Es evidente que el antídoto para toda dolencia o mal en Colombia resulta ser el fútbol. Le guste o no, siempre que se ha presentado la situación los colombianos han mostrado un as bajo la manga para cualquier clase de tusa individual o colectiva, cualquier decepción política o catástrofe nacional. De manera audaz, creemos que la historia patria puede ser diagnosticada, estudiada y tratada a partir del deporte más universal sobre la faz de la tierra. Por: Víctor Solano Urrutia. Latinoamérica está plagada de fantásticas historias en las que el fútbol es un protagonista central. Para estar al tanto basta con leer algunas de las cientos de páginas escritas por el gran Eduardo Galeano, a quien le debemos los retratos más tragicómicos de lo que somos como latinoamericanos. O incluso bastaría con escuchar los larguísimos podcasts de Hernán Peláez e Iván Mejía que, en medio de un aura de cafeína post-almuerzo y archivos empolvados, reviven con mucha seriedad nuestra historia futbolística repleta de violencia, drama y lesiones de canilla. Aunque es un proyecto audaz, lo cierto es que podríamos estudiar la historia de Colombia en el siglo XX a partir del fútbol como una hermosa metáfora que describe lo que para Borges es ser colombiano: “un acto de fe”. Precisamente la fe y el fútbol tienen mucho que ver, pues todo el mundo es ateo hasta que Yerry Mina sube al área a cabecear un tiro de esquina al minuto 93’, y nadie le reza a un santo hasta que promete subir Monserrate de rodillas si su equipo gana la liga. El ser colombiano implica siempre una dosis de esperanza: nada está asegurado en un mundo donde de la noche a la mañana se puede ganar y perderlo todo. Esperamos que el fútbol nos salve, como lo ha hecho antes, de aquello que nos nubla el porvenir; eso es ser colombiano. Los inocentes años dorados Algunos historiadores datan el inicio del fútbol a Colombia a finales del siglo XIX en el recién fundado Polo Club de Bogotá. No es gratuito que fuera en parte gracias a mandos militares que el fútbol se instalara en la ciudad, pues para ese entonces había una conciencia de que la Guerra de los Mil días estaba llegando a su fin, finalmente decretada por allá en 1902. Con ese ligero entusiasmo y con el aburrimiento que supondrían tiempos de paz, jóvenes bogotanos de ascendencia militar decidieron emprender los enfrentamientos al estilo inglés: con onces santafereñas y zapatillas deportivas. Esa primera circunstancia nos revela que las cosas no han cambiado mucho: cuando no hay balacera hay gritos de gol, como recuerda la idiosincrática película Golpe de estadio. George Orwell dijo alguna vez que el fútbol es como la guerra pero sin los disparos. Y justo cuando las cosas empezaban a moverse hacia el sur del continente con la celebración de la primera Copa Mundial, en Colombia algunos avispados ya formaban clubes como el Cali Football Club y el Medellín Football Club. El período entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial no sólo fue un tiempo de recuperación económica y política para los países europeos, también fue el momento ideal para que los países latinoamericanos tomaran la iniciativa para convertirse en potencias futbolísticas. Así, en un plazo de veinte años Uruguay obtuvo dos copas del mundo y Brasil se convirtió en la selección más poderosa y temible. Colombia apenas pudo conformarse con organizar un seleccionado nacional que disputó un par de torneos continentales. Con la llegada de los fatídicos hechos de abril de 1948, el bogotazo, nacieron gran parte de los problemas que definieron el rumbo del país para el resto de la historia que conocemos. Lo que sucedió entonces es de sobra conocido, pero quizá no se sepa que la inauguración del primer torneo profesional tuvo que correrse de fecha por los incidentes violentos que tuvieron lugar en todo el territorio nacional. Sí, precisamente la guerra, y esta vez una civil, vuelve a conectarse con el fútbol. Si lo pensamos bien, de alguna manera el fútbol canalizó los ánimos en un intento borgeano por mantener la fe, porque ser colombiano en tiempos de guerra es una lucha por no romperse en mil pedazos, y paradójicamente en una cancha de fútbol donde puede haber decenas de patadas, insultos y rupturas de ligamento se siente una paz que nunca antes se ha sentido en las selvas y montes colombianos. Por eso cayó de perlas un torneo de fútbol en medio de las luchas intestinas entre afectos políticos. Y si bien Bogotá quedó destrozada e incinerada, ese año le regaló al firmamento capitalino una estrellita roja con la cual los hinchas de Santa Fe se empapan de orgullo cada vez que los vecinos azules les meten un gol. Sí, 1948 fue el año que marcó el nacimiento de una nueva esperanza, como reza el eslogan de George Lucas. Además, la era que se conoce como El Dorado apareció de una coyuntura económica y laboral ocurrida en Argentina. Por los abusos y las crisis que vivían los clubes argentinos, ya longevos en ese entonces, muchos jugadores de ese país decidieron entrar en huelga y trasladarse a destinos más prometedores. La pintoresca Colombia les parecía un paraíso de medio pelo pero estable. Fue entonces que los clubes colombianos hicieron su agosto, en paralelo al mediano crecimiento industrial que experimentaron las principales ciudades y una parte del campesinado. Las estrategias modernistas que implementó el alcalde de Bogotá Fernando Mazuera y las políticas cafeteras que significaron el 70% de las exportaciones eran sólo comparables con el gran negocio del fútbol: jugadores ingleses, argentinos, brasileños, uruguayos e incluso