Sigue en auge las producciones biográficas de iconos de la música o el deporte y ahora es el turno del futbolista colombiano René Higuita, leyenda de la Selección Colombia de los años noventa. Les contamos más detalles sobre el proyecto. Para leer | 'Goles en contra', la serie de Netflix sobre el asesinato del futbolista Andrés EscobarNo va a ser la primera vez que René sea representado en un proyecto de televisión o audiovisual, pero sí será el momento perfecto para que se cuente su historia. Recordemos que en el pasado ha sido retratado en Sangre sudor y lágrimas (1996) de Tevecine, La Selecc10n (2013) de Caracol Televisión y Goles en contra (2022) de Netflix.El proyecto está en su etapa inicial. Recientemente Higuita firmó contrato con la productora Torneos que será la encargada de contar su historia en varios capítulos. La idea, según el deportista, es mostrar aspectos de su vida que nadie conoce hasta la fecha. En unos meses se conocerá el equipo técnico y elenco del proyecto, más las fechas de grabación y eventual lanzamiento en plataformas digitales o televisión nacional.Torneos se ha encargado de hacer anteriormente otras tres producciones tipo 'bioseries' o bionovelas' como 'Apache, la vida de Carlos Tévez' y 'Contigo Capitán' sobre el caso de doping del peruano Paolo Guerrero.René Higuita es uno de los máximos exponentes del fútbol colombiano y marcó un hito al ser uno de los primeros arqueros de la historia en patear penales y tiros libres.Como jugador, inició su carrera en Millonarios en 1985 y luego fue transferido a Atlético Nacional, club en el cual participó de dos ciclos (1986-1991 y 1992-1997) y con el que obtuvo cinco títulos, con la Copa Libertadores de 1989 como máximo logro. También jugó en el Real Valladolid (España), Tiburones Rojos (México), Independiente Medellín, Real Cartagena, y Deportivo Pereira, entre otros equipos.Con la selección de Colombia participó en cinco ediciones de la Copa América y disputó el Mundial de Italia ‘90. Es recordado por inmortalizar la jugada de ‘El Escorpión’, considerada por la FIFA como la mejor de la historia del fútbol. Más allá de lo deportivo, Higuita tiene una historia personal muy fuerte.¡El lado S del cine y la televisión!
Netflix Latinoamérica dio a conocer los títulos de las próximas producciones originales que tendrán su estreno a lo largo de 2022. Uno de los títulos colombianos es Goles En Contra, miniserie que contará la historia del asesinato del futbolista colombiano Andrés Escobar. Para leer | Asalto a la Casa de Moneda, ¿En qué se parece y en qué se diferencia de La casa de papel?Goles en Contra es una miniserie de 6 episodios sobre el auge y la caída del fútbol colombiano entre los años 1987 y 1994 y de cómo la Selección de ídolos más emblemáticos tuvo que enfrentar situaciones dramáticas como la muerte de Escobar. La sinopsis oficial revela que "esta es la historia del sueño de un país y un equipo que, partido tras partido, se fue volviendo trizas, en una pesadilla que llevaría a algunos hasta la muerte".En internet se publicó el primer adelanto en el que se ve a un actor personificando a un futbolista a punto de entrar a la cancha, vistiendo la camiseta roja de la Selección Colombia, con el número 2 en su espalda y el apellido Escobar. El clip de treinta segundos es el primer avance oficial, pero en las próximas semanas se dará a conocer el trailer en el que se revele por primera vez el elenco de actores que serán parte de la producción. Netflix aún no revela la ficha técnica del proyecto, pero se sabe que estrenará en los próximos meses.Dato: Goles en contra será dirigida por Camilo Prince y Pablo González, los realizadores de la serie El Robo del Siglo. El protagonista es Juan Pablo Urrego.¿Quién fue Andrés Escobar, futbolista de la Selección Colombia?Andrés Escobar Saldarriaga nació en 1967 en Medellín y desde el colegio fue parte de los equipos de fútbol. Debutó de forma profesional en 1986 en un partido del Atlético Nacional, que fue su equipo oficial. Fue parte de la Selección Colombia desde 1988, participó en las eliminatorias al mundial Italia 1990 y fue titular de los cuatro partidos de ese torneo. Fue convocado para ir con Colombia al mundial de 1994 donde jugó como titular los tres partidos del seleccionado. Lamentablemente Andrés marcó un autogol que ratificó la derrota de Colombia frente a Suiza, partido con el que quedaron eliminados del mundial. Al regresar a Colombia Andrés continúo con su vida normal, pero tuvo un encuentro verbal con dos hombres vinculados al paramilitarismo y el narcotráfico que ordenaron su muerte.Varios programas de periodismo han hablado sobre este lamentable hecho que marcó al país en los años 90.¡El lado S del cine y la televisión!
El próximo 28 de enero en la plataforma de contenidos por suscripción Amazon Prime Video se estrenará el primer episodio de Mi Selección Colombia, la serie documental que mostrará el camino que ha recorrido el equipo de fútbol durante las eliminatorias para clasificar al Mundial de Fútbol de la FIFA 2022 que se realizará en Catar. Contenido recomendado | Banda sonora de FIFA 22: 122 canciones que representan a 27 diferentes nacionesEn el primer avance, publicado en redes sociales y difundido por los jugadores de fútbol, se muestra momentos inéditos del club antes, durante y después de los partidos. El proyecto contará con la participación especial del cantante colombiano Maluma, quien cuenta que su sueño de pequeño era ser jugador profesional de fútbol, pero que ahora es un gran hincha del equipo deportivo.La fecha de estreno del proyecto es estratégica: estrenará en las primeras horas del 28 de enero, día en el que el equipo dirigido por Reinaldo Rueda enfrentará a la Selección de Perú en el estadio Metropolitano Roberto Meléndez de Barranquilla.En el clip también se puede ver la incertidumbre que hay entre la Selección Colombia sobre el futuro del equipo ya que los resultados obtenidos hasta la fecha no han sido favorables para concretar su clasificación.Futbolistas como Luis Díaz, Radamel Falcao, Juan Guillermo Cuadrado y David Ospina participan del proyecto con entrevistas exclusivas sobre su tiempo como deportistas convocados para representar al equipo. Falcao, el goleador histórico del equipo, escribió en su Twitter una invitación a ver el proyecto de Amazon Prime Video "No se pueden perder esta emocionante historia narrada por Maluma y donde tuve la oportunidad de participar junto con otros compañeros". En 2018, Maluma participó en Colors, la canción que Jason Derulo hizo para una marca que patrocinaba el Mundial de la FIFA Rusia. ¡El lado S de la música, cine y la televisión!
