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Los conciertos ya no saben cómo más reinventarse

Recopilamos algunos ejemplos de cómo la industria de la música en vivo se ha reinventado durante y después de la cuarentena.

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Virgin Money Unity Arena (2020)

Cuando en Colombia se anunció la cuarentena obligatoria como medida preventiva ante la propagación del coronavirus estábamos a menos de un mes del Festival Estéreo Picnic, que para su edición de 2020 tenía como headliners a Guns N’ Roses, The Chemical Brothers y The Strokes. 

Junto con la pandemia, se propagó por el mundo una medida de precaución y prevención dolorosa para los fanáticos de la música en vivo: la prohibición de reuniones masivas. Y con esa prohibición, las industrias musicales, artísticas, audiovisuales y de entretenimiento en vivo se vieron directamente afectadas. Cientos de artistas detuvieron sus giras y festivales como el Estéreo Picnic fueron cancelados. Además, los escenarios acostumbrados a recibir a bandas emergentes se vieron obligados a cerrar sus puertas. 

Lea también: Coronavirus: así ha afectado al negocio de la música en vivo

Estamos lejos de encontrar una vacuna para el coronavirus y mientras esto no pase, los eventos masivos van a ser escasos. Sin embargo, la industria está buscando maneras para que volvamos a disfrutar de las fiestas y conciertos que tanto hemos extrañado. 

Si bien falta mucho para que en Colombia comencemos a pensar en volver a los espacios de entretenimiento en vivo, en otros países del mundo, donde la emergencia sanitaria ya está un poco más controlada y se ha estado volviendo de a poco a un estilo de vida más cercano a la normalidad, han gestionado nuevas formas de funcionar para mantener la música en vivo llegando a las audiencias. Algunas rebuscadas. 

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Se han diseñado, por ejemplo, trajes especiales que aislen a las personas del contacto con los otros y con las superficies, o artistas que han dado conciertos a un número limitado de personas metidas dentro de burbujas que les permiten bailar y moverse con libertad dentro de estas.

Les contamos cómo artistas y organizadores de eventos se han reinventado durante y después de la cuarentena para revivir la música en vivo. 

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Conciertos y fiestas a través de plataformas digitales

Con el inicio de las cuarentenas nació la tendencia de los conciertos digitales. Un formato íntimo y fácil de realizar para los artistas que sin la necesidad de tanta producción podían acudir a sus perfiles de redes sociales para compartir un poco de música con sus seguidores de todo el mundo. También se han creado plataformas como Club Quarantine al que miles de personas pueden conectarse a través de Zoom y presenciar shows sorpresa de artistas como Charli Xcx.

Otra modalidad ha sido compartir en canales de Youtube material de archivo de conciertos pasados. Así lo hizo, por ejemplo, Radiohead, que publicó 13 de sus conciertos más icónicos, o Metallica, que entre los shows que ha compartido en su canal está el que dieron en Bogotá en 1999.

Si bien el internet permite democratizar muchos contenidos, es cierto que el mayor ingreso de los músicos proviene de las giras y shows en vivo, por lo que algunos han recurrido a hacer conciertos virtuales pagos. Este es el caso de Paola Jara y Jessi Uribe o The Rolling Ruanas en Colombia. 

Lea también: Jessi Uribe, Paola Jara y los conciertos digitales pagos

Estos conciertos pueden ser una buena manera de que los artistas se mantengan cercanos a sus fanáticos y utilicen su arte para entretener, distraer y reconfortar a la gente que, al menos en Colombia, lleva más de 100 días encerrada en casa. Sin embargo estas experiencias pueden sentirse repetitivas y quedarse cortas al momento de ofrecerle a la audiencia algo diferente.

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Festivales digitales

El Unión Festival Digital surgió en Colombia a finales de abril como una de las primeras opciones para llevarle a las audiencias distintos tipos de entretenimiento en medio de la incertidumbre de la pandemia. En el Unión Festival se presentan una serie de contenidos que van desde los shows de música en formatos originales hasta los escenarios interactivos para aprender de personalidades que trabajan alrededor del entretenimiento y las industrias culturales. Al momento de escribir este artículo el festival ya completa cuatro ediciones a las que se han conectado más de 150,000 personas. 

Festivales importantes alrededor del mundo fueron cancelados a causa de la pandemia, como Coachella, Glastonbury, Tomorrowland y Lollapalooza. Coachella, por ejemplo, publicó un documental que reúne sus 20 años de historia. El Glastonbury compartió durante todo un fin de semana y a través de la BBC los mejores conciertos que tenían guardados entre sus archivos, y asimismo lo hizo Lollapalooza, que acudió a YouTube durante el fin de semana que se realizaría el festival en Chicago para desempolvar los mejores shows y compartirlos, gratuitamente, con su audiencia.