yugoslavos llegaban a poblar las filas de todos los equipos nacionales para llenar los estadios cada domingo. https://www.elespectador.com/noticias/nacional/de-bonanza-crisis-un-siglo-de-economia-cafetera-articulo-407222 De la bonanza a la tragedia Esta sensación de bonanza era casi preocupante. Todos sabemos que cuando las cosas van bien en Colombia, algo anda mal o está pronto a desbaratarse. Y tal cual sucedieron las cosas: a finales de los 70 la economía cafetera empezó a decaer estrepitosamente, de igual manera lo hizo el fútbol en calidad de importación. La cosa cambió cuando en lugar de apuestas clandestinas los narcos empezaron a hacerse con plantillas y acciones de los clubes, y entonces las estrellas de liga se disputaban tanto como las curules en el congreso y las plataformas de aterrizaje para los cargamentos de coca. Mientras las amenazas acechaban el terreno de la política, a Colombia no le podía faltar esa pizca de mala suerte combinada con tragedia y sufrimiento que es tan característico del cóctel de país que nos tocó. En 1985, en el plazo de una semana, tuvimos que lidiar con el desastre de la avalancha de Armero y la toma del Palacio de Justicia. No está de más recordar el ‘considerado’ gesto de la entonces ministra de comunicaciones, Noemí Sanín, quien decidió que las cadenas televisivas debían transmitir un partido entre Millonarios y Unión Magdalena que se desarrollaba a la misma hora en que los tanques del ejército entraban por la puerta principal del palacio en la caza de los guerrilleros del M-19. https://gol.caracoltv.com/gotasdeveneno/2015/11/05/cuando-nos-pusieron-futbol-para-no-ver-el-palacio-de-justicia El fútbol, entonces, fue nuevamente objeto de uso político: como lo era el circo para los romanos, a los colombianos les sirvió de juguete de distracción frente a lo que posiblemente ocasionaría una oleada de interrogantes y cuestionamientos a las actuaciones de diferentes actores sociales. Toda la década del noventa fue estrepitosa, con tres mundiales, una goleada a Argentina en casa ajena y el asesinato de un jugador de la selección nacional. Violencia, afros dorados, escándalos, drogas y miembros viriles de futbolistas tulueños abarrotaron las portadas de farándula durante un buen tiempo. Aparte de estas anécdotas menores, el fútbol y la tragedia se volvieron a juntar en el 2016 cuando, en plena gloria del Atlético Nacional por su clasificación a la final de la Copa Sudamericana, se esperaba el primer partido frente al pequeño e intrépido club brasileño Chapecoense, que se había trepado hasta esa instancia de manera sorprendente. Cuando el plantel viajaba desde Bolivia hasta Medellín, se supo en horas de la madrugada que el vuelo había chocado en el área municipal de La Unión (Antioquia), decretando la muerte de 71 pasajeros entre ellos 19 jugadores y otros miembros de la institución. Drama, lágrimas y gestos de solidaridad se expresaron no sólo en Colombia y Brasil sino en todo el mundo durante semanas. La organización de la copa nombró al club como campeón simbólico, centenares de homenajes se rindieron en todos los estadios del mundo y millones de personas expresaron sus condolencias. Y todo esto ocurría en tiempos agitados políticamente hablando en el mundo: aun cuando en Colombia la crisis de la guerra seguía viva y la identidad siempre frágil se basaba, como decía Borges, en la fe, los pequeños gestos del fútbol permitieron entrever sentimientos de unidad que ningún movimiento o hecho político ha logrado antes. Estamos obligados a citar al filósofo croata Srećko Horvat, y es que el presente de Croacia y Colombia parece ser muy similar, ambos países azotados por la guerra, la pobreza y la inestabilidad, pero que se aferran al fútbol para no desmoronarse. El filósofo, que habla de su país, pareciera hablar por todos nosotros cuando dice que “la euforia de hoy se trata más de un anhelo por el pasado, porque un buen futuro está en entredicho (…) la única esperanza y emoción colectiva parece ser el fútbol”. Y añade: “En lugar de idealizar la Copa del Mundo, deberíamos verla como lo que es: un reflejo invertido de lo que falta hoy en la política: la esperanza”.https://www.theguardian.com/commentisfree/2018/jul/11/croatia-england-football-progressive-political
La Copa Mundial de la FIFA Rusia 2018 llegó a su fin dejando a Croacia y Francia como los favoritos del torneo. En Colombia el evento deportivo fue todo un suceso y por eso salimos a las calles de Bogotá para hacerles algunas preguntas sencillas y ver qué tantos datos sobre este evento quedaron en la memoria de las personas. Por ejemplo quisimos saber si sabían qué cantante colombiano participó en este torneo, cuántos goles anotó Falcao o cuántos partidos jugó James Rodriguez. Vea también: Nicky Jam y Will Smith SÍ cantarán en la Final de la Copa Mundial de la FIFA