Aquí estamos con nuevos temitas, pero queremos recordarles que tenemos un especial con reseñas de discos colombianos (álbumes de estudio y EP) para que se empapen de la diversidad musical del país. También pueden echarle un ojo a los mejores del 2020 en este especial. En esta oportunidad les presentamos Guille 2.0 de Juanfer Quintero, Element Black, Toby Letra y Slow Mike.¿Quién está detrás de la canción Guille 2.0?En 2017 les contamos en Shock sobre los deseos profundos de la estrella del fútbol Juan Fernando Quintero por hacer música, aunque su sueño no es estar a la par de su amigo Maluma sí tiene un sentido artístico que lo ha llevado a estar en el estudio de grabación buscando su camino y sonido.En esta canción está acompañado por talentosos líderes de la música urbana en Colombia, como el experimentado productor y genio musical de Cali Element Black, el gran Slow Mike (integrante de Chocquibtown) y Toby Letra (de Rayo & Toby)Contenido relacionado | Juan Fernando Quintero: la oscilación del 10 entre el reggaetón y las canchas¿De qué trata la canción?Guille 2.0 es un tema no apto para mojigatos y tiene una letra con un toque alto de doble sentido, erotismo y fuego para no dejarse apagar de nada.Dato importante sobre la canción: Guille 2.0 es un remix de una canción que salió hace más de 11 años y que se regó por toda Colombia en el marco del primer boom del reggaetón.¿Cómo se dio la colaboración de Juanfer Quintero en Guille 2.0?Element Black subió a su cuenta de instagram una historia y le preguntó a sus fans si querían un remix del tema, uno de los que respondieron fue el futbolista y el caleño aprovechó para pedirle que se montara en el remix.Luego E.B contactó a los otros dos artistas que aparecen en el resultado final del sencillo."Así como es de profesional en la cancha, lo es en la música porque al le encanta y le da durísimo en la canción (...) La lírica que le metió Juanfer es única": Element Black¿Tiene video musical la canción Guille 2.0?El clip oficial que se grabó en Cali y estrenó en la semana en que Juan Fer Quintero jugó los partidos de clasificación con la Selección Colombia.¿Cuándo escuchar el remix musical de JuanFer Quintero, Slow Mike, Rayo Letra y Element Black?Definitivamente es una canción para los días de perreo intenso, bailoteo y farra. La producción musical del sencillo es parte del trabajo de Dj Twolipan y MakroBeat.¡La música nos une!
Es evidente que el antídoto para toda dolencia o mal en Colombia resulta ser el fútbol. Le guste o no, siempre que se ha presentado la situación los colombianos han mostrado un as bajo la manga para cualquier clase de tusa individual o colectiva, cualquier decepción política o catástrofe nacional. De manera audaz, creemos que la historia patria puede ser diagnosticada, estudiada y tratada a partir del deporte más universal sobre la faz de la tierra. Por: Víctor Solano Urrutia. Latinoamérica está plagada de fantásticas historias en las que el fútbol es un protagonista central. Para estar al tanto basta con leer algunas de las cientos de páginas escritas por el gran Eduardo Galeano, a quien le debemos los retratos más tragicómicos de lo que somos como latinoamericanos. O incluso bastaría con escuchar los larguísimos podcasts de Hernán Peláez e Iván Mejía que, en medio de un aura de cafeína post-almuerzo y archivos empolvados, reviven con mucha seriedad nuestra historia futbolística repleta de violencia, drama y lesiones de canilla. Aunque es un proyecto audaz, lo cierto es que podríamos estudiar la historia de Colombia en el siglo XX a partir del fútbol como una hermosa metáfora que describe lo que para Borges es ser colombiano: “un acto de fe”. Precisamente la fe y el fútbol tienen mucho que ver, pues todo el mundo es ateo hasta que Yerry Mina sube al área a cabecear un tiro de esquina al minuto 93’, y nadie le reza a un santo hasta que promete subir Monserrate de rodillas si su equipo gana la liga. El ser colombiano implica siempre una dosis de esperanza: nada está asegurado en un mundo donde de la noche a la mañana se puede ganar y perderlo todo. Esperamos que el fútbol nos salve, como lo ha hecho antes, de aquello que nos nubla el porvenir; eso es ser colombiano. Los inocentes años dorados Algunos historiadores datan el inicio del fútbol a Colombia a finales del siglo XIX en el recién fundado Polo Club de Bogotá. No es gratuito que fuera en parte gracias a mandos militares que el fútbol se instalara en la ciudad, pues para ese entonces había una conciencia de que la Guerra de los Mil días estaba llegando a su fin, finalmente decretada por allá en 1902. Con ese ligero entusiasmo y con el aburrimiento que supondrían tiempos de paz, jóvenes bogotanos de ascendencia militar decidieron emprender los enfrentamientos al estilo inglés: con onces santafereñas y zapatillas deportivas. Esa primera circunstancia nos revela que las cosas no han cambiado mucho: cuando no hay balacera hay gritos de gol, como recuerda la idiosincrática película Golpe de estadio. George Orwell dijo alguna vez que el fútbol es como la guerra pero sin los disparos. Y justo cuando las cosas empezaban a moverse hacia el sur del continente con la celebración de la primera Copa Mundial, en Colombia algunos avispados ya formaban clubes como el Cali Football Club y el Medellín Football Club. El período entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial no sólo fue un tiempo de recuperación económica y política para los países europeos, también fue el momento ideal para que los países latinoamericanos tomaran la iniciativa para convertirse en potencias futbolísticas. Así, en un plazo de veinte años Uruguay obtuvo dos copas del mundo y Brasil se convirtió en la selección más poderosa y temible. Colombia apenas pudo conformarse con organizar un seleccionado nacional que disputó un par de torneos continentales. Con la llegada de los fatídicos hechos de abril de 1948, el bogotazo, nacieron gran parte de los problemas que definieron el rumbo del país para el resto de la historia que conocemos. Lo que sucedió entonces es de sobra conocido, pero quizá no se sepa que la inauguración del primer torneo profesional tuvo que correrse de fecha por los incidentes violentos que tuvieron lugar en todo el territorio nacional. Sí, precisamente la guerra, y esta vez una civil, vuelve a conectarse con el fútbol. Si lo pensamos bien, de alguna manera el fútbol