Todos alguna vez hemos seguido con particular intensidad a algún artista o banda. Muchos hemos fantaseado con conocerlos en persona. El que diga lo contrario, miente. Desde que los Beatles fueron un fenómeno masivo hemos visto grupos de fanáticas en frenesí cuando están frente a sus artistas favoritos. Michael Jackson, Britney Spears y las boy bands de los años 90, como los Backstreet Boys, también formaron parte de este fenómeno de masas. Pero para esta generación el turno es el de Taylor Swift (y de los idols del K-Pop, claro está).
Taylor, con el Eras Tour, el lanzamiento de Midnights y las regrabaciones de sus masters, está superando todos los números vistos hasta ahora en la industria musical. No hay conversación sobre música que no la incluya. Y los swifties, sus fans, siempre están compartiendo admiración por la cantante, descubriendo cosas nuevas de su música o de su vida.
¿Qué son los swifties?
Los swifties son más que seguidores de la música de Taylor Swift. Según el diccionario urbano, están obsesionados con Taylor, su música y su vida personal. Pero su fijación por la cantante tiene algo más: la meta final en la vida de un swiftie es conocerla, expresarle lo mucho que significa para ellos y cómo su música ha cambiado sus vidas. La fantasía.
A diferencia de otras relaciones ídolo-fan, Taylor despierta en sus seguidores una gratitud particular. Muchos cruzaron la admiración habitual y ahora conforman un grupo de lealtad que sobrepasa el consumo de su música.
Si bien su música permite la formación de una comunidad fuerte, porque se presta para interpretaciones múltiples para ser descubierta incluso después de escucharla, su obra va más allá, incluso, de su imagen. E implica un cúmulo de agentes de la mercadotecnia, a las redes sociales, a la prensa y a sus fans.
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Los swifties son, de hecho, un caso perfecto para explicar cómo funciona una comunidad con una relación parasocial.
Relaciones parasociales en el pasado y en la actualidad
Según el Centro Nacional de Servicios Psicológicos, una relación parasocial es aquella en la que un individuo o grupo de individuos invierten su tiempo y energía en otra persona que no sabe de su existencia. Este concepto apareció por primera vez en el artículo Mass Communication and Para-Social Interaction, publicado en 1956 por Donald Harton y R. Richard Wohl.
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El artículo fue publicado en un contexto en el que medios masivos de comunicación como la radio, la televisión y el cine eran todavía novedosos. Quienes han investigado el fenómeno afirman que fue durante la era dorada de Hollywood (1927-1969) cuando este tipo de relaciones comenzaron a surgir.
Hoy, con las redes sociales a la mano nos enteramos de los últimos pasos de las celebridades gracias, por un lado, a los "blind items" (mensajes anónimos enviados a cuentas dedicadas al chisme sobre famosos); y, por otro lado, porque las mismas celebridades cuentan y comparten sus vidas en una especie de telerrealidad autoproducida.
En el caso de los swifties, aunque la relación parasocial es unilateral, hay algo más que ha alimentado la admiración y el misterio: muchos están convencidos de que Taylor les habla a través de los llamados "easter eggs" o pistas ocultas que la artista deja en sus videos musicales, portadas de álbumes y cualquier cosa que publique, para anunciar el lanzamiento de regrabaciones de sus masters, nuevos discos y canciones guardadas en la bóveda. Para ellos los mensajes de la cantante no solo están en la superficie, sino que deben ser desencriptados por los más fieles.
Y, a decir verdad, aunque muchas veces aciertan, otras veces llevan las teorías de conspiración demasiado lejos. Ocurre, por ejemplo, cuando los medios hablan de la vida romántica de Taylor.
Fiscalización de la vida romántica
Después de seis años de relación con el actor británico Joe Alwyn, en marzo de 2023 se filtró el rumor de que habían terminado.
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En un principio, los swifties no lo creyeron, ya que esta había sido la relación más larga y estable de la cantante, y el actor había sido inspiración para algunas de sus mejores canciones de amor, como Lover, Daylight y Cornelia Street, entre otras.
