Entre 2010 y 2011 el universo musical comenzó a descentralizar su atención y a apreciar, aprender e investigar las expresiones del mal llamado “tercer mundo”. En este cambio de paradigma redescubrió la cumbia, ese ritmo que cobija y hermana a Latinoamérica desde México hasta Argentina, con un fuerte epicentro en Colombia. Si bien el género existe en nuestras tierras desde hace más de dos siglos, el resurgir de la cumbia se dio de la mano de nuevos productores y bandas de todo el continente que redefinieron lo pasado a la luz de los sonidos del presente. Así surgió un matrimonio entre la tradición y la música electrónica para dar a luz una nueva cumbia con múltiples variantes (chicha, cumbia rebajada, villera, digital, etc.), que despertó fervor entre nuevas generaciones latinas y públicos de otros continentes. En Argentina, tierra donde la cumbia villera ya era una expresión insigne de la clase popular —y por lo mismo despreciada e ignorada por los demás estratos—, el movimiento Zizek surgió como un agente revolucionario. Lo que comenzó como un club nocturno en el turístico sector de Palermo, se convirtió en el sello disquero ZZK, que aglutinó todos los proyectos que estaban amalgamando ritmos folclóricos latinoamericanos con hiphop, reguetón, dancehall, dubstep y otros sonidos electrónicos. Desde entonces han surgido artistas como La Yegros, El Remolón o Chancha Vía Circuito. Este último proyecto, liderado por Pedro Canale, ha sido uno de los más prominentes por su mirada introspectiva a nuestras raíces, hurgando más allá de la cumbia para encontrarse con sonidos andinos e indígenas. En el 2014 lanzó su tercer disco, Amansara, donde presentó una versión actualizada y digitalizada de nuestro folclor, llena de sonidos atmosféricos que sugieren rituales chamánicos, pero que a la vez invitan a una celebración espiritual a través del baile. Al año siguiente apareció la versión de remixes de dicha placa, que convocó otros nombres como Lido Pimienta, Frikstailers, Nicola Cruz o Tremor, que demuestran que lo de Chancha no fue un accidente ni un fenómeno pasajero.
Levante la mano el que no haya maldecido el bipolar clima bogotano por haber desatado la furia de sus aguaceros justo la semana en que arrancó el festival que detiene el tiempo por tres días y nos sumerge en un mundo sabanero de música, beats, desmadre, borrachera, psicodelia, luces, amigos y rollos de amor. Sí, quizás la fecha de Estéreo Picnic no sea precisamente las más favorable por cuestiones climáticas como quedó probado y comprobado por los zapatos embarrados, enlagunados y hasta rotos de todos los que caminaron y bailaron por los senderos musicales de un mundo distinto en su octava edición. De eso, no cabe la menor duda. Pero tampoco se puede negar, que el hecho de que el festival más trendy de Colombia se celebre durante el primer semestre del año, lo hace un perfecto oráculo de visión del pasado, el presente y el futuro de las tendencias de moda que están tomando fuerza, y las que están quedando en el olvido, en los closets de los festivaleros que con su sola presencia revelan un gusto particular por la moda. Por vestir arriesgado, por verse diferentes con ropa que es la mejor carta de presentación de sus gustos y sus extravagancias. Y aunque este año la lluvia volvió hacer de las suyas, fue el pretexto perfecto para que los campos del Estéreo Picnic se cubrieran de un derroche de elegantes estilos urbanos de invierno que ratificaron que en Bogotá, cuando se trata de fiesta y festivales, hay que tener maestría para vestirse simultáneamente para bailar hasta morir y combatir al mismo tiempo lluvia “frío, calor y efervescencia” como bien reza la canción de Aterciopelados. Soldado avisado no muere en guerra, y este año los asistentes sí que llegaron preparados con unas finas muestras de estilo invernal lejos de lo común y corriente que imperan en las tierras capitalinas y fueron dignos representantes de los habitantes de un mundo distinto que no le temen al riesgo, a lo nuevo, a lo raro y a reinventarse a la hora de vestir. Sígale a la pista a las tendencias que tomaron fuerza, a las que aparecieron y las que parecen estar destinadas a morir. Por Mayra Hernández @Mayaelectrik | Fotos: Fox, Alejandra Mar y Jonathan Edery 1. Impermeables y capas con diseño Si algo han enseñado los aguaceros de estas épocas de Picnic, es que hay que prepararse para la lluvia, pero no por eso abandonarse por completo a las bolsas y capas de plástico de cinco mil pesos. Gracias a las inclementes lluvias, han comenzado a aparecer en el panorama impermeables y botas pantaneras con diseños más sofisticados que los genéricos por cortesía, en su mayoría, de diseñadores locales como Al agua Rainwear y Aguazero que sí saben sacarle jugo a la lluvia y enseñan a otros a disfrutarla sin perder el estilo. Lo nuevo es mojarse, pero bien vestido. 2. Furor escarchado Rostros con toque brillantes y no precisamente por exceso de grasa. El año pasado se vieron los primeros avistamientos de chicas maquilladas con apliques y stickers de brillo y escarcha alrededor de los ojos. Este este año definitivamente la tendencia apareció como un sonda en expansión que promete hacer apariciones varias durante el resto del año en el espectro nocturno, fiestero y por su puesto festivalero. 3. Trenzas guerreras La moda de las trenzas no es nada nuevo. Desde hace unos años han sido protagonistas de tableros de Pinterest e instructivos de Instagram, pero recientemente vienen tomando una aspecto más guerrero y menos delicado en cabezas de chicas que en el Picnic parecían unas verdaderas princesas guerreas. 4. El regreso de las transparencias aka mesh Las modas van y vuelve, y esta es una de esas. Las prendas hechas con esta tela traslucida mejor conocida como mesh promete estar en furor este año. Por algo será que no capó ni el frío de Estéreo Picnic a pesar de los altos riesgos de atraer una pulmonía de las guapas que se arriesgaron a lucirla. 5.¡Cebollitas, sí! En inglés “buns”, en español “cebollitas”. Los peinados con un monto de cabello enrollado al mejor estilo de la pincesa Leia o de las Spice Girls toman fuerza este año y no solo para la época de Halloween. 6. Hombres que no le temen al maquillaje Unos días antes del Estéreo Picnic publicamos “Beauty Boys: llegó la hora de que los hombres se maquillen (sin ser drags)” para hablar de la tendencia de hombres que se maquillan sin perder su estilo masculino. En el Picnic tuvimos los primeros avistamientos de los representantes locales de esta camada irreverentes que dará mucho de que hablar este año. 7. Máscaras de otro nivel Las máscaras siempre han sido un visitante asiduo de los festivales. En Estéreo Picnic comenzaron a asomarse tímidamente hace apenas unos años. Solían ser sacadas del baúl de los disfraces, hechas en cartón o regaladas por la marca de turno. Pero definitivamente este año tomaron otro nivel gracias, en parte, a la presencia de Ánima, una marca local enfocada en estos diseños que demuestra que la indumentaria con un toque de extravagancia no es solo una cosa de festivales tipo Burning Man y que festivalero que se respete, debería tener uno de estos diseñitos a la mano. 8. Chokers que se niegan a desaparecer Aunque unas los amen y otras los odien, si algo está claro en materia de tendencias, es que habrá gargantillas aka “chokers” pa’ largo. El 2017 no será el año de su extinción. Foto cortesía de Steve Madden Colombia 9. Metalizados a la orden del día Si una tendencias tomó fuerza este año y promete mantenerse en el panorama, esa es la de las texturas metalizadas y tornasoladas que se siguen tomando maletas, zapatos, pantalones, chaquetas, gorros y hasta labiales. Seguimos añorando el 2000 en pleno 2017. Ironías de la vida, las moda y el estilo.
