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Evangelion: ¿por qué es importante hablar de depresión y masculinidad?

Amazon Prime Video anunció el estreno de la película 'Evangelion 3.0+1.0'. ¿Por qué es tan importante el universo Evangelion para entender la depresión?

evangelion amazon prime
Evangelion 3.0+1.0
// Amazon Prime Video

Tal vez no exista un anime que haya impactado más que Neon Genesis Evangelion. Ahora, Amazon Prime ha anunciado el estreno de la nueva película: Evangelion 3.0+1.0 y ya es hora de que discutamos por qué deberíamos esperar su estreno el 13 de agosto y cuál es la importancia de esta serie.

Por Juan Camilo Ospina Deaza y María Daniela Mejía Buitrago | @siete_de_noviembre_del9

Neon Genesis Evangelion o, mejor, Evangelion, es una serie de anime de finales de los años 90 que, a diferencia de las otras series populares de su época, no se centró en las proezas heroicas de los personajes que luchan por incrementar sus poderes y nivel de batalla.

Arrancó con veintiséis episodios y, debido a su éxito, fueron creando diversos spin-offs, entre los que se incluyen series de manga, películas y videojuegos que complementan u ofrecen una realidad alternativa de la historia.

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Evangelion pone su lente en la psique de un protagonista que, aunque salva a la humanidad en más de una ocasión, no deja de ser un adolescente de 14 años con inseguridades, descubriendo su sexualidad, ansiedades y depresión.

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Shinji Ikari, el protagonista, crece en un mundo futurista en donde la población humana ha sido dramáticamente reducida por impactos provocados por ángeles. A diferencia de la representación angelical que todos conocemos, los ángeles de la serie son monstruosos, andróginos, enormes y poderosos, cuyo propósito es la destrucción. Shinji Ikari, junto con otras protagonistas, luchan en grandes robots para evitar que la humanidad desaparezca.

La depresión y el existencialismo

Aunque a primera vista esta puede parecer una serie más de robots, Evangelion profundiza en la depresión y el existencialismo, del mismo modo que utiliza elementos del psicoanálisis, simbología esotérica y religiosa para hacernos reflexionar.

Hideaki Anno, el creador de la serie, pasaba por un momento de depresión cuando hizo Evangelion y esto se ve reflejado en las temáticas que aborda.

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“En la vida no se puede ir escogiendo los momentos agradables y descartando los desagradables”, expresa Shinji, el adolescente protagonista del anime.

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En vez de mostrarnos el heroísmo salvador, Evangelion nos muestra cómo el adolescente protagonista lidia con la tensión que le produce relacionarse con mujeres, la gente que le rodea y la presión sociopolítica y militar que lo involucra. Es como si de repente Dragon Ball Z no se tratara de la voluntad de lucha y sacrificio de Son Gokū, sino de las tensiones emocionales que hay en su interior y en quienes le rodean frente al hecho de que no es el mejor padre y esposo del mundo.

Shinji se cuestiona con frecuencia su propia existencia. No estamos ante peleas en las que acabar con el enemigo es el único fin. Cada batalla lleva consigo un conflicto emocional particular. Cada triunfo de Shinji no lo engrandece como un héroe, sino más bien como una herramienta de guerra. Cada vez que gana, entiende que lo ha hecho porque es lo que se espera de él, pero ¿qué es lo que él espera de sí mismo?

No son pocas las personas que lo describirían de manera despectiva indicando que es un incapaz, ya que se viene abajo anímicamente muy fácil y ello no corresponde con la figura de un héroe que se entrena para fortalecer sus valores y habilidades.

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Shinji no es entonces un prospecto para seguir, como nos lo explica el youtuber DayoScript en su video sobre la serie. Es más un arquetipo de nuestra humanidad imperfecta y herida, interpelada a flor de piel por el existencialismo.

Así pues, no le importa tanto salvar al mundo como el sentimiento de miseria interna que es experimentable al tener un vehículo físico humano que puede generar una costumbre y cierto gusto por habitar este mundo en la tristeza. Es difícil existir sin pertenecer. Sin pertenecer a una familia, sin tener vínculos de amistad sólidos, sin tener un lugar en el mundo desde donde sepas que eres importante para los demás por lo que eres como persona.

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Los erizos, por más frío que tengan, no pueden acercarse mucho entre sí porque se hieren: eso es en lo que Shinji vive todo el tiempo. En la imposibilidad de expresar sus sentimientos o en la certeza de que sus sentimientos no resultarán agradables y bien recibidos.

Es un anime de pausas, de planos sostenidos y de interpelación punzante. Se fija en los momentos incómodos que viven los personajes cuando no saben interactuar con los demás desde la empatía, o cuando la despersonalización es tanta que las organizaciones ya no son representadas por las personas, sino por sombras, pues la cosificación corporativa es un asunto prominente con el paso de los capítulos.

Es completamente normal ver Evangelion y tener vacíos de comprensión. No solo por la complejidad de su contenido y las continuas referencias al mundo militar, religioso y psicológico, sino por los diferentes finales que tiene la trama, los cuales han gestado una cantidad prominente de teorías explicativas por parte del Fandom.

Qué podemos esperar de cada película

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La película no solo es para los nostálgicos que han acompañado a Evangelion desde el principio. Es también para quienes, aunque no la han visto, tienen ansias de explorar su propia humanidad en la profundidad que justifica el argumento de esta pieza de anime.

En una entrevista Hideaki Anno decía “Evangelion es como un rompecabezas. Cualquiera puede verlo y encontrar sus propias respuestas. En otras palabras, permite pensar por sí mismo, de modo que cada uno crea su propio mundo. Nunca se darán todas las respuestas, ni siquiera en las películas. Muchos fans de Evangelion tienen la esperanza de que se lance una suerte de libro Todo sobre Evangelion, pero eso no ocurrirá. No esperes a que otros te den la respuesta a tus preguntas, que te lo pongan todo delante. Todos tenemos nuestras propias respuestas”

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