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La historia de Black Pumas: más que una canción de amor

La profundidad de la música de Black Pumas se puede leer de muchas formas. Tiene golpes emocionales, dolor y evocaciones al pasado, pero antes que todo es música que aniquila fantasmas. A propósito de su regreso a Colombia en mayo de 2024 analizamos sus canciones. 

Black Pumas en el Governors Ball Music Festival - Day 1
Eric Burton y Adrián Quesada de Black Pumas en el Governors Ball Music Festival de 2022 en Nueva York.
// Taylor Hill/Getty Images for Governors Ball

Black Pumas surgió de la unión de dos músicos que no solo se llevan 13 años de diferencia de edad, sino que además provienen de tradiciones musicales distintas: Adrian Quesada (guitarra) y Eric Burton (cantante y compositor).

El primero, Adrian, pasó cerca de 15 años tocando con el Grupo Fantasma, una banda de funk latino que en el 2010 ganó un Grammy al mejor álbum de rock alternativo y urbano con el disco El existencial.

Por otro lado, Eric Burton creció en Los Ángeles cantando en iglesias y tocando en los muelles de Santa Mónica antes de trasladarse a Austin, Texas, donde se conectaría con Quesada.

La música de la banda es una estudiada mirada al ayer desde un lugar que solo puede ofrecer el ahora.

Sin embargo, no se puede llamar a Black Pumas una “banda de culto retro” ni tampoco una fuerza creciente de “soul psicodélico revivalista”: su sonido es demasiado atmosférico y sustancialmente impreciso para atribuirle este tipo de etiquetas.

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Black Pumas en vivo en Austin, Texas.
Eric Burton y Adrian Quesada de Black Pumas en el ACL Live. Diciembre 6 de 2023 en Austin, Texas.
// Foto por Rick Kern/Getty Images

Es un sonido que nos recuerda cierta época, pero que bajo ninguna circunstancia intenta recrear o conmemorar el pasado.

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Si bien retoman algunos significantes de décadas anteriores—como la herencia musical de Hi-Records, Stax Records o la presencia vocal de Otis Readding y Curtis Mayfield— los conjura (es decir, los aleja y nos obliga a fijarnos en el ahora), precisamente, para no sucumbir a la pura complacencia nostálgica de lo retro o a la locura explotadora que produce lo vintange en nuestros días.

Lo interesante de Black Pumas es que su música no proviene de cajas recopilatorias de soul y rock psicodélico de los 60 y 70, sino que emerge también de la fuerza de Ghostface Killah, RZA, Wu-Tang Clan, A Tribe Called Quest y Lil Wayne.

Su sonido se enmarca en la negación de la progresión lineal de la historia musical para embarcarse en una interacción de constelaciones musicales tanto del pasado como del “ahora”.

El presente es ese punto de contacto con el pasado y el futuro.

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La música de la banda es puro devenir; no es, sino que deviene; el pasado musical (lo retro, lo vintange) ya no actúa, pero tampoco ha dejado de ser. En otras palabras, el proyecto musical de Black Pumas expone un sonido de época refractado a través de una lente contemporánea.

Black Pumas (2019)


En su primer álbum homónimo, lanzado en el 2019 (Black Pumas), la banda clama por la necesidad de construir un nuevo tipo de humanidad y promueve un deseo de cambio del mundo que puede desorientar y desintegrar la vida misma, pero que podría ser mucho más reconfortante.

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El álbum es un tipo de conjura a la experiencia del mundo moderno, que promete aventuras, poder, felicidad, crecimiento (personal y profesional), y, al mismo tiempo, amenaza con destruir todo lo que tenemos, todo lo que sabemos y todo lo que somos.

La canción Colors, por ejemplo, invita a apreciar los placeres simples y cotidianos que ofrece la vida para no sucumbir a la incesante ola de estímulos que recibimos.

Cada alteración a la rutina tiene un precio que permite escapar de la monotonía.

Pero aquí la monotonía es el alivio sin precio y el refugio del brillo particulado que se expande desde diferentes ámbitos y frentes (el trabajo, el consumo, las promesas de felicidad, etc.).