Cámara: Alejandra Mar // Edición: Nicolas Rodríguez Del Estéreo Picnic nos quedó más que unos zapatos inservibles por el lodo y una gripa naciente. Nos queda la dicha de haber vivido una edición más de un festival gigante en todo el sentido de la palabra, de haber compartido con gente que a pesar del clima inclemente se gozó de arriba a abajo el festival, de haber visto con los grupos nacionales izaron la bandera en alto haciendo historia - incluso más que los de afuera-; de ver a una Totó La Momposina imponente y mágica bajo la lluvia, a artistas emergente pararse imponentes en escenarios gigantes, de cumplir el sueño de ver a leyendas como Rancid, Sublime o The Strokes, de descubrir nueva música. Desde ya esperamos vivir un mundo distinto para el 2018.
“Aquí lo único que se pierde es la cordura” se leía durante los intermedios musicales en las pantallas de los tres escenarios de Estéreo Picnic. Y de eso no cupo la menor duda sobre todo en el último día del festival, que clausuró con una elegante cuota de actos electrónicos de talla mundial con representantes para todos los gustos y de todas las generaciones. Se hicieron presentes desde los más jóvenes, con Martin Garrix y su descarga de EDM de dos horas en el escenario Budweiser, hasta los más veteranos con el elegante tecno vieja guardia deRichie Hawtin y Gus Gus, y un gran clásico del house como Deadmau5 cerrando el escenario Tigo. El que iba al tercer día de Estéreo Picnic sabía que iba a la fija si lo que quería era meterse una fiesta electrónica de alto calibre. Por eso no podíamos dejar de seguirle la pista o, más bien, el paso, a esa especie fiestera amante de las lucecitas neón y del retumbe de los beats que no le teme a los excesos, a extasiarse con la música ni a usar las gafas de sol así sea de noche. Aquí una recopilación de gente feliz, lucecitas neón y baile electrónico en memoria de lo que fue el gran cierre de Estéreo Picnic 2017. Texto y gifs por Mayra Hernández @Mayaelectrik
Los interminables trancones, los torrenciales aguaceros, el barro y el frío intenso no impidieron que el pasado fin de semana se viviera uno de los festivales Estéreo Picnic más extremos desde su creación, porque además de la música, las luces, las tarimas y los shows, los miles de asistentes también tuvieron la oportunidad de apreciar dos espectáculos: BMX freestyle y parkour. Los encargados del show fueron el caldense ‘Pacho’ Villegas, especialista en ciclismo BMX freestyle, y el bogotano Daniel Felipe Rojas experto en parkour, quienes aprovecharon el tremendo trancón y los mismos obstáculos dispuestos en la experiencia del Picnic para sortearlos a su estilo como lo hacía la gente. Este par de atletas fueron invitados por Red Bull para vivir la experiencia festivalera desde sus propia mirada. El show de ‘Pacho’ inició a la altura de la Calle 170, a Daniel le tocó un trancón más largo y por eso desde la Calle 142 se bajó del carro Red Bull para saltar entre los autos, camionetas y camperos hasta ingresar al FEP. Al final sus hazañas quedaron para la memoria, de la que hacen parte bandas como Canalón de Timbiquí, Nanook el Último Esquimal, Popsitute, Cage the Elephant, The Weeknd, Damian Lazarus, Los Hotpants, CocóNonó, Caribou, Claptone, Totó La Momposina, Deadmau5, Richie Hawtin y Martin Garrix. Fotos: Cortesía Redbull.