Puede que se moleste, se embejuque y se jale los cabellos de la ira por decir que James o Falcao no son los ídolos deportivos que Colombia debe homenajear con caravanas y estadios llenos, pero le digo: los deportistas nacionales que corresponde enaltecer y poner como avatar en redes sociales son nuestros ciclistas y nuestros patinadores. Por Jorge Asmar // @mantramental Amo “futbolísticamente” a Falcao. Como hincha de River Plate lo vi debutar ante Independiente de Avellaneda bajo la batuta de Mostaza Merlo, lo vi saltar en un partido River vs Botafogo por sudamericana y hacer un gol de cabeza en el último minuto, lloré cuando se lesionó y me emocioné cuando le marcó al Chelsea con la camiseta del Atlético, eso es lindo, es poético, es una efervescencia que solo quienes aman el fútbol lo entenderán, pero -siempre hay un pero- estos recuerdos vagan entre una cercanía de colores y un aprecio patriótico. Hacer lo que hacen nuestros futbolistas no es nada fácil: a nivel de clubes son increíbles, y están llegando a equipos de primera línea europea. Por otro lado, no cabe duda de que la selección Colombia está en su mejor momento hasta ahora tras la clasificación a cuartos de final en la Copa Mundial de la FIFA Brasil 2014 y un gran papel en este último mundial. ¿Creyeron que iba a escribir algo similar a lo que pavonean nuestros calvos y desagradecidos periodistas deportivos? Pues no, no soy tan “no heterosexual”, ni tan inconsciente para reconocer los esfuerzos que hacen nuestros futbolistas, estos profesionales que han cambiado mucho y para bien la imagen del colombiano en el mundo. Pero, lo expreso de nuevo, nuestro deporte no es el fútbol. Lo digo porque el recibimiento que obtuvo la selección en ambos mundiales, debería ser un atisbo de lo que merece Nairo, Rigo, Chávez, Winner, Betancourt, Pantano, Bernal, Gaviria (el ciclista, no el de corbata y dudoso partido político). Las personas deberíamos salir a las calles y llenar estadios para recibir al equipo campeón mundial de patinaje, la publicidad debería tener a Gabriela Rueda y Jhonny Angulo, -integrantes de la selección nacional de patinaje- promocionando productos que les dieron los bríos para convertirse en héroes y los ayudó a ser campeones. La selección colombiana de patinaje celebró recientemente su título 16 y es una de las mejores del mundo. Y durante buena parte del siglo XX, el deporte que paralizó el país fue el ciclismo. La vuelta a Colombia nos emocionó por décadas y los James y Falcao de hace unos años eran 'Cochise' Rodríguez y Lucho Herrera. Sin mencionar todos los éxitos que han cosechado "los escarabajos" en los últimos años. Los colombianos no merecemos a Nairo Quintana. Ojo, no soy resultadista, pero si hubo personas que trasnocharon y madrugaron en el Campín para recibir al equipo número 9 del mundial ¿Por qué no hacer un esfuerzo igual o mayor para recibir a quienes son campeones y son los número 1 en sus disciplinas? La selección Colombia de fútbol cada día evoluciona, va forjando esa mentalidad de sobreponerse a obstáculos, pero no demos la espalda a un grupo de jóvenes que, subidos en unos patines o en un caballito de acero, deslumbran al mundo entero mientras pasan casi inadvertidos en su propio país.
La Selección Colombia goleó a Polonia y sumó sus primeros 3 puntos en la Copa Mundial de la FIFA Rusia 2018. El estadio olímpico de Kazán se vistió de amarillo, azul y rojo para ver los golazos que Falcao, Yerry Mina y Cuadrado le hicieron a los polacos que quedaron eliminados del torneo. Vea también: Las caras largas de los eliminados de la Copa Mundial de la FIFA La Copa Mundial de la FIFA no está nada sencilla y, por eso, hay que celebrar con mesura esperando ganar el próximo partido contra Senegal. Estos son los rostros de los fanáticos de la Selección Colombia en Rusia.
Pictoline la web que muestra noticias a través de ilustraciones, hizo la tarea de plasmar en imágenes la situación actual de las selecciones de futbol latinoamericanas y su comportamiento durante el mundial – menos mal no han hecho la tarea de ilustrar las actuaciones de los hinchas o nos jodemos- escogieron una imagen que determina para cada uno de los resultados que salieron en esta primera ronda y aunque unos son victoriosos, otros como el de Colombia nos dejan pensando si en realidad somos un mal chiste o si de verdad luego de salir de la pokebola vamos a triunfar y a lograr puntos y marcadores dignos. Por lo pronto esperemos que los puntos lleguen y riámonos con estas ilustraciones. Vea también: (Montando unicornios: así entrenan los futbolistas de la selección inglesa) .
Colombia tuvo por fin su debut en la Copa Mundial de la FIFA 2018 y fue derrotada por Japón 2 a 1. Por si se perdió el partido o para pasar la tristeza de la derrota, aquí le dejamos un resumen de los mejores momentos al estilo de uno de los animés más recordados: Dragon Ball. El partido arrancó a las 7:00 a.m, en Saransk. Es el primero del Grupo H, en el que también están Polonia y Senegal. A menos de 3 minutos de iniciado el partido, Carlos Sánchez recibió tarjeta roja. Su expulsión fue la segunda más rápida en la historia de los Mundiales. La primera sigue siendo la del uruguayo José Batista (0:52) en Mexico 1986. Al minuto 6, Shinji Kagawa de Japón hizo el primer gol del partido. Cuadrado intenta un pase a profundidad, pero no le va muy bien. Colombia sigue muy desconcentrada al minuto 8. En el minuto 14, un disparo de Takashi Inui roza el palo izquierdo. Nos salvamos por un pelo. Entre los minutos 15 y 20 hay buenas aproximaciones de Colombia, pero no superan a la defensa japonesa. En el minuto 38 llega el momento más esperado: Juan Fernando Quintero anota el primer gol de la Selección. Cierra el primer tiempo con el marcador empatado: Colombia: 1 - Japón: 1. David Ospina atajó 2 goles de los japoneses en los minutos 54 y 56. Entra James Rodríguez en el minuto 59. Al minuto 73, Yuya Osako marca el segundo gol para Japón. James hace un intento de gol en el minuto 78, pero falla. Ya para los últimos minutos es evidente el cansancio de Colombia. Se anuncian 5 minutos de tiempo complementario. Como en Supercampeones, queremos que dure varios días. Japón se convirtió hoy en el primer equipo asiático en vencer a un sudamericano en el la Copa del Mundo. Mientras tanto, Colombia para este domingo...
