En el marco del evento Connect 2021, Mark Zuckerberg anunció que la compañía de la que es CEO está en proceso de restructuración. Facebook cambió oficialmente su nombre a META cuyo enfoque será dar vida al metaverso y ayudar a las personas a conectarse, encontrar comunidades o hacer crecer los negocios.¿Qué es el metaverso?En un comunicado oficial publicado en Facebook, la compañía explicó que "el metaverso se sentirá como un híbrido de las experiencias sociales en línea de hoy, a veces expandido en tres dimensiones o proyectado en el mundo físico (...) se permitirá compartir experiencias inmersivas con otras personas incluso cuando no puedan estar juntos, y hacer cosas que no podrían hacer en el mundo físico. Es la próxima evolución en una larga línea de tecnologías sociales y está marcando el comienzo de un nuevo capítulo para nuestra empresa".Cuando Facebook se lanzó en 2004, cambió la forma en que las personas se conectan. Aplicaciones como Messenger, Instagram y WhatsApp facilitaron la comunicación aún más para miles de millones en todo el mundo. La misión de Meta se está moviendo más allá de las pantallas 2D hacia experiencias inmersivas como la realidad virtual y aumentada para ayudar a construir la próxima evolución en tecnología social.La carta de Zuckerberg sobre el cambio de Facebook a MetaEn un texto Mark Zuckerberg explica que "el metaverso no será creado por una sola empresa (...) será construido por creadores y desarrolladores que crean nuevas experiencias y elementos digitales que son interoperables y desbloquean una economía creativa enormemente más grande que la limitada por las plataformas actuales y sus políticas".Sobre el futuro de las aplicaciones y de su compañía añadió que "creemos que el metaverso puede permitir mejores experiencias sociales que cualquier otra cosa que exista hoy, y dedicaremos nuestra energía a ayudar a alcanzar su potencial".El texto completo firmado por Mark Zuckerberg lo pueden leer en la sección de blogs de META.En video | ¿Qué hacer cuando se caen las redes sociales? Guía para no entrar en pánico | Shock¡El lado S de las redes sociales!
Las redes sociales como Instagram, Facebook o TikTok son una extensión de la vida misma y cada vez es más complicado evitar que las personas no tengan su perfil digital en el que comparten aspectos de su vida personal, profesional y social. Varias investigaciones recientes han apuntado que el uso excesivo de social media se ha convertido en una razón para el aumento de la depresión en niños y adolescentes. Contenido recomendado | Y entonces, ¿vamos a confiarle nuestro gusto a las cifras y algoritmos?Frente a este tema, Facebook publicó un artículo en el que recuerda su interés por las buenas prácticas en redes sociales y recordó que a principio de año anunció la creación de Instagram Kids, herramienta para atacar el bullying contra menores de edad.Sin embargo no ha sido suficiente y organizaciones han criticado su lentitud o poca atención al tema. En un escrito firmado por Pratiti Raychoudhury, Vicepresidente, Jefe de Investigación de Facebook, dieron a conocer tres puntos sobre su avance y lucha contra el matoneo digital.** El texto completo en su idioma original lo pueden hallar en la página oficial de Facebook."Se han introducido nuevos recursos para ayudar a quienes luchan con problemas de imagen corporal y una opción de informes dedicada para el contenido relacionado con los trastornos alimentarios"."Se actualizaron las políticas para eliminar todo el contenido gráfico relacionado con el suicidio y tomamos medidas para proteger a las personas vulnerables de estar expuestas a contenido relacionado con el suicidio y las autolesiones de manera más general en lugares como Explore"."Se estrenó Restrict, que permite a las personas protegerse del acoso sin temor a represalias"."Facebook añade que una idea que cree prometedora es encontrar oportunidades para participar si vemos que las personas se concentran en ciertos tipos de contenido. Esperamos que estos empujones ayuden a las personas a orientar a las personas hacia contenido que las inspire y las eleve".Finalmente la compañía de Mark Zuckerberg añade que estamos en una era en la que los niños van a usar teléfonos inteligentes cada vez más pequeños. ¡El lado S de la cultura digital!
En los últimos meses, la red social Clubhouse ha sido una de las de más rápido crecimiento. Esta app permite crear grupos de conversación en audio en vivo sobre cualquier tema. Hay un límite de personas que pueden hablar al tiempo y las conversaciones no quedan grabadas para después. Todo indica que a Facebook le quedó sonando pues recientemente anunció su clon de Clubhouse llamado Live Audio Rooms, un espacio para unirse a grupos de conversación en audio.La compañía dirigida por Mark Zuckerberg espera que esta nueva función llegue a todos los usuarios hacia la mitad del 2021. "Creemos que el audio es una forma perfecta para que las comunidades se involucren en temas que les interesan”, indicó Facebook en el anuncio oficial."En Facebook, hemos visto el aumento continuo del audio en nuestras plataformas: desde llamadas de audio hasta mensajes de audio en WhatsApp y Messenger. Estamos trabajando para que los mensajes de audio sean más fáciles de grabar y más divertidos, incluida la posibilidad de que las personas envíen clips de sonido familiares a sus amigos que van desde efectos de sonido como grillos chirriando hasta citas de canciones populares. Pero sabemos que hay más experiencias sociales para crear y ayudar a las personas a decir lo que quieren decir, descubrir nuevas voces que no han escuchado antes o intercambiar ideas a la velocidad del sonido", dijo la compañía. Facebook también contó que se encuentra trabajando en varias herramientas que permitan facilitar la creación de contenidos en audio. "Desde mejoras de calidad de audio, subtítulos, traducciones de voz y audición sobrehumana, nuestro objetivo es hacer que la presencia de audio sea fácil, natural e inmersiva para que puedan experimentar más plenamente la presencia social". Igualmente, pronto permitirá que los usuarios puedan publicar contenidos con audio en su feed, de la forma como lo hacen con videos e imágenes. Otra apuesta por el audio en Facebook incluye el podcast. La plataforma se encuentra trabajando en una alternativa que permite a los usuarios escuchar podcasts sin salirse de la red social. Facebook estima que hay unos 170 millones de personas conectadas a fanpages sobre podcasts en Facebook, y cerca de 35 millones están en grupos sobre el tema. Parece ser que el audio es el nuevo interés de las grandes empresas tecnológicas (Twitter recientemente también incorporó el audio en su plataforma). Solo los usuarios determinarán si este tipo de contenidos tiene futuro a largo plazo.
