasta con el panorama nacional entero por contar con dos raperas al frente.“Diavlitx es mi parcerito con el que empecé a hacer música con horizontes y sueños en común”, cuenta Adam Walsh. El día que se conocieron hicieron Ticket dorado y, eventualmente, el EP En el abismo están las golosinas.La tradición reciente del álbum de colectivo en ColombiaEs difícil acercarse a discos colaborativos como 5 pa las 12 sin pensar en Sagrado (2020) o El Vuelo (2023) de los santandereanos de El Nido, o sin pensar en la profunda influencia reciente de Moebius, el grupo que cobijó a Doble Porción, Zof Ziro (hoy ZetaZeta), Granuja, Crudo Means Raw y, en distintos momentos, a Noiseferatu, No Rules Clan, Al Baro, El Jose o Sr. Pablo.Entre lanzamientos de algunos de los mejores discos de hip-hop nacional, Moebius dio al menos dos grandes vueltas celebratorias al apostar a formatos similares con icónicos proyectos como Rap y Hierbas (2017) y La Gra$a (2018): discos en los que uno o más productores daban base a uno o más raperos exclusivamente dedicados a exhibir sus destrezas.La referencia no es solo un tema de formatos. Es bien sabido que Oblivion se dedicó de lleno al rap principalmente por el impacto de Todos tienen que comer (2016) y Manzanas a la vuelta (2016).Isaac SA, el más canchero del parche MIH, lleva dándole al rap desde 2016, cuando MBZ estaba en auge.“Ellos abrieron el rap a otro público, perro. Antes de estas cortes o del auge de Alcolirykoz, el rap era mucho más valija, ¿sí me entiende? Nea, se hablaba mucho de la vida de la calle, de bala, de las fronteras invisibles, de que mataron al parcero. Aún se hace y no es que hablaran solo de eso, pero sin duda MBZ permitió que el público en general se tomara más en serio el rap como industria. Hubo muchos grandes raperos que yo crecí escuchando que no cobraban nada de su música, no vendían merch ni tenían tanta fanaticada. Luego de lo que pasó en 2016 a la gente ya no le da vaina comprar una boleta ni una merch”.5 pa’ las 12“Casi todos los temas salieron en el momento. En equipo todo es mejor, huevón, si nos juntamos somos más. Se demuestra que uno puede camellar sin egos, unir fuerzas, porque a la hora de la verdad eso es lo que nos impulsa”, dice Isaac.El disco demuestra esa intención de experimentar con las distintas combinaciones de sus integrantes. Tiene ocho temas: tres en los que Oblivion, Adam Walsh e Isaac demuestran sus skills juntos, tres en los que lo hacen en solitario sobre los beats de Diavlitx y Barbatos, y dos en los que Isaac se junta con Oblivion y con Adam por aparte.Estilísticamente, son todos muy similares, y quizás ahí reside una debilidad para quienes no son fans fervorosos del hip hop. Pero la estética que logran tiene cohesión.Make It Happen abre la lista con un golpe de la mesa de Isaac que busca presentar el disco a la audiencia como una alternativa o escape a la cotidianidad:Adam profundiza sobre ese agobio tan colombiano que convierte el ocio en necesidad de buscar pequeñas muertes:Oblivion sintetiza presentando el rap como punto medio que se puede conseguir con esfuerzo y honestidad.Jabulani es el momento en el que Oblivion canaliza su fifas interior para hablar de los skills en el rap como medio para distorsionar la realidad.Ratas de Andén, quizás el mejor tema del álbum, encuentra a Isaac y Adam Walsh repartiendo barras sobre la apuesta por ser raperos.Ella explica el ethos de su nombre con el inicio de su verso:“Adam Walsh es el código que botan en los aeropuertos cuando se pierde un niño. Lo encontramos con Diavlitx diggeando palabras y vainas y se volvió el nombre de una canción. Ya luego vine a enterarme del porqué, y me hizo pensar en esta idea de los niños que no quieren ser encontrados, de la parte que tenemos que es un niño rebelde que quiere vivir del arte y no quiere la “salvación” del mundo del camello normal”.En Raperitos de Domingo ella dobla su apuesta, y su voz de ronquido áspero, nos adentra en la noche.Luego viene Gitanos. Oblivion abre marcándose a él y a los suyos más del lado de Voldemort que de Harry Potter:La referencia a la editorial no es gratuita en el proceso.