Luego de tres abultadas jornadas, más de 50 presentaciones, aguaceros, diluvios y barrizales, llega el momento de la pausa y digerir todo lo que se vio. ¿Hubo decepciones? ¿En qué lugar queda la música colombiana? ¿Qué queda por mejorar? Por: Mariangela Rubbini Q. y Juan Pablo Castiblanco Ricaurte 1. ¿Festival que se respete trae consigo grandes decepciones? En este, como en los más grandes festivales del mundo (pasa aquí y pasa en Glastonbury), hay shows que decepcionan porque su puesta en escena no resultó ser lo que esperábamos o lo que estamos acostumbrados a ver quienes disfrutamos de un buen shows en vivo. Hay que entender que por los festivales de este tipo pasan en promedio unos 60 artistas. Si todos ellos tuvieran en tarima formatos de big band o full banda en vivo, la boleta sería impagable. Es cierto que algunos de los shows nos decepcionaron y que hubo puestas en tarima que se quedaron cortas o fueron muy flojas –caso Flume–, pero también es cierto que han una cantidad de público al que muchas veces ni le preocupa saber cuántos músicos hay parados en la tarima y o el show es a dos baterías o a una. Una playlist bien escogida y unas tremendas visuales pueden ser suficientes. Y es que en realidad, para que el show de artistas tipo Martin Garrix, Flume, Calvin Harris o Disclosure sonara tal como en sus discos tendrían que traer entre las maletas a las figuras de sus featurings; empacar con ellos a Sam Smith, Rihanna o The Weeknd. En ese sentido es donde cobra más valor la oferta de festivales gratuitos o patrocinados por el estado como Rock Al Parque (y todos sus primos Al Parque) o el propio Festival Centro que han podido darse el lujo de liberarse del estrecho formato de dj y cantante, o dueto de djs, para presentarle al público otras propuestas musicales. The Weeknd (foto: Alejandro Gómez) 2. ¿Hace la diferencia un festival diverso y bien curado? Existe una diferencia muy grande entre hacer un festival diverso, incluyente, arriesgado en los sonidos que presenta y propositivo, a armar un cartel con un sancocho de géneros y propuestas musicales sin concepto y lineamiento de escogencia alguno. Armar el cartel de un festival de este tipo es quizá la tarea más complicada de hacer. No se trata simplemente de sumar y sumar artistas al azar pensando solamente en que hay que juntar cumbia con electrónica, rock, punk y reggae para darle gusto a todos. Es necesario ver tantos shows en vivo como sea posible y tener la mente suficientemente abierta para poder entender por qué razón Martin Garrix fue considerado en 2016 el mejor dj del mundo, por qué vale la pena arriesgarse y presentar propuestas como la de Caribou y Gus Gus, o incluso por qué Totó La Momposina es la reina de nuestra verdadera colombianidad y debe estar en un escenario como este. En el Estéreo Picnic 2017 hubo música y propuestas para todos los gustos, finos, fiesteros, desmadrados y poperos. Descubrimos, nos decepcionamos, bailamos sin parar, nos mojamos y chupamos frío como nunca, pero agradecemos profundamente que un día 6 amigos osados hayan decidido crear este festival para darnos el placer de ver pasar por sus tarimas a muchos de nuestros artistas favoritos en solamente tres días. Sí, es cierto, la gran masa se concentró en momentos concretos: Deadmau5, Martin Garrix, The Strokes, The Weeknd, Justice, Rancid y Sublime. Muchos llegaron por y para esos shows y todo lo demás fue por añadidura. Los Chancha Vía Circuito, Mateo Kingman, Quantic, Bob Moses o Caribou, fueron apuestas arriesgadas del festival que se podían permitir porque sabían que con unos nombres taquilleros estaban permitidos ciertos lujos. Flume (foto: David Schwarz) 3. ¿El Estéreo Picnic es una parada obligada en Latinoamérica? Que en esta edición del festival tuviéramos a artistas como The Strokes, Martin Garrix y The Weeknd como parte de los headliners más importantes, demuestra que el Estéreo Picnic no solamente se consolidó y se convirtió en el más importante que se hace en nuestro país, sino que definitivamente alcanzó el renombre de otros como Lollapalooza y Coachella que se dan el lujo de bookear cada año a los artistas más cotizados del momento en la escena mundial. Para fortuna nuestra, podemos decir que ya pasaron aquellos tiempos en los que teníamos que conformarnos con ver a bandas y artistas en decadencia que pasaban por nuestro país cuando ya no tenían por dónde más girar. Hoy podemos pensar que sí es posible que en menos de nada estemos viendo en vivo por estos lados a Daft Punk, Justin Timberlake o Rihanna. 4. ¿En qué puede mejorar el Estéreo Picnic? Arranquemos por algo muy claro. En Bogotá, exceptuando la ola de calor de los primeros días de enero, el clima hace lo que se le da la gana. Eso no lo controla nadie y a todos los eventos masivos les ha cobrado cuota. Desde el Festival de Teatro que contrata chamanes para evitar que llueva durante las funciones en la Plaza de Toros, hasta el propio Rock al Parque que movió su fecha de octubre a junio y aun así sigue encontrándose con la lluvia, y pasando por los desdichados alcaldes bogotanos que organizan un Festival de Verano en los días más grises del año. Entonces, con eso claro, que Páramo haga el Estéreo Picnic cuando mejor pueda organizar el tetris de la programación porque será muy difícil que aseguren que en alguna fecha evitarán los aguaceros. Lo que sí pueden hacer los organizadores es tratar de darle una experiencia más cómoda a los asistentes. Con la oferta de contenido consolidada, lo que queda por trabajar es en que la llegada y la salida no sean tan traumáticas y que el trancón o salir del parque no sean un motivo para dudar la ida. Filas de dos horas para salir de un parqueadero, trancones de muchas más y hasta la seguridad dentro del escenario son cosas en las que la organización y la Policía (si, no se hagan los locos que también es con ustedes) tienen que redoblar esfuerzos. 5. ¿El Estéreo Picnic es una burbuja cultural? Sí y no. No nos digamos mentiras; en la mayoría de ediciones el núcleo de este festival está en lo que ofrece la industria musical anglo, de ahí han venido la mayoría los ganchos y por eso es por lo que la gente paga. Ese es el tronco del árbol y lo demás son ramas y adornos. Pero sin un The Weeknd, The Killers, Tiesto o Jack White, no habría una Totó La Momposina, un Puerto Candelaria, un Canalón de Timbiquí, un Herencia de Timbiquí o un Charles King en un festival de estas magnitudes. Es una simbiosis necesaria que hay que reconocer en estos tiempos donde la cultura es tan híbrida y entrelazada, donde no se puede pensar en que el arte viva sin el apoyo de la empresa privada, y donde esta generación creció con referentes e influencias de todos lados. Eventos como el Estéreo Picnic ayudan a establecer puentes, a que el fanático del EDM, esperando a su dj de cabecera, se encuentre con la mamá de la cumbia o los defensores vehementes del bullerengue; o que el amante más amante de la música anglo, pueda enterarse de qué se está haciendo en su propio país. Deadmau5 (foto: Fox) 6. ¿Colombia pasa por uno de los momentos más creativos en su historia musical? Definitivamente. Y la calidad de artistas nacionales que pasaron este año por el Estéreo Picnic da fe de ello. Elkin Robinson, Los Makenzy, Cero 39, Ságan, Romperayo, Buendía, Cocó Nonó, N. Hardem, Canalón de Timbiquí y Alí Aka Mind, por mencionar solamente a algunos de los que pisaron los diferentes escenarios del festival, demostraron que están haciendo la tarea y que pueden pararse en una tarima de esta magnitud sin verse insignificantes y desprotegidos. Varios de ellos tronaron como nunca y se vieron tan contundentes y atractivos a los ojos y oídos de un público incauto, que nos sentimos orgullosos de verlos ahí parados. Por supuesto, los fans de muchos de ellos también respondieron al llamado. Esos incondicionales que pagaron por ir a verlos, sin duda alguna también los envalentonaron durante su presentación. 7. ¿El público maduró? Hace dos décadas pensar en un festival de este calibre en Colombia hubiera sido prácticamente imposible. El público de entonces era radical en sus preferencias musicales. Un fanático de Rancid jamás hubiera pasado de ver a su banda favorita, a descubrir una propuesta como la de Weeknd, The XX, e incluso Justice. El Estéreo Picnic 2017 nos reafirmó que el público cambió y que las nuevas generaciones tienen su mente abierta a descubrir nuevos sonidos, porque aunque tengan una preferencia por un tipo de música en especial, pueden pasar del pogo al baile sin problema alguno. Este año en especial, queremos aplaudir a un grupo de asistentes que pese a las inclemencias del clima, el barro y la lluvia, la actitud agresiva y descortés de la policía, y las dificultades para llegar y salir del lugar, disfrutó de una programación muy diversa y pasó de un escenario a otro sin prevención alguna.
