Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Cabezote FEP 2024

El sobeteo es del Sur: un sábado de Estéreo Picnic dedicado a la grasa (y al caos)

El Sur lo hace todo más placentero, más cercano a nosotros mismos, más honesto y distante de las ideas de perfección y limpieza que se ven en los artistas anglo de la fecha.

FRUKO Y SUS TESOS EN EL ESTEREO PICNIC 2024 VANESSA JIMENEZ _VJG9388.jpg
Fruko y sus Tesos en el Festival Estéreo Picnic 2024
// Foto por Vanessa Jiménez

“Para hacer bien el amor hay que venir al Sur”, cuenta la historia musical legada por nuestros padres. A lo mejor, de pequeños, probablemente dormitando en silla Rimax, los colombianos escuchamos a la italiana Raffaella Carrá cantar ese coro.

Aunque su compatriota que escribió el tema señalaba que la decisión fue puramente porque “venir al Norte” no rimaba, hay algo de credo fundamental en la certeza con la que hemos cantado y escuchado cantar esa idea.

El sábado se nos manifestó en formato megafestival.
¿Qué hay entre Fruko y sus tesos, M.I.A., Feid, Grupo Frontera, Dillom, El Kalvo, Lolabum y Monsieur Periné?

Además de sus presentaciones en el tercer día de la edición 2024 del Festival Estéreo Picnic de Bogotá, son todos del Sur Global.

Publicidad

Lo cargan como bandera. Buena parte de los cuarenta y dos mil asistentes a la fecha lo llevan marcado en sus guayabos, sus sonrisas y sus caderas cansadas.

Muchos asistentes se han llevado, lastimosamente, otras marcas: desde el sonado caso de discriminación a una asistente con movilidad limitada pasando por la insuficiencia en el acceso al mínimo vital de agua o el absurdo de un hombre extranjero drogado que se desnudó y acosó a las mujeres cercanas durante el show de Feid.

Publicidad

El mundo en el que vivimos, las sombras que desde el Norte traen la escasez y la ira, no dejan que todos podamos amar el Sur.

No es que sea sensato esperar vivir el Sur en un megafestival, donde este tipo de situaciones son pan de cada día casi que por la naturaleza misma del evento y de los problemas estructurales que lo rigen más allá de lo que pueda o no garantizar la producción. Pero, sin duda, es una ventana hacia él en medio de un mundo de paredes.

“¡Los ecuatorianos se están metiendo a los conjuntos de al lado!”, gritaba San Pedro Bonfim, cantante de la banda Lolabum, a medida que invitaba a sus amigos y colaboradores connacionales al escenario.

“No se olviden del Ecuador, por favor. El Ecuador existe. No nos dejen solitos. Escuchen música ecuatoriana, por favor”, dijo al cerrar, y después de hablar de la crisis social del vecino país, que llevó a que él y Martín Erazo migraran hacia Colombia en busca de oportunidades para tocar.

Publicidad

¿Dónde queda ese Sur y para qué conocerlo?

¿El Sur es donde se acaba el Norte?

En medio de la actual crisis para conseguir headliners de la talla mundial a la que nos tenían acostumbrados, los festivales como el FEP han tenido que buscar convencer a través de la promoción del festival como experiencia por descubrir, apoyados en carteles de artistas enfocados en sus artistas medianos y pequeños.

Publicidad

De hecho, en el caso del Estéreo Picnic cuentan con la ventaja de que Colombia sea una potencia mundial musical tal que pueden fácilmente incluir artistas como Feid o Fruko y sus tesos, que son titanes comerciales.

Lo de estos últimos es para los libros: un repaso por el catálogo más salsero del maestro Fruko y otras grandes leyendas del género fue más que suficiente para dejar al Estéreo Picnic en modo fiesta.

“Yo quiero pedir un saludo, en donde quiera que esté, al Joe Arroyo”, dijo el bajista maestro de nuestra patria ante un Simón Bolívar extático ante las primeras notas de Rebelión, el condimento perfecto para poner en contexto histórico la herencia afro presente en la música con la que bailaríamos toda la noche.

En paralelo, el escenario Presente se convertía en un púlpito sin precedentes: una misa rap con todo y chucito pa’ la mentica y el canelazo de los amurados.

Publicidad

Los tres golpes nos encomendamos a una fe en la comida, dadora de vida. Y con una banda e invitados de lujo hablamos de hip-hop bogotano en todas sus letras: con su idiosincracia tan particularmente fijada en lo grotesco, lo gráfico, el revoltijo entre lo que no se supone.

Selene y Penyair metieron los otros dos batazos: la una diciendo presente como primera rapera colombiana en participar en solitario en el festival; la segunda como la gran y más brillante estrella del hip hop capitalino, del rap del espíritu que ha cobijado desde las baladas sentidas como Nada hasta las reflexiones más calle que ha cantado al lado de Realidad Mental.
El Sur es eso. Es tener que arrancar desde abajo por las boronas, recogiendo todo y raspando plato. La metáfora implícita en poner el Norte siempre arriba en todos los mapas es en realidad dos: el intento del Norte de enunciarse como superior y su error al no entender que todo lo que sube debe bajar. Todo tiende abajo, por ende tiende al Sur.

Publicidad

Lo vemos en las fiestas del mundo. Antes de que el festival empezara, ya celebrábamos la decisión curatorial de que el festival se hiciera parte del auge de la electrónica latinoamericana a través de la participación de artistas como Arca, Verraco y Tainy.