“Uno estando con ellos aprende muchas cosas que quizás cuestan”, me dijo Isaac. “Yo por ejemplo vengo de un mundo rapero más tradicional, donde no sabía mucho de los splits ni de la industria. Ya con ellos me enteré más de la vuelta”.Y en Qué se hace, profundiza sobre el ejercicio de profesionalizar su rap de manera que no sea ni estrella ni fugaz.Fuera del planeta junta a Adam Walsh y Oblivion en un corte rápido que reflexiona sobre los sueños de lo que una buena carrera puede traer a sus vidas, y cierra con la repetida afirmación de que saben que el trecho para lograrlo es largo y depende de que mantengan la marcha.La primera vez que hablé con Oblivion, fue muy enfático en decirme que creía que, en el sur del Valle de Aburrá, nadie lo hacía como Adam Walsh. En Envigado 1.0, las barras de los tres se intercambian al interior de un mismo verso, adornado por samples de guitarras límpias. Los punch lines se encadenan a pesar del contraste de las voces y desembocan en un coro que nos despide de la noche “No hay más / perfiles bajos, los rapeos high class / Dicen que vivo rápido / No hay más / Make it Happen se filtró en tu radar”.“Yo no soy de allá, pero la verdad mantengo allá”, me dijo Isaac. “En Envigado hay mucha historia. Algunos de los primeros grupos de rap de acá de Medallo son de Envigado, como fue el caso de la Sur Side Clicka. Ahí viene un legado pasado generacionalmente. Doble Porción también es de allá. Luego uno ve y no solo es en el rap sino en todo: desde Fernando González hasta Reykon”.5 pa las 12 abre entonces un nuevo capítulo en esa larga historia de escritura disruptiva que tiene uno de los epicentros culturales del Valle de Aburrá. Uno que actualiza la jerga y se acerca al hablado de la juventud actual, como hicieron esos antecesores antes.***Si quieren saber más de rap paisa, les recomendamos leer El milagro de Luis7Lunes y Sison Beats
Black Pumas surgió de la unión de dos músicos que no solo se llevan 13 años de diferencia de edad, sino que además provienen de tradiciones musicales distintas: Adrian Quesada (guitarra) y Eric Burton (cantante y compositor).El primero, Adrian, pasó cerca de 15 años tocando con el Grupo Fantasma, una banda de funk latino que en el 2010 ganó un Grammy al mejor álbum de rock alternativo y urbano con el disco El existencial.Por otro lado, Eric Burton creció en Los Ángeles cantando en iglesias y tocando en los muelles de Santa Mónica antes de trasladarse a Austin, Texas, donde se conectaría con Quesada.Black Pumas regresa a Colombia en mayo de 2024 y aquí les contamos todo sobre el eventoLa música de la banda es una estudiada mirada al ayer desde un lugar que solo puede ofrecer el ahora.Sin embargo, no se puede llamar a Black Pumas una “banda de culto retro” ni tampoco una fuerza creciente de “soul psicodélico revivalista”: su sonido es demasiado atmosférico y sustancialmente impreciso para atribuirle este tipo de etiquetas.Es un sonido que nos recuerda cierta época, pero que bajo ninguna circunstancia intenta recrear o conmemorar el pasado.Si bien retoman algunos significantes de décadas anteriores—como la herencia musical de Hi-Records, Stax Records o la presencia vocal de Otis Readding y Curtis Mayfield— los conjura (es decir, los aleja y nos obliga a fijarnos en el ahora), precisamente, para no sucumbir a la pura complacencia nostálgica de lo retro o a la locura explotadora que produce lo vintange en nuestros días.Lo interesante de Black Pumas es que su música no proviene de cajas recopilatorias de soul y rock psicodélico de los 60 y 70, sino que emerge también de la fuerza de Ghostface Killah, RZA, Wu-Tang Clan, A Tribe Called Quest y Lil Wayne. Su sonido se enmarca en la negación de la progresión lineal de la historia musical para embarcarse en una interacción de constelaciones musicales tanto del pasado como del “ahora”.El presente es ese punto de contacto con el pasado y el futuro.La música de la banda es puro devenir; no es, sino que deviene; el pasado musical (lo retro, lo vintange) ya no actúa, pero tampoco ha dejado de ser. En otras palabras, el proyecto musical de Black Pumas expone un sonido de época refractado a través de una lente contemporánea.Black Pumas (2019)En su primer álbum homónimo, lanzado en el 2019 (Black Pumas), la banda clama por la necesidad de construir un nuevo tipo de humanidad y promueve un deseo de cambio del mundo que puede desorientar y desintegrar la vida misma, pero que podría ser mucho más reconfortante.El álbum es un tipo de conjura a la experiencia del mundo moderno, que promete aventuras, poder, felicidad, crecimiento (personal y profesional), y, al mismo tiempo, amenaza con destruir todo lo que tenemos, todo lo que sabemos y todo lo que somos.La canción Colors, por ejemplo, invita a apreciar los placeres simples y cotidianos que ofrece la vida para no sucumbir a la incesante ola de estímulos que recibimos.Cada alteración a la rutina tiene un precio que permite escapar de la monotonía.Pero aquí la monotonía es el alivio sin precio y el refugio del brillo particulado que se expande desde diferentes ámbitos y frentes (el trabajo, el consumo, las promesas de felicidad, etc.).La canción Black Moon Rising es otro golpe emocional.Es una balada