De todo se ha dicho sobre el Festival Estéreo Picnic, entre ello, que es un festival para hipsters. Y va uno a ver, y sí, y a la vez no. Sin embargo, los de El Parche decidieron convertirse en unos agentes secretos para visitar el Parque de la 222 y averiguar de dónde vienen el gen hipster. Los resultados de la investigación se salieron completamente de control.
Un 15 de enero, pero de 2018 falleció Dolores O Riordan, reconocida como la vocalista de la icónica banda noventera The Cranberries. Dolores O´Riordan junto a su bajista Mike Hogan, el baterista Fegal Lawler y el guitarrista Noel Hogan, dejaron una huella en el rock alternativo. Fueron 7 álbumes de estudio y más de 40 millones de discos vendidos los que hicieron que The Cranberries nunca sea olvidada.Sin duda, una de las canciones más exitosas del grupo fue Linger. Lanzada en 1993 fue la primera que le dio reconocimiento internacional y la primera que escribieron sus integrantes, pues inicialmente se dedicaban solo a hacer covers. Según dijo Dolores, es una canción sobre el rechazo y nunca se imaginó que iba a ser un hit.“Me inspiró una noche que estuve en un club llamado Madonna’s. Un chico me invitó a bailar y me pareció que era encantador. Hasta entonces siempre había pensado que poner la lengua en la boca de otra persona era asqueroso, pero cuando él me dio mi primer beso tuve que dejarlo seguir”, dijo Dolores a Irish Times.“No podía esperar para verlo de nuevo. Pero, en la siguiente discoteca, me ignoró y sacó a bailar a una amiga mía. Yo estaba devastada. Todo el mundo vio cómo me rechazaron públicamente. Todo es muy dramático cuando tienes 17, así que dejé salir todo en la canción”.Dolores añade que años después, cuando Linger fue un éxito, el chico que inspiró la canción le escribió una carta que decía: “Sé que la canción es sobre mí. Nunca quise herir tus sentimientos. ¿Podemos vernos?”. Para ese entonces, Dolores ya estaba casada con alguien más, así que pensó “Es muy tarde, ¡Tú me rechazaste!”, y nunca le respondió.Tras varias décadas, la canción sigue sonando en las bandas sonoras de distintas series de televisión y películas como Community o NCIS. Una de las apariciones más recordadas de la canción fue en Click, con Adam Sandler, en donde Dolores también hizo un cameo.Luego de la muerte de Dolores en 2018, la canción volvió a los listados de popularidad. Sin duda, se mantendrá como un himno por muchas décadas más.
Aquí estamos, como de costumbre, con nuevos temitas, pero queremos recordarles que tenemos un especial completo con reseñas de discos colombianos (álbumes de estudio y EP) para que conozcan y se empapen de la diversidad musical del país. También pueden echarle un ojo a los mejores temas y álbumes nacionales en este especial con lo mejor del 2020 .BALADA PARA PERREAR - LAS VILLA¿Quién está detrás?Hace casi 25 años nacieron en Bogotá Laura y Lucía Villa quienes desde muy temprana edad se dieron cuenta de su conexión con la música y el baile, así que decidieron empezar a camellarle a su proyecto y a buscar un sonido con identidad propia. Nadita fue su primer sencillo que las dio a conocer en gran parte de América Latina y en este 2020 ya han empezado a hacer colaboraciones y a ser producidas por pesos pesados del reggaetón como Ovy On The Drums y Tainy.Para ver | Las Villa se le miden a nuestro reto: ¿Quién es quién?¿De qué trata? Balada para perrear es una canción inspirada en una mujer que está cansada de sentirse triste después de una ruptura amorosa y que se mamó de llorar por lo que decide salir, divertirse, disfrutar del momento y pasar el trago amargo de otra manera.¿A qué suena?Producida por los colombianos Mango y Nabález (Katy Perry, Aitana, Sebastián Yatra, Juanes) es un tema con un inicio sonoro oscuro que evoluciona en un perreo. Cada nuevo tema de Las Villa va construyendo un estilo único gracias al tono vocal de las cantantes.¿Sobre el video?Danza contemporánea feat. perreo intenso, así se podría resumir el concepto visual de este tema. Un video en el que resalta el rojo pasión que simboliza la intensidad del sandungueo. El clip conceptual fue rodado en Miami, Estados Unidos, bajo la dirección de GUS.¿Cuándo escuchar? Las hermanas recomiendan darle play a todo volumen a esta canción cuando esté con el corazón roto por un amor fallido, puede que les ayude a cambiar de humor.Para ver | Ovy On The Drums, Karol G y su eficaz relación productor-cantante¡La música nos une!
Salimos con cámara en mano a hacer turismo musical por Bogotá y retratamos seis espacios de la capital que quedaron inmortalizados en videos musicales de décadas anteriores.Así se veía la Bogotá de la época en la que se rodaron videos como El álbum, de Aterciopelados o Señor Matanza de Mano Negra y así se ve la Bogotá pandémica, en 2020. Alerta spoiler: todavía no hay metro.(Para ver las fotos deslicen la línea intermedia hacia los costados) El álbum – AterciopeladosFecha de lanzamiento: 2000Álbum: Gozo poderosoEn el videoclip del álbum aparece el laboratorio del conocido fotógrafo Manuel Humberto Rodríguez, Manuel H, que estaba ubicado en la calle 22 con séptima.También a Margarita Rosa de Francisco posando en la Candelaria, en un escenario ocupado hoy por el grafiti. Bolero Falaz - AterciopeladosFecha de lanzamiento: 1995Álbum: El doradoEntre 1995 y 2020 cambió la ciudad. Antes había paraderos de autobuses que fueron remplazados por Transmilenio. La avenida Jiménez ahora es un espacio para peatones. En el recorrido, Andrea Echeverry pasa por un SENA y por el Banco de la República. Guerreros – Alerta KamaradaFecha de lanzamiento: 2012Álbum: Made In One2 (Vol. 1)En Guerreros Alerta Kamarada recorre el centro de la ciudad de noche y de día con Big Mancilla y Shino Castro. No ha cambiado mucho en los últimos 10 años. Ruido – La DerechaÁlbum: Polvo EresFecha de lanzamiento: 2011En el video, publicado en 2011, la hoy extinta banda La Derecha pasa por el Eje ambiental y la Estación museo del oro. Han pasado ya 10 años. Te mando flores – FonsecaÁlbum: CorazónFecha de lanzamiento: 2005Fonseca escogió para grabar el popular barrio La Candelaria, en el centro histórico de Bogotá. Algo crucial cambió en el paisaje. Ahora hay árboles.Señor matanza – Mano NegraÁlbum: Casa BabylonFecha de lanzamiento: 1994En 1994 los carros transitaban por en frente de la Plaza de Bolívar. De hecho, en el videoclip del clásico de Mano Negra se ve un carro rojo justo en frente de la Casa del florero y la Catedral primada de Colombia. Esta vez nos encontramos con una bici del mismo color rojo. Curioso detalle.
