Como era de esperarse, las opiniones de los “críticos expertos” y los pocos afortunados que han podido ver Spider-Man: No Way Home antes del prestreno en Colombia son diversas, pero por encima de esas diferencias, es innegable que este primer cierre en la trilogía liderada por Tom Holland, es más una sobredosis de nostalgia que una inteligente forma de traer el multiverso sobre la mesa (una vez más) del Universo Cinematográfico de Marvel.
Por Nick Martínez // @NickXtatic
Calma, vamos con lo que sé que les interesa: no, aquí no hay spoilers, y sí, hay dos escenas post-créditos, bueno, realmente es una, la segunda es algo que verá la luz desde el 15 de diciembre de 2021 y no será un misterio para absolutamente nadie. Si esperan saber si Tobey Maguire y Andrew Garfield aparecen en la película, aquí no lo van a encontrar. Dicho esto, pasemos a lo que nos presentó Spider-Man: No Way Home.
Que el multiverso sea parte fundamental de Spider-Man: No Way Home (2021) no es un secreto, ya venía pisando fuerte desde Avengers: Endgame (2019) y fue con las series de Loki(2021) y WandaVision(2021), junto con el anticipado anuncio de Doctor Strange in the Multiverse of Madness (2022) que esto tomó forma para involucrarse de cabeza con el Hombre Araña.
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¿Valió la pena que el multiverso estuviese presente en Spider-Man: No Way Home? Sí. ¿Jon Watts, su director y, Chris McKenna y Erik Sommers, sus escritores, lograron con éxito esta introducción? Absolutamente no. La única película, hasta la fecha, que ha logrado exponer un multiverso bien logrado narrativamente es la ganadora al Óscar a Mejor película animada Spider-Man: un nuevo universo (2018).
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Watts y compañía definitivamente fallaron en darle un significado de peso para que el multiverso fuese una realidad. Por supuesto, cuando esto ya ocurre y los villanos, que ya conocemos desde los avances, empiezan a aparecer, la adrenalina y la nostalgia empiezan a apoderarse del cuerpo. Y entramos en otro estado. Spider-Man: No Way Hom es un carrusel de emociones que definitivamente deben experimentar.
Maldita la hora en la que los “únicos y diferentes” se empeñan en publicar cuanto spoiler encuentran, ¿cuál es la puta necesidad de figurar en redes sociales con imágenes y videos antes de que salga la película? Ya llega a un punto en el que inflar pecho para alimentar el ego en redes sociales con filtraciones de películas, es absurdo y en definitiva está mandado a recoger desde hace años.
Luego de ese paréntesis necesario, Spider-Man: No Way Home es una sobredosis de nostalgia. Que uno de los grupos de supervillanos más recordados en los cómics conocido como los Seis Siniestros hiciera su aparición en la gran pantalla después de dos décadas, ya era una necesidad. Por supuesto no sería el grupo original, pero con las presentaciones de villanos a lo largo de las ocho live-action del Hombre Araña, era justo y necesario que ya pasara.
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¿Cómo lo resolvieron? Trayéndolos de las diferentes películas de Spider-Man a cargo de Sam Raimi & Marc Webb para darle sentido al Multiverso de Marvel. Esto no es ningún secreto, todo ha estado en los avances previos a la película. De ahí que la nostalgia pegue como un balde de agua fría.
Si bien, los personajes de Doc Ock, Electro, Green Goblin, Sandman y Lizard interpretados por Alfred Molina, Jamie Foxx, Willem Dafoe, Thomas Haden Church y Rhys Ifans respectivamente, no tuvieron el desarrollo narrativo de peso como sí lo tuvieron Vulture y Mysterio, en especial este último, verlos juntos de regreso juntos alimentó poco a poco esa nostalgia. ¿Por qué Seis Siniestros si solo hay cinco? Bueno, vean la película porque el subtexto que hay en ella lo resolverá.
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Y esto es una de las cosas que más pasan en Spider-Man: No Way Home: los guiños de los guiños. Para los que solo siguen al arácnido por las películas, pueden captar uno que otro; para los que solo siguen las entregas de Tom Holland, ni se enterarán de lo que se está hablando o de quiénes están apareciendo; para los que se han ido empapando del universo del Hombre Araña más allá de sus películas, cada guiño y aparición de personajes, es también una respuesta de lo que vendrá en las siguientes tres películas de Spider-Man.
Como a muchos nos pasó, este carrusel de emociones lleno de alegrías, gritos, suspiros y lágrimas es una experiencia que poco se podrá describir, y estarán de acuerdo en que es de esas cosas que solo se pueden sentir frente a la gran pantalla.
Y es tal vez eso lo que convierte a Spider-Man: No Way Home es una agridulce entrega. Watts y compañía recurrió en varios giros dramáticos a los subtextos y los guiños en cantidades descomunales, quiero creer que esto pasó porque solo dos horas y media no fueron suficientes para expresar narrativamente esos momentos clave donde convergen tres generaciones de cintas en una misma.
Pero ojo, es una gran, GRAN película. Al final lo que uno busca es generar emociones y esto es completamente asegurado en Spider-Man: No Way Home. Las actuaciones de Tom Holland, Zendaya, Benedict Cumberbatch, Jon Favreau, Jacob Batalon y Marisa Tomei son, como se esperaba, determinantes y fieles a lo que han venido construyendo con el tiempo. El papel que tomaron en esta entrega, aunque es obvio con algunos, en su totalidad son fundamentales para lo que vendrá a futuro con el arácnido.
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Mi único consejo es que, si quieren experimentar una verdadera sobredosis de sentimientos y no están al día con el universo de Spider-Man y el Universo Cinematográfico de Marvel (películas y series), aún están a tiempo de hacerlo, si no, no hay problema, pero esta es de esas películas que, si no se ha seguido la historia, incluso en otros contextos como las series, solo es una película exitosa de superhéroes más. Porque eso sí, será la más taquillera de la saga de Spider-Man en la gran pantalla. ¿Calificación de 1 a 10? 9.
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