soul suplicante con un tono meloso que expresa el rechazo a acomodarse en los horizontes cerrados del mundo moderno y la negación a abandonar el deseo de múltiples futuros posibles. Ese "no hay nada nuevo" delata la unidad y expone el desgaste (y el desespero) de formar parte de un mismo universo sólido y rígido.Chronicles of a Diamond del 2023La conjura para recuperar el aire, encontrar el alivio y aniquilar el fantasma que no le permite a la humanidad acomodarse más allá de las mediocres satisfacciones que ofrece el mundo se hace más radical en el segundo álbum de la banda, Chronicles of a Diamond (2023).El disco juega un rol central en la preparación de diferentes poblaciones (trabajadores, negros, mujeres, pobres) para gozar e imaginar futuros que trasciendan el mundo blanco, cristiano, masculino y heterosexual y, de esta forma, construir nuevas ficciones.En la canción More than a Love Song, Burton despliega florituras carismáticas para mostrar que la vida es mucho más compleja que las fantasías que se dibujan en la cultura contemporánea, cuyos mitos hablan de “libertad”, “democracia”, “igualdad de oportunidades”, “inclusión” o “representación”.No obstante, la voz de Burton conoce el dolor, el miedo y la precariedad, para, posteriormente, transformar esas heridas profundas en flujos de energía y proyectar mensajes de tranquilidad y refugio en esos momentos donde acecha la dificultad.Mrs. Postman es otro grito en el que la banda rinde tributo a las trabajadoras y los trabajadores del servicio postal.La canción no es una simple entonación rítmica que muestra el sufrimiento y la “resiliencia” de estos trabajadores que hacen todo lo posible por ganarse la vida de manera honesta. Lo que explora Mrs. Postman es que esas personas de “cuello azul” que mantienen el mundo en movimiento y alimentan su actividad con la pasividad de los más ricos representan la interpasividad del mundo: la actividad “frenética” de los trabajadores es generada por la pasividad de las clases altas.¿Qué pasaría si estos trabajadores, como todos los trabajadores esenciales, dejarán de actuar?La música de Black Pumas es en estos tiempos lo que el blues fue en las décadas de los 30, 40 y 50, un sonido que ofrece algo de calma y refugio en una era donde reina la ansiedad, la marginalidad y la depresión.También es un aterrizaje forzoso en la bruma monocromática que se erige en esta época para sacudirnos e invitarnos a escapar de esa pasividad fundamental de nuestro ser.Aquí reside el encanto de la banda, en la invocación de los poderes de todos los que han sido condenados para replantear las condiciones mediante una política de un modelo de no identidad (abierta a todos) en lugar de una política ligada a la tradición (los mismos de siempre).Con Black Pumas no hay forma de quedarse anclado en la solipsista inmersión del “yo” y en la absoluta ignorancia de que todo camina bien en el mundo.***En 2022, después de su paso por el Festival Estéreo Picnic, hablamos con Adrián Quesada. Esto fue lo que nos contó:
Falta poco para la nueva edición del Latin Alternative Music Conference. El LAMC se llevará a cabo de manera virtual del 24 al 26 de abril del 2024 y presencialmente entre julio 9 y 13 en la ciudad de Nueva York. Los tres días virtuales tendrán aproximadamente cinco horas de contenido entre charlas sobre la industria musical, talleres, entrevistas y showcases. Esta edición, particularmente, hablará de asuntos como el A&R, el streaming, la gestión de artistas, las giras, las relaciones públicas y el publishing. Más abajo les mostramos la programación de paneles y showcases. "Un año más, nos emociona presentar a una amplia variedad de artistas de todo el mundo que están ayudando a continuar el crecimiento de la música latina a nivel global", escribe LAMC en su invitación. Las inscripciones para estos días de evento virtual son completamente gratuitas. Les dejamos acá la programación de los paneles y los showcases Latin Alternative Music Conference 2024 para que se animen a inscribirse. Para más información vayan a latinalternative.comPaneles de Latin Alternative Music Conference 2024Este año, LAMC presentará 8 paneles: A&R: It All Starts with a SongDe GiraYour Music on Digital PlatformsEl Rol de Publicistas en tu CarreraManagers: Career ArchitectsPRIDE: Orgullosxs de nuestra industriaHablamos de PublishingWonder Woman of Latin Music. Los Showcases de Latin Alternative Music Conference 2024En los showcases de esta edición participarán Bacilos, Cheo, Nella, Carmen Boza, Cosmic Wacho, Kora, La Helen, Midas Alonso, MYRANDAS, Paz Carrera, rigoykarina, Rumbo Tumba, Twanguero y Wonderfox.¡Pueden inscribirse completamente gratis aquí!