2021 comenzó pintándonos un paisaje ciberpunk. En pocos meses vimos a las compañías de Internet sobrepasar el poder de los estados. Nuestro día a día nunca antes había girado tanto alrededor de las empresas de tecnología inmiscuyéndose en la privacidad y en las posibilidades para decidir quién o no habla. ¿Qué pasa cuando las redes sociales censuran a los que nos agradan o a los que alientan a movilizarse por causas justas?Por Juan Camilo Ospina DeazaComo en los mejores blockbuster, a inicios de 2021 asistimos nada más ni nada menos que ¡a la toma del capitolio en Estados Unidos! Y a diferencia de las películas, en nuestra realidad no fueron necesarios aliens, zombis o ciborgs, solo hizo falta el empujón anímico de un tipo de piel naranja y con poder: Donald Trump.A partir de ese acontecimiento, plataformas como Facebook, Instagram y Twitter bloquearon los perfiles oficiales del entonces presidente de los Estados Unidos para que no tuviera un canal para incitar a las multitudes. Lo que en un principio parecía ser motivo de celebración, sin embargo, abrió muchas preguntas sobre el poder de estas plataformas ante la libertad de expresión. ¿Qué significa que Facebook pueda silenciar a un presidente por decisión propia? La noticia no fue, como casi todo en Internet, una especulación sobre una intervención oscura en los algoritmos. Pareció, incluso, una jugada de mercadotecnia, pues el mismísimo CEO de Facebook, Mark Zuckerberg, hizo oficial que el bloqueo de los perfiles oficiales de Donald Trump en Facebook e Instagram. Y afirmó que el bloqueo sería indefinido "por al menos dos semanas". Luego agregó que la medida continuaría “hasta que la transición pacífica de poderes esté completada”. ¿Por qué tuvieron que esperar a los últimos días de su mandato si el discurso de Trump fue casi siempre el mismo? Twitter ya lo había puesto anotaciones a los tuits del expresidente e incluso llegó a bloquear su cuenta. Pero Facebook, a pesar de ser cuestionado por permitir la difusión de ideas y discursos extremistas, siempre había proclamado una política consistente en permitir el acceso lo más amplio posible al discurso político, incluso a lo que llamaban "discurso controvertido". No obstante, en esta ocasión, Zuckerberg decidió que el contexto era “fundamentalmente distinto". Y probablemente tenía razón. Pero la decisión de Facebook no fue recibida del mismo modo, incluso, entre los potenciales detractores de Trump. Por ejemplo, el presidente mexicano López Obrador afirmó que “Empresas particulares deciden silenciar, censurar. Eso va en contra de la libertad. No se vaya a estar creando un gobierno mundial con el poder de control de las redes sociales, además un tribunal de censura, como la Santa Inquisición, pero para el manejo de la opinión pública”.Por otra parte, diferentes celebridades lo lo anunciaron como una victoria. Mark Ruffalo dijo: "Gracias @Twitter y al equipo #BanTrumpSaveDemocracy #RemoveTrumpNow”. La ganadora del Oscar Whoopi Goldberg tuiteó: “Finally”. Y en esa misma línea Stephen King dijo: “Me hace orgulloso ser un twitterhead”.Incluso dentro de Facebook las posiciones al respecto chocaron. El director de diseño de la empresa, Ryan Freitas, dijo: “Mark está equivocado y voy a tratar de hacer que cambie de opinión haciendo mucho ruido". Jason Stirman, de la sección de investigación y desarrollo, afirmó: "Soy un empleado de Facebook que está totalmente en desacuerdo con la decisión de Mark de no hacer nada sobre las publicaciones recientes de Trump, que claramente incitan a la violencia". Estos múltiples y contradictorios recibimientos se deben a que dicho bloqueo, en el fondo, generó más dudas que tranquilidades. No tanto por el bloqueo a Trump, sino por el hecho de que sean las compañías de Internet las que determinen cuándo y cómo hacerlo. Recordemos que lo hicieron por "compromiso propio", pero ¿qué pasa cuando el compromiso es con el negocio propio? Facebook, de hecho, ha tenido una complicada relación con la censura que ha pasado por demandas y multas. Es muy fácil estar de acuerdo con la censura cuando es a Trump, pero ¿qué pasa cuando censuren a los que nos agradan? ¿a los que alientan a movilizarse por causas justas?Solo para recordar un hecho reciente: ¿por qué silenciar a Julian Assange, quien a través de WikiLeaks puso en jaque a muchas personas poderosas? ¿Quién nos dice que ese tipo de censuras como las que hizo Zuckerberg ya no están ocurriendo, o acaso por qué es una posibilidad para él?Basta con ver qué tipos de temáticas favorece y toleran plataformas como YouTube para dudar de las buenas intenciones de las gigantes de Internet. Incluso se ha escuchado a sus equipos técnicos decir que es un “algoritmo” el que realiza la selección de qué contenidos privilegiar y cuáles ocultar, como si los algoritmos fueran objetos con vida y estuvieran desprovistos de las ideas de quienes los formulan, como aludiendo a una especie inexistente de de neutralidad matemática.Desde luego, también existen formas de censura más manuales. Por ejemplo, Zuckerberg ha comentado públicamente que amplió el equipo de censores en Facebook en 3000 personas. Hasta Mayo del 2020, el equipo contaba con 4.500 trabajadores que supervisaban actualizaciones de muros de usuarios y eliminaban aquellas que consideraban inapropiadas. Y justificó esta ampliación para poder responder a la necesidad de detener el auge de contenidos que fomentan los “discursos de odio”.Pero el problema de censurar al presidente nos plantea preguntas más finas: ¿bajo qué argumento no se bloqueó a otras personas y qué los detendrá cuando quieran bloquear a quien no deberían? ¿quién define qué es lo intolerable? ¿cómo definir cuáles son los discursos que solo son “controvertidos” y aquellos que hay que silenciar? ¿qué pasa cuando el que puede silenciar tiene ideas extremistas o supremacistas?En estas situaciones se suele traer a colación la paradoja de tolerar al intolerante, planteada por el filósofo Karl Popper. Consiste en que si una sociedad es ilimitadamente tolerante, su capacidad de ser tolerante finalmente será reducida o destruida por los intolerantes.Popper concluyó que, aunque parece paradójico, para mantener una sociedad tolerante, la sociedad tiene que ser intolerante con la intolerancia. Lo que no se suele decir es que las palabras tolerante e intolerante pueden cambiar de sentido fácilmente. (Lean también: Hater: ¿el futuro de la política está en las redes sociales?)El caso paradigmático, el que cambió de lado la torta y nos hizo cuestionar más esa censura, fue la pelea entre Facebook y el gobierno australiano. Cuando Australia anunció una ley para que las plataformas como Google y Facebook pagarán a los medios locales, Facebook, quien se opuso a la legislatura local, fue al choque y deshabilitó la opción para que los usuarios vean y compartan contenido de los medios de noticias australianos.¡Borraron los contenidos de una industria entera porque no estaban de acuerdo con replantear el modelo de negocio para que los medios locales no fueran canibalizados por plataformas extranjeras!El lenguaje de las leyes por territorio no es suficiente para determinar lo que se puede o no en una red global. El debate sigue abierto y solo quedará ver las consecuencias que tendrá que una empresa privada que maneja contenidos tenga esa capacidad ilimitada. ¿Cómo balancear privacidad, libertad de expresión y seguridad? ¿a quiénes se puede silenciar y a quiénes no? ¿cómo elegir quien tiene ese poder? ¿está bien que una empresa privada tenga la potestad de elegir qué es lo bueno y lo malo?La libertad de expresión en Internet ha sido progresivamente privatizada. Hoy en día no basta alzar la voz para ser escuchado, sino que se debe jugar con los algoritmos, adecuar los contenidos para ser “plataform friendly” y volverse viral. La Internet es una tierra de nadie. Aunque existen organizaciones que tratan de regularla, ninguna persona, empresa, organización o gobierno administra Internet. Cada sector puede hacer cumplir sus propias normas.Estos acontecimientos nos recuerdan, una vez más, que se ha vuelto posible equiparar el poder de los estados con el poder de organizaciones privadas. ¿Hay límites que demarcan hasta dónde llega el poder de cada uno? o más bien podríamos preguntarnos ¿hasta dónde serían capaces de llegar los estados y estas organizaciones privadas para ejercer un gobierno sobre las poblaciones?