canalizó los ánimos en un intento borgeano por mantener la fe, porque ser colombiano en tiempos de guerra es una lucha por no romperse en mil pedazos, y paradójicamente en una cancha de fútbol donde puede haber decenas de patadas, insultos y rupturas de ligamento se siente una paz que nunca antes se ha sentido en las selvas y montes colombianos. Por eso cayó de perlas un torneo de fútbol en medio de las luchas intestinas entre afectos políticos. Y si bien Bogotá quedó destrozada e incinerada, ese año le regaló al firmamento capitalino una estrellita roja con la cual los hinchas de Santa Fe se empapan de orgullo cada vez que los vecinos azules les meten un gol. Sí, 1948 fue el año que marcó el nacimiento de una nueva esperanza, como reza el eslogan de George Lucas. Además, la era que se conoce como El Dorado apareció de una coyuntura económica y laboral ocurrida en Argentina. Por los abusos y las crisis que vivían los clubes argentinos, ya longevos en ese entonces, muchos jugadores de ese país decidieron entrar en huelga y trasladarse a destinos más prometedores. La pintoresca Colombia les parecía un paraíso de medio pelo pero estable. Fue entonces que los clubes colombianos hicieron su agosto, en paralelo al mediano crecimiento industrial que experimentaron las principales ciudades y una parte del campesinado. Las estrategias modernistas que implementó el alcalde de Bogotá Fernando Mazuera y las políticas cafeteras que significaron el 70% de las exportaciones eran sólo comparables con el gran negocio del fútbol: jugadores ingleses, argentinos, brasileños, uruguayos e incluso yugoslavos llegaban a poblar las filas de todos los equipos nacionales para llenar los estadios cada domingo. https://www.elespectador.com/noticias/nacional/de-bonanza-crisis-un-siglo-de-economia-cafetera-articulo-407222 De la bonanza a la tragedia Esta sensación de bonanza era casi preocupante. Todos sabemos que cuando las cosas van bien en Colombia, algo anda mal o está pronto a desbaratarse. Y tal cual sucedieron las cosas: a finales de los 70 la economía cafetera empezó a decaer estrepitosamente, de igual manera lo hizo el fútbol en calidad de importación. La cosa cambió cuando en lugar de apuestas clandestinas los narcos empezaron a hacerse con plantillas y acciones de los clubes, y entonces las estrellas de liga se disputaban tanto como las curules en el congreso y las plataformas de aterrizaje para los cargamentos de coca. Mientras las amenazas acechaban el terreno de la política, a Colombia no le podía faltar esa pizca de mala suerte combinada con tragedia y sufrimiento que es tan característico del cóctel de país que nos tocó. En 1985, en el plazo de una semana, tuvimos que lidiar con el desastre de la avalancha de Armero y la toma del Palacio de Justicia. No está de más recordar el ‘considerado’ gesto de la entonces ministra de comunicaciones, Noemí Sanín, quien decidió que las cadenas televisivas debían transmitir un partido entre Millonarios y Unión Magdalena que se desarrollaba a la misma hora en que los tanques del ejército entraban por la puerta principal del palacio en la caza de los guerrilleros del M-19. https://gol.caracoltv.com/gotasdeveneno/2015/11/05/cuando-nos-pusieron-futbol-para-no-ver-el-palacio-de-justicia El fútbol, entonces, fue nuevamente objeto de uso político: como lo era el circo para los romanos, a los colombianos les sirvió de juguete de distracción frente a lo que posiblemente ocasionaría una oleada de interrogantes y cuestionamientos a las actuaciones de diferentes actores sociales. Toda la década del noventa fue estrepitosa, con tres mundiales, una goleada a Argentina en casa ajena y el asesinato de un jugador de la selección nacional. Violencia, afros dorados, escándalos, drogas y miembros viriles de futbolistas tulueños abarrotaron las portadas de farándula durante un buen tiempo. Aparte de estas anécdotas menores, el fútbol y la tragedia se volvieron a juntar en el 2016 cuando, en plena gloria del Atlético Nacional por su clasificación a la final de la Copa Sudamericana, se esperaba el primer partido frente al pequeño e intrépido club brasileño Chapecoense, que se había trepado hasta esa instancia de manera sorprendente. Cuando el plantel viajaba desde Bolivia hasta Medellín, se supo en horas de la madrugada que el vuelo había chocado en el área municipal de La Unión (Antioquia), decretando la muerte de 71 pasajeros entre ellos 19 jugadores y otros miembros de la institución. Drama, lágrimas y gestos de solidaridad se expresaron no sólo en Colombia y Brasil sino en todo el mundo durante semanas. La organización de la copa nombró al club como campeón simbólico, centenares de homenajes se rindieron en todos los estadios del mundo y millones de personas expresaron sus condolencias. Y todo esto ocurría en tiempos agitados políticamente hablando en el mundo: aun cuando en Colombia la crisis de la guerra seguía viva y la identidad siempre frágil se basaba, como decía Borges, en la fe, los pequeños gestos del fútbol permitieron entrever sentimientos de unidad que ningún movimiento o hecho político ha logrado antes. Estamos obligados a citar al filósofo croata Srećko Horvat, y es que el presente de Croacia y Colombia parece ser muy similar, ambos países azotados por la guerra, la pobreza y la inestabilidad, pero que se aferran al fútbol para no desmoronarse. El filósofo, que habla de su país, pareciera hablar por todos nosotros cuando dice que “la euforia de hoy se trata más de un anhelo por el pasado, porque un buen futuro está en entredicho (…) la única esperanza y emoción colectiva parece ser el fútbol”. Y añade: “En lugar de idealizar la Copa del Mundo, deberíamos verla como lo que es: un reflejo invertido de lo que falta hoy en la política: la esperanza”.https://www.theguardian.com/commentisfree/2018/jul/11/croatia-england-football-progressive-political
La Copa Mundial de la FIFA Rusia 2018 llegó a su fin dejando a Croacia y Francia como los favoritos del torneo. En Colombia el evento deportivo fue todo un suceso y por eso salimos a las calles de Bogotá para hacerles algunas preguntas sencillas y ver qué tantos datos sobre este evento quedaron en la memoria de las personas. Por ejemplo quisimos saber si sabían qué cantante colombiano participó en este torneo, cuántos goles anotó Falcao o cuántos partidos jugó James Rodriguez. Vea también: Nicky Jam y Will Smith SÍ cantarán en la Final de la Copa Mundial de la FIFA