Juancho López: no soy rockero, soy rocanrolero es el documental que narra la vida de esta figura emblemática del rock colombiano, conocido por ser “el rockero más viejo de Colombia”. (Documental compelto más abajo)El equipo de Radiónica Medellín hizo una investigación de las rutinas, conciertos y sueños de Juancho, así como en la historia de la emblemática banda Los Yetis, clave en los inicios del rock colombiano. Después de años de trabajo, han logrado concretar una visión clara para plasmar esta crónica visual.El documental ofrece una mirada íntima a la vida cotidiana, la soledad y la nostalgia que rodea la vida de Juancho López, reconocido como el "Abuelo del rock colombiano" por su contribución fundamental al inicio del género en el país.“Ningún rockero colombiano debería perderse este documental, básicamente porque es la semilla, nuestra raíz, el inicio de nuestro rock, la forma en la que nosotros nos concebimos como rockeros colombianos", opina Diego Londoño, director del documental. "Pero no solo los rockeros, ninguna persona debería perderse las experiencias, la visión y la vida de este hombre que por supuesto ha transversalizado la cultura musical rockera de Colombia”, agrega. Los Yetis: banda pionera del rock colombiano Los Yetis nacen como trío vocal en 1965, fundadores son: el cantante y guitarrista Juan Nicolas Estela y los hermanos Juancho e Iván Darío López. En febrero del 66, invitados por la compañía discográfica Discos Fuentes, Los Yetis participan en la grabación de un long play: 14 impactos juveniles!, que tuvo gran éxito. Por eso el sello les pide grabar su primer LP, simplemente llamado Los Yetis. Tras su disco debut, llegaron Los Yetis Vol. 2, en 1967 y Olvídate, de 1968. El grupo se disolvió a finales de los 60, y en 2003se reúne de nuevo hasta 2005 con la participación de Darío Marín, Pedro Pablo Arias,Victor Hugo Acevedo, Jhon Cano, Juan Nicolás Estela y Juancho López, estos últimos, miembros fundadores del grupo.
La pelea Kendrick Lamar vs. Drake empezó hace casi una década. Se dijeron muchas cosas el uno al otro, pero en esa correspondencia de canciones entre los dos raperos salieron dos “argumentos” acusatorios que me generaron más ruido que los demás. Drake dijo que Kendrick era un abusador físico con su esposa, Whitney, en la canción ‘Family Matters’:"When you put your hands on your girlIs it self-defense 'cause she bigger than you?"Kendrick acusó a Drake (una noticia ya vieja) por buscar, cortejar y “amigarse” con menores de edad."Say, Drake, I hear you like 'em youngYou better not ever go to cell block one"No vamos a discutir cuál acusación puede ser más cierta que la otra o cuál aproximación fue peor. Ambas fueron desastrosas.No he visto a la industria, ni a los manes de mis redes sociales, tan preocupados por la violencia de género tanto como cuando dos hombres decidieron usarla para punzarse el uno al otro.Tampoco conocía ese afán por castigar la paternidad ausente. En Colombia se estima que el 40% de hogares se sostienen solo por una mujer, según cifras del DANE del 2022. Y ese número no causa tanto revuelo en línea.Traigo a Colombia y a los hombres a mi alrededor a colación, porque fue ese cinismo el que inspiró y le dio forma a este texto.Santiago Cembrano lo dice muy bien en su artículo: “aunque el rap es el campo en el que el dolor se vuelve entretenimiento, no se trata de que esos versos sean parte de un coro pegadizo.”Y si bien fue el beef de Kendrick y Drake el que agitó esto lo suficiente para empezar a cuestionarnos las formas de algo tan “tradicional” del hip hop como las tiraderas, el cuento va mucho más allá.La deuda la tiene toda la industria. Me parece interesante, por mantenerlo en términos amables, que las personas que estamos en la industria, o los que consumimos música sistemáticamente, le asignemos una cualidad transformadora a la música. Algunos, dicen, que la música les cambia la vida o la forma de ver el mundo.Pero esa responsabilidad que ponemos en la música, y en quienes la hacen, es una camiseta que se puede quitar o poner a nuestro antojo.