Curiosamente, en la tierra de las chuzadas del DAS, como en el resto del mundo, la actualización de los términos y condiciones de uso de WhatsApp hizo que se despertara el interés por la privacidad en las aplicaciones para dispositivos móviles. De hecho, muchos usuarios se quieren trastear de servicio de mensajería. Acá les explicamos de qué se trata el cambio y cuáles son las alternativas. Por Juan Camilo Ospina DeazaPor muy paradójico que suene, la noticia de los cambios en los términos y condiciones de WhatsApp nos ha obligado a tomar conciencia frente a la desigualdad de condiciones entre las grandes empresas y los usuarios.La respuesta de las aplicaciones ante cualquier actualización, en últimas, es básicamente siempre la misma: “si no le gusta no la use”. No hay más opciones disponibles si uno quiere continuar. No hay una caja de sugerencias para negociar las condiciones. No hay un número al que pueda marcar para que un experto de WhatsApp me explique sus condiciones de uso. Por lo general, la premura por continuar el uso de un servicio como WhatsApp hace que los usuarios no estudien al detalle reglamentaciones, condiciones de uso y posibles consecuencias del uso de las aplicaciones. Por eso les contamos cuáles son las nuevas condiciones de uso de WhatsApp, sus implicaciones, algunas aplicaciones alternativas y cuáles son los problemas de seguridad informática que ellas representan.¿Cuáles son los cambios en la privacidad de WhatsApp?Los cambios de privacidad de WhatsApp son consecuencia de su compra por parte de Facebook en febrero del 2014. Es decir, ya venían ocurriendo y en últimas no traen muchas novedades. La nueva política, de hecho, cuenta cómo los datos del usuario se ven afectados cuando hay interacción con una empresa en la plataforma y proporciona más detalles sobre la integración con Facebook, empresa matriz de WhatsApp.Pero hay que recordar que el intercambio de datos con Facebook ya se estaba produciendo. Los usuarios de la Unión Europea pueden optar por no compartir datos con Facebook, pero el resto del mundo no tiene la misma opción.WhatsApp comparte la siguiente información con Facebook y sus otras empresas: Información de registro de la cuenta (número de teléfono)Datos de transacciones (WhatsApp ahora tiene pagos en India)Información relacionada con el servicioInformación sobre cómo interactúa con otros (incluidas las empresas)Tipo de dispositivo móvilDirección IP (Y también está recopilando ahora más información a nivel de hardware de dispositivo)En general, WhatsApp no está implementando nada que no hagan las demás redes sociales que ya utilizamos. Como debería ser bien sabido, el negocio de las aplicaciones "gratuitas" radica en que nuestra información es el negocio.Las empresas tienen que buscar tipos de retribuciones por parte de los usuarios. De allí que Instagram, Facebook y Google tengan grandes cantidades de información sobre nosotros. O como dice la periodista Mollye Barrow:Este cambio de WhatsApp preocupa a muchos, más que nada, por los conocidos problemas que ha tenido Facebook. Desde acusaciones por ostentar el monopolio en Estados Unidos de servicios en la red, pasando por el papel que ha tenido en la influencia a campañas electorales (entre ellas la de Trump), hasta malas prácticas en el manejo de la seguridad de los datos.Aunque Facebook ha tenido que pagar grandes sumas de dinero en acuerdos y multas, estos pagos no han cambiado drásticamente ni su funcionamiento ni su manejo de datos. Y WhatsApp también sufrió una violación de la privacidad: algunos grupos de chat privados indexados se encuentran en el motor de búsqueda de Google. En Netflix se pueden encontrar algunos documentales que tratan estos conflictos como Social Dilema y The Great Hack. Estos documentales revelaron, quizás por primera vez para algunos espectadores, cómo las redes sociales usan los algoritmos para hacer que la gente regrese estableciendo una relación de dependencia. También muestran cómo las empresas de tecnología han influido en las elecciones, la violencia étnica y las tasas de depresión y suicidio. Ante estas acusaciones Facebook afirmó que “En lugar de ofrecer una visión matizada de la tecnología, ofrece una visión distorsionada de cómo funcionan las plataformas de redes sociales para crear un chivo expiatorio conveniente para problemas sociales difíciles y complejos”.Cada vez más existe la preocupación sobre cómo regular el tiempo que se pasa en las aplicaciones. Sin embargo, a las compañías les conviene exactamente lo contrario, que cada vez les demos más nuestro tiempo y atención. Para ello usan estrategias que permiten asegurar el flujo de dopamina en el cerebro. ¿Alguna vez se han visto levantando el celular por reflejo, para solo ver la hora o por si algo está pasando? ¿Cuándo fue la última vez que hicieron la fila del banco o espero a alguien sin ver el celular? Al mejor estilo de las ficciones más distópicas, no es difícil encontrar en Google artículos como “Retener usuarios de aplicaciones. Estrategias para mantener tus usuarios de por vida”. Esta insistencia por enganchar a los clientes se debe a que la atención significa tiempo de publicidad, la posibilidad de compra y datos sobre el comportamiento de los individuos.¿Cuáles son las mejores aplicaciones de mensajería instantánea, alternativas a WhatsApp?Aunque WhatsApp es una de las aplicaciones que más utilizamos en la cotidianidad, podemos encontrar otras alternativas, pero a su vez otras condiciones y formas de administración de nuestros datos. Para aquellos que quieran cambiarse y no suministrar sus datos al monopolio de Facebook, existen opciones como Telegram, Signal, Viber, LINE, kakaotalk Messenger, Skype o Wechat. Sin embargo, es difícil encontrar alguna que no tuviera problemas respecto a prácticas de privacidad. TelegramComencemos con la alternativa más popular tras el pánico extendido por la actualización de WhatsApp: Telegram. (Lean también: Telegram registró récord de usuarios. 10 ventajas frente a WhatsApp)Esta aplicación usa cifrado de extremo a extremo, al igual que WhatsApp y Signal. Este tipo de cifrado convierte los mensajes en un código sin la ayuda de un servidor en el medio, lo que hace casi imposible obtener acceso a la comunicación entre dos usuarios sin su consentimiento. Es considerado una de los mas seguras, hasta tal punto que grupos extremistas islámicos la han utilizado por su capacidad de mantener conversaciones secretas en mensajes fuertemente encriptados.Pero proporcionar una plataforma que permita a los usuarios evadir el escrutinio oficial ha traído sus propios problemas. En los últimos años, el Estado Islámico ha utilizado Telegram para organizar complots terroristas, difundir propaganda y responsabilizarse de los ataques. Por el mismo motivo, la policía coreana ha tenido problemas identificando a decenas de víctimas, incluidos menores, vinculados a salas de chat de “pago para ver” operadas en la aplicación. Esto es un problema tan grande que el gobierno ruso y el Chino han hecho esfuerzos por bloquear Telegram. Como podemos ver con este caso, la regulación de estas aplicaciones pone en conflicto la libertad de expresión con la seguridad.WeChatEn el otro lado del espectro está Wechat. Esta aplicación es una de las más populares en China. Esto último es problemático porque, como explica la Oficina de Información del Consejo de Estado Chino: “dentro del territorio chino, Internet está bajo la jurisdicción de la soberanía China”. Esto quiere decir que el Estado Chino participa en una amplia gama de actividades en línea que incluyen, entre otras cosas, requisitos de localización de datos para empresas nacionales y extranjeras. Bajo el argumento de la seguridad nacional se puede socavar la seguridad de la información. Esto ha tenido importantes impactos como censuras, toma de datos de individuos, entre otros.Como explica en un informe Citizen Lab, un centro de investigación que forma parte de la Universidad de Toronto, “los documentos e imágenes compartidos entre cuentas no registradas en China están sujetos a vigilancia de contenido y se utilizan para construir la base de datos que WeChat utiliza para censurar las cuentas registradas en China".¿Vale la pena preocuparse por nuestros datos?Mucho se habla de la educación financiera, de la educación emocional, pero aún así somos felices desconociendo las condiciones del uso del mundo informático. Es importante indagar por las implicaciones que tienen las diferentes aplicaciones y tecnologías que utilizamos en el día a día. Sin embargo, esto no es suficiente. Existe una relación desigual entre las grandes compañías y las posibilidades de los usuarios. En la mayoría de ocasiones los usuarios son también productos, lo que lleva a que existan prácticas difíciles de comprender. Por un lado, hay aplicaciones en las que se viola la seguridad de los datos y son usados para lograr mayores ventas y censuras sin nuestro consentimiento. Por otro lado, hay aplicaciones que logran una gran confiabilidad, pero tienen la consecuencia que no se puede hacer un seguimiento de prácticas ilegales.No existe un lugar donde dar sugerencias o negociar condiciones. Hemos llegado al punto en el que las sanciones que puedan hacer países no son suficientes. Así como tampoco se convierte en una opción para los usuarios el decidir no tener ninguna de estas aplicaciones, ya que de una u otra manera todos dependen de la comunicación virtual para agendar reuniones, estar en contacto con allegados que están en el exterior, programar trabajos en grupo, recibir información para hacer compras en línea, hacer negocios o proyectos con personas que están en espacios geográficamente separados, etc. Por lo tanto, no es tan fácil responder “no acepto sus condiciones”. Tal vez estos debates que nos están inquietando tanto para lo único que nos sirvan es para reflexionar acerca de formas colectivas de gestionar nuestros datos y sobre el lugar de los estados y las organizaciones privadas en nuestra privacidad.