El Mordovia Arena de Saransk se pintó de amarillo, la masa colombiana superaba a los japoneses que también llegaron a cumplirle la cita a su equipo. Pero el sueño de salir triunfantes del primer partido se fue abajo en el minuto 3 cuando nos quedamos con 10 jugadores después de una mano de Sánchez que acabo con su expulsión y un penal. Al final el resultado quedó 2-1 a favor de los nipones. A pesar de la decepción no nos cabe duda que los colombianos en Rusia celebrarán como si hubieran ganado la Copa de la FIFA, lo único que les pedimos es que cambiemos el perdedor canto del “sí se puede”. Estas son las caras de los colombianos durante el partido:
Desde que José Néstor Pékerman Krimen llegó ese 5 de enero del 2012 a la Selección Colombia, nada volvió a ser igual. Se convirtió en el Profe Pékerman, el titán que logró que nuestra querida selección llegará a cuartos de final en la pasada de la Copa de la FIFA Brasil 2014 (lo más lejos que hemos llegado en una copa del mundo). Con 68 años, el profe es toda una leyenda viviente de esta patria y aunque fue técnico de la Selección Argentina y la llevó a la Copa de la FIFA del 2006, estamos seguros de que su tarea con la tricolor ha sido una de las más heroicas. Pero su historia es larga, a los 16 años arrancó su carrera como futbolista, jugó 133 partidos en la primera división argentina y luego pasó al Independiente de Medellín donde una lesión de rodilla lo hizo retirarse de las canchas y manejar un taxi por cuatro años en su país natal. Afortunadamente se decidió a estudiar para ser Director Técnico y luego de ganar experiencia en las inferiores llegó a dirigir la selección nacional juvenil de fútbol de Argentina consiguiendo tres campeonatos mundiales de la categoría Sub-20 (1995, 1997 y 2001), dos campeonatos sudamericanos Sub 20 (Chile 1997 y Argentina 1999) y el Torneo Esperanzas de Toulon Sub-21 en 1998. En el 2005 clasificó a la Selección Argentina a la Copa FIFA Alemania 2006, y después de llegar a cuartos de final, el profe renunció. En el 2012 llegó a Colombia y hoy, con la Copa de la FIFA Rusia 2018 apenas arrancando, todos los ojos y las esperanzas están puestas en él. Recordemos sus años mozos y mantengamos viva la historia de un hombre que tiene un cupo fijo en el libro de la historia futbolística de Colombia.
Gústele a quien le guste, Dago García sabe de cine. Y, luego de ser el creador de clásicos como Posición Viciada, La pena máxima y Cartas al gordo, sí que conoce sobre el cruce entre cine y fútbol. Por: Dago García. *Este artículo fue publicado en la Revista impresa de 2014 El fútbol se ha resistido a ser filmado. No he visto la primera película en donde un partido quede bien registrado. La verosimilitud siempre se escapa y todo se convierte en postizo y ridículo. Algo pasa con esa burda estética del fútbol que no se deja capturar. Lo han logrado otros deportes. La cantidad de películas donde la tensión depende del desarrollo de un juego de beisbol, basquetbol, tenis o de una carrera de carros, es generosa. Hasta el boxeo, con una estética aún más burda que la del fútbol, ha logrado excelentes resultados. Pero el fútbol no. ¿Por qué esa resistencia? ¿Y por qué se sigue intentando hacer películas sobre este escurridizo tema? Debe ser porque desde sus mismos orígenes, el cine ha sentido un especial gusto por el juego autorreferencial de convertir en espectáculo lo que ya es espectáculo, por morderse la cola poniendo en pantalla lo que el público disfruta en otros escenarios: la danza, el teatro, la magia, el deporte y hasta el cine mismo. Pero el fútbol sigue sin tener su película fundamental. Tal vez sea porque es el deporte que más se expone en los medios y el que más eruditos tiene en el mundo. Tal vez sea por su mezcla de fuerza, habilidad, sudor y sentimiento. Tal vez por ser un deporte de equipo. O puede ser por el carácter rebelde y contestatario que subyace en el fondo del fútbol. Es evidente que en el deporte existe una división social del cuerpo. Las disciplinas que se juegan la cabeza (el ajedrez) constituyen la élite, pero a medida que se desciende en la escala, se va perdiendo valor. El fútbol es el único deporte en donde el “útil” se maneja con los pies y donde la cabeza se usa para golpearlo. El fútbol en su mejor expresión es “arte hecho con las patas”. De ahí su enorme raigambre popular. ¿Cómo reflejar y fijar en pantalla algo que representa lo sublime y lo popular? ¿Cómo poner en escena ese rito tejido de estrategia, genio, libertad y pasión en donde el “texto sagrado” se escribe con los pies? Imposible. Pero ¿cuál es el camino? ¿La renuncia? En mi caso, el fútbol no puede estar alejado ni de mi vida ni de mi quehacer como productor y escritor de cine y televisión, sencillamente, porque soy un fanático. No concibo la vida sin fútbol. Luego de un par de intentos fallidos por lograr lo imposible, opté por respetar la cancha de juego y lo que allí sucede y hablar del fútbol desde “fuera de campo”. En Posición Viciada, el escenario es el camerino y el protagonista, el jugador viejo al que le llegó la hora del retiro. En Las Cartas del Gordo, el escenario es la familia y el protagonista, el jugador que por una grave lesión debe abandonar la actividad deportiva. Pero donde más cómodo y satisfecho me he sentido ha sido cuando he abordado el tema desde la mirada y la vivencia del hincha. Es mejor ser rico que pobre, La pena máxima, Mi gente linda, mi gente bella, El control y Uno al año no hace daño intentan ser retratos de ese personaje irracional e impredecible que es el fanático. Ese que mira y sufre, ese que impotente asiste al derrumbe de sus ilusiones puestas sin condición en el equipo amado cuando pierde o que toca el cielo cuando los colores de su corazón se alzan con el triunfo. Ese personaje es recurrente en las películas que escribo y que produzco y tal vez lo sea porque, para bien o para mal, ese personaje soy yo.