¿Cuáles son los límites de la corrección política en el arte? Quién sabe, quizá no existen o deberían existir. Entendemos a la música como algo que puede transformarnos y, por eso, a veces, se le pide corrección política.Pero esto va más allá de lo que se le puede pedir o lo que no.No hay que confundir este reclamo con una “necesidad” de corrección política en el arte. Eso es otra conversación mucho más grande.Pero a mí, como mujer y como víctima, me hace ruido la atención fervorosa que recibieron las palabras de Kendrick y Drake: más que mostrar indignación por la(s) posible(s) mujer(es) violentada(s), la audiencia sintió emoción por los egos masculinos que fueron lastimados en el proceso.A los hombres les parece más urgente prestar atención a la violencia cuando se entrega en una cajita de entretenimiento entre estrellas del pop, no cuando le pasa a las mujeres que tienen al lado. O cuando las víctimas son las mujeres cuya música consumen.Hay streamers que reaccionan a gritos porque le “sacaron los trapitos” al otro, no porque detrás de esas barras, que los hacen alucinar de la emoción, puedan haber mujeres abusadas o violentadas; hay medios investigando a fondo lo que puede ser uno de los mejores diss de la historia del hip hop, pero no las acusaciones que, de ser ciertas, deberían tener consecuencias legales.Y ahí está la deuda: acusaciones de pedofilia y violencia intrafamiliar que se quedan en versos de canciones de rap, artistas con denuncias que siguen llenando estadios y mientras tanto mujeres artistas, como Megan Thee Stallion, que tienen que convencer al mundo que lo que pasó fue verdad.La violencia contra las mujeres indigna, o llama la atención, siempre y cuando entretenga. La espectacularización, más que gestionar esa violencia de cara a la reparación, la instrumentaliza para la monetización.Entonces, mientras la mayoría de casos quedan archivados porque se vencen los términos, mientras a las mujeres se les pide ser “la víctima perfecta” y tener todo tipo de pruebas, Twitter se enciende por un par de barras y nos condiciona, nuevamente, a ser únicamente cifras en aumento.
Alicia en el País de las Pesadillas se estrena en los cines del país este 16 de mayo. Esta es una versión tenebrosa y retorcida de las aventuras de Alicia en el País de las Maravillas que lleva al público por un viaje inolvidable hacia lo más profundo de la oscuridad.Después de la trágica pérdida de sus padres, Alicia se ve obligada a mudarse con su tía Beth Crimisy a Wonderland, la imponente mansión familiar. Sin embargo, lo que comienza como una aparente escapatoria se convierte rápidamente en una pesadilla surrealista, cuando Alicia comienza a presenciar eventos cada vez más perturbadores y a encontrarse con figuras misteriosas que la arrastran hacia un mundo habitado por criaturas terroríficas y pesadillas insondables.Alicia en el País de las Pesadillas es una apuesta del director británico Richard John Taylor, conocido por trabajos previos que exploran los rincones más oscuros de la psique humana. En esta ocasión, Taylor se sumerge en el clásico de Lewis Carroll para ofrecer una experiencia que desafía los límites de la imaginación y sumerge al espectador en un mundo paralelo lleno de pesadillas y criaturas terroríficas.Esta adaptación cinematográfica no solo rinde homenaje al legado literario de Carroll, sino que también se une a una creciente tendencia de reinterpretaciones oscuras de cuentos clásicos.En un mundo donde las fronteras entre la realidad y la fantasía se desdibujan, Alicia en el País de las Pesadillas ofrece una visión perturbadora y visceral de un clásico atemporal.Alicia en el país de las maravillas: inspiración para terror Esta no es la primera adaptación de Alicia en tono de terror. En 2010 se estrenó Alice in Murderland. En esta historia, Alice Lewis, de veinte años, cumple 21 y está molesta por ello. Sus hermanas quieren animarla y deciden celebrar una fiesta de cumpleaños con temática de Alicia en el país de las maravillas en casa de Charlene Glass. Alice sabe que en el sótano de esa casa, su madre, Ann Lewis, fue brutalmente asesinada a machetazos por un asesino enmascarado 20 años antes. Las niñas establecieron la regla de que no se permitirán teléfonos celulares ni niños.Alice or the Last Escapade se estrenó en 1977 y está vagamente inspirada en la novela.