Esa misma lectura de pertinencia se puede hacer respecto a la nueva ola de trap y hip hop regional, encabezado por argentinos como Dillom, quien ayer encarnó el lado más furioso de la fecha, principalmente encaminada a la fiesta latina en general. Los pogos sucesivos, intercalados por temas que hacen brillar su sensibilidad pop, removieron costras de los jóvenes corazones que comparten su nihilismo estructural.

Al otro lado del Simón Bolívar, el Grupo Frontera hacía subir a Morat como invitado, marcando un hito histórico para el proceso de consolidación de los corridos mexicanos como parte esencial del mainstream en español. El festival no es solo una celebración del mestizaje sino un escenario para él.

De hecho, hubo una artista que lo exhibió estrenando un dembow con asistentes colombianos en escena. Existió cercanía sonora entre mucha de la música más fuerte de los grandes referentes electrónicos del cartel y la de la icónica M.I.A., de ascendencia de Sri Lanka.

Publicidad

La biografía de la autora de Paper Planes, junto a su mensaje, su reflexión sobre el imperialismo y su vocación por la percusión sincopada, invita a ver la proximidad entre países y realidades tan distantes. A fin de cuentas, ella fue una de las más importantes para avanzar en el proceso de la infiltración de lo más alto de la electrónica, el pop y el hip-hop anglo.

El perreódromo

Trap y reguetón de Blessd calentaron los motores de la noche.

Publicidad

Contrario al escepticismo sumo con el que fue recibida la noticia de su inclusión al cartel como artista sorpresa, los asistentes recibieron con calor al bendito y agradecieron su puesta en escena, enérgica aunque repetitiva.

El bendito sí tiene bendición, y es su capacidad para trasladar a su música un modo de ser del deseo y el romance que está atravesado por una masculinidad agresiva, popular y urbana. Lo logra también en escena, donde luce intimidante y fuerte.

Festival Estéreo Picnic 2024 dia 3
Festival Estéreo Picnic 2024 dia 3
Fotos de: Valentina Alfonso (@valentinalfonsog_ph) Nicole Díaz (@nicolediazar), Vanessa Jiménez (@vanne_jimenez_g), Alejandra Mar (@alejandra.mar) Natalia Pedraza (@pedrazabravo).

Pero faltaba rato para los platos fuertes. Feid gozó del primer lleno total del escenario principal del Estéreo Picnic hecho en el Simón Bolívar.

Desde unas horas antes de empezar, ya se acumulaban las pertenencias de los parches en montañas protegidas por círculos de perreo. Si es que era posible, pues al menos al primer tercio de la concha acústica le tocó en suerte bailar tan pegado como se hace en discotecas como Perro Negro.

Publicidad

Con el paso de su ya clásico spot publicitario del juguete MonsterTruck “Sapo Perreitor”, cayó el telón que oculta el stage: una pista para dicho carro pero también para que la sonrisa brillante de su dueño juegue a lo que quiera con laringes y coxis de los verdaderos muñecos de la situación.

Con cada pausa para hablar al público vino el vitoreo a nombre de Ferxxo, y con invitados de la talla del mismo Blessd, J Quilles o los Brokix, giraban las botellas y los plones que ponían en estómago el calor que ya se sentía en toda nuca.

Publicidad

Que Feid coronó como héroe musical del país, aún con un setlist mejorable y una cierta monotonía sonora, no debería llevarnos a la posición esnob de quien cuestiona el gusto de quienes lo han llevado hasta donde está. En cambio, resuena como un agúzate, que aquí están es perreando.

Por algo, por el flow, la voz prístina que poco se destaca a la hora de hablar de él o su mero carisma. El mismo necesario para poner a su guitarrista a amagar con el fraseo de “Baracunatana” o para convertir secciones de sus hits en otros géneros autóctonos como la cumbia.

Después vino el puertorriqueño Tainy, la figura más importante del perreo que haya estado en el festival. Su set fue un recorrido discontinuo pero elegante por su amplísimo catálogo de hits, y con ello continuó la fiesta iniciada por Feid. Y aunque ha sido en sus manos que ha originado mucha de la innovación musical en el género, el show generó dudas sobre la manera en la que esa vanguardia pueda traducirse en nuevos formatos en vivo.

El Sur del sobeteo

Cuando hablamos de sobarlo no nos referimos a bailar, de la misma forma que hablar de picante no es hablar de salsas. El Estéreo Picnic parece estar entendiendo cómo se traduce eso en festival, aunque persistan las carencias en materia de prevención y en cultura del consumidor de psicoactivos.

Publicidad

El sábado, esa curva de sonidos tan decididamente latina, es evidencia. Placebo, Poolside, The Blessed Madonna o WhoMadeWho tuvieron grandes shows también, pero contrastaron con la propuesta del resto: desde los mencionados hasta la cantautoría pop de Laurél o R&B en caso de More, pasando por el trap de Homie! o la fiesta de Afrolegends, o el dolor que emana de Los Dinosaurios Murieron Ayer o Volcán.

El sobeteo es el sur porque viene de esa ruptura con lo esquemático y obvio del norte.

Publicidad

Lo hace todo más placentero, más cercano a nosotros mismos, más honesto y distante de las ideas de perfección y limpieza que se ven en los artistas anglo de la fecha.

Solo el tiempo dirá si este es un camino que continuarán explorando los curadores del Estéreo Picnic, pero son fechas como estas las que transforman por completo la actitud de un público tan acostumbrado al consumo anglo. La grasa se unta, y la capital quedó recubierta y pegajosa.

  • Publicidad