Aquí estamos, como de costumbre, con nuevos temitas, pero queremos recordarles que tenemos un especial completo con reseñas de discos colombianos (álbumes de estudio y EP) para que conozcan y se empapen de la diversidad musical del país. También pueden echarle un ojo a los mejores temas y álbumes nacionales en este especial con lo mejor del 2020 .TE QUIERO OLVIDAR - SALT CATHEDRAL, XIMENA SARIÑANA¿Quién está detrás? Salt Cathedral es el dúo formado por Nico Losada y Juli Ronderos, artistas que desafían la conformidad de género y que han logrado crear un sonido adictivo que trasciende fronteras. Ambos son bogotanos, pero se conocieron en Estados Unidos donde le empezaron a dar forma y personalidad a su proyecto musical en conjunto. En este tema colabora la mexicana Ximena Sariñana líder y rostro de una generación que le dio un revolcón al pop indie latinoamericano.¿De qué trata? La canción es uno de los 11 tracks que conforman Carisma, el primer álbum de Salt Cathedral, considerado por Shock como uno de los 25 mejores discos colombianos de 2020. La canción es una composición en español llena de melancolía y escrita con el corazón triste, pero con la convicción de que el dolor desaparecerá.¿A qué suena? La canción en su versión original tiene una fuerza sonora que desde el inicio mantiene activo el oído. Te quiero olvidar en su nueva presentación, o remix, tiene una exploración más profunda con los teclados y es un reggaetón pop en el que las voces de Ximena y Juli tienen protagonismo absoluto. Una fusión vocal que no sabíamos que necesitábamos, pero que agradecemos infinitamente.¿Sobre el video qué? Lamentablemente la pandemia no permitió que Salt Cathedral y Ximena rodaran un clip oficial para esta colaboración. Sin embargo, en enero de 2020, mucho antes del encierro por la pandemia, la banda grabó un video musical de una sola toma en el que se representa el desconcierto que se vive cuando se está con el corazón roto. Fue dirigido por Courtney Brookes.¿Cuándo escucharla? Cada versión de Te Quiero Olvidar tiene que disfrutarse por separado. Habrá días en que se conecte más con la versión del álbum Carisma y habrá otras noches en que prefiera dejarse llevar por el feat con Ximena. La canción es propia para escuchar mientras mira el cielo y trata de contar las estrellas.Para ver | 'Sex and the City' regresa, pero sin Kim Cattrall como Samantha Jones: ¿por qué?¡La música nos une!
Ya se estrenó en Disney + WandaVision, una de las series más esperadas del año. La serie es un spin-off del Universo Cinematográfico de Marvel (UCM), específicamente del personaje de Bruja Escarlata (Elizabeth Olsen) en el que ella vive una realidad alternativa con su esposo Vision. La serie es también un guiño a las comedias clásicas estadounidenses.Como suele suceder con todas las producciones de Marvel, hay varios “easter eggs” o mensajes ocultos: algunos muy familiares, otras para grandes conocedores. Aquí repasamos algunos de ellos. (Alerta: hay spoilers de WandaVision y de otras películas del UCM) El tostador En un momento del primer capítulo, vemos un comercial falso de un tostador de la marca Stark Industries (sí, la empresa de Tony Stark). El tostador hace “beep” antes de que el pan esté listo, en un estilo muy parecido a una bomba.En Avengers: Age of Ultron (2015) supimos que los papás de Wanda fallecieron a causa de un explosivo, que dejó a Wanda y a su hermano Pietro atrapados bajo los escombros durante 2 días ants de ser rescatados. La asociación con Stark Industries hizo que en un principio la bruja escarlata tuviera cierto desdén por Los Avengers.El vinoUna referencia que muchos habían visto desde el tráiler. En el primer capítulo, cuando Wanda salva la cena con magia, se observa un vino de marca Maison du Mépris, una referencia al cómic House of M, en el que Wanda crea realidades alternativas para superar un trauma. Todo apunta a que e sla principal inspiración para la serie. El calendarioEn el primer capítulo, vemos que la pareja tiene un calendario con la fecha del 23 de agosto marcada. Muchos la relacionaron con la edición 238 del cómic de Avengers, en el que Vision vuelve a activarse luego de pasar por un campo de energía mágico.El intro animadoAdemás de ser una clara referencia a Hechizada, en el intro animado es posible apreciar algunas referencias al comic Vision, de Tom King. En él, Vision intenta llevar una vida normal humana. Por eso construye un perro, usaba pantuflas y se enfrentaba a un villano llamado Grim Reaper. Los huesos del perro, las pantuflas y el casco de Grim Reaper alcanzan a apreciarse por unos minutos.El helicópteroLa aparición de este objeto podría sugerir que la realidad intenta entrar a la realidad creada por Wanda. El logo es de SWORD, la agencia que se encarga de las amenazas extraterrestres a la seguridad mundial en los cómics de Marvel. Es la contraparte espacial de SHIELD que tiene que ver con las amenazas locales. En los créditos finales del primer capítulo también vemos que Wanda y Vision están monitoreados por SWORD.Mientras algunos asociaron los colores del helicóptero con Iron Man, otros creen que el rojo en el helicóptero, así como el rojo de la sangre de Dottie en una escena posterior son referencia a Wanda y a sus poderes, precisamente es la bruja escarlata. La llamada a WandaEn un momento del segundo capítulo, vemos que a Wanda la llaman por medio de una radio. La voz es de Jimmy Woo, quien fue interpretado por Randall Park en Antman y la avispa. Parece que Woo está vinculado a SWORD.El relojEn el segundo capítulo también vemos un comercial falso, esta vez anunciado un reloj de la marca Strucker. El Baron Wolfgang Von Strucker era líder de Hydra, la organización terrorista de todos los cómics de Marvel. Strucker experimentaba con Wanda y su hermano Pietro, en un proceso en apariencia muy doloroso.El reloj se detiene a las 2:42, en referencia a la edición 242 de Avengers, en la que el cuerpo de Vision es reparado luego de ser desactivado. En este número también hace una aparición La bruja escarlata, quien posteriormente se une a los Avengers.El embarazoAl final del capítulo 2 vemos que Wanda está embarazada, tal y como sucedió en el cómic The Vision and the Scarlet Witch, en el que Wanda tiene a 2 gemelos, que resultan siendo fragmentos de Mephisto, un demonio cuyo propósito es sembrar caos en el planeta. Muchos relacionaron la frase “el diablo están los detalles” con este personaje. Para otros no es coincidencia que Dottie sea interpretada precisamente por Emma Caulfield, cuyo papel más recordado fue en Buffy, la cazavampiros como una demonia.