No exagera quien dice que la vida se cuenta por Mundiales de fútbol. El fútbol es la religión más popular de nuestro tiempo y el Mundial, su máximo ritual. Sin embargo, dura sólo un mes y, por lo fugaz, conviene atesorarlo con el alma, como hacen las abuelitas con las porcelanas que acomodan meticulosamente en la mesa de centro de la sala. Teniéndolo en cuenta, si usted no tuvo la oportunidad de viajar a Rusia a gastarse la educación de los hijos que no tiene (más de 65.000 entradas al Mundial fueron vendidas a colombianos), tenga en cuenta estos consejos amistosos para disfrutar Rusia 2018 por todo lo alto, pero sin morir en el intento. Por Álvaro Castellanos | @alvaro_caste Las pollas La principal condición para ganar una polla futbolera es no saber de fútbol. Tiene más chance de ganarla una tía despistada que usted y yo. El 5-0 del partido inaugural así lo demuestra. Era un pajazo mental (ruso) que ni el hincha más optimista esperaba. Sin embargo, para tratar de reponer la platica que se le fue llenando el Panini y poniendo para la vaca de todo el trago que se bajará este mes, lo mejor es guiarse por el sentido común. Es decir, de poco sirve hacerse el hipster y creer que Eriksen llevará a Dinamarca a semifinales; o fantasear con Falcao levantando la copa del mundo. Vaya a la fija. El Mundial siempre lo ganan los mismos. Brasil, Alemania o España. O hasta Argentina y por mucho Francia. No sale de ahí. Y si tiene que ingresar marcadores, sea conservador. Los resultados más comunes en los Mundiales son 1-0, 1-1 y 2-0. Después, claro, España-Portugal terminó 3-3 y no estaba en los planes de nadie, pero igualmente nadie lo acertará salvo, tal vez, nuestra tía despistada. Eso sí, más importante que todo lo anterior es evitar juegos de palabras tipo “sáquese la polla y hágase rico”. Es anacrónico y de mal gusto. El dress code Para vestirse a tono con el Mundial, sea usted mismo, pero si se va a embutir la camiseta de la Selección encima de la camisa y la corbata, piénselo dos veces. Este hábito oficinista no tiene presentación. Tanto como llegar a ver un partido de fútbol con chaqueta, camiseta, gorrito de arlequín y artilugios para hacer ruido. ¿Qué sigue? ¿Ver partidos con canilleras puestas? Como dicen los millennials más pequeños “¡paaar favaaar!”. Dicen que los que saben que menos es más, y eso aplica para el dress code mundialista. Entonces haga caso de ese adagio. En cuanto a las mujeres no está de más evitar los bodys apretados referencia Rusia 2018 y demás prendas sensuales de cuestionable estética. También, bajo toda circunstancia, es mandatorio no vivir con la camiseta de la Selección puesta durante todo el mes. La mañana siguiente a un partido de Colombia, enguayabado, caminando por la calle y con la camiseta toda untada de comida, trago y sangre, usted distinguirá a decenas de personas en las mismas, que seguramente no se bañaron y siguen con la ropa del día anterior. Qué partidos ver Aunque un Argentina-Croacia o un España-Portugal llaman más, no le haga el feo a un Panamá-Túnez o a un Irán-Marruecos. Dice la frase cursi que la belleza está en los ojos de quien la mira. Y si usted es futbolero de verdad, entenderá que todo el Mundial es fascinante. Fíjense en el partido inaugural: tenía cara de bodrio y metieron cinco goles. Sin embargo, así por encima, un Francia-Perú luce imponente. Francia es sólo talento y Perú vuelve a un Mundial luego de 36 años. Aparte, imagínese el duelo Paolo Guerrero vs Hugo Lloris. Para chuparse los dedos. De igual forma, los juegos de primera ronda con candidatos como Brasil y Alemania son imperdibles. También los juegos reñidos, como Serbia-Suiza, poco mediático, pero de pronóstico reservado; o un Polonia-Colombia, que está para cualquiera. Parejo por lo alto y quizá el mejor partido de primera ronda será Bélgica-Inglaterra, por el Grupo G, con dos equipazos que prometen un final impredecible. Dónde ver los partidos El menor de los males es optar por planes caseros, sobre todo en los juegos de Colombia. Los sitios públicos, llámese pub, bailadero o balneario, estarán atestados de hinchas borrachos, probablemente con aguardiente; y el aguardiente, como se sabe, pone violenta a la gente, así que aumentará el riesgo de grescas y balaceras. Estos personajes estarán bajando trago desde el desayuno y en el minuto 5 del primer tiempo ya estarán gritando improperios como “péguele, negro hijueputa”. En general, ver un partido en un sitio público le evitará fijarse en los detalles. Siempre pasará alguien en frente suyo justo cuando Maradona le haga el gol con la mano a los ingleses. La algarabía y las turbas iracundas eructando comida encima suyo evitarán recordar cualquier detalle. Y qué es un partido de fútbol, sino detalles. Por eso el mejor consejo es verlo en una casa o apartamento, con su familia o sus amigos. No faltará los borrachos o energúmenos que fastidien la situación, pero al menos serán conocidos suyos. Negocie La vida misma es una negociación. Si su pareja o su jefe no lo entienden, ármese de paciencia y hágales entender la grandilocuencia de un Mundial. El gol de Freddy Rincón contra los alemanes en 1990. El penal del Loco Abreu contra Ghana en 2010. El 7-1 de Alemania a Brasil en 2014. Son emociones irrepetibles que sólo da un Mundial. Y así usted lo viva tapándose las arterias de comida desde el sofá de su casa a miles de kilómetros, la experiencia es invaluable. Por eso tómese la licencia de esquivar compromisos: matrimonios, baby showers, lluvias de sobres, asambleas de copropietarios. Como le decía el tipo a su novia en un video que se hizo viral, “el Mundial es la Casa de papel de las series”. Es un mes cada cuatro años. Es prioritario. Por eso, salvo casos excepcionales, la tabla de Excel pendiente del trabajo podrá esperar para la noche, cuando no hay partidos. Relaje su superioridad moral Todos conocemos a alguien que en épocas de Mundial sale a decir que Canadá no va al Mundial, pero, a diferencia de Colombia, tiene una espectacular calidad de vida y tasas de analfabetismo nulas. Y es cierto. Capaz en Luxemburgo la gente no mete talegos dentro de otros