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Sin embargo, el festival que marcó la pauta y subió la vara fue Tomorrowland. Armaron escenarios animados y con la posibilidad de adentrarse en ellos a través de gafas de realidad virtual, efectos especiales que asimilaban auroras boreales, juegos pirotécnicos y avatares que gritaban, chiflaban y coreaban completaron la experiencia. La tecnología demostró que puede estar en función de la música en vivo, así sea a través de una pantalla. Para poder participar de esta experiencia Tomorrowland cobró una entrada que, según asistentes, estuvo bien invertida.

En Colombia se está planeando una experiencia similar para el Día de rock 3.0, programado para el 19 y 20 de septiembre de 2020. El festival contará con tres escenarios digitales y a los cuales podrán acceder a través de gafas de realidad virtual que vienen incluidas en el precio de la entrada. 

¿Qué requerimientos hay que cumplir para organizar un evento?

Mientras la pandemia es controlada y los gobiernos locales reactivan de a poco las economías y los espacios donde se dan encuentros sociales, promotores y organizadores de eventos han buscado formas de reinventar sus negocios. Los conciertos están ocurriendo, solo que no de la manera en que se hacían antes de la pandemia. 

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El Centro para control de enfermedades publicó una serie de recomendaciones para tener en cuenta al momento de realizar actividades sociales en el que incluye información sobre qué medidas deben tomarse en distintos espacios, como ir a comer, asistir a una biblioteca, a piscinas públicas o a la playa. Si bien no tiene un apartado específico con medidas para asistir a conciertos o eventos masivos, estos podrían entenderse bajo la categoría “asistir a un evento o reunión” recoge las siguientes recomendaciones:

  1. Prepararse antes de asistir. Quedarse en casa si ha sido diagnosticado con COVID-19, si está esperando el resultado de una prueba o si tiene algún síntoma de la enfermedad. También consulte las políticas específicas de seguridad del evento al que va a asistir. Recomienda priorizar eventos que se realicen al aire libre dentro de su ciudad y por último le piden llevar elementos de salubridad extra para compartir con otros asistentes que tal vez no los tengan (mascarillas, gel antibacterial, guantes).
     
  2. Mantenga la distancia social y limite el contacto físico. Manténgase a una distancia de dos o más metros de personas que no vivan con usted. Sea cuidadoso en áreas de mayor concurrencia, como entradas y salidas.
     
  3. Use tapabocas. Utilizarlas es la mejor manera de disminuir los riesgos de contagio. El uso de los tapabocas y mascarillas es altamente recomendado en eventos donde la audiencia cante, grite o tenga que alzar la voz.
     
  4. Limite el contacto con superficies. Si le es posible utilice métodos de pago inalámbricos que no le impliquen tocar datáfonos o dinero. Evite comer en buffets, barras de comida o dispensadores de bebidas públicos. Lávese las manos después de tocar cualquier superficie común con el resto de la audiencia.

Para poder cumplir con estas recomendaciones, específicamente la de mantener la distancia entre los asistentes, una de las medidas recomendadas es disminuir el aforo de los escenarios para poder garantizar el distanciamiento social de los asistentes. El lado negativo de esto es que al reducir el aforo es muy probable que el evento genere pérdidas, haciendo así poco viable que la industria se fortalezca después del golpe causado por la pandemia. Cumplir con estas medidas implica, además, que los escenarios adecúen sus espacios e inviertan en modificar su infraestructura, instalen puntos de desinfección, silletería más espaciada… en fin, una inversión muy grande que, si se reducen los aforos, no están prontos a recuperar. 

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Conciertos drive-in

En un artículo de Rolling Stone publicado en mayo de 2020, Michael Rapino, CEO de Live Nation, una de las empresas de eventos en vivo más grande de Estados Unidos, habló de algunos de los planes que tiene la empresa para mantenerse a flote:

“Es importante para nosotros seguir haciendo conciertos drive-in, los cuales vamos a testear y desarrollar. Hemos tenido algo de éxito en conciertos sin fanáticos, que tienen una oportunidad de transmisión muy buena. Festivales y conciertos con aforos reducidos que pueden ser al aire libre, pueden ser en un teatro, puede ser en un estadio grande donde haya suficiente espacio para mantenerse seguro. Tenemos todos esos planes y dependemos del mercado y de las fases de reactivación de las ciudades”.

Los conciertos drive-in son, tal vez, los que más se han visto en Estados Unidos. El mayor referente que se tiene, sin embargo, no es un buen ejemplo. El 25 de julio de 2020 se viralizó un video de un concierto de The Chainsmokers en los Hamptons en el que se veía a la audiencia bailando sin máscaras y sin mantener las distancias recomendadas. El concierto, organizado como un acto benéfico y cuyas entradas costaron entre $1250 y $25000, se vendió y publicitó como un concierto drive-in. Los asistentes irían en sus vehículos privados, estacionarían en las más de 40 hectáreas dispuestas para el evento y tendrían la oportunidad de sentarse afuera de los carros manteniendo las distancias. Sin embargo las imágenes publicadas en redes sociales muestran que estas medidas no se cumplieron. 