Puede que se moleste, se embejuque y se jale los cabellos de la ira por decir que James o Falcao no son los ídolos deportivos que Colombia debe homenajear con caravanas y estadios llenos, pero le digo: los deportistas nacionales que corresponde enaltecer y poner como avatar en redes sociales son nuestros ciclistas y nuestros patinadores. Por Jorge Asmar // @mantramental Amo “futbolísticamente” a Falcao. Como hincha de River Plate lo vi debutar ante Independiente de Avellaneda bajo la batuta de Mostaza Merlo, lo vi saltar en un partido River vs Botafogo por sudamericana y hacer un gol de cabeza en el último minuto, lloré cuando se lesionó y me emocioné cuando le marcó al Chelsea con la camiseta del Atlético, eso es lindo, es poético, es una efervescencia que solo quienes aman el fútbol lo entenderán, pero -siempre hay un pero- estos recuerdos vagan entre una cercanía de colores y un aprecio patriótico. Hacer lo que hacen nuestros futbolistas no es nada fácil: a nivel de clubes son increíbles, y están llegando a equipos de primera línea europea. Por otro lado, no cabe duda de que la selección Colombia está en su mejor momento hasta ahora tras la clasificación a cuartos de final en la Copa Mundial de la FIFA Brasil 2014 y un gran papel en este último mundial. ¿Creyeron que iba a escribir algo similar a lo que pavonean nuestros calvos y desagradecidos periodistas deportivos? Pues no, no soy tan “no heterosexual”, ni tan inconsciente para reconocer los esfuerzos que hacen nuestros futbolistas, estos profesionales que han cambiado mucho y para bien la imagen del colombiano en el mundo. Pero, lo expreso de nuevo, nuestro deporte no es el fútbol. Lo digo porque el recibimiento que obtuvo la selección en ambos mundiales, debería ser un atisbo de lo que merece Nairo, Rigo, Chávez, Winner, Betancourt, Pantano, Bernal, Gaviria (el ciclista, no el de corbata y dudoso partido político). Las personas deberíamos salir a las calles y llenar estadios para recibir al equipo campeón mundial de patinaje, la publicidad debería tener a Gabriela Rueda y Jhonny Angulo, -integrantes de la selección nacional de patinaje- promocionando productos que les dieron los bríos para convertirse en héroes y los ayudó a ser campeones. La selección colombiana de patinaje celebró recientemente su título 16 y es una de las mejores del mundo. Y durante buena parte del siglo XX, el deporte que paralizó el país fue el ciclismo. La vuelta a Colombia nos emocionó por décadas y los James y Falcao de hace unos años eran 'Cochise' Rodríguez y Lucho Herrera. Sin mencionar todos los éxitos que han cosechado "los escarabajos" en los últimos años. Los colombianos no merecemos a Nairo Quintana. Ojo, no soy resultadista, pero si hubo personas que trasnocharon y madrugaron en el Campín para recibir al equipo número 9 del mundial ¿Por qué no hacer un esfuerzo igual o mayor para recibir a quienes son campeones y son los número 1 en sus disciplinas? La selección Colombia de fútbol cada día evoluciona, va forjando esa mentalidad de sobreponerse a obstáculos, pero no demos la espalda a un grupo de jóvenes que, subidos en unos patines o en un caballito de acero, deslumbran al mundo entero mientras pasan casi inadvertidos en su propio país.
La Selección Colombia goleó a Polonia y sumó sus primeros 3 puntos en la Copa Mundial de la FIFA Rusia 2018. El estadio olímpico de Kazán se vistió de amarillo, azul y rojo para ver los golazos que Falcao, Yerry Mina y Cuadrado le hicieron a los polacos que quedaron eliminados del torneo. Vea también: Las caras largas de los eliminados de la Copa Mundial de la FIFA La Copa Mundial de la FIFA no está nada sencilla y, por eso, hay que celebrar con mesura esperando ganar el próximo partido contra Senegal. Estos son los rostros de los fanáticos de la Selección Colombia en Rusia.
Pictoline la web que muestra noticias a través de ilustraciones, hizo la tarea de plasmar en imágenes la situación actual de las selecciones de futbol latinoamericanas y su comportamiento durante el mundial – menos mal no han hecho la tarea de ilustrar las actuaciones de los hinchas o nos jodemos- escogieron una imagen que determina para cada uno de los resultados que salieron en esta primera ronda y aunque unos son victoriosos, otros como el de Colombia nos dejan pensando si en realidad somos un mal chiste o si de verdad luego de salir de la pokebola vamos a triunfar y a lograr puntos y marcadores dignos. Por lo pronto esperemos que los puntos lleguen y riámonos con estas ilustraciones. Vea también: (Montando unicornios: así entrenan los futbolistas de la selección inglesa) .
Colombia tuvo por fin su debut en la Copa Mundial de la FIFA 2018 y fue derrotada por Japón 2 a 1. Por si se perdió el partido o para pasar la tristeza de la derrota, aquí le dejamos un resumen de los mejores momentos al estilo de uno de los animés más recordados: Dragon Ball. El partido arrancó a las 7:00 a.m, en Saransk. Es el primero del Grupo H, en el que también están Polonia y Senegal. A menos de 3 minutos de iniciado el partido, Carlos Sánchez recibió tarjeta roja. Su expulsión fue la segunda más rápida en la historia de los Mundiales. La primera sigue siendo la del uruguayo José Batista (0:52) en Mexico 1986. Al minuto 6, Shinji Kagawa de Japón hizo el primer gol del partido. Cuadrado intenta un pase a profundidad, pero no le va muy bien. Colombia sigue muy desconcentrada al minuto 8. En el minuto 14, un disparo de Takashi Inui roza el palo izquierdo. Nos salvamos por un pelo. Entre los minutos 15 y 20 hay buenas aproximaciones de Colombia, pero no superan a la defensa japonesa. En el minuto 38 llega el momento más esperado: Juan Fernando Quintero anota el primer gol de la Selección. Cierra el primer tiempo con el marcador empatado: Colombia: 1 - Japón: 1. David Ospina atajó 2 goles de los japoneses en los minutos 54 y 56. Entra James Rodríguez en el minuto 59. Al minuto 73, Yuya Osako marca el segundo gol para Japón. James hace un intento de gol en el minuto 78, pero falla. Ya para los últimos minutos es evidente el cansancio de Colombia. Se anuncian 5 minutos de tiempo complementario. Como en Supercampeones, queremos que dure varios días. Japón se convirtió hoy en el primer equipo asiático en vencer a un sudamericano en el la Copa del Mundo. Mientras tanto, Colombia para este domingo...