talegos, ni da indicaciones estirando la jeta, pero al final el Mundial es un bálsamo dentro de tanta porquería que nos toca vivir como colombianos. Por esa línea, ese cuentico de que los políticos aprovechan los partidos de la Selección para robar en el Congreso está súper pegado con babas. Haya fútbol o no haya fútbol, van a robar igual. Entonces, si es su caso, respete la pasión del otro porque ya al otro le tocará aguantárselo a usted cuando vuelva Game of Thrones, el Tour de Francia o el Tsunami Vallenato. Acuérdese de su equipo Sí, muy bonita la Selección y todo. James juega como pocos en el mundo, Falcao merece un billete con su cara y Dávinson Sánchez se le estaciona a un camión, pero los futboleros de la primera hora saben que el verdadero amor se siente hacia el equipo local, ése que da más tristezas que alegrías y que nos hace sufrir cada tercer día. Llámese Santa Fe, Nacional, América o Millonarios, el verdadero amor está ahí. En el estadio, lloviendo, a las 10 de la noche, a mitad de semana y empatando 0-0 contra La Equidad. La Selección es apenas un paliativo efímero de emoción, pero el sentimiento futbolero está, o debería estar, sobre todas las cosas, con el equipo, con su equipo, así la mitad de la nómina no esté en capacidad de parar un balón. Contextualícese El Mundial es el escenario perfecto para el oportunista futbolero que se hace el experto: una costumbre muy colombiana y apropiada por periodistas deportivos, por lo general gordos, arrogantes, que sólo hacen chistes internos entre ellos, y que no saben juntar un sujeto con un predicado. De ahí, ese sketch hermoso de Capusotto llamado “Cuatro gordos hablando de fútbol”. (https://www.youtube.com/watch?v=3x4cdgsaF4w). Pero, hurgando un poco, el fútbol también está lleno de líderes de opinión de verdad que revelan verdades con cada cosa que expresan y que le entregarán grandes contextos. En ese sentido, los tuits de Diego Latorre, los análisis de Juan Pablo Varsky, los reportajes del diario inglés The Independent, las infografías de Bleacher Report o las columnas de opinión de Martín Caparrós en The New York Times siempre serán una fuente inagotable de sabiduría futbolera. Una oportunidad de aprender El fútbol, como deporte, como práctica, como juego estratégico, es fascinante. Pero quien sólo sabe de fútbol, ni de fútbol sabe. Más que en un deporte, el fútbol es una metáfora de vida incomparable y el camino perfecto para entender el mundo. El 0-5 de Arabia Saudita contra Rusia, por ejemplo, escondió un sufrimiento adicional para la Selección más floja en todos los Mundiales, porque ese día (el 14 de junio) se celebraba el fin del Ramadán, la fiesta religiosa más representativa de Islam, y qué bien les hubiera sentado a los árabes un buen resultado que acompañara el festejo de su devoción religiosa. No muy lejos de Arabia está Irán, que le ganó en el descuento a Marruecos durante su estreno en Rusia mientras, en las tribunas, se buscó visibilizar la desigualdad de género que sufre este país, el cual prohíbe a las mujeres prácticamente todo, incluido ir a ver fútbol a los estadios. Pocos contextos como el Mundial nos enseñan caras del mundo que no conocemos y que están muy por encima del desmarque de ruptura y el esquema táctico piramidal de 4-3-2-1. Ir haciendo el duelo El Mundial se compone de 64 partidos durante un mes. Un bazuco genial, pero cortísimo. Durante este mes usted se olvidará un poco de tanta atrocidad que lo rodea, pero tenga claro que después de Rusia 2018 continuará la Copa Colombia, que Carmelo Valencia hará su mítico y espectacular debut con Santa Fe, que Millonarios contratará fichajes malísimos del fútbol boliviano, y que usted deberá seguir pagando salud, pensión y ARL por cada trabajo que le salga. Bien decía Borges que “el amor es eterno mientras dura”. Así que emociónese y diviértase lo que más pueda con el Mundial, pero sin olvidar que, tristemente, tiene pronta caducidad. También evite que lo atraquen, quedarse sin trabajo, pareja, en la ruina, o de pelea con ese amigo suyo barrabrava de Neymar.
Un 15 de enero, pero de 2018 falleció Dolores O Riordan, reconocida como la vocalista de la icónica banda noventera The Cranberries. Dolores O´Riordan junto a su bajista Mike Hogan, el baterista Fegal Lawler y el guitarrista Noel Hogan, dejaron una huella en el rock alternativo. Fueron 7 álbumes de estudio y más de 40 millones de discos vendidos los que hicieron que The Cranberries nunca sea olvidada.Sin duda, una de las canciones más exitosas del grupo fue Linger. Lanzada en 1993 fue la primera que le dio reconocimiento internacional y la primera que escribieron sus integrantes, pues inicialmente se dedicaban solo a hacer covers. Según dijo Dolores, es una canción sobre el rechazo y nunca se imaginó que iba a ser un hit.“Me inspiró una noche que estuve en un club llamado Madonna’s. Un chico me invitó a bailar y me pareció que era encantador. Hasta entonces siempre había pensado que poner la lengua en la boca de otra persona era asqueroso, pero cuando él me dio mi primer beso tuve que dejarlo seguir”, dijo Dolores a Irish Times.“No podía esperar para verlo de nuevo. Pero, en la siguiente discoteca, me ignoró y sacó a bailar a una amiga mía. Yo estaba devastada. Todo el mundo vio cómo me rechazaron públicamente. Todo es muy dramático cuando tienes 17, así que dejé salir todo en la canción”.Dolores añade que años después, cuando Linger fue un éxito, el chico que inspiró la canción le escribió una carta que decía: “Sé que la canción es sobre mí. Nunca quise herir tus sentimientos. ¿Podemos vernos?”. Para ese entonces, Dolores ya estaba casada con alguien más, así que pensó “Es muy tarde, ¡Tú me rechazaste!”, y nunca le respondió.Tras varias décadas, la canción sigue sonando en las bandas sonoras de distintas series de televisión y películas como Community o NCIS. Una de las apariciones más recordadas de la canción fue en Click, con Adam Sandler, en donde Dolores también hizo un cameo.Luego de la muerte de Dolores en 2018, la canción volvió a los listados de popularidad. Sin duda, se mantendrá como un himno por muchas décadas más.