A las pocas horas de que empezó a circular el rumor, la revista People confirmó la noticia y se cree que fue la propia Tree Payne (publicista de Taylor) quien la filtró. Mientras tanto, Taylor estaba en el inicio de su Eras Tour.
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En mayo, Matty Healy, vocalista de la banda 1975, comenzó a asistir al Eras Tour y los rumores de un posible romance aparecieron en redes sociales. De hecho, en un "blind item" se había dicho que la pareja iba a hacer oficial su relación en Nashville.
Healy fue visto nueve noches consecutivas en el Tour, en la carpa de invitados especiales, e incluso compartió con el padre de Taylor. La cantante dijo durante esos días que nunca había sido tan feliz en su vida, y a pesar del fin de su relación con Alwyn, se la veía radiante. Después, Swift y Healy fueron captados saliendo del estudio y cogidos de la mano en un club social.
Sin embargo, a pesar de la felicidad de la cantante, los swifties se dividieron y algunos pidieron la cancelación de Matty Healy debido a su pasado controvertido: adicción, comentarios racistas y comportamiento errático en el escenario. También expresaron su nostalgia por Joe Alwyn e incluso se pusieron de su lado.
Pero más allá de las relaciones personales de Taylor, lo curioso acá es la forma en la que los swifties se vieron implicados en los rumores. No era la primera vez, de hecho, pero sí fue la que más impacto mediático tuvo.
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Alrededor de su vida personal hay teorías que han terminado por formar subdivisiones entre sus seguidores, quienes fantasean por saber algo de ella que los demás no, fantasean con la cercanía, la intimidad y el secreto, como con la amistad.
Dentro de los swifties encontramos, por ejemplo, a los "gaylors", que apoyan la idea de que Taylor es gay y que ha tenido relaciones no solo con la modelo Karlie Kloss, sino también con Diana Agron, actriz de Glee, entre otras.
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Algunos creen que la fugaz relación con Healy terminó debido a la controversia y la crisis mediática que esto generó, y circularon dos teorías: la primera es que terminaron para mantener la imagen que Taylor ha construido en los últimos años, y la segunda es que en realidad siguen juntos, pero mantienen su relación en privado para no afectar la carrera de ninguno de los dos.
"Los extremos siempre son malos"
También hay un conflicto generacional. El amor que sienten los swifties es tan grande que llegaron a comparar a Taylor Swift con Michael Jackson, como sostuvo el usuario @pattypopculture en TikTok. Aunque Taylor está rompiendo récords con las ventas de entradas para su Eras Tour, no es tan reconocida en todo el mundo como la leyenda del pop.
Pero más allá de eso las comparaciones responden a un debate generacional que despierta más pasiones. Al video de Patty han respondido cientos de fans de Michael, con indignación, explicando por qué es un desatino comparar la carrera y el legado del Rey del Pop con los de Taylor.
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Otra cosa que hacen algunos swifties es creer que son tan íntimos de Taylor que traen a colación eventos de su vida personal generando disputas simbólicas.
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Por ejemplo, en un show en Nashville sacaron una fotografía de la abuela de Taylor mientras cantaba "Marjorie", algo que parece haber incomodado a la cantante. Y aunque algunas swifties reprocharon este acto, otras, como las mexicanas, están proponiendo arrodillarse y proponerle matrimonio a Taylor con anillos hechos de papel, mientras ella canta "Love Story" en el Foro Sol.
Sin embargo, otros consideran que esto podría afectar a la cantante, considerando que se especula que Joe Alwyn nunca quiso casarse con ella, como revelan canciones como You're Losing Me.
Aunque tener una relación parasocial tan fuerte no está catalogada como un trastorno psicológico, las propias swifties, con humor, se han “diagnosticado” a sí mismas con el "Trastorno Swift" o se autodenominan "trastornadas", ya que son conscientes de que esta relación que sostienen puede afectarlas. Algunas swifties incluso se fueron por un tiempo de Twitter cuando la cantante terminó su relación con Alwyn. En cualquier caso, una relación parasocial fuerte puede ser una fuente de conexión emocional en un mundo con vínculos comunitarios cada vez más débiles, pero en ciertos casos también puede generar expectativas irrealistas y afectar la salud mental de los seguidores y la persona famosa involucrada.
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