J.R.R Tolkien es, sin duda, uno de los autores más destacados del último siglo.
The Beatles crecieron con las obras de Tolkien y se les ocurrió que sería buena idea protagonizar una película basada en El señor de los anillos, y querían que Stanley Kubrick la dirigiera. La película iba a ser un musical y, naturalmente, la banda iba a componer la banda sonora. La historia la narró el director Peter Jackson, quien dirigió la trilogía de 2001-2003,
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Paul McCartney iba a ser Frodo y Ringo iba a interpretar a su fiel amigo Sam Gamgee. George iba a ser Gandalf y John Lennon interpretaría a Gollum. El estudio les dio el sello de aprobación y todo parecía marchar bien.
El primero en "bajarse del bus" fue Kubrick. Le pareció que la cinta era muy difícil de adaptarse, por lo que rechazó el proyecto. Pero quien se encargó de darle la estocada final fue el propio Tolkien.
Tolkien no era precisamente seguidor del grupo y la idea de que su obra se convirtiera en algo como un viaje de LSD no le gustó mucho. El autor era quien tenía la última palabra en todas las adaptaciones de sus obras. Cabe recordar que Tolkien era sumamente detallista con las adaptaciones y rechazó varias de ellas.
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Habría sido un ejercicio interesante. ¿Creen que hubiera funcionado?