El tercer día del Festival Estéreo Picnic 2017 tuvo de todo en grandes porciones y radicalmente representado. Desde lo folclórico tradicional y raizal representado por Totó La Momposina o Canalón de Timbiquí, lo folclórico moderno de Bazurto All Stars, Romperayo o Cero 39, lo folclórico vanguardista de Chancha Vía Circuito, Mateo Kingman o el propio Quantic, hasta lo más robusto de la electrónica contemporánea, representada por Martin Garrix, Deadmau5, Gus Gus o Richie Hawtin. En el intermedio hubo además toques de Wiz Khalifa y Sublime with Rome, para explicar por qué hubo tanta diversidad de públicos y expresiones. Estas imágenes demuestran que el Estéreo Picnic se ha consolidado como un escenario plural y poderoso.
A la octava edición del Estéreo Picnic le metimos color y tinta. De la mano de dos de las firmas más prominentes de la capital colombiana, Skore y Ledania, llenamos de obras hechas con aerosol uno de los mejores espacios del Parque 222: nuestra carpa de prensa. Ledania y Skore, son dos artistas capitalinos que han llevado sus obras y murales a lo largo y ancho del país y del mundo. Sus trazos son inconfundibles y además de las múltiples paredes que han pintado en las calles la gente que vino a Estéreo Picnic podrá recordar las figuras que nos dejó para decorar nuestro puesto de trabajo en el escenario principal.
Daniel, Carlos y Monica son solo tres nombres de las docenas de historias de personas sordas y ciegas que pisaron el Estéreo Picnic y se sollaron el festival con cada uno de los artistas. El festival y el Min TIC crearon un espacio exclusivo para estas personas en el que les describían e interpretaban todas las canciones que estaban sonando. Se bailó, se gozó, pero sobre todo se creó un espacio de inclusión que debería empezar a replicarse en cada uno de los festivales de música del país.
Nunca dejamos de sorprendernos en el Estéreo Picnic, de eso se encargó tal vez el primer caído de la segunda jornada cuando lo vimos tragar un poco de agua y barro tan solo a las cinco de la tarde, paradójicamente con una banda buena onda que todo el tiempo invitaba a bailar como Cocó Nonó. Una de esas buenas propuestas colombianas con talante de orquesta, de espíritu gipsy y gitano muy cercano al jazz y al swing que se tomaron el escenario Tigo, cuando todavía no había llegado el grueso de la gente, no para divertirnos, sino para pasarlo bueno sin temor de ser egoistas. Y eso se notó en escena, en sus solos de guitarra, de saxofón y hasta en sus coreografías bailables espontáneas. Pero no perdamos el foco, porque los borrachos son un símbolo inequívoco para entender que la gente cuando festivalea lo hace sin preocupación alguna y con la actitud de pasar los mejores tres días de su vida, así a veces se pierda el sentido. Y aunque parezca obvio, no está de más recordarlo. Lo que sí es verdad es que tal vez hubiera sido más consecuente que sucediera en la presentación de los HotPants, que con su rock melancólico de baladas distorsionadas era de suponerse que hubiesen podido destruir su corazón con la nostalgia de su sonido más fácilmente. Incluso era mucho más verosímil que bajo el efecto de los versos de N. Hardem, que explícitamente invitaban a volar, los aterrizara luego sin piedad con ese clamor poético y callejero de ir mucho más allá de sobrevivir. Pero más que hacer un intento fallido de una lectura sociológica o antropológica sobre los motivos que tiene la gente para acudir al Picnic, porque sería demasiado ambicioso, lo interesante fue la evolución de los comportamientos. Hordas y hordas de gente luchando contra el barro desplazándose para ver a sus bandas favoritas como si fueran pueblos errantes. Y aunque eso pasa en los festivales, en el Picnic no ocurría por las razones correctas, que no deberían ser otras que hacerlo para poder capturar la mayor diversidad de propuestas en la memoria. Años atrás todo indicaba lo contrario. Muchos asistentes caían incluso en videos que sugerían bandas mentirosas en el cartel, porque realmente un gran número venía a otra cosas y ni siquiera tenían un playlist en su cabeza. Ahora podemos decir que se puede ver y sentir un mood diferente, a pesar de que gran parte de las bandas invitadas no sean de 20 o más años de historia. El indie parece haberse vuelto más comercial que de costumbre. El regreso de Two Door Cinema Club al Festival es testimonio de ello. El escenario Budweiser casi colapsó con la avalancha de gente y fue casi imposible de ver para los que no llegaron con mucha anticipación. Este parche de irlandeses de guitarras con carácter exprimió al máximo su repertorio incluyendo el último trabajo discográfico Gameshow. Zalama Crew fue otra de las bandas que aunque viene haciendo la tarea desde hace años, en la capital todavía no tenía nada ganado. Al final el público respondió y los acompañó en ese viaje de ritmos, que con una base hip hop recorrió los caminos del reggae, el funky y el pacífico sin complejo alguno. Su evolución desde que ganaron el Festival de bandas de Shock en 2010 fue notoria. El Picnic era un gran parque de atracciones que además de lluvias de hamburguesas de Presto, activaciones de Adidas, almohadazos de Radioacktiva, piscina de pelotas y mirador, lucía un público cada vez más educado. Fiesta con Flume para los que tenían la electrónica en la sangre; el niño prodigio de los tornamesas tuvo las mejores visuales de la jornada y brilló con luz propia sin necesidad de sus célebres colaboraciones; para la sabrosura ahí estaba Rawayana de Venezuela; si su aspiración era más rockera ahí estuvo Silversun Pickups, la banda californiana que no en vano es comparada con The Smashing Pumpkins, porque su sonido es un pasaje directo a los 90; también Catfish and Bottlemen con una cadencia mucho más britpop y por supuesto los neoyorquinos de The Strokes. Julian Casablancas dando cátedra de actitud y de la honestidad que requiere tocar en vivo sin la falsedad del playback, así algunos no les haya gustado los baches causados por su falta de oxígeno y quién sabe por qué más. Casi 20 años esperándolos y no solo por sus clásicos, sino por su más reciente EP Future present past, con el que los fanáticos enloquecieron con canciones como Threat of Joy y Drag Queen. Clásicos como Last Night, Someday y Reptilia le regalaron esa dosis de genialidad y tradición que todos pedían, porque como se dice en el fútbol, ellos tenían la historia que se necesita para ser considerados leyendas vivientes. Claptone y Caribou dieron la estocada final cuando el amanecer era inminente y el posterior karma del trancón de regreso a casa era inevitable. Estéreo Picnic 2017: Las 50 mejores fotos del segundo día
Fotos por: Alejandra Mar, Fox, Daniel Álvarez, Alejandro Gómez, Jonathan Edery Arrancó el segundo día del Estéreo Picnic y aunque la lluvia nos metió un buen susto con un torrencial aguacero antes de comenzar, a la final el clima se comportó. El lodo no fue problema, la gente terminó por asumir los barrizales con buena cara y estas son las caras y el parche de todos los que vinieron desde muy temprano.