Juancho López: no soy rockero, soy rocanrolero es el documental que narra la vida de esta figura emblemática del rock colombiano, conocido por ser “el rockero más viejo de Colombia”. (Documental compelto más abajo)El equipo de Radiónica Medellín hizo una investigación de las rutinas, conciertos y sueños de Juancho, así como en la historia de la emblemática banda Los Yetis, clave en los inicios del rock colombiano. Después de años de trabajo, han logrado concretar una visión clara para plasmar esta crónica visual.El documental ofrece una mirada íntima a la vida cotidiana, la soledad y la nostalgia que rodea la vida de Juancho López, reconocido como el "Abuelo del rock colombiano" por su contribución fundamental al inicio del género en el país.“Ningún rockero colombiano debería perderse este documental, básicamente porque es la semilla, nuestra raíz, el inicio de nuestro rock, la forma en la que nosotros nos concebimos como rockeros colombianos", opina Diego Londoño, director del documental. "Pero no solo los rockeros, ninguna persona debería perderse las experiencias, la visión y la vida de este hombre que por supuesto ha transversalizado la cultura musical rockera de Colombia”, agrega. Los Yetis: banda pionera del rock colombiano Los Yetis nacen como trío vocal en 1965, fundadores son: el cantante y guitarrista Juan Nicolas Estela y los hermanos Juancho e Iván Darío López. En febrero del 66, invitados por la compañía discográfica Discos Fuentes, Los Yetis participan en la grabación de un long play: 14 impactos juveniles!, que tuvo gran éxito. Por eso el sello les pide grabar su primer LP, simplemente llamado Los Yetis. Tras su disco debut, llegaron Los Yetis Vol. 2, en 1967 y Olvídate, de 1968. El grupo se disolvió a finales de los 60, y en 2003se reúne de nuevo hasta 2005 con la participación de Darío Marín, Pedro Pablo Arias,Victor Hugo Acevedo, Jhon Cano, Juan Nicolás Estela y Juancho López, estos últimos, miembros fundadores del grupo.
La pelea Kendrick Lamar vs. Drake empezó hace casi una década. Se dijeron muchas cosas el uno al otro, pero en esa correspondencia de canciones entre los dos raperos salieron dos “argumentos” acusatorios que me generaron más ruido que los demás. Drake dijo que Kendrick era un abusador físico con su esposa, Whitney, en la canción ‘Family Matters’:"When you put your hands on your girlIs it self-defense 'cause she bigger than you?"Kendrick acusó a Drake (una noticia ya vieja) por buscar, cortejar y “amigarse” con menores de edad."Say, Drake, I hear you like 'em youngYou better not ever go to cell block one"No vamos a discutir cuál acusación puede ser más cierta que la otra o cuál aproximación fue peor. Ambas fueron desastrosas.No he visto a la industria, ni a los manes de mis redes sociales, tan preocupados por la violencia de género tanto como cuando dos hombres decidieron usarla para punzarse el uno al otro.Tampoco conocía ese afán por castigar la paternidad ausente. En Colombia se estima que el 40% de hogares se sostienen solo por una mujer, según cifras del DANE del 2022. Y ese número no causa tanto revuelo en línea.Traigo a Colombia y a los hombres a mi alrededor a colación, porque fue ese cinismo el que inspiró y le dio forma a este texto.Santiago Cembrano lo dice muy bien en su artículo: “aunque el rap es el campo en el que el dolor se vuelve entretenimiento, no se trata de que esos versos sean parte de un coro pegadizo.”Y si bien fue el beef de Kendrick y Drake el que agitó esto lo suficiente para empezar a cuestionarnos las formas de algo tan “tradicional” del hip hop como las tiraderas, el cuento va mucho más allá.La deuda la tiene toda la industria. Me parece interesante, por mantenerlo en términos amables, que las personas que estamos en la industria, o los que consumimos música sistemáticamente, le asignemos una cualidad transformadora a la música. Algunos, dicen, que la música les cambia la vida o la forma de ver el mundo.Pero esa responsabilidad que ponemos en la música, y en quienes la hacen, es una camiseta que se puede quitar o poner a nuestro antojo.¿Cuáles son los límites de la corrección política en el arte? Quién sabe, quizá no existen o deberían existir. Entendemos a la música como algo que puede transformarnos y, por eso, a veces, se le pide corrección política.Pero esto va más allá de lo que se le puede pedir o lo que no.No hay que confundir este reclamo con una “necesidad” de corrección política en el arte. Eso es otra conversación mucho más grande.Pero a mí, como mujer y como víctima, me hace ruido la atención fervorosa que recibieron las palabras de Kendrick y Drake: más que mostrar indignación por la(s) posible(s) mujer(es) violentada(s), la audiencia sintió emoción por los egos masculinos que fueron lastimados en el proceso.A los hombres les parece más urgente prestar atención a la violencia cuando se entrega en una cajita de entretenimiento entre estrellas del pop, no cuando le pasa a las mujeres que tienen al lado. O cuando las víctimas son las mujeres cuya música consumen.Hay streamers que reaccionan a gritos porque le “sacaron los trapitos” al otro, no porque detrás de esas barras, que los hacen alucinar de la emoción, puedan haber mujeres abusadas o violentadas; hay medios investigando a fondo lo que puede ser uno de los mejores diss de la historia del hip hop, pero no las acusaciones que, de ser ciertas, deberían tener consecuencias legales.Y ahí está la deuda: acusaciones de pedofilia y violencia intrafamiliar que se quedan en versos de canciones de rap, artistas con denuncias que siguen llenando estadios y mientras tanto mujeres artistas, como Megan Thee Stallion, que tienen que convencer al mundo que lo que pasó fue verdad.La violencia contra las mujeres indigna, o llama la atención, siempre y cuando entretenga. La espectacularización, más que gestionar esa violencia de cara a la reparación, la instrumentaliza para la monetización.Entonces, mientras la mayoría de casos quedan archivados porque se vencen los términos, mientras a las mujeres se les pide ser “la víctima perfecta” y tener todo tipo de pruebas, Twitter se enciende por un par de barras y nos condiciona, nuevamente, a ser únicamente cifras en aumento.