Muchos creen que la popularidad de Facebook ha ido bajando con el pasar de los años, pero la verdad es que la red social de Mark Zuckerberg sigue siendo la plataforma que más descargas tiene en las tiendas virtuales y la que más usuarios activos congrega.Dicho esto, Facebook hizo un cierre de año donde dejaron ver que las personas estuvieron más conectadas que nunca en tiempos de pandemia. Para ellos, “en 2020 hubo muchos momentos digitales que permitieron que las personas se sintieran muy cercanas”.Las conversaciones en la red social giraron en torno a muchas protestas, pero la que mayor impacto tuvo entre sus usuarios fue la de Black Lives Matter; un movimiento racial que se tomó las calles del mundo entero, pero que adquirió un impacto global gracias a las redes sociales.CULTURA POPFacebook aprovechó su data para recopilar los momentos de la industria del entretenimiento que mayores reacciones tuvieron. La TV (análoga o en streaming) fue la gran campeona del 2020 y logró fusionarse también con sucesos musicales que impactaron.Estos son los 10 momentos que definieron el 2020 en la cultura pop.Serie documental ‘The Last Dance’ de Michael JordanEl especial de Navidad de Dave Chappelle en NetflixWAP, el video de la canción entre Cardi B y Megan Thee StallionEl lanzamiento de Golden, canción de Harry StylesLos Ángeles Lakers ganando el campeonato de la NBAEl anuncio del embarazo de Katy Perry por medio de un video musicalSavage, la canción de Megan Thee StallionEl show de medio tiempo del SuperBowl protagonizado por Shakira y Jennifer LópezTiger King, la serie de NetflixActuación de Pascua de Andrea Bocelli desde Milán, ItaliaRecomendado | Jennifer López & Shakira: Detrás de los vestidos que usaron en el show del SuperBowlwww.shock.co
¿Se imaginan estar en el estudio junto con Thalia, Farina y Sofía Reyes? Pues desde el 24 de septiembre y todos los jueves hasta el 29 de octubre podremos acompañarlas en el proceso de grabar una canción juntas. Thalia y Farina ya habían colaborado en la canción Estoy soltera, lanzada en 2019. Farina y Sofía lanzaron, junto a Tinie Tempah, Whoopa a inicios de 2020. Así las cosas, fue Farina el vínculo entre las dos mexicanas y quien propuso la colaboración entre las tres. Latin Music Queens, el programa que será transmitido a través de Facebook Watch todos los jueves, nos muestra el detrás de cámaras en la producción, grabación y publicación de una canción en el que las tres artistas latinas participaron juntas y de la cuál aún no han revelado el nombre. Durante los episodios de 16 minutos conoceremos con más profundidad a las tres artistas, sus orígenes, influencias y vidas personales, y además se revelarán detalles de su colaboración y trabajo en equipo. El programa comenzó a rodarse antes de que se desatara la pandemia, sin embargo y para mantener la seguridad de las artistas, durante los meses siguientes cada una siguió grabando desde sus respectivas ciudades: Thalia desde Nueva York, Sofía desde Los Ángeles y Farina desde Medellín. Hace poco se reunieron para celebrar el esperado lanzamiento de la miniserie y compartieron un video en sus redes sociales en el que invitaban a toda su audiencia a conocerlas mejor durante los próximos cuatro jueves. El show Latin Music Queens puede verse de forma gratuita a través de Facebook Watch.
Facebook actualizó las normas sobre el uso de música en sus productos. Así comunicó la plataforma a través de su blog de medios. En la publicación, la red social afirma que aunque la música es una fuerza que reúne a la gente durante tiempos difíciles y que la herramienta de Facebook e Instagram Live ha permitido que, durante la pandemia, las personas puedan mantenerse cercanas y conectarse con sus comunidades, el uso masivo de las transmisiones en vivo ha traído también confusión en cuanto cómo se puede utilizar la música en vivo tanto en Instagram como en Facebook con relación a los derechos de autor y de uso. En respuesta a esa confusión, y queriendo fortalecer la herramienta de las transmisiones en vivo para que los artistas puedan seguir conectados con sus comunidades, Facebook actualizó su guía para incluir música en los videos que se suben a la plataforma. Con el propósito de no reñir con los dueños de los derechos de la música, Facebook decidió compartir algunas de las limitaciones sobre el uso de música grabada que se puede utilizar en la plataforma, no solo en videos nativos sino también en transmisiones en vivo tanto en Facebook como en Instagram. Eso sí, siempre y cuando el usuario que va a publicar un contenido en video tenga los respectivos derechos de uso de la música(tener un release firmado por el dueño de los derechos de autor de la obra), puede hacerlo. Si no cuenta con el respectivo release de uso y de acuerdo con la información dada por Facebook, si en la plataforma se encuentra algún video que no siga con estas reglas, laplataforma puede desde bloquear el contenido específico que las inclumple hasta eliminar el perfil que lo subió. En las guías específicas para el uso de la música en la plataforma explican que “No puedes usar vídeos en nuestros Productos para crear una experiencia de escucha musical. Queremos que seas capaz de disfrutar vídeos publicados por tu familia y amigos. No obstante, si usas nuestros Productos para crear una experiencia de escucha musical para ti mismo o para otros, tus vídeos serán borrados, y tu página, perfil o grupo pueden ser borrados. Esto incluye el servicio Live”. El comunicado también advierte que es posible que los videos que contengan música sean limitados a ciertos países específicos debido a restricciones regionales específicas. Estas pautas existen desde 2018, sin embargo la red social las actualizó recientemente para ser más explícita en lo que se puede hacer o no, en explicar qué consecuencias peude traer el incumplimineto de estas y añadir información que permita a los usuarios comprender mejor estas reglas. Con base en lo anterior, algunas de las notas que comparte Facebook para publicar contenidos con música son: No hay límites en la música que se puede utilizar en las historias o en presentaciones musicales tradicionales (por ejemplo, grabar durante un concierto en vivo). A mayor número de canciones completas utilizadas en un videos, mayor es la probabilidad de que el video sea limitado. Siempre debe haber un componente visual en los videos. Las grabaciones de audio no deben ser el propósito principal de los videos. También recomienda que los usuarios utilicen en sus videos la biblioteca de sonidos de Facebook donde hay miles de grabaciones y efectos de sonidos de uso gratuito. Pueden acceder a la biblioteca en este enlace.