Aquí estamos, como de costumbre, con nuevos temitas, pero queremos recordarles que tenemos un especial completo con reseñas de discos colombianos (álbumes de estudio y EP) para que conozcan y se empapen de la diversidad musical del país. También pueden echarle un ojo a los mejores temas y álbumes nacionales en este especial con lo mejor del 2020 .BALADA PARA PERREAR - LAS VILLA¿Quién está detrás?Hace casi 25 años nacieron en Bogotá Laura y Lucía Villa quienes desde muy temprana edad se dieron cuenta de su conexión con la música y el baile, así que decidieron empezar a camellarle a su proyecto y a buscar un sonido con identidad propia. Nadita fue su primer sencillo que las dio a conocer en gran parte de América Latina y en este 2020 ya han empezado a hacer colaboraciones y a ser producidas por pesos pesados del reggaetón como Ovy On The Drums y Tainy.Para ver | Las Villa se le miden a nuestro reto: ¿Quién es quién?¿De qué trata? Balada para perrear es una canción inspirada en una mujer que está cansada de sentirse triste después de una ruptura amorosa y que se mamó de llorar por lo que decide salir, divertirse, disfrutar del momento y pasar el trago amargo de otra manera.¿A qué suena?Producida por los colombianos Mango y Nabález (Katy Perry, Aitana, Sebastián Yatra, Juanes) es un tema con un inicio sonoro oscuro que evoluciona en un perreo. Cada nuevo tema de Las Villa va construyendo un estilo único gracias al tono vocal de las cantantes.¿Sobre el video?Danza contemporánea feat. perreo intenso, así se podría resumir el concepto visual de este tema. Un video en el que resalta el rojo pasión que simboliza la intensidad del sandungueo. El clip conceptual fue rodado en Miami, Estados Unidos, bajo la dirección de GUS.¿Cuándo escuchar? Las hermanas recomiendan darle play a todo volumen a esta canción cuando esté con el corazón roto por un amor fallido, puede que les ayude a cambiar de humor.Para ver | Ovy On The Drums, Karol G y su eficaz relación productor-cantante¡La música nos une!
Salimos con cámara en mano a hacer turismo musical por Bogotá y retratamos seis espacios de la capital que quedaron inmortalizados en videos musicales de décadas anteriores.Así se veía la Bogotá de la época en la que se rodaron videos como El álbum, de Aterciopelados o Señor Matanza de Mano Negra y así se ve la Bogotá pandémica, en 2020. Alerta spoiler: todavía no hay metro.(Para ver las fotos deslicen la línea intermedia hacia los costados) El álbum – AterciopeladosFecha de lanzamiento: 2000Álbum: Gozo poderosoEn el videoclip del álbum aparece el laboratorio del conocido fotógrafo Manuel Humberto Rodríguez, Manuel H, que estaba ubicado en la calle 22 con séptima.También a Margarita Rosa de Francisco posando en la Candelaria, en un escenario ocupado hoy por el grafiti. Bolero Falaz - AterciopeladosFecha de lanzamiento: 1995Álbum: El doradoEntre 1995 y 2020 cambió la ciudad. Antes había paraderos de autobuses que fueron remplazados por Transmilenio. La avenida Jiménez ahora es un espacio para peatones. En el recorrido, Andrea Echeverry pasa por un SENA y por el Banco de la República. Guerreros – Alerta KamaradaFecha de lanzamiento: 2012Álbum: Made In One2 (Vol. 1)En Guerreros Alerta Kamarada recorre el centro de la ciudad de noche y de día con Big Mancilla y Shino Castro. No ha cambiado mucho en los últimos 10 años. Ruido – La DerechaÁlbum: Polvo EresFecha de lanzamiento: 2011En el video, publicado en 2011, la hoy extinta banda La Derecha pasa por el Eje ambiental y la Estación museo del oro. Han pasado ya 10 años. Te mando flores – FonsecaÁlbum: CorazónFecha de lanzamiento: 2005Fonseca escogió para grabar el popular barrio La Candelaria, en el centro histórico de Bogotá. Algo crucial cambió en el paisaje. Ahora hay árboles.Señor matanza – Mano NegraÁlbum: Casa BabylonFecha de lanzamiento: 1994En 1994 los carros transitaban por en frente de la Plaza de Bolívar. De hecho, en el videoclip del clásico de Mano Negra se ve un carro rojo justo en frente de la Casa del florero y la Catedral primada de Colombia. Esta vez nos encontramos con una bici del mismo color rojo. Curioso detalle.