Alicia en el País de las Pesadillas se estrena en los cines del país este 16 de mayo. Esta es una versión tenebrosa y retorcida de las aventuras de Alicia en el País de las Maravillas que lleva al público por un viaje inolvidable hacia lo más profundo de la oscuridad.Después de la trágica pérdida de sus padres, Alicia se ve obligada a mudarse con su tía Beth Crimisy a Wonderland, la imponente mansión familiar. Sin embargo, lo que comienza como una aparente escapatoria se convierte rápidamente en una pesadilla surrealista, cuando Alicia comienza a presenciar eventos cada vez más perturbadores y a encontrarse con figuras misteriosas que la arrastran hacia un mundo habitado por criaturas terroríficas y pesadillas insondables.Alicia en el País de las Pesadillas es una apuesta del director británico Richard John Taylor, conocido por trabajos previos que exploran los rincones más oscuros de la psique humana. En esta ocasión, Taylor se sumerge en el clásico de Lewis Carroll para ofrecer una experiencia que desafía los límites de la imaginación y sumerge al espectador en un mundo paralelo lleno de pesadillas y criaturas terroríficas.Esta adaptación cinematográfica no solo rinde homenaje al legado literario de Carroll, sino que también se une a una creciente tendencia de reinterpretaciones oscuras de cuentos clásicos.En un mundo donde las fronteras entre la realidad y la fantasía se desdibujan, Alicia en el País de las Pesadillas ofrece una visión perturbadora y visceral de un clásico atemporal.Alicia en el país de las maravillas: inspiración para terror Esta no es la primera adaptación de Alicia en tono de terror. En 2010 se estrenó Alice in Murderland. En esta historia, Alice Lewis, de veinte años, cumple 21 y está molesta por ello. Sus hermanas quieren animarla y deciden celebrar una fiesta de cumpleaños con temática de Alicia en el país de las maravillas en casa de Charlene Glass. Alice sabe que en el sótano de esa casa, su madre, Ann Lewis, fue brutalmente asesinada a machetazos por un asesino enmascarado 20 años antes. Las niñas establecieron la regla de que no se permitirán teléfonos celulares ni niños.Alice or the Last Escapade se estrenó en 1977 y está vagamente inspirada en la novela.
La 'Bichota' terminó su gira por Sudamérica con un último show en Brasil, sin embargo, la cantante paisa no llenó en São Paulo. Karol G estuvo en el país carioca el pasado diez de mayo y tras lo ocurrido compartió un mensaje en sus redes sociales.Aunque Karol G se ha convertido en una de las artistas más importantes a nivel mundial, y un referente en su género, no logró cerrar esta fase del tour con la asistencia que esperaba. Luego de su concierto en Brasil la artista detrás de canciones como 'Amargura' y 'TQG' hizo una reflexión en su cuenta de Instagram.“Es increíble como un día podemos tener un show de 60 mil personas y al otro uno de 13 mil y sentirse igual de lindo, igual de grande, igual de especial. La vida me sigue enseñando que nunca estamos en la cima de nada … por eso es mejor recordar de dónde vienes que creerte mucho en donde estas y así poder empezar de cero en cada lugar que sea necesario. Siempre hay un nuevo reto, nuevos desafíos, nuevos sueños por cumplir", se puede leer en su post.Así mismo habló del recorrido que ha hecho desde hace varios años para lograr que su música suene en otros países: "Hace 5 años estuve haciendo promoción de mi música en este pais y entendí que tenía que ir por partes , paso a paso, enfocarme primero en unos países, después en otros y así poder llevar mi mensaje a mi ritmo, sin afán, con mi música, en mi esencia y en los tiempos de Dios.", agregó.Finalmente, agradeció a las personas que fueron a verla en Sao Pablo y al país que, en sus palabras, la recibió y la hizo sentir especial. Este show fue el primer concierto oficial de Karol G en Brasil y el último de la gira por Latinoamérica de 'Mañana Será Bonito Tour'.La cantante regresará a tierras cariocas en septiembre para presentarse en Rock in Rio, un de los festivales más importantes del país.**Si son fanáticos de la bichoca les recomendamos leer: Karol G y las referencias en 'MAÑANA SERÁ BONITO' (Bichota Season), su último álbum.
Laüra Bonsai y Felinna Vallejo conforman Las Ninyas del Corro, una de las formaciones más interesantes de la nueva escuela del rap español. Nuestro colaborador Santiago Cembrano las visitó en su barrio para hablar con ellas y contarnos la historia de su álbum, Bitches in Business. ***—Es como ver follar a tus padres.El sol se derrama con placidez sobre la Plaça de la Vila, en Sant Adrià de Besòs: la periferia de Barcelona. Son las 7 de la tarde de un viernes de abril. En las terrazas no cabe nadie y el saltarín infantil está lleno: las risas y los gritos de júbilo llenan el aire. Una mujer antigua esquiva el partido de fútbol improvisado que atraviesa la plaza y se sienta con su esposo, que la espera en un banco, bajo la sombra de un árbol robusto. Él pone su mano sobre la rodilla de ella y observan a los vecinos que pasan.Laüra Bonsai es de aquí, de Sant Adrià. La rapera de 28 años está en casa, pero, entre sorbos de Cola-Cola, narra una experiencia extraña:—Es como ver follar a tus padres. Así es conocer la industria musical por dentro: "¡Buah! ¿Qué estoy viendo? ¿Cómo funciona esto?" Por eso queríamos explicarles a los demás que estar donde estamos no es lo que parece.Felinna Vallejo tiene 25 años y es de Bon Pastor, un barrio aledaño que se conecta con Sant Adrià a través de un puente, uno como el que está en el logo de Las Ninyas del Corro, el grupo que ambas conforman. Se presentaron como guerreras de ceño fruncido con Onna Bugeisha en 2021 y así construyeron una habitación propia con los códigos noventeros. Giraron por conciertos y festivales de toda España y así conocieron de contratos y adelantos, horarios y rutinas, el negocio que se escondía tras el sueño de la música. Bitches in Business de Las Ninyas del CorroDe esa experiencia, Las Ninyas del Corro hicieron su segundo álbum, Bitches in Business, publicado en marzo de 2024. Tres años después de su debut, agrietan la solemnidad con la que entraron a la cancha. Ahora se ríen más, y cuando escucha a su compañera, Felinna ríe de nuevo:—Cuando empezamos éramos dos chavalillas, había que imponer respeto. Ahora lo tomamos de otra forma, nos hemos dado cuenta de que podemos vacilar. Nos hemos atrevido, sin miedo de explorar. Me he sentido mucho más libre para decir lo que me de la gana sin censurar nada.Y tan libre. A las baterías violentas que Esse Delgado, productor del grupo y del disco, dispone en 'Las Meninas' Felinna les añade un guiño burlón que rompe el corset estricto. Luego de celebrar que ya no la agobian los kilos de más ni algunos rastros de acné, hace lo que en el debut habría sido inimaginable: "Me suda todo el coño, ni la acabo", rapea de salida, con la misma seguridad que la de Sabrina Ionescu cuando asiste sin mirar. Es un gesto de chulería que sintetiza el cambio de atmósfera entre ambos discos.