Hay quienes se imaginan que en el futuro toda nuestra información y nuestra vida conducirán a la misma dirección web. ¿Qué tanto depende nuestra vida virtual de las gigantes norteamericanas como Facebook, Google o Amazon? Reflexiones sobre el monopolio informativo y el capitalismo de nuestra era. Por Ricardo Silva Ramírez La concentración de poder en las grandes plataformas virtuales plantea un problema para las empresas informativas locales. Lo que en un momento fueron pequeños negocios que empezaron en garajes o como proyectos universitarios son ahora gigantes que influyen en la política, la economía y la vida mundana de las personas. Casi todos con sede en Estados Unidos.Y como si de una pandemia se tratase, estas empresas se han propagado por todo el mundo y escapado al control inmediato de los gobiernos. En su creciente reconocimiento e influencia, poco a poco han logrado controlar el mercado virtual y hacerse con los millones de usuarios que los seguimos y utilizamos “voluntariamente”. En una interesante analogía con la elección democrática, en apariencia, usamos las plataformas de Facebook, Amazon, Apple o Google de manera consciente y con consentimiento. Pero es un consentimiento ilusorio que entraña la obligación de elegir entre las opciones típicas. Aceptamos sus términos y condiciones no porque los hayamos leído detenidamente y nos formemos una opinión racional al respecto, sino porque no hay otra opción.¿Entonces, por qué utilizarlos? Ante este panorama alguien podría preguntar ¿si no se está de acuerdo con los crecientes monopolios de plataformas informativas, entonces por qué no simplemente dejar de utilizarlas? Eso equivaldría a hacer caso omiso al problema de la producción de necesidades que pueden llegar a ser tan vitales como las biológicas. No utilizamos a los gigantes informativos porque nos obliguen: el núcleo del problema de la dominación es que, distinto a lo que se cree, no refiere a una imposición sino a un deseo asumido. El sujeto angustiado tras la muerte de Dios, ahora solo y sin tener a quién echarle la culpa por sus desgracias, acude a la última instancia que le queda para dar sentido a su existencia. Es eso a lo que se refiere uno de los padres de la sociología, Emile Durkheim, cuando dice que “la sociedad es Dios”: ante el problema antropológico de buscar una razón de ser, una justificación de la existencia humana, buscamos tranquilidad en la investidura de un título universitario, un permiso de producción, una tarjeta de identidad, una partida de nacimiento, un certificado de enfermedad y todos actos de nombramiento en los que interviene el Estado como autoridad que certifica la validez de los certificados de la existencia. Sin embargo, nuestro carné de identidad no tiene una foto elegida por nosotros, ni arreglos de Photoshop; no es posible cambiar nuestro nombre cada semana, no nos dice cuáles productos nos gustaría comprar. Internet sí. La vida en línea es lo que permite hoy al sujeto poner en juego y circulación la idea que tiene de sí mismo. El conglomerado de búsquedas, compras, likes, publicaciones, páginas seguidas, etc., posibilita una acomodación de la web al sujeto imaginado, una condensación de todos los gustos; abre la ventana hacia un mundo en el que todo lo displacentero puede quedar de lado, una acomodación de la realidad virtual al principio del placer. Pero ese ejercicio de desarrollo personal está muy lejos de ser libre. La creación de un universo de consumo personalizado, o mejor, de un espacio identitario de realización de la propia cultura y el juicio subjetivo, no es una obligación. ¿Quién se queja de consumir los productos que desea consumir y con los que se identifica? Si lo que está en juego es el intento de dar un significado a la propia persona, una unidad coherente al Yo, entonces ¿cómo renunciar a aquello que permite anudarse a lo más profundo de mi personalidad? Esto nos recuerda el hecho de que, a diferencia del siglo XX, cuando el actor histórico era el ciudadano, en el siglo XXI lo es el consumidor. Juan Carlos Eastman, profesor de historia en la Universidad Javeriana, afirma que “tras cientos de años de lucha por preservar aquello que nos es más íntimo, ahora lo entregamos voluntariamente”. Al borrar la frontera entre la vida privada y la pública, el sujeto de nuestro siglo no se define por su posición política, sino que ésta pasa a ser un elemento más de la serie de algoritmos. En una suerte de “interpasividad”, como diría Slavoj Žižek, el big data hace el trabajo que nosotros hemos empezado y adivina como nuestro mejor amigo lo que nos gustará consumir o ser a continuación. Lo que en nuestra experiencia directa se nos presenta como un consumo cómodo e intuitivo es, en el fondo, un ejercicio de control del que difícilmente nos vamos a poder escapar. ¿Internet gratis? Como siempre, esta realización del cielo en la tierra no deja de ser un invento terrenal. El universo virtual, cuya virtualidad justamente permite imaginar un mundo feliz ajeno a la sociedad, no existe sin el mercado. La creencia sublimada en el “internet gratuito” no sólo deja de lado la desigualdad de posibilidades de hacer uso de la red o de tener buenas condiciones de acceso; olvida, además, que todos pagamos indirectamente las grandes plataformas a través de la publicidad. Propagandas que adornan los extremos de nuestra pantalla, pop-ups que adivinan lo que vamos a comprar, venta de productos disfrazados de noticias, anuncios que interrumpen los videos o las aplicaciones, etc. Son sutiles y silenciosas manifestaciones de nuestro pago indirecto del internet, esto sin mencionar el gasto de aquello que nos es más propio: nuestro tiempo. Los competidores de los grandes monopolios digitales son comprados o llevados a la quiebra, permitiendo una ascendente cooptación del mercado y un aumento de la influencia y el poder de los gigantes informativos. Ejemplo de lo anterior son los casos de la compra de WhatsApp e Instagram por parte de Facebook, la copia a los servicios de Snapchat o la reciente instigación a Tik Tok (según The Wall Street Journal, quien se ha encargado de difundir el miedo a la plataforma china en Estados Unidos ha sido el mismísimo dueño de Facebook, Mark Zuckerberg). De hecho, hay quienes se imaginan para el futuro la existencia de una única empresa que maneje todo el servicio del internet, una especie de capítulo de Black Mirror en el que toda nuestra información, y nuestra vida conducen a la misma dirección web. Libres de toda competencia, las grandes plataformas digitales manejan los costos publicitarios y afectan el precio de los bienes y servicios que utilizan su publicidad, o sea todos. Aumenta el precio de los productos de sectores laborales con mayor cantidad de empleados, con pago de salarios, seguridad social e impuestos derivados, mientras que gigantes como Facebook, Google o Amazon reducen los eslabones de producción y se dan el lujo de poner las reglas al concentrar el dinero y la atención de millones de usuarios alrededor del mundo. La filantropía multimillonaria y el capitalismo soft Por su parte, los grandes multimillonarios, dueños