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Me desperté con el cielo de la mañana / Azul, tal como ensayamos / Cuando me levanto de este suelo / Sacudo las hojas hasta que estén marrones / Hasta que esté limpio / Luego camino donde los árboles me darían sombra / Por un prado verde / Durante aproximadamente una milla / Me dirijo a la ciudad con estilo / Con todos mis colores favoritos, si señor / Todos mis colores favoritos, ahí mismo / Mis hermanas y mis hermanos / Míralos como ningún otro / Todos mis colores favoritos"
Eric Burton cantando con un ardor sostenido y una profundidad que produce cierto dolor y temblor

La canción Black Moon Rising es otro golpe emocional.

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Es una balada soul suplicante con un tono meloso que expresa el rechazo a acomodarse en los horizontes cerrados del mundo moderno y la negación a abandonar el deseo de múltiples futuros posibles.

Bajo el fuego abierto del sol furioso, fuego, fuego / No hay nada nuevo, no hay nada nuevo / Todos tenemos deseos / Tu pones la vista, mientras yo pinto el cuadro / Porque todo lo que ella quiere hacer es navegar hacia la salida de la luna negra / Dispárame y rompe mi corazón

Ese "no hay nada nuevo" delata la unidad y expone el desgaste (y el desespero) de formar parte de un mismo universo sólido y rígido.

Chronicles of a Diamond del 2023

La conjura para recuperar el aire, encontrar el alivio y aniquilar el fantasma que no le permite a la humanidad acomodarse más allá de las mediocres satisfacciones que ofrece el mundo se hace más radical en el segundo álbum de la banda, Chronicles of a Diamond (2023).

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El disco juega un rol central en la preparación de diferentes poblaciones (trabajadores, negros, mujeres, pobres) para gozar e imaginar futuros que trasciendan el mundo blanco, cristiano, masculino y heterosexual y, de esta forma, construir nuevas ficciones.

En la canción More than a Love Song, Burton despliega florituras carismáticas para mostrar que la vida es mucho más compleja que las fantasías que se dibujan en la cultura contemporánea, cuyos mitos hablan de “libertad”, “democracia”, “igualdad de oportunidades”, “inclusión” o “representación”.

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No obstante, la voz de Burton conoce el dolor, el miedo y la precariedad, para, posteriormente, transformar esas heridas profundas en flujos de energía y proyectar mensajes de tranquilidad y refugio en esos momentos donde acecha la dificultad.

Mrs. Postman es otro grito en el que la banda rinde tributo a las trabajadoras y los trabajadores del servicio postal.

Aquí viene la señora del correo / Ella está vestida de azul y un mensaje / De su espíritu, desciende lo alto / Ohhhh oh señora del correo / Esto no le permitirá dejarse engañar por su baja condición / Dice la señora del correo, tu amor reside en mí / La señora del correo apareció / Para ser honesto, sostiene la luz del sol con su presencia en la mañana.
Mrs. Postman, Black Pumas

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La canción no es una simple entonación rítmica que muestra el sufrimiento y la “resiliencia” de estos trabajadores que hacen todo lo posible por ganarse la vida de manera honesta.

Lo que explora Mrs. Postman es que esas personas de “cuello azul” que mantienen el mundo en movimiento y alimentan su actividad con la pasividad de los más ricos representan la interpasividad del mundo: la actividad “frenética” de los trabajadores es generada por la pasividad de las clases altas.

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¿Qué pasaría si estos trabajadores, como todos los trabajadores esenciales, dejarán de actuar?

La música de Black Pumas es en estos tiempos lo que el blues fue en las décadas de los 30, 40 y 50, un sonido que ofrece algo de calma y refugio en una era donde reina la ansiedad, la marginalidad y la depresión.

Adrian Quesada y Eric burton de Black Pumas en la entrega anual número 63 de los GRAMMY Awards
Adrián Quesada y Eric burton de Black Pumas en la entrega anual número 63 de los GRAMMY Awards
// Foto por Kevin Mazur/Getty Images for The Recording A

También es un aterrizaje forzoso en la bruma monocromática que se erige en esta época para sacudirnos e invitarnos a escapar de esa pasividad fundamental de nuestro ser.

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Aquí reside el encanto de la banda, en la invocación de los poderes de todos los que han sido condenados para replantear las condiciones mediante una política de un modelo de no identidad (abierta a todos) en lugar de una política ligada a la tradición (los mismos de siempre).

Con Black Pumas no hay forma de quedarse anclado en la solipsista inmersión del “yo” y en la absoluta ignorancia de que todo camina bien en el mundo.

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