—Antes estábamos más enfadadas. Pero no estábamos enfadadas, sino que entrabas así o no había manera de entrar —me explica Laüra—. Ahora hemos soltado, le hemos quitado importancia a muchas cosas. Nos hemos relajado.Los primeros temas que hicieron con la intención de crear un nuevo álbum rondaron el drumless, pero pensaron que podía aburrir al público de sus conciertos.—Nosotros hacemos todo el tiempo lo que queremos, pero también hay que pensar en lo que funciona. Vivimos esa dualidad todo el rato —explica Felinna, y yo pienso que esas consideraciones son las que hacen parte de un negocio.Un camp para hacer música en Vallirana, en el bajo Llobregat, las desconectó de las distracciones de la ciudad y puso los cimientos de lo que venía. Les gustó tanto el formato que lo repitieron en Tarragona y, luego, en Castellón, en el verano de 2023. Esse Delgado también ama el drumless; Sunday Truce, su colaboración con el madrileño Franco Carter, se sintoniza con texturas góspel y soul que se repiten sin prisa. Sin embargo, Bitches in Business, además del boom bap con el que empezaron, es hogar del repiqueteo de hi-hats y la energía ágil del trap, trap&B y sonidos que conversan con referentes contemporáneos como Kendrick Lamar, Tyler, The Creator, Pusha T, Travis Scott y Beyoncé. También caben el canto y los coros pegadizos, como en “Nasty Girl”, una canción que les enseñó que podían expresar su mensaje sin dejar de divertirse, sin quitarle naturalidad al proceso y el resultado.—Que tu madre te diga que le mola un tema tuyo, como 'Punto de partida', muestra que con los temas más melódicos Bitches in Busines ha podido llegar a más gente. Nuestros amigos lo están escuchando porque les gusta, y no porque somos sus amigas, como en Onna Bugeisha: eso mola —sentencia Laüra—. Incluso a nosotras un disco entero de boom bap nos aburre.***Bitches in Business de giraLas bocas se abren hacia lo alto en la primera fila de la Sala Apolo, y Felinna las bendice con un chorro de ron para que la fiesta siga. Es el 11 de mayo: inicio de la gira de Bitches in Business. Cientos de personas saltan y saltan y saltan y saltan con 'The Wave', un corte electrónico, impetuoso, y las sílabas se deslizan con habilidad de la boca de Laüra al micrófono. Quizás como resultado de conocer la industria por dentro, Laüra juega a la defensiva en varios momentos de Bitches in Business, como si se anticipara al rechazo de una escena que les recriminaría el nuevo estilo, que eran mejores antes.—Pensábamos que la gente del rap nos iba a odiar. Con el primero nadie te conoce, eres nueva. Toda la gente siempre nos ha dicho que el segundo disco es el más difícil. Era como Buah, este disco puede pasar desapercibido. Eso lo primero. Y lo segundo es que siempre te van a decir que molabas más antes: me pasó con Natos y Waor, los escuchaba antes. Pero es verdad que predijimos eso y no ha sido así. A la gente le ha gustado más de lo que pensábamos —me explica Laüra en Sant Adrià.Las Ninyas del Corro avanzan por caminos que C. Tangana, Recycled J y demás artistas que oxigenaron el rap español ayudaron a pavimentar. Del primero Laüra dice que es como un héroe, al infiltrar el pop para luego diversificarlo más allá de Alejandro Sanz y compañía. Desde Rosalía hasta Dellafuente, insiste, en el espectro de lo urbano están las claves de lo más interesante de la música en España. Por otro lado, Recycled era tildado de “maricón”, recuerda ella, por sus melodías y sus sentimientos: era un blandito, y por eso fue decisivo para que el paradigma cambiara y se abriera.De reivindicar lo más puro que salió de una Nueva York gélida a finales del siglo XX, Las Ninyas del Corro pasaron a celebrar a los que retaron, expandieron y reinterpretaron esa herencia en España. Bitches in Business es un álbum que dialoga con todas las posibilidades que han surgido en la última década, así como con sus artífices. Pero. Hay un gran pero.—Por suerte, tú preguntas por raperas de España y nuestro nombre se va a decir. Eso para nosotras es mucho, pero sigue faltando mucho, también. El caso de las mujeres siempre es más exigente y difícil —me dice Laüra, con voz cansada—. Todavía no es suficiente.—Solo hay pibes, yo estoy hasta el coño —la secunda Felinna, y lo repite, esta vez con mayor énfasis en cada palabra, masticando cada una, para que quede claro—. Solo. Hay. Pibes. Madre mía.Las Ninyas del Corro en la sala ApoloLa sala Apolo está llena, agitada. Laüra propone que, como no las invitan a nada, que las lleven a dirigir una sesión de cardio. Sigue cayendo ron como agua bendita, y ya no sé si es sudor esa humedad en la cara de una mujer que canta cada tema como si la hubiera escrito ella. Casi la mitad somos hombres, casi todos con la mano arriba con cada barra. Las Ninyas se refieren al público como “vosotras” y celebran lo guapas que están todas hoy. El punto de vista cambia y las mujeres, que suelen corear versos de manes para manes, quedan en el centro. La diferencia se nota. En el escenario, Laüra y Felinna no solo rapean con precisión y temple, sino que despliegan coreografías, codo a codo con dos bailarinas, que elevan cada tema. El punto de vista cambia, insisto, y yo lo agradezco tanto. Una bebé se eleva en los hombros de su padre y toda la sala le canta el feliz cumpleaños a la mamá de Felinna. Barbas salpimentadas conviven con la juventud. No cabe nadie más acá. Y cuando llega el momento de “Bagaje”, un break amenazante, Laüra cambia de óptica. Pasa a las barreras generacionales: "La vieja escuela desconsidera a la nueva, la nueva desprestigia a la nueva, qué pena".