de esas plataformas y proclamados filántropos, se presentan con gusto ante cualquier juicio y sospecha. Es conocido el caso de Mark Zuckerberg en abril del 2018 ante el senado de Estados Unidos por el escándalo de Cambridge Analytica. Sin entrar a discutir la polémica frente a la venta de datos de millones de personas, no deja de ser interesante la actitud del creador de Facebook al ser interrogado: un joven gracioso que genera empatía y risas en el público, que despliega todo su reconocimiento al convertir su juicio en una especie de espectáculo y asumir con una sonrisa que la plataforma cometió un error. El caso muestra con claridad la imagen del multimillonario de nuestra época. Contraria a la imagen del viejo gordo que sostiene en su mano llena de anillos un habano mientras jala los hilos de sus títeres de quienes extrae una ganancia total, vemos a un ser “altruista y preocupado” por el bien de la humanidad, donantes de millones de dólares, dueños de fundaciones de ayuda humanitaria, seres mesiánicos con todo tipo de consignas desinteresadas: “conectar a la gente del mundo”, “brindar información gratuita a todos”, “permitir productos a otros países”, “dar un espacio para el desarrollo de la personalidad”. En esta especie de “capitalismo soft”, la atención de los usuarios ignora las relaciones de producción y se desplaza hacia la personalidad, la moral, la figura misma de quien se presenta ante el público expectante de un espectáculo casi que cinematográfico. Es un refinado ejercicio de control emocional. Al quedar desdibujada la frontera entre la vida pública y privada lo que se produce es una extraña mezcla cuyo libreto es la exhibición de la personalidad ante el público. Referirse a las relaciones de producción, a las fronteras distintivas que presenta lo social, se vuelven cosas de mal gusto o son consideradas pesimistas. No importan los efectos de las políticas sino lo que se consume y la manera en que habla. No importa nuestro papel en la cadena de producción de capital, sino nuestra correcta personalidad. No importa la organización del trabajo sino el furor nacional. No hay muertos divididos por clases sociales sino estadísticas por países. Internet, terreno por excelencia de la fantasía, viene a condensar un mundo ya virtual en el que la peliculización de la sociedad se erige como un velo ante lo traumático de un mundo dividido
Desde el pasado 26 de junio, el precio de la acción de Facebook ha caído en un 8%, lo que representa cerca de 7 mil millones de dólares perdidos para la compañía de Mark Zuckerberg. Esto debido al anuncio de Unilever, que dio a conocer que no gastará publicidad en ninguna de las empresas de Facebook. Así como Unilever, marcas como Starbucks, Coca Cola, Ford, HP, Verizon, entre otras, han declarado que no pautarán más en la plataforma. ¿La razón? Se unen a la campaña #StopHateForProfit, que busca presionar a Facebook para que haga un mejor control a los mensajes de odio y violencia. “Incitaron a la violencia contra quienes se manifestaron por justicia racial en Estados Unidos. Calificaron a Breitbart como una fuente confiable de noticias y a The Daily Caller como “fact checker” aun cuando se sabe ambos portales son cercanos a supremacistas blancos. Ignoraron la contundente supresión del votante en su sitio. ¿Podrían proteger a los usuarios negros? ¿Podrían contar la negación del Holocausto como odio?” Podrían hacerlo, pero activamente deciden que no”, dice el manifiesto de la campaña, iniciada por varios grupos civiles, en su página web. Facebook emitió un comunicado el pasado 21 de junio en el que afirma: “el odio no tiene cabida en nuestra plataforma”. No queremos que sea un espacio para crear un ambiente de intimidación o exclusión. Regularmente consultamos a organizaciones como la Liga Antidifamación (ADL) y La Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color (NAACP) para actualizar nuestras políticas”, según el texto. 9 pasos para proteger su información de Facebook y el mundo entero Si bien a corto plazo se han notado los efectos del boicot con la bajada de los precios en las acciones de Facebook, muchos dudan que éstos puedan permanecer a largo plazo. ¿Será efectivo el boicot para que Facebook revise sus políticas y sea más estricto con el contenido de odio en sus publicaciones? Para Jean Balzán, Digital Marketing & Customer Experience, sí. “Lo que mi lógica indica, es que Facebook, ante la presión económica, se verá obligado a modificar las políticas y hacer que sus espacios tengan más controles ante posiciones y comportamientos que no son aceptados socialmente”. opina Balzán. “Facebook es una compañía que ha tenido un crecimiento exponencial, entre tantas cosas, porque ha sabido hacer las cosas en temas de construcción de audiencias. Son precisamente esas audiencias (+30% de la población mundial) las que necesitan las marcas para anunciar sus productos”. Muchos dudan que las marcas tengan una preocupación genuina por las condiciones de Facebook en sus contenidos y, al contrario, están aprovechando la campaña para cortar inversión en publicidad, algo frecuente en tiempos de crisis económica, y además tener una imagen positiva ante el público. Otros han resaltado que ese interés de las marcas por las causas actuales no se ve reflejado en sus políticas empresariales. Para Balzán: “es una simple respuesta a la nueva forma de hacer marketing. Las marcas en sus inicios hacían un marketing básico, enfocado en sus productos. Luego, pasaron a hacer un marketing enfocado en las necesidades del consumidor, cómo lo ayudo con un problema que éste pueda tener. Actualmente, el marketing que hacen está enfocado en los valores del consumidor”. Ahora, se usa el término “marcas con propósito”, según nos explica Balzán. “Las marcas se vieron obligadas a tomar una posición clara y sólida frente a temáticas de gran impacto social. El racismo, la xenofobia, la comunidad LGBTQI+, (…y un largo etcétera), forman parte de esto”. Sea por estrategia de marketing o recorte de recursos, las marcas enviaron un mensaje poderoso a Facebook. Pero, como estiman varios expertos, esto no será suficiente para lograr un verdadero efecto en Facebook, a menos que el boicot se prolongue. Primero, porque como reporta Fast Company, todas las marcas están haciendo cosas diferentes: algunas cancelaron su publicidad en Facebook, pero la pusieron en Instagram (que pertenece a Facebook, como se nos recuerda cada vez que abrimos la app), y otras detuvieron la inversión publicitaria en EE.UU, pero no en el resto del mundo. Según calcula CNN, los grandes anunciantes que se unieron a la campaña representan solo el 6% de los ingresos publicitarios de Facebook. Buena parte de los anunciantes de esta red son empresas pequeñas y medianas que no se han unido al boicot y tampoco pueden darse el lujo de hacerlo, pues solo pueden acceder a los precios que Facebook ofrece. Cada vez más marcas se unen al boicot y cada vez Facebook dice hacer más esfuerzos para combatir el odio en su plataforma. Serán los usuarios y las comunidades que se han sentido discriminadas quienes decidan si todo funcionó.