Texto y coolhunting por Mayra Hernández @Mayaelectrik Fotos por Jonathan Ederi @ikuvisual y Alejandra Mar @Alejandra.mar Apliques y más apliques de brillo y destellos de color alrededor de los ojos. Soplos de escarcha, stickers de estrellas o figuras geométricas de esencia mística con peinados dignos de la princesa Leia. La nueva tendencia de maquillaje del momento se tomó los rostros de chicas y chicos festivaleros en absoluta sintonía con la temática intergaláctica de Estéreo Picnic 2017. Como si se tratara de modelos sacadas de la misma editorial que el festival armó este año para presentar su nueva línea de ropa, fueron llegando desde temprano y con los últimos rayos de sol, todo un repertorio de guapas totalmente apropiadas del encanto místico y vibrante de esta tendencia de maquillaje. La misma que le hace guiño al furor metalizado que alguna vez reinó en los 2000 y que desde hace un tiempo se viene tomando feeds de Instagram y Pinterest, pasarelas de moda, urbanas y por supuesto los senderos festivaleros. Para la muestra, unos cuantos deslumbrantes botones en la mayoría maquillados en el stand Make Up Your Life del Hippie Market que se encargó de liderar esta brillante movida de maquillaje en el picnic.
La experiencia del Estéreo Picnic genera muchas emociones. El éxtasis de tener al frente a nombres gigantes como The Weeknd, Justice, The Strokes, Flume, Rancid, Deadmau5 o Glass Animals puede llegar a inducir muchos estados. Nuestros fotógrafos salieron a disparar sus cámaras para capturar las expresiones que demuestran el sentir de la gente que vino al Picnic sin importar el trancón, la lluvia, los escases de dinero o el barro. Fotos por: Alejandro Gómez, Alejandra Mar, Daniel Álvarez, Fox Ph, Jonathan Edery y David Schwartz
Ayer la fiesta en el Estéreo Picnic nos dejó agotados. Fue el primero de tres días de trasnocho y música que no paran y que seguramente vamos a recordar por todo el año. Los estragos del primer día estuvieron a cargo de la apoteósica fiesta que nos proporcionaron Rancid, Justice y The Weeknd. Como siempre, el resultado fueron cuerpos cansados, cascados, basura y un recuerdo borroso. Son los gajes de una celebración que cumple ocho años haciéndonos creer en el potencial de Colombia para acoger grandes actos.
Arrancó el Estéreo Picnic 2017 con un primer día de muchas emociones y un balance musical increíble. Una banda sonora en la que es difícil destacar a Rancid por encima de Cage the Elephant, o Glass Animal en vez de The Weeknd. Sonidos que quedaron en la memoria de los asistentes y que hoy, un día después, con toda la calma del mundo, los recordamos de una forma diferente, mucho más visual, como si fueran destellos de un día inolvidable. Estas son las mejores 50 fotos del primer día del Festival desde la óptica de nuestros maestros de la fotografía. Fotos: Daniel Álvarez, David Schwarz, Alejandra Mar, Zorro, Alejandro Gómez y Jonathan Edery.
Nos fuimos a recorrer los rincones más concurridos e íntimos del festival Estéreo Picnic 2017, con el propósito de realizar un pequeño estudio sociológico espontáneo que nos permitiera conocer el espíritu de los asistentes al festival. Las razones por las que miles de personas a pesar de la dureza del clima y las incomodidades decide enfrentar el trancón bogotano para vivir durante tres días la experiencia festivalera. Con curiosidad indagamos sobre las bandas que la gente vino a ver, el presupuesto y lo que pensaban hacer con él, lo mejor y lo peor de festivalear y por supuesto, sobre la actitud necesaria para pasarla bueno. Testimonios del público anónimo, el que se goza verdaderamente la música, los dueños del parche, y de paso, por casualidad, la palabras de Tostao de ChocQuibTown, que se vistió en esta edición de civil, para gozarse el Picnic desde otra perspectiva.