—Aprendimos mucho trabajando con LaBlackie. Ella vino, escribió y se tiró la letra de golpe. Envidio esa frescura —me había dicho Laüra esa vez en su barrio.Hay que ser exigente, pero también tener el coño de decir "Me gusta como queda y así lo tiro, porque me da igual". Eso es muy difícil que nos pase. Entonces sí, es una pena que los de antes no valoren a los nuevos, porque tienen mucho qué aprender de ellos.La canción se llama 'Deena, Snooki & Jwoww', un corrientazo que me estremece entero. Laüra y Felinna rapean juntas la estrofa de LaBlackie. El final, lo saben todas las presentes, va a estallar, y abren un círculo que se funde en una masa de carne y huesos: frenesí.—Rosalía no cantaría lo que canta si no hubiera estudiado el flamenco. Para transformarlo lo ha respetado. Se trata de respetar no solo a los que había antes que tú, sino a la música que estás haciendo —continúa el ensayo de Laüra—. Por eso también me apena que los nuevos no valoren a los que estaban. Estar informado es básico. No digo que el que está empezando tenga que saber todo, pero yo sí valoro que alguien investigue. Por eso me he sentido muy orgullosa y privilegiada cuando Elio Toffana nos invitó a su disco. La Laüra de hace diez años habría matado por una colabo con él, con Kase.O, con el Tote, con la Mala. Y ahora, cuando todo parece más fácil, sin importancia, agradezco que pase. Por respeto a mi historia y a mi trayectoria, ¿cómo no lo voy a hacer?—¡Y qué colabo! —tercia Felinna—. Yo lloré cuando el Elio nos la pasó, ya terminada. También es un tema de identidad, de sentirte dentro de la movida. Los que nos sentimos como parte del rap sentimos que es necesario entender de dónde viene.Otra forma de ver Bitches in Business: hay pesos muertos que no hay que cargar más en la mochila, y compromisos que estructuran lo que se ha hecho y lo que viene. El álbum se trata de identificar cuál es cuál.***Las Nunyas del Corro desde el barrio obreroLa pizzería, en una esquina de la Plaça de la Vila, se llama La Font. La mesera saluda a Laüra con confianza y la rapera le responde que quizás este verano deba pedir trabajo ahí, para ajustar las cuentas, llegar a fin de mes. La mesera, sonriente, le responde que qué va, que ella va a ser muy grande y me pregunta si estoy de acuerdo. Yo le digo que sí, que por eso estoy ahí. Laüra no está tan segura.—Joder, es que parece que es un momento guay para mí, pero a veces no me siento así —confiesa."Lo bueno de vivir en San Roque es que nadie roba en San Roque", rapea Laüra en 'Tridente dorado' sobre el barrio de Badalona en el que vive desde hace unos años, a un par de kilómetros de Sant Adría: uno de los más calientes de Cataluña, según titulares alarmistas de medios apocalípticos. Las Ninyas del Corro rapean desde el margen y muestran el revés de una Barcelona que opera como un parque temático de sí misma para los miles de turistas que llegan cada día. La conciencia de clase, una de las banderas que ondearon en Onna Bugeisha, sigue intacta. Se manifiesta, por ejemplo, cuando Laüra rapea, en 'Las Meninas', que en Barcelona o heredas o te las apañas. Ok, el turismo trae riqueza: ¿pero para quién?—No hemos crecido en Barcelona, sino en los barrios obreros que rodean a Barcelona —afirma Felinna.Este margen es tan geográfico como simbólico. En 'Las Meninas' Felinna se aleja tanto del lujo del barrio de Pedralbes como del centro de Barcelona donde solo hay guiris (turistas blancos) con axilas malolientes y pijos vestidos de Nude Project. Y una de las bombas llega cuando dice esto: La catalanidad de Las Ninyas del Corro es otro de los puntos de tensión: si a ella no la reconocen como catalana, me explica Felinna, pues que se jodan: ella tampoco lo llamará pan tumaca, sino pan con tomate. Laüra, por otra parte, reconoce reflejos de su caso en la historia reciente: cuando le dieron el premio Sant Jordi a Estopa, algunos catalanes protestaron porque cantaban en castellano.—Me da rabia ese elitismo, esa línea entre la burguesía y los catalanes de a pie —continúa Felinna—. Hacemos música en castellano, y por eso parece que no somos referentes en Cataluña. Pero somos raperas catalanas.—Se nota mucho el clasismo de la burguesía catalana —insiste Laüra—. Acá nosotras somos purria, escoria, como lo fueron hace tiempo los andaluces que venían aquí y supuestamente les quitaban el trabajo a los catalanes. Nuestras familias vienen de allí. Acá solo importa lo moderno, lo guay, lo fashion. Pero en este conflicto con la cultura, con la lengua, pueden existir distintas identidades además de la que se espera.El título de Bitches in Business salió en la recta final del proceso. Empezaron con una espíritu más tremendista, color azul oscuro, que plasmara su angustia. Al final eligieron un camino para sublimarla, hacerla divertida. El título es un guiño sarcástico a todo lo que han conseguido, a lo que aspiran, a todo lo que les falta y a cómo estas tres dimensiones se confunden. Un guiño que nos dice, ya lo decía Laüra, que las cosas no son lo que parecen.Felinna llegó a la entrevista luego de su primer día en un nuevo trabajo. Es temporal, me explica, para ajustar algunos números. Y Laüra, que rapea sobre cómo devuelve los trajes de diseñador que compra para un solo uso, me muestra sus manos. Sus dedos tienen marcas de pegante: esa mañana tuvo que pegar la etiqueta de un vestido para poder devolverlo.—Gitaneo, es lo que hay —admite.En ese banco de la otra esquina de la plaza todavía están él y ella, recostados en el amor silencioso y seguro que se sedimenta como la arena que cae al fondo del reloj de cristal. Antes de que nos levantemos y caminemos, yo hacia el metro —hacia el centro— y ellas hacia sus casas, acá cerca, Felinna reseña su propio álbum.—Eso es ser bitches in business —dice, entre risas—. Se trata de buscarse la vida.***¿Quieren leer más sobre rap en Español? En el camerino con Ill Pekeño y Ergo Pro