“El abdomen, el pecho y el cerebro estarán cerrados para siempre a las operaciones de un cirujano sabio y humano”, dijo en 1874 un médico británico. Bueno. En The Knick, la serie de drama histórico producido por Cinemax, filial de HBO/MAX, se demuestra que este médico estaba bastante equivocado.A muchos no les gustó por la crudeza, oscuridad e incomodidad que genera.Otros, quizá, no la han visto porque prefieren los insulsos y románticos dramas médicos como Grey’s Anatomy, ER (Emergency Room) o M.D. House (Dr. House).Estos, quizá más populares, llevaron a muchas personas a pensar que tal vez hubiera sido interesante dedicarse a la medicina no tanto por la labor altruista de salvar vidas, sino por alardear de los excitantes momentos vividos en una sala de urgencias, la posibilidad de tener una aventura “amorosa” con algún colega o por el simple hecho de creer que el saber médico los pone por encima del resto de la sociedad.The Knick va por otro lado.¿De qué se trata la serie The Knick?Dirigida por Steven Soderbergh (director de Ocean’s Eleven, Traffic, Contagion y Eric Brockovich) y co-creada por Jack Amiel, Michael Begler y Steven Katzan, la serie expone lo esencial de un periodo en el que el desarrollo y la evolución de la medicina rompió con la destreza artesanal de los médicos del siglo XVIII y XIX para ser sustituida por una supuesta precisión científica y técnica de la cirugía moderna.The Knick es ficción, pero como toda buena ficción es más real que la historia documentada de la cual se basa.La serie de dos temporadas no pretende contarnos lo que realmente pasó, sino una versión de lo que sucedió con la que podemos llegar a pensar cómo es que la medicina, la cirugía y la ciencia se convirtieron en lo que son hoy en día.La serie muestra las manos sin guantes y ensangrentadas de los cirujanos que exploran agresivamente las entrañas y las superficies corporales de los pacientes que asisten al Hospital Knickerbocker, el antiguo Manhattan Dispensary, fundado en 1862 en Harlem, New York, para encontrar una solución a sus problemas de salud. No siempre con mucho éxito.En este lugar, Steven Soderbergh nos ofrece un mundo naturalmente sangriento y ambientado en la década de 1900, un mundo que recrea tanto la experiencia clínica de un grupo de médicos y enfermeras, el avance del conocimiento médico y quirúrgico, las etapas de experimentación con nuevas tecnologías capaces de ofrecer soluciones a ciertas enfermedades, así como expone el racismo institucional que se paseaba por los pasillos de los hospitales a comienzos del siglo XX. El médico/genio arroganteEl protagonista —y antihéroe— de la serie es el Dr. John Thackery (Clive Owen), quien se convierte en el jefe de cirugía del Hospital Knickerbocker después del fallecimiento de su colega, maestro y amigo, el Dr. Christiansen.“Thack”, como lo llaman, es un cirujano brillante, pero también un sujeto arrogante, egomaníaco, ambicioso y autodestructivo, adicto al opio (en las noches) y a consumir cocaína (mientras trabaja).En una de las escenas clave de la serie, Thackery se dirige al público del anfiteatro mientras se prepara para realizar una operación y les dice:Por supuesto, aquí no se trata tanto de aceptar el presente científico de la medicina con sus respectivas limitaciones, sino, muy al contrario, de aceptar que la única realidad para la medicina y la cirugía estaban en el futuro.¿Es una serie para entender los sistemas de salud en el mundo? Todo lo que se dice y pasa en el Hospital Knickerbocker apunta a traer a la luz un futuro.El Dr. Thackery —y sus colegas— estaban intentando descubrir las fuerzas reales, aunque abstractas, que impedían que la medicina y la cirugía pudieran abrirse a esos futuros, lamentablemente marcados por las verdades de la ciencia médica blanca y occidental.¡Sí! La serie explora no solo lo preocupante del sistema de atención médica, sino también de la forma en que el conocimiento y la investigación comenzaron su viaje desde la discriminación de los aportes científicos de las personas negras para aterrizar en la privatización y mercantilización del conocimiento médico.En particular, The Knick retrata de manera inteligente la terrible práctica segregacionista que le impedía a médicos negros ejercer la medicina en hospitales blancos, así como la falta de atención por parte de estas instituciones a los problemas de salud de las personas negras.Pero aún más dramático resultaba el hecho de que el conocimiento de los médicos negros no fuera tomado en serio por los doctores blancos, frenando el avance científico de la medicina por la simple parálisis mental que el racismo producía (y produce) en la sociedad.Lo que sigue a esto es el respectivo ascenso y comercialización del servicio médico, pues los accionistas y dueños del Knickerbocker, el hospital que desde su fundación sirvió como espacio de “caridad” para tratar los problemas de salud de los inmigrantes y los pobres (menos a las personas negras), se ven obligados a mudar el hospital en busca de clientes ricos debido a los problemas financieros provocados, en parte, por el avaro y ladrón director del hospital Herman Barrow (Jeremy Bobb).The Knick evoca unas formas de racionalidad médica que se hundieron en la percepción y la experiencia de los cirujanos que constantemente manifestaban un tipo de locura por conquistar tanto los cuerpos de los pacientes como el éxito personal e institucional.No se trata solo de la evolución y el desarrollo de lo que muchos denominan como el inicio de la “medicina moderna”, la cual en realidad comenzó a finales del siglo XVIII.Por el contrario, se trata de una ficción que permite reconocer el afianzamiento de la medicina como lenguaje “experto”, como mirada científica hacia el cuerpo humano, como relación interhumana entre “médico-enfermo-paciente” y como un negocio orientando a las ganancias a partir del servicio y el conocimiento médico privado, pero, sobre todo, muestra el fin de la práctica médica como una forma realmente altruista y voluntaria.¿Qué pasó con la serie The Knick?La serie fue estrenada en 2014 y tuvo dos temporadas. Finalmente, en 2017 se conoció que el proyecto fue cancelado del todo y, desde entonces, no se ha sabido de planes para retomar su grabación. Para ver más series, acá les recomendamos: Las 30 mejores series para ver en Max en 2024
Por fin fue el esperado regreso de Bridgerton, una de las series más populares en la historia de Netflix. La parte 1 de la tercera temporada se estrenó este 16 de mayo y la parte 2 llegará el 13 de junio. La banda sonora está a cargo del compositor Kris Bowers, quien presenta una musicalización orquestal con una serie de canciones pop contemporáneas que han sido transformadas en versiones instrumentales. Desde “Happier Than Ever” de Billie Eilish, “Dynamite” de BTS y “Cheap Thrills” de Sia, reimaginadas por el Vitamin String Quartet a las versiones de “Jealous” de Nick Jonas interpretada por Shimmer, “Snow On The Beach” de Taylor Swift y Lana Del Rey interpretada por el Atwood Quartet, esta banda sonora promete mucho encanto. Los fans podrán disfrutar de la primera canción original de la franquicia, "All I Want", escrita por Rogét Chahayed ("Kiss Me More" de Doja Cat), Wesley Singerman ("Butterfly" de Jennifer Lopez), Taylor Dexter ("Die for You" de Joji) y Nicole Cohen ("Sensitive" de Meghan Trainor). El compositor Kris Bowers hizo arreglos para una versión orquestal que aparecerá en Bridgerton Temporada 3: Parte 2. Con las temporadas 1 y 2 en la Lista de las series más populares en Netflix de todos los tiempos, las icónicas bandas sonoras de Bridgerton son muy apreciadas por su capacidad para tender puentes entre la música clásica y la contemporánea. Las bandas sonoras de las temporadas 1 y 2 debutaron en el número 1 de las listas de música clásica de Billboard y un mes después del estreno de la primera temporada; mientras tanto, Vitamin String Quartet registró un aumento del 350% en el número de personas que escucharon su música en streaming cuando musicalizó la segunda temporada, lo que demuestra la influencia musical de la serie.Bridgerton: todas las canciones que suenan en la temporada 3 Episodio 1“Funeral March in C Minor” por Soo Woo Kang “String Quartet in F Major op 18 no 1 - IV Allegro” por BMGPM“String Quartet No. 1 3rd Movement” por BMGPM“Elegant Country House” por APM“Sonata in G Major, L. 103” por APM“String Quartet No. 16 in E-Flat Major, K.428 - Haydn - Quartet No. 3-, Op. 10-3- IV. Allegro Vivace” por BMGPMVersión de “Abcdefu” de GAYLE interpretada por Vitula “String Quartet in G Major op 18 no 2 III Scherzo” por BMGPM“String Quartet in B Flat Major Hunt - Presto” por Extreme“Etude for String Quartet 1” por APM“String Quartet in E Flat Major, Op. 33 No. 2 The Joke - IV. Presto” por BMGPMEpisodio 2“String Quartet in B flat Major op 130 - VII Finale” por BMGPM“Concerto for Violin, Orch in E-Major, Allegro Assai” por APM“String Quartet No 8 K168 IV Allegro” por WCPM“String Quartet in G Major” por De Wolfe MusicVersión de “Dynamite” de BTS interpretada por Vitamin String Quartet “String Quartet No. 23 in F-Major K. 590” por APM“String Quartet in B-Flat Major, K. Anh.IV, No. 210 - Milanese Quartet No. 2 - I. Allegro di molto” por BMGPMVersión de “Jealous” de Nick Jonas interpretada por Shimmer“Piano Sonata No. 23 in F Minor, Op. 57 'Appassionata': II. Andante con moto” por BMGPMEpisodio 3 Versión de “Cheap Thrills” de Sia interpretada por Vitamin String Quartet “String Quartet #13 Allegro Mod” por APM“String Quartet No. 15 in D Minor, 1st Mov. Allegro Moderato” por APM“Evening Stars” por APMVersión de “Happier Than Ever” de Billie Eilish interpretada por Vitamin String QuartetEpisodio 4 “Sequence (Three)” por Peter Gregson“String Quartet in F Major op 3 no 5 Serenade” por APM“String Quartet in D Maj. The Lark - Menuetto-Allegretto” por APM“String Quartet D-Maj.op.76/5 (#5)” por APMVersión de “Snow On The Beach” de Taylor Swift and Lana Del Rey interpretada por Atwood QuartetVersión de “Give Me Everything - Stripped Down” de Pitbull interpretada por Archer Marsh ¿Cómo es hacer la música de Bridgerton? "Empiezo a pensar en canciones del pasado que podrían servir para esto y también en éxitos actuales que podrían tener sentido", dijo el supervisor musical Justin Kamps a Tudum.com sobre cómo empezó el proceso. "Después, todo se reduce al guión y a los temas. Y a veces al principio se trata de lo que encaja con la coreografía y más tarde con la escena y la emoción", añadió Justin. "Este año tenemos muchas versiones que no forman parte necesariamente de las secuencias de baile, y es porque hemos encontrado algunos lugares bonitos para insertar algo que pueda servir como una versión divertida que no tenga que estar necesariamente unida a una secuencia de baile. Y creo que eso ha sido muy divertido esta temporada. Estoy ansioso por que todo el mundo lo vea".