En respuesta a la polémica los organizadores del evento publicaron un comunicado a través de Billboard explicando que “el video del que todo el mundo habla fue grabado desde un ángulo que no permitía ver lo cuidadoso que fuimos al momento de seguir las recomendaciones del CDC”, dicen. 

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A pesar del aparente fracaso del concierto de The Chainsmokers, muchos otros conciertos con esta misma modalidad se han organizado a lo largo del país norteamericano. Live Nation lanzó una serie de conciertos llamados Live from the drive-in en tres ciudades: Nashvile, Saint Louis e Indianapolis; en California surgió Concerts in your car y en Tennessee The drive-in concert también tiene varias presentaciones al mes. Estas tres experiencias tienen en común que la entrada de cada carro incluye dos espacios de parqueadero: uno para ubicar el vehículo y el espacio contiguo en caso de que los asistentes decidan salir de él y disfrutar el concierto en vivo desde afuera de sus carros. 

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Un proyecto más ambicioso en cuanto a su alcance es el Encore Nights Drive-in. En este, autocinemas de todo el país se unieron para pasar presentaciones únicas de artistas, especialmente de country, como Blake Shelton y Garth Brooks. A esta modalidad se unió Metallica, quien se prepara para realizar el primer show de la banda en 2020, que será pregrabado en una locación secreta en California para posteriormente ser transmitido el 29 de agosto en más de 300 autocinemas y pantallas al aire libre en Estados Unidos y Canadá.

Habrá algunos para quienes esto no es suficiente y que a pesar de las advertencias y precauciones han organizado eventos, como los organizadores del Sturgis Motorcycle Rally en Dakota del Sur que mantuvieron en pie su evento musical de 10 días, sin precauciones de salubridad y para el que esperan una asistencia de 250.000 personas. Una de las bandas invitadas a este evento, que va desde el 7 hasta el 16 de agosto, es Smash Mouth, que se presentó el pasado 9 de agosto sin restricción ni precaución alguna. Incluso, en redes sociales hay un video en el que se escucha a Steve Harwell, vocalista de la banda, decir “fuck that COVID shit”.

Conciertos con distancia social

De este lado del planeta tal vez no abundan los buenos ejemplos sobre cómo reactivar la industria musical en vivo y al mismo tiempo velar por la seguridad de las audiencias. Sin embargo en Europa, más específicamente en el Reino Unido, surgió un nuevo espacio para conciertos que ha dado de qué hablar y parece ser una buena alternativa. 

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El Virgin Money Unity Arena es el primer espacio de conciertos con distanciamiento social del que se tiene conocimiento, adecuado con 500 plataformas individuales ubicadas a dos metros de distancia las unas de las otras y en las que se pueden ubicar un máximo de 5 personas que vengan en el mismo grupo. Así, el Unity Arena tiene capacidad para 2500 asistentes y programación anunciada hasta mediados de septiembre. Para asegurar el menor contacto entre los asistentes y otras personas fuera de su grupo, la comida y las bebidas se ordenan con anticipación y al llegar a la arena, cada quien reclama lo suyo. 

Esta experiencia ha sido, hasta el momento, la más exitosa. Es extraño, y así lo dicen algunos de los artistas que allí tocarán. Kevin Baird de Two Door Cinema Club, banda que se presentará en el Unity Arena el 15 de agosto, dijo en entrevista con Shock que una de sus preocupaciones sobre el show es lo raro que va a ser ver a la audiencia, no agolpada bailando y cantando, sino distribuida en pequeñas plataformas. The Libertines es otra de las agrupaciones que se presentará en este espacio. Carl Barât, de la banda, le dijo a Rolling Stone que a pesar de extrañar el contacto con la gente y los conciertos, “este método es muy extraño, es una manera de demostrar cómo están las cosas en este momento.El hecho de que estemos en un sitio en el que la gente tenga que sentarse en sus propias burbujas para ir a un show es muy loco. Como todo el mundo, nosotros no entendíamos al principio cómo iba a funcionar, pero si esto es lo único que podemos hacer legalmente, sí, participamos”.

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No hay duda que la nueva normalidad nos ha presentado maneras muy extrañas para retomar la vida. No es lo mismo escuchar un concierto a través de una transmisión de Youtube, la radio de tu carro o limitado en un espacio de un par de metros cuadrados del que no puedes salir. Sin embargo el panorama, a estas alturas, es menos peor. Sobre todo si tenemos en cuenta que los profesionales estiman que los shows en vivo, como los conocíamos, no volverán sino hasta el 2021. En Colombia el panorama no pinta muy bien. Si tenemos en cuenta de que la cuarentena ya se ha extendido durante seis meses y a pesar de eso los casos confirmados de coronavirus crecen exponencialmente.

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