El primer día de Estéreo Picnic recibió a la crema y nata de la industria musical en su mejor momento. Y nos dieron una fiesta a la que ni Yerry Mina y Miñia juntos le hubieran aguantado el voltaje. Por Fabian Páez López //@Davidchaka A los 15 actos del primer día del Estéreo Picnic 2017 se le sumó esta vez uno que, por mucho, fue el antónimo de lo que vinimos a ver en el Festival. Y que de rebote, ayudó a las bandas locales. Fue el partido que la Selección Colombia jugó en Barranquilla contra Bolivia, que presentaron en una de las tarimas del evento, justo antes de que los bogotanos de Nanook (‘El último esquimal’), y los paisas de Popstitute abrieran el telón de la fiesta. Le ayudaron de rebote a las bandas locales porque, por primera vez, en las ocho ediciones que llevamos de fiesta Picnic, las agrupaciones de la casa que se pusieron las botas para la ardua tarea inaugurar un festival tenían ante ellos a un público considerable. Se ganaron su lugar con creces, con shows elaborados desde el mínimo detalle de vestuario y luces. Fue un aviso más de que la escena local se fortalece cada año y da golpes más certeros en todas las ciudades. Popstitute, Nanook y Julio Garcés representaron a las tres principales capitales del país: Medellín, Bogotá y Cali. En el partido, que terminó con un soso 1-0 a favor de la Colombia, después de un rebote que dejó James tras errar un penal, sucedió todo lo contrario de lo que se nos venía en las tres tarimas del festival. Teníamos enfrente un cartel que cumplía, de lejos, todo lo que la Selección (por lo menos después del mundial) y la liga local no han podido hacer. Otros eran los tiempos en los que teníamos que esperar a que las grandes agrupaciones estuvieran en el ocaso de su carrera para poder verlos pisar esta tierra. Con este día de Estéreo Picnic quedó claro que los nombres grandes vienen en la apoteosis de su carrera. Así se debían sentir los equipos de la liga criolla en la época de los dineros ilícitos en el fútbol, con la capacidad de pagar a cualquier jugador de élite. Es como si Falcao hubiera llegado a jugar contra Bolivia después de marcar el doblete y clasificado a cuartos de Champions. Por suerte en la música no tenemos la suerte de Radamel. Seis de los headliners del Festival llegaron en pleno momento de éxito comercial en el mundo. Y, claro, sobra decir que una banda como Rancid, sea cuando sea, está en lo más alto. Repasémoslos uno por uno. El dúo francés conformado por Gaspard Augé y Xavier de Rosnay, Justice, vino a estrenar en Colombia un show nuevo que incluía uno de nuestros álbumes favoritos de 2016, Woman; tal y como lo hicieron en 2012 en el Castillo Marroquí, partieron la historia de la fiesta en Bogotá con un set preciso en el que daban ganas de quedarse a vivir por mucho tiempo, está vez con más voces angelicales y líneas melódicas de música clásica más acentuadas que se sumaron al viejo repertorio del Audio, Video, Disco. The XX estrenó, recién empezamos 2017, un álbum revelador: I See You, placa con la que puso a cantar a grito herido a la gente del escenario principal y sumándole nostalgia a la noche. Fue un show con una intensidad semejante a la de los recientemente ganadores del Grammy a Mejor Álbum Rock, Cage The Elephant. Si rebobinamos, un año atrás también tuvimos frente a nosotros al ganador de ese premio: Alabama Shakes. Por si fuera poco, The Weeknd, casi que se acababa de bajar del escenario de los Grammy, tras hacer una presentación con los papás del french house, Daft Punk, para venir a presentar Starboy, la placa que no solo lo acercó al dúo robótico sino que lo puso en los primeros lugares de cuanto ranking hay en el mundo; Tesfaye dio catedra de cómo llenar un escenario con la sola presencia de un tipo con una voz que pareciera perfeccionada en un estudio. G-Eazy y Glass Animals son dos jóvenes realidades que están a punto de explotar y de merecer ocupar lugares centrales en nuestro radar musical. El primero, es un rapero que está redefiniendo la estética del Hip Hop y encausando los cruces del género con el pop. Los segundos, son un cuarteto de Oxford que recién firmaron su segundo álbum, How to be a Human Being: una joya muy bien lograda desde las letras hasta la psicodelia enérgica de sus instrumentos. Y claro, la mención especial se la lleva la banda que está por encima del bien y del mal. Rancid, las cabezas del resurgimiento del punk después de los 80 hicieron que el picnic terminara en pogo. Uno más amable en el que había tiempo para selfies, pero al fin y al cabo con el poder catártico del pogo. Con su formación intacta, la banda de Tim Armstrong nos sirvió el momento más visceral de la fiesta. Una fiesta a la que ni Miñia y Yerry mina juntos le hubieran aguantado el voltaje.
Abel Tesfaye es todo: cantante, compositor y productor. En escena lo es, es un monstruo capaz de dominar una tarima tan grande como la del Estéreo Picnic, tiene la fortaleza de embrujar a todo un público sin necesidad de una gran banda, su voz suena como en sus discos y esa es precisamente su magia. The Weekend fue una banda gigante y lo demostró en la tarima del Estéreo Picnic.
El power de Bob Moses no nos dejó parar de bailar. Los ganadores de dos Grammy (Mejor grabación bailable y Mejor canción remasterizada) por “Days Gone By”, nos demostraron por qué siguen siendo uno de los grupos canadienses más taquilleros de los festivales del mundo. Desde su primera visita a Bogotá en 2015 donde se presentaron en el acabado Billares Londres, nos dejaron con ganas de repetir lo sonidos de los beets y del teclado que emiten en cada una de sus canciones. Esta vez fue Tom Howie quien se robó el show cuando en un solo de teclado puso al público a gritar y a saltar.
Un cielo pintado de gris en Bogotá desde el principio de la semana, y uno que otro aguacero, fue la clara señal de que este año tocaba vestirse para sobrevivir al frío y darlo todo en las pistas del Estéreo Picnic sin asomo alguno de hipotermia. Solo fue que abrieran las puertas del festival para que una nube apocalíptica se pintara en cielo y se soltara un torrencial aguacero momentáneo que despejó el cielo como antesala de una noche helada pero sin una gota de lluvia. En pocas palabras, el escenario perfecto para que se esfumaran las capas y salieran al ruedo las buenas pintas anti-helaje que se armaron los asistentes, dignas de un reporte de las últimas tendencias de invierno. Chaquetas de piel (ojalá sintético), abrigos oversize, chamarras de cuero con apliques ovejeros, gorros de lana y capas para la lluvia con estampados alternativos, fueron la prueba de que el público de Estéreo Picnic ya viene más que preparado para hacerle el quite a las bajas temperaturas y disfrutar de la fina descarga musical que se fajaron actos como Glass AnimalS, The XX, Cage The Elephant, Rancid y The Weeknd. Antes muertos que sencillos y con frío.
Ságan, el grupo que lidera la increíble voz de Mónica Gutiérrez se presentó por primera vez la tarima de Estéreo Picnic. Logrando llevar a los fanáticos y espectadores en un viaje íntimo y mágico al ritmo de los instrumentos, las visuales psicodélicas bajo las notas de una electrónica experimental, sonidos ambientales envolventes, percusiones microscópicas y voces etéreas que aspiran tanto a la introspección como a la cosmonáutica. Fotos por: @Fox_ph