Slash confirmó, en un artículo de NME, que Guns N' Roses está "intentando" grabar un nuevo disco. Así mismo, afirmó que está involucrándose en el proceso de creación del mismo con sus compañeros de banda.El guitarrista de 58 años ha estado ocupado trabajando en 'Orgy Of The Damned', un disco de temas en su mayoría de blues con invitados como Brian Johnson, Iggy Pop, Chris Stapleton, Demi Lovato, Dorothy, Paul Rodgers, Chris Robinson, Tash Neal, Beth Hart, Gary Clark Jr. y Billy Gibbon, entre otros.También afirmó que no quería "arrastrar" a su compañero de banda Axl Rose para que apareciera en el LP porque su grupo está ocupado con la tan esperada continuación de 'Chinese Democracy' de 2008, en la que él no apareció.Guns no ha lanzado un disco de larga duración desde 'Chinese Democracy' de 2008. Desde que se reincorporó en 2016, han lanzado varios temas nuevos pero no han hablado públicamente de un nuevo álbum.En diciembre, el grupo lanzó 'Perhaps' y 'The General', que se grabaron casi al mismo tiempo que 'Chinese Democracy', al igual que los lanzamientos de 2021 'Absurd' y 'Hard Skool'. El notorio disco se retrasó durante años y se vio frenado por problemas legales, mientras que Slash, el bajista Duff McKagan y el baterista Matt Sorum abandonaron el grupo, y solo quedaron el líder Axl y el teclista Dizzy Reed. Slash previamente ha mostrado más música nueva de la banda de hard rock. Sin embargo, más tarde admitió que él y sus compañeros de banda no habían escrito ningún material nuevo desde que se reunieron. En octubre de 2021 afirmó que “en lo que respecta a las nuevas armas; Ni siquiera hemos llegado a ese punto de sentarnos realmente y escribir. “Hemos estado haciendo una gran cantidad de material que ha estado sin uso por un tiempo. Así que será todo un esfuerzo centrado en sí mismo”.Ahora, el guitarrista ha levantado la ilusión de millones de fanáticos que esperan tener nuevamente un disco de la icónica banda.
Sony ha revelado que la tercera película de Venom, 'Venom: The Last Dance', será la última película de la serie protagonizada por Tom Hardy. El presidente de Sony Motion Picture Group, Tom Rothman, habló sobre el futuro de su trilogía derivada de Marvel durante una conversación con Deadline. Dice que películas como la próxima 'Spider-Man: Beyond the Spider-Verse', así como la próxima película de Tom Holland como Spider-Man serán un “evento importante” para los fanáticos. "El tercer y último Venom será enorme", dice Rothman. Venom comenzó su trilogía en 2018 y presentó al público una versión oscura del antihéroe de Marvel, sin su obsesión por los superhéroes, Spider-Man. Luego siguió una secuela, 'Venom: Let There Be Carnage', en 2021. Incorporó a Cletus Kasady de Woody Harrelson, y al Carnage titular, a la mezcla con la dirección del actor de El Señor de los Anillos, Andy Serkis. La última vez que vimos a Eddie Brock de Hardy, en realidad no fue en una película en solitario de Venom, hacia el final de 'Spider-Man: No Way Home', del Universo Cinematográfico de Marvel, el personaje apareció en las escenas después de los créditos y lo mostraba segundos antes de ser enviado de regreso a su propio mundo. Gracias a una foto del set inicial, podemos adivinar que 'Venom: The Last Dance' continuará donde lo dejó la película. Otros detalles de la historia siguen siendo un misterio.'Venom: The Last Dance' obtuvo su título oficial en marzo de este año y se espera su estreno el 25 de octubre de 2024. **Les puede interesar leer sobre El Muerto: ¿Cómo encajará con Venom, Morbius y el Universo Sony? También explicamos quién es Carnage: la historia del villano de Venom, uno de los más retorcidos de Marvel
Una nueva pregunta hipotética divide a los usuarios en redes sociales: La pregunta, dirigida mujeres, parece sencilla: ¿Preferirías estar sola en el bosque con un hombre o con un oso?Un buen número de mujeres en TikTok, Instagram y X han dejado en claro que preferirían al oso. Esto ha provocado ira entre algunos hombres y ha crecido hasta convertirse en una discusión sobre la violencia contra las mujeres y cómo el peligro no siempre toma la forma de un animal salvaje. ¿De dónde surgió la pregunta de los hombres y los osos?De acuerdo con la base de datos de Internet Know Your Meme, el 19 de marzo de 2024, el usuario de TikTok @callmebkbk hizo una publicación en la que respondía a un comentario del usuario @user2828263738 realizado en un vídeo anterior desconocido. El comentario argumentaba que ver a un hombre en el bosque daba menos miedo que ver un oso, y @callmebkbk argumentaba que algunos hombres podrían hacerle cosas peores a una mujer que un osoMás tarde, el 19 de marzo, el usuario de TikTok @thottimami69420 publicó un TikTok basado en la pregunta de ese vídeo, respondiendo que elegiría un oso y explicando su razonamiento. El vídeo obtuvo más de 4,2 millones de visitas y 1,1 millones de me gusta en un mes.Un resultado relevante es un video que ya supera las 16 millones de reproducciones, en el que un entrevistador pregunta a ocho mujeres en la calle si preferirían estar atrapadas en un bosque con un hombre o con un oso. Siete de las ocho responden, sin dudarlo, lo segundo.Existen innumerables variantes de este vídeo en diferentes redes sociales, con la pregunta formulada entre grupos de amigos, a familiares y parejas y desconocidos en la calle. Cuando se les pregunta por qué elegirían al oso, todas las mujeres dan una iteración de la misma respuesta: con un oso, saben cuáles son los peligros. Saben, al menos en teoría, cómo sobrevivir al encuentro, o como lo dice una imagen que se hizo viral "al menos con el oso no preguntarán qué llevaba puesto". La respuesta de los hombres Varios hombres han mostrado su frustración por la cantidad de mujeres que eligen arriesgarse con un oso, y han calificado la pregunta de "misándrica" y han dicho que es una excusa para odiar libremente a los hombres. Una caricatura, hoy borrada, que se hizo viral en X (Twitter) mostraba a una mujer diciendo "elijo al oso", para luego ser devorada por el animal. Lo cierto es que la pregunta aparentemente inofensiva ha generado debate sobre la violencia de género. ¿Ustedes qué opinan?