Aquí estamos, como de costumbre, con nuevos temitas, pero queremos recordarles que tenemos un especial completo con reseñas de discos colombianos (álbumes de estudio y EP) para que conozcan y se empapen de la diversidad musical del país. También pueden echarle un ojo a los mejores temas y álbumes nacionales en este especial con lo mejor del 2020 .TE QUIERO OLVIDAR - SALT CATHEDRAL, XIMENA SARIÑANA¿Quién está detrás? Salt Cathedral es el dúo formado por Nico Losada y Juli Ronderos, artistas que desafían la conformidad de género y que han logrado crear un sonido adictivo que trasciende fronteras. Ambos son bogotanos, pero se conocieron en Estados Unidos donde le empezaron a dar forma y personalidad a su proyecto musical en conjunto. En este tema colabora la mexicana Ximena Sariñana líder y rostro de una generación que le dio un revolcón al pop indie latinoamericano.¿De qué trata? La canción es uno de los 11 tracks que conforman Carisma, el primer álbum de Salt Cathedral, considerado por Shock como uno de los 25 mejores discos colombianos de 2020. La canción es una composición en español llena de melancolía y escrita con el corazón triste, pero con la convicción de que el dolor desaparecerá.¿A qué suena? La canción en su versión original tiene una fuerza sonora que desde el inicio mantiene activo el oído. Te quiero olvidar en su nueva presentación, o remix, tiene una exploración más profunda con los teclados y es un reggaetón pop en el que las voces de Ximena y Juli tienen protagonismo absoluto. Una fusión vocal que no sabíamos que necesitábamos, pero que agradecemos infinitamente.¿Sobre el video qué? Lamentablemente la pandemia no permitió que Salt Cathedral y Ximena rodaran un clip oficial para esta colaboración. Sin embargo, en enero de 2020, mucho antes del encierro por la pandemia, la banda grabó un video musical de una sola toma en el que se representa el desconcierto que se vive cuando se está con el corazón roto. Fue dirigido por Courtney Brookes.¿Cuándo escucharla? Cada versión de Te Quiero Olvidar tiene que disfrutarse por separado. Habrá días en que se conecte más con la versión del álbum Carisma y habrá otras noches en que prefiera dejarse llevar por el feat con Ximena. La canción es propia para escuchar mientras mira el cielo y trata de contar las estrellas.Para ver | 'Sex and the City' regresa, pero sin Kim Cattrall como Samantha Jones: ¿por qué?¡La música nos une!
Ya se estrenó en Disney + WandaVision, una de las series más esperadas del año. La serie es un spin-off del Universo Cinematográfico de Marvel (UCM), específicamente del personaje de Bruja Escarlata (Elizabeth Olsen) en el que ella vive una realidad alternativa con su esposo Vision. La serie es también un guiño a las comedias clásicas estadounidenses.Como suele suceder con todas las producciones de Marvel, hay varios “easter eggs” o mensajes ocultos: algunos muy familiares, otras para grandes conocedores. Aquí repasamos algunos de ellos. (Alerta: hay spoilers de WandaVision y de otras películas del UCM) El tostador En un momento del primer capítulo, vemos un comercial falso de un tostador de la marca Stark Industries (sí, la empresa de Tony Stark). El tostador hace “beep” antes de que el pan esté listo, en un estilo muy parecido a una bomba.En Avengers: Age of Ultron (2015) supimos que los papás de Wanda fallecieron a causa de un explosivo, que dejó a Wanda y a su hermano Pietro atrapados bajo los escombros durante 2 días ants de ser rescatados. La asociación con Stark Industries hizo que en un principio la bruja escarlata tuviera cierto desdén por Los Avengers.El vinoUna referencia que muchos habían visto desde el tráiler. En el primer capítulo, cuando Wanda salva la cena con magia, se observa un vino de marca Maison du Mépris, una referencia al cómic House of M, en el que Wanda crea realidades alternativas para superar un trauma. Todo apunta a que e sla principal inspiración para la serie. El calendarioEn el primer capítulo, vemos que la pareja tiene un calendario con la fecha del 23 de agosto marcada. Muchos la relacionaron con la edición 238 del cómic de Avengers, en el que Vision vuelve a activarse luego de pasar por un campo de energía mágico.El intro animadoAdemás de ser una clara referencia a Hechizada, en el intro animado es posible apreciar algunas referencias al comic Vision, de Tom King. En él, Vision intenta llevar una vida normal humana. Por eso construye un perro, usaba pantuflas y se enfrentaba a un villano llamado Grim Reaper. Los huesos del perro, las pantuflas y el casco de Grim Reaper alcanzan a apreciarse por unos minutos.El helicópteroLa aparición de este objeto podría sugerir que la realidad intenta entrar a la realidad creada por Wanda. El logo es de SWORD, la agencia que se encarga de las amenazas extraterrestres a la seguridad mundial en los cómics de Marvel. Es la contraparte espacial de SHIELD que tiene que ver con las amenazas locales. En los créditos finales del primer capítulo también vemos que Wanda y Vision están monitoreados por SWORD.Mientras algunos asociaron los colores del helicóptero con Iron Man, otros creen que el rojo en el helicóptero, así como el rojo de la sangre de Dottie en una escena posterior son referencia a Wanda y a sus poderes, precisamente es la bruja escarlata. La llamada a WandaEn un momento del segundo capítulo, vemos que a Wanda la llaman por medio de una radio. La voz es de Jimmy Woo, quien fue interpretado por Randall Park en Antman y la avispa. Parece que Woo está vinculado a SWORD.El relojEn el segundo capítulo también vemos un comercial falso, esta vez anunciado un reloj de la marca Strucker. El Baron Wolfgang Von Strucker era líder de Hydra, la organización terrorista de todos los cómics de Marvel. Strucker experimentaba con Wanda y su hermano Pietro, en un proceso en apariencia muy doloroso.El reloj se detiene a las 2:42, en referencia a la edición 242 de Avengers, en la que el cuerpo de Vision es reparado luego de ser desactivado. En este número también hace una aparición La bruja escarlata, quien posteriormente se une a los Avengers.El embarazoAl final del capítulo 2 vemos que Wanda está embarazada, tal y como sucedió en el cómic The Vision and the Scarlet Witch, en el que Wanda tiene a 2 gemelos, que resultan siendo fragmentos de Mephisto, un demonio cuyo propósito es sembrar caos en el planeta. Muchos relacionaron la frase “el diablo están los detalles” con este personaje. Para otros no es coincidencia que Dottie sea interpretada precisamente por Emma Caulfield, cuyo papel más recordado fue en Buffy, la cazavampiros como una demonia.