La 'Bichota' terminó su gira por Sudamérica con un último show en Brasil, sin embargo, la cantante paisa no llenó en São Paulo. Karol G estuvo en el país carioca el pasado diez de mayo y tras lo ocurrido compartió un mensaje en sus redes sociales.Aunque Karol G se ha convertido en una de las artistas más importantes a nivel mundial, y un referente en su género, no logró cerrar esta fase del tour con la asistencia que esperaba. Luego de su concierto en Brasil la artista detrás de canciones como 'Amargura' y 'TQG' hizo una reflexión en su cuenta de Instagram.“Es increíble como un día podemos tener un show de 60 mil personas y al otro uno de 13 mil y sentirse igual de lindo, igual de grande, igual de especial. La vida me sigue enseñando que nunca estamos en la cima de nada … por eso es mejor recordar de dónde vienes que creerte mucho en donde estas y así poder empezar de cero en cada lugar que sea necesario. Siempre hay un nuevo reto, nuevos desafíos, nuevos sueños por cumplir", se puede leer en su post.Así mismo habló del recorrido que ha hecho desde hace varios años para lograr que su música suene en otros países: "Hace 5 años estuve haciendo promoción de mi música en este pais y entendí que tenía que ir por partes , paso a paso, enfocarme primero en unos países, después en otros y así poder llevar mi mensaje a mi ritmo, sin afán, con mi música, en mi esencia y en los tiempos de Dios.", agregó.Finalmente, agradeció a las personas que fueron a verla en Sao Pablo y al país que, en sus palabras, la recibió y la hizo sentir especial. Este show fue el primer concierto oficial de Karol G en Brasil y el último de la gira por Latinoamérica de 'Mañana Será Bonito Tour'.La cantante regresará a tierras cariocas en septiembre para presentarse en Rock in Rio, un de los festivales más importantes del país.**Si son fanáticos de la bichoca les recomendamos leer: Karol G y las referencias en 'MAÑANA SERÁ BONITO' (Bichota Season), su último álbum.
La serie, producida por FX y Hulu, oficialmente tendrá temporadas adicionales. Los estudios detrás de Shogun dijeron en su anuncio que continuarán trabajando con el patrimonio del autor James Clavell en la serie. En particular, dijeron que la renovación "probablemente producirá dos temporadas adicionales de la serie dramática", lo que significa que podría estar sujeta a ajustes en función de lo que suceda creativamente.Creativos importantes, incluido el showrunner y cocreador Justin Marks, la cocreadora Rachel Kondo y la productora ejecutiva Michaela Clavell, regresarán al desarrollo de las nuevas tempradas. Al igual que el productor y estrella Hiroyuki Sanada, quien interpreta a Lord Yoshii Toranaga. El calendario de producción aún no se ha fijado, según señala el anuncio, pero se está organizando una sala de escritores que comenzará a mitad de año.Anteriormente, Shogun había sido anunciada como una serie limitada, y los propios comentarios de Marks hacían que pareciera que temporadas futuras no estuvieran en la mente de los fanáticos de la serie.En una entrevista con The Hollywood Reporter a principios de este año, Marks dijo: "Llevamos la historia al final del libro y pusimos un punto al final de esa frase. Nos encanta cómo termina el libro, fue una de las razones por las que ambos sabíamos que queríamos hacerlo y terminamos exactamente en ese lugar".A pesar de todo eso, lo que hace que este anuncio sea un poco menos sorprendente es que Twitter estaba hablando la semana pasada de que Sanada había firmado un acuerdo para regresar para una segunda temporada. Deadline informó poco después de la noticia de la renovación que Shugun planea presentarse en la categoría de serie dramática de los Premios Emmy. La miniserie, basada en la novela homónima de Clavell, cuenta la historia de dos hombres y una misteriosa mujer samurái. **Si son fanáticos de la serie o están planeando verla les puede interesar: Shogun: ¿qué es real y